Aparición reservada de Cristo Jesús Glorificado, en Tusayan, Gran Cañon del Colorado, Arizona, Estados Unidos, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús, para el Sagrado Llamado del 21 de febrero de 2020

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que la melodía del perdón resuene en sus corazones, para que pueda ingresar a este lugar sagrado a través del Gran Portal del Universo que hoy Mi Consciencia trae para el mundo entero y, especialmente, para todos los núcleos internos que deben encontrar el camino de la redención y el camino de la paz, para recuperar el sentido de estar en este planeta y en esta humanidad viviendo el Proyecto de Mi Padre tal cual Él lo ha escrito, para que se cumpla Su Voluntad y Su deseo ardiente de que Sus hijos alcancen, cada día más, las esferas celestiales.

Hoy abro lo más profundo de Mi Corazón en este lugar sagrado del Gran Cañón del Colorado, en donde el Reino Mineral es testigo de la diversidad de la historia de la humanidad, de todo lo que ha sucedido en este mundo y dentro de esta civilización, de todos los pueblos que pasaron por este planeta aprendiendo y viviendo el contacto con el Universo y con la Creación.

En cada una de estas piedras sagradas, en cada una de estas montañas, en cada rincón de este valle, está escrita una parte de la historia de la humanidad, y eso es lo que la Jerarquía necesita traer a la consciencia de los seres humanos de este tiempo, para que todos puedan reencontrar el sentido de vivir este Proyecto de Dios que aún es desconocido por la mayoría, pero que comienza a resonar en el corazón de los que siguen la palabra de la Jerarquía Espiritual.

Hoy vengo como Sacerdote Mayor acompañado también por los grandes Maestros de las montañas de los Himalayas, por aquellas consciencias que experimentaron en cuerpo humano lo que significa este código genético y lo que este código genético humano debe alcanzar en este ciclo actual del planeta, en el que, dentro de una gran transición y dentro de un gran Armagedón, la humanidad deberá definir su próximo ciclo, su próxima etapa.

En el silencio de este lugar se revelan los sagrados tesoros de la humanidad, aquel legado que ha sido evolutivo, que ha construido la consciencia del hombre de superficie y la ha elevado hacia dimensiones superiores para poder encontrar la vida cósmica, que es la esencia, que es la existencia y el origen de la razón de estar aquí, en este planeta escuela viviendo este aprendizaje y esta experiencia que les ofrece todo el Universo. 

Sí, que les ofrece todo el Universo, porque todo el Universo es parte de la experiencia de este proyecto genético que se detuvo en el tiempo por la condición humana, la dualidad, la adversidad y el caos. Y que en este ciclo actual de la transición planetaria, la Jerarquía, la Hermandad Celestial, se aproxima a la humanidad para tornarla consciente de sus raíces, de sus atributos y de su legado, para que así se vuelva a conectar con la esencia de lo que verdaderamente es y con la razón por la cual vino aquí, a este planeta, a vivir esta experiencia.

Es de esa forma que esta experiencia actual de la humanidad, este momento de redención, de transición y de definición, también debe ser parte de la historia que se deberá escribir en estas sagradas montañas del Gran Cañón del Colorado.

Y así, como este río hace fluir su más pura agua, cristalina, casta y humilde, de la misma forma deberán fluir en la consciencia del ser humano los nuevos conocimientos que vienen de la Hermandad. Es hora de que todos sean conscientes de esa verdad, para que más y más velos de la consciencia puedan caer de sus rostros y puedan encontrar el sentido de estar aquí, viviendo una misión y un propósito en el nombre del Único, de la Fuente Suprema, del Amor Universal.

Es por esa razón que he traído hasta aquí a un pequeño grupo en representación de todos los hermanos y seguidores de la Obra de Cristo, vuestro Maestro y Señor, para que puedan recibir en sus corazones, almas y espíritus, los mismos impulsos que esta civilización sagrada de la consciencia indígena, que vivió aquí, una vez recibió y que aún sigue resonando, en el corazón de los indígenas, todo lo que ellos vivieron y alcanzaron en la simplicidad y en la humildad de su contacto.

