Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 102.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mientras las tinieblas hacen sucumbir al planeta, hoy vengo como la Gran Consciencia Solar a dar vida y renovación a las almas, a detener a los infiernos de este mundo.

Hoy, vengo como la Gran Consciencia Solar para que las almas se vuelvan hacia Dios, para que los corazones que no se arrepintieron, se arrepientan.

Hoy, vengo como la Gran Consciencia Solar a traerles cura a los corazones heridos, a darles abrigo a los exiliados y refugiados, a calmar el llanto de los inocentes, de todos los niños de la guerra.

Yo vengo como la Gran Consciencia Solar a despertar a los corazones dormidos, a traer sabiduría a las mentes cerradas, a nutrir con Mi Luz Solar a los espíritus.

Hoy, vengo como la Gran Consciencia Solar a traer esperanza a los que la perdieron, a entregar Mi Amor a los que no lo tienen, a entregar Mi Misericordia a aquellos que no la merecen. Porque Yo Soy la Gran Consciencia Solar que proviene del corazón del universo y que, cruzando dimensiones y planos de consciencia, hoy llega a Europa y al mundo entero para decirles a todos: ¡persistan!, porque el triunfo de Mi Corazón está cerca, aunque en este momento no lo parezca.

Por eso, este es el tiempo de los apóstoles, este es el tiempo de aquellos que darán la vida por Mí, no solo dando testimonio de Mi Palabra y de Mi Presencia, sino dando la vida por Mí donde sea necesario, en el lugar y en el momento que Yo los necesite, porque hay mucho que ayudar en esta humanidad.

Y mientras los conflictos y las guerras se desatan, muchos Ángeles de las Naciones ya no pueden hacer nada. Y el Ángel de la Ira de Dios se quiere precipitar sobre el mundo con más de miles de rayos, trayendo la fuerza de los elementos cósmicos y solares para poder corregir al mundo. Pero, las oraciones de los consecuentes y justos, el servicio de los abnegados e incondicionales, aplacan la furia de ese Ángel del Universo. 

Pero este Ángel no quiere imponer un castigo, sino una severa corrección, ya que el mundo no ha escuchado el Mensaje ni la advertencia del Cielo y las almas siguen viviendo de la misma forma, con los mismos modos y hábitos, como si lo espiritual y lo divino ya no importaran.

Por esa razón, Mi Madre Celestial, como ha sido en estos últimos días, se coloca entre el Ángel y ustedes para poder intervenir. De esa forma, se desata un Juicio Universal, la primera etapa de este Juicio que ya comenzó a vivir la humanidad.

Pero mientras las armas y las ideas de destrucción y de conquista se lleven adelante, ¿quién podrá detener a este Ángel de la Ira de Dios? Porque el mundo, y sobre todo la humanidad, ya vive fuera de la Ley desde hace más de dos mil años, y para muchos Ángeles Creadores, el precio de Mi Sangre derramada parece que no lo justifica.

Por eso, a través de los ángeles que hoy Me acompañan, y en especial el Ángel de Portugal, vengo a implorarle al mundo un cambio en la consciencia y sobre todo en la actitud, porque no conoce las Leyes Superiores y menos conoce las Leyes Divinas.

Necesito que este Mensaje sea difundido en el mundo y que puedan escuchar muchas veces lo que hoy les digo, porque cielo y tierra pasarán, pero Mis Palabras permanecerán en los corazones abiertos y adheridos para ofrecerse a construir el Retorno de Cristo.

Con estos ángeles que hoy Me acompañan, junto con el Ángel de la Paz, imploramos al Padre Celestial para que los méritos de la Misericordia de Cristo sean contemplados, en honor al sufrimiento que Yo padecí por ustedes en la Cruz.

Para aplacar el poder del Ángel de la Ira de Dios, hoy vengo a exponerles Mi Corazón Espinado, gravemente ultrajado por las guerras y conflictos del mundo y, en especial, por las almas que generan las guerras y que se han condenado al fuego del infierno, aliándose a Mi enemigo.

¿Quién hará lo mismo que Yo hice por ustedes?

¿Quién dará la vida por los amigos como Yo lo hice por ustedes?

¿Quién será capaz no solo de tener el corazón pronto para lo que sea o de entregarle algo más al Señor, sino quién será capaz de vivir algo que no merece por amor, por la salvación de la humanidad?

