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40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Que el silencio, en esta Cuaresma, te permita no solo reflexionar y meditar sobre tu actual situación interior, sino que también puedas apreciar sin culpa, a través del silencio, la realidad que está dentro de ti y a tu alrededor.
Pero, antes de todo, observa los acontecimientos con ojos de compasión y no con ojos de crítica; porque, así como llegó Mi hora durante la Agonía en el Huerto Getsemaní, así también llegará tu hora y será el momento de tomar una decisión que repercutirá en toda tu vida.
Esta Cuaresma no es solamente la puerta de entrada a la contemplación de Mi Dolorosa Pasión, sino también es el anuncio de que el tiempo termina y es necesario tener una actitud evolutiva y fraterna, una actitud capaz de poder hacer algo por el que sufre, cueste lo que cueste. Es la oportunidad de volver a amar".
Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con campanadas de alegría, he sido recibido en Europa, pues ha llegado el tiempo de volver a congregar a Mis discípulos. Aquellos que estuvieron Conmigo en el pasado, que formaron parte de Mi trayectoria en la Tierra, que vivieron Mi Palabra, que practicaron Mis Mandamientos, que entregaron sus vidas al servicio de los demás.
Vengo, hoy aquí, a Europa y al mundo entero, para que cada consciencia mire hacia su interior y, a través de su interior y no de su mente, pueda sentir y comprender cómo en verdad está este mundo, un planeta en caos, en confusión y sufrimiento.
Pero no vengo aquí para volverles a repetir todas estas cosas, porque sé que ya las saben. Lo que deben saber, compañeros, es que es el tiempo de buscar una solución.
No será una solución externa, sino una solución interna, una convicción profunda y verdadera de que deben estar definitivamente unidos a Dios.
Así, permitirán que Mi Sacerdocio sideral se realice en este planeta a través de todos los que Me sirven en este linaje, en este oficio, en esta sagrada tarea.
Yo necesito que miren hacia su interior, no para ver la imperfección de las cosas, sino para reconocer la Gracia de Dios, la Gracia que los guía y que los sostiene hasta los tiempos actuales.
De esa forma, toda adversidad, que está a su alrededor, pasará a ser pequeña; porque un verdadero discípulo se forja a través de los desafíos, de las metas, del cumplimiento del sagrado Propósito.
Yo necesito que Europa despierte del sueño de su comodidad y que viva la acción inmediata de estos tiempos, el servicio que abarcará y suplirá las necesidades de las naciones, especialmente de las naciones más pobres como son las de África.
De esa forma, con su disposición y entrega, con su donación verdadera, impulsarán a otras almas a que también hagan el mismo ejercicio, para que esta deuda que tiene Europa, especialmente con Sudamérica, se pueda saldar de una vez y para siempre; y ya no existan secuelas, heridas o marcas, que recuerden a sus hermanos todo lo que ustedes hicieron en otros tiempos.
Por medio del Santuario del Reino de Lys, Yo vengo a concederles la oportunidad del perdón para que alcancen la oportunidad de la redención.
Por eso, con valentía y determinación, prepárense. La emergencia solo tenderá a aumentar, la demanda solo tenderá a crecer. Es el tiempo de forjar al verdadero discípulo, al alma donada que se sacrificará por Mí. De esa forma, Yo no tendré impedimentos para poder interceder por ustedes y por sus naciones.
Desde el corazón de Europa deberá surgir el cambio de la consciencia; de una consciencia abnegada, incondicional, disponible, madura, sabia y entregada; de una consciencia que pueda forjar la caridad, el bien, la paz, la fraternidad y la cooperación; y no el sometimiento de los países más pobres.
Todos son responsables de lo hoy sucede en el mundo, cada uno en su grado, cada uno en su escuela. Pero el destino es uno solo, el camino es uno solo, la verdad es un sola y es la que hoy Yo les traigo para abrirles sus ojos, los ojos de la consciencia, para que su corazón sienta todo lo que les digo. De esa forma, Yo podré depositar Mis Planes en ustedes, en confianza y fidelidad, en prontitud y respuesta, algo que deberá nacer de ustedes mismos para que la Jerarquía pueda intervenir y ayudar.
A través de Mis Manos ilumino los Planes de Mi Padre y se los presento a toda Europa y al mundo entero.
Hemos escogido retornar aquí, aunque en otros lugares del mundo existan mayores necesidades, porque si el cambio no se da desde la raíz de la consciencia en este lugar, no habrá cambio en el resto de la humanidad. Con esto podrán comprender, compañeros, en dónde todo comenzó, en dónde el desvío se originó.
Por medio del Amor, vengo a depositar Mi Luz y Mi Sabiduría, para que los Nuevos Cristos despierten y se dispongan a servir.
La unidad entre los grupos orantes y peregrinos de Europa será siempre muy importante. Ahora, que las consecuencias y el caos los han separado a los unos de los otros, deben estar más unidos que nunca; pero unidos de corazón, de verdad, con un sentimiento profundo de hermandad y de fraternidad para con sus semejantes. Así, mantendrán las puertas abiertas hacia Mi Misericordia y Europa no será tan golpeada por todo lo que no ha hecho bien.
Saben, compañeros, que la puerta de la Justicia Divina se está abriendo. Quiero, a través de sus sacrificios, entregas y renuncias, sostener esa puerta para que no se pueda abrir y así, el afluente de la Misericordia de Mi Corazón pueda derramarse sobre Europa y el mundo entero, como lo fue una vez en Polonia cuando le revelé al mundo Mi Divina e Insondable Misericordia.
Quiero que sus almas sean víctimas de Mi Amor. Quiero que sus almas justifiquen los errores que comete el mundo, día a día; porque la balanza de este planeta está desajustada, descompensada y desequilibrada.
Ustedes deben ser piezas preciosas en Mis Manos, deben ser instrumentos por medio de los cuales Yo pueda impulsar la paz y la concreción del Plan. De esa forma, compañeros, muchos, pero muchos, dejarán de sufrir y de padecer.
Que sus naciones europeas sean abrigo y acogimiento para los refugiados, porque Yo Soy quien está golpeando la puerta de sus naciones, de sus gobiernos y de sus hogares, para que Me puedan recibir.
Muchas veces, he caminado por los suelos de este continente, Europa. Muchas veces, fui rechazado en el niño, en la madre que sufre, en el anciano enfermo, en los que no son aceptados por ser extranjeros.
Ahora, que tienen mayor consciencia, a través del impulso de Mi Amor, Yo los invito a renovarse con valentía y no con culpa. Los invito a que sientan la alegría de poder hacer las cosas correctas y dejar de hacer las cosas incorrectas; lo que no pertenece a la Ley ni al Plan, lo que no pertenece a la hermandad ni a la fraternidad.
Que sus corazones se sensibilicen, que sus mentes se calmen, que sus espíritus se abran para ser depositarios de Mis Proyectos para este ciclo tan importante en Europa.
De esa forma, muchos centros internos beneficiarán a la consciencia de este continente y del mundo entero, porque con la consecuencia de Mis discípulos la intervención será más profunda e inmediata.
Vengo a traerles un Mensaje de conscientización y no un Mensaje de castigo. Vengo a hablarles a tiempo, antes de que el tiempo termine. La Hermandad de esta región del planeta aguarda por su sí.
