Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN MADRID, ESPAÑA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vengo, en esta Vigilia de Oración, a reconciliar a los pueblos y a las naciones por todo el sufrimiento que ha existido entre América y Europa. Acojan a Mi Corazón en sus corazones para que esto pueda suceder.

Yo Soy la Señora de la Nueva Raza, de la Nueva Humanidad.

Mi Corazón es el puente para unir lo que estaba separado. Mi Corazón une a los continentes y a las naciones espiritualmente; porque Dios desea que, en el próximo tiempo, después de la fuerte tribulación, la humanidad pueda ser una única raza, un nuevo pueblo de Dios renovado, que vive y actúa a través de la fe.

Queridos hijos, Yo les pronostico tiempos futuros, pero para que esa Aspiración del Padre pueda acontecer en la humanidad, Dios desea profundamente que sigan rezando todos los días.

Como en otros tiempos, queridos hijos Míos, Yo Me coloco sobre Mis hijos para bendecirlos con Mis Gracias, envolverlos en Mi Manto Maternal y llevarlos a Mis brazos para que sientan Mi Corazón de Paz.

Dios desea profundamente que España dé el primer impulso para la unión entre los pueblos; porque Yo también he estado en El Escorial y en Garabandal, anunciando profecías para la humanidad futura.

Hoy, estoy de nuevo aquí en Madrid, a través de otros canales, para que escuchen Mi Voz nuevamente, Mi única y verdadera Voz que reverbera para que sea escuchada por sus esencias y se pueda cumplir en ustedes la Voluntad de Mi Señor.

Aún hay mucho que curar entre América y Europa, queridos hijos. Invito amorosamente a todos los españoles y, en consecuencia, a toda Europa, a que reciban en sus hogares a la Señora de Guadalupe.

Como Señora de Guadalupe les doy Mi bendición maternal. Quiero que Mis Estrellas puedan brillar en sus hogares y, como dice el cántico que Me han cantado, la corona de Mi cabeza debe brillar en todas las almas, porque la paz es posible en un tiempo de caos.

Ustedes deben ser los difusores de Mi llamado maternal, un llamado al corazón, un llamado a la paz. El Cielo derrama sus Gracias a través de Mi dulce Voz y Mi Corazón se abre para acogerlos internamente.

Quiero que todos puedan ser inmaculados en el próximo tiempo y Fátima les dará esa llave para alcanzar la pureza.

¿Han comprendido, queridos hijos, por qué Yo he pasado tanto tiempo por Europa?

Es un pueblo en redención, como muchos pueblos en el mundo que han escuchado Mi Voz, y muchos videntes vieron Mi Faz.     

En este tiempo, vengo a unir lo que está separado en la consciencia. Mi Rosario, Mis cuentas de oración reverberan todo el tiempo en el Tiempo Eterno, haciendo eco y un llamado a Dios, un pedido al Altísimo Padre de las Alturas; porque como Mediadora, queridos hijos, Mi Corazón se ofreció a ustedes para salvarlos. Pero Yo necesito que, a través de ustedes, esta reconciliación tan profunda que Yo les pido pueda suceder en otros hijos Míos, y esto será posible por el poder de su oración.

Hoy, Mi rostro refleja la alegría por este encuentro. Hoy, Mis manos derraman la Luz y la Misericordia de Dios. Hoy les revelo a todos Mi Amor Inmaculado, un amor paciente y perseverante, bondadoso, misericordioso, que quiere llegar a todos los hijos de Europa.

Vayan por aquellos que no escuchan a Cristo. Ellos necesitan reconciliarse con Dios y la primera puerta para entrar y servir a todas esas almas será su familia, en donde debe resurgir el templo de la oración y de la paz. 

El tercer secreto de Fátima puede suceder, puede acontecer, puede manifestarse sobre el mundo. Así, si su oración es más fervorosa que el secreto, la Ley cambiará y la Misericordia de Cristo actuará para dar bendiciones y cura a todos los hijos de la Tierra.

Yo no vengo al mundo a profetizar malos tiempos; Yo vengo al mundo a recordarles el Reino de Dios, un Reino que se encuentra dentro de ustedes, en el interior de sus corazones y almas.

Queridos hijos, Yo los llamo, a través de este encuentro, a despertar. Así, podrán seguir Mis pasos de Luz y caminar por los senderos del Amor y de la Unidad, por donde muchas almas caminarán detrás de ustedes para saciar la sed del amor, la paz que falta en las moradas internas.

Por eso, Yo los reúno en este tiempo en Europa, porque a su compromiso superior le ha llegado la hora de manifestarse, para que sea concreto y visible en el mundo.

Como embajadores de la paz y misioneros del amor, que puedan ser células del Cuerpo Glorificado de Cristo, que se expandan en luz y en armonía sobre el mundo.

Yo les entrego, en esta tarde, las llaves para que eso suceda; la única llave es la oración, la perseverancia y la esperanza de seguir adelante. Así, queridos hijos, responderán a Mi llamado.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

De la misma forma, como en un tiempo pasado, cuando reuní a los apóstoles de Cristo en un cenáculo de despertar y de renovación, hoy reúno a sus pequeñas almas en un cenáculo de redención y de vida.

Hijos Míos, en el pasado el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles de Cristo, dándoles el don de hablar en lenguas, de comprender el corazón de cada criatura que se aproximaba. Y, de esa forma, a través del poder creador del Verbo de Dios, se fue construyendo la Iglesia de Cristo en el mundo, el amor que los cristianos manifiestan hoy en esta Tierra. 

Y hoy, en este tiempo, hijos Míos, nuevamente los reúno en un cenáculo de redención para que el Espíritu de Dios retorne a esta Tierra.  Esta vez, a través del ejemplo de vida de sus pequeños corazones, que deben manifestar actos de amor y de fraternidad, los cristianos son renovados en el mundo.

Hoy, vengo a la Tierra, hijos Míos, para que, en este cenáculo de redención, Yo pueda enseñar a la humanidad a despertar a la vida del espíritu, a la vida del alma, despertar a esta misión que cada ser debe cumplir en este tiempo, a despertar en sus corazones y en los corazones del mundo el amor por este Plan Perfecto que Dios viene gestando en la humanidad.

Hijos Míos, aspiro con Mi Divino Corazón a que sus almas puedan dar testimonio de la fraternidad y de la unidad entre los seres y que, de esta forma, demuestren al mundo que ya ha llegado el tiempo del Retorno de Mi Hijo, que Su Sagrado Corazón ya pulsa y vive en sus corazones, realizando en sus vidas el mayor y verdadero milagro, que es la conversión de sus espíritus y el amor verdadero que son capaces de vivir aun ante el caos.

Hijos Míos, Mi Presencia fortalece la fe absoluta en sus corazones, para que jamás teman delante de las dificultades y delante de los juicios. 

Es necesario que sus corazones tengan certeza de la consagración de sus almas a este Plan Mayor, para que no teman ninguna dificultad, que no teman los asedios del enemigo, porque el Amor siempre será mayor que la oscuridad y la fe siempre será mayor que el miedo. Por eso, hoy les digo que solo recuerden Mis Palabras cuando estén delante de alguna dificultad. Mi Corazón los observa en cada instante de sus vidas y, aunque esté invisible delante de sus ojos, Mi Presencia siempre estará. 

Hoy, quiero que aprendan a sentir Mi Presencia a través del corazón para que, delante de las situaciones de la vida, sepan sentir cuando Yo estoy presente, sepan escuchar Mi Voz en sus corazones, que es inconfundible, porque el Amor, hijos Míos, es absoluto en Mi Corazón y se plasmará en el interior de sus seres siempre que sea necesario.

Sepan, en esta noche, que sus oraciones fueron escuchadas en el Reino de Dios, que muchas situaciones en el mundo pudieron recibir liberación y paz. Pero aún hay mucho para ser liberado, muchas almas aguardan que puedan orar con devoción y fervor y, mucho más que eso, hijos Míos, que puedan vivir Mis Mensajes en sus vidas.

Jamás tengan prisa, solo sigan perseverantes en este camino, porque con un paso tras otro se transformarán sin darse cuenta y un día, hijos Míos, mirarán hacia atrás y no encontrarán al viejo ser.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo estoy recorriendo, a través de Europa, los mismos caminos que una vez recorrí en Tierra Santa, iniciando Mi apostolado crístico; y, pueblo tras pueblo, despertando a los hijos que debían servir a Dios en aquellos tiempos.

Por eso, retorno a España, a Mi querida España, que escuchó Mi Voz desde el principio y que, a pesar de las dificultades e indiferencias de sus dirigentes y de todos los que guían a estos pueblos, han mantenido su fe viva en el corazón, la confianza preciosa en la Señora del Cielo, abriendo las puertas a la Misericordia de Dios.

Este encuentro Conmigo, durante esta noche, es un encuentro especial entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y el cosmos; una profunda comunión con el Corazón del Padre, que los preparará para el día de mañana, en el que Mi Verbo se expresará profundamente al mundo, intentando despertar a los que duermen. Y eso será posible, primero a través de ustedes, cuando se arriesguen a vivir por amor Mis Palabras.  Así, como Yo ya lo he dicho, se transformarán.

En esta noche, bendigo estas rosas del altar y que este símbolo represente para sus vidas la posibilidad de vivir una conversión del corazón, que puedan ser Mis nuevas rosas de los jardines del Cielo. Por eso, mes a mes, Mis manos curan sus corazones, cicatrizan las heridas y retiran las espinas; para que, renovados por Mi Espíritu Santo, puedan llegar al Trono del Padre como una oferta redentora, una oferta de Gracia y de Misericordia; y así, los tiempos que está previsto que acontezcan, podrán ser tiempos buenos para todos.

Yo vengo de aquel Cielo a anunciarles un llamado. Mi llamado es que ustedes pueden ser gestores de la paz para que algunas cosas no sucedan.

Les agradeceré que guarden Mis Palabras en sus corazones. Estoy muy agradecida por esta noche. Oremos al Padre Eterno para que la liberación del mundo se pueda dar también en Europa. Recemos con la luz del corazón, abramos las puertas a la Misericordia Divina.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a rezar, en este momento, junto con Nuestra Madre Santísima. Vamos a rezar, a pedido de Nuestra Señora, la “Oración para la Liberación del Mundo”:

 

Amado Señor,
imploramos por Tu Auxilio,
invocamos Tu Poder,
aceptamos Tu Infinita Misericordia.

Amén.
(tres veces)

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Gracias, queridos hijos, por responder a Mi llamado.

Que la Paz de Mi Hijo esté en sus corazones para siempre y que Su Luz Redentora sea la fuerza para vivir la transformación, el motivo que los impulse a seguir caminando en la Luz.

Elevando al Cielo sus plegarias, recibo en Mi Corazón sus intenciones.

