APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

El mundo vive su propia perdición y no se da cuenta. Por eso, Yo vengo a rescatarlo, a advertirle y a socorrerlo.

Como en otros tiempos lo he hecho, queridos hijos, Yo los llamo a prestar atención en estos tiempos finales. Deben medir cada paso que dan en estos tiempos, cada actitud interior y cada expresión. Eso definirá, en ustedes, los próximos caminos; pero si ustedes se mantienen unidos a Mí, a través de la oración, nada les podrá pasar; solo podrán aprender y crecer, así como Dios lo prevé en cada una de sus vidas.

El mundo sufre, a lo largo y a lo ancho de este planeta, y Yo vengo a socorrerlo, día a día, a través de Mi oración. Si ustedes son perseverantes Conmigo, en la tarea mariana, podría seguir derramando Mis Gracias sobre aquellos que no las merecerían.

Yo necesito de ustedes corazones plenos y dispuestos a servirme, para que todos puedan cruzar el umbral de esta gran transición. Yo Me pongo delante de ese gran umbral para que ustedes puedan recogerse dentro de Mi Corazón Inmaculado, Aquel que está siendo llagado y herido por el mundo, Aquel que se oferta a ustedes todos los días de la vida como Espíritu pleno de Dios manifestado, como el Amor de Dios entre ustedes, y para que sus caminos sean caminos que los lleven al encuentro del Señor Jesús. Así, queridos hijos, ustedes construirán los nuevos puentes que muchos están rasgando y quebrando por acción de su propia voluntad.

Yo vengo aquí, queridos hijos, para que ustedes entren en comunión con el mundo espiritual, que está muy olvidado, en el que muchos no colocan su corazón y no pueden recibir las Gracias que tanto necesitan. El puente para llegar a ese gran mundo espiritual será la perseverancia y la constancia en su oración. Así, podrán encarnar, en ustedes, los atributos del Espíritu Santo; aquellos que aguardan estar vivos en ustedes para que el fuego los pueda iluminar, los pueda curar y convertir.

Queridos hijos, Yo pongo a disposición de ustedes al Espíritu Santo de Dios, Aquel que debe ser buscado en estos tiempos porque muchos lo olvidan, cambiándolo por otras cosas, por las cosas materiales y mundanas. Por eso, Yo emito Mi último eco, para que los oídos del corazón lo puedan escuchar y de esa forma se puedan preparar ardientemente con el fuego de la oración y de la devoción, que los mantendrá firmes y seguros en el camino de la paz, en el camino de la redención.

Hijos Míos, Yo vengo a buscar en ustedes aquello que nunca han querido darle a Dios. Sí, Yo vengo a buscar sus miserias y Me dispongo, como Madre Universal, a transformar sus miserias en Luz y en Amor. Por eso, Yo bajo a estos mundos para poder convertir a las almas y hacerles recordar que deben estar en Dios antes del gran ciclo de la transmutación del planeta. Por eso, a través de la unión con Mi Hijo Jesús, Yo los preparo, Yo los uno con Su Corazón Sagrado y no dejo que se separen ni un momento de Él; pero ustedes deben permitirlo para que todo se pueda curar y redimir.

Queridos hijos, Yo les repito en esta noche todas estas cosas porque sus corazones no las han escuchado bien y ustedes deben ser Mis apóstoles, apóstoles de Mi Hijo, apóstoles del Redentor, que representen en esta era tan definitiva la llama viva del Corazón de Cristo, Corazón que se redime y se purifica, que se transforma y se entrega plenamente a Dios.

Yo vengo a traerles, queridos hijos, la oportunidad que nunca habían recibido en sus vidas, de que retornen a Dios Padre, el Poderoso; que Me imiten como Yo lo hice en otros tiempos, de una forma simple, humilde y verdadera, viviendo a Dios en el corazón y en el alma, buscando Su Infinito y Su Cosmos para estar dentro de Su Universo Mayor.

Queridos hijos, la humanidad está caída y enferma. Muchos están ultrajando el Corazón de Mi Hijo; día a día, lo hieren profundamente con sus acciones y pensamientos. Por eso, Yo vengo a esta parte de América para poder restablecer la devoción a Su Sagrado Corazón; y esa devoción se alcanzará, queridos hijos, cuando ustedes den su sí verdadero a Dios, que les permitirá cambiar este mundo tan enfermo.