Por eso, es importante que cambien las formas y hasta los procedimientos. Seguir y acompañar a la Jerarquía no es solo estar unido a Ella. Seguir y acompañar a la Jerarquía es vivir a la Jerarquía, es responderle, es obrar.
He traído aquí, a Europa, a una parte del grupo de la Orden Gracia Misericordia que estaba en Sudamérica para que se sientan apoyados; para que sepan que Nuestros Sagrados Corazones, con predilección, estarán en el Reino de Fátima y, estando en el Reino de Fátima, estarán con toda Europa, acompañando a todas las necesidades, situaciones, intenciones y súplicas, hasta en el Lejano Oriente.
Por eso, tienen que preparase para el último ciclo del fin de los tiempos; este es el momento y esta es la hora.
Yo les abro la puerta de Mi Corazón para que puedan entrar al Templo de Mi Espíritu y comulgar de la Fuente de Mi Sabiduría y Amor.
Yo vengo a hacerlos valientes. Yo vengo a impulsarlos a vivir el fuego de la determinación, para que lo que se debe construir se pueda construir de una vez y para siempre.
Vengo a traerle a Europa Mi bendición, porque Mi Corazón ama a este continente, que tiene raíces y tradiciones tan preciosas que se fueron perdiendo por la modernidad.
El europeo es un pueblo trabajador, y eso lo ha compartido y transmitido a sus descendientes, a muchos de sus descendientes que están en Sudamérica y en otras partes del mundo. Que ese espíritu obrero pueda seguir impulsando la concreción del Plan.
Por eso, Yo vengo a dejarles este Mensaje para esta nueva Maratón, para que sepan que Yo estoy aquí, bajo el Espíritu incondicional de Mi Padre, que es su Padre, Nuestro Padre que está en los Cielos.
Llego a este Santuario interior para celebrar esta Comunión renovadora, esta Comunión en la que ustedes podrán confirmar los votos para que se realice Mi Plan de Amor y de Redención.
Celebren este momento por aquellos que no pueden celebrarlo. Alaben este momento por aquellos que no pueden alabarlo por estar en el silencio del sometimiento y de la esclavitud, del exilio y de la guerra, de la aniquilación y del caos.
Reconozcan que no están solos y que, así como Mi Mano se extiende hacia ustedes, Mi Corazón se expande al mundo para que todos puedan estar bajo los Rayos de Mi Paz.
Ofrezcan esta Maratón de la Divina Misericordia por todos los Planes de su Maestro y Señor para Europa, África y Medio Oriente.
Sí o sí, ahora la Obra deberá expandirse, no solo la Obra de Mi Misericordia, sino la Obra de las misiones humanitarias, porque Mi Amor deberá seguir aliviando el sufrimiento de los inocentes.
Les doy Mi Paz y les pido que vayan en Mi Paz, confiando que un nuevo tiempo llegará. Este es el tiempo venidero del Reino de los Cielos, de la Nueva Humanidad, de los mil años de paz.
Los bendigo, bajo Mi Sacerdocio espiritual, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vuelvo a un mundo en donde aún se vive la violencia, la esclavitud y la aniquilación.
Hoy transmito este mensaje desde un lugar en donde el pensamiento puede ser elevado a través de la devoción, de la más profunda y verdadera oración.
Hoy transmito este Mensaje desde los Pirineos franceses, en donde su Señor ahora se encuentra intentando ayudar a Francia en su proceso de purificación y de caos.
Así también, internamente, ayudo a las demás naciones europeas que, recién en estos tiempos, están viviendo y padeciendo lo que una vez hicieron en otros tiempos. Esto no es un castigo. La violencia, la esclavitud y la aniquilación es un acto del propio ser humano.
Dios pensó para el hombre de la superficie de la Tierra muy buenas obras, solo que pocos consiguieron seguirlas y cumplirlas.
La aspiración de los Cielos es que vivan en paz, es que practiquen el bien, es que difundan la Misericordia y la fraternidad.
Estamos en un tiempo en donde cosas inimaginables están sucediendo en el mundo y, a medida que la pandemia avanza, la humanidad es colocada, día a día, ante el portal de la definición, no solo de una definición interior, sino también de una definición externa, de estar o no adherida al Plan de Dios y, sobre todo, al momento del Retorno de su Maestro y Señor, porque ese momento se está aproximando.
A medida que el fin de los tiempos se desencadena, también se aproxima la Consciencia de Su Maestro y Señor, Su Consciencia Solar.
Muchos abrirán los ojos cuando todo ya esté concluido. Muchos se darán cuenta de la esencia de este Mensaje y de los demás Mensajes cuando todo ya esté concluido. Y de la noche a la mañana verán venir al Hijo de Dios con Su verdadera Faz, con Su Faz Glorificada, Divina y Cósmica.
Por eso, todo lo que viven en estos tiempos no es solo una definición, sino también un fortalecimiento de su fe y de su confianza en el Padre Eterno.
Porque ahora les puedo decir, compañeros, que no existe otro lugar hacia donde puedan mirar. Solo pueden mirar hacia Dios y suplicarle. Suplicarle por esta humanidad, suplicarle por este planeta, suplicarle por los que se están perdiendo, por los que no creen, por los que sufren, por los que viven la violencia, la esclavitud y la aniquilación en el mundo entero.
El mes pasado Yo les hablé sobre los refugiados, es algo que no pueden olvidar.
La humanidad debe ser consciente de que tiene que ayudarse mutuamente, porque mientras eso no suceda, no exista movimiento interior de parte de cada uno de ustedes por servir al otro, al semejante, muchas situaciones no podrán ser evitadas, porque la balanza de la humanidad está muy descompensada. Su desequilibrio cada vez es mayor, porque mayores son los errores, las faltas y las omisiones, y menores son las Gracias y las Misericordias que pueden recibir en este momento.
Mi Corazón es el Portal para que ustedes puedan llegar a la Fuente de Dios.
Francia debe resignarse y pedir perdón por todo lo que hizo en otros tiempos, así como las demás naciones europeas. Porque aún, después de 500 años, se siguen viviendo las mismas consecuencias, pero con otros rostros, con otros movimientos que no son justos ni evolutivos.
Para que la sangre ya no corra por las ciudades del mundo deben redimirse, deben buscar el arrepentimiento verdadero para poder encontrar la paz y el restablecimiento del equilibrio de la humanidad.
Cada nación del mundo sabe lo que debe mejorar y, nuevamente, son los pueblos los que pagan las consecuencias de los que deciden su futuro. Eso no es gobierno espiritual ni tampoco gobierno material. No hablamos de Justicia ni tampoco de Misericordia.
Pero ustedes, compañeros, no pueden entrar en esa dimensión de conflicto, de ira ni tampoco de insatisfacción. Porque el destino de la humanidad está marcando muchos más acontecimientos. La humanidad quiere forzar el ser normal, vivir una vida común sin responsabilidades ni compromisos.
La espiritualidad nunca estará lejos de la verdad, porque la verdad es espiritualidad. Y cuando los seres humanos comprendan que deben volverse hacia la vida del espíritu, ayudarán a su vida superior y entrarán en el gran circuito de la vida cósmica, en donde las Leyes, los Atributos y las corrientes del universo esperan para poder auxiliarlos.