Mañana también recibiré sus intenciones y las de todos aquellos que necesiten de una palabra de aliento. Escríbanme un pequeño mensaje que Yo lo contemplaré con amor. Les agradezco.
 

Canción: Ave, Ave, Ave María.
 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Ahora vamos a hacer una tarea que nuestra Madre nos pidió. Los videntes van a repartir pétalos de rosas a cada uno, rosas que nuestra Madre bendijo y que están en el altar.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Es solo decirles a los hermanos que, hace tiempo, María no se colocaba sobre las personas. Esta fue una revelación inmediata que Ella nos hizo, desde el momento de la Aparición.

Ella hizo una tarea de bendición de España, principalmente, y trajo Su Consciencia y Su momento de Aparición en El Escorial y en Garabandal.

Fue eso, más o menos lo que aconteció.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

A veces, no comprendemos bien qué es lo que ocurre cuando Nuestra Señora trabaja espiritualmente.

Solo imaginemos, por un momento, que esa Magna Presencia estuvo a pocos metros de nosotros, irradiando toda Su Luz sobre nuestros seres, transformando lo que para nosotros sería absolutamente intransformable, disolviendo situaciones internas que para nosotros sería imposible, limpiando nuestros caminos, algo que para nosotros sería imposible.

Así, nuestro corazón debe estar lleno de gratitud, porque si nosotros seguimos los Mensajes de nuestra Madre en nuestro interior, le dedicamos algún tiempo a orar con nuestro corazón, vamos a ver que en el futuro nuestras vidas van a ser diferentes.

No olvidemos, nunca más, este día, porque ya comprenderemos por qué.

Y ahora vamos a hacer nuestra tarea, mientras los hermanos van a cantar.

 

Canción: Ave María (instrumental).

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo Soy la Puerta a la Santa Alianza con Cristo; quien busca al Mesías, lo encontrará a través de Mi Corazón.

Yo Soy la Madre de la Sabiduría, Mi conocimiento divino se derrama a través de la oración.

Yo Soy la Estrella-Guía del Universo, quien sigue Mis pasos de Luz nunca se perderá.

Yo Soy la Gran Madre del Mundo, la Suprema Consciencia de Dios manifestada en virginidad y pureza para las almas que buscan la cura y la liberación del corazón.

Yo Soy la Madre de la Nueva Jerusalén. A través de Mis pasos en el mundo, Mis hijos siguen hacia el camino del portal para encontrar a la nueva ciudad de Luz, la Jerusalén Celestial que se aproxima a la Tierra con el Regreso de Mi Hijo a este mundo sufrido, al cual liberará nuevamente para que muchos puedan erguir sus ojos y ver en el cielo la Grandeza de Dios, que es eterna y perpetua para aquellos que la quieren ver en el corazón.

Yo Soy la Madre del Silencio, Mi silencio pronuncia palabras de Paz, irradia Amor a las criaturas en la perpetua devoción de Mi Corazón.

Yo Soy la Madre del Consuelo, la que socorre a cada uno de Sus hijos, principalmente a aquellos que han caído.

Soy la Madre que abre las nuevas puertas; libero a los corazones de las prisiones, para que puedan ver la luz y la esperanza que se aproxima, en este tiempo, para aquellos que las quieran ver a través de Mi Corazón silencioso, que abre un nuevo camino de Luz para todos.

Yo Soy la Madre del Paraíso. Mis Dones y Mis Gracias vienen para todos. A través del Espíritu Santo, Yo despierto en cada uno de Mis hijos los Sagrados Dones de Dios, porque Yo Soy la Madre de la esperanza, la Madre de la alegría, la Madre de la bondad y de la caridad.

Yo Soy la Señora de la humildad, que los envuelve con Su Manto de la Paz.

Soy la Madre que los protege y los ampara; y que, en el silencio de sus corazones, escucha todas sus súplicas.

Yo Soy la Madre silenciosa, que camina al lado de cada uno de ustedes para llevarlos de la mano al encuentro con Cristo, su Señor.

Yo Soy la Madre que viene a despertar a sus seres.

Soy la Estrella-Guía del Universo. Soy el Lucero incandescente de la noche.

Yo Soy la Nueva Aurora.

Soy la Gran Figueira, que sostiene a todos los frutos con amor y fortaleza.

Yo Soy la Savia de Vida.

Soy la Flor que embellece. 

Yo Soy el Agua Pura que lava sus heridas.

Yo Soy el Corazón Puro que irradia amor y sabiduría.

Ahora, Yo Soy su Madre porque fui Madre de Jesucristo.

Yo cargo con ustedes la pesada cruz de la vida. Mi caminar y Mi silencio, Mi devoción y Mi oración alivia su cruz, porque Yo sostengo sus cruces y lavo sus heridas. 

Con Mi Manto, Yo cicatrizo sus corazones de toda herida interior. Yo los envuelvo en la Sagrada Sábana de Cristo, para que puedan renacer en la cura espiritual y resucitar a la vida del espíritu.

Yo Soy la Molécula de Cristo. 

Soy el Soplo del Espíritu. 

Soy el Nuevo Amanecer que levanta a todos los que han caído.

Soy la Madre perseverante que busca a cada uno de los hijos que se distancian del Dios Eterno. Yo los aproximo hacia el Reino de Dios, los hago encontrar con el Corazón del Altísimo.

Yo Soy la Madre del Amor, Su Rosa Mística.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Si quieren descubrir quién Soy Yo, solo miren alrededor, miren al infinito, contemplen las estrellas, contemplen los Reinos de la Naturaleza.

Yo Soy, hijos Míos, Aquella que gesta la nueva vida, la cual está presente en todo lo que fue creado. 

¿No fue dicho que en una madre se gesta un hijo?

Yo Soy Aquella que gesta la Creación de Dios. Todo aquello que debe nacer proviene de Mi Vientre. Por eso, hijos Míos, hoy contemplo cada uno de sus corazones como esencias que salieron de Mi Vientre, las cuales debo cuidar y acompañar en su crecimiento. 

Por eso, retorno al mundo a lo largo de los siglos. Por eso, vengo día a día a conducir cada uno de sus pasos, porque Yo Soy Aquella Portadora del Verbo Divino, que trae en Sus manos la Divina Voluntad de Dios para que se manifieste en la Tierra.

Como buena madre, hijos Míos, vengo a educar a la Creación Divina; vengo a formar a cada alma de esta Tierra para que, cuando retornen al universo, puedan llevar el aprendizaje perfecto que la Señora y Madre Universal depositó en cada uno de sus corazones.

En esta noche, los invito a contemplar las Faces de la Madre Divina, las Faces de la Madre Universal, que debe ser encontrada en todo. Y cada vez que busquen de verdad una de Mis Faces, Ella vendrá a su encuentro, suplirá las necesidades de sus corazones. Solo es necesario que Me llamen con fervor, con la verdad y pureza de sus corazones.

Yo Soy esta brisa que hoy toca sus seres, el soplo del Espíritu Divino que viene a permear la esencia y las almas de las criaturas. Sientan Mi Presencia en sus corazones, porque Yo estoy también en la esencia de todos los seres.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, Mi Corazón Eterno se engrandece por estar entre ustedes. Mi Corazón glorifica a Dios, al igual que sus pequeños corazones. 

Pero en esta noche tan sagrada, en la que la Estrella del Universo brilla dentro del planeta derramando gracias, cura y liberación; Yo los invito, queridos hijos, a que ingresen a la Nueva Jerusalén, ingresen a la Nueva Tierra, ingresen a la Nueva Humanidad que gesta Mi Corazón a través de esta gran Obra del fin del tiempo.

Queridos hijos, ¿sus esencias aceptan ser miembros de la Nueva Humanidad?

Guarden este pedido en sus corazones, y que en oración puedan meditar sobre esta aspiración Mía; porque los nuevos espíritus, que habitarán la Tierra Prometida como el antiguo pueblo de Israel, alabarán a Dios eternamente. 

Ángeles y Arcángeles resplandecerán en toda la Tierra. 

El Maná de vida regresará al mundo, y los corazones y los espíritus se nutrirán, compartiendo con el Redentor la Nueva Cena, que no será la Cena de la Justicia, sino la Cena de la Misericordia, la Cena de la glorificación a Dios, la Cena del aleluya.

Por eso, como Su Sierva Fiel, Mi Hijo Amado Me envía a preparar este momento, como una buena Madre, como una buena pacificadora, una Madre bondadosa y amorosa que, a través de cada nueva Aparición, siembra una nueva semilla de Luz en sus esencias. 

La Nueva Jerusalén se aproximó en esta noche. El Paraíso descendió a la Tierra y todos la han podido ver a través del corazón, del sentimiento de amor y de fe que brota de sus vidas en un tiempo tan difícil.

En esta noche, les traigo nuevamente a Mi Sagrada Fátima, el lucero que brilló en la oscuridad, que redimió a los impíos y resucitó a los que estaban distantes de Dios. 

Fátima es paz, Figueira es fortaleza. Estos son Mis frutos inmaculados que, en el fin de este tiempo, quiero despertar en las buenas consciencias que sirven a Dios y en aquellos que se animen a caminar en la reconciliación con Cristo, su Rey, su Señor, su Pastor en estos tiempos de tinieblas.

Mi Luz desciende a la Tierra, el Cielo se aproxima a través de Mi Corazón. 

Las nuevas estrellas del universo, que brillarán en el firmamento de este mundo, son sus preciosas almas, aquellas que deberán subir al Cielo después de esta vida terrenal y que Me encontrarán en la puerta del Paraíso, del purgatorio y del infierno, porque su sí a Dios dará la salvación a muchas almas. El Plan estará concretado.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta noche, dejo resonar en sus interiores una pregunta que el Señor les envía: 

¿Verdaderamente esperan el Retorno de Mi Hijo?

Quiero que mediten, hijos Míos, sobre las Palabras que pronuncié a lo largo de los últimos años, porque Mi Verbo descendió a la Tierra a preparar el corazón de los hombres para el Retorno Glorioso del Rey de este Universo. Por eso, quiero que se pregunten si realmente están preparando una morada para que el Señor regrese primero en sus esencias, en sus corazones, y por fin puedan verlo cruzando el cielo.

¿Estarán prontos para verlo cara a cara? ¿Sabrán reconocerlo entre la multitud?

Hijos Míos, mediten hoy Mis Instrucciones y prepárense de verdad, porque ya es tiempo de que Mi Verbo se manifieste. Ya es tiempo de que las promesas de Cristo se tornen una realidad para todos los seres de este mundo.

¿Quién se ofertará para manifestar Su milagro de conversión?

¿Quién elevará sus brazos y dirá su nombre cuando el Señor convoque a Sus soldados? 

¿Quién enfrentará las dudas del corazón para confiar en lo desconocido, en lo invisible?