Pero sí les digo una cosa: no sean ingenuos para que no sean ignorantes. El ofrecimiento que Yo les hago es en lo más pequeño y hasta en lo más simple, en los lugares donde a veces sus corazones se resisten a colaborar Conmigo, aunque no se den cuenta de que Me están sirviendo a través de sus hermanos.

Uniendo los esfuerzos que se necesitan en estos tiempos de tribulación, Mi Consciencia Solar podrá ayudar más al mundo y a la humanidad para que la Ley de la Divina Misericordia se perpetúe y se cumpla en las almas más necesitadas de Luz.

Que esta Maratón de la Divina Misericordia, que en estos días están orando Conmigo a las puertas de la reapertura de los Centros Marianos, sea una Maratón de súplica, de ruego y de intervención junto con los Ángeles de la Guarda de cada uno de ustedes, a fin de que esta situación en Europa del Este no se precipite por un absurdo egoísmo de los hombres, por una impunidad que ya no tiene lugar en estos tiempos y que deberá ser erradicada de la consciencia humana para siempre. 

Porque cuando Yo retorne al mundo, en este próximo tiempo, podrán comprender y ver lo que es el verdadero Poder de Dios, que no está basado en la imposición ni en la autoridad; el Poder de Dios que es nutrido en su centro por el Amor Universal que, como una sublime esfera de consciencia, emana sabiduría y discernimiento a todas las dimensiones y planos.

Hoy, estoy en un lugar diferente al que se han acostumbrado a verme. Estoy en otro espacio de la Comunidad Flor de Lys, que es el más importante para Mí, porque representa la casa de la vida consagrada. Por esa razón, les pido, en esta íntima analogía, que recen por todos los misioneros consagrados a Mi Plan de Redención, porque tanto en África como en Medio Oriente y en Europa, algunas almas de esta Obra, que Yo he formado y fundado a través del esfuerzo, se ofrecerán a dar la vida por Mí, más allá de lo que signifique y represente el servicio que Me ofrecerán para el alivio y la paz de los corazones afligidos.

Desde hace dos mil años, cuando era solo un niño en los brazos de la Madre Celeste, cuando fui llevado a Egipto para ser protegido, no solo Nuestra Familia fue la primera familia refugiada del mundo, sino que también Mi Corazón, desde ese momento hasta el presente, siente pesar por el sufrimiento y el dolor de África, que es la próxima etapa, es la próxima misión que, a pesar de la distancia o del momento, invitaré a vivir a cada uno de ustedes para que la deuda espiritual de África sea aliviada y para que nunca más ningún ser humano, en África o en ninguna otra parte del mundo, sea capaz de tirar una vida a la basura, porque el género humano ha llegado a desmerecer la vida hasta ese punto, por su gran ignorancia y hasta por su gran maldad, por no conocer la esencia de la vida.

Quisiera que tuvieran presente Mi aspiración de que cuando se abran las puertas para las misiones en África, existan manos, brazos y piernas que se ofrezcan a caminar por ese continente para rescatar a los inocentes y perdidos, a los que son descartados en los basurales del mundo.

Si supieran qué es lo que siente el Padre cuando una vida es descartada o abortada, les aseguro que nadie sería capaz de hacerlo, porque desafiaría su evolución y hasta su destino, desviando su propósito del Camino de Dios y asumiendo una deuda espiritual impagable, que solo Mi Divina e Insondable Misericordia puede curar.

Teniendo consciencia de esto y colocando esta situación en esta Maratón de la Divina Misericordia, los invito una vez más a abandonar sus pequeñas miserias, a dejar atrás sus resistencias e incomprensiones y a colocar la consciencia madura en donde verdaderamente existen el sufrimiento y el dolor en el mundo, para que puedan crecer como apóstoles conscientes y disponibles para servir donde sea necesario y cuando sea necesario.

Yo les aseguro, como la Gran Consciencia Solar, que si más almas pusieran atención en todo esto, no habría razón de que existieran guerras, exilios, hambre, sufrimiento, locura o hasta adversidad, porque todos serían más fraternos, unos con otros, y siempre serían impulsados por el Amor de Dios que a través de los tiempos ha golpeado la puerta de sus corazones, ha llamado a sus almas innumerables veces para poderlos despertar a la Verdad, una Verdad que ha sido sepultada en la consciencia del mundo.

Por esa razón, solo con Mi Retorno muchas situaciones serán reparadas y exorcizadas, y un nuevo Gobierno Espiritual emergerá del corazón de todos los que tuvieran fe en Mí hasta el fin de los días, para que aprendan a vivir en comunión con el universo y con la Confraternidad, sin necesidad de seguir perdiendo el tiempo y la oportunidad de elevar la consciencia de todo este planeta hacia la cuarta dimensión. 