Yo vengo a advertirles, vengo a invitarlos a subir a esta barca salvadora; pues esta es la última vez que Yo paso por este mundo en Espíritu Inmaculado y en Espíritu de Pureza, intentando poder elevar sus células y átomos hacia una iluminación mayor, hacia una transformación rápida de cada partícula de sus pequeños cuerpos. Ustedes deben buscar todos los días vibrar en Dios, aspirar a fundirse en esa vida universal que está muy olvidada por esta humanidad.

Es tan fuerte esto, queridos hijos, que muchos se olvidan de mirar al Cielo e identificar su propia estrella. Como la Gran Estrella del Universo, Yo vengo a encender sus soles, fuego que Dios necesita en estos tiempos, en la misión de poder desterrar el mal de este mundo.

Queridos hijos, grande es la misión de todos ustedes y de los que Me escuchan. Este es Mi último llamado y en sus memorias lo guardarán hasta el fin de sus días.
 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy los invito, en humildad, a observar el ejemplo de aquellos que vienen a Mi encuentro por primera vez, porque vencieron el miedo de descubrir aquello que por tanto tiempo sabían que existía, porque finalmente confiaron en el amor que les fue entregado al corazón.

Hijos Míos, en estos tiempos definitivos, los invito a la humildad, a la aventura del espíritu, para que puedan lanzarse como niños al descubrimiento del Amor Universal. A aquellos que quieren seguir a Cristo, los invito a profundizar en Mis Palabras, porque transmitidas a lo largo de los últimos años, guardan el Propósito Divino para esta humanidad.

Muchos no escucharon lo que les fue dicho, otros no supieron el valor verdadero y hallaron que las Palabras de la Reina del Cielo eran muy simples y siempre iguales. Pero hoy, les digo, hijos Míos, que un tesoro infinito está guardado en cada una de esas Palabras, y aquel que, realmente sepa escucharlas, encontrará, paso a paso, cómo hacer para llegar al Reino de Dios y traer este Reino al mundo.

Hoy, los llamo, hijos Míos, a la renovación permanente de sus espíritus, para que no vean pasar el tiempo delante de sus ojos y al mundo transformarse en un mundo nuevo sin que lo puedan acompañar. 

Hijos Míos, vivan la transformación junto con la transformación de este planeta para que puedan ver, delante de sus ojos, como también dentro de sus corazones, nacer la nueva raza redimida.

Mis queridos, muchas veces hablo cosas que no comprenden, pero solo les pido que abran el corazón, que guarden Mis Palabras en lo profundo de sus seres, porque allí ellas obrarán y, poco a poco, construirán en cada uno de ustedes esta morada perfecta, esta plena fortaleza; y, sin que lo perciban, vivirán el Plan de Dios, porque en realidad, hijos Míos, Él estará viviendo dentro de cada uno de ustedes. 

Todas las oportunidades les están siendo entregadas. Solo abran sus brazos y reciban cada una de las dádivas que desciende de los Cielos. Aquel que realmente quiera dar este paso, rumbo al infinito y rumbo a lo desconocido, lo hará; porque, Mis queridos, hoy les digo que las puertas del universo están abiertas delante de sus ojos y de sus pequeños corazones, que mundos que desconocen pueden ser revelados a la humanidad a partir del sí de sus corazones. Pues, como representantes de este mundo, pueden escoger no pertenecer solo a él y decir un sí verdadero a Dios, para que Él revele otros universos, otras realidades celestiales que viven en este mundo y en muchos otros.

Hijos Míos, abran sus ojos, porque este momento planetario necesita encontrarlos despiertos. Hoy, delante de esta puerta universal, eleven sus ofertas a Dios, porque este camino los conducirá a los Pies del Creador, que escuchará sus súplicas y también las súplicas de toda la humanidad, que están guardadas en sus corazones. 

Pero no se olviden, Mis queridos, que, ante esta oportunidad de estar frente al portal del Cielo, deben ser intercesores por toda la humanidad, por los Reinos de la Naturaleza, por los que padecen en el infierno y en el purgatorio y que aguardan sus oraciones. 

Este es un momento único en el que las almas pueden ser auxiliadas, en el que aquellos que no generaron méritos para su salvación, sí, puedan ser salvados por el poder verdadero de sus oraciones.