¿Quién vencerá el temor, que es humano y que vive en muchos, para vivir en este mundo la Infinita Paz de Mi Reino, aun en medio del caos?

Hoy, quiero convocar, entre los que están aquí presentes, a aquellos que entregarán sus vidas para traer a este mundo Mi Reino de Paz, para hacer descender, en esta Tierra, este Reino que hoy les muestro en lo invisible.

¿Quién se ofertará? 

¿Quién entregará su vida?

¿Quién se preparará verdaderamente para recibir al Hijo de Dios, para recibir al propio Dios hecho hombre, para mostrar Su imagen y semejanza, para mostrarles el camino por el cual todos deben seguir?

Ya llegó la hora, hijos Míos, de que despierten los Cristos del Nuevo Tiempo. Por eso, enciendan sus esencias y dejen caer los velos del pasado; porque Yo llego, en esta noche, a renovar cada una de sus almas, a hacerlos ingresar en este Nuevo Reino, en esta Nueva Jerusalén que desciende intensamente en cada una de sus vidas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Antes de que Mi Espíritu se eleve al Cielo, vengo a bendecir a todos Mis hijos y a todos los que se unen a Mi Corazón Inmaculado, para que esta Obra del fin del tiempo se pueda cumplir. 

Por eso, pido que se aproximen aquellos espíritus que serán nuevos Hijos de Mi Corazón y que serán los brazos en esta Tierra que trabajarán Conmigo; ayudando a sus hermanos para que también respondan a Mi llamado. Todos pueden ser hijos de Mi Corazón.

En verdad, su respuesta, ayer, fue escuchada.

También que se aproximen, en esta noche, aquellos que fueron liberados de la prisión del sufrimiento; porque la Misericordia de Dios, a través de Mi Sacratísimo Hijo Jesús, abrió la puerta a la libertad, a la expresión del alma divina de cada uno de estos amados hijos.

Los invito, queridos hijos, a unir sus manos en oración, a colocar sus manos cerca del corazón para que Yo los pueda bendecir.

Dios ha escuchado su llamado al Espíritu Santo. Quiero que esta noche, ante Mi Presencia Inmaculada se reenciendan sus almas, para que el Fuego Divino descienda en este lugar y se expanda sobre todo Brasil, abrazando a todo el mundo con la Presencia del Espíritu Santo.

Sientan, a través de esta canción, los Dones y la Inspiración de Dios, la Fortaleza de Dios, el Amor de Dios y la Ciencia Divina que los cura.

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Los Hijos de María que se consagran hoy, vengan, por favor.

Canción: “Incendia mi alma”.

Bien, como hacemos después de cada Aparición, vamos a relatar algunas cosas que sucedieron, para que nosotros podamos ir aprendiendo cómo es que en los planos celestiales se organizan los movimientos hacia el planeta; y cómo es que la Jerarquía Divina, los Mensajeros Divinos, trabajan en nosotros como humanidad.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

María, hoy se aproximó muy cerca de nosotros, pero antes de la Aparición muchas cosas sucedieron, una detrás de la otra.

Los Arcángeles estuvieron muy presentes, principalmente Rafael y Miguel, que fueron abriendo puertas hacia el universo, poco a poco, a medida que nuestra Madre se aproximaba.

Hoy, también vimos, en un momento, a los profetas Moisés e Isaías que traían en sus manos un libro guardado dentro de un arca. Ellos dijeron que era un instrumento del Cielo que estaba siendo traspasado de dimensión en dimensión para ser sembrado en este lugar.

Nos vimos delante de un misterio, pero ese misterio era tan verdadero que no dudamos que era real, porque Dios estaba presente a través de todas esas cosas.

Hoy, sentimos también que hasta el Reino Mineral estaba siendo agradecido, la naturaleza, como decía la Hermana Lucía.

Hoy, sentimos la bendición en la Colina, que era algo un poco inexplicable. María se aproximó con el Niño Jesús en brazos. El Niño Jesús caminaba entre las personas para liberarlas de muchas cosas; con solo pasar junto a cada uno de ustedes, las energías se desprendían de una forma muy leve y armoniosa.

Hoy, nuestra Madre nos mostró Sus diferentes Faces. Al final de la Aparición, se manifestó como Nuestra Señora de Guadalupe, y toda la energía y la presencia de Guadalupe se depositó sobre la Colina.

También, sentimos la unidad con la consciencia indígena. Parecía que muchas consciencias de otros puntos de la Tierra, en los planos espirituales, se estaban congregando aquí, sobre la Colina, al igual que los Reinos de la Naturaleza, los vimos dentro de una gran arca. Sentimos la presencia de Noé y había algo espiritual que estaba aconteciendo ante todo eso.

Cuando apareció nuestra Madre, detrás de Ella se manifestó la Nueva Jerusalén o el Paraíso, a nuestro entender según Ella nos decía. Esa Ciudad de Cristal, que vive y resplandece en el Universo Espiritual, fue traída hoy por la Presencia de nuestra Madre.

Hoy, sentimos la Presencia del Creador en todo este espacio. Él estaba presente a través de María. Percibimos el Aspecto Femenino de Dios como nunca antes lo habíamos percibido. Eso iba más allá de la Presencia de María, pero María era el centro, era el foco que manifestaba esa Consciencia de Dios.

Ella contempló nuestros corazones con mucha dulzura y, en un momento de la Aparición, cuando nosotros relatábamos lo que Ella nos decía, las Faces con las que se iba nombrando, en el momento que Ella habló de la Nueva Jerusalén, nos mostró por algunos segundos lo que Dios tiene escrito en Su Corazón para este fin de los tiempos, para este planeta, para esta humanidad.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Después de recibir toda esta Gracia, todas estas explicaciones de lo que sucede, entre Dios y nosotros, todas estas revelaciones que parecen grandes misterios, pero que se tornan simples cuando las colocamos en el corazón; porque solo a través de nuestro corazón, podremos comprender todas estas dádivas que estamos recibiendo.

Hemos aprendido muchas cosas entre ayer y hoy. Y una de las cosas más importantes que hemos aprendido, es que solo basta abrir el corazón y entregarse con fervor a nuestra Madre María; porque lo que sucedió en la noche de ayer, preparó esta Gracia que recibimos hoy.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Solo quiero agregar algo que recordé y que María pidió que lo dijéramos, porque Ella dice que es muy importante para muchos hermanos.

En el momento en que Ella llamó a los hermanos que están hoy aquí visitándonos y a las hermanas que se consagraron como Hijas de María, Ella consagró este ramo de flores para esos hermanos como un agradecimiento de María a ellos. 

Y, en el momento de la bendición, cuando llamamos al Espíritu Santo, Ella también bendijo a todas las imágenes que están aquí.

Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN

En esta noche, deseo consagrar estas sagradas imágenes, especialmente aquella que será la peregrina para muchos corazones y que representa a Mi Gloriosa Faz en Fátima.

En esta noche, Yo colocaré Mis Manos sobre ella, para que los códigos de Fátima puedan estar en los corazones que invoquen, a través de ella y por medio del poder de la oración, Mi preciosa intercesión.

Irradiaré a través de ella el universo de Fátima, los códigos de Luz que Yo dejé impresos hace mucho tiempo en Europa. A todos los que se unan a esta sagrada imagen de Fátima y permitan que recorra cada hogar, Yo les prometo derramar las Gracias sobre sus familias.

Todos son Mis queridos hijos, no tengo predilección por uno ni por otro. Mi tarea maternal llama a todas las consciencias para una misión mayor.

Mi Consciencia Maternal trabaja con los espíritus de cada uno de ustedes y, a través de Mi oración perpetua, a través del Santo Rosario y de cada nueva oración que Yo pronuncio por el mundo, Yo elevo a cada uno de Mis hijos hacia el Reino de Dios, para que cada uno cumpla con la misión que vino a realizar.

Todos son hijos de María sin distinción, todos son preciosos rostros ante el Trono del Padre, almas puras que nacieron de la Fuente Mayor. Busquen la unidad que existe entre sus corazones, no permitan que el enemigo los engañe.

Yo vengo a abrirles sus ojos y a enseñarles el camino de la cristificación. Necesito de los apóstoles de Cristo para preparar la tierra fértil y sembrar las nuevas semillas en sus corazones; porque el Pastor está llegando al mundo y buscará sus frutos internos, los talentos que Él les dejó hace tanto tiempo.

Un verdadero ser fraterno es aquel que ama sin separaciones, vive lo que proclama, es un ejemplo de caridad y de humildad para todos.

Queridos Hijos, nuevamente los invito a la santidad del corazón. Tengo preciosas promesas para sus almas, deseo que Mis rayos de Gracias estén entre todos ustedes. Por eso, en esta sagrada noche, bendigo esta imagen peregrina que les abrirá las puertas a nuevos corazones, y todos encontrarán la paz, la paz que falta en el interior de muchos.

Yo los necesito firmes y valientes, que puedan ser un solo corazón y una sola alma.

Vengo a anunciarles Mi misión a todos Mis hijos; pero sepan, Mis pequeños, que aquel que Me dice sí se compromete un tiempo Conmigo; por eso, piensen en lo que deciden. Ustedes tienen la gran libertad interior de elegir; Dios los hizo libres y puros, son tan puros como las grandes praderas de estas tierras, sus esencias son tan puras como el agua cristalina.

Quiero que ustedes sean flores en el Reino del Creador y que muchos dejen de ser espinas en el Corazón de Dios. Él necesita derramar Su Misericordia sobre todos. Sean honestos y caritativos. Únanse a esta propuesta evolutiva. Únanse a Mi llamado mariano. Yo necesito de ustedes, como ustedes necesitan también de Mi Corazón.

Les abro las puertas a los que las tienen cerradas. Llegó el momento, queridos hijos, de ofertarse de corazón y de alma a Dios. Existen muchos caminos de servicio en la Tierra, Dios los ama a todos por igual. Dios nos enseñó, a Mi Hijo y a Mi Inmaculado Corazón, a amar a todos ustedes.

En este tiempo, queremos proclamarles, a todos, la grandeza del Reino del Padre. Que sus corazones se abran al Gran Llamado. Todo está donde debe estar.

Queridos hijos, mediten sobre lo que les digo. Necesito que amen más de corazón, hasta que este amor sea una locura santa, desborde de sus almas y se derrame sobre sus hermanos; así el Plan estará concretado.

Ahora, bendeciré la imagen para ustedes, para todos los grupos de oración que la recibirán con amor y también para los hogares que se abran a recibir Mi sagrada imagen.

 Yo Soy para todos. Mi Amor es de todos, porque Yo los amo profundamente.

Que Mi esperanza los ilumine y que se abran las puertas a la redención.