Por esa razón, Me aproximo a este lugar para darles a conocer y para mostrarles lo que de verdad existe aquí, que son muchas herramientas, muchos tesoros, muchas informaciones que este sagrado y sufrido planeta guarda en el interior y en lo profundo de sus Recintos Sagrados.

Después de que toda esta información ha sido reunida, ha sido compartida entre las Jerarquías del Universo Espiritual y de toda la Hermandad, es momento de que los seres humanos, en la superficie, tomen consciencia de lo que verdaderamente ha pasado en este planeta y no de lo que fue interpretado por el hombre de superficie.

De esa forma podrán retomar el camino que Mi adversario, por medio de sus engaños e ilusiones, les quitó y los hizo ingresar en un camino incierto de dualidad, de sufrimiento, de enfermedad, de confusión y de caos.

Por medio de esta Luz que emerge a través de los tesoros sagrados que guarda el Gran Cañón del Colorado, la humanidad tiene la oportunidad de retomar el camino que perdió en lo más profundo de su consciencia y, así, tener el puente directo y perfecto para retomar el contacto interior que necesita. Un contacto que trae en este tiempo la Ley de la Jerarquía Espiritual, que es una única Ley, un único camino y un único Principio, que les permitirá unirse a lo Alto y a toda la Existencia Suprema.

De esa forma, como la civilización indígena que aquí se encuentra y que ingresó en otra dimensión y plano de consciencia, ustedes, servidores y amigos Míos, seres humanos en la superficie de la Tierra, de una humanidad en transición y en definición, podrán espejar lo que Dios tanto necesita que espejen hacia los Universos Sublimes, hacia este macrocosmos, hacia todas sus estrellas, soles y galaxias. 

Y será de esa forma, mediante un contacto interno, simple pero seguro, que las informaciones de sus aprendizajes, escuelas y de su proceso de redención serán reunidas para que una síntesis espiritual se vuelva a realizar y así se pueda cumplir, finalmente, este proyecto humano.

Para que todo eso suceda, deberán atravesar la transición, deberán despojarse de todo vestigio de dualidad, de soberbia, de competencia o de indiferencia, y más aún, de muchas más energías, raíces que han sido sembradas en lo profundo de la consciencia y de la mente del hombre de superficie.

Todas esas experiencias deberán ser desprendidas, liberadas y transmutadas; y la puerta directa que tienen para poder vivirlo y experimentarlo, como también para poder realizarlo, es la energía de los Recintos Sagrados.

Esas informaciones transformarán su consciencia espiritual y también su código genético. Y en esa transformación, cambio y trascendencia que vivirán, podrán ver con claridad el camino del retorno hacia el Origen y del Origen hacia la Fuente, en donde se reúne todo el Conocimiento, la Instrucción y la Voluntad de Dios.

Con este mensaje quiero traer a sus consciencias el momento que ustedes están atravesando y la oportunidad que pueden vivir para, finalmente, poder liberarse de las amarras, de las prisiones de la vida, de todo lo que compromete al hombre de superficie con el mal. Y, así, atravesando y perforando las capas más profundas de la resistencia humana podrán encontrar, al final del camino, la Luz que siempre brillará en el fondo del abismo.

Así, la consciencia saldrá de su noche oscura y volverá a ver nacer a la aurora, que traerá consigo ese gran momento de revelación y de reencuentro con lo superior y con sus orígenes.

Y así podrán, de una forma simple y verdadera, estar en la Hermandad y encontrar en esa Hermandad el camino para el cumplimiento de la Ley que es la Ley primera: el Amor, el Amor que une a todas las Leyes, a todos los principios y que impulsa a todos los atributos que las consciencias necesitan para poder vivir el Plan.

Desde este lugar emito este mensaje que resuena en el corazón de los justos y en el de los que deben despertar. También es un mensaje que hace eco en todo el Universo, porque su Sacerdote Mayor y Gobernante, Cristo Jesús, es quien les habla para que puedan estar conscientes de la realidad en este camino de transición.

Nuestros Corazones, el Corazón de toda la Jerarquía estará expandido sobre el mundo y tendremos nuestras manos extendidas hacia ustedes, para que se puedan tomar fuerte y caminar en este tiempo de transición hacia el encuentro del Gran Portal de la Hermandad, de la Hermandad que se revelará en el corazón de los hombres, en aquellos que siempre aspiraron a encontrar su estrella de origen y el sentido de su misión en este tiempo final.