Escucho el clamor de sus corazones en esta noche y dejo dentro de cada uno de ellos Mi respuesta maternal, para que ya no sufran por los acontecimientos de sus vidas y de este mundo, sino que aprendan a través de las pruebas que viven, y que maduren, porque verdaderamente les digo que todo lo que viven es solo el inicio de la purificación de este planeta. 

Mucho aún está por venir, pero en ese momento ya estarán preparados suficientemente para vivirlo. Por eso, no teman, solo fortalézcanse a través de la oración, a través de la fraternidad y, sobre todo, a través de la unidad entre sus corazones.

Jamás permitan, hijos Míos, que la unidad que Yo construí en sus almas se pueda disolver. A través de Mi Manto, Yo siempre los uno y los protejo, para que nada pueda separar lo que fue unido por el Amor de Dios; para que, como un único ejército de Paz, puedan atraer esa Paz al mundo y disolver definitivamente todo el mal que desea apagar la esencia de Mis hijos.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En la Pasión de Cristo, encontrarán el testimonio vivo para su conversión y el aliento para seguir adelante frente a las pruebas; porque nada es tan importante, queridos hijos, en sus vidas. En este momento, queridos hijos, deben buscar estar en Dios todo el tiempo; esa será la señal de su salvación para el Cielo.

En esta noche de Gracias y bendiciones, en la que se congregan todos los universos, he venido especialmente para bendecir a Mis queridos hijos, aquellos que en la perseverancia dieron sus pasos y están siendo testimonios para otros, testimonios de conversión, de amor y de perdón. 

También vine a bendecir esta sagrada ermita, que representará la Luz de Cristo Redentor en estos tiempos.

La ermita es el Corazón de Mi Hijo vivo, adonde todos podrán entrar para sentirlo y reconocerlo. Cuando esa ermita palpite en la Luz de Cristo, será por la acción de sus obras.  Me refiero, queridos hijos, a sus oraciones, que podrán llegar al Cielo para poder ser recibidas, como muchas veces Yo lo he hecho con ustedes y con muchas personas.

Por eso, con alegría, cantando y en alabanza, vayamos en procesión hasta la ermita para que Yo la bendiga. Que sus velas sean la señal de la luz de sus espíritus.
 

Canción: “Ave, Ave, Ave María”.
 

Queridos hijos Míos, en gloria a Dios y a Su Hijo primogénito, bendigo esta ermita que representará al Sagrado Corazón de Cristo vivo para todos, el puente que los unirá con el Universo Celestial, la Fuente de las Gracias y de la Redención.

Aquel que, en humildad, ingrese a este lugar, será tocado por el soplo del Espíritu de Cristo y deberá confiar plenamente que su vida cambiará, y todos sus seres queridos serán tocados por esa llama crística en esta noche de consagración en la que el Cielo y la Tierra comulgan y todas las almas se congregan alrededor del Gran Corazón de Dios para recibir Sus Dones y Sus Virtudes.

Honremos al Creador por esta gran oportunidad y enviemos a todo el mundo, como buenos corazones, un mensaje de paz y de unión que circule por esta Tierra y unifique a todos los espíritus dentro del Gran Propósito de Dios.

¡Clamemos al Dios de las Alturas! Que canten los coros celestiales, que los corazones se alegren, se rediman y se unan a la única Fuente de Dios que es el Amor eterno, la Unidad eterna y la Sabiduría eterna para todo lo que fue creado.

Unan sus corazones y mentes al Pensamiento Divino de Dios; y capten en esta noche las señales verdaderas de Su Voluntad que los hará renacer y resurgir como servidores valientes, como apóstoles del nuevo tiempo, como siervos del Creador que lucharán hasta el fin de los días por la redención de este mundo, por la salvación de esta belleza que representa este planeta y de todos los que lo integran, en este gran universo local, en comunión con el infinito, con la vida universal y con el espíritu de la paz.

¡Que así sea! ¡Que así sea! ¡Que así sea!

 

Repitamos la siguiente oración:

 

¡Oh Sagrado Centro de la Luz de Cristo!
irrádiate sobre el mundo,
convierte a todas las almas,
para que en el tiempo que llegará,
reconozcamos, ahora y siempre,
Tu Venida Gloriosa a esta humanidad.

En victoria a Ti, Rey de los Reyes,
Supremo Amor,
Te imploramos, Te suplicamos y Te rogamos:
regresa pronto a este mundo!
para que todo sea curado,
para que las almas se liberen
y Tu Infinita Misericordia se proclame 
por los siglos que vendrán.
Amén.