Acepten Mi Mano, Yo los sustentaré fuertemente. Una Buena Madre no los dejará caer. Los llevaré, entre los ángeles y arcángeles, hacia el Reino verdadero de la Paz; promesa infinita para sus corazones, después de este mundo.

Gracias, queridos hijos, por compartir este momento con el Cielo.

Y antes de despedirse de Mi hasta el día de mañana, cuando liberaré a muchas consciencias, Yo los invito a que, antes de retirarse de este salón, toquen esta imagen para recibir los códigos de Fátima y lleven en sus corazones Mi Presencia Santísima, que promete curarlos todos los días cuando se abran a la Fuente Mayor con absoluta confianza y fe, porque todo siempre estará bien.

Dios protege a los siervos que lo sirven y ama a todas las criaturas, por encima de todas las cosas.

El Universo los llama a servir, el Universo se derrama sobre sus consciencias.

Mi Corazón Inmaculado se oferta a ustedes para ayudarlos.

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora hoy nos dice que está muy alegre y contenta por la respuesta de haber manifestado este Portal de la Paz.


Gracias, queridos hijos, por honrarme en nombre de Dios.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Nuestra Madre, vamos a orar el Ave María en diferentes idiomas, por todas las almas que deben aproximarse a Dios. La Madre pidió especialmente que hoy incluyéramos los idiomas húngaro y latín.

Para orar el Ave María en portugués, Nuestra Señora pidió que lo hiciera la hermana Gloria, ella comenzará con la oración del Ave María.

Mientras tanto, dice Nuestra Señora que nos aguarda.


Oración: Ave María (dos veces en portugués, dos veces en español, dos veces en inglés, dos veces en italiano).


Ahora, vamos a hacer ahora la oración en francés:

Oración: Ave María (dos veces en francés, dos veces en alemán, dos veces en latín).

Nuestra Señora nos dijo que tenemos que estudiar más los idiomas, porque no sabemos el Ave María en húngaro.


Vuestros corazones cuando oran, dice Nuestra Señora, trabajan sobre la consciencia de las naciones y de los pueblos. Les estoy enseñando a ser mediadores entre el Cielo y la Tierra, una comunicación interna y predilecta con Dios, a través de la oración.

 

Queridos hijos, hoy vengo aquí a agradecerles y a invitarlos a seguir ese camino de oración que están realizando, pues muchas almas más necesitan de esa salvación. El Cielo está contemplando sus oraciones.

Y hoy les revelo, queridos hijos, que, en nombre de la Gloria de Dios, sus corazones se encuentran aquí, sobre un lugar sagrado e inmaculado, donde Dios Me envió para anunciarles la Buena Nueva, el camino de la redención y de la conversión.

Ese camino comienza con la oración día a día, queridos hijos, por eso su persistencia será importante en el fin de este tiempo. Cuando hoy llamo a todos a la oración del Ave María, los llamo a iniciar ese camino de salvación, que comienza con su coligación con Jesús, Quien también les envía la bendición por estar reparando Su Corazón.

Día a día, acontecen muchas cosas en este mundo, hijos Míos. Sus oraciones deben ser curadoras para todas las almas, deben sanar las heridas que existen en este mundo y que se gestan en el corazón de todos Mis hijos.

Por eso, día a día, no Me cansaré de llamar a Mis hijos a la oración; porque, como Señora del Santo Rosario, les afirmo esa importante herramienta del fin de los tiempos para su consciencia.

Quiero que comiencen a aprender, queridos hijos, a orar como oraron los patriarcas y que imiten el camino de todos aquellos que se han consagrado a Mi Hijo.

¿Cómo comenzará ese camino, queridos hijos? A través de la apertura de su corazón.

En la entrega a Dios no existe ningún misterio, pues es importante que vivan en la humildad y que aprendan a vivir en esa fraternidad que Yo los invito a vivir.

Hoy, consagro este Portal de la Paz en nombre de Mi Hijo, el mismo Portal que una vez Mi Corazón abrió en Fátima, porque debe ser referencia de la Luz en este mundo, de la presencia de Mi Corazón Maternal en sus vidas.

Aún es necesario, queridos hijos, que sus ojos contemplen referencias en este plano que les permitan elevar sus corazones para vivir un perfecto encuentro con Dios. Las huestes de Luz del Padre caminan y circundan a este mundo, ayudando a la salvación de los corazones.

Por eso, queridos hijos, cada pequeña oración que nazca desde sus corazones es muy considerada en el Reino de los Cielos. ¿Y por qué hoy les digo esto tan simple? Porque con facilidad las almas se olvidan de ese compromiso que tienen con el Señor.

También hoy, como Madre de Nazaret, quiero guiarlos como Yo guie a Jesús. Estoy yendo paso a paso, caminando a través de los corazones, encendiendo la Luz de sus esencias, para que Nuestro Amado Señor pueda encontrar morada dentro de ustedes.

Él necesita de refugios simples y austeros, donde exista el fuego de la oración; oración que debe permear el corazón de todos Mis hijos. Porque su Luz interna debe estar encendida para que el Señor pueda dirigirles Sus Palabras, para que Él pueda enseñarles cómo caminar y cómo conducirse en esta vida.

Por eso, la oración es muy importante en este tiempo; porque en ella hallarán la simplicidad y la humildad, humildad que hace falta en esta humanidad. Y al faltar la humildad, queridos hijos, falta la sinceridad en el corazón y sobre todo la reverencia al Creador.

Por eso hoy, queridos hijos, ustedes están siendo invitados, a partir de este Portal de la Paz, a ser más reverentes ante Dios.

Porque de esa manera, hijos Míos, sus corazones serán siempre guiados y contarán con Mi Manto Maternal, para que ustedes se coloquen debajo de él y siempre se sientan guiados, sintiendo la Luz de Mi Corazón y el Amor de Mi Espíritu.

Quiero revelarles, queridos hijos, que Mi Corazón Maternal, en nombre de Dios y bajo Su Voluntad, estará llegando a Córdoba y a Porto Alegre, respondiendo así a Sus pedidos.

Por eso, ustedes son invitados a seguir Mis pasos. Y en este día tan importante para el Señor, de gloria para sus corazones, quiero agradecerles por su respuesta y por su colaboración para que Mi Voz y Mi Mensaje pueda llegar a más corazones, para comprender los misterios que el Señor les coloca en su vida. Y también son invitados a amarlos de corazón, porque así la mente será irradiada por el Espíritu Santo y comprenderá, desde el corazón, todo lo que el Señor coloca en este tiempo.

Les he hablado, queridos hijos, de los cambios; la humanidad cambia rápidamente en este tiempo. No solo Mi Corazón, sino el Corazón de Mi Hijo y de todos los santos están en constante vigilia, observando el movimiento de esta humanidad y las inestabilidades que ella vive en este tiempo.

Queridos hijos, ante todos esos acontecimientos a pedido de Dios, Mi Corazón Maternal está actuando de otra forma en este tiempo, diferente de como Él actuó en otras Apariciones, a lo largo de estos últimos ciclos, acompañando la necesidad de todos Mis hijos, realizando milagros y curas profundas para que los corazones acrediten en la Presencia de Dios.

Pero a ustedes, que viven a partir de hoy el misterio inmaterial de Mi Espíritu, los invito a estar dentro de Mi fe y unidos en oración Conmigo, a encender la Luz de sus almas.

Ustedes deben irradiar esa Luz a las demás almas. Muchos corazones están sufriendo; ¿y saben por qué es, queridos hijos? Por la falta de amor y de auxilio a los corazones heridos.

La humanidad está en la transición de su gran prueba y el Señor Me envía, como la Reina de la Paz, para poder cultivar en los corazones los Mandamientos del Señor y los verdaderos principios de la vida futura, principios que nacerán del corazón, principios que ustedes pueden comprender como atributos, atributos que Mi Inmaculado Corazón ya vivió cuando estuvo en este mundo y que Yo los estoy invitando a vivir en este tiempo para que siempre puedan estar en el Señor.

Queridos hijos, en verdad hoy les digo que, después de tanto tiempo de incursión de Mi Espíritu sobre esta Tierra, Mi Corazón no se ha cansado.

Pero hoy también les revelo, queridos hijos, que, a lo largo de todo este año compartido con ustedes, hijos Míos, han hecho triunfar Mi Corazón en gran parte, porque Mi Corazón llegó a sus corazones y quedaron unidos a Mi Maternidad.

Cuando Yo los invito a caminar como caminó el pequeño Jesús, Yo los invito a vivir en la confianza, a amar al Absoluto y encontrar en el Todo, en el Universo, la verdadera guía para este tiempo.

Por eso no bajen los brazos, queridos hijos, sino alcen sus manos a través de la oración, porque Mi Corazón contemplará sus gestos de amor y Mi Luz estará siempre en ustedes, siempre que la llamen y clamen por ella.

Repitamos las oraciones del Ave María, porque a través de Mi Presencia Maternal aquí, en este día, muchos corazones del mundo están siendo ayudados.

Por eso, los invito a conocer, queridos hijos, el Misterio de la Omnipresencia de Dios. Y esto comienza, queridos hijos, ejercitándolo mediante la oración, cuando unen sus corazones con cada corazón hermano.

De esa forma, muy simple y verdadera, queridos hijos, estarán unidos a Dios, creando la red del amor y de la unidad entre todos los corazones del mundo.

Cuando Yo les pido orar por todos los corazones de este mundo, por la salvación de todas las almas, Mi corazón los invita a unirse a cada corazón hermano, aunque los desconozcan, porque cuando estén unidos a Mí, en la oración, podrán descubrir, queridos hijos, que el Amor está en todos Mis hijos.

Y eso es a lo que ustedes deben aspirar, que el Amor del Padre en este tiempo tan definitivo, esté en esta humanidad.


Oración: Ave María (dos veces en portugués).


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora está diciendo que la Misericordia de Dios es tan importante en este tiempo, que verdaderamente debemos creer en ella.


Oración: Ave María (dos veces en español, dos veces en inglés, dos veces en italiano, dos veces en francés, dos veces en alemán, dos veces en latín).


Madre María Shimani de Montserrat:

Nuestra Madre está pidiendo que, por favor, los misioneros que van a Etiopía se acerquen hasta aquí. Ella va a bendecirlos, y en ese grupo va a estar incluida la hermana Gloria y la hermana Ademina.

Vamos a cantar Inmaculado Corazón de María.
Vamos a elevar las velas y a encenderlas.


Queridos hijos, ¡gracias por responder a Mi llamado!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Madre María Shimani de Montserrat:

Hoy ha sido una noche muy importante. Recibimos muchas instrucciones de parte de Nuestra Madre; así que será importante que, cuando la Aparición esté publicada en el site, nosotros estudiemos y comprendamos todas las instrucciones que Nuestra Señora nos entregó hoy. Porque eso marcará la diferencia entre estar verdaderamente en Su Corazón, realizando la tarea que tenemos que realizar, o no estar.