Porque cuando tengan la Gracia de ver en la cuarta dimensión, no solo comprenderán la Pasión de Cristo, sino también comprenderán en qué punto se encuentra la humanidad en este momento, un punto de inflexión que se vuelve irreversible.

Por eso, no dejen de orar; que sus labios no se cansen de orar y de pedir a los ángeles del Cielo que intervengan todo el tiempo, porque no solo las almas deberán ser protegidas de la guerra, de la impunidad y del asedio, sino también los más inocentes y pequeños deberán ser protegidos y amparados de ser descartados por sus propios padres en los basurales del mundo.

Si muchas más naciones en el mundo se aferran al ideal de la ley del aborto, ¿cómo se justificará que más guerras no deban suceder o que bombas nucleares no deban activarse?

Después de 1945, con la gravísima deuda espiritual de los Estados Unidos a través de la bomba atómica, la humanidad demostró al universo que sabe autodestruirse y que impuso a través de sistemas corruptos la comercialización e instrumentalización de las armas, para justificar la supuesta libertad de los pueblos y de las naciones.

Pero, compañeros, despierten, estamos en el fin de los tiempos. Desde el Huerto Getsemaní, cuando bebí el cáliz por ustedes y por la humanidad, no esperaba, se los confieso, que el mundo llegara a este momento y que fuera capaz de ir tan lejos, más lejos de lo que fue hace más de dos mil años atrás, crucificando a su Mesías, martirizando al propio Dios, Aquel que los creó desde el origen.

Por eso, una vez más, ese propio Dios, que se hizo carne y se hizo hombre a través de Su Hijo, vuelve a decirle al Padre: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”.

Es hora de estar en las filas del Armagedón, porque mientras pasa el tiempo, no solo el tiempo termina, sino que los acontecimientos se precipitan y las personas no cambian.

Que la Verdad Suprema penetre todos los espacios y consciencias, a fin de que el sacrificio del Hijo de Dios y toda Su Sangre derramada en el camino del Calvario hasta la Cruz justifiquen las atrocidades de estos tiempos, alivien el llanto de los niños y, especialmente, de los no nacidos, para que la Santísima Virgen María restablezca el espíritu del amor maternal en las consciencias que hoy ya no saben amar, para que la vida sea respetada y amada, para que la vida de los inocentes ya no sea descartada, para que la pobreza en muchos lugares del mundo ya no sea la causa de desesperación y de falta de paz.

Que la verdadera Justicia, que proviene de la Fuente Divina, equilibre la balanza de la desigualdad. Porque Mi gran deseo es no escuchar ya el llanto de los niños de la guerra, el llanto de los inocentes descartados en los basurales del mundo.

Aprendan a amar la vida y algún día aprenderán a apreciarla. Mientras la vida sea utilizada como justificación para generar la muerte o la impunidad, el mundo no alcanzará la cura de todas sus enfermedades. Por eso, agradezco a los que han sido conscientes hasta ahora y, semana a semana, han rezado por los no nacidos. Allí está la respuesta de por qué el mundo está como está. 

Y, aunque Mi Corazón y el Corazón de Mi Madre se desgarren por dentro, así como Mi Corazón fue desgarrado en lo alto de la Cruz, Nuestro Amor es inconmensurable e incomprensible, porque viene a dar vida a lo que está muerto en aquellos que creen estar vivos.

Oremos al Padre Celestial. 

Que cada uno haga su oración al Padre, en lo más íntimo de su ser, en el silencio del corazón. Los escucho.

Que sus almas oren al Padre Celestial para que todos los errores reciban la expiación que necesitan.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Repitamos la oración que Jesús nos enseñó:

 

Ángel de la Ira de Dios, 
calma Tu corazón dolido,
recibe el fuego de nuestro amor
y establece la paz.
Amén.

 

Vayan en paz, meditando sobre Mis Palabras y concretando Mis aspiraciones.

Sean bien conscientes de esto, para que no sea un Mensaje más, sino la proyección de una próxima etapa que todos son llamados a vivir.

Les agradezco por tener el coraje de escucharme.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.  

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN MADRID, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Entra en Mi Corazón y encontrarás tu casa, tu origen y tu principio, tu camino y tu verdad.

Entra en Mi Corazón y encontrarás lo nuevo, lo que más buscas, lo que más necesita tu alma y tu espíritu, para que en este ciclo agudo vivas el Plan de Dios.

