Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 120.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Segundo Mensaje

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como un océano de Luz Cósmica, Yo llego al mundo para sumergir a las almas en la gran Esencia de Dios para que, en esa Esencia Infinita y Eterna, las almas reencuentren el camino hacia su origen, hacia la primera Ley y hacia el primer Propósito que los creó en este sagrado universo inmaterial.

En la unión con esa Esencia Eterna de Dios, las almas encarnadas en este mundo encuentran el camino de retorno a la Casa del Padre. A través de la puerta segura de Mi Corazón, reencuentran los Principios que emergieron y surgieron en el Origen para la manifestación y la expresión de cada esencia divina.

Por este motivo, los coloco dentro de este universo de Luz, que fue lo primero que surgió y manifestó a la Ley de la Creación, antes de que todo existiera en el sagrado universo mental. Y, en este universo material, esta Luz del Origen Divino fue la que se manifestó antes que los Padres Creadores, llamados ángeles y arcángeles.

Y hoy, la humanidad, por una emergencia y una gran necesidad, está en contacto con este patrón desconocido que es un Atributo de Dios. En verdad, fue Su primer Pensamiento, antes que se manifestara Su Proyecto en las dimensiones y en los planos de consciencia.

Es en esa Luz que ustedes conseguirán ser nada. Se sumergirán en el vacío para ser completados por las Sagradas Matrices del Todo.

Sé que hoy les hablo a través de símbolos y analogías, pero abran su corazón para que esta Ley, que hoy desciende por primera vez al planeta, toque lo más supremo de sus espíritus, para que sus espíritus puedan ser colmados por esta Luz Superior que transforma lentamente todas las formas y principios, convirtiéndolos según la Voluntad de Dios.

Es así que se consigue corregir este Proyecto Humano, a través de una representación mínima de la humanidad que le dice sí al Llamado del Maestro.

Pero hoy, no es solo Jesús, el Cristo, que está aquí con ustedes, sino Quien les habla es Su Faz de la Ascensión, aquella Faz que pudo tocar las Esferas Mayores, que fue recibida por los grandes Maestros y Jerarquías para comenzar a vivir el Gobierno Espiritual.

Porque Mi Gobierno Espiritual comienza primero a concretarse y a realizarse en el corazón de los seres anónimos, de todos los que son abnegados Conmigo y que no le temen a la rectitud de Mis Leyes, porque lo que Yo les prometo para la próxima vida es algo muy grande. Nada se asemeja a lo que viven aquí en la Tierra, en este mundo de aflicciones y de tristezas.

Yo, siendo el Hijo de Dios y la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, encarné entre los hombres y mujeres de la Tierra para anunciar la Buena Nueva y después cargar con la Cruz de los pecados del mundo, padecer, sufrir y morir por ustedes, y luego resucitar al tercer día en Gloria.

Ustedes deben vivir la misma escuela, pero una escuela de morir primero a ustedes mismos, a todo aquello que creen y que saben, a las convicciones personales e individualistas.

Para alcanzar en la próxima vida el Reino de los Cielos, no solo deben desapegarse, sino también despojarse de ustedes mismos. Al Paraíso no se llevan las cargas de este mundo, porque sus espíritus aprenden, en esta escuela de la redención, a volar muy alto como las aves para poder fundirse en Luz con la Esencia Divina del Padre.

Esta Luz, que hoy les traigo de la Esencia Creadora, fue la misma que inspiró a los doce principales arcángeles para poder diseñar el Plan en este universo material. Plan que primero tuvo que ser impregnado por las formas mentales y ultraterrestres para que siguiera el principio del bien y de la unidad, algo que hoy no se vive en el mundo ni se ve esa unidad y ese bien en todos los lugares de la Tierra.

Por eso, compañeros, para que esta Luz Divina de la Esencia de Dios impregne las partículas más corruptas de sus seres y de los seres de la Tierra, y lo corrupto se transforme en incorrupto, primero ustedes deben dar el paso hacia la entrega total, de alcanzar el vacío de sí mismos y de vivir los diferentes grados de la renuncia, que no se trata de sacrificios ni de padecimientos, sino de un despojamiento gradual que los liberará de las formas concretas y corruptas, que conocen como amarras y prisiones espirituales.

Hoy, les presento este Mensaje aparentemente abstracto para que sus mentes y consciencias salgan de la forma normal e ingresen a la gran geometría de lo inmaterial y desconocido, de donde todo surge y se manifiesta eternamente.

Todo esto y mucho más, a través de la Esencia Divina de Dios, fue lo que su Maestro y Señor encontró cuando ascendió a los Cielos.

Y a través del sagrado ministerio de la Eucaristía, de la institución del Cuerpo y de la Sangre de Cristo para las almas, esas primeras Matrices descendieron para que después de dos mil años de ejercicios espirituales y sacerdotales, las almas y los corazones en el final de estos tiempos pudieran tener la Gracia de que en este día y por primera vez recibieran este impulso espiritual que trae Mi Faz Ascensional, para que todo tenga la oportunidad de la redención, para que siempre sepan y recuerden que hay una salida más allá del aprendizaje o de la escuela, más allá de lo que signifique o de lo que represente para ustedes.

Este es el océano de la Luz Divina de Dios que hoy invade y bendice a la órbita de la Tierra, para que todos los seres de la Tierra, toda esta humanidad, reciban la Gracia de la redención que tal vez no merecen; porque todo esto es por un motivo: por Amor.

Como esta Ley que hoy actúa a través de Mis Palabras es desconocida por ustedes, es hasta aquí adonde hoy puedo llegar, porque todo tiene su tiempo y su momento para Dios. Aunque las escuelas de ustedes sean tan diferentes, la Luz de la Esencia Divina de Dios no es selectiva, ella bendice a todas las criaturas sin excepción.

Por último, quiero decirles, para que después lo mediten, que fue esta Luz de la Esencia Divina de Dios que concedió Mi Resurrección y que Me transformó en un Ser Inmortal.
Todos los que en el tiempo pasado participaron del reaparecimiento de Cristo, después de Su Muerte y de Su Resurrección, tuvieron la Gracia de estar delante de esa Luz. Por eso, les declaro y les explico que le dije a María Magdalena que no Me tocara cuando Me vio y Me reconoció, porque todavía no había subido a la Casa del Padre.

Antes de manifestar la Creación, Dios primero pensó en Su Luz, impregnada preciosamente de Su Amor y Su Unidad para que las almas, y sobre todo las esencias, aprendieran a beber espiritualmente de Su Fuente todas las veces que fuera necesario; así como hoy ustedes están ante esta Luz que viene a traer entendimiento y sabiduría a un mundo herido.

Porque cuando Yo retorne, las bases espirituales principales del Proyecto de Dios deberán estar preestablecidas en las almas, en todos los que, a través de los tiempos, más allá de la religión o del credo, han recibido Mi Amor Crístico desde oriente hasta occidente.

Quiero agradecerles por sostener solemnemente este momento; porque Dios no es solo grandioso y poderoso, Dios es simple, es cercano, es Padre y Amigo, es un Hombro en donde uno siempre se puede recostar y son Manos de las que uno siempre se puede tomar para sentir Su Amor y Su Fortaleza.

Y ahora, celebremos la Santa Eucaristía para que las almas vuelvan a tomar contacto con esa Luz Creadora.

Recuerden su origen y principio, camino del vacío, pero camino del Todo, en donde se puede vivir la unidad basada en el Amor y en la Verdad.

Les agradezco.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 117.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí el Señor de Shambhala, la Luz de Dios que siempre brilló en Oriente, la Luz que inició a muchas consciencias en el sagrado camino de ascensión y trascendencia.

He aquí la Sagrada Luz de Shambhala, que reverbera a través de los tiempos y de las generaciones, que inspira y despierta a las religiones a una unión predilecta con la Creación.

Yo Soy el Señor de Shambhala, que impulsó en los planos internos la unidad entre los pueblos y las culturas, de Oriente a Occidente.

He aquí la Estrella de Luz de Shambhala, que brilla perpetuamente en los planos internos del Sagrado Desierto de Gobi, la Luz de la Estrella de Dios que guio a los grandes maestros del Oriente, que consagró a muchos yoguis y consciencias para alcanzar el camino de la autotransformación y liberación.

He aquí la misteriosa y desconocida Luz de Shambhala, que instauró desde el principio el Gobierno Espiritual en el planeta, que abrió las puertas al autoconocimiento de los seres, que manifestó la Sabiduría y la Compasión de Dios.

He aquí el regreso del Señor de Shambhala, que anuncia Su Retorno al mundo, a todas las generaciones y los pueblos; que vendrá a unir, a través de la comunión interna, a todas las culturas y religiones.

He aquí el Señor de Shambhala, que escribe con Su propia Mano la Ley de la Creación, que forja en el corazón humano al verdadero guerrero, al eterno servidor, aquel que es capaz de dar la vida por Mí.