Ella nos está instruyendo sobre cómo trabajar junto con Ella no solamente en el rescate de las almas, sino que Ella nos está enseñando a cómo ser mediadores entre el Cielo y la Tierra y ojalá algún día podamos comprender qué es lo que eso significa.

Por ahora, solo nos tenemos que ofertar a seguir la instrucción de Nuestra Señora. Y ahora vamos a escuchar lo que Fray Elías tiene para contarnos.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Verdaderamente, como Ella hoy nos dijo, este es un Portal de la Paz y un Portal hacia el Cielo.
Durante la tarea de oración fuimos siendo partícipes de un movimiento planetario que se fue prolongando cuando nos pidió orar en los dos momentos el Ave María.

Hoy fue preparada la Aparición de Nuestra Señora de una forma especial. Los ángeles fueron preparando el camino de descenso por donde Ella iba a llegar y este Portal actuó como una gran ventana hacia el Cielo. Ellos colocaron, a cada lado del Portal, un camino hacia el infinito que estaba lleno de flores. Había muchas flores que iban siendo colocadas a medida que íbamos orando. Los ángeles los sobrevolaban y pasaban de un lado hacia el otro con mucha rapidez. Era muy interesante porque parecía que ellos estaban corriendo para preparar toda la tarea.

Y a medida que fuimos orando y antes de la Aparición fueron manifestándose diferentes portales sobre este Portal físico, portales que iban cambiando de colores, que iban desde el blanco, pasando por el rosa, el celeste, iban mudando muy lentamente con mucha armonía.

Pero lo que vimos es que ese Portal era más grande que el que tenemos aquí. Y allí fue cuando Nuestra Señora se proyectó y apareció dentro de este Portal. Ella nos dijo que estaba consagrando el Portal en ese momento con Su Consciencia y estaba reactivando el Portal que Ella activó en Fátima. Eran dos principios que Ella nos daba: la fe y la paz.

Y, a través de la Presencia de Nuestra Señora, la Luz comenzaba a emerger no solo del Cielo, sino del interior de la Tierra; y esas dos luces que eran blancas, que se irradiaban del interior de la Tierra y del Cielo, se fusionaban perfectamente en armonía. Era como un ejercicio, un movimiento que Nuestra Señora hacía.

Y esa energía y toda esa luz iban siendo irradiadas no solo hacia aquí, sino en otros puntos del planeta. Iban tocando los puntos del planeta a los cuales se refería el idioma en el cual orábamos. Llegaba a Francia, a Italia, a Brasil y los países que hablan español.

Durante el proceso de la Aparición también Nuestra Señora fue haciendo algunos movimientos importantes, que iban aconteciendo a medida que Ella iba dirigiendo Sus Palabras.

Hoy, Su manifestación, Su Presencia, era más fuerte que ayer. Nosotros comprendíamos que esto sucedía porque Ella estaba muy próxima, a un metro aproximadamente de distancia nuestra.

Además de aparecer como la Reina de la Paz, sostenía fuertemente el rosario en Sus Manos, y cuando la hermana Nadjana repetía la oración que Ella nos enseñó, en estos días, Ella iba pasando las cuentas silenciosamente.

Cuando oramos el Ave María, Ella no oraba para sí misma, sino quedaba en silencio y acogía esa oración. En algunos momentos Su Rostro se iluminaba, Sus ropas quedaban muy resplandecientes. Lo que realmente impresionaba eran la claridad de Sus Ojos, la Mirada profunda, Ojos de color celeste mar; y, cuando Ella dirigía Su Mirada hacia nosotros, generaba algo dentro de cada uno de nosotros.

Y, más allá de Su Mirada, lo que Ella transmitía era a Dios a través de Sus Ojos; parecía como si Dios estuviera hablando a través de Ella. Eso era lo que se sentía a través de esa Presencia maternal, de ese acogimiento a cada uno de nosotros.

Hoy, durante toda la Aparición, estuvo sonriente, alegre y hacía algunos gestos muy maternales cuando Ella nos dirigía Sus Palabras; por ejemplo, no solo pasaba las cuentas entre Sus Manos, sino a veces nos dirigía Sus Palabras con movimientos en Sus Manos.

Y hoy, durante toda la Aparición de forma especial, Ella estuvo acompañada por los ángeles.

Y, durante toda la Aparición, ese Portal al infinito con las flores permaneció abierto. Los ángeles estaban allí silenciosamente, protegiéndola, acompañándola; aunque algunos también hacían otra tarea con algunos de los hermanos que estaban aquí, desplazándose de un lugar a otro fácilmente.

Uno de los pedidos, que hoy hizo Nuestra Señora y que vamos a compartir, es por este Centro Mariano que Ella llama Centro Mariano de Figueira. Nos dijo que este Centro Mariano de Figueira era como Medjugorje; y que, a partir de mañana, debe comenzar con una tarea de oración que Ella nos pasó.

Una oración que Ella nos pidió es el Rosario, y que las 50 cuentas del Rosario fueran oradas cada tres horas. Ella nos pasó algunos horarios que comenzarían a partir de mañana y durante todos los días, hasta que Ella nos indique si esa oración debe continuar por más tiempo.

Ella nos dijo que tenemos que orar en este lugar, colocándonos de frente al Portal en grupos de oración, a las nueve de la mañana, al mediodía, a las 15:00 h y a las 18:00 h, porque fueron los horarios que Ella marcó.

Cuando Ella nos habló sobre la misión a Etiopía, le preguntamos si tenía alguna indicación en particular para los hermanos que viajaban. Ella nos dijo, sonriendo: “Que estarán en Mi Inmaculado Corazón. Yo les pido que oren todos los días, que se unan a Mí, que sirvan con alegría, que lleven la paz y que comulguen todos los días, porque así estarán resguardados”.

Entonces, Ella nos indicó algo más. Sabíamos que en esa misión también iba nuestra hermana Gloria y le preguntamos: ¿Dónde quedará ella? Ella nos dijo: “Que en lo posible quede con las Misioneras de la Caridad”. Le preguntamos: ¿Estará sola? Ella respondió: “No, estará acompañada”.

Ella nos dijo: “Quiero que Mi hija Ademina vaya también a la misión, a llevar esa paz”.
Y al final de la Aparición, cuando Ella se elevaba al Cielo e irradiaba Luz, Ella nos dijo: “Los infiernos hoy se han cerrado porque la Luz descendió a la Tierra”.

Y recordé un detalle más, que cuando los hermanos misioneros pasaron aquí, vivimos una experiencia con Nuestra Señora que fue importante, que fue inusitada. En ese momento sabíamos que Nuestra Señora se estaba elevando. Ella le dio la bendición maternal a través de una cruz luminosa sobre cada uno de los hermanos.

Pero en el momento en el que los hermanos estaban arrodillados y todos estaban cantando, de repente Ella apareció aquí, sobre el suelo y caminaba con mucha grandeza. Tenía el Manto celeste y una Túnica blanca. Su Rostro era, en ese momento, más rosado y claro. Ella traía con mucha decisión algo en Sus Manos, que le iba a entregar a cada uno de los misioneros.

Vimos que Ella colocó un escapulario en cada uno de ellos. En la imagen del escapulario, de un lado tenía al Cristo y del otro lado tenía una manifestación de nuestra Madre que era muy similar a la Reina de la Paz.

Ella fue colocando el escapulario en cada uno, e imponía Su Mano sobre cada uno de ellos. Eso aconteció muy rápido.

De repente, Ella desapareció y comprendimos que ahí ya había terminado. Pero todavía los hermanos estaban arrodillados y una Luz comenzó a emerger alrededor de ellos, y detrás de ellos aparecieron los ángeles de la guarda.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Solo nos resta agradecer a Dios por permitirnos vivir esta Gracia, por prestarnos a Nuestra Señora durante todo este tiempo y también nos resta colaborar verdaderamente de corazón con esta tarea que Ella está haciendo.

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

La Madre quiere que cantemos la canción: “La Mujer que nos guía”.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Por la protección de Cristo, Mi Hijo Amado, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, Mis Brazos les traen regocijo, maternidad y amor, pero Mi Corazón también les trae dolor de parte de este mundo; y eso, queridos hijos, es lo que hoy, en este día trece, les vengo a anunciar. 

Tantos años han pasado de Mi Presencia en Fátima, y aún Mi Corazón sigue triunfando en este mundo. Por eso, hoy les pido, queridos hijos, que tengan presente estas Palabras en sus corazones, porque en el fin del tiempo las comprenderán. 

Necesito perpetuamente de todos ustedes, de sus corazones y de sus acciones. Todas las oraciones son bienvenidas en el fin de este tiempo. 

Sepan, queridos hijos, que Mi gran dolor hoy se ve, ya que observa la gran condenación de almas que existe en este mundo; aunque estén aquí, en esta vida, sobre esta Tierra de Dios, ellas se condenan al fuego del infierno.

Por eso, hoy Yo los invito, queridos hijos, a que reparen sinceramente el Corazón de Mi Hijo a través de las buenas acciones de paz y de amor, porque está cerca un nuevo tiempo en el que muchas cosas serán reveladas a la humanidad.
 
Todos los secretos que Yo he derramado a lo largo de los años, algunos en Medjugorje y otros aquí, serán revelados a su debido tiempo, Mis queridos hijos.

Para que todo se pueda reparar con rapidez y con amor, es necesaria la oración del corazón. Deben coligar sus espíritus con el Altísimo, con el Único Padre, para que puedan estar dentro de Su Protección y de Su Paz. 

Hoy, también les digo, queridos hijos, que Mi última llamada está siendo pronunciada en este tiempo; y cuando Yo repito esta frase, tantas veces, es para que sus pequeños corazones Me puedan escuchar. 

Por eso, es necesario, queridos hijos, que vivan la reconciliación y el perdón. Yo les digo verdaderamente, hijos Míos, que están a tiempo de poder vivir estos atributos. 

Algunos de Mis hijos de esta humanidad deben vivir esos principios en este fin de tiempo. Ustedes deben llenar el Cáliz en el Corazón del Señor, el Cáliz que representa al Corazón de Mi Hijo, a través de la oración y de su entrega, porque Su Corazón está siendo muy flagelado. 

¿Quién sacará las espinas de Su Corazón, que son generadas día a día, tiempo tras tiempo?  
Por eso hoy, queridos hijos, les digo nuevamente que están a tiempo de poder mudar su condición de vida mediante la oración y la activación de su fe; porque todas las Palabras que ya han sido derramadas tienen un motivo especial para sus corazones: la conversión.
 
