APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy llego aquí como la Señora de Kibeho. Sientan el frescor de ese continente, el amor que Me entregan los corazones más sufridos de África.

Después de casi un año de trabajo en Mi amada África, la Señora de Kibeho cierra un ciclo para comenzar uno nuevo en los meses que vendrán, porque deseo ardientemente que Mis hijos hoy sepan que no Me he ido de África. Mi Corazón es África, el Corazón de la Madre de los Siete Dolores.

Pero hoy, hijos Míos, quiero que sepan que estoy allí presente y que, así como en Kibeho, cuento los días y los meses en la calma de este momento planetario, para poder llegar allí, así como una vez llegué a Ruanda.

Mis hijos de Angola ya son consagrados a Mi Corazón Inmaculado, así como todos los orantes y peregrinos que han colocado su fe en los Rosarios de Luz.

Cada cuenta colocada por sus manos sobre Mi imagen ha significado para su Madre Celeste, y sobre todo para Dios, una gran liberación en los planos internos del continente africano. Y aunque sé que muchas almas aún sufren en ese lugar y que solo esas almas saben lo que es el sufrimiento y el dolor, hoy a la Señora de los Siete Dolores, la Señora del Verbo, se le retiran las Siete Espadas de la agonía de la humanidad, para recibir en Su Corazón las esferas de luz convertidas en rosas brillantes y luminosas en los corazones orantes de África.

Quiero que sepan, hijos Míos, que Mi Plan para ir a África aún está en pie. Y de alguna forma llegaré y celebraremos ese importante encuentro, ese importante encuentro en el que Sudamérica y África se unirán, como un solo corazón y una sola consciencia, para poder sublimar el pecado de los hombres y el sufrimiento que aún existe en ese lugar.

La puerta de entrada que he escogido para retornar es Angola, porque es allí donde necesito que estén, no solo sirviendo y orando como lo hicieron en estos últimos tiempos, sino para que más consciencias del mundo comprendan lo que allí sucede y lo que significa la vida infrahumana.

Yo les traigo, hijos Míos, la posibilidad y la oportunidad de que, a través de los méritos que alcanzó Mi Hijo, África se vuelva a reconsagrar a Mi Corazón Inmaculado y que lo que no le escucharon a la Señora del Verbo en Ruanda, que fue una advertencia maternal en este ciclo final, lo puedan escuchar en las palabras de la Madre de Dios, para que se puedan cumplir los frutos de su conversión y redención.

Para que todo eso sea posible, hijos Míos, vengo a pedirle al mundo que coloque en su oración ese propósito y su amorosa colaboración, para que los Sagrados Corazones puedan tocar el suelo africano una vez más.

Hoy a Mi derecha y a Mi izquierda, hijos Míos, están las almas inocentes del genocidio de Ruanda. Y quiero, deseo y les pido que, en este momento, en nombre de la humanidad entera, por lo que eso significó y representó para Dios, ofrezcan silenciosamente una penitencia por la reparación de Nuestra Señora de Kibeho.

Los escucho internamente.

Mientras Me hacen esa oferta, hijos Míos, Yo puedo seguir penetrando en los lugares más oscuros del mundo, en donde el sufrimiento aún sigue sucediendo y los corazones no se pueden liberar.

En este momento y en esta hora, en los que su Madre Celeste llega del Cielo como la Señora del Verbo, Nuestra Señora de Kibeho, como la Madre de toda África, es en el que abro aún más Mi Corazón Inmaculado ante el mundo entero y ante todas las almas, para recibir la oferta de reparación y de perdón.

Porque por más que no hayan tenido responsabilidad directa sobre los acontecimientos, la humanidad es única y siempre será única ante los Ojos de Dios. Eso los hará crecer en consciencia y en madurez a fin de que los ultrajes e indiferencias no se repitan.

África aprendió sobre esa lección de vida, pero aún África espera por la llegada de los Mensajeros de Dios, por última vez, como preparación del Retorno de Cristo.

Hoy no estoy solamente con ustedes aquí, sino también en este momento estoy en África derramando sobre esos pueblos el Amor de Dios y la Gracia de la reconciliación y de la cura.

Mi silencio trabaja aún más profundamente en las almas necesitadas. No se olviden que también Soy la Madre del Silencio y que, ante los eventos del mundo en estos tiempos cruciales de la humanidad, Yo regreso aquí para que Mis hijos no se sientan solos ni desamparados, para que sepan que estoy aquí de la misma forma que estuve con Mi Hijo a los pies de la Cruz, hasta el último segundo de Su vida, hasta el último segundo en el que Él expiró, su la última y gran entrega por todo el género humano hasta los tiempos de hoy.