Sean bienvenidos al Reino de Shambhala, a la Sabiduría Infinita y Cósmica que impulsó y despertó a los primeros pueblos del Oriente del planeta para entrar en comunión y en unidad con la Creación.

Los misterios de Shambhala se revelan a los pacificadores del Señor de Shambhala, a aquellos que saben identificar en sí mismos las Señales de Dios.

He aquí el Señor de la transmutadora Luz de Shambhala, Quien erradicará las leyes incorrectas de la Tierra y las substituirá por las Leyes Divinas y Cósmicas, porque el Gobierno Espiritual del Señor de Shambhala se aproxima y las consciencias son tocadas por la Luz del Sagrado Reino de Shambhala.

Así como fue en Israel, la Luz de la Sabiduría y de la Compasión vuelve a emerger desde Oriente; y muchos, pero muchos consagrados de otrora, que siempre siguieron las huellas de los maestros, reencontrarán en este tiempo final el motivo y la causa de estar sirviendo al Dios de la Creación en el final de estos tiempos.

Por eso, recuerden, recuerden la Luz de Shambhala, el Eterno Misterio de Dios que se develó en el Desierto de Gobi, que ha guiado y conducido a muchos pueblos que tienen fe en lo inmaterial.

Hoy, sagradas formas emergen del Corazón de Shambhala y expresan sus sublimes geometrías creadoras para substituir la matriz del mal de este mundo, convertirla, transmutarla y liberarla, hasta que sea el arquetipo que el Padre Celestial necesita para este Proyecto.

Yo Soy el Señor de los Cielos de Shambhala. Vengo a anunciar el Nuevo Tiempo. Vengo a entregar la última oportunidad. Vengo a hacerles recordar sus orígenes, preciosamente guardados en las estrellas.

He aquí el Señor del Templo de Shambhala, que no es visible a los ojos físicos, pero que es visible a los ojos del corazón. El alma que intuye la Luz de Shambhala se ve ante ese Templo Sagrado que se fundó aquí, en este planeta, desde los principios de la Tierra para instaurar la espiritualidad en este mundo. Este es uno de los siete misterios de la Fuente, a medida que los sellos se van abriendo, la Luz de Shambhala se vuelve a revelar a través del Señor del Desierto.

El Señor de Shambhala vuelve a reunir a Sus discípulos, después de muchas escuelas y experiencias vividas en este planeta; para que, en este momento culminante de la Tierra, los discípulos y seguidores del Señor de Shambhala hagan su síntesis espiritual; y para que, a través del Centro Regente del corazón, las corrientes ígneas de este universo, los impulsos sublimes de la Fuente, a través de los rayos y de las corrientes, reconstituyan este planeta a nivel espiritual.

Pero no será a través del enfrentamiento o de la batalla que se disipará el mal de esta humanidad; sino como los grandes monjes y yoguis de Oriente que, con su cabeza en el suelo, reconocen la Luz de Shambhala y el tiempo de la compasión que viene a curar al corazón humano, que viene a liberar el espíritu de cada ser de las marcas de los errores del pasado, disolviendo los grilletes de la perdición, limpiando y purificando los caminos y el sendero de cada uno de Mis discípulos; para que, delante del Gran Portal de Shambhala que hoy une a todas las religiones y pueblos de este planeta, se conceda la Gracia de comenzar de cero este Proyecto Sagrado de la humanidad.

Por eso, el Reino de Shambhala hoy viene a su encuentro, al encuentro de cada corazón que tiene fe en la Luz Divina, al encuentro de cada corazón que persevera en su ascensión y trascendencia.

La Luz y el Señor de Shambhala vienen al encuentro de los que se esfuerzan para ser consecuentes con la Ley del Universo y con la Ley de la Tierra, a fin de que la paz y la armonía se establezcan en este tiempo de dolor.

Yo les prometí que retornaría. He aquí la Faz del Señor de Shambhala, que se revela a través de las oraciones de Sus hijos y que consagra a los que se definieron por seguir los pasos del Maestro entre los maestros.

Shambhala vuelve a presentarse al mundo por última vez. La Luz de Shambhala viene a preparar los próximos movimientos de la Jerarquía Espiritual en esta última fase del segundo semestre de este año.

La Luz de Shambhala llegará, como llega hoy, a reorganizar las Leyes de la Manifestación e impulsar internamente el establecimiento del Gobierno de Cristo. Aunque esto parezca prematuro no lo es, porque la Luz de Shambhala es original en su Sabiduría y en su Ciencia.

Muchos monjes consagrados y discípulos ya la contactaron, desde los extensos desiertos hasta las altas montañas, desde el Desierto de Gobi hasta el Tíbet y desde el Tíbet hasta la India, y más allá de esta nación la Luz de Shambhala se ha manifestado a través de los maestros.

Es así que los hacemos retornar al principio del Origen, porque los que se han decidido a seguir a Cristo, el Redentor, y han dado el paso de consagrar sus vidas a la Ley, necesitarán imperiosamente la guía interna de la Luz de Shambhala.

He aquí el Hijo Solar de Shambhala que, a través de esta nueva Maratón de oración, abre las puertas al próximo ciclo, después del último ocho de agosto.

Muchas serán las obras por alcanzar, tal vez pocos serán los autoconvocados, pero no se olviden de servir al Señor de Shambhala por amor y por ninguna otra causa.

Que la fuerza interior de cada uno provenga del amor que ustedes tienen por la Sabiduría y por la Compasión del Gran Reino de Shambhala, que siempre tiene la tarea de guiar el Plan de la Manifestación en las diferentes esferas de la consciencia.

Hoy, Me alegro por aquellos que trabajan en este mundo por las causas de la sabiduría, de la paz y de la compasión y, más aún, trabajan dando su vida por la presencia del Amor Mayor en este mundo. Porque sin Amor las almas mueren, sin el Amor de Shambhala las almas se precipitan en inciertas decisiones.

He aquí el Corazón de Shambhala, que se presenta como un terafín, impregnado de la experiencia pura, inocente e inofensiva de muchos de Mis discípulos de otrora, desde Oriente hasta Occidente.

Que estas Palabras los fortalezcan, que los animen a seguir los pasos del Señor de Shambhala, sabiendo que habrá que hacer mucho por esta humanidad en este tiempo de dura purificación.

Pero no se olviden de algo: la Luz de Shambhala, que es irradiada por el Amor del Creador, siempre triunfará, siempre vencerá en aquellos que tienen fe en ella.

Que esta Maratón sea un reencuentro con la sabiduría de Oriente para que sean sostenidos en todas las obras que llevarán adelante en estos meses construyendo el Plan de la Manifestación de Dios en esta humanidad.

Desde el Sagrado Desierto de Gobi, los bendice y los anima su Maestro,
El Señor de Shambhala

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Pueden ir en paz.

Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DEL NIÑO REY, RIO DE JANEIRO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 108.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Oh, mi Jesús,
perdónanos y líbranos del fuego del infierno,
lleva a las almas todas para el Cielo,
y socorre, principalmente,
a las que más necesitan de Tu Misericordia.

Amén.
(tres veces)

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y verán venir la Luz en la peor noche del mundo, cuando todo parezca perdido. 

La Luz llegará al mundo para poder salvarlo, para poder redimirlo y así, poder rescatarlo.

Esa Luz traerá entendimiento y sabiduría, restablecerá las Leyes en el planeta, guiará a los corazones perdidos, para que todos, absolutamente todos, tengan la Gracia de reencontrar la Tierra Prometida.

Pero esto aún está por suceder, porque las naciones del mundo, es decir los pueblos, ya tomaron las decisiones de los próximos pasos a seguir, decisiones que no está unidas a Dios en muchos de los casos.

Por eso, Yo vendré como esa Luz, en la noche más oscura del mundo, para traerles a las consciencias el restablecimiento del Amor y de la Paz, del Poder que Dios Me ha dado desde el principio, por medio de Su Misericordia y de Su Compasión.

Yo vengo, con este Mensaje y en esta hora, a prepararlos. Hoy, no puedo decirles más que esto, compañeros; porque, en este tiempo definitivo, las naciones y los pueblos toman sus decisiones, y esto no le corresponde a Dios, sino a la elección de las almas, elecciones que son conscientes ante el universo y que, tarde o temprano, repercuten en toda la humanidad.

Por eso, en esta Maratón de la Divina Misericordia, Yo los llamo más que nunca al recogimiento, a silenciar sus mentes y sus ideas, a silenciar sus palabras y a ingresar conscientemente en el universo de la oración, para que la Ley de Mi Divina e Insondable Misericordia pueda trabajar en este mundo y, más aún, pueda disolver los acontecimientos que se aproximan en el próximo ciclo.

Por eso, deberán estar muy fortalecidos y a través de este recogimiento espiritual, que Yo les ofrezco, sus almas tendrán la chance de prepararse conscientemente para lo que llegará.

Deben fortalecerse conscientemente, buscar más que nunca la alianza con Dios, colocarse todos los días ante la Llama del Divino Propósito y preguntarse a ustedes mismos: 

¿Qué estoy haciendo?