Cada movimiento que hagan en su vida debe ser donado a Dios; porque así, Él contemplará desde ustedes las buenas obras de paz y de caridad. De esa forma, queridos hijos, sus corazones estarán iluminados y guiados, y podrán seguir el camino hacia Mi Hijo.

Porque hoy, en verdad, les digo, queridos hijos, que muy pocos creen en la Venida del Redentor; pero ese tiempo está cerca y los templos, que son Mis hijos, los corazones de todos Mis hijos, deben estar preparados.

Cuando Yo les hablo que están a tiempo, es que están a tiempo de donar amor y paz, dejando de lado cualquier crítica que nazca desde su corazón. En este tiempo, deben buscar la pureza; porque así, Yo podré decir, queridos hijos, que sus corazones están iluminados. Ellos serán un templo cristalino para el Altísimo, para Mi Dios. 

Muchas cosas están mudando dentro de Mis hijos; por eso, diariamente los invito a la oración. La oración debe llegar hasta los sueños, debe repetirse perpetuamente desde el corazón. Porque en este tiempo, hijos Míos, ustedes deben crear barreras de luz para que puedan estar protegidos de todo, durante las horas de su vida y más allá de su vida. De esa forma, queridos hijos, Yo solo les pido que estén unidos al Reino Celestial del Creador.

Yo también les pido, queridos hijos, que no bajen más los brazos, sino que alcen sus ojos hacia la Misericordia de Mi Hijo. El manantial aún está abierto y aquel que aún no bebió de esa fuente prodigiosa, es invitado a beber para saciar la sed que Yo veo en muchos corazones. 

Mi Hijo espera derramar Sus Rayos, pero ¿dónde están los instrumentos del Creador? ¿Qué están haciendo de su vida? ¿Cuánto tiempo le dedican al Señor?

Queridos hijos, estamos en los tiempos finales. Lo que escribió Juan, hace mucho tiempo, en la Biblia, ya está pronto para revelarse.

No son tiempos normales, queridos hijos, abran vuestros ojos a la Luz de Mi Corazón y eleven sus súplicas hacia Mi Ser, porque Mi Corazón todo lo siente y todo lo sabe.

Y si hoy Yo no Me muestro a todos ustedes, es porque estoy respondiendo a Dios. Yo los estoy invitando a amar los misterios que comienzan a vivirse a través de la fe y de la devoción a Mi Inmaculado Corazón. 

Por eso, en este tiempo, queridos hijos, la propuesta primordial es la paz, la conversión y la oración. 

Nuevamente, les digo que se animen a vivir estos principios y no se dejen superar por los conflictos en sus internos. Eleven todo a través de la oración, porque así Mi Inmaculado Corazón los guiará. 

En este tiempo tan definitivo, en ustedes, queridos hijos, está la llave para abrirme la puerta y así Yo los podré llevar hacia Mi Hijo, que los necesita y los espera silenciosamente.

Como Reina de la Paz, hoy también les digo que están siendo muy bendecidos a lo largo de este tiempo y, ustedes, Mis queridos hijos, deberán responder por todo lo que están recibiendo. 

La primera respuesta es la paz en el corazón.

La segunda respuesta es el amor a sus hermanos.

No quiero ver en sus corazones ninguna disociación porque Mi Luz, la Luz del Altísimo, está viniendo a su encuentro. 

¿Será que Mis pequeños han percibido esto?

¿Dónde está su pensamiento?, ¿está unido al sentimiento del corazón?

Deben encontrar la paz que Yo les estoy prometiendo, a través de su sincera unidad Conmigo.

Como Madre, como Reina de la Paz, como la Madre de Nazaret, al igual que como lo hice con Jesús, quiero llevarlos en Mis Brazos para que estén dentro de la eternidad del Señor y sepan que Él es Misericordia.

Por eso, hoy también, queridos hijos, los invito a ser pacificadores de Mi Misión, aquí en la Tierra. Sus corazones deben ser espejos de luz en el mundo, códigos de amor y de paz que transformen a los corazones heridos.

Es necesario, hijos Míos, tener servidores y seguidores donados a Mi Inmaculado Corazón, para que Mi Paz se pueda difundir a través de la armonía y de la unidad. Así, brotará de ustedes la fraternidad, porque el Corazón de Mi Hijo estará en ustedes y sus almas estarán en Mi Hijo, en una unión perfecta de amor y de grandes prodigios en este tiempo. 

Es necesario, queridos hijos, tener legiones de amor; almas donadas a Mi Corazón que puedan obrar Conmigo para alcanzar la paz. 

Mi único pedido, en este fin de tiempo, es que ustedes hagan triunfar Mi Inmaculado Corazón, porque a través de Mi Corazón los Rayos de Mi Hijo estarán presentes como fuente de Paz para el mundo y de mucha Misericordia; sobre todo, queridos hijos, para los que la necesitan, los que han caído delante de Dios. 

Dios escucha la canción del corazón de ustedes, que nace del alma y que les permite mantener una unidad con la Fuente del Amor. A ese ejercicio, queridos hijos, ustedes deben retornar para estar dentro de Mi Paz, muy importante para sus corazones. 

Mi Alma fue glorificada por el Señor cuando el Espíritu de Dios entró en Mi Corazón. 

Por eso, Yo los invito, hijos Míos, a elevar la mayor plegaria del corazón a través de la alabanza al Altísimo, para que los Cielos, a través de Mi Corazón, puedan expandirse sobre el mundo y muchas almas puedan ser tocadas por Mi Luz, sobre todo aquellas que esperan hace mucho tiempo el perdón.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Que suenen las campanas, dice Nuestra Señora, para alabar a Dios.

Canción: “Magnificat”.


Mi alma bendice al Señor y a todos Mis hijos que se unen a Mi Corazón. 

En este momento, a través del Espíritu Santo, de la verdadera señal de Luz para todos Mis hijos, los bendeciré y bendeciré este arquetipo de Mi Inmaculado Corazón. También bendeciré, en este momento, queridos hijos, en nombre de la humanidad y del Poder del Amor de Mi Hijo, cada uno de sus orandios; por eso, Yo les pido que los eleven hacia Mí.
  
Que la Gracia Eterna del Padre, el Poder Misericordioso de Cristo, y el Amor y la Sabiduría del Espíritu Santo bendigan a Mis pequeños hijos y a estos pequeños instrumentos de paz para que, a través de la simplicidad y la humildad de sus corazones, todos estén unidos al Único Dios, al Poder del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo por todos los siglos y la eternidad; con la misión de que se concrete, en este plano, el Plan Divino de Dios y la conversión, como la salvación, despierte en cada uno de Mis hijos. 

Como Señora de las Gracias y Madre de todos los hijos del mundo les doy también Mi bendición maternal, el poder de Mi Amor, la fuerza de Mi Espíritu, la humildad de Mi Corazón, para que sean principios activos en sus corazones. 

Que la Misericordia de Dios, Su Compasión, Su Amor y Su Perdón, difundidos por todo el universo, alcancen la luz de sus corazones y que todos Mis hijos se unan a Dios por toda la eternidad. Amén. 

Les agradezco por contestar a Mi llamado, en este día trece.

Que el recuerdo de Mi Presencia, en este día, quede en sus corazones para siempre.

¡Les agradezco!


Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a hacer un breve relato, porque las Palabras de Nuestra Madre ya fueron más que suficientes para todos.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a relatar, ahora, algunos hechos que se fueron dando durante la preparación de la oración y que hablan sobre un pedido que nos hizo nuestra Madre a todos nosotros; un pedido muy importante para el fin de este tiempo, que Ella nombró como Comunión Reparadora de Jesús. 

Cuando estábamos en la preparación, Ella nos mostró algunas escenas que vamos a compartir; escenas que se fueron dando frente al Altar de nuestra Madre, como si fueran escenas en el plano físico y que se fueron desarrollando a medida que íbamos orando.
 
En un momento apareció un Hombre con una túnica blanca hasta Sus Pies, Él estaba encorvado hacia abajo, como si cargara algo en Sus Espaldas. Y lo que cargaba sobre Sus Hombros y Espaldas, mostraba que era el planeta. Ese Hombre llevaba una Corona de Espinas en Su Cabeza. Muchos hilos de Luz que salían de abajo del planeta, lo sustentaban.
 
Esos hilos de Luz eran sustentados por muchos ángeles y esa escena mostraba que el planeta estaba siendo sustentado por esa Luz. Aun así, ese Hombre seguía llevando el planeta en Sus Espaldas con mucho esfuerzo. En un momento, la imagen se acercó y nos mostró a Jesús, que estaba trabajando junto con los ángeles por el planeta. Jesús lloraba sangre.

Luego la imagen se desvaneció y apareció otra, la imagen muy luminosa de Nuestra Señora que estaba muy resplandeciente, muy viva.

Después, Jesús estaba sentado sobre un monte y Nuestra Señora se le aproximó como Madre. Jesús tenía en varias partes de Su Rostro gotas de Sangre. En ese momento, ya no tenía la Corona de Espinas, Él estaba en un estado de total silencio, de contemplación, irradiaba también dolor y mostraba Su Corazón que estaba rodeado de pequeñas espinas que, poco a poco, se iban profundizando en Su Corazón, y eso generaba dolor en el Maestro.

Cuando Nuestra Señora se acercó, hizo un movimiento muy particular. Comenzó a sacar, de adentro de Su Manto, muchos pétalos de rosas; y en ese momento, Ella nos observó y nos dijo: “Estas son las oraciones de Mis hijos”.

Ella se las ofertó a Jesús y comenzó a tomar cada uno de esos pétalos, que eran pétalos de luz, y a colocarlo sobre cada gota de Sangre, y cada pétalo secaba la Sangre en Jesús.  
Luego, también esa imagen se desvaneció hasta antes de la Aparición. 

Después, el Maestro, al que conocemos como Jesús Misericordioso, se acercó fuertemente, a dentro de esta casa y ya no tenía espinas ni Sangre en Su Rostro.

Él se colocó por encima de la imagen que está aquí, en nuestra frente, y detrás de Él había mucha luz celeste y coros de ángeles que lo acompañaban. Eran siete coros, siete ejércitos que acompañaban a la Misericordia de Cristo. 

En ese momento, Él emanó, como ya conocemos, los Rayos de Su Misericordia sobre nosotros. Él tenía Sus Brazos y Manos abiertas en señal de cruz e irradiaba Luz desde las palmas de Sus Manos hacia esta sala. En ese momento, nos dijo: “Ahora les diré qué es lo que acontece en este tiempo”. 

Los Rayos comenzaron a iluminar cada vez más fuertemente, irradiándose desde Su Corazón. Y, debajo de Sus Pies, Él nos mostró una escena: el Rayo rojo, derramándose como si fuera un río de Sangre y el Rayo azul creó también un río celeste de Luz.