Pero, si esa resignación de corazón y de alma no existe, ¿cómo llegará la ayuda?, ¿cómo se dejará de derramar sangre, de esclavizar personas, de traficar niños, de vivir la injusticia social entre los pueblos y entre las naciones?
Sus corazones solo deben estar unidos al Mío, en este momento, para sobrevivir. No pueden quedar angustiados, perturbados ni desesperados por lo que sucederá. Es momento, compañeros, de que Mis Palabras se hagan carne en ustedes y las puedan vivir, porque es allí, es en Mi Palabra en donde encontrarán la fuerza para la superación de estos tiempos críticos.
Aunque el panorama de la humanidad sea hostil, las puertas de transmutación del universo están abiertas para ayudarlos.
Las almas temen en este momento transitar por sus desiertos, vivir el vacío de sí, y más temen no ser nada.
Pero lo que Yo les prometí, hace más de 2 000 años, es Mi Amor, y para estar en Mi Amor y vivir en Mi Amor tienen que estar vacíos.
Tienen que alcanzar no ser nada ni querer nada, porque será la única forma, compañeros, que los Arcángeles, en los mayores tiempos de tribulación, los reconocerán como instrumentos y no como voluntades propias.
Y si son instrumentos vacíos, serán depositarios de la Fuente Suprema, y Yo como su Comandante y Señor podré servirme de sus consciencias, para llevar el alivio al mundo, para propagar la paz, aunque se purifiquen y se transformen.
No tienen que temer cruzar los desiertos que Yo les ofrezco, ciertos grupos de almas están destinados a vivir y a transitar ese camino por toda la humanidad.
Es la única forma, compañeros, que Yo encuentro de justificar los errores y las omisiones que muchos compañeros de ustedes Me han hecho en estos últimos meses, dándole las espaldas a Mi Plan sin siquiera conocerlo en profundidad.
Soy el gran Intercesor entre las almas y Dios, pero también aún soy un ser en evolución y ustedes deben superarme, deben representarme, deben ser definitivamente una parte de Mí, de Mi Consciencia Mística.
Seguir Mis Pasos significa, en estos tiempos, determinación, disciplina, transparencia, obediencia y solidaridad. Será la única forma que encontraré, a través de los instrumentos de Dios, de Mis compañeros, de poder ayudar al mundo en este momento crucial. Porque Mi Sangre derramada no puede perder el precio que ella tiene, al haber sido depositada sobre el suelo de este planeta.
La sangre de los inocentes y de los mártires no puede seguir siendo derramada, porque la humanidad ingresará cada día más en lo que es incierto y hostil, la diversidad de puertas inciertas que abre la humanidad en este tiempo son muchísimas. Si por un momento piensan en cuántos seres humanos viven en este mundo, podrán percibir cuántas puertas se abren en cuestión de segundos, día a día.
¿Quién transmuta esa situación? ¿Se lo preguntaron?
El planeta debe ser su verdadera casa sagrada, no solo su casa común, sino su casa sagrada.
El ser humano pierde la sensibilidad por los Reinos de la Naturaleza, por el amanecer, hasta por el ruido del mar, porque es hipnotizado por las tecnologías, por lo artificial.
La robótica científica de estos tiempos está llevando al hombre de superficie a ser manejado por las máquinas, y no él manejar a las máquinas.
Tienen que saber discernir, tienen que saber pensar, para poder tener sabiduría en estos tiempos y no ser confundidos ni engañados.
Deben ser propagadores de la paz, de la Misericordia y sobre todo de la simplicidad, porque en la simplicidad no perderán a Dios ni tampoco la conexión con la Fuente Divina, que es lo que pierde la humanidad, día a día, por sumergirse en la conquista tecnológica y en una conquista del universo que es irreal.
¿Y aún quieren llegar a otros planetas? ¿Para hacer qué? ¿Lo mismo que hicieron con este mundo y esta Creación que Dios les dio?
Pero el verdadero tiempo ya está descendiendo, el Tiempo Real se está uniendo a su tiempo cronológico y, a medida que pasen los próximos meses, los próximos años, los que aún no han creído nada, verán. ¿Y qué harán cuando vean y sientan?
El Amor es lo que les dará la fuerza para comprender todo lo que verán que vendrá del universo e ingresará al planeta. Las puertas del misterio se abrirán para que todos puedan reconocer el conocimiento y lo que, a pesar de todo, estará llegando como dádiva en estos tiempos críticos para toda la humanidad.
Estoy en oración, en los Pirineos franceses, para ayudar a la consciencia de esa nación que aún no ha comprendido su camino de redención y de penitencia.
Yo les vengo a dar fuerza interior para que puedan sostener estos tiempos, para que Mis discípulos, apóstoles y servidores puedan sostener estos tiempos.
No impediré la partida de quien no quiera estar a Mi lado. El Amor Crístico no retiene ni controla. El Amor Crístico trasciende, eleva, transmuta y libera a los que son justos y verdaderos ante Mi Corazón.
Por eso, no tomen decisiones precipitadas. No dejen que sus impulsos humanos los engañen. Sean inteligentes y no se dejen arrastrar por los que no Me quieren seguir y juzgan Mis Obras, porque Yo también volveré por ellos para separar la paja del trigo. Y eso no será simbólico, será en el momento en el que grandes Consciencias del universo aparecerán para reconstruir a la humanidad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Compañeros:
Siento una alegría inmensa e inexplicable para ustedes, al poder retornar a una de Mis casas predilectas y Núcleo de Servicio por la humanidad.
Después de una larga caminata, su Maestro y Señor llega al corazón de cada uno de los presentes para que, en adoración y en silencio, Él pueda reposar junto a Sus discípulos y orantes peregrinos.
Este es un momento especial porque, a partir de hoy, los Núcleos-Luz se prepararán, después de tantos años, para algún día convertirse en Centros de acogimiento y de soporte humanitario en el tiempo actual de transición.
En los Núcleos-Luz existe el arquetipo principal de los atributos de las Comunidades-Luz, ellos son los brazos y las manos extendidas al mundo que pueden acoger, recibir y aliviar a los que sufren. Todo esto es un tesoro de la Jerarquía Espiritual, porque los Núcleos-Luz son espacios dedicados a ayudar a las almas a dar los primeros pasos en la fraternidad, en el bien y, sobre todo, en el amor.
Si los Núcleos-Luz no existieran como sustentadores y pilares fundamentales de la Obra de la Jerarquía, hoy no sería posible llevar el servicio humanitario y fraterno al mundo, porque los Núcleos-Luz no solo son espacios para reconectarse con el sentido del mundo interior, sino que ellos representan la experiencia y la síntesis de las Comunidades-Luz.
En síntesis, los Núcleos son frutos del árbol sagrado, de un árbol que a través de las almas y de los servidores deberá seguir sembrando el perdón y la redención en los corazones espiritualmente más necesitados.
Desde siempre estoy agradecido por el eterno y amoroso servicio de las almas de este y de todos los Núcleos-Luz. Estoy agradecido por los que en la fe aún sostienen la antorcha de su Señor sobre la superficie de la Tierra.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Despierta en tu interior el mandala de luz y de amor y deja que, por medio de la oración, él manifieste su forma perfecta y armoniosa.
