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Yo Soy como el agua que sacia toda la sed interior, quien viene a Mí nunca sentirá sed y siempre estará colmado por Mi Manantial.
Soy el agua que sacia toda la sed interior, Soy quien proporciona la luz superior para las almas. Todos los que se dirigen a Mí recibirán lo que necesitan. Siempre atenderé todo lo que Me pidan, porque, para Mí, las almas y su salvación están primero.
Soy el agua que sacia la sed interior, Soy quien socorre al corazón que suplica y que clama por el Señor.
Soy el agua que sacia la sed interior, Soy quien escucha al espíritu sufrido, Soy quien lo alivia en su momento de mayor dolor.
Soy todo lo que tú creas que Soy, porque provengo de una Fuente infinita y hacia esa Fuente elevo a todos los que llaman por Mi Nombre.
Soy el agua que sacia la sed interior, Soy el Pastor, pero también Soy el Peregrino. Soy el motivo de tu vida y la razón de tu existir.
Yo Soy el que Soy.
¡Les agradezco por saciar su sed interior en Mí!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segundo Mensaje
Quisiera que el mundo comprendiera lo que Yo vivo y lo que siento, pero sé que es muy desconocido para la mayoría de Mis compañeros poder comprender lo que verdaderamente necesito para este ciclo, en el que la humanidad agoniza hora tras hora, tiempo tras tiempo.
He venido aquí para compartir lo que Soy y todo lo que tengo.
No vengo a pedir lo que el mundo no Me puede dar, sino que vengo a pedir lo que el mundo Me puede entregar.
Cuando están vacíos, todo Yo lo puedo hacer y aún más Mi Misericordia se puede derramar en aquellos que escuchan Mi Voz y Mi Palabra y la hacen parte de sí en cada momento de la vida, como en cada oportunidad de servir para ampliar la consciencia en los grados del amor y del perdón.
Lo que Dios Nos ha enviado a hacer aquí, a Portugal, y en Europa, es muy grande, algo que no será palpable a la vista de muchos, sino que será conocido por los que abran su corazón para poder comprender la Obra de la Jerarquía y cómo la Jerarquía Espiritual la construye, de ciclo en ciclo y por intermedio de los servidores.
Que no les falten ganas de poder conocer Mis Misterios.
Que no les falte motivación de poder cumplir Mis designios.
Que no les falte ánimo de poder llevar adelante Mi Voluntad.
Porque todo lo que Yo tengo pensado, Pensamiento que proviene de la Mente Divina del Padre, se deberá cumplir, para que, por medio del amor a la cruz que muchos viven la humanidad pueda redimirse de verdad y sin prejuicios.
Por eso Mi Misericordia es la Fuente que todo lo concede y que todo lo realiza.
Recuerden que no pueden llegar al Padre sino a través de Mí.
Y para llegar al Padre a través de Mí, deben pasar por la Fuente de Mi Divina Misericordia, para que se den cuenta y perciban que se deben perdonar a sí mismos y deben perdonar a los demás.
Deben perdonar el pasado y perdonar el presente.
Deben perdonar todo lo que es interno y también lo que es externo.
Deben perdonar lo que no aceptan y deben perdonar lo que les duele.
Así el mundo podrá cambiar y no será necesario sufrir más, no será necesario que algunas almas se ofrezcan al sufrimiento y a ese estado tan desconocido por el mundo.
Cruzar la puerta del sufrimiento por el mundo es cruzar la Puerta hacia Mi Corazón, hacia un espacio en donde muchos, en estos tiempos, no quieren ver la realidad por temer conocerla profundamente.
Pero si Yo Me ofrecí a la Cruz por ustedes, no habrá nada que temer.
Yo les ofrezco incansablemente que Me ayuden a cargar con esa cruz que es la cruz del mundo, la cruz de la Redención y de la Misericordia, la cruz del despertar y de la elevación de la consciencia.
Pero esa cruz que Yo les ofrezco a cada una de sus vidas es una cruz que debe ser liberada, y eso comienza en ustedes mismos, para que después se pueda dar en el mundo y especialmente en la humanidad.
Liberar a la humanidad de sus sufrimientos es algo muy grande y desconocido.
Por eso muy pocos son los convocados para esa tarea, para esa misión especial, de la que no se tiene total consciencia de lo que significa y de lo que representa; pero sí se tiene consciencia al poder sentir y percibir lo que se vive, paso a paso.
Por medio de Mi Misericordia necesito reparar el mundo y sustituir las corrientes negativas que aprisionan a la humanidad cada vez más.