 

En esta unión con el Infinito, les agradezco por responder a Mi llamado. Hoy, Mi Amor es entregado especialmente a todos los peregrinos que, con esperanza y regocijo, vinieron a recibir una parte de Mi Cielo Universal.

Yo los bendigo a todos, a aquellos que se consagran y también a aquellos que se consagrarán a Mi Corazón, pues todos son hijos del mismo Padre y provienen de la misma Fuente, la Fuente del Amor.

Gracias a todos. Vayan en paz, en Cristo. No se olviden de elevar sus corazones a Dios, Él los escuchará.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Una vez más, el Cielo responde al llamado de Sus hijos, y esto es por vivir la paz en el corazón.

Queridos hijos, con alegría, hoy les traigo Mis bendiciones maternales y con predilección guardo sus intenciones en Mi Corazón para que puedan saber que Yo las escucho atentamente.

Hoy, les agradezco también a Mis hijos por haber traído estas imágenes que, al final, Yo bendeciré para que puedan llevar a sus hogares Mi Gracia Maternal.

El mundo vive un tiempo de paz, hijos Míos, que también es un tiempo de Gracia para todos, un tiempo de esfuerzos y aprendizajes, en el que las almas deberán madurar desde el corazón.

Deben unirse, en este tiempo, a Mi Corazón Inmaculado para que puedan seguir los pasos directamente hacia Mi Hijo.

En profunda alegría, hoy Mi Corazón se alegra por escuchar a Mis hijos en la oración del corazón.

Si hoy, Yo vuelvo aquí, a Belo Horizonte, queridos hijos, es porque los Planes de Dios son perfectos para este tiempo final.

Dios quiere reconstruir sus moradas internas para que cuando regrese Mi Hijo, junto con Su Amada Madre, ustedes lo puedan recibir en paz y en el bien.

Dios quiere construir también sus hogares y sus familias, para que la Presencia de Su Corazón Altísimo pueda estar entre sus familiares, como lo estuvo desde el principio con la Sagrada Familia.

Hoy, la Reina de la Paz irradia Su Paz al mundo y escucha también la súplica de Sus hijos, principalmente de aquellos que están lejos de este lugar.

Les agradezco, queridos hijos, por contribuir en este tiempo final con la oración por los hermanos de Filipinas, también África necesita de sus oraciones y en consecuencia el mundo entero.

Los océanos también necesitan de sus oraciones. Todo lo que fue vida creada por Dios necesita de su sincera oración. Hoy, les hago este simple pedido, queridos hijos, porque es necesario que el mundo cambie a tiempo.

Mi Corazón Inmaculado viene a auxiliar a todas las almas. Él espera que Mis hijos puedan retornar al Corazón de Mi Hijo, porque muchas almas se pierden día a día. Muchos de Mis niños siguen caminos que son incorrectos, Yo solo los vigilo en el silencio de la oración.

Yo los necesito, queridos hijos, fuertemente en este tiempo. Dios espera que puedan despertar a este nuevo llamado que Mi Corazón está proclamando en toda América.

También, queridos hijos, las necesidades se encuentran en muchos de Mis niños, los más pequeños, que necesitan de la educación perfecta de sus padres para que, en este tiempo definitivo en el que la modernidad influencia a las almas, ellos puedan crecer en el Espíritu de Dios, en la vida de la oración en familia.

Así, podrán estar protegidos en este tiempo y sus caminos de fe se abrirán para encontrar cosas buenas y preciosas entre los seres más queridos, que también en esta era precisan curar y redimir su corazón.

Ahora, necesito en este tiempo, queridos hijos, que sus brazos estén bien abiertos para que el corazón pueda sentir las Palabras que el Cielo les envía en esta era. Como en Fátima, Lourdes y ahora en Medjugorje, vengo a anunciar un tiempo más de paz en la Tierra.

Queridos hijos, es muy urgente la oración para que el mundo pueda ser ayudado. Si muchos de Mis hijos no rezan la oración del corazón, ¿quién podrá ayudar a la humanidad?

Dios envía a Sus Mensajeros Divinos para que las almas puedan dar pasos seguros en la Luz.

Ustedes cuentan con la ayuda de Mi Inmaculado Corazón y de los Sagrados Corazones de Jesús y de San José, quienes aguardan ardientemente por la ayuda de sus oraciones, para que puedan difundir la paz en otras regiones del mundo, principalmente en donde hay miseria y falta de amor.