Deja que tu mandala interior, expresado por la luz del alma, manifieste en su perfecto diseño la nota que lo caracteriza y la representación de su relación espiritual con el Universo.
Deja que, finalmente, tu mandala interior aporte a la humanidad de hoy todo el amor, la devoción y la reverencia que ella necesita para que se vuelva a unir a Dios y, así, pueda entrar en contacto interno con las Leyes Superiores.
Deja que la luz y el amor de tu mandala interior sea construído por la oración fervorosa y sincera de tu alma, así como por la donación incansable de tu ser al servicio del Plan Mayor.
Deja que tu mandala interior te revele el don y el talento de poder servir a Dios dentro del Universo del vasto propósito, y que así te puedas unir a los mandalas internos de tus hermanos para formar el gran mandala de la hermandad y del bien; atributos que, en solidaridad y en fraternidad, podrás entregar para el descenso del Mandala Mayor de Dios, el que te hará ingresar en Su Reino y Eternidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Oración del alma sacrificada
Si mi vida, Señor, fuera servirte para siempre,
sin nada recibir a cambio,
que se cumpla Tu Voluntad, Jesús,
porque el mayor tesoro que tengo es poder encontrarte
en el servicio incondicional a mis queridos hermanos.
Señor, no permitas que quede ciego por mis propias miserias.
Ayúdame, Jesús, a salir de mí todos los días,
para que pueda descubrir y comprobar
que en el sacrificio y en la donación constante de mi vida
está el camino victorioso a la rendición.
Jesús, Tú eres el Sol de nuestras vidas.
Encandila el mundo con los rayos de Tu Misericordia
y así me daré cuenta de que todo lo que Tú hiciste por nosotros
es más grande e inmenso que todas las renuncias
que debo superar y atravesar, día a día;
porque en lo profundo de cada aprendizaje, mi Jesús,
está Tu silenciosa Voluntad,
que solo aspira a hacer de mi persona
una consciencia bondadosa, amorosa, servicial y buena.
Por eso, Te pido, mi Señor, que no me hagas perder
la riqueza espiritual de cada sacrificio y de cada prueba.
Que tenga la gracia de poder imitarte
en el amor compasivo y en la Misericordia,
porque Tú eres el Señor, sin hora, sin reglas ni condiciones.
Tú, mi Jesús, lo eres todo por nosotros
y aspiro, algún día, a poder ser lo mismo por los demás.
Que el camino de la fraternidad
me enseñe a desprenderme de mí mismo
y que, ante cada nuevo desafío, encuentre
el poder humilde que proviene de Ti para
romper las cadenas de la indiferencia y de la mediocridad.
Señor, te pido y te ruego:
solo vive en mí.
Amén.
¡Les agradezco por guardar esta oración en sus corazones!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Por la Misericordia infinita de Mi Corazón desciendo a los lugares más inferiores de la Tierra para traer al mundo la Luz de Dios, aquella Luz Divina que redimirá a todas las consciencias y a todos los espacios, la Luz poderosa de Dios que redimirá todos los tiempos y todas las épocas, todos los hechos y todos los acontecimientos para que el hombre de superficie tenga una nueva oportunidad y la sepa aprovechar.
Por eso, su Señor y Redentor visita a las naciones más complejas de la Tierra, a las que aparentemente nada les sucede, pero que en los planos internos sufren demasiado la consecuencia de sus actos y errores. Errores que aún no fueron perdonados, actos que aún no fueron redimidos y que recién en este tiempo actual y dentro de este tiempo final comenzarán a ser liberados por la oración de los que claman a Dios, por los que construyen hacia el Cielo las Iglesias inmateriales a través de su profesión de fe y de su oración diaria, de su mantralización con lo Alto, con el infinito, con el Universo.
Solo Mi Corazón misericordioso puede depositar aquí, en Hungría, una nueva oportunidad, como también en sus naciones hermanas que son testigos de errores pasados aún no convertidos ni perdonados.
Pero Mi intención no es volver hacia atrás, no es recordar el pasado ni tampoco la historia. Mi intención es liberarlos de las cadenas, de las opresiones, de todo lo que los hace involucionar, de todo lo que les hace perder la paz y la esperanza en Dios.
Solo el Hijo de Dios y ninguna otra consciencia, ni siquiera angélica, puede hacerse cargo de esta situación, por más que los ángeles del Universo participen de esto en los planos internos y estén removiendo los infiernos de la Tierra para que finalmente sean cerrados antes de la Segunda Venida de su Maestro y Redentor. Será el Hijo del Supremo, el Hijo del Creador, el que está a la derecha del Padre quién vendrá a unir a las religiones en un solo credo, el credo del amor y de la compasión.
Por eso, compañeros, todo lo que sucederá aquí en Hungría, todo lo que sucede en Rumania con el Santo Padre en este momento, todo tiene un sentido y un motivo espiritual que impulsa a la Fuente Divina de la Creación para intentar recuperar el planeta al menos a través de la fe, la fe en lo celestial, la fe en lo divino, en lo inmaterial.
Dios envía a Su Hijo como un medio de salvación para la humanidad, y el Hijo anuncia la Palabra del Padre, que es Santa y Sagrada, para que todos los oídos internos escuchen la buena nueva del tiempo de la liberación y el tiempo de la paz.
Pero será necesario rendirse y humillarse, entregarse y confiar, para que lo que está en el Universo pueda descender a la Tierra y hacer de las nuevas naciones un nuevo Edén con criaturas redimidas, perdonadas y reconciliadas por el Espíritu de Amor de Dios.
Por medio de esta próxima Maratón de la Divina Misericordia ofrecerán al Padre sus oraciones por las naciones del mundo, especialmente, por aquellas naciones que aún guardan heridas internas y profundas que nadie ha conseguido curar, ni siquiera por la caridad ni por el amor.
Por eso este mensaje debe volverse consciente en cada uno de ustedes, sabiendo que no solo cuidan de sus hogares, de sus grupos o de sus trabajos, sino que ahora deben cuidar de aquellos que no se cuidan, que no se aman y que no se reconcilian con Dios, y en millones de casos mueren sin ver la Luz, la Luz de Dios y quedan en penumbras.
Quiero poner fin a las tinieblas del mundo que la propia humanidad genera con sus acciones y actos, con sus sentimientos y pensamientos. El plano psíquico y mental de la Tierra deberá ser transmutado por todos, por la colaboración de todos, aunque las situaciones se precipiten cada día más.
No pueden perder la paz ni tampoco la convicción de estar construyendo el Plan del Retorno de Cristo a la Tierra. Deben estar siempre dentro de Mi Corazón para estar en la Protección Divina y en la fortaleza de Mi Templo espiritual, de Mi Iglesia Celestial, la que congrega una y otra vez a todos para que beban del Agua de Vida, de la Fuente del Amor y de la renovación que Yo les traigo de tiempo en tiempo.
Mi Corazón contempla todas las necesidades de la Tierra y Mi Espíritu eleva todas las intenciones de los hijos de Dios, incluso aquellas intenciones que no son puras y que tienen por conveniencia, pero todas las intenciones Yo las purifico porque sé que los mundos internos necesitan de una oportunidad para poder recapacitar y amar verdaderamente.