Crean y confíen en la posibilidad y en la oportunidad que se le está presentando al mundo entero. Estamos en un tiempo de gran adversidad, pero también estamos en un tiempo de grandes revelaciones; y serán esas preciosas y sagradas revelaciones que harán trascender el límite y el umbral de la consciencia humana.

De esa forma, como los Maestros del Himalaya, ustedes también se podrán iluminar y toda la consciencia será colmada por la Gracia Suprema.

Desde el Gran Cañón del Colorado envío Mi Mensaje de Amor y de esperanza a la humanidad. Manténganse firmes y unidos en el amor y todo pasará, porque Nuestro Espíritu no se apartará, Nuestro Corazón no dejará de emanar el Amor que necesitan para poder fortalecerse y encontrar siempre el camino que los llevará hacia la eterna Luz.

Es de esa forma que su Maestro y Señor, Cristo Jesús, y todas las Jerarquías y Maestros Sagrados de los Himalayas, hoy se unen en una única consciencia y establecen el Poder y la Voluntad de Dios en este lugar, que alcanzó con su simplicidad, el más alto grado de amor y de expansión de la consciencia.

Que todo este impulso y esta revelación pueda resonar en los mundos internos de los que los escuchen y que, a partir de allí, retomen su fuerza interior, coraje y valentía para atravesar estos tiempos difíciles en los que, como les dije al principio, al final del camino encontrarán la Luz que siempre brillará en lo más oscuro del abismo.

Y será esa Luz que todo lo transfigurará, que todo lo transformará y que todo lo curará. Así, estarán en Dios y, estando en Dios, estarán en Mí y Yo estaré en ustedes. Y en ustedes, Yo podré realizar la última parte de la tarea que el Padre Eterno Me ha encomendado por medio de Mis apóstoles, seguidores y orantes.

Ahora, con mayor apertura de corazón y de consciencia, reciban este Legado que se transmite por medio de estas palabras y bajo el impulso del Amor Mayor.

Yo los bendigo y los impulso a tomar consciencia de la Verdad.

Desde el Gran Cañón del Colorado, el silencio emite el Amor de Dios para todas las almas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

Fray Elías del Sagrado Corazón el 19 de junio de 2015 recibe, al inicio de la Aparición, el Mensaje mensual de Cristo Jesús Glorificado y lo lee para todos los presentes. Luego Nuestro Señor le transmite Sus Palabras para esta Aparición.

 

Eleven vuestra oferta a Dios todos los días, pues eso es lo que les basta a vuestras almas, para que puedan alcanzar la redención y la Misericordia.

A través de Mis Palabras y de este Mensaje, les dejo una energía espiritual, para que la puedan seguir descubriendo, transformándola y cultivándola en vuestros corazones; pues estos son los últimos Códigos que Yo derramo sobre todas las almas del mundo.

En los meses que llegarán, irán descubriendo Mis Peticiones, revelaré Mi Voluntad para todos y derramaré una gran ola de Gracia sobre aquellos que más necesiten.

Por eso, para que sea posible, necesito de instrumentos limpios, más cristalinos que el agua, libres de sí, pero unidos a Mí. Así Yo podré realizar Mis últimas Obras de Misericordia en este mundo cruel.

Yo les entrego Mi Paz. Y por haberse postrado ante Mí, Yo les dejo un acto de Misericordia, especial para cada uno, una llave, una última tabla de salvación.

Si escuchan ahora Mi Mensaje, abiertos de corazón, Yo les aseguro, compañeros, que se liberarán de aquello que nunca se han liberado, por más que trabajen todo el tiempo. Mi Santa Energía Sacerdotal, con el toque simple de Mis Manos sobre vuestros seres, puede disipar todo el mal.

Reflexionen sobre lo que les digo. Busquen la comunión Conmigo. Que esa comunión sea cada vez más profunda delante de los tiempos de tribulación.

Yo necesito de vuestra filiación Conmigo, así Me estarán permitiendo que los transforme completamente, más allá de vuestras expectativas y de vuestros pareceres. Porque la única Voluntad de vuestro Padre es que ya no vivan para sí, sino que vivan en Mí, y Yo podré vivir en ustedes. Cuando eso suceda con una sola alma, habrá valido la pena de que Yo haya llegado aquí, después de tantos encuentros, buscando a las ovejas para que pasten en otros lugares, por los Reinos sublimes de Mi Corazón.