Queridos hijos, el mundo está poblado de muchas cosas, cosas buenas y cosas no tan buenas.

Yo los invito a seguir el camino del Evangelio para que, en este tiempo de pruebas, sus corazones puedan percibir la verdad y la mentira, y decidirse por el camino del Espíritu Santo, que es el Espíritu que les dará la fortaleza en este tiempo de transición.

Siempre, los aguardaré en Mi Corazón Materno.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mis amados, Mi Presencia en el mundo tiene la finalidad espiritual de establecer un tiempo mayor de redención.

Por eso, quiero que sepan que cuando sus almas están ante Mi Presencia, contemplan delante del corazón dos puertas a ser elegidas: una de ellas las conduce al Paraíso, a una vida de paz y de misericordia, y la otra puerta, hijos Míos, confunde a sus corazones, sumergiéndolos en las ilusiones del mundo.

Hoy, les digo que a todas sus consciencias les está siendo ofrecida una oportunidad de despertar.

Mi Corazón llega en este tiempo a muchos lugares del mundo y Me hago visible a muchos corazones, inclusive de esta nación, Brasil, para que la mayor cantidad de almas posible pueda ingresar a Mi Reino. Solo es necesario, hijos Míos, que descubran Mi Corazón y que dejen madurar, en cada una de sus esencias, el Propósito Divino que les traigo a través de las diferentes manifestaciones al mundo.

Hoy, les digo que las ilusiones del mundo confunden a sus corazones, porque las modernidades y todos los placeres que les ofrece la materia atraen a las personalidades de sus seres, hijos Míos. Mas es necesario, en este tiempo, que puedan escuchar el clamor de sus almas y permitirle que sea más fuerte y más intenso que las voluntades materiales.

Hoy, Mis queridos, le envío a cada uno de sus corazones un rayo de Mi Misericordia para que todas las faltas que cometieron a lo largo de los tiempos puedan ser perdonadas y, como miembros de la humanidad, reciban la oportunidad de vivir una nueva vida, una vida de redención.

Si aceptan, Mis queridos, tener sus esencias limpias ante Dios, podrán abrir los ojos a nuevos universos, nuevos conceptos de la verdad, que hoy son desconocidos para la mayoría de los seres.

Solo les pido que sean verdaderamente valientes, para que el poder de sus almas se manifieste en la materia y conduzca a cada uno de sus seres por este camino de redención.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Aguardaré siempre que permanezcan en Mi Corazón Inmaculado. Y tengo la aspiración, queridos hijos, que todas sus familias puedan reconsagrarse a la Sagrada Familia de Nazaret, para que el Espíritu de los Tres Sagrados Corazones pueda permanecer entre ustedes, en sus moradas y en sus corazones.

Mientras Mi Espíritu se alegra, los bendice y los cura profundamente; Él borra de sus corazones todas las deudas, todo sufrimiento, todo dolor; porque, como Madre de todos los corazones y Reina de la Paz, quiero que Mis hijos puedan ser felices, ser partícipes de esa felicidad celestial que se encuentra en el Reino de Dios y, como ustedes saben, Mis pequeños, este Reino ya fue anunciado por Mi Hijo y volverá a ser anunciado en su esperado Regreso a la Tierra.

Ahora, Yo los invito, queridos hijos, a construir esa morada a través de la oración.

Dios espera poder ser consolado a través del sacrificio, del ayuno, de la oración y, principalmente, a través de la Comunión perfecta con Mi Hijo. La primera Comunión verdadera, queridos hijos, se encuentra en la unión de sus corazones con el Sagrado Corazón de Jesús.

Esta alianza, que ustedes pueden construir mediante la oración y la confianza en Cristo, es invencible; nadie la podrá derrotar, porque la victoria de Cristo es permanecer eternamente en sus esencias.

Muchos de Mis hijos, en este tiempo del mundo, deberán reconocer la pureza, la humildad y todos los atributos que fueron gestados en los Sagrados Corazones desde el principio, cuando Nosotros estuvimos entre ustedes ayudando a Nuestra humanidad.

Porque Nosotros, queridos hijos, a pesar de estar ahora en el Cielo y de que Mi Espíritu venga a hablar con ustedes, regresaremos en un tiempo cercano para restablecer sobre la Tierra los Mil Años de Paz.