Eso es un gran misterio, el misterio del Amor del Hijo de Dios. Con ese Amor Él Me envía al mundo para anunciar Su petición y el deseo ardiente de la Madre de Dios de regresar a África una vez más, así como Yo fui a Kibeho para llevar consciencia y discernimiento a Mis hijos, para poder salvar a la mayor cantidad de almas posibles, cuya mayoría no fue posible salvar.

Y ese es uno de Mis principales dolores por África, porque no son los pueblos los que se agitan o se enfrentan, son los que están por encima de esos pueblos los que provocan la maldad en el mundo y la desesperanza en muchos corazones.

Pero aunque eso suceda, hijos Míos, la fe de los más inocentes, humildes y simples, nunca se perderá, porque esa fe no solo será una fortaleza para Mis hijos de África, sino también será el puente por el cual Yo descenderé del Cielo para encontrarme con cada una de sus almas.

La tarea realizada a través de esta Obra en Angola fue un primer paso, pero no será el último. Muchos más pasos deberán ser dados y muchos más serán llamados a asumir, en Mi continente amado de África, el alivio del sufrimiento, la cura de la inmoralidad, la esperanza de los que sufren, porque solo el amor puede curar el dolor.

Hoy celebro todo lo que sucedió en Angola a través de esta Obra, porque los verdaderos frutos internos son depositados a los Pies del Creador por la Señora de Kibeho. Y esa oferta, esa profunda ofrenda, fue aceptada por su Padre Celestial, los méritos del esfuerzo, del servicio, de la cura, del amor, de la renuncia, de la fraternidad, de la generosidad, del desapego y, principalmente, de la transmutación.

Por esa razón hoy regreso aquí, para que el mundo sepa y tenga consciencia de cómo, con tan poco, se puede hacer mucho en el mundo; porque las verdaderas herramientas que ustedes necesitan, hijos Míos, son internas, y cuando son bien utilizadas la Providencia Divina llega milagrosamente. Así lo vivió la Sagrada Familia y hoy ustedes lo viven Conmigo.

Por eso, siempre deben agradecer cada día que despiertan, cada día que reposan sobre un lecho limpio y cómodo, cada vez que el agua de las nacientes de la Tierra lava sus cuerpos, cada vez que frente a ustedes hay un alimento para poder nutrir sus células; y principalmente, hijos Míos, tienen que agradecer por el Amor de los Mensajeros Divinos, en este lugar y en todos los corazones que han sido agraciados, bendecidos y colmados por Nuestras Apariciones.

Deseo que lo mismo suceda en África y comience en Angola. Hay mucho por hacer en ese lugar, muchas puertas por abrir en otras partes de África que claman por Mi Presencia y por la Presencia de Mi Hijo. Eso será posible a través de ustedes, hijos Míos, sabiendo que en este tiempo son llamados a vivir el servicio por la humanidad, por el planeta, por el alivio del sufrimiento.

Es tan simple lo que les pido, que se los vuelvo a repetir.

Así como África espera Mi llegada algún día, también Asia espera Mi llegada, al igual que Oceanía. La peregrinación aún está pendiente, aún espera su realización cuando esta pandemia termine. Rezo todos los días por ese fin: por la cura de los que sufren la pandemia y para que esta termine.

En este momento y en esta hora, hijos Míos, dependerá de su respuesta consciente que algún cambio pueda, finalmente, suceder en toda la humanidad y que no vuelvan a la normalidad de los tiempos de la ilusión, sino que ingresen, como en otros tiempos, en el ciclo de la concientización y de la fraternidad.

Les agradezco ahora por su penitencia. También fue acogida por Mi Inmaculado Corazón, así como la de todos los corazones que, en este momento, en diversas partes del mundo, escuchan Mi llamado.

Hoy quiero llevar Mi Paz a África. En este momento no existen distancias en el tiempo ni en el espacio, porque Yo estoy allí con Mis queridos hijos, los que verdaderamente sufren la situación mundial.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En este momento, Nuestra Divina Señora está mostrando un rosario formado por rosas, y Ella nos dice:

 

Estos son los frutos, las oraciones, las súplicas y el amor de Mis hijos de África. Este es el Rosario que hoy llevaré a Dios para que Él lo reciba. Lo pondré en Sus Manos para que Nuestro Padre Celestial, con inmensa alegría, lo coloque sobre Su Cuerpo como símbolo espiritual de la cura del sufrimiento, del amor por sobre todo mal.