Los ángeles esperan por vuestra respuesta. Ellos están atentos para escuchar vuestras peticiones. Mas, si lo hacen de corazón, abandonándose en Mí y liberándose de vuestros deseos, de todas vuestras ideas, en verdad les digo que en poco tiempo no se reconocerán y todo el esfuerzo que harían hecho para transformarse tan solo un poco, Yo ya lo habré hecho en tan solo un segundo, cuando tan solamente Me hayan abierto el corazón de verdad. Así Mi Gracia actuará y ustedes serán consecuentes Conmigo en los momentos de mayor tribulación.

Que vuestras mentes se unan a la Mía. Que sus almas se unan a Mi Alma. Que vuestra divinidad interior se una a Mi Divinidad. Así estarán conectados Conmigo y nada podrá perturbarlos, porque estarán en Mi Paz, a pesar de las pruebas y de las dificultades.

Yo vengo a trabajar en ustedes lo que nadie se animaría a realizar. Yo vengo a buscar en ustedes la esencia de lo más puro, dentro de una colina de rocas. Vengo a quebrar lo que está duro. Vengo a imantar vuestros corazones con Mi Luz, entregándoles vibraciones sublimes, pues una parte de vuestra responsabilidad es cuidar de esos Códigos de Luz. Porque Yo no estaré mucho tiempo con ustedes y este tiempo que he estado con ustedes deberá haber servido de una profunda preparación. 

Cuando las cosas estén más difíciles es cuando deberán estar más unidos y estarán en comunión con Mi Cenáculo, con Mi Corazón. Y Yo veré desde el Cielo, antes de Mi Retorno, que todos Mis nuevos discípulos estarán entendiendo lo que Yo les pedí, liberando sus dificultades, viviendo la esencia de la humildad por encima de todas las cosas y buscando la unidad con Mi Padre Eterno. Así podré seguir realizando las Obras de Misericordia.

Ustedes dejarán este mundo superficial, en el cual siempre se encuentran, para que en verdad se puedan unir al mundo espiritual de Adonai, donde existe permanentemente la esencia de la unidad y del amor, Fuente que se derrama todo el tiempo sobre el mundo. Mas son pocas las almas, las almas que viven en la gratitud, que pueden aprovechar esta Fuente.

Yo necesito de muchas almas más que puedan beber de esa Fuente Primordial. No es suficiente vuestro "sí". Necesito que se abandonen en Mí. Necesito que Me den el permiso para poder transformarlos cada día más, sino estarán creyendo, compañeros, que están transformados. Pero a la vuelta de vuestros caminos lo encontrarán totalmente diferente, y ¿dónde habrá quedado Mi Luz?, ¿en dónde deposité Mi Amor en ustedes? 

Ustedes deben cumplir con una parte, compañeros. Esta es la perfecta unidad con la Ley de Dios. Aquel que se salga de la Ley perecerá, y esto no es un castigo del universo. Vean cuántas almas se pierden en el mundo y cuán pocos pueden escuchar Mi Voz sacerdotal.

Mi verdadero Mensaje, para vuestras vidas, es que alcancen la conversión espiritual, mental y física, así como la alcanzaron los apóstoles en el pasado.

Es verdad, compañeros, Yo vengo a pedirles cosas imposibles. Vengo a entregarles desafíos imposibles. Pero sé que es posible que todos esos desafíos se cumplan en ustedes cuando tan solamente se abandonen en Mí y Yo pueda realizar la Obra que le prometí a Mi Padre.

Mi Espíritu no solo retornará al mundo. Yo deberé ser visto en los corazones de todos los seres. Pero, ¿quién en verdad Me quiere corresponder?

Yo vengo a buscar lo más profundo que existe en ustedes. Vengo a pedirles una ayuda espiritual en nombre de los Portales del Cielo, porque será así que, cuando hayan almas que respondan a Mi Llamado, este mundo no se perderá.