Entra en Mi Corazón y vacíate de todo, hasta el punto de saber quién eres y todo lo que deberás perder para que Yo pueda obrar en ti.

Entra en Mi Corazón y cálmate. Ya he visto tus lágrimas y tus llantos, pues vengo con Mi Misericordia para curar lo impenetrable.

Entra en Mi Corazón y silénciate. Busca dentro de Mí el gran refugio de Dios, la morada que muchos no buscan, por sus preferencias, por sus deseos, por la vida externa.

Entra en Mi Corazón y sáciame. Tengo sed de tu amor y de tu verdad, para que finalmente te fundas en Mí.

Entra en Mi Corazón y no te preocupes. Allí se guarda un tesoro pensado por el Padre para ti; el principio de tu esencia, en el momento en que fuiste creado en el Vientre de tu Madre.

Vengo con Mi Misericordia para borrar el pasado, no solo en sus consciencias, sino también en España y más allá de ella.

Entra en Mi Corazón y comulga Conmigo. Ya conozco tus defectos, tus pruebas, tus miserias y tus dificultades. Sonrío a cada una de ellas, porque tú piensas que no las puedes superar.

Entra en Mi Corazón y ríndete, porque así Yo te enseñaré a encontrar el sentido a la vida, al camino espiritual, a la meta de tu alma y de tu espíritu.

Entra en Mi Corazón y te refugiarás en Dios, porque allí, en Mi Corazón, nada más importa que solo tú te unas a Dios, el Creador, porque lo estarás haciendo por aquellos que no lo hacen, por los que no lo viven y también por los que no lo buscan.

Entra en Mi Corazón y encontrarás la salida, la liberación de tu infierno, la rendición de tus amarras, la elevación de tu espíritu y la redención de todo tu ser.

Solo entra en Mi Corazón y déjame actuar por un momento, porque así no conocerás tu vida, de aquí en adelante.

Cuantas veces tú entres en Mi Corazón, Yo podré estar en ti, gobernaré tu consciencia, tus sentimientos, tus pensamientos y todos tus sentidos. Y percibirás en cada momento todo lo que no está bien para Mí, y unido a Mí, transformarás cada aspecto de tu ser, al punto de no poder reconocerte en poco tiempo.

Si tan solo entras en Mi Corazón, conocerás tus virtudes; también conocerás tus miserias, para que las puedas trascender una a una.

Si consigo que muchos más entren en Mi Corazón, todo el planeta no estará perdido. Encontraré instrumentos y servidores totalmente entregados a Mí, para que Yo pueda actuar a través de sus vidas y hacer de cada etapa un nuevo camino y una nueva oportunidad, que aún no has vivido en esta vida.

Entra en Mi Corazón, porque allí se encuentra la Puerta hacia Dios.

En el corazón existe el amor vivo, en la mente solo existen ideas huecas. Si entras en Mi Corazón, Yo podré darte sabiduría y plenitud.

Mi Corazón fue traspasado por la lanza de la humanidad, por el pecado, por la impunidad, por el falso poder, y Mi Corazón derramó agua y sangre, virtudes de misericordia y de divinidad para todas las almas.

Cuando las almas no entran en Mi Corazón, Yo no puedo hacer nada, tan solo contemplarlas, orar por ellas para que encuentren el camino hacia el templo de Mi Corazón.

Hoy los rebaños están dispersos. Pocos quieren saber quiénes son en verdad y qué han venido a cumplir en nombre de Mi Padre.

Si entran en Mi Corazón, todo este conocimiento será revelado y serán libres de la ignorancia, de la ilusión y de todo lo que no es real. Percibirán la vida diferente, encontrarán sentido a sus caminos y podrán vivir el Don del Temor a Dios, porque podrán sentir cuando se estarán alejando de Él y cuando deberán retornar pronto a Su Corazón Divino.

Si ustedes entran en Mi Corazón y se vacían completamente, Yo podré llegar a más corazones que están perturbados, que están enfermos y que se sienten perdidos con una gran falta de amor y con ausencia de misericordia.

Hoy vengo a entregar, como ha dicho Mi Santa Madre, las últimas llaves de la salvación de la humanidad, porque aún los portales a Mi Divina Misericordia están abiertos. Y será en esa Fuente que sus pecados serán disueltos, que sus faltas serán perdonadas y que todo error que hayan cometido, en contra del amor y de la unidad, pueda ser liberado. Y alcanzarán la expiación que necesitan para poder dar nuevos pasos en esta obra, que estoy decretando para el fin de los tiempos.