En ese momento, a los Pies del Cristo, aparecieron dos imágenes diferentes. Una eran muchas almas que estaban cerca de las márgenes de ese río de Sangre, almas que estaban en sufrimiento y con mucho dolor, y que irradiaban también mucha incomprensión. A su izquierda, apareció otra imagen con un grupo de almas aproximándose a ese río celeste de Luz. Esas almas eran más luminosas, más leves, más cristalinas.

En ese momento, el Maestro nos dijo: “El Rayo rojo es el que purifica a las almas. Todas esas almas están siendo muy condenadas”. Luego continuó diciendo que aun aquellas que están en esta vida, son almas que se están perdiendo y que necesitaban de mucha oración. Luego nos dijo: “Muchas almas que están en diferentes partes de este mundo, y Yo Estoy derramando este Rayo rojo sobre ellas, Mi Sangre, para poder salvarlas”. 

En ese momento, el Maestro habló sobre las almas que estaban en el río celeste: “Estas almas son todos ustedes, una parte de la humanidad que está siendo purificada por Mi Agua, pero que está caminando en el Señor”.

Luego, el Maestro nos dijo: “¿Ven estas dos realidades?, la condenación y la salvación. ¿Será que ayudarán a aliviar Mi Corazón que está flagelado?”. 

En ese momento, Él nos mostró cómo las espinas se desprendían del Corazón de Jesús; y luego, esa imagen desapareció. 
 
Cuando llegó Nuestra Señora, como la Reina de la Paz, habló mucho sobre la reparación del Corazón de Su Hijo. Y, entonces, nos hizo un pedido que ya les dijimos al comienzo: la Comunión Reparadora.

Luego, dijo Nuestra Señora: “Necesito, en este tiempo, que el Corazón de Mi Hijo sea aliviado para que la Fuente de Su Misericordia pueda seguir derramándose y sus oraciones permitan que la Justicia sea leve en los corazones de todo el mundo. Ustedes pueden detener esto mediante la oración. Por eso, Yo les pido realizar la Comunión Reparadora todos los días viernes, por un tiempo”. Pero no nos dijo qué tiempo era ese, sin embargo, sabíamos que sería mucho tiempo. También nos dijo que era muy necesario realizar ese ejercicio de Comunión.

Luego, le preguntamos cómo acontecería esa Comunión Reparadora.

“Mi principal pedido es que todos comulguen para reparar el Corazón de Jesús. No solo necesito que ustedes estén en una buena sintonía, sino también en una verdadera oración”. Ella nos dijo que eso ayudaría y que esa Comunión sería realizada abiertamente para todos.  
Después le preguntamos cómo acontecería esa Comunión. 

Ella nos respondió: “Primero, ustedes deben tener la intercesión de un sacerdote que les brindará esa Comunión. También pueden hacer la Comunión en las Comunidades, de una forma muy simple, ofertándosela a Mi Hijo, porque de esa manera también estarán reparando el Corazón de Jesús”. 

Eso fue la primera parte. Después, en la segunda parte, Ella nos transmitió Su Mensaje.  
Después de todo lo que nos dijo, al comienzo de la Aparición, Ella también nos dijo que recibió el permiso de estar sobre Sus hijos. Por eso, nosotros nos dimos vuelta para verla y Ella comenzó a transmitir el Mensaje. Mientras transmitía el Mensaje, también imprimía Su Luz sobre todos nosotros.

Cuando rezamos la oración por los Centros Marianos, cada Centro Mariano iba siendo tocado por Nuestra Señora y entonces pudimos ver cómo era el efecto poderoso que tenía la oración, porque Ella en Su Corazón concentraba cada Centro Mariano. 

Así, finalmente, llegó el momento en el que Ella hizo la bendición y trajo en Su Presencia a Dios, que también derramó como Energía sobre nosotros. 


Madre María Shimani de Montserrat:

Ahora nosotros finalizaremos nuestra transmisión por Internet, cantando “Revelaciones de Aurora”.

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Apariciones extraordinarias
VIGESIMOCUARTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA COLINA DE LAS APARICIONES, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 19:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Se comenzó con la oración “Ave Luminosa”.


Madre María Shimani de Montserrat:

Inhalamos lenta y profundamente, vamos a reunir nuestras energías cada vez más, sintiendo con más intensidad nuestro interior y colocando la Presencia de la Madre que cada uno de nosotros más conoce, con la que tiene más afinidad.

Vamos a percibirla ante nosotros como si oráramos con Ella y vamos a colocar nuestra mente y corazón en Ella, en Su Amor. Vamos a unirnos conscientemente a Ella para orar por todas esas almas que Ella nos ha pedido que la acompañemos a rescatar, como si colocáramos en el plato de una balanza cada una de las cuentas y eso comenzara a equilibrar este proceso planetario.

Vamos a orar con amor, porque hoy que somos más y que sabemos de la fuerza de la oración, del poder de la oración, vamos a unirnos para que este momento sea un momento especial, único, en el que muchas almas puedan ser rescatadas de lugares oscuros, almas que están perdidas.

Y así, no solo vamos a recitar, vamos a orar verdaderamente y a colaborar, a trabajar con la Madre Universal. Vamos a hacer énfasis en prestar atención a los atributos que la Madre Universal nos trae y cuando repetimos cada atributo, lo hacemos con la intención de que se pueda plasmar en nuestras consciencias y en todas las consciencias de nuestra civilización.


 
Después de un tiempo, se cantó el “Ave María” mientras se continuaba orando la “Madre Universal”. Luego, comenzó a llover y todos los presentes se quedaron orando sin moverse de su lugar.

Después, Fray Elías oró tres veces el “Ave María”.


Queridos hijos, hoy los purifico con Mi Agua, para que sus corazones queden libres de manchas. Quiero que reciban esta Gracia superior para que sus corazones sean mansos y humildes.

Imiten la Luz de Mi Corazón y alcanzarán Mi Reino.

Hoy, estoy bendiciendo al mundo con una Gracia especial: la reconversión de las faltas y de las deudas; por eso, permitan que sus rostros se mojen con Mi Agua para que la Luz superior descienda y cure todo mal.

Quiero que encuentren descanso en Mis Palabras y que no se inquieten, pues están frente al Señor antes que frente a Mí.

Para que la Tercera Guerra se impida deberán orar más, deben brotar sinceras oraciones de sus corazones para que lleguen a Mí y Yo pueda interceder no solo por ustedes, sino por todos Mis hijos.

Guarden en sus corazones Mi llamado, para que puedan despertar en el fin de este tiempo. Estoy marcando la última hora de paz para todos los que la quieran recibir; por eso, hoy derramo Mis Gracias en sus corazones para que confíen en Mí y en Cristo.

Hoy, estoy orando por esta parte del mundo para que todos puedan saber Quién Soy y Quién los guía. Recuerden Mi pasaje como la Madre del Mesías, pues ahora Soy su Madre, la Madre de todos. Lleven en sus corazones la Luz de Mi Corazón para que se puedan afirmar en Él y no padezcan ante las pruebas que vendrán.

Hoy, cada uno de ustedes está respondiendo a una parte de Mi llamado, pero quiero anunciarles a los corazones cerrados que vengo en nombre del Señor a establecer Mi Paz inmaculada y el triunfo total de Mi Corazón.

Los invito a entrar debajo de Mi Manto, para que los pueda proteger y así, unidos en oración, puedan Conmigo, ayudar al mundo con fe y paz.

Hoy, vengo a anunciarles el misterio de Fátima, que ya anuncié en Medjugorje. Ahora, estoy pasando por última vez por este mundo para los que Me quieran recibir y coronar como su Madre. Calmen sus corazones, porque así no encontrarán Mi Paz, una Paz sublime que deben descubrir en este último tiempo.

Les abro Mis Brazos a todos los que Me quieran recibir en sus corazones como la Reina de la Paz.  Muchas son las plegarias que recibo día a día, pero pocas son las que responderé, pues es hora de orar con firmeza para socorrer al mundo y a sus hermanos.

Aguarden Mi próxima llegada con alegría, para que sus corazones la sientan y encuentren el alivio que buscan. Hoy, puedo estar aquí entre ustedes, con esta Presencia universal, para los que quieran creer en Mi Mensaje de Paz, en un llamado redentor, en el anuncio de la apertura de una nueva puerta para los que la quieran cruzar en confianza Conmigo.

Escuchen hijos Míos, el Señor nos está invitando a perdonarnos porque estamos a tiempo; Yo seré la consejera de todos cuando nos unamos en oración por el mundo y por todos aquellos que aún no ven la Luz.

Hoy, están recibiendo Mi Gracia, pero Mi Gracia debe ir a todos por igual, también para los que no están aquí escuchando Mi llamado. Ustedes deben ser portavoces de Mi eco, para que resuene en los corazones a través del rayo de Mi Misericordia.

Reconozcan que están siendo salvos antes de que el mundo llegue a su abismo, antes de que la Ley actúe sobre la vida del mundo y sobre todo lo creado; pues el Señor quiere rescatarlos a través de Mí, por eso, Yo estoy aquí anunciando Mi Corazón Inmaculado.

Oremos por la sed que el Señor tiene por todas las almas que buscan la paz y el restauro de sus corazones caídos. Por eso, Yo vengo aquí, a esta nación, para que Mi Corazón triunfe por segunda vez y genere, con Su eco, la difusión en el mundo de Mi Mensaje de Paz para las almas que buscan alivio desde hace siglos.

Encuentren descanso en Mis Palabras y restauro en la fe que Yo les traigo de los Cielos para que puedan continuar en sus caminos hacia un despertar mayor a Mi Corazón Sagrado y al de Mi Hijo.

Están siendo llamados a beber del último resto de Misericordia, antes de que la Justicia llegue a saldar las deudas que los corazones tienen con el Creador y a establecer la armonía en el mundo.

Por eso, todos deberán orar mucho antes de la gran purificación, para que sus corazones se restauren en Mí y encuentren la paz ante las pruebas. Esta será la lección para el mundo: perdonarse por última vez.

Hoy, les entrego Mi Corazón Inmaculado para que lo lleven en sus corazones y abran el camino a los que vienen detrás de ustedes, buscando la misma cura interior que hoy Yo les estoy entregando a aquellos que la merecen por Justicia.

Por eso, intercedo ante el Señor como Madre de todos, para que Él escuche Mis plegarias, las plegarias de este mundo, de los corazones que no se encienden y que aún no encuentran a la Madre del Amor. Por eso hoy, los reúno para que escuchen la voz de Mi Corazón y encuentren el alivio que buscan, que les traigo desde lo Alto.

Eleven sus corazones hacia Mi Manto, para que Yo los pueda amparar y guiar en este último camino que todos ustedes están recorriendo.