¿Coopero con el Plan?

¿Trabajo por la paz y por el bien?

¿Soy consciente de todo lo que recibo del Universo?

¿Respondo conscientemente por todo lo que he recibido como Gracia?

En esta Maratón de la Divina Misericordia, Mis queridos compañeros, deberían replantearse la actitud de sus vidas, a través de estas preguntas; porque, tarde o temprano, a cada uno de ustedes les llegará el momento de dar el gran y último paso, para que la indiferencia, la mezquindad y hasta la ignorancia de esta humanidad se disuelva de una vez y para siempre, a través de seres conscientes y despiertos que comprenden internamente, y más allá de la vida material, lo que significa participar y corresponder al Plan de Dios.

Por eso, Yo les pido que oren por aquellos que no darán el paso. No esperen que la humanidad sea consecuente con el Plan Divino, no se ilusionen ni tengan expectativas. No busquen realizaciones en la vida material, busquen realizarse en el camino espiritual, para que sus almas estén dentro de la senda crística, despertando los dones y las virtudes, los Sagrados Impulsos que Cristo les enviará a todos Sus apóstoles de los últimos tiempos.

Por eso, tomen una postura inmediata, una postura consecuente y responsable que dé señales de entendimiento y no de incoherencias, de una madurez espiritual que la Jerarquía necesita de cada uno, sabiendo que el mundo está sufriendo completamente y que son pocas las Islas de Salvación en la superficie de la Tierra.

Por eso, decídanse, de una vez y para siempre, a ya no darle trabajo a la Jerarquía Espiritual, sino que sus vidas sean una solución viva para lo que el Plan necesita concretar y llevar adelante.

Por eso, planifiquen sus vidas conforme al Plan de la Jerarquía. Mientras mantengan el Plan de la Jerarquía en un estado secundario, no lo comprenderán y tendrán grandes dificultades para poder vivirlo y llevarlo adelante.

Por eso, redimensionen sus prioridades, y comiencen así a redimensionar sus actitudes y todas sus preferencias, porque la gran noche oscura llegará al mundo y no pasarán muchos años para que esto suceda.

Hoy, con Mi Mirada hacia el suelo, con Mi Rostro hacia Dios, con Mi Espíritu en recogimiento, les hago comprender y sentir la gravedad de estos tiempos; porque hoy Mi Corazón no se puede encender, muchos son los pecados y las faltas del mundo. Grande es Mi Misericordia por las almas y pocos son los que se deciden a poder vivirla.

Mi Vida, en este planeta, tuvo un gran significado. Den valor, en estos tiempos, a la dolorosa Pasión de Jesús, para que las almas que ya se condenaron tengan una oportunidad de redención.

¿Ahora, comprenden, compañeros Míos, el momento y el paso que están siendo llamados a vivir? La escuela cambió, ¿lo percibieron?, ¿lo comprendieron?, ¿ya lo están viviendo?

La Jerarquía no se detendrá. Muchos son los desafíos en el fin de estos tiempos, grandes son los sufrimientos que existen en esta humanidad.

¿Quién aplacará, junto con Cristo Jesús, todos los dolores del mundo, a través de una vida de entrega y de amor?

Yo los vengo a hacer madurar como Mis apóstoles, y esto ya no son solo palabras, necesito que sea una realidad en ustedes. Necesito instrumentos de paz y de bien, porque son pocos los buenos instrumentos que Yo tengo en la superficie de la Tierra.

No permitan que la Fuente de Mi Divina Misericordia se cierre. No permitan que el mundo ostente la Justicia Divina, porque no la conoce; grande es la ignorancia de la humanidad y grande es el sufrimiento de muchos corazones. Aún hay mucho que hacer por este mundo y por esta humanidad.

¿Quién tomará de Mis Manos la Sagrada Corona, la Corona de Espinas de Jesús, y la hará parte de su consciencia, para madurar Conmigo en estos tiempos y vivir la verdadera tarea planetaria que el Padre los llama a vivir?

Piensen, por un momento, en todo lo que les digo.

El mundo busca vivir en las puertas inciertas, sumergirse en el océano de la ilusión y hasta olvidarse de Dios. Por eso, más que nunca, comenzando por ustedes, deben replantear sus vidas, deben definir el camino a seguir.

Mi Corazón siempre está abierto a todos, a los que buscan la paz.

Que este encuentro sea un momento de reflexión y no un Mensaje más; que sea la base espiritual que todos necesitan para poder dar el paso, porque una vez más Yo Me ofrezco al Padre por ustedes, para que sean instrumentos de Mi Misericordia, pacificadores del Cristo Redentor.

Por último, quiero decirles que ya no hay tiempo. Deben fortalecerse en Mí, a pesar de lo que suceda o a pesar de lo que vean. Su esperanza no puede estar conmovida, debe estar fortalecida en Mí a través del Fuego del Amor que Yo les ofrezco para hacerlos libres, algún día, de ustedes mismos y de las maldades del mundo.

Yo les agradezco por escucharme y por ser conscientes de todo esto. Reciban en sus manos y, sobre todo, en sus corazones las llaves que Yo les entrego para esta transición planetaria, para que cada día estén más maduros en Cristo, porque es necesario y urgente.

No permitan que los pilares de la Obra de Dios desaparezcan de la superficie de la Tierra. 

Yo les prometí retornar al mundo y así lo haré. Por eso, los preparo para ese gran momento, para que atraviesen la noche oscura y encuentren Mi Luz en el abismo, la Luz Eterna del Amor de Dios que no cambia, que no se transfiere, sino que se multiplica en Gracia, Unidad y Sabiduría para todas las almas.

No se olviden de que tengo sed. Sacien Mi sed en esta Maratón. 

Ahora, llegó el momento de que en verdad los vea reunidos y unidos en el Propósito, a pesar de las distancias y de los acontecimientos.

Esta es la hora de su gran prueba, de que estén Conmigo o de que no estén Conmigo. Hoy, esta es Mi Verdad para aquellos que aspiran a vivir la escuela crística, aunque no la comprendan, pero sí la acepten.

Les doy Mi Paz y, a través de Mi oración. Los bendigo en esta próxima jornada orante de la Misericordia. No se olviden de Mis Palabras, a través de ellas les dejé el próximo paso, el próximo camino a seguir.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Aún la humanidad debe aprender a buscar y a encontrar la Luz, la Luz verdadera que viene de la Fuente, y no de otros lugares.

En esa Luz encontrarán la síntesis de toda la Creación, la vida de todo el universo.

Mientras no aspiren a esa Luz, el mal seguirá actuando en la humanidad y en las naciones. No hay otra llave para este tiempo. Solo deben colocar su consciencia en la Divina Luz porque allí todo se resolverá.

Las almas de hoy se apartan de esa Luz, de la Luz de la Fuente y buscan otros caminos, buscan otras experiencias.

Yo necesito que tengan muy presente este momento, porque la Luz siempre triunfará.

La Luz de Dios los llevará a la paz, a la paz que necesitan, a la paz que muchos corazones hoy no tienen por diferentes circunstancias.

Es en esa Luz Divina en donde sus consciencias deben permanecer todo el tiempo posible, aunque vivan la vida material.

Aunque pasen por las experiencias de la vida, de las pruebas, de los desiertos, de la adversidad y del caos, su consciencia debe estar fundida en la Divina Luz para que su fe interior sea alimentada; y así puedan atravesar el fin de estos tiempos.

Así comprenderán por qué estos tiempos se desarrollan de esta forma. Así sabrán por qué la humanidad se alejó de la Ley.

Es tan simple y profundo estar dentro de esa Divina Luz, pero las almas no lo hacen frecuentemente, sino que buscan su propia realización o hasta su propia luz.

Sí, Dios dejó la Luz dentro de cada uno, pero es hacia Él a donde deben llegar y no hacia ustedes mismos. 

Por eso, compañeros, no se confundan. No se dejen engañar en el fin de este año, en el que muchos acontecimientos espirituales se prometen a la humanidad y que son el reflejo de una fantasía, de una ilusión y de la adversidad.

Si ustedes están en la Luz, aprenderán a estar en la Ley de la Jerarquía y no abrirán las puertas de sus corazones para que sean invadidos por ideales o espiritualidades diferentes de las de Dios, porque el mundo está lleno de muchos dioses, de muchos ídolos. 

Su referencia, compañeros, solo está en el Señor, porque Su Luz es eterna, es invencible, es inmutable y nunca perecerá. La vida del mundo sí podría perecer, pero las almas que están en el Señor y que buscan esa Luz nunca perecerán, porque sus internos estarán alimentados por la fe y la fe les dará la fortaleza y les proporcionará entendimiento y ciencia.

El mundo ofrece muchas opciones en este tiempo de desesperación en el que las almas buscan una solución y viven muchas experiencias para encontrar una salida, una solución.

Pero cada uno deberá vivir lo que le corresponde, lo que está escrito. Y eso que está escrito podrá cambiar si su adhesión a lo Alto siempre es verdadera y no muda por otros acontecimientos, por otras opciones.