Podrán entrar más fácilmente en Mi Corazón si son humildes, si sus almas se resignan a la Voluntad que Yo les traigo y que hasta ahora nunca han vivido.

Con todo este mensaje, hoy quiero decirles que nuevamente hoy ha terminado un ciclo. Hoy deben cerrarse las puertas a la dificultad planetaria, a todo lo que es deuda a nivel espiritual, dentro y fuera de los seres.

Es así que hoy instauro un nuevo ciclo más exigente, más arriesgado, por la victoria de Mi Sagrado Corazón en los caídos de la humanidad, en las estrellas perdidas, en los soles que se han apagado, en los espíritus que no han llegado al Corazón del Creador.

Las almas que hoy están aquí, ante Mi Presencia Celestial, son todas preciosas para Mí.

Deseo que busquen sus virtudes, porque en verdad las necesitarán para los tiempos que llegarán. Serán muy necesarias y urgentes para sus hermanos de camino y para todos los seres que los rodean en esta vida que hoy viven.

La virtud de la fortaleza, la virtud de la fe, la virtud de la unidad, la virtud de la sabiduría, la virtud del discernimiento, la virtud de la ciencia y principalmente la virtud del amor, que une a todas las restantes a través de Mi Corazón Misericordioso.

Ejercítenlas con esfuerzo y determinación, porque si entran en Mi Corazón, las podrán conocer una a una y estarán cerca de sus vidas en los momentos en donde deberán tomar grandes decisiones, que podrían cambiar el rumbo de sus vidas para siempre.

Con estas virtudes, almas de Mi Corazón, los invito a no tomar decisiones precipitadas, a que pregunten a su mundo interior qué es lo que verdaderamente deben hacer para poder seguir el camino que Mi Mano está indicando en esta recta final, en esta última parte de la transición, en los últimos cinco años.

En la hora más crucial del mundo deberán recordar estas palabras y cuántas veces Yo los invité a ingresar dentro de Mi Corazón de Luz. Porque si no lo hacen ahora, en el próximo tiempo se arrepentirán, por ustedes, por sus familias y sus conocidos. Lleven a todos hacia Mi Corazón.

No quiero tener más espinas en Mi Espíritu. Los horrores del mundo me angustian, la sangre que cae sobre el planeta también. El sacrificio a los Reinos y a la Creación, todo eso acongoja Mi Corazón.

Si ustedes ingresan en Mi Corazón, a pesar de lo que suceda, Yo me sentiré pleno de estar más cerca de ustedes y de sus hermanos. Porque si están en Mi Corazón, se darán cuenta cuán lejos están de Mí, muchas veces.

No vengo aquí a reclamarles nada, vengo a restablecer la alianza de sus almas con Mi Alma, la unión de sus corazones con Mi Corazón.

No pierdan el sentido de lo que les estoy diciendo.

Entren en Mi Corazón y estarán en el camino correcto. No perderán la escuela que vengo a presentarles, para que en esta época ustedes la puedan vivir.

Si muchos más entran en Mi Corazón, el mundo no deberá sufrir tanto.

La humanidad hoy provoca la ira de Dios; desde las cosas más insignificantes hasta las situaciones más graves, como es la guerra, los refugiados, la sangre que corre en el mundo y el sacrificio de los animales.

Mientras el mundo no cambie esas actitudes, haga penitencia y se arrepienta de corazón, faltará mucho la paz, y Yo estaré solo en los consecuentes, hasta que se cumpla lo que Yo deseo.

Los tiempos han cambiado mucho y las almas no quieren verlo. Muchos piensan que todo sigue igual: en la sociedad, las naciones y hasta en las religiones.

Cuando Yo retorne, así que Mi Padre Me lo pida, deberé romper muchas estructuras, desde la vida humana hasta en las religiones.

Dios se encuentra en lo que es simple y no poderoso.

Podrán haberme hecho muchas iglesias, pero Yo estoy en una sola y es en el corazón de Mis compañeros.

Cuiden de esa Iglesia verdadera. Que sus sentimientos sean cada vez más fraternos, que sus actitudes sean cada vez más pacíficas, porque así Yo podré contar con ustedes en cualquier momento o en cualquier lugar, no importa lo que sea o todo lo que cueste.

La Obra de Dios, a través de los Sagrados Corazones, es la más difícil de materializar en esta superficie. Por eso venimos al encuentro, en este último tiempo, de aquello que está en llamas, que arde en el fuego de la fricción y lo que es impuro y es injusto.