Queridos hijos, hoy Me despido con alegría y en devoción, y agradezco a Mis hijos de Belo Horizonte por abrirme nuevamente las puertas de sus corazones; porque solo a través del corazón y de la unión perfecta con Dios nadie temerá, sino que se levantará para seguir caminando a pesar de las caídas.

Por eso, Mi Hijo estuvo entre ustedes, llevó sus cruces para liberarlos y entregarles Su Misericordia, para que pudieran vivir en paz. Busquen la Infinita Misericordia de Mi Hijo, el manantial está abierto para los que tienen sed.

Y ahora, bendeciré estas imágenes, queridos hijos, y como estamos en la era del Espíritu Santo, que el Ave Luminosa pueda sobrevolar sobre sus espíritus; la que, en Pentecostés, trajo la Paz al mundo y la evangelización de las Sagradas Palabras de Cristo en toda la Tierra.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Que la Luz y la Cura de Dios permanezcan en sus corazones. Sigan adelante, el Padre los aguarda.


Canción: “Ave Luminosa”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora nos está pidiendo rezar por la paz en las naciones, este es Su último pedido en esta noche. Rezaremos un Ave María en cada idioma, para que todas las naciones estén en el Corazón de nuestra Madre.


Oración: “Gloria”.

Canción: “Ave, Ave, Ave María”.

Canción: “María, Madre Divina”.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Madre María Shimani de Montserrat:

La Madre pidió que cosecharan las naranjas de Sus árboles para que, cuando Ella lo indique, traigan las canastas del modo más silencioso posible.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Estoy aquí presente, queridos hijos, no lo olviden.

Ayer, vine plena de Gracia; hoy, vengo plena del Espíritu Santo. Como Madre Universal, los invito a continuar con este proyecto mariano, porque es el Espíritu de Dios que actuará a través de sus corazones para que Mis intenciones se puedan cumplir en el mundo.

Queridos hijos, hoy vengo bañada con el Manto Dorado del Espíritu Santo, que representa la Sabiduría de Dios, Sabiduría que la humanidad ha perdido con el tiempo por la falta de la oración del corazón. Al alma que ora constantemente a Mi Corazón Inmaculado, no le faltará la sabiduría y podrá discernir en los acontecimientos.

Por eso, queridos hijos, la humanidad se encuentra ahora en este punto, por la falta de oración. En la falta de oración hay carencia de sabiduría y las almas no pueden comprender la Voluntad de Dios. Por eso, la oración es el hilo que los unirá con lo Alto y las Gracias descenderán del Cielo para los que más las necesitan.

Ayer, queridos hijos, volví a reconsagrar a las familias a Mi Inmaculado Corazón. Como Yo les dije, queridos hijos, este puede ser un ejercicio semanal, aunque debería ser diario, para que la Fortaleza de Dios esté en cada uno de sus miembros, para que el Espíritu Santo pueda iluminar los corazones en el momento de tomar las decisiones de vida. Este es otro punto, ya que así se encuentra la humanidad por la falta de sabiduría, hasta el punto en que transgrede a los Reinos, perdiendo la esencia del Amor por lo que Dios creó para todos.

Pero como su Madre Universal, bajo la Presencia del Santo Espíritu de Dios, vengo a despertar nuevamente a los corazones, para que ellos encuentren el refugio que necesitan en esta hora definitiva, refugio que se encuentra en Mi Corazón, refugio que siempre los resguardará y les dará la Luz que necesitan para dar los pasos en la consagración a Dios.

Las almas son las que se deben consagrar día a día a través del esfuerzo, teniendo una constancia en la oración, una perseverancia en el Propósito y amor al llamado. Si cumplen estos requisitos, queridos hijos, estarán dentro del Plan de Dios. Dios necesita de su ayuda para también poder cumplir Su Voluntad. Él no solo cumple Su Voluntad en los Mensajeros Divinos; Él también quiere cumplir Su Voluntad, en estos tiempos, en todas las criaturas que Él ha creado.  

Por eso, es el momento de la gran colaboración de todos, del servicio orante y fraterno, para que se pueda construir la Nueva Humanidad que brillará como la nueva estrella redimida ante la Aurora, ante el Universo de Dios.

Y así, todos estarán dentro del Corazón de Mi Hijo, antes de que Él regrese al mundo. Así, sus corazones estarán preparados por la ciencia de la Sabiduría, por la ciencia del Espíritu Santo, que en estos momentos tan críticos les dará Luz a sus decisiones y evitará que cada uno de ustedes se confunda. Así, caminarán hacia Dios en lo que Él quiere cumplir en ustedes.

