MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un nuevo ciclo llega a tu vida, contempla, alma amada, en la coyuntura de las estrellas, el mensaje celestial que tu Creador te envía.

Recibe los impulsos que Él generó en la manifestación de tu esencia y, a través de una comunicación profunda con Dios, comprende Sus Sagradas Geometrías y, a través de ellas, los designios del Padre para los ciclos que llegarán. 

Cuando cumples un año más en esta Tierra, sabe que tu evolución se renueva y tu compromiso con Dios se amplia. La profundidad de la madurez de tu ser humano y espiritual te conduce a responsabilidades cada vez mayores ante Dios y Su Plan.

Renueva, entonces, tu espíritu en este nuevo ciclo, dejando que Su Amor cierre las heridas más profundas y ocultas aún abiertas por las experiencias de la vida.

Entrega a tu Creador tus pesares más internos, tu silencioso sentimiento de impotencia ante aquello que no puedes ofrecer a Dios.

Deja que, por un instante, el dolor que compartes con el Creador, por aquello que Él ve en el mundo, se calme y se restaure, porque para comenzar un nuevo ciclo es necesario restaurar y calmar el corazón.

Retoma los impulsos perdidos en las batallas de esta vida, reconstruye la esperanza herida por la acción de la astucia del enemigo sobre las almas y confía, alma pequeña, en que cada oración pronunciada por los que se perdieron en el camino será el mérito que les abrirá las Puertas de un nuevo Cielo en el último instante de sus vidas.

Respira por un momento y recibe el Soplo de Dios. Su Amor Divino renueva tu consciencia y, en un diálogo profundo y silencioso, todo se hace nuevo. Este es tu aniversario con Dios.

Recibe Mi bendición para el ciclo que vendrá.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Observa en las señales de la naturaleza la expresión del espíritu de la Tierra. Siente, a través de los elementos, los sentimientos más profundos del planeta que te acoge.

La Tierra vive y se expresa a través de los Reinos, dando a conocer a los hombres la intensidad de su corazón.

Cuando los vientos se agitan, la lluvia se precipita y los rayos encienden en el cielo las luces que las nubes oscurecieron, siente a la Tierra liberando los corazones y deja que tu espíritu también sea lavado por su agua de vida.

Cuando el sol brilla en el horizonte y el azul resplandece en el cielo, pintando los aires de la Tierra con un nuevo día, vive también la renovación que los elementos te traen y agradece al Padre la oportunidad de recomenzar.

Como los Reinos de la Naturaleza en sus estaciones, déjate hijo, transformar por la vida. Reverencia los ciclos que la Tierra te trae y con gratitud vive cada momento, pues en todo hay un mensaje de Dios para ti.

Ingresa en tu interior delante de la Naturaleza, para así ingresar en lo profundo de la Tierra y ser conocedor de su ciencia y de su espíritu.

La vida tiene mucho para enseñarte, basta que no pases por ella con indiferencia y superficialidad. 

Contempla la profundidad del Todo y un día comprenderás verdaderamente porqué estás aquí.

Tu Padre y Amigo, 

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros de Mi Casto Corazón:

No cabe más repetir que son tiempos de emergencia en el mundo.

Nuestras Palabras necesitan llegar a todo el planeta. No podrá haber una sola alma que no conozca la Presencia de los Mensajeros de Dios en este lugar (1). Por eso, hoy les pido que difundan Nuestro llamado sin medo, sin tener vergüenza de proclamar la propia fe, sin temor a no ser aceptados o reconocidos por aquellos a quienes respetan y aman.

Solo coloquen en sus consciencias que todos necesitan despertar, que no habrá más tiempo para las ilusiones de la vida, porque la oración será la única salida para la situación planetaria.

No piensen en lo que sentirán los seres, no se preocupen con lo que manifestarán las mentes de las personas en el mundo; solo vislumbren la necesidad de las almas de reconciliarse con Dios, de orar y de unirse al Plan del Creador.

No importa la respuesta inmediata de las consciencias al entrar en contacto con Nuestras Palabras. Lo que verdaderamente importa es que la semilla de Luz estará plantada dentro de los seres y cuando les  llegue el momento de la real necesidad, tendrán a qué recurrir: recordarán aquellos valles del Brasil (1) y también aquel refugio de paz entre los naranjales (2), recordarán las montañas que guardan al Espíritu Santo de Dios (3) y también aquellas que amparan el futuro de la humanidad con códigos del Niño Jesús (4) para que sean depositados en los pequeños de este mundo.

Anuncien a sus familias que sus vidas no son más las mismas. Anúncienlo a sus conocidos, anúncienlo a los desconocidos que necesitan paz. Anúncienlo a los ricos, anúncienlo a los pobres. Anúncienlo a los sanos y a los enfermos, a los jóvenes y a los ancianos. 

Que el futuro del planeta encuentre la esencia de la paz en los corazones de los más jóvenes y que, aquellos que partan de este mundo, los más ancianos, puedan llevar el descubrimiento del amor a donde vayan después de esta vida.

Les hago este pedido porque las almas no pueden perder la oportunidad de vivenciar el amor, ya que para eso vinieron al mundo.

Que se cierren las puertas de los infiernos ante la respuesta orante de todos los corazones que despiertan a tiempo.

Que la Perfección de Dios, existente en el interior de todas las criaturas, no sea sustituida por las innumerables miserias capitales que el enemigo sembró en la consciencia humana.

Hoy, Yo los llamo a ser verdaderos apóstoles de Cristo, sin temor ni vergüenza, aunque parezcan locos, que la locura santa sea expresada en sus corazones.

Que sus acciones de amor y de fraternidad sean el testimonio de Nuestra Presencia en el mundo. Que su capacidad de perdonar y de reconciliarse con el prójimo sea la prueba para los ojos humanos de que Dios está entre los hombres, por medio de Sus Mensajeros.

Por eso, hoy y todos los días de sus vidas, vayan, sirvan, reconcíliense con el prójimo, pidan perdón, sirvan a los que los odian, amen a los que los persiguen, oren como la prioridad de sus vidas, como si la oración fuera el agua sin la cual no pueden vivir.

Difundan, anuncien al mundo el Mensaje de Dios, de paz y transformación, el llamado al despertar y a la redención, por medio de Sus Mensajeros. Algo repercutirá en la consciencia humana, siempre y cuando sean verdaderos en todo lo que hagan.

Antes de proclamar con sus bocas, vivan con los sentidos, con las intenciones y con el corazón todo lo que aspiran a que los seres conozcan. Sean portadores de la paz y de la esperanza para este mundo que se pierde en la ilusión.

No dejemos que se apague una parte del Corazón de Dios.

Yo los amo y los bendigo siempre, para que esta bendición ser torne vida en todos los espacios de la consciencia humana.

San José Castísimo

 

 2. Se refiere al Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay.

 3. Se refiere al Centro Mariano del Espíritu Santo, Córdoba, Argentina.

 4. Se refiere al Centro Mariano del Niño Rey, Teresópolis, Rio de Janeiro, Brasil.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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