En este momento de la humanidad, la situación es vertiginosa y es muy definitiva.

A cada uno le corresponderá y le llegará el momento de saber en dónde colocará su consciencia, en qué camino la depositará para que sea conducida y guiada verdaderamente.

Detrás de los estímulos que envía el mundo a la espiritualidad de este tiempo, existen muchas intenciones que ustedes desconocen profundamente.

En este momento, su refugio está en la oración y en la participación activa en la vida orante para estar en comunión Conmigo y con el universo, para que sus vidas algún día sean un sacramento, una representación del Amor vivo de Dios testimoniado a través de su redención y de su conversión.

Solo deben aspirar a permanecer en las esferas superiores de la Divina Luz y no en otras.

Sus mundos internos no desean ni esperan sus experiencias de vida, la diversidad de historias que pueden crear en el camino de la espiritualidad que ofrece el mundo.

Cuando Yo vine aquí, a la humanidad, fue para fundar un solo camino que es el Camino Crístico, un camino de servicio y de abnegación, de simplicidad y de amor.

Si ustedes salen de esos pilares y los abandonan por otras ofertas que ofrece el mundo, ¿qué será de Mi Proyecto en ustedes y en sus hermanos? ¿Cuántas puertas Me podrían cerrar, impidiendo que Yo siga obrando a través de sus corazones y esencias?

A cada paso que la humanidad da, ella se precipita hacia los abismos de su propia consciencia, y allí es cuando los ángeles de Dios más trabajan para poder rescatar a las almas del infierno.

Hoy les hablo especialmente a todos los que siguen Mi Camino, a todos los que participan de esta Obra que Yo he fundado hace muchos años y que esperé muchos años para poder llegar aquí, a tocar sus consciencias para que vivan este momento Conmigo, este acontecimiento preparatorio del Retorno de Cristo.

Yo los necesito solo en el vacío constante, porque si no están en el vacío, compañeros, en el vacío de experiencias, no podré entregarles Mis tesoros, porque Mis tesoros son incalculables, pero no son materiales. Mis tesoros son espirituales y esperan ser entregados para que las almas se realicen en el Espíritu de Mi Amor y de Mi Verdad.

No pueden dejarse engañar por todo lo que les ofrece el mundo en este tiempo.

No pueden confundir su espiritualidad ni tampoco el camino que intentan construir con esfuerzo para poder llegar hacia Mi Corazón.

No podrían imaginar qué es lo que siento cuando las almas se alejan de Mí.

En este tiempo estoy intentando traerles el conocimiento del universo, la verdadera vida cósmica, para que sus dones y virtudes, llamados linajes, puedan despertar y estar al servicio preparatorio del Retorno de su Maestro y Señor; porque, compañeros, el caos sigue avanzando en el mundo, en las naciones, en los pueblos, en los que más sufren y no tienen nada.

Si colocan sus consciencias en ese nivel, comprenderán que lo que eligen lastima Mi Corazón, porque cierran una puerta a una oportunidad de Misericordia, que es necesaria del otro lado del mundo.

El apostolado que yo les ofrezco es de fidelidad, pero es también de exigencia, de lealtad, de soberanía y de transparencia.

No espero que sean perfectos en tres días; porque su imperfección se transformará cuando amen más que lo que Yo amé al mundo, cuando sirvan más que lo que Yo serví al mundo.

Su superación y trascendencia diaria serán la muestra y la justificación ante Mi Padre Celestial para que Yo retorne pronto al mundo y no siga aún esperando.

Quiero que tomen este Mensaje como una reflexión, como una oportunidad de crecer interiormente y no exteriormente, de no dejarse arrastrar por aquellas fuerzas espirituales que están en contra de Mi Proyecto y que hacen del mundo un escenario de horrores y de sufrimiento.

Yo vengo a decirles esto, dejando de decir lo que debo decir para el mundo, porque es la última vez que lo puedo hacer, compañeros. 

Necesito que entiendan que Mi Llamado no es pasajero ni transitorio, que Mi convocatoria no es un momento de emoción ni de fanatismo; porque lo que Yo traigo para el mundo es una verdad, pero también es una necesidad imperiosa de que despierten los Nuevos Cristos.

Mis Palabras llegan para poder purificarlos y para que en la purificación encuentren la Luz Divina que hoy traigo de la Fuente, una Luz que siempre los consagrará, una Luz que siempre los elevará y les permitirá retirarlos de esta coordenada de caos y de adversidad que se vive en la superficie de la Tierra, por tan solo salir de la Ley.

Dios prometió a la raza, desde el principio, la felicidad eterna y ella escogió vivir el libre albedrío. 

¿Ahora comprenden, compañeros, que viven desde tiempos remotos en un mundo paralelo, que viven en un tiempo alternativo que no es real, sino creado por ustedes mismos?

Pero la Jerarquía traerá ese Real Tiempo, para que vean con sus propios ojos, más allá de lo material, lo que existe en el universo y la vida activa que se vive en las estrellas.

Cuando ese día llegue, comprenderán la Creación y el sentido de este Proyecto Humano en la superficie de la Tierra y se darán cuenta de cuánto tiempo perdió la humanidad por negligencia e indiferencia.

Solo permitan que despierte, dentro de ustedes, la verdadera Luz Divina y no la supuesta luz que les ofrece el mundo en sus invenciones espirituales o en sus ideales.

Dios no se mezcla con esas cosas, la Ley tampoco, mucho menos la Jerarquía.

El impulso de la Jerarquía es constante y eterno, es rítmico, es dinámico, es real, y siempre los colocará para que den un nuevo paso y no se detengan, para que no se acomoden, para que no sean indiferentes.

¿Ahora perciben lo que es real y lo que es irreal?

Sus almas no pueden perder esta oportunidad. ¿Cuánto tiempo más esperarán?

El paso depende de ustedes y no del universo. El universo siempre los podrá ayudar, impulsar y auxiliar, pero la puerta hacia la cristificación está abierta para los valientes, para los que dicen sí.

Sean consecuentes con lo que les hemos entregado y la Luz Divina no les faltará en su camino evolutivo, porque cuando lleguen los estímulos del mundo y los ofrecimientos que hace la propia humanidad se darán cuenta de que no son reales.

Nadie comprende, en este mundo, lo que significa el alineamiento del universo o de los planetas, o aun la actividad de las propias estrellas.

La ciencia de esta Tierra no llega a comprender ese significado, y mucho menos los que no saben de ciencia.

¿Cómo es posible que crean en algo que les prometen y que no saben? 

Abran sus ojos internos, abran sus oídos internos, abran sus corazones y vivan Mi Palabra, para que Yo sea en ustedes y ustedes, algún día, sean en el Padre, como el Hijo es en el Padre y el Espíritu Santo es en el Hijo.

Les dejo Mi Palabra como un bálsamo de consciencia y de luz para el mundo. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CUARTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En la solemnidad de la consagración de nuevos adoradores, ante las puertas de la Iglesia Celestial, en la Presencia de Nuestro Señor Jesucristo y de Sus santos ángeles, vamos a escuchar "PaterNoster" y nos uniremos a esta procesión angélica que desciende del universo a la Tierra, junto al Santísimo del Altar.

Seguimos con instrumental.

Saludamos a Nuestro Señor Jesucristo, al Sagrado Corazón de Jesús, y reverenciamos Su Eucarístico Corazón en unión a todos los adoradores del mundo que imploran, en esta hora, por la Misericordia de Nuestro Señor para el mundo entero.

Hoy He preparado dentro de Mi Iglesia Celestial una ceremonia simple pero profunda, muy significativa para sus vidas en este momento crucial de la humanidad.

En este día, el centro de la celebración en Mi Iglesia Celestial es Mi Corazón Eucarístico, para que Él sea honrado y adorado, para que el Amor del Dios Vivo sea reconocido y aceptado por todas las almas de la Tierra, a fin de que a través de la Adoración alcancen el espíritu de la redención y la elevación de la consciencia.

La gran tarea de todos los adoradores del mundo recién ha comenzado. Desde el primer día que fue instituido el Corpus Christi hasta el presente, todo ha sido una preparación para este tiempo final.

Cada adorador se compromete a ser celador de Mis Reliquias espirituales, para que esas Sagradas Reliquias, que nacen del Corazón Eucarístico de Jesús estén disponibles para todas las almas, y los méritos de Mi Corazón Misericordioso puedan ser derramados en el mundo.

La Adoración que en este tiempo final podrán ofrecerme no solo los unirá a Mi Iglesia Celestial, no solo podrán seguir haciéndola en silencio para contemplar el silencio de su Señor, sino también podrán conocer muchos más misterios de Mi Corazón, que aún no fueron revelados al mundo.

La Adoración que pueden ofrecer Mis Adoradores, en este tiempo final, será muy significativa e importante para Mí, no solo por todo lo que ya ha dicho la Jerarquía a través de los tiempos, sino porque llegó el gran momento de que sus vidas sean el milagro eucarístico de la Adoración. Y eso no son solo palabras, serán hechos, será algo más que un testimonio y más que una experiencia o que un ejercicio espiritual, para que aprendan a sostener Conmigo el fin de los tiempos.