Por eso acojo todas las necesidades, recibo todos los pedidos, escucho todas las súplicas. Este es el tiempo en el que el Corazón de Dios está atento y abierto a sentir la voz de sus súplicas, porque nadie en la superficie de esta tierra podrá perder la oportunidad de despertar y de unirse a Dios verdaderamente.
Por eso, todo lo que hagan será por algo que deberá suceder después y antes de que Yo retorne al mundo bajo la Gloria de Dios y el esplendor de todo el Universo. Aún hay sobre la superficie de la Tierra muchas estrellas caídas que deben reencontrar el camino de la redención, y esas estrellas caídas están dentro de las naciones y también dentro de las religiones.
La fraternidad será esa base que construirá el Templo de la Redención para todas aquellas estrellas caídas que deben retomar su compromiso con Dios y recuperar su fe en la Luz del Cristo. Por eso, Me ofrezco directamente a ustedes y al mundo como una Puerta hacia la Casa de Dios, nuestro Padre, para que Sus Divinos Atributos estén entre ustedes y los colmen.
Yo los hago apóstoles de los tiempos de tribulación para que aprendan a vencer como Yo vencí en el silencio de la Cruz y en el Amor verdadero y profundo que exorcizó todos los infiernos de la Tierra en aquel tiempo.
El mundo necesita de un Amor elevado e incalculable y ustedes pueden ser instrumentos para que ese Amor llegue aquí y construya en el mundo nuevas cosas a fin de que la paz reine en todos los espacios.
Europa Oriental deberá ser un pueblo renovado en la fe y en la confianza de Dios. Y ese trabajo recién está comenzando a través de los autoconvocados, de los que son llamados interiormente por Cristo, su Maestro y Señor, para servirle en Su Plan de Redención y de Amor.
Celebren esta Maratón como una oportunidad de estar viviendo el apostolado de estos tiempos, no importando el lugar o la necesidad, la intención o la causa, porque Yo los colocaré donde los necesito, no importando cómo sea o cuánto cueste. Los colocaré en el lugar en donde más se necesita de amor, de cura y de perdón. Los colocaré en los lugares en los que la Luz nunca descendió.
El trabajo del apostolado preparará el Retorno de Cristo. Por eso la unión entre las religiones será importante; la unión en el amor, en la fraternidad humana, en la fe y en la caridad impulsará al mundo a tomar consciencia de que deberá hacer un gran cambio antes de que llegue el último día de la transición final, cuando su propio Rey, el Cristo, y el Arcángel Gabriel juzgarán a aquel ángel caído que todo ha causado a lo largo de los tiempos y de los siglos.
Todo lo que se hace ahora es para esos tiempos que vendrán. Aún la Fuente de Mi Misericordia está abierta para el mundo entero, basta colocarse debajo de Mi Luz con la intención del corazón y la consciencia para poder ser purificado y transmutado, para poder ser consagrado como Mi Apóstol de la Paz.
¡Les agradezco por su recepción y respuesta a Mi llamado!
Aún la Misericordia brota como una Fuente infinita de Mi Corazón para las almas más perdidas y sufridas del mundo entero.
Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¿Hasta cuándo los mares y los océanos purificarán la contaminación de la propia humanidad?
¿Hasta cuándo el ser humano se sumergirá en la ilusión y quedará completamente ciego de todos sus sentidos?
¿Hasta cuándo la naturaleza soportará las agresiones del hombre de la superficie de la Tierra?
¿Hasta cuándo la humanidad negará y rechazará la Voluntad de Dios?
¿Alguien alguna vez se lo preguntó?
¿Por dónde se comenzará a trabajar si todo está oscuro?
¿Cómo ayudar mejor al mundo si el hombre de hoy está ciego por sus fantasías y deseos?
¿Cómo actuar sin desistir?
Hay algo que resuelve todos estos acontecimientos y que se llama amor y fraternidad humana.
Sin amor ningún cambio será verdadero. Ninguna realidad se transformará. Ningún espíritu se arrepentirá.
Sin fraternidad humana, entre las naciones y los pueblos, nunca existirá la igualdad. Nunca la Justicia Divina abarcará la Tierra. Nunca nadie percibirá que el otro está primero que uno mismo.
Sin amor ni fraternidad humana, la ilusión mundial corroerá, aún más, a la Tierra y a sus habitantes.
Por eso, es tiempo de amar lo imperfecto para algún día santificar la consciencia, la naturaleza y los espacios.
Es necesario el amor y la fraternidad humana para disolver los errores del pasado, para enmendar las heridas y para traer cura a la consciencia de la humanidad que se ha corrompido.
El amor y la fraternidad humana traerán consciencia a las naciones, a las culturas y a los pueblos de que el mundo entero perdió los valores de una dignidad social, ambiental y espiritual.
El amor transformará lo imposible y la fraternidad humana despertará el espíritu de la ayuda mutua y de la cooperación, más allá del ámbito religioso y social.
La humanidad necesita recuperar su dignidad ante el Universo porque la perdió completamente por sus errores y acciones.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Alcanzarás la fraternidad crística iluminando cada espacio de tu consciencia, a través de la entrega y del servicio que puedas brindarme, de tiempo en tiempo.
Por eso, ilumínate, paso a paso, atravesando y venciendo los obstáculos de la consciencia, no por medio de una batalla sino a través del amor que puedas profesar y vivir en tu corazón. Porque sin amor es como estar sin dirección ni guía.
Permite que el amor te impulse y sea capaz de llevar adelante las Obras de tu Redentor. Así iluminarás tu consciencia y podrás asumir las diferentes etapas del Plan conforme a Su Voluntad y a las necesidades que se vayan presentando.
Deja que la iluminación de tu consciencia surja por medio de tu amor incondicional, permanente y bueno. De esa forma, ante tus propios obstáculos, no encontrarás barreras sino oportunidades de hacer madurar tu consciencia en el sagrado compromiso de servir a Dios y a Su Plan.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Me reflejo, ampliamente, por intermedio de los Sacramentos.
Los Sacramentos y sus formas son la prolongación de los Atributos y de las Gracias que provienen del Cielo.
Cuando el alma toma contacto con alguno de los Sagrados Sacramentos tiene la oportunidad de atravesar el misterio divino y de unirse, esencialmente, a la Verdad Suprema.
Los Sacramentos y sus formas son como puentes espirituales de luz que conducen el alma hacia la realización de su propósito y de su misión en la Tierra.
Los Sacramentos nos contactan con los diversos Designios de Dios y ellos proporcionan sabiduría, reverencia y devoción para quien los vive y los adopta como patrones de conducta interior.
En este sentido, los sacramentos están aún derramando bendiciones y gracias en las almas para que los seres humanos aprendan, a través de ellos, a vencer la dualidad interior, para que vivan su propósito individual y grupal y, principalmente, para que todos aprendan a compartir y a vivir el ecumenismo cristiano y la fraternidad humana.
Los Sacramentos son dádivas, pero también son medios para vivir la redención. Su práctica, en la vida diaria y el valor devocional y ardiente que le colocamos a cada uno de ellos, permitirá que el ser humano en este tiempo de caos planetario reciba la protección necesaria para transitar el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Muchos son los servidores que trabajan en Mi Nombre y que promueven obras de paz y de bien en el mundo. Eso va más allá de la religión o de la fe, porque a través de ellos llevo adelante la obra máxima de Mi Divina Misericordia.