De esa forma, vengo a entregar el último tesoro que me resta, el más preciado por Mi Padre: es Mi Corazón que ha padecido por ustedes, que sufrió por ustedes, que fue traspasado por ustedes y que resucitó para demostrar al mundo la vida eterna.

El arrepentimiento nace de una verdadera honestidad, de una transparencia que no tiene límites en esta vida material.

Vengo a entregar estas palabras para aquellos que amorosamente, las quieran recibir, meditarlas y reflexionar sobre cada decreto que hoy les he entregado.

Ahora, con sus corazones más mansos y sus consciencias más abiertas, celebremos en este día la Comunión con Mi Cuerpo y con Mi Sangre; un acto de reparación, de penitencia y de entrega a Mi Corazón Misericordioso.

En estos simples elementos se encuentra la renovación de la vida, lo que nutre al espíritu y hace mostrar en ustedes la esencia de Mi Divinidad.

Hoy vengo a renovar la Iglesia en toda la Tierra y a todos los que se unen a ella bajo Mi Universo Celestial.

Que ahora desciendan los ángeles y purifiquen los elementos, que se convertirán en Mi Cuerpo y en Mi Sangre, para todos los seres de buena voluntad.

Encuentren en este Sacramento lo que es simple, humilde y puro a los ojos del Creador.

Como en Jerusalén y Emaús, antes y después de haber resucitado, me reuní con los apóstoles y después con los pastores, para que sintieran y vieran Mi verdadero Ser, que era el Dios vivo en cada partícula de Mi Consciencia y en todo el ser terrenal y humano que viviría la Pasión por ustedes, con el fin de redimir a la humanidad y liberar el mal del planeta.

Después de dos mil años, Mi enemigo se ha afianzado en el mundo, pero su cetro será quebrado por el golpe de la espada de San Miguel.

Todo lo que él retiene en su mano, a través de los siglos y de los tiempos será derrotado por la fuerza del amor de la Fuente, cuando Yo retorne al mundo y cuando vuelva a buscar a todos los que Me pertenecen, a través de los siglos y de los tiempos.

Verán entonces a aquellos que resucitarán de la nada. Todos se asombrarán por lo que verán a su alrededor. En esa hora nada estará oculto, todo será evidente para todos y ya no existirá lo blanco y lo oscuro, sino que cuando Yo retorne existirá lo eterno, Dios.

En aquel tiempo, tomé el pan y le di gracias al Padre por este sacrificio. Él lo bendijo y decreté a Mis apóstoles: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados".

Del mismo modo tomé el cáliz entre Mis Manos, di gracias a Dios por ese sacrificio, Él lo bendijo con la luz de sus ángeles y lo entregué a Mis apóstoles decretando: "Tomen y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre de la Alianza nueva y eterna, Sangre que será derramada por todos los hombres para el perdón de los pecados. Nunca olviden hacer esto en Mi Memoria".

Este es el Sacramento de la Renovación. Dichosos son los llamados a vivirlo. Bienaventurados son los que lo reciben para vivir su redención y conversión, hasta que se cumpla Mi Retorno al mundo. Amén

Lleven entonces Mis Palabras al corazón y que el Padre, a través de Su Hijo y del Espíritu Santo siempre los bendiga, para que encuentren en sus caminos Mi Camino de Luz, que hoy les indico, invitándolos a retornar a Mi Corazón, y así podremos ser uno para siempre.

España vivifique Mi Misterio. Los corazones heridos a Mi Iglesia se abran y que sientan en su interior la verdad que les traigo, porque lo que está vivo es lo que hay dentro de los seres y se llama amor del corazón. Que ese amor brote en los que no lo tienen y que muchos más se animen a encontrarlo, sanando a las heridas de la incomprensión.

La fe, la unidad y la hermandad los ilumine. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Les agradezco por hoy estar Conmigo y a todos lo que lo han estado a través de este medio de comunicación.

Hoy emito una irradiación para todos Mis amigos.

Crean que es posible que el Reino de Dios se aproxime hacia una humanidad enferma que tanto necesita de amor, de perdón y de reconciliación.

Que hoy canten sus corazones sinceros y que se unan a esta Obra que debe abrazar a toda la humanidad, a todas las lenguas, a todos los pueblos y a todas las creencias que buscan vivir el amor y la solidaridad. Que así sea. Amén.

Canción: "Corazón Sincero"

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

Contacto