La Adoración es una Ley instituida espontáneamente en los primeros tiempos de la cristiandad por las almas devotas a Mi Corazón Misericordioso, por las primeras comunidades cristianas que comprendieron el sentido oculto de la Presencia de Cristo en la Tierra, hace más de dos mil años.

¿Comprenden lo que significa que una Ley Divina haya sido atraída desde la Fuente por las almas de la Tierra? Cuando las almas de la Tierra deben vivir la Ley, ¿qué es lo que permite ese milagro espiritual y profundamente interno? Es la Adoración, a través de los tiempos y de las generaciones.

Las almas que adoran en este tiempo ya adoraron en otros tiempos. A través de la coligación profunda con Mi Corazón no son solo celadores de los tesoros espirituales del Redentor, sino que a través de la Adoración su vida espiritual es convertida y redimida, perdonada y absuelta de los errores del pasado.

La Adoración, en este tiempo final, modifica la genética humana transubstanciándola y redimiéndola en cada ejercicio de Adoración.

La ciencia de la Tierra nunca podría explicar esto. Pero si las almas en los tiempos pasados fueron capaces de atraer hacia sí la Ley inmutable de la Adoración, ¿qué más podría suceder en este tiempo final si más almas se comprometen verdaderamente a adorar las reliquias de su Maestro y Señor por medio de la Eucaristía?

Por eso necesito que, en este tiempo final, sus vidas sean el propio milagro eucarístico a través de la Adoración.

Es algo más que estar en Adoración ante Mi Corazón Eucarístico, es aprender a penetrar el misterio del universo inmaterial que se presenta en la ciencia de la Eucaristía por medio de la intervención de las Leyes Divinas, las que permiten, por obra del Espíritu Santo, los milagros eucarísticos.

Las almas que hoy se consagrarán no solo estarán sellando un compromiso Conmigo, pendiente y definitivo, sino también lo estarán haciendo por todas las almas que no Me adoran y que no Me aman.

Hoy la Iglesia Celestial, a través de esta ceremonia especial para los Adoradores de Cristo, trabaja con la indiferencia de la humanidad, con la omisión a los Comandos del Cielo.

A través de la Adoración Yo los erguiré como el nuevo Árbol de la Vida, y sus vidas podrán expresar los Tesoros de Cristo, los frutos que provienen de los dones y de las virtudes, y su tarea de Adoración no será personal, será una tarea esencial de sus almas Conmigo, su compromiso Conmigo, su transparencia Conmigo.

Así Yo podré renovar todas las cosas, así como puedo renovar a todos los que llegan y, en cualquier nivel de consciencia, se colocan a Mis Pies para ser desgarrados por Mi Amor.

El próximo paso de cada una de sus vidas es dejarse desgarrar por Mi Amor, de adentro hacia afuera, para que todo sea removido, a fin de que la luz de los tesoros de su Maestro y Señor, presente en la Eucaristía, ingrese en sus consciencias para que aprendan a ser otras consciencias, y así vivan la Voluntad.

En la Iglesia Celestial la Adoración es permanente, es un estado eterno de consciencia que los ángeles veneran constantemente, a fin de dar tributo y honor a los méritos que alcanzó su Maestro y Señor por medio de Su dolorosa Pasión.

Aún el poder de la Eucaristía es desconocido para la humanidad, su poder llegará en el fin de estos tiempos como una gran señal visible en los cielos. Cuando su Maestro y Señor esté retornando no solo habrá señales en el cielo, sino en todos los Sagrarios de la Tierra que hayan sido correctamente adorados y reverenciados por las almas. Demostraré al mundo que Cristo no es una religión, es un estado de consciencia que pertenece a los hijos de Mi Padre, superando cualquier religiosidad o dogma.

En ese momento sus vidas, si hubieran adorado correctamente a su Maestro y Señor en la Eucaristía, podrán ser un sagrario mismo. Y así, en ese tiempo y en esa hora que se aproxima, se cumplirá la Ley.

En la Sagrada Eucaristía de la Iglesia Celestial y en todos los sagrarios de la Tierra, están los cinco Poderes de Cristo: la liberación, la transfiguración, la transubstanciación, la redención y la Misericordia.

En la Eucaristía está la síntesis de toda Mi Vida y experiencia con la humanidad, es el testimonio de la Presencia del Dios Vivo.

Ahora ya conocen Mis cinco Poderes, búsquenlos, contémplenlos, adórenlos y los alcanzarán.

Si las almas supieran lo que Yo les dejé a través de la institución de la Eucaristía, la humanidad ya sería otra, y ella ya no sería más deudora, sino merecedora de todas las Gracias del Cielo.

Por eso cada adorador repara las ofensas que recibe su Maestro, enmienda las acciones contrarias que son cometidas por la humanidad, para que la Gracia Suprema descienda y los corazones tengan una oportunidad.

Que el centro de sus vidas a partir de ahora sea este misterio.

Nunca habrá pregunta sin respuesta, todo está en la Adoración, dentro y fuera de la consciencia.

La Iglesia Celestial hoy ofrece la reparación de muchas almas por sus indiferencias, ultrajes y omisiones a la Santa Eucaristía, desde la vida religiosa hasta la vida común, y esto es posible, aunque desconocido, por el ofrecimiento de las almas adoradoras.

Pero antes de bendecir a los que se ofrecerán para sostener el planeta Conmigo hasta el fin de sus vidas, en esta solemnidad del Corazón Eucarístico de Jesús, a través de la Iglesia Celestial, bendeciremos junto con los ángeles del Cielo a las custodias que fueron traídas a este altar, para que ellas sirvan no solo de Adoración, sino de inspiración, de fortaleza y de cura para las almas.

Nos ponemos de pie.

Vamos acompañar esta bendición, en unión con nuestros Ángeles de la Guarda, entonando solemnemente: “Kodoish”.

Vamos a esperar que los ángeles ingresen para que indiquen el momento de la consagración.

Cantemos.

Inspiramos.

Volvemos al "PaterNoster".

Y ahora nuestros hermanos postulantes harán su ofrecimiento interior a Nuestro Señor, para consumar esta consagración en el silencio del corazón.

El Señor los escucha.

Recibimos esta Gracia haciendo la Señal de la Cruz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vamos a pedir a Nuestro Señor, para estos hermanos, la Gracia de la perseverancia en esta sagrada tarea de adorar el Corazón Eucarístico de Nuestro Señor, por la paz y el bien de la humanidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén (en portugués).

Pueden ir.

(Pasa el segundo grupo de postulantes).

Vamos a pedirle a Cristo para esta tarea, la Gracia de la perseverancia en ese sagrado ejercicio de Adoración de Su Cuerpo Eucarístico.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Pueden ir en paz.

Volvemos ahora al instrumental del principio para que realicemos esta consagración. Y así como las almas adoradoras se ofrecen a Nuestro Señor, en constante unión y amor con Él, vamos a pedir a través de la Iglesia Celestial, ante la Presencia de Nuestro Señor Jesucristo, que Su Corazón Eucarístico, la poderosa Custodia de Luz, pueda despertar e inspirar a las almas que aún no encontraron a Cristo, para que sientan Su Amor y Su Misericordia.

Nos ofrecemos, en esta hora, a la Iglesia Celestial, así como ofrecemos estos elementos del altar, para que una vez más sean bendecidos.

Vamos a colocarnos en el momento de la Última Cena, cuando Jesús enseñó a Sus apóstoles por medio de los elementos, lo que Él iría a vivir por nosotros hasta lo alto del Monte Calvario en la Cruz.

Fue así que Jesús, después de haber bendecido a Sus compañeros, tomó el pan, lo elevó y agradeció al Padre el sacrificio que Él viviría para que fuera transubstanciado en Su Cuerpo. Lo partió y lo ofreció a Sus compañeros diciendo: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que será entregado para el perdón de los pecados".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
(en portugués)

La forma de Luz del Cuerpo Eucarístico de Cristo ingresó en Sus compañeros, así como hoy Él ingresará en nosotros para que comulguemos con Su Paz.

Enseguida, tomó el Cáliz y lo elevó agradeciendo para que fuera transubstanciado en Su Sangre. Luego, con una mirada de Amor y de Misericordia, lo ofreció a Sus apóstoles diciéndoles: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la eterna y nueva Alianza, que será derramada por su Redentor para el perdón de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
(en portugués)

El Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Que sean felices los que hoy se sirven de este Sacramento por la redención de la humanidad.

Padre Nuestro (en portugués y en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.

Señor, 
yo no soy digno de que entres en mi casa, 
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme. 
Amén.

Santísima Trinidad, 
Padre, Hijo y Espíritu Santo, 
os adoro profundamente 
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad de Jesucristo, 
presente en todos los Sagrarios de la Tierra; 
 en reparación por los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido, 
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón 
y del Inmaculado Corazón de María, 
 os pido la conversión de los pobres pecadores. 
Amén.