En esas almas Yo hago descender el poder y la esencia de Mis Obras para que, por medio de esa cadena de amor y de fraternidad, el resto de la humanidad pueda sentir la presencia invisible y silenciosa de Mi Amor reparador y curador.
Ese servicio, que es ofrecido por todos Mis servidores del mundo, los hace encontrarse con otros servidores Míos y así se establece el espíritu de la hermandad y de la paz; allí se manifiesta la Iglesia Celestial que une, con amor y luz, a todos los servidores.
A través de Mis servidores Yo puedo suplir las carencias espirituales de la humanidad. Y gestando, por medio de ellos, el Amor Crístico, se evitan más conflictos y enfrentamientos en el mundo por el simple hecho de que existen almas donadas, en servicio, a Mi Corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Noveno poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor Jesucristo,
cuando la angustia llegue,
que yo no le tema a la purificación propia
ni a la de los semejantes.
Que la llama gloriosa de Tu Amor
nos colme completamente
para que tengamos fuerzas internas
para superarnos a nosotros mismos.
Señor Jesús, enséñanos a vivir
de la misma forma como Tú viviste
al Padre Eterno en cada momento.
Que podamos ser embajadores de Tu Legado.
Que podamos representarte en la Tierra
así como Tú lo mereces, para que
dejemos de decepcionar a Tu Corazón
y lo llenemos de gozo y de alegría
al estar cumpliendo, paso a paso,
Tus Designios.
Haz nuestros corazones valientes,
dispuestos a sufrir por Ti,
y que así podamos repoblar la Tierra
de nuevos valores de hermandad
y de misericordia.
Que cada prueba que Tú nos envíes, Señor,
nos ayude a confirmar nuestra fortaleza en Ti.
Te pedimos, querido Jesús,
que nos hagas semejantes a Ti en la humildad,
verdaderos en la caridad y pacíficos
ante los embates de la vida.
Que no temamos humillarnos ante Ti, Señor,
cuantas veces Tú lo necesites,
porque algún día esperamos ser nada
y en esa nada fundirnos en Dios para siempre.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Cuarto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
que mi alma sea capaz
de alcanzar la transparencia
en la consagración.
Que no me canse
de dar los pasos hacia Ti, Señor mío,
a fin de que vaya abandonando
todo aquello que una y otra vez
me separa de Ti.
Hazme, Señor,
despojado de mí mismo.
Que Tu sentimiento de Amor
y de Misericordia por el prójimo
sea mi sentimiento de amor
y de misericordia por los demás.
Libérame de las pesadas cadenas
que me hacen retroceder
y no me permiten avanzar.
Libera, Señor, mi corazón
de toda maldad, traición y desprecio.
Que aprenda a sostenerme en Ti,
para que consiga representarte
sobre la superficie de la Tierra.
Querido Jesús,
hazme ver todo más allá,
así como en verdad es.
Hazme comprender al semejante
así como Tú comprendiste y aceptaste
al que te rechazó, te martirizó y te humilló
a los pies de la Cruz.
Ayúdame, Señor,
a vivir el amor incondicional
y crístico.
Ayúdame a traspasar
las capas de las apariencias
y que pueda verte a Ti
en cada corazón humano.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Decimoprimer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Jesús, Salvador y Redentor,
hazme humilde y semejante
a los ángeles del Cielo.
Hazme semejante a ellos
en obediencia y en servicio
a fin de que toda mi imperfecta consciencia
tenga la Gracia de formar parte, algún día,
de la Ley de la Jerarquía.
Ayúdame y enséñame,
a través de los ejemplos,
a respetar y a reverenciar a mis hermanos
para que se construya en nuestras consciencias
el espíritu sagrado de la hermandad
y de la unidad.
Permíteme, Señor,
abrazar con fervor
cada cruz que deba cargar,
para que la humanidad y el mundo
sean aliviados de sus errores.
Que todos, Señor Jesús,
tengamos la dicha de participar
de Tu Presencia en la Eucaristía,
en la Comunión así como en la Confesión.
Que todos podamos, como hermanos,
sentir y encontrar al Gran Sacerdote del Amor
para que comulguemos
de Su preciosa Energía Divina.
Para eso, Señor,
lava mi rostro con el Agua de Tu Fuente.
Purifica mis manos, mi cabeza y mis pies
con el Agua sagrada
que una vez brotó de Tu Costado
y que, al igual que el soldado romano
que Te lastimó el Corazón,
yo sea bañado por la Luz poderosa
de Tus Células Crísticas.
Conviérteme en el apóstol que necesitas
y hazme pequeño en todo
para que siempre
pueda reconocer
Tu Verdad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Noveno poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor mío,
que siempre pueda aprender
de los momentos culminantes y difíciles.
Que pueda aprender
a ver el resultado luminoso
de cada aprendizaje
a fin de que pueda crecer interiormente
en humildad, amor y misericordia.
Muéstrame, Señor,
la grandeza de cada aprendizaje
y de cada prueba.
Que en todo
yo vea lo magnífico
que es Tu Amor y Tu Misericordia,
para que podamos aprender
a humillarnos y a entregarnos a Ti
en cada momento.
Participa, Señor,
de cada escuela de la vida.
Ingresa en lo profundo
de este imperfecto ser
para que yo mismo
descubra los tesoros del servicio
y del bien que Tú has colocado
en mi mundo interior.
Unifícame, Señor,
todo el tiempo.
Hazme pequeño,
pero al mismo tiempo servicial
en todos los momentos de la vida.
Entrégame al mundo
como Tu instrumento
para que todos tengan la Gracia
de conocer Tu Amor transformador
y vivificante.
Haz, Señor,
lo que tengas que hacer.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando Yo encuentro sus corazones abiertos y sin resistencias; cuando encuentro sus almas unidas a Mí y sin interferencia de los aspectos humanos; cuando encuentro sus espíritus en comunión Conmigo y sin pareceres, es cuando en verdad Mi Obra de Misericordia se cumple en ustedes.
Por eso, compañeros, que esta Obra infinita de la Misericordia de Dios se propague primero en ustedes, para después propagarse victoriosamente en el mundo.
Sean, para Mí, ese ejemplo que Yo espero ver todos los días de la vida; así como en este día, en el que sus corazones se abrieron a Mí con simplicidad. Porque es en la misma simplicidad de los corazones abiertos en donde Yo puedo llevar adelante la Obra de la Misericordia Divina.
Los invito, compañeros, a ser misericordiosos en todos los detalles como en todos los actos; así atraerán a la Tierra las sagradas Virtudes de Dios que su humanidad necesita para poder vivir el proceso de la redención y del perdón.
Con ímpetu de esfuerzo, de paciencia y de dedicación, compañeros Míos, ingresen en la escuela suprema de la Misericordia Divina, a fin de que los principios del amor y de la unidad no se pierdan en esta humanidad y los corazones menos se olviden de que todo comienza y termina en la expresión mayor del amor del corazón.
Los animo a renovar el apostolado de estos tiempos siendo discípulos en la escuela espiritual de la Misericordia del Señor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primer Mensaje
Con Mi Rayo Celeste de Gracia irradio al mundo y espero de él una respuesta.