En esta noche, hijos Míos, también acojo la consagración de las familias del mundo a Mi Inmaculado Corazón, por medio de la respuesta que fue dada a Mis pedidos. Hoy estoy con cada uno de esos corazones que atendieron a Mi llamado.

Por último, quiero decirles que, así como es importante la peregrinación en África en los próximos tiempos, también es importante para Mí la peregrinación más osada de todas, en Asia y en Oceanía, en la cual hoy incluyo a Filipinas.

Si ustedes Me dan lo más simple y verdadero, Yo también les entregaré lo más simple y verdadero que tengo, que son Mi Presencia y Mi Corazón.

Hoy, la Señora de Kibeho irradia Su Luz y Su Gracia sobre África, consumando esta importante tarea realizada en los últimos meses en Angola y en toda África no solo en el plano material, sino también en el plano espiritual.

Y es así que ofrecemos al Padre los aprendizajes y experiencias vividas durante estos últimos tiempos en Angola.

Aspiramos y afirmamos en este momento, hijos Míos, la continuidad de esa sagrada tarea, para que, a través del amor, curen todo dolor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora se eleva con el rosario en Sus manos. Y en esa elevación y asunción de María, escucharemos, en este momento a Su pedido, la canción “Lady of Kibeho”, como última oferta de nuestros corazones por nuestros hermanos de África.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN MONTEVIDEO, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos Míos:

Convoqué aquí a aquellos que están dispuestos a escuchar Mis Palabras y que, después de escucharlas, seguirán a Mi Inmaculado Corazón hasta el fin de sus vidas y, después de ellas, trabajarán Conmigo por toda la eternidad.

Yo vengo al mundo a advertirle, pero sobre todo vengo a aquellas naciones que deben ser la cuna de una Nueva Raza, de una Nueva Humanidad, porque fueron las naciones que mantuvieron al menos un poco del principio de la pureza.

Mi Inmaculado Corazón llega sobre todo a América, porque la simplicidad y el amor de los corazones que habitan aquí permitirán que la Voluntad de Dios se cumpla.

Esta nación, Mis amados, tiene una tarea primordial con Mi Corazón y, sobre todo, con un Aspecto Divino que representa a Mi Consciencia, que atrae la cura del Universo hacia la Tierra.

Pero antes de ser representantes de esta cura para el mundo, necesitan vivirla.

Aspiro a llegar a sus corazones por medio de Mi Pureza y de Mi Maternidad, mas también de la Verdad de Mi Corazón, porque Mi Corazón es uno con el Corazón de Dios y tiene la tarea de cuidar a cada criatura de este mundo; pues las almas, que hoy habitan en la Tierra, provienen de Mi Vientre materno, almas que debo amparar, pero también corregir, para que caminen en la senda correcta rumbo al Reino Celestial.

La humanidad aún no comprendió la gran misión que este mundo tiene para con el Universo. Muy pocos, hijos Míos, son los que se dispusieron a abrir sus ojos para ver a través del corazón.

Cuán pequeños son sus problemas y sus dificultades ante la grandeza del Plan de Dios.

Pocos comprenden, Mis amados, la grandeza de vencerse a sí mismos, de vencer el orgullo, la falta de fraternidad, de permitirse ser humilde, porque es a través de la humildad que Cristo vive en los corazones.

Hoy, Mi Inmaculado Corazón viene acompañado por el Castísimo Corazón de San José, para que aprendan de Su humildad, de Su simplicidad, y se permitan vivir esos Atributos Divinos que le abrieron las puertas del Cielo al Casto Corazón.

Espero que a partir de esta noche suelten las amarras que los prenden a ustedes mismos, que los prenden a lo que piensan y sienten, y que no les permiten vivir según los Planes de Dios.

Hoy, vengo a mostrarles, hijos Míos, que cuando actúan a través del corazón ya no importa su forma de pensar o de sentir, porque funden sus voluntades con la Voluntad Divina y están dispuestos a cumplir aun lo que no comprenden.

Aquellos que viven la humildad saben que existe una Mente Única, que crea y recrea todo el Universo, a todas las criaturas que habitan en él y que tiene un propósito perfecto para cada una de ellas.

Esa Mente Única debería vivir en la mente de cada ser humano, para que sus pensamientos fueran uno con el Pensamiento de Dios.