Por algunos segundos adoremos el Sagrado y Eucarístico Corazón de Jesús, por la paz y la cura de la humanidad.

Padre Celestial, 
que a todos conduces, 
acepta nuestra oferta de entrega a Ti, 
guíanos por el camino del Amor 
para que Tu Voluntad sea hecha. 
 Amén.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cerramos esta transmisión contemplando el Corazón de Cristo en nuestro interior.

Gracias a todos.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 81.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He llegado en un momento en el cual la humanidad sigue herida. He llegado en el momento en donde todo parece perderse, en donde la fe de muchos de Mis compañeros en el mundo se debilita, en el momento en donde nada tiene sentido. Llego en este momento importante de la humanidad, aunque difícil para millones de almas en el mundo.

A través de Mi Corazón Yo les traigo la presencia del Cielo y del Universo, para que puedan percibir y sentir que Yo estoy aquí con ustedes, aunque aún no llegó el momento de Mi Retorno al mundo.

Traigo para ustedes lo que cada uno de ustedes necesita en este momento. No es nada material, ni siquiera espiritual, es algo profundamente interior que es depositado en cada una de sus esencias para que aprendan, así como Yo les dije, a transitar en el fin de estos tiempos. Aún lo más culminante no llegó, y ustedes se pueden dar cuenta de eso.

Es momento de seguir con mucha obediencia la Ley divina, para que cada una de sus almas esté protegida bajo el Amor de Dios. Es momento de multiplicar el amor en los corazones que más sufren y padecen, porque en este escenario del fin de los tiempos, la humanidad por sí misma no sabe cómo se conducirá.

Por eso, Yo les ofrezco en este momento las Leyes divinas de Dios, desde los conocidos Mandamientos de Moisés, hasta los nuevos Mandamientos que Yo les he traído a través de los años, lo que Yo llamo de Bienaventuranzas.

Necesito que apliquen esas reglas en sus vidas porque, de esa forma, estará protegida la esencia de esta humanidad, aunque la mayoría no lo haga ni lo cumpla. En una menor proporción de la raza humana, esas reglas y Mandamientos se cumplirán e impulsarán a otros corazones y vidas a no solo alcanzar la bienaventuranza, sino también a perseverar en la fe y en la confianza de Dios.

Si Dios no estuviera con Sus ojos en este momento planetario, no hubiera enviado a Su Hijo en esta tarde. ¿Qué sentido tendría para esta humanidad?

El Amor de Dios está por encima de todas las cosas y situaciones, las almas tienen que volverse a Dios en este tiempo y no pueden demorar. Porque será en ese Amor del Padre en donde sus vidas se renovarán y así renovarán a todos los que están a su alrededor.

¿Qué esperan para poder hacerlo? Aún la puerta de la gran convocatoria está abierta, para que las almas sean impulsadas a vivir el apostolado de Cristo en el fin de estos tiempos, por medio de los impulsos y los dones que les trae el Espíritu Santo.

Atención compañeros, escuchen lo que les estoy diciendo, porque no son unas palabras más. Necesito que sean conscientes de que Mi tarea está terminando con ustedes. Y cuando eso suceda, ustedes deberán dar testimonio y ejemplo de que Yo estuve aquí, así como estoy en cada uno de sus corazones siempre que Me lo permiten. Porque es allí en donde prevalecerá la verdad, la sabiduría y el entendimiento que ustedes necesitan en estos tiempos.

Aunque la situación planetaria parezca difícil o imposible de revertir, no pierdan la fe y renueven sus votos y compromisos con el Padre Eterno. Él también tiene abierta la Fuente de Su Divina Misericordia, Su Océano de Amor y de Misericordia está vacío. Todos son invitados a sumergirse en ese Océano de Amor, de un Amor inmaterial y eterno.

Hoy estoy en paz por su respuesta para este encuentro de oración porque ustedes, por sí mismos, perciben que es necesario orar, orar y orar, para que en el mundo descienda una nueva oportunidad, más allá de lo que la Tierra y la humanidad deberá purificar.

Con todo lo que han aprendido Conmigo, compañeros, vivan su apostolado conscientemente, que ya no sea una teoría, sino que sea una práctica. Que sean capaces de ir más allá de ustedes mismos por la humanidad y por el planeta, que hagan triunfar el Amor de Mi Corazón en el mundo y sobre todo en los que más sufren, en la gran soledad de estos tiempos.

Yo siempre vendré a colmarlos de todo lo que necesitan. Mi Amor no tiene fin ni forma. Por eso estoy aquí, como respuesta a su compromiso Conmigo, sabiendo que es el tiempo de la gran decisión.

Jesús acaba de abrir el Libro de la Sabiduría de Dios y una Luz muy fuerte salió de ese Libro, el cual tiene escrito todas las Voluntades del Padre. Contemplémoslo y reconozcámoslo para entender y comprender por qué Jesús lo trae.

Los profetas y los grandes patriarcas conocieron algo sobre este Libro que hoy está entre Mis manos, el Libro de la Sabiduría de Dios, lo que la humanidad necesita alcanzar para darse cuenta de que no solo deberá redimirse, sino también reconciliarse con el Proyecto Original que la creó. Mientras eso no suceda habrá tiempos difíciles. Pero no serán tiempos difíciles que duren para siempre, porque Yo vendré, retornaré y en Mis manos traeré ese Libro Sagrado de Dios, así como los ángeles traerán el Arca de la Santa Alianza.

Aún la Gran Revelación no llegó al mundo. Mi verdadera Faz solo fue conocida por algunos de Mis Apóstoles y ustedes eso lo saben. Cuando Mi Faz se revele a la humanidad en poco tiempo, todo sucederá. No hablo de caos, de catástrofes, ni tampoco de sufrimientos, hablo del gran momento que cada una de sus vidas tendrá ante Mi Presencia Eterna y Cósmica.

Porque en ese momento y en esa hora, será cuando cada uno de ustedes estará ante la Mirada de Dios, para darle una respuesta definitiva. Y por algunos segundos, el mundo entero tendrá consciencia de lo que hizo durante su vida; toda la historia de su encarnación pasará por sus mentes y reconocerán cada una de las escenas y estarán ante su juicio personal.

Pero en esa hora la Bienaventurada Madre, la Virgen María, ya estará en oración, no solo por el mundo sino por cada uno de Sus hijos y bajo la autoridad que el Padre le concedió como Sierva fiel. Ella enviará a muchos de Sus ángeles para que inspire a las almas y las fortalezca en esa decisión.

Será en esa hora y en ese momento que Dios, antes de que retorne Su Hijo a la Tierra en gloria, abrirá el Libro en donde ha escrito la Voluntad para este planeta. Por un instante, la humanidad tomará consciencia de eso, pero también de todos sus pecados y errores cometidos a través de los tiempos, así como la agresión realizada a los Reinos de la Naturaleza.

Muchos corazones sentirán el grito del centro de la Tierra. Las entrañas se abrirán y lo oculto aparecerá. Y allí, ante esa visión y esa consciencia, Dios mostrará su Faz en los que lo sepan reconocer y amar, y delante de los arcángeles, sus almas podrán escribir en ese Libro la respuesta que Dios tanto espera.

El mundo parecerá perdido por su ilusión. Cientos de estrellas fugaces, grandes consciencias del Universo descenderán a la Tierra y todos las reconocerán, aunque no sepan de sus orígenes.

Dios, ante Su propia Voluntad y ante el momento culminante del planeta, que no está tan lejos, se postrará, para que en humildad la Fuente de la Suprema Fuente Divina conceda una Gracia universal para el planeta y para toda la Creación, y todos escucharán en su interior el Eco del Padre. Y aunque exista el corazón más cerrado en el mundo o el ateo más grande de la humanidad, ellos también escucharán, porque Dios entregará Su última Gracia para que las almas, los corazones y las personas recapaciten sus vidas y se rindan, esa será la hora de Mi Retorno al mundo.

Todo lo que hoy les entrego no solo son Mis últimas palabras, sino también Mis últimas revelaciones, porque hay una parte que aún la humanidad no puede saber.

Atesoren estos momentos. Reverencien estos encuentros, porque lo necesitarán.

Dios Me envía al mundo para poder levantarlo. Es urgente y es necesario para que la profecía de la conversión se cumpla.

Vengo a pedirles, nuevamente, la Comunión reparadora durante todos los días del mes de mayo, especialmente la Comunión espiritual, para que Mis últimos impulsos y palabras abarquen a más personas en el mundo. Aún una parte de la humanidad debe saber que Yo estoy aquí para recibirlos, para escucharlos, para absolverlos y para entregarles Mi Misericordia, lo que restaurará y curará sus vidas.

Todas las almas que han muerto, a través de esta pandemia en estos últimos días, han encontrado un lugar en los planos intermedios de consciencia, en donde ya no sufren, porque sus oraciones, en este día, alcanzaron la Misericordia para cada una de ellas.