Aún en la paciencia de Mi Espíritu, espero una respuesta.
Y quisiera de Mis compañeros que, después de todo lo recibido durante los últimos días, no existan discordias, dudas o contradicciones entre los Míos ni entre los semejantes.
Porque lo que Yo les he dado durante los últimos días no se podrá perder; será su responsabilidad preservarlo y que esto tenga frutos en el futuro.
No es tiempo de pensar en sí, sino en lo que necesita el mundo y su humanidad, porque siempre ustedes fueron premiados con los tesoros del Cielo, más que muchas almas en el mundo.
Necesito lazos y alianzas profundas entre las consciencias que puedan soportar lo que vendrá y no teman a Mi Fuego, que todo lo purifica y todo lo trasciende.
Pero no podré penetrar en aquellos espacios de la consciencia en donde no Me lo permitan. No podré tener más tiempo para esperarlos, como en otros tiempos lo he hecho muchas veces.
Es hora de asumir lo que se ha recibido y de no desperdiciarlo.
La Instrucción que Yo vengo a dejar para el mundo es una Instrucción para la futura humanidad y eso comienza a partir de ahora, dentro de ustedes, con la certeza de estar haciendo el bien y de no destruirlo por nada.
Debe nacer de ustedes la convicción de cumplir Mis Leyes y de llevarlas adelante en este tiempo final. Así, Mi Rayo Celeste de Gracia podrá seguir descendiendo al mundo, porque tendré almas depositarias de Mi Luz en esta humanidad.
Aunque todo suceda y todo se desencadene, Yo seguiré trabajando por el mundo y por su humanidad.
Le pediré a los Rayos del Universo que sigan descendiendo en las almas para que se puedan desbloquear todos los tiempos y todas las formas, las estructuras y las resistencias.
Aún hay mucho por hacer y no hay tiempo. Eso es algo que muchos aún no comprendieron, y que la mayoría no lo ha aceptado, a pesar de haber sido dicho muchas veces.
No vengo al mundo para hablarles por medio de teorías o de filosofías, sino de palabras concretas que anuncian lo que sucederá. Por eso están en una preparación que no pueden dejar de vivir todos los días, a cada momento, a cada instante.
Mis Palabras no pueden ser guardadas en el inconsciente de este mundo, y menos de su humanidad.
Mis Palabras deben ser reflejo de una Obra que puede realizarse de época en época y a través de los instrumentos que Yo estoy llamando por su nombre.
Tal vez parezca difícil hacer todo lo que Yo les pido, pero si en verdad aprenden a estar en Mí, todo será posible, aunque no lo parezca.
Por eso su relación con sus hermanos debe ser impecable, libre de conflictos, libre de juicios de valor.
Debe ser una relación sana en el espíritu, para que esto se refleje en la consciencia y, así, sus consciencias puedan abarcar muchas más cosas que aún no abarcan.
Deben llegar al nivel que Yo les pido, y eso se alcanza con constancia y determinación, con una fe arrebatadora; así no dejarán atrás todas las necesidades que el Universo les presenta de tiempo en tiempo.
El legado que Yo vine a entregarles en esta última Sagrada Semana es un legado que no se volverá a repetir. Por más que les haya parecido el mismo, he entregado cosas diferentes, impulsos nuevos, corrientes del Universo desconocidas.
Para que puedan comprender la Ciencia en la cual Yo trabajo, que no es de esta Tierra, deben amar Mis Palabras una a una, por más que no las comprendan o no las puedan hacer parte de sí en este tiempo.
El amor es lo que permite irradiar el Propósito y cumplirlo al pie de la letra.
En el amor las cosas no se vuelven lejanas ni tampoco inalcanzables.
En el amor todo se entiende y todo se acepta.
No hay nada que el amor no pueda soportar; al contrario, el amor, por ser vivo y elevado, todo lo abarca.
Si hay discordias y conflictos entre Mis compañeros es porque Mi Amor no ha trabajado en ustedes, ni en lo más mínimo.
Deben aprender a soportar el fuego de la transformación que les traigo, porque es por un bien mayor que aún están por conocer.
La unidad entre ustedes permitirá que Mis opositores no se aproximen, ni siquiera para saber qué es lo que están haciendo o qué es lo que están cumpliendo en Mi Nombre.
No estoy diciendo que estarán libres de batallas o de desafíos, porque están aprendiendo a superar la dualidad de estos tiempos, como humanidad y como planeta.
Por eso no pueden perder las Enseñanzas que Yo les doy, no pueden dejar de buscarlas ni por un instante, porque allí existe el camino para estar en el verdadero bien y en la verdadera paz.
Los necesito asumiendo el Plan para el fin de los tiempos, el Plan de Dios, que es esta parte del Propósito que aún debe cumplirse en este planeta y con esta humanidad.
Estar ocho días Conmigo no es una casualidad ni tampoco un misterio, es una realidad que deben aprender a aceptar.
El Padre, que es Omniabarcante, Omnipresente y Omnipotente, aún respeta la libertad de Sus hijos, porque Él sabe que ellos deben aprender en esta escuela que el planeta les ofrece día a día.
Pero no podrán irse a Mi Reino con asignaturas pendientes en la escuela de la espiritualidad y del servicio, de la hermandad y del bien, de la misericordia.
Deben vivir esa experiencia de redención hasta en los mayores límites o hasta en las mayores pruebas.
Ustedes y muchos más en el mundo, en nombre de toda la humanidad, deben testimoniar, con su propia experiencia de redención y de perdón, que es posible concretar este Proyecto, aún después de la Resurrección de Cristo.
Deben afirmar que la genética de esta humanidad puede ser cambiada, transformada, transmutada y sublimada, que es posible que el Amor Crístico venza y, así, triunfe el Plan sobre las fuerzas del caos.
Pero mientras la dualidad exista en este mundo, que es algo que se definirá en el próximo tiempo, aún existirán las grandes batallas internas y externas, y deberán buscar auxilio en Mi Corazón y en Mis Palabras, recordando y reviviendo el legado que les entregué con un inconmensurable Amor que aún muchos no han entendido.
Debo ser claro, preciso, justo y verdadero. Les vuelvo a decir que no hay tiempo.
Mientras todo ocurre rápido en el mundo y dentro de las consciencias, es necesario aprender a crecer con velocidad, a una velocidad desconocida que todavía la materia no consigue acompañar, pero sí el espíritu y, más aún, la disposición del alma.
Leyes nuevas están comenzando a actuar en el planeta en este tiempo final, a fin de definir todas las cosas que es necesario resolver.
Pero si eso no comienza primero dentro de ustedes, no podrá suceder en el mundo.
Por eso los apóstoles de los últimos tiempos son apóstoles distintos a los del pasado, porque estamos ante una realidad que ya no se puede esconder, ni siquiera por los medios de comunicación y por las noticias.
Lo que está escrito se está cumpliendo paso a paso.
Es necesario definirse con cautela y entregarse en una mayor disposición, sabiendo que sus imperfecciones irán con ustedes hasta el fin de sus días, hasta que finalmente la cárcel interior sea abierta para que el espíritu alcance su libertad y se una a la Fuente con toda la experiencia vivida en este planeta.