Con su sí Yo podré hacer muchas más cosas.
Con su donación Yo podré conceder muchas más Gracias.
Con su incondicionalidad Yo podré socorrer y auxiliar al mundo y a los que Me dan las espaldas, a los que Me niegan, a los que ofenden a Dios por medio de sus ejemplos y modos de vida.
Hasta que la humanidad no aprenda a amar verdaderamente, deberá pasar por la Ley del Sufrimiento. Yo vine al mundo para poder enseñarles cómo liberarse de ella e ingresar en la Ley de Mi Gracia y de Mi Misericordia.
Aún de Mi Costado sigue brotando la Sangre Preciosa de su Maestro y Señor. Esa Sangre se derrama sobre el mundo y sobre la consciencia de la humanidad para poder justificar, por medio de todos los orantes que invocan Mi Divina Misericordia, los gravísimos errores y ultrajes que el mundo comete hoy, en estos tiempos críticos.
Por medio de la Sangre que brota de Mi Costado vengo a justificar los errores de las naciones, de los pueblos y de toda la humanidad, de cada uno de los seres que vive sobre la superficie de este planeta.
Por medio de Mi Sangre vengo a justificar y a reparar las cosas ante Dios, los hechos que someten y condenan el corazón de los hombres y la vida de todas las criaturas.
Porque desde el Huerto Getsemaní, en ese momento tan agudo para la Vida de su Señor, Yo ya sabía que este momento llegaría y que debería estar presente para testimoniar lo que Mi Padre, una vez, allí Me mostró.
Pero también vengo a testimoniar la Obra de Mi Misericordia que trasciende los tiempos y las formas, los modos de vida y las costumbres.
Vengo a testimoniar a los que en estos tiempos Me siguen y se congregan en torno a su Señor para confirmar Su Presencia en el mundo y especialmente en los corazones, en la esencia divina de cada ser, a pesar de la corrupción de estos tiempos y de las injurias de muchos, de muchos hijos de Dios.
Vengo, por medio de la sangre que brota en Mi Costado en este momento, a reparar Mi Iglesia, que como ven se está derrumbando.
Por eso, son llamados a estar adheridos a este momento junto a su Maestro y Señor; a hacer algo por los demás, algo más verdadero y profundo que pueda traer cura a las almas y los corazones heridos que una vez creyeron en Mi Iglesia y la han desahuciado por sus hechos y experiencias.
Vengo a renovar, en este día, el Sacrificio del Cordero de Dios para que no existan más corderos inmolados en este tiempo final.
Porque la Sangre que derramó su Señor de Su Costado ha sido suficiente, a fin de que ese testimonio de amor perdurara a lo largo de los tiempos y hasta el momento de Su Retorno por segunda vez a la humanidad.
Renueven el Sacrificio del Cordero de Dios todos los días.
No se olviden que el pan y el vino siempre deben estar en la mesa de su Redentor para que día tras día, momento tras momento, comulguen de Mi Cuerpo y de Mi Sangre. Así la vida será renovada a pesar de los acontecimientos y de las crueldades de este tiempo final.
Quisiera que comprendieran, compañeros Míos, de forma universal y de una manera más profunda y abierta, que el legado que testimonió su Maestro y Señor junto a Sus apóstoles en la Última Cena no puede perderse, no podrá desaparecer ni desvanecerse del corazón de los hombres.
Hasta ahora no he revelado lo que verdaderamente pasó en la Última Cena a nivel de la Consciencia del Espíritu y del Universo Celestial, pero ese momento se aproxima, esa hora está llegando, es el último Don que Yo le entregaré al mundo para la verdadera expresión de la vida sacerdotal y crística en las almas.
Sepan que ese legado siempre deberá ser su tesoro, su inspiración y su vida.
Que la comunión con Cristo no sea olvidada, ni un solo día, aunque sus cuerpos ya no puedan más.
Refúgiense en Mi Corazón y todo pasará.
La Llama de Mi Amor es más fuerte que todas las maldades del mundo y que todos los agravios.
Yo puedo transformar lo que ustedes no consiguen, si Me lo permiten. Pero mientras no Me lo permitan, como el mundo en su mayoría no Me lo permite, Mi sed aún será muy grande y amarga.