Aún la Misericordia más profunda de Mi Corazón sigue actuando a través de la Pascua que aconteció en este año. Y a pesar de que ya pasaron algunas semanas, la Fuente de Mi Misericordia está abierta para que las almas se sumerjan en el océano de Mi Amor. Estamos en el tiempo de la última amnistía, valórenlo.

Celebremos este momento con el regocijo de encontrar la Verdad, el Camino y la Vida. Ofrezcamos este momento por la reparación del Corazón del Padre Eterno, en ofrecimiento de cada una de las oraciones y cánticos por esta actual situación planetaria, para que la Gracia de la cura y de la ciencia inspire a los científicos y médicos del mundo a encontrar la respuesta para esta situación.

Incienso.

Podemos traer el altar.

“Señor y Dios del Universo, que escuchas las oraciones de Tus hijos, que renuevas y consagras el alma y la vida de las personas, sírvete, Padre Eterno, de este momento para que Tu insondable Misericordia y Amor descienda a los lugares más necesitados de la humanidad. Amén”.

Que el Señor nos conceda la Gracia, en este momento, de vivir profundamente este Sacramento, para que más Gracias e impulsos de Luz lleguen a todos los corazones, en este ofrecimiento de la Comunión reparadora y de la Comunión espiritual con nuestro Señor.

Los invitamos a ponerse de pie o a arrodillarse.

Que el legado del Amor, de la Eucaristía y de la Sangre de Cristo pueda colmar, como un bálsamo de Luz, a la humanidad y a nuestro planeta. Amén.

Cuando estaba reunido con los doce, así como hoy estoy reunido con cada uno de ustedes, más allá de la distancia, los hago unificarse a Mí para que estén unificados al Padre y también al Espíritu Santo, Quien obra en este momento a través de sus Dones y Gracias.

Tomé el pan, lo elevé y di gracias al Padre por lo que Él Me estaba ofreciendo. Enseguida lo partí, lo entregué a los Apóstoles diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

Tomé el Cáliz y realizando la misma oferta de Corazón, lo ofrecí al Padre para que fuera transubstanciado. Enseguida, lo ofrecí a los apóstoles, diciéndoles: “Tomen y beban, este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por los hombres para la remisión de las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Sean felices, dice Nuestro Señor, los que son llamados a servirse del Cordero, que fue inmolado y resucitó para darles vida eterna, vida en abundancia.

Oremos la oración que Cristo nos enseñó, para consumar esta consagración.

Padre Nuestro

Padre Nuestro (repetimos en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra y que la Paz esté en cada corazón. Anunciamos la Paz.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Repetimos en inglés.

Cuando Yo ya no venga al mundo para hablarles e instruirles, tendrán Mi Nuevo Evangelio para encontrar consuelo y fortaleza, pero especialmente tendrán Mi Cuerpo y Mi Sangre para poder sentirme y para que se puedan renovar.

En la bienaventuranza de la Gracia de Dios bendigo, en esta tarde, a todos los que participan de este momento Conmigo, el cual llevo grabado en Mi Corazón como un fuego de amor de cada uno de los corazones valientes y perseverantes. En ellos derramo Mi confianza.

Yo los bendigo y les agradezco. Que la paz esté en la Tierra y que la paz traiga la cura para toda la humanidad. Que así sea, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cerramos esta transmisión agradeciendo a nuestro Señor Jesucristo y a cada uno de los presentes.

Para cerrar esta transmisión vamos a agradecer:

Gracias, Señor, por cuanto nos das. En este encuentro Te honramos, Señor. Amén.

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en la Ciudad de Lima, Perú, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Me verán venir como un Sol en la noche, como Aquel que venció a las tinieblas y a la muerte; Aquel que hizo del mundo, un mundo rescatable y una humanidad redimida.

Pero no volveré como la primera vez, como lo fue en el pesebre de Belén. Volveré y retornaré distinto de lo que ustedes conocen y saben.

Si Mi Padre Me ha pedido estar aquí, es que es parte de Su Voluntad y no de la de los hombres. Su amado Hijo no desperdicia las Leyes de Dios, sino que las cumple al pie de la letra, por medio de Sus ejemplos y de Su testimonio.

Por eso, hijos, no dejen invadir sus corazones por los que dicen que Yo no estoy aquí. No les haría perder el tiempo, ni tampoco la hora. Cada momento para Dios es precioso.

De los que niegan de Mi Obra el Padre se encargará, porque así como Él es Amor, también el Padre es Justicia y la Justicia se está aproximando al mundo.

La Justicia de Dios arrebatará a los hombres de la noche a la mañana y nadie podrá escapar de ella, porque así como hoy Yo les doy Mi Misericordia, el Padre les entregará Su Justicia.

Es tiempo de hacer penitencia y de arrepentirse de corazón, para que estén a salvo, independientemente de lo que crean o de lo que vivan por medio de las religiones.

Yo vengo por fuera de la Iglesia para dar un testimonio vivo.

Vengo por los que no conocen la cristiandad, por los que nunca tuvieron la oportunidad de vivirlo ni de profesarlo.

Vengo a derribar el paganismo mundial y moderno, para que sepan que aún existe un solo Dios en Tres Personas y que el Dios de la Fuente y del Amor es para todos y no solamente para los cristianos. Mi Evangelio es para la humanidad. Mi Palabra de Salvación es para todas las razas y todos los pueblos.

¡Ay de aquellos sacerdotes que difaman Mi Nombre y no viven sus votos ante el Creador! Es más poderoso dar a conocer el Nombre de Jesús, que negarlo en aquellos que lo viven de otra forma, porque Mi Amor es misericordioso, piadoso e invencible.

Yo vengo con la voz del último profeta del desierto, como la Voz del Gran Sol de Universo. Vengo, por medio de este camino, a unificar las religiones, porque si no se unifican en este tiempo final, padecerán y no podrán decir al Padre que no lo sabían.

Mi Amor es crístico y redentor, y lo sigue siendo desde el principio, cuando encarné en la Fuente de Dios y vine al mundo para dar testimonio del Amor de Dios a las criaturas.

No quisiera que perdieran el tiempo, compañeros, en los comentarios. Concentren su atención en el mundo interior y no en los juicios y en lo superficial. Ya les dije una vez: por sus frutos los conocerán.

No vengo a trabajar al mundo con seres perfectos, ni seres sublimes. Vengo a escoger lo más difícil en este mundo, para hacer lo más grandioso por medio de Mi Obra Redentora.

Si Yo hubiera aparecido dentro de la Iglesia en este tiempo, Mi Voz hubiera sido anulada y no escuchada. La Voluntad de Dios no es comprendida por los hombres, ni tampoco aceptada. Por eso existe sufrimiento en el mundo, enfermedades, perdición, y aún existen las guerras y los conflictos.

Unifíquense antes de que todo se agrave. No pierdan el tiempo en lo que dicen o en lo que dirán.

Quien usa Mi Nombre para difamar, está perdido y solo Yo lo podré absolver y perdonar.

Para que vean cuán grande es Mi Misericordia, vengo a buscar a los que están más lejos de Dios, a los que están en otros caminos, para que finalmente encuentren el único camino que los lleva al Reino de Mi Padre, directo a Su Corazón.

Vengo a esta tierra y a este lugar para tornarla sagrada algún día, como lo fue en el principio. Por eso la misión recién comienza y su donación será imprescindible para que eso se pueda llevar adelante.

No pueden abandonar su consagración al Inmaculado Corazón de María, porque tampoco Su Energía Divina se desperdicia.

Yo vengo a darles a conocer el amor que pueden vivir en sus corazones y no a través de los hombres que dicen que lo viven o que lo practican. Muchos, a través de los tiempos, no han creído en la Obra de los Sagrados Corazones, pero cuando todo pase y todo termine, la humanidad se dará cuenta de que perdió una gran oportunidad.

Pero ahora Yo seguiré adelante con los que Me quieran seguir. No caminaré al lado de los tibios o de los fríos de corazón. El mundo necesita de auxilio y de mucha misericordia. El mundo necesita encontrar la Luz y salir de la ignorancia permanente.

Por eso camino junto a Mi Madre y a San José entre las naciones del mundo, para dar testimonio de Mi Retorno a la humanidad. Y esto no es una teoría.

Les vuelvo a decir: su Señor nada desperdicia, porque el Universo de Dios es sagrado y bendito. Y algún día, esta parte del Universo debe ser sagrada y bendita.

No permitan que los hombres tibios les coloquen vendas en los ojos para que no puedan ver el camino que Mi Corazón Misericordioso les está indicando en esta nueva etapa de sus vidas.

Consagrarse como un Hijo de María significa un compromiso irrefutable. Mi deseo no es ver hombres y mujeres vestidos de celeste, sino soldados que saben lo que están haciendo y que cumplen lo que dicen por donde van.