Estamos trabajando por una redención que es gradual, que se da paso a paso y no con grandes adelantos.
Es necesario comprender que la genética de la humanidad se ha vuelto imperfecta por sus errores y por sus desvíos.
Después de 2018 años, Yo vengo, a pedido del Padre, para corregir a la humanidad, para que aprenda a ser libre de sí misma y de sus propios engaños, así como de sus propias fantasías.
Y ese cambio será doloroso, nada será liviano. Arrancar las raíces de la potestad, del poder y de la inercia será doloroso; pero Yo traigo un bálsamo interior en Mi Corazón que nadie tiene, para derramarlo en aquellos que lo acepten de verdad. Es el bálsamo de Mi Misericordia, que libera todas las faltas y todos los sufrimientos cuando tan solo confían en Mí.
No es tiempo de perderse en las cosas superficiales, es tiempo de mirar hacia adentro y encontrarse consigo mismo, no con soberbia ni con egoísmo, sino con espíritu de humildad, de simplicidad y de amor, preguntándose todos los días a ustedes mismos: “Señor, ¿qué más debo hacer para servirte?”.
Y así sus miserias o perturbaciones serán pequeñas, porque estarán ocupados en el servicio universal, en el amor constante de donarse todos los días un poco más para hacer triunfar Mi Reino sobre este planeta.
Todas las almas vivirán sus pruebas, nadie estará libre de ellas.
Pero tengan esperanza en lo que Yo les prometo, porque después de este tiempo difícil vendrá un mejor tiempo, en el que ya no será necesario experimentar el dolor ni el sufrimiento, ni tampoco existirá el sentimiento de la culpa de no poder alcanzarlo todo.
Al contrario, ya habrán aprendido a vencer la dualidad, la cual ya no prevalecerá en el mundo ni en las consciencias. Aprenderán, a través de Mí, a ser libres.
Que esta Maratón represente una reflexión profunda de todo lo recibido, una confirmación constante de sus espíritus para con Mis Obras de la paz en el mundo.
Quisiera que esta Maratón fuera el momento para que cada ser encuentre su propósito, el cual desciende del Cielo y del Universo para despertar a las almas en su misión.
Yo no quiero que tomen Mis Palabras como un castigo, sino como una oportunidad de trascendencia, de avanzar en la Luz y de derrotar el mal.
Que se puedan cumplir en ustedes Mis más grandes aspiraciones de ver, en poco tiempo, a Nuevos Cristos cumpliendo su misión en la humanidad.
Ofrezcan esta Maratón por los que están dormidos, por los que están distraídos, por los que aún no han tenido la Gracia de estar ante Mi Presencia, como muchos la tuvieron en estos últimos días.
Ofrezcan cada momento a su Maestro y Señor como un regalo de amor al Rey del Universo, sea en la acción del día a día, en la oración, en la Comunión, así como en la unidad con el prójimo, a fin de que siempre prevalezca Mi Espíritu de Paz en ustedes.
Que el Señor los bendiga en este nuevo ciclo de despertar y de asumir con responsabilidad Mis Designios, para que ellos se materialicen sobre la superficie de este planeta.
Bajo la Luz de este Centro Mayor,
Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
A veces Yo permito que ustedes naden en contra de la corriente porque solo de esa forma sabrán enfrentar los vientos contrarios. Cuando no encuentren una respuesta positiva de parte de un hermano, será el momento indicado de volverse misericordiosos.
El universo de las imperfecciones y de los errores circunda la vida planetaria y, solo a través de los buenos actos de reparación y de misericordia los defectos de sus semejantes se curarán en su interior. Nunca esperen respuestas grandiosas de nadie, porque la verdadera respuesta se encuentra solo en el Amor del Señor.
Ahora están enfrentando el tiempo de las grandes corrientes contrarias; a medida que Mi Luz se aproxima al mundo, mayor es la fuerza de la tribulación que anticipará el tiempo del Juicio Universal.
Por eso, dediquen tiempo a obras de caridad, para que al menos los que duermen en las ilusiones puedan despertar y reconocer que es tiempo de vivir la fraternidad.
Quiero decirles algo: la Misericordia tendrá un tiempo más para ser derramada sobre el mundo, y luego será impartida la Justicia Divina.
Examinen día y noche sus consciencias para que siempre emerjan de ustedes pensamientos y actitudes puras.
Sigan adelante.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje en su interior.
Cristo Jesús
Quien se dona a su hermano por entero está construyendo dentro de sí el puente de la gran fraternidad, y libre de reconocimientos y méritos el discípulo podrá llegar, a través de la sabiduría, a la comprensión de todas las cosas.
En estos tiempos, la caridad verdadera es tan importante y necesaria que el alma rápidamente, por este gesto fraterno, curará las heridas de su corazón.
Yo amo con predilección a los que se donan sin cuestionar ni imponer tiempo, incluso cuando ellos son rechazados por sus semejantes. El amor que estas consciencias irradian es tan similar al Mío, que puede transformar algo pesado en leve o la tristeza en profunda alegría de vivir.
Por eso hoy los invito a ejercitar la caridad; que ella fluya sin cuestionamientos como fluye el agua de un río. Que entre todos ustedes brote el espíritu de la caridad para que el mundo, tan necesitado de ayuda, pueda remediar todos sus males. La caridad lleva al camino de la misericordia y del saber humilde y simple.
Anímense a ser caritativos todo el tiempo, porque Yo les aseguro que vivirán el gran milagro de amor y redención en sus vidas. Aquellos que ya lo hacen por naturaleza, despierten en sus hermanos el máximo interés por el servicio para que así la paz esté presente en los corazones.
Una de las razones de la falta de paz en el mundo es la ausencia del verdadero espíritu de caridad. Si la humanidad por un instante se detuviera para servir al otro, todo cambiaría y las consciencias serían liberadas de mucho sufrimiento. Por eso Yo Me sirvo de la verdadera caridad de muy pocos; así, lentamente cumplo con la Voluntad de Mi Señor.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir la caridad de corazón.
Cristo Jesús, el Pastor de la Caridad
En este camino de transformación de sus vidas, se encuentra presente Mi Sagrado Corazón de Amor.
Aquel que Me busca y Me ama verdaderamente, recibirá de Mí el Amor y la Confianza de Mi Reino.
Aquel que se esfuerza por vivir en Mí recibirá de Mi Espíritu la templanza y el porvenir.
Todas las almas forman parte de Mi Proyecto Redentor, todos los corazones son partícipes de Mi Camino al Cielo; en todos ellos Yo afirmo Mis bases de paz y de redención para que la Nueva Tierra se pueda manifestar.
Aún procuro ser todo para las almas, a tal punto que los corazones sientan ansias de estar Conmigo como si no existiera nada más. Así, Yo les entrego nuevos corazones que necesitan de cura, de caridad y de amor, porque espero que Mis servidores donen y entreguen a sus semejantes el amor que sienten por Mí. De esta forma, se podrá construir la verdadera fraternidad y ya no existirán barreras ni preferencias entre los Míos.
Aguardo que todos los corazones siempre fortalezcan sus vidas a través de Mi Presencia.
Solo espero que nazcan los Nuevos Cristos del amor y del perdón.
Bajo el Amor Absoluto del Padre, sean bienaventurados.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más