Sentiré la amargura, en este tiempo, más grande que cuando Me dieron de beber hiel en la Cruz. Ese es el símbolo de la indiferencia de la humanidad que deberá ser extirpada de la consciencia de los hombres y de las mujeres de la Tierra, para que exista una extraordinaria Gracia de despertar y de tener consciencia de lo que en verdad es vivir el Plan de Dios sobre la Tierra. Por eso, su valentía será imprescindible en estos tiempos.
Que su fuego interior nunca se apague y que su llama interior encandile las tinieblas que permean la Tierra por su inseguridad y su ofensa.
Por eso he dicho que esta será la Maratón del sacrificio, el momento de poder entregar el corazón en Mis Manos para que Yo lo pueda ofrecer como testimonio justificable ante Mi Padre y Su Reino por los agravios del mundo y la indiferencia.
Que nadie pierda la oportunidad de comprender lo que estoy diciendo y expresando.
Que nadie pierda la oportunidad de recordar Mis Palabras y de hacerlas parte de sí, porque estas son las últimas palabras que le estoy diciendo al mundo antes de que todo suceda.
Esa es la razón por la cual vengo con Mi Divina Misericordia, intentando expandirla y extenderla en el tiempo, aunque no haya tiempo, para que las almas ingresen en el Océano de Mi Amor y de la reparación, para que la cura se conceda en todos los espíritus.
No dejen de ayudarme en esta Peregrinación por la Paz, porque no será solo la paz que les daremos, sino también la consciencia de saber que es tiempo de cambiar y de vivir los Mandamientos de Dios como fueron escritos en el principio.
Eso renovará Mi Iglesia, eso le concederá a las almas la Gracia de volver a vivirme plenamente.
Que la Sangre de Mi Costado lave sus mundos internos.
Que la Sangre de Mi Costado lave sus almas.
Que la Sangre de Mi Costado se derrame completamente sobre ustedes, para que el Sacrificio del Cordero sea aún más justificable ante la Creación.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Segundo Mensaje
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que hoy sea escuchada la Voz del Señor de Egipto, porque hay un pueblo que clama por liberación, piedad y redención. Hay un pueblo que grita por justicia, Misericordia y paz.
Esto no es por falta de ayuda divina ni de ayuda suprema. Esto es parte de lo que genera la propia humanidad entre los pueblos y las naciones, entre las razas y las culturas.
Desde el Desierto del Sahara que sea escuchada la voz del Señor de Egipto, que hoy presenta su Trono de Sabiduría y de Poder para traer Justicia al mundo, Justicia que equilibrará al planeta y a la humanidad. Por eso deben rezar como lo están haciendo, todos los días.
La Voz del Señor de Egipto viene a traer Justicia al mundo, por las peticiones de su pueblo y de su cultura, por los ruegos de los simples y de los humildes.
Que ya no existan diferencias entre razas y religiones, entre creencias y doctrinas.
La Voz del Señor de Egipto viene a unificarlo todo, desde el principio al fin; viene a revelarles que en esencia todos son uno. Y en esa unidad todos provienen de Dios, del mismo Padre que los ha creado, del mismo Universo que los ha manifestado, del mismo Amor que los ha expresado en infinidad de formas y manifestaciones.
Todos son uno en esencia y en esa unidad existe el Amor que trasciende las fronteras, las culturas y los pueblos.
La Voz del Señor de Egipto viene a revelarles un tiempo de gran purificación planetaria. Un tiempo que ninguna otra raza ha vivido en otra era o en otro siglo.
Yo vengo como el Señor de Egipto para hablarles en el nombre del Amor, y también para demostrarles que Yo estoy en todo, no solo en el cristianismo.
Yo soy parte de Dios y de Dios provengo. Soy parte de Su Emanación Divina y de Su Propósito para este y otros Universos.
Esta es la Voz que les habla, la Voz del Señor de Egipto que estuvo antes con ustedes y que ahora está con ustedes para dar continuidad al Propósito de Dios.
Que ningún pueblo, cultura, raza o nación olvide que cada ser primero es una esencia, antes de ser materia, que son parte de una Fuente original y de un principio que debe cumplirse en ustedes para que pueda cumplirse en el mundo.
Los que se creen poderosos y hacen las guerras, no ganarán. Los que sufren y padecen las consecuencias son los que triunfarán.
Porque el Amor siempre lo podrá todo. El Amor todo lo renovará y no importarán las creencias o las religiones, sino la esencia que unirá a los pueblos y a las naciones, en donde no habrá distinción de cultura, de raza o de color.
Yo vengo a demostrarle a Mi Iglesia que también estoy en los que no creen en Cristo. Porque en verdad no creen porque no Me saben, porque no Me han sentido y tampoco Me han vivido, como ustedes alguna vez Me vivieron o Me conocieron.