Yo escucho a vuestros corazones y les hablo a vuestros oídos internos. Muchos no se han dado cuenta de esto. Pasé muchas veces por vuestras vidas, golpeando en lo profundo de vuestros corazones, llamándolos a la luz y a la hermandad. No se olviden de estos principios. Estos principios los protegerán. La luz, la hermandad y la unidad serán el auxilio de vuestras dificultades.

No vengo a realizar grandes milagros en ustedes. El verdadero milagro, para vuestras vidas, es que alcancen la cura espiritual, que aun no vivieron en otros tiempos. Pero, Yo vengo a darles esta Gracia para que se puedan unificar a Mi Corazón, y en esa sagrada unidad todo esté cumplido.

Mientras les hablo, he bendecido estos sagrados elementos; pues Mi Presencia mueve todas las moléculas de vuestras vidas. Las células se pueden renovar por la Presencia de Mi Luz Crística. Pero, todo eso es posible cuando dan el permiso de corazón. 

Vuestra mente debe morir. Vuestros corazones deben renacer. Será en el corazón que encontrarán la sagrada unidad. No hay otra salida, compañeros. No hay otro camino a seguir. Quien no viva en el corazón ni en Mi Corazón, ¿cómo podrá sobrevivir?

Las almas no conocen el poder del Amor porque viven su propio amor todo el tiempo. Pero, cuando alcancen la libertad interior y estén vacíos de ustedes mismos, será Mi Amor que obrará en ustedes, transformará todas las cosas y no perderán tiempo en las cosas superficiales.

La verdadera respuesta se encuentra en Mi Corazón misericordioso. Cada uno de ustedes deberá ser un verdadero guerrero en el fin de los tiempos. No deben perder esta oportunidad, pues es la última chance que Yo les entrego. 

Para ser un verdadero guerrero busquen la unión con vuestro corazón y, cuando alcancen esa unión con vuestros corazones, Dios derramará Su Amor sobre ustedes y Mis Obras se cumplirán en estos tiempos críticos.

Glorifiquen a Dios todos los días y reveréncienlo. No se olviden de reverenciarlo cuando sus ojos despierten al amanecer.

Agradezcan cada día que viven. A pesar de las pruebas que trascienden, agradezcan a Dios todo lo que Él les enseña. Así serán merecedores de Mi Misericordia y la humanidad también recibirá una parte de Mi Misericordia.

Yo vengo a construir Mi castillo interior en corazones de barro. Yo puedo convertir y transfigurar todas las cosas cuando el alma se arriesga a vivir en Mí.

Acepten vuestros sufrimientos y vívanlos con alegría. Existen mayores padecimientos en las almas del mundo, cuerpos corruptos que mueren sin ver la luz porque ni siquiera alguien ora por ellos.

Yo quiero que sean misericordiosos y dejen de vivir en vuestra propia propiedad. Yo necesito aún más de ustedes, el esfuerzo interior los recompensará.

Les agradezco.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús está esperando que le cantemos una canción, que será cantada por la hermana Lucía de Jesús y por la hermana María Jerusalén, aquí, a los pies del Maestro y todos nosotros vamos acompañar, en unidad.

Aquellos que no soportan, dice el Maestro, que se sienten, por favor.

 

Los apóstoles Me cantaban melodías de paz para aliviar Mi Corazón y eso confortaba Mi Espíritu, aun cuando sabía que la hora de la crueldad se acercaba. Era Mi Amor que Me hacía vivir el sacrificio y, así, Yo no padecía porque sabía, por encima de todo, que la Voluntad de Mi Padre estaba cumpliéndose. 

Cuando estaba en el huerto, muchas cosas sufrí. Cuando fui flagelado, muchas cosas padecí. Cuando cargué con la Cruz, muchas cosas sentí. Cuando fui traspasado, después de haber sido martirizado, Mi Corazón se expandió.

¿Y saben cuál es la fuerza interior que Yo recibí, para soportar todos los dolores, todos los martirios y negaciones? Era confiar que el Amor de Dios estaba en Mí y Yo en él. 

Eso era inquebrantable. Nadie podía quebrar ese amor, el Amor Divino que mora en ustedes y espera mostrarse para vuestra vida espiritual. Allí no hay dolor que se pueda padecer.