Queridos hijos, lo que Él quiere cumplir es algo precioso para su universo y su silencio interior, Él quiere hablarles a ustedes en sus corazones, en aquella morada que Él construyó desde el inicio de sus orígenes como única raza del Padre. Por eso, Él estuvo presente a lo largo de los tiempos en los patriarcas, en los profetas, en el pueblo de Israel, intentando que todos construyeran la Nueva Humanidad.

Pero a pesar de los engaños del enemigo, hijos Míos, Mi Corazón está firme para cumplir con ese Propósito. Por eso, estoy preparando a los hijos de Mi Hijo, a los nuevos apóstoles, que deberán responder a este llamado del final de los tiempos. Si cada uno cumple con su parte, la misión se cumplirá y el Propósito se diseñará en toda la raza.
Queridos hijos, el Universo les habla de tiempo en tiempo, sin demora, sin cansancio. El Universo quiere mostrarles la Verdad, pero primero deberán estar en oración, para poder vislumbrar las señales que marcan el nuevo tiempo para la humanidad.

Sepan, queridos hijos, que su oración ayudará a que otros puedan despertar a tiempo; ya que muchos duermen en su propio sueño, están fatigados de caminar en esta vida, cansados de querer alcanzar algo que nunca alcanzan.

Por eso, Yo llego en su auxilio con Misericordia, Amor y Piedad. Acepten Mis Brazos maternales y dejen que se derrumbe dentro de ustedes lo que no forma parte de la Luz.

Queridos hijos, en este día 13 de agosto, Mi intención maternal es transformar sus células para que la nueva Luz pueda nacer y los nuevos códigos crísticos puedan sembrarse en sus corazones.

Recuerden, queridos hijos, que el Señor de los Cielos es el Cristo Universal y vendrá a buscar el talento que dejó en ustedes. Por eso, deberán estar preparados para ese momento.

Queridos hijos, lo que les digo no es una teoría, es algo más que una hipótesis; se llama Ciencia Divina, hijos Míos, es la lengua con la que Yo les hablo a ustedes como Madre Universal. Por eso, permitan que Mis estrellas se puedan encender en sus corazones, para que todos estén unidos a Dios y puedan ayudar a esta humanidad.

Lo que quiero que comprendan, queridos hijos, es que en estos tiempos todos deberán alcanzar un Propósito; deberán alcanzar el Propósito del Padre de ser Uno definitivamente, por amor a Dios, por amor a Su Gran Piedad, por amor a Su Misericordia. Así, los Cielos derramarán sus Gracias y nadie deberá sufrir más para poder aprender.

Queridos hijos, los invito a dejarse guiar. Lean el Evangelio, renuévense en el Evangelio todos los días y lean el Nuevo Evangelio que les está dictando Mi Hijo, que son Sus Palabras diarias.

Es necesario, queridos hijos, que sus corazones despierten a la Verdad, a la Verdad que el Supremo les está enviando a través de los Sagrados Corazones. Los que se animen a caminar Conmigo en este Mi Proyecto espiritual, Yo les agradeceré, pues sentirán prontamente la conversión de sus aspectos internos, aquellos que se endurecen momento a momento, que endurecen el corazón y no lo dejan expandirse.

Por eso, Yo Soy su Madre, vengo a quebrar el corazón duro, para que se abra a Mi Manantial de Paz y sea colmado del Amor de Mi Corazón, Amor que cura, Amor que redime, Amor que sana las heridas, Amor que lavará sus manchas y que los librará de sus pecados. Porque Yo Soy para ustedes, hijos Míos, la Madre de la Misericordia.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Veo a muchos corazones que se liberan ante Mi Presencia, corazones que están abiertos a Mi Maternidad y que, a lo largo de los últimos días, permitieron que la esencia de Mi Corazón limpiara toda mancha, todo dolor y todo sufrimiento.

Contemplo, en el corazón de Mis hijos, propuestas evolutivas, metas de vida, desafíos que cada una de sus consciencias se dispone a vivir a partir de los impulsos que recibieron. Hoy, les digo, hijos Míos, que caminen con fe hacia estas metas, porque son metas inspiradas por el Espíritu de Dios.