Por eso, no deben perder tiempo en extensos pensamientos, en elogiadas ideas, en construcciones evolutivas, porque debemos orar para saciar la sed del mundo, la carencia de amor y de paz que otros no viven. Esta es Mi tarea universal: elevar los corazones hacia el Señor para que todos puedan entrar en el Reino que Yo les prometo después de este mundo.

Escuchen el eco de Mi Voz, para que resuene en lo profundo y siembre la semilla del amor que hoy les traigo. Así, podrán reconocer Mi llamado, el anuncio de paz antes de que todo llegue delante de sus ojos.

Por eso, deben aceptar las rosas de Mi Corazón, para que todo el mal se disuelva en sus seres y en sus consciencias. Es necesario abrir los corazones para comprender el gran llamado que hoy les anuncio; así, el Señor podrá disolver las faltas que todos esconden, pero que Yo veo como Madre de la redención.

Muchos permanecerán, otros caminarán por otros senderos, pero deben saber que la Voluntad es única en esta y en la otra parte del mundo que vive su propia prueba de confirmación a la Luz.

Deben tener como emblema a Mi Corazón Misericordioso para que alumbre sus caminos, caminos que deberán seguir en misión Conmigo.

Los aguardo en oración para establecer Mi Paz y escucho a aquellos que niegan Mi Voz redentora. Abro Mis Brazos para acogerlos a todos; Mi Reino está abierto a todos, a los que están aquí y a los que no están.

Si el mundo ora perpetuamente, la guerra no acontecerá. El Señor probará al mundo por última vez, para que toda la humanidad se confirme a Su Presencia, única desde los orígenes, desde el Génesis, desde el alfa, desde el corazón de la Creación.  Este es el lugar de donde provengo como la Madre de la Paz, como la Señora que responde a los afligidos y a los que buscan respuestas en sus corazones.

Deberán elevarse hacia Mí, para que Yo los eleve hacia Mi Reino de Paz. Y, aunque permanezcan en este mundo que está viviendo su último ciclo, Yo estaré allí resguardando a cada corazón que se una a Mí en oración y a Mi llamado con confianza.

Oremos, porque es urgente.

Oremos, para que la Luz abunde.

Oremos por las religiones, para que se unan, como dicen las profecías de Juan, que están por cumplirse en esta última época.

Así, descubrirán que todos somos Uno en el Señor y que cada uno ha construido su camino a su entender y comprender, aunque todos vamos hacia el mismo fin: el Infinito, que es Piadoso y Misericordioso ante los hombres que viven en este mundo desde hace siglos.

Por eso, Yo los acompaño para traer Mi Luz, Mi Luz Divina, que el Señor Me ha concedido como Intercesora de las almas para que todos curen sus miserias que son profundas, las que conozco y veo. Pero no deben temer por lo que sientan; deberán temer por no orar, porque esta es la Gracia que el Señor nos ha concedido a ustedes y a Mí, como María la Madre del Redentor.

Despertemos las llamas de la oración para que todos puedan elevarse y puedan ver, brillando en sus corazones, Mi Paz profunda.

Responderé a las plegarias porque lo he prometido, pero sepan que si oramos podremos encontrar respuestas sublimes que no vienen de este mundo, sino del que Yo provengo, de la Divinidad, del Corazón de la Fuente, del Reino de Mi Paz para esta humanidad.

Recuerden que la Nueva Jerusalén vendrá descendiendo desde lo Alto para aquellos que la quieran recibir y reconocer en el misterio de Mi Faz.


Se leen las preguntas personales y la Madre Divina las responde.


Lleven la llama de Mi Ser en sus vidas para que encuentren un verdadero refugio de amor y de paz. Solo basta que oremos, este es el llamado.

No teman por lo que perderán.  ¿Serán capaces de dar la vida por los otros en oración?

¿Qué más debemos esperar?

Preguntemos a nuestros corazones por su disposición ante la Obra del Señor; así, en confianza nos encontraremos.

¡Gracias por responder a Mi llamado!


Madre María Shimani de Montserrat:

La Madre Divina nos pidió que el coral cante un cántico para Ella. Por eso, vamos a permanecer en silencio mientras el coral se prepara, sintiendo todo lo que la Madre nos dijo.
 
Vamos a estar quietos para mantener la energía, Su energía, y vamos a escuchar con atención lo que Ella nos quiere decir a través de este cántico.

Apariciones extraordinarias
VIGESIMOSEGUNDA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL AUDITORIO DE F2, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 12:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Madre María Shimani de Montserrat:

Vamos a comenzar a orar la “Madre Universal” para esperar a nuestra Madre.


Todo el grupo presente oró la “Madre Universal” y en determinado momento Madre Shimani entonó el “Ave María”. Luego, la Madre Divina apareció.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hoy, Ella se presentó muy contundentemente y, mientras orábamos, nos ofreció un orandio. Nos irradiaba Su Paz y lo que Ella llama Su Universo de Amor.

Ella posaba Sus Pies sobre un símbolo. Le preguntamos qué significaba ese símbolo, y Ella nos dijo que representaba a la Ley de la Equivalencia o Ley del Equilibrio, Ley que deberíamos estudiar.

Ella, al comienzo, nos transmitió que estaba retornando a Su Reino y que aparecerá públicamente solo los días 25. Los días 26 y 27 serán encuentros reservados, pero después se transmitirán Sus Mensajes. Ella nos dijo que era la Voluntad del Señor y que así lo teníamos que aceptar; que Su Presencia en el fin de este tiempo, cada mes iba a ser más fuerte, más intensa.


Hoy, quiero que entren a este universo de Amor y que vivan en alegría, el mundo lo necesita. Sonríanme y estarán sonriéndole al Señor. Por eso, Yo les pido que oremos juntos para fortalecer al mundo.

La Luz llegará a varias partes del mundo en pocos momentos; por eso, los soldados deben fortalecerse para encontrar la paz en el camino. Algunos corazones se han transformado durante estos días Conmigo y a los otros corazones aún los espero, para que Me abran la puerta y para que Mi Reino pueda entrar y redimirlos.

Quiero que, en estos dos últimos días que quedan, meditemos para comprender lo que Yo dejé aquí. Por eso, les pido que se queden en paz, para poder comprender que en oración todo se amplía en la consciencia y en el corazón.

Hoy, quiero que reciban Mis Gracias con alegría, para que los corazones puedan florecer en Mi Paz, y así puedan encontrar descanso en Mis Brazos que están abiertos para ustedes y para todos.

Yo estaré retornando en poco tiempo; por eso, la oración será importante hasta Mi próxima llegada. Quiero que todos sepan que confío en sus corazones que quieren vivir en Mi Fe y en Mi Paz. Por eso, Yo los invito nuevamente a entrar en Mi Reino, para que el corazón se despoje de sí y encuentre la Luz que Cristo está enviando a este mundo.

Hoy, los invito a todos a que vean la representación de Fátima en este lugar, para que sus consciencias comprendan lo que está sucediendo. Las Gracias físicas vendrán después de que Yo ya no esté aquí; por eso, les pido que deben tener paciencia para poder comprender.

Quien ama a los Cielos entra primero, pero quien busca por otros caminos demorará en encontrarme. Por eso, hoy les pido que estemos juntos en Mi segunda Aparición a las 17:40h de este tiempo material.

¿Saben qué representa la hora 17 en este fin de tiempo? Un canal de Paz, una posibilidad de profundizar en la oración y encontrarse Conmigo en Mi Reino. Simplemente, como quien obra para el Señor con su propia donación y entrega, la oración florece, brota desde el corazón y despierta la paz en los que están confusos.

Quiero que Me comprendan; primero, lo más importante es el encuentro inmaterial Conmigo; después, la instrucción para que sus corazones comprendan este símbolo, Mi símbolo de Paz.

Sé que aún muchos no creen, pero es importante que Yo espere, como la Reina Madre de la Paz, como en la parábola del hijo pródigo.

Hoy, los invito a que lean el capítulo 15 de Juan. No para interpretarlo, sino solamente para sentirlo; no para meditarlo, sino solamente para vivirlo a través de la oración.

¿Por qué les pido esto? Se los pido como Madre, para que sepan dónde estamos y en qué momento se encuentra la humanidad. Es importante orar para elevar los corazones y para que estos encuentren Mi llamado. Como lo estoy haciendo con ustedes aquí, lo estoy haciendo mes a mes en Medjugorje.

Ustedes deben saber que Yo aquí podría anunciarme con misterios y símbolos o como una Madre Profeta, pero el Mensaje debe llegar a todos para que lo sientan y lo comprendan con sus corazones. Si en estos días les he entregado tantos símbolos, es que el Señor lo está pidiendo para que comprendan Mi Ministerio Espiritual como la Madre del Mundo.

A todos Mis hijos debo llegar con Palabras simples, para que los corazones se abran y Me reconozcan como la Madre de Nazaret, la misma que se anuncia desde hace siglos. A todos, los llevo por el mismo camino hacia el Redentor, para que todos comulguen con Él y quien aún no lo ha hecho porque se ha distanciado, sepa que esta es la hora, que confíe en Mí, porque Yo lo podré llevar frente a Él para reconciliarse.

Todos somos uno, nadie está separado. Sepan que quien llega a Mi Reino es igual al otro que demora en llegar. Fuimos creados en la semejanza que el Señor nos ha dado en Su confianza.

Y ahora, les doy Mis gracias a Mis Hijos por haber respondido al llamado de ayer. Pero deberemos estar vigilantes, porque todo el mundo podrá arder en poco tiempo y será por otro fuego que vendrá desde lo Alto. La Justicia está llegando; por eso, Yo estoy aquí como en Medjugorje para establecer Mi Paz y para que las deudas sean elevadas y perdonadas.

Ya no es tiempo de ocultarse a los demás corazones. Sepan que el Señor Me dio la potestad de poder verlos profundamente; por eso, los llamo a que busquen la pureza en el Reino de Lis.

Esta es Mi última llave, la que sembré una vez en Fátima a través de los niños. Este es el gran secreto que dejé en el siglo pasado: ir al encuentro de la pureza a través de Mi Devoción Inmaculada, para que sepan cómo llegar a Dios de una forma simple y abnegada. Así, podrán sentir al Señor en sus corazones, Quien los aguarda desde hace tiempo, aún más a aquellos que están distantes o cerrados a Su Presencia universal.

Nadie podrá escapar de este mundo si no pasa antes por Mí, porque el Señor Me confió a las criaturas y a los corazones.


Se ora el “Ave Luminosa”.

Se leen las preguntas personales y la Madre Divina las responde.


Los días 12 y 13 de cada mes serán consagrados, en Aurora, a la celebración de Mi Presencia. Después, les dictaré la liturgia. Y también aquí, se las dictaré para los días 25 y 26 de cada mes.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

Ahora, irradiemos con Mi Paz la oración del “Ave Luminosa”.


Sigue el cántico.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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