Todo encuentra un sentido en la vida cuando el corazón se dona en la confianza de Dios. Todo pueden soportar porque, después de este destierro, encontrarán la eternidad.

Vuestros cuerpos son un proyecto creado y, en esta civilización, muchos deben cumplir con la Voluntad Sagrada del Padre. Vuestros genes deben ser otros y eso será posible por Mi intercesión, por Mi fuerza y poder espiritual en las esencias de todas las criaturas.

En el huerto y en la Cruz trabajé por esas esencias y el Amor venció al mal cuando el Corazón se donó a Dios.

Los ángeles los contemplan con Misericordia y los Cielos se abren para escuchar la cálida voz de los discípulos.

Canción: “Ese hombre llamado Jesús”.

Compañeros, entren en el Corazón de Mi Confederación, a través de esta Comunión ecuménica, con Mi Cuerpo y con Mi Sangre. Por eso, a partir de este momento, por la autoridad que Dios Me concedió a nivel universal, comulgaremos con el Espíritu de Dios, con la Santísima Trinidad, especialmente, con Su Hijo amado, para que todas las faltas sean reparadas por medio de la Comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, como un acto de renovación y de fe para todas las almas.

En Mi Presencia, especial para esta hora y en este lugar santo, invito a que en todos los Centros Marianos repartan Mi Cuerpo y Mi Sangre, en este momento, y hagamos una Comunión planetaria, en todos los lugares del mundo, para que Mi Misericordia se derrame sobre aquellos que no la merecen.

Cuando hayan terminado de comulgar Conmigo, Me elevaré al Cielo para llevar vuestras intenciones ante los Tronos de Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantaremos los Nombres de Dios. Nos prepararemos para comulgar en la Presencia de Cristo.

 

La cuarta parte del planeta fue invadido por el abismo de Mi Misericordia. Las almas fueron tocadas por la Esencia de Mi Luz.

Por vuestra oferta, los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, pedimos disculpas si fue muy extenso, pero el Maestro hizo una tarea planetaria y una tarea bien profunda en cada uno de nosotros.

A medida que el Maestro llegaba y durante todo el tiempo que Él estuvo, hasta ahora, Él fue llevando a cada una de nuestras consciencias por diferentes niveles. Lo entendimos como dimensiones o estados de consciencia. Comenzaron por dimensiones bien superficiales hasta dimensiones más superiores.

A medida que el Maestro iba hablando, tanto lo que nos dijo a través del diálogo como también por lo que fue escrito, Él fue llevándonos por esos lugares, por esos espacios de consciencia que Él trabajaba. Y como nunca antes, vimos la participación muy activa de los ángeles, estando aquí en el Centro Mariano de Aurora como también en el planeta. La Consciencia de Cristo estaba aquí, pero también en varios lugares del planeta al mismo tiempo. Y a medida que el Él iba diciendo el Mensaje, iba mostrando muchas cosas, de las cuales vamos a hacer una síntesis.

Lo primero que nos mostró fueron cosas de nuestro mundo interior que, a través del Mensaje que compartimos con ustedes, van a entender mejor lo que el Maestro nos quiso decir hoy, como mensaje mensual.

Él fue trabajando varios aspectos profundos de nuestros seres. Los ángeles hacían una parte de esa tarea, a pedido del Maestro; y después Él fue llevándonos por otros lugares. Fue mostrándonos cosas del presente y del futuro; cosas que están sucediendo ahora en el planeta a nivel material, mental y espiritual.

Y también fue mostrándonos situaciones que no estaban resueltas en la humanidad. Pero al mismo tiempo Él nos mostraba cómo actuaba Su Misericordia; por ejemplo, cuando un alma invocaba esa Misericordia. 

Él fue haciendo revelaciones bien duras, pero también revelaciones bien importantes que tienen que ver con el futuro de la Nueva Humanidad. Él estaba, con todo Su poder y Su esplendor, trabajando en ese momento con nosotros.

Él mostraba a través del sentimiento de Su Corazón, de Su Mente y de Su Divinidad, en diferentes aspectos o en diferentes faces, cómo Su Consciencia veía esta transición planetaria.