Estos son tiempos de definiciones, y aquellos que tienen miedo de dar un paso que se arriesguen con fe en Dios, con fe en Mi Inmaculado Corazón; pues, si dan un paso en lo desconocido, Mi Corazón los asegurará y les dará una respuesta, mostrándoles a cada nuevo paso un poco de ese camino.

La fe en sus corazones es lo que le traerá luz a los acontecimientos de la vida. Es necesario confiar en Dios, es necesario ser fiel a Su Voluntad. Cuando el Señor les pide, hijos Míos, que recuerden la Pasión de Mi Hijo es para que puedan sembrar en sus corazones ese amor a Cristo y esa fe que hará que lo sigan bajo cualquier circunstancia.

En este día, quiero sembrar una fidelidad absoluta a Dios, para que los nuevos apóstoles de Cristo puedan cumplir con lo que los apóstoles del pasado no pudieron: ser fieles a Dios en los momentos de tribulación, de miedo, de temor.

Hijos Míos, hoy les digo que el miedo puede impregnar sus células, pero la fe puede liberar el miedo. Y, si cada día son un poco más fieles a Dios, esa fidelidad puede impregnar a sus seres, zelar por sus almas, por sus corazones y formar a cada una de sus consciencias como apóstoles de Cristo, aquellos que abrirán la puerta para Su Retorno, que darán testimonio al mundo de Su Mensaje y que llevarán Su Palabra y Su energía de reconversión al mundo para despertar a las almas.

En este día, hijos Míos, quiero traerles un ejemplo de fidelidad a sus corazones y, a través de este ejemplo de dos hijos Míos, quiero que él se irradie a sus corazones, como consciencias que alcanzaron méritos para ingresar al Paraíso, cuando tan solo fueron fieles a Dios y siguieron la voz del corazón, voz inspirada por el Señor.

Esto es lo que quiero que cada uno de sus corazones haga en este tiempo: que responda sin demora a la Voluntad de Dios, que no dude de que la Voz del Señor resuena en el interior de cada uno, porque esa Voluntad ya vive en su interior y aguarda una respuesta de sus corazones.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, hoy les traigo la Cruz de Cristo como un símbolo para sus vidas, un símbolo de protección y de amparo, de redención y de liberación.

Recuerden, queridos hijos, que esta Cruz no está vencida, sino es una Cruz renovadora que, a través de los tiempos, atrae a los corazones hacia la Luz para liberarlos del mal.

Pero como hoy hizo Mi Hijo desde el Cielo, ante Mi Presencia maternal, quiero agradecerles a todos Mis hijos que acompañan a los grupos de oración en las diferentes regiones del mundo.

Por este motivo especial, queridos hijos, quiero que después de estos seis años de encuentros Conmigo, nazca dentro de ustedes el espíritu del apostolado, que salgan de este Centro Mariano siendo nuevos apóstoles de la oración y del amor.

Bajo la Gloria de Dios, bendeciré los frutos que han nacido. 


Madre María Shimani de Montserrat:

La Madre pide que Sancio y Elisa suban al palco.


Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En este momento, hijos Míos, mientras le cantan a Mi Corazón, a través de estos dos hijos bendeciré a cada uno de los que están presentes, traeré Mi Rayo de Cura, de Reconciliación con Dios y de Fe, para que cada una de sus consciencias, pueda persistir en la fidelidad a Mi Corazón.


Canción: “Inmaculado Corazón de María”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Después de estos seis años compartidos con Mis hijos, quiero que hoy, para terminar, se renueven en Mi Espíritu Inmaculado y que se abran en el amor a lo nuevo.

Por eso hoy, queridos hijos, les derramo a estos nuevos apóstoles Mis códigos de Paz y de Misericordia, Mi Cura espiritual y salvadora, para que puedan despertar al llamado interior de Dios.

Derramaré Mi Manantial sobre los frutos, en este momento, para bendecirlos.

Hagan silencio.

Que esta Paz que hoy les entrego, les permita dar los pasos en estos tiempos. Aspiren a vivir en el Paraíso, ese es el mayor tesoro para sus vidas: Amor de Dios perpetuo, presente y omnisciente en los universos. Allá nos encontraremos.

Que el Espíritu del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo bendiga estos frutos y los alimente de lo superior, para siempre.

Hija Mía, Piedad, cántame “Creador Supremo”, para que las almas que están caídas en el mundo se puedan levantar en Mi Asunción.  

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

Contacto