Mis amados, sus pequeñas consciencias son semejantes a la Consciencia del Creador, porque pueden amar como Su Hijo y pueden crear como Sus ángeles. De esa forma, son parte viva de Su Divina Consciencia; sin embargo, aún desconocen esa verdad, ignoran su poder creador o la perfección con la que este don les fue dado a las consciencias de este mundo.

Muchos creen que el don de crear les fue entregado solo para que manifestaran destrezas materiales, pero sus destrezas llevaron al mundo a ser como él es, llevaron a la consciencia de la humanidad a agonizar espiritualmente, sin percibir ni sentir la agonía de sus espíritus.

Ignoran, Mis amados, su capacidad de amar, y hasta el poder del amor que vive en sus corazones también ganó un tono de propiedad, porque solo aman aquello de lo que pueden apoderarse. Aún no aprendieron a amar sin recibir nada a cambio, a amar en silencio, a amar al Creador y en Él a todas las cosas.

Digo esto, hijos Míos, no solamente a los que habitan en esta nación, sino a todos los que Me escuchan en los cuatro puntos del mundo.

Pero vengo especialmente a este lugar, a esta ciudad, porque esta nación guarda uno de los principales Reinos Celestiales que se expresan en la Tierra, en el interior de este planeta, para irradiar a toda la consciencia planetaria, y todos los lugares de esta nación de Uruguay deben corresponder a tamaña riqueza que habita en su interior.

Les pedí que existieran grupos de oración en todos los departamentos, porque Uruguay necesita encenderse como nación, porque los Espejos de Luz de Mi Reino en esta Tierra deben estar representados por los corazones orantes; para así, desde este lugar, expulsar el mal que oprime al mundo.

Necesito de soldados, de compañeros de Cristo, de hijos predilectos de Mi Inmaculado Corazón, de servidores que se donen junto al Casto Corazón de San José que manifiesten el Plan de Dios, que entreguen hasta la última gota de sudor que corre por sus rostros, para que así se cumpla la Voluntad de Dios.

Quiero hacer de esta nación una gran puerta de liberación para el mundo. Por eso, necesito encontrarlos despiertos, conscientes y más adheridos al Plan de Dios, olvidados de sí mismos y unidos como un solo corazón, independientemente de las diferencias que existen entre cada uno.

Uní en Mi altar a aquellas consciencias que, a pesar de ser tan diferentes, deben llevar adelante Mi Plan de Amor en esta nación, porque es así como el Señor les da la oportunidad de redención a sus almas con este gran servicio de conversión y de liberación para el mundo.

Mis amados, aquellos que Me escuchan no deben ser un motivo de estancamiento para este país. Por eso, olvídense de sí mismos y vayan a servir, a cumplir los 33 Principios que les entregué para consagrar esta nación, no solamente a Mi Inmaculado Corazón, sino también al Castísimo Corazón de San José y al Sagrado Corazón de Jesús.

Esta nación necesita estar libre de impedimentos. Sus corazones necesitan estar libres del poder, de la disputa, de la competencia, de la competitividad, porque de esta forma podrán estar puros para que fluya, a través de sus consciencias, el Poder de Dios y no el poder propio.

Alegren sus almas mientras Me escuchan, porque estoy retirando a cada uno de ustedes del abismo de la ignorancia y les estoy mostrando un nuevo horizonte, un Propósito superior para sus vidas.

Es por eso, Mis amados, que bendeciré esta imagen, que ya está consagrada a Mi Corazón, para que así abra la puerta de cada hogar de esta nación, de aquellos hogares que quieran escucharme, que quieran orar Conmigo, encendiendo el Reino de Aurora para que la cura se expanda por el planeta, comenzando en cada uno de ustedes hasta llegar al mundo entero.

Aspiro a que esta imagen sea una representación viva de la consagración de Uruguay a Mi Inmaculado Corazón, que a partir de ella, de su ingreso en sus casas, en sus grupos de oración, se reúnan en fraternidad, se reconcilien, disipen de sus corazones toda arrogancia por la unión que Yo les traigo a sus vidas.

Que, a partir del momento en el que Yo ingrese en sus casas, sus corazones se conviertan en corazones misioneros que sirvan y amen el Plan de Dios, que en verdad es un Plan no solo para este mundo, es un Plan que abarca todo el cosmos y que incluye a cada criatura.

Hoy, les pediré, Mis amados, que clamen por una intercesión espiritual para que la Voluntad de Dios, expresada en el Casto Corazón de San José, pueda ser una realidad en sus vidas, que puedan servir junto al Casto Corazón, y así generar méritos para que el Reino de Aurora siga siendo una expresión viva en la superficie de la Tierra.