Él iba mostrando también cómo actúan Sus servidores y cómo actúan también todas aquellas almas que están en la ignorancia, en la inconsciencia; y cómo a nivel material, mental y espiritual todas esas acciones, tanto positivas como no positivas, en la humanidad, en el planeta, estaban gestando, generando otros destinos para la humanidad.

En un momento de la Aparición, el Maestro nos mostró la esencia de la Ley de Dios. Él llevó a algunos de nosotros frente a la Mente Única, que se manifestaba como una emanación de Luz, como un estado de consciencia bien superior. Él decía que estábamos ante Emmanuel y nos mostraba cómo Emmanuel veía la evolución de este Proyecto de la Tierra. Pero, sobre todo, Él nos mostraba, a través de Cristo, cómo iban sucediendo todas las situaciones en el planeta y cómo todas esas situaciones estaban generando otros destinos para la humanidad.

No sabemos cómo explicarles, pero Cristo nos mostró a algunos de nosotros, en la Presencia de Emmanuel, cómo veía la concreción del Plan en este momento y las grandes dificultades que estaba generando el planeta, ante esa Voluntad de Dios.

Para eso, muchas Jerarquías de la Luz se congregaron aquí, en Aurora. Y Cristo nos fue llevando por otras realidades del planeta, en las que Él hacía mucho énfasis, principalmente, en aquellas situaciones que estaban dentro de las consciencias y que aún no estaban resueltas.

Era en esos puntos en los que Cristo nos decía hoy que Él no podía interceder, no los podía transformar, porque nosotros estamos bajo un libre albedrío. Y cómo eso también, decía Cristo, impedía a los Ángeles de la Guarda realizar otras transformaciones en nosotros.

Entonces, durante el momento en el que Cristo consagró la Comunión, Él ya nos colocó delante de otra situación, la que algunos comprendíamos y otros no. Y Él decía: "no se preocupe, solo vea y registre, hay cosas que entenderá y otras que no".  Él nos colocó delante del Plan de Dios en el futuro.

Él decía cómo esta transición, que hoy vivimos, definiría para la Jerarquía Divina, sobre todo para la Voluntad de Dios, la posibilidad de que sucedan algunas cosas en la Nueva Humanidad y o no.

Ante la Aparición, Él nos colocaba a cada uno de nosotros delante de un compromiso bien verdadero. Él nos mostraba la seriedad de las cosas y también nos mostraba la pequeñez de nuestras cosas, lo insignificante que es lo que vivimos cada uno de nosotros, frente a ese Plan que tiene que llevarse adelante.

Y al final, como síntesis, sucedieron otras cosas más que tenían que ver con el planeta, con los Centros Marianos y con todas las almas que están unidas a Cristo en esa tarea de Misericordia.

Ante todas esas cosas que Él nos decía y nos mostraba, Él repetía todo el tiempo: "Yo cuento con cada uno de ustedes, a pesar de las consecuencias, a pesar de las pruebas, de las tribulaciones que vendrán". Entonces Él nos invitaba a que nosotros pudiéramos beber de esa confianza que nos estaba derramando y entregando en este día.

Después, al final, Él nos pidió que, mientras compartíamos esa Comunión, oráramos la Coronilla a la Divina Misericordia en los idiomas que conocemos. Y cuando la cosa estaba bastante exigida, le preguntamos: Maestro, ¿seguimos?

"Sigan", decía Él, "porque la tarea planetaria está siendo realizada".

Y mientras Él estaba aquí, observándonos a cada uno de nosotros, cómo cada uno de nosotros comulgaba en ese momento con Él, la Consciencia de Cristo estaba resolviendo muchas cosas en el planeta.

Y cuando Él se refirió a esa "cuarta parte" que estaba recibiendo Misericordia, Él comenzó a trabajar con siete niveles de infiernos. Mientras el grupo cantaba con esa devoción, con ese amor por Dios, muchas, pero muchas almas iban siendo liberadas. Era como un afluente que nunca terminaba. Y almas de diferentes grados y con diferentes deudas pasaban por un canal de Luz que estaba por detrás de Cristo y que, todo el tiempo, estaba sustentado por los ángeles. Esa tarea culminó cuando terminamos de comulgar, y Él se quedó un tiempo en silencio, observándonos y viendo cómo Sus Códigos habían entrado en nosotros.

Canción: “Los Nombres de Dios”

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