Si las almas no despiertan a su misión, ¿cómo la Tierra será curada? Es necesario determinación y valentía para animarse a vivir lo desconocido, lo que nunca han sabido, lo que nadie les contó, porque es algo nuevo dentro de Mi Obra Redentora, es algo para este tiempo, en donde todo se definirá.

Quisiera darles a beber de Mi Cáliz, pero veo que aún hay labios que no se abren para beber de Mi Sangre y comprometerse Conmigo. Pero no se desesperen; Soy paciente, porque todo tiene su tiempo.

Los que se consagran como Hijos de Mi Madre asumen vivir un solo camino y no dos. Les vuelvo a decir: debo extirpar con Mis propias Manos el paganismo moderno de estos tiempos. Las almas no pueden olvidar los Mandamientos y deben vivirlos como fueron presentados. Las almas no pueden perder el sentido de su camino y deben fortalecerse en la oración, porque será la llama que los iluminará en este último tiempo.

Hoy vengo a decirles que estoy volviendo, primero en Espíritu y después en Gloria. Reciban en sus corazones Mi Divino Espíritu, para que puedan sentir que todo es verdad y que no son solo palabras pasajeras o emotivas.

Vengo a despertar en este tiempo al hombre robusto y al viejo hombre, para que sean hombres nuevos, como lo hice con Mis apóstoles en el pasado. Necesito que estén aquí con determinación y fuerza interior para poder acompañar a su Maestro y Señor por nuevos caminos que no los aparten de su fe, ni de su creencia.

Debo propagar al mundo la verdadera cristiandad, la que surgió en las primeras comunidades cristianas, después de Mi Ascensión. Necesito ver sobre este planeta a una nueva y consagrada familia esenia, que viva Mi llamado con humildad y con alegría, sin dudar en nada.

Sé que muchos no creerán que Yo estoy aquí, como lo han profesado. Bienaventurados serán los que vivan el mensaje y lo hagan parte de sí, porque tendrán sabiduría para decidir y escoger.

Vengo a restaurar Mi Iglesia fuera de la Iglesia, llamando a nuevos obreros, para que en total resignación, humildad y entrega sustenten las paredes de Mi Templo en el mundo, aunque hayan estado en otros caminos o viviendo otras experiencias.

Quisiera que pudieran ver detrás de todo esto, el Amor; la invitación que los llamo a vivir en su Señor Jesucristo, sabiendo que el Amor es lo que permite todo, lo que concede todo, más que proclamar la Palabra del Señor, porque la Palabra de Dios se cumple cuando el corazón vive el Amor y no solo emite palabras vacías, como algunos sacerdotes, de los que aún espero por su arrepentimiento. Pero no se inquieten, todo se revelará y por sus frutos los conocerán.

Es más grandioso vivir el Llamado con amor, que con renuncia; es más grandioso vivir el Llamado con gozo, que con indiferencia, porque todo lo que les entrego es definitivo y no se volverá a repetir en ningún otro ciclo.

Por eso beban de Mis impulsos sagrados antes de que ellos terminen, porque la Fuente de Mi Divina Misericordia aún está abierta, pero algún día se cerrará, porque la humanidad deberá aprender por sí misma a arrepentirse de corazón.

Yo Soy ese Sol que ascendió a los Cielos, para retornar algún día a la Tierra y hacer repoblar con Mi Presencia a este planeta con nuevos Cristos, tan semejantes a Mí. Y aunque eso parezca una herejía, es una decisión de Dios. Su Palabra es santa y Su Voluntad es intransferible.

Quien acepta sin comprender será feliz. Quien lo vive sin entenderlo, entrará en el Reino de los Cielos.

Por eso, recen por los que no creen que Yo estoy aquí; desde los Sumos Sacerdotes, hasta los fieles de Mi Iglesia. Recen por el Santo Padre, para que él cumpla lo que Yo necesito, como sucesor de Pedro; para que él tenga la fuerza interior de llevar adelante el cambio que la Iglesia necesita en estos tiempos, desde su epicentro hacia todo el mundo.

Quisiera de Perú una tierra bendita, que siga propagando su fe y su humildad, como hasta los tiempos de hoy, por los tiempos que vendrán.

Quisiera que Me acogieran en sus corazones, en sus familias y en sus hogares, con una devoción más ardiente y encendida; con una fe inquebrantable; con una esperanza fortalecida y una alegría infinita de ayudar a los que sufren en cada parte de este mundo, sabiendo que, si hoy Yo estoy aquí, es por Voluntad de Dios, por determinación de Sus designios y de Sus honores para los que más sufren la desesperación y la enfermedad.

Hasta que las naciones no reconozcan que Mi Espíritu Divino está retornando, no podré retornar en Gloria al mundo. Por eso, como en otros tiempos, con pocos haré las grandes Obras de Dios.

Acepten vivir el despertar y su vida será renovada. Acepten caminar a Mi lado tomándose de Mi Mano y sus vidas se transfigurarán, porque no solamente vengo por los que Me aman, sino por los pecadores y los más imperfectos, por los que sufren y tienen heridas profundas en su consciencia.

Vengo como el Corazón de Luz de Dios, para reparar las heridas de la humanidad, para que al menos tenga una chance de darse cuenta que está perdida y que debe redimirse antes de que todo suceda.

Por eso, en este tiempo trabajaré con los ángeles de las naciones, a pesar de que ellos están muy ofendidos por lo que ven de cada pueblo. Si sus oraciones fueran sinceras y verdaderas, si brotaran de su corazón y de su profunda devoción, ellas ganarán más fuerza interior para evitar más desastres en el mundo.

Los ángeles son parte de sus vidas y sus vidas son parte de los ángeles. Despierten para lo que no pueden ver con sus ojos físicos, pero sí para lo que el alma puede sentir en su interior y es verdadero.

Déjense permear por Mi Fuego renovador y la Tierra será repoblada por una nueva esperanza.

Sean misioneros de Mi Corazón y Yo podré contar con ustedes a cada nuevo paso y en cada nuevo detalle.

Vengo por este pueblo, porque Me reconoce, porque Me quiere vivir y sentir. Abran sus corazones para recibir Mi Divina Misericordia, y todo pasará, porque nunca estarán solos si aceptan Mi llamado. Y si se arrepienten de verdad, todo se transformará.

Sean soles en esta nueva aurora que amanece y que despunta con fuerza y poder, para mostrar al mundo el retorno del Hijo de Dios.

Santificaré especialmente todos los elementos que hoy han traído a Mi altar, para que lleven a sus hogares un pedacito de la Luz de Mi Corazón.

Incienso.

También llevarán a sus hogares, sobre todo sobre sus corazones, una sagrada medalla, que he pedido que acuñasen para mostrar la Gloria de Mi Corazón, en lo que es simple y humilde.


Hoy elevo, Señor, esta sagrada ofrenda para Tu Universo Celestial, a fin de que las almas se purifiquen y encuentren reparación y consuelo en el Corazón de Tu Hijo, a fin de que cada elemento, como cada alma se santifique en Gloria a Tu Nombre y a Tu Divino Poder Creador.

Santifica Señor, todo lo que está aquí y purifícalo, para que alcance la Luz de la Redención. Amén.


Todo es santificado para que todo sea renovado como Dios lo ha pensado.

Hace más de dos mil años, Yo les enseñé a comer de Mi Cuerpo y a beber de Mi Sangre, y espero que hoy lo hagan para la reparación de Mi Sagrado Corazón ante los grandes ultrajes de las naciones, de sus gobernantes y de los pueblos que son ignorantes delante de la Creación; para que las Gracias del Padre, en Su divina expresión, desciendan sobre los que más necesitan de cura y de redención.

Tomé el pan y di gracias a Dios diciendo a los Míos: Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo, que es entregado por ustedes y por todos los hombres para el perdón de los pecados. Di gracias a Dios por el Sagrado Cáliz; y Él lo bendijo a través de Su Hijo.

Y les dije a Mis apóstoles: Tomen y beban todos de Él, porque esta es Mi Sangre, la Sangre de la Nueva Alianza, que surgirá en el fin de los tiempos para la redención de los pecadores y la consagración de los que no se han redimido al Señor.

Y con la oración que les enseñé, el pan y el vino se transustancien y se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo.

Padre Nuestro.

Hasta que todo el mundo no coma ni beba de Mi Sangre, no habrá paz eterna en la Tierra. Por eso, Yo voy al encuentro de todos; no solo del que ya cree en Mí, sino también de los que no creen en Mí y están en otros caminos.

Que la Sagrada Luz de Mi Corazón descienda sobre estas medallas, para que lleguen a los que más la necesitan y especialmente a los enfermos, en los hospitales. Amén.

Hoy Me voy de aquí, compañeros, sabiendo que la Obra de Dios se pudo cumplir en este país, con la apertura de sus corazones y vidas al llamado de su Señor y Redentor. Y espero volver aquí para ver a muchos más, reunidos en Mi Nombre y clamando por Mi Misericordia.

Yo los bendigo en el Nombre de Nuestro Padre Creador, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias Señor por cuanto nos das! En este encuentro Te honramos Señor.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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