Les pediré que, en el silencio de sus corazones, le clamen a Emmanuel para que interceda por esta nación, para que abra sus ojos, para que despierte sus consciencias a un nuevo ciclo, marcado por la transformación, por la fraternidad, por la unidad y por la humildad que el Casto Corazón le entrega al mundo.

Le pediré a una hija Mía que cante Conmigo y que le exprese al mundo Mi Voz y la glorificación que el Creador realiza por el surgimiento de la Nueva Humanidad, sobre todo por el despertar espiritual de Uruguay.

Mientras Me escuchan, unidos a la voz de esta hija Mía, oren y pídanle a Dios una intercesión espiritual. Después de esto, les diré internamente lo que más quiero de cada uno de ustedes.

Que vengan hasta aquí aquellos que se consagrarán como Hijos de María y, de rodillas ante Mí, ofrezcan su consagración por esta Mi amada nación de Uruguay, por todos los que aquí nacieron y que necesitan despertar al Plan de Dios.

Lo que más quiero es que comprendan que Yo los amo y que aspiro a que puedan conocer sus esencias, sus espíritus, sus corazones, que puedan expresar la belleza que existe dentro de cada uno y ya no alimenten las ilusiones; porque de nada valdrá, hijos Míos, que no vivan la verdad, si Dios, que es la propia Verdad, está delante de sus ojos.

Ahora, les pediré que, uno a uno, los que se consagrarán a Mi Inmaculado Corazón y también los que llamé en este altar, representen el espíritu de la fraternidad por medio de la unidad Conmigo y sean misioneros Míos en esta tierra, en esta nación y en este planeta.

Los consagro y los envío en una misión de conversión, primero la propia, después la de Uruguay.

Que esta consagración de Hijos de María represente el sí de esta nación al Inmaculado Corazón.

Que vengan aquí Mis amados hijos, de los diferentes grupos de oración, que vinieron a este lugar respondiendo a Mi llamado, con la esperanza de que, en esta noche, Mi Plan se cumpliera.

Yo los amo, hijos Míos, y les agradeceré siempre cada esfuerzo que hagan; pero, como buena Madre, siempre los llamaré a entregar más, para que superen los límites que ustedes mismos colocaron en sus consciencias, para que descubran la verdad y el amor infinito que habita dentro de sus seres.

Canten todos juntos, como Hijos de María, mientras Mi Corazón se expande a través de sus corazones por toda esta nación, disipando el mal e impulsándolos a dar el primer paso en la liberación de su propia consciencia y en la consagración de Uruguay al Inmaculado Corazón. Yo los esperaré prontos y respondiendo a Mi llamado. Que los Principios de la Virgen de los Treinta y Tres pronto sean una realidad que permita la redención del Uruguay.

Por la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en esta imagen les dejo Mi Amor y aspiro a estar sobre sus almas para conducirlos siempre hacia el verdadero despertar.

En esta noche, Me coloco sobre ustedes y también dejo Mi Corazón en esta imagen, porque cuanto más lo necesiten, Mis amados, más Gracias derramaré sobre cada uno de Mis Hijos.

Sigan cantando; porque, a pesar de que Me despediré de todos, Mi Corazón Inmaculado permanecerá presente, irradiando y despertando a cada consciencia.

Les agradezco.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN, EN BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora está pidiendo que mantengamos nuestras velas bien posicionadas, a la altura del corazón, para que Ella pueda hacer una tarea con todas las almas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, después de tantas bendiciones, Yo los reúno a todos en Mi Corazón, los invito a caminar firmes junto a Cristo, Nuestro Señor.

Y en esta noche especial, en la que Mi Corazón se encuentra con sus corazones, he venido a este lugar, tan sagrado para Mí, a bendecir la santa imagen de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. De esa forma, también bendeciré a todos los nuevos Hijos de María, que abrirán las puertas para que muchos hijos más se consagren a Mi Corazón Inmaculado.

Recojo sus ofertas, dentro de Mi Corazón. Eleven sus súplicas e intenciones, Mis brazos están abiertos, Mis manos se extienden hacia ustedes para recoger sus peticiones.

Por último, les pido, queridos hijos, que vayan afuera para que Yo los consagre, en profunda adoración y peregrinación.

Canten: “Ave, Ave, Ave María”.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Los Hijos de María que se van a consagrar, por favor, que se acerquen hasta aquí.

 

Oración: Ave María (en portugués).

Canción: Ave María (en latín).

 

A continuación ambos videntes reciben Mensajes extraordinarios de la Virgen María.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta noche de Gracias, Yo los bendigo.

Los universos se congregan para esta consagración y los soles despiertan a su nueva misión. Ellos se preparan para ser apóstoles de Mi Hijo y llevar adelante las antorchas de la paz.

Todos ellos son los Hijos de María, dignos hijos de Dios que son congregados en estos tiempos para responder al Plan Mayor; por eso, las bendiciones son tan infinitas cuando los corazones se abren para recibirlas.

En este sagrado lugar, Yo instituyo la devoción a Mi Inmaculado Corazón. De la misma forma que Yo lo hice en la Sagrada Casa de la Madre Paulista, lo haré en San Carlos, en una próxima oportunidad.

Y una sagrada triangulación, a través de la Divina Trinidad, se establecerá en el Brasil y se extenderá al mundo entero; al igual que todos los Centros Marianos del mundo que, a lo largo de los tiempos y de los siglos, con fe, amor y devoción, siguen respondiendo a Mi llamado predilecto.

Queridos Hijos de María, siervos de Mi Inmaculado Corazón, a partir de este momento Yo los invito a dar un ejemplo vivo de servicio, de caridad, de entrega y de sacrificio por el bien y la paz de esta humanidad.

Recuerden que llevan sobre sus cuerpos Mi Manto de Luz; porque, desde el principio, Dios Me ha enseñado a vivir las cosas simples y puras. Por eso, lleven estampada, en sus corazones, la Sagrada Estrella que proviene del Universo Sideral.

Abran sus brazos y manos para que el Espíritu Santo ingrese en sus corazones y el Todopoderoso habite en ustedes para siempre.

Sean un ejemplo de humildad y de reverencia, de obediencia y de servicio, de simplicidad, de unidad y de fraternidad. De esta forma, a través de sus sanos ejemplos, Me ayudarán a cumplir Mi Proyecto corredentor.

Como Yo lo pedí en Ruanda, lo anuncié en Medjugorje y lo declaré en Fátima, en este siglo que está tan difícil, Yo les pido, queridos hijos, que solo sirvan por amor, no sirvan por obligación, ustedes son libres desde sus nacimientos.

Yo seguiré rezando por ustedes, día y noche, por sus familias y seres queridos, para que también despierten a Mi llamado por la paz.

Hoy, Mi Corazón Inmaculado se glorifica en este lugar y los destellos de Mi Divina Misericordia se expanden por esta ciudad, redimiéndola y bendiciéndola por el bien de toda la humanidad y de este planeta.

Los bendigo, los amo y los curo con Mi Luz inmaculada.

Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Y mientras Yo Me elevo en este momento, junto a los Ángeles y Arcángeles, elevando sus súplicas e intenciones; hoy, Mi Corazón Inmaculado, en espíritu de omnipresencia y de verdad, ha visitado todos los hogares del mundo que oraron Conmigo en esta Vigilia de Oración.

Canten, con alegría y con regocijo, la esperanza existe.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a cantar todos “Inmaculado Corazón de María”.

 

Bien, después de todas estas bendiciones, que se comenzaron a sentir desde el momento de la oración, percibimos que hoy sería un día especial porque aquí había una unidad muy importante entre las almas.

Vamos a compartir, ahora, los Mensajes que transmitió Nuestra Señora; que hacía tiempo que no nos entregaba un Mensaje escrito en una Vigilia.

Vamos a comenzar con el Mensaje transmitido a Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús.

 

 

Hermana Lucía de Jesús:

Antes de leer el Mensaje, vamos a hacer un pequeño relato de un momento de la Aparición.

Cuando María apareció, cuando llegó hasta aquí, todos percibieron que fue de una forma un poco sorprendente.

Ella estaba vestida de una forma diferente, como antes no habíamos visto. Ella tenía un velo de color blanco, casi transparente, que llegaba hasta Sus pies, y este velo tenía un bordado que era como una flor que venía subiendo desde los pies hasta la cabeza. Era una planta que tenía algunas flores de color rosa.

María también tenía una túnica de color blanco hasta los pies y mostraba Sus cabellos, que eran ondulados, cayendo por encima de los hombros.

Y, en un momento, Ella abrió el Manto y, dentro del Manto, nos mostraba todos los Reinos de la Naturaleza. Entonces, Ella comenzó a transmitir Su Mensaje.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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