Expandan ese Amor que Yo les traigo al mundo para que el mundo pueda tener una oportunidad y recapacite.
Por eso, desde el Desierto del Sahara Mi Voz es proclamada para que los cristianos, árabes y musulmanes Me escuchen como el único Dios, como la emanación del Hijo Primogénito, como Aquel que ha renovado en el pasado todos los tiempos a través de la Cruz.
Llegará un momento en el que todos se encontrarán en un mismo camino y juntos como pueblos, culturas, religiones y naciones deberán cruzar el último portal, porque no habrá otro; no habrá qué portal escoger o qué puerta cruzar, sino solo una que es la puerta de Mi Corazón.
Allí todos se entenderán y tendrán la claridad en el fin de los tiempos de que Yo siempre he sido el mismo, desde el Alfa hasta el Omega, y que Mi Presencia Divina y Omnipotente ha estado en todos; aunque en la mayoría ha estado escondida, aún por despertar.
Si vengo como el Señor de Egipto es para que sepan que Mi Amor Crístico está en los demás y no en tan pocos o en los que creen retenerme proclamando Mi Nombre.
Yo soy el Hijo del Dios Vivo, pero también Dios es en Mí como en Mis hermanos.
Dios, Abba o Alá está en todos como está escrito en todos los Libros Sagrados.
Porque llegará un día en que el conocimiento escrito en los Libros Sagrados será uno, cuando la humanidad reciba la revelación de que un solo Dios siempre estuvo en todo lo creado, como en todos los tiempos, atravesando todas las generaciones, todas las culturas y todos los pueblos. Y sabrán que Él ha intentado expresarse y mostrarse en todos los lugares, así como en todos los rincones de este planeta.
Y así, conociendo esta revelación, comprenderán su filiación con el Padre y se unirán a la Fuente. En ese momento no será necesario hacer más guerras ni crear más conflictos por bienes materiales o por dogmas espirituales. En ese momento, Yo ya estaré presente en el mundo y dentro de la humanidad.
Pero, como en el pasado, el Dios Vivo en el Hijo amado se mostrará a pequeños grupos antes de mostrarse al mundo entero, y todo lo que habrá sucedido por medio de las religiones y de esta Obra será comprendido.
Los que no lo aceptaban, lo reconocerán. Los que se apartaron, se avergonzarán por haberme abandonado. Los que persistieron y persistirán hasta el final, gozarán de Mi Espíritu, algo que será desconocido.
Será el último impulso revelado por su Maestro y Señor a Sus discípulos, a todos los que tengan fe en Mi Nombre y en Mi Palabra.
Y todo lo que habrá sido difícil, costoso y sacrificado para los Míos, será comprendido y tendrá un sentido.
Las angustias vividas, las tristezas que los oprimían, la amargura sentida por los corazones que se han apartado serán comprendidas, porque es parte de un propósito y de una historia que Yo estoy escribiendo en este mundo y, principalmente, en sus corazones.
Cuando todos tengan consciencia de lo que ha hecho Mi Obra a través de las almas, muchos se arrepentirán tarde; pero los que están Conmigo se alegrarán por haber tenido plena confianza en Mi Mensaje y en Mi impulso de Luz.
Por eso coloco Mi Obra en los lugares más difíciles para que se cumpla y, al menos, en el espíritu de cada lugar se siembre la paz.
Por eso, todo lo que ofrezcan a su Señor por esta Obra tendrá un valor incalculable a los ojos de los hombres del mundo.
En este tiempo está escrito: el Señor de Egipto, el Señor de Oriente, le quitará el poder a los que creen tenerlo y le dará Sus tesoros a los que han sufrido por injusticia y desigualdad; y la Tierra Prometida, que mora en el Corazón de Cristo, será revelada a los que con esfuerzo han seguido Sus pasos rumbo al camino de la Luz y de la unidad.
En esa hora Yo uniré todo, culturas, pueblos, creencias, religiones y razas; y todos escucharán al Maestro y Señor en una sola lengua, en Su lengua original que reverbera en el Universo y que hace eco en los espacios más profundos del Cosmos, como una melodía mántrica que, en impulso de vibración y de luz, renueva todo lo que toca y transforma todo lo imposible.
La Voz del Hijo del Hombre, la Voz del Señor de Egipto, será como un trueno que iluminará las cúspides de las Iglesias de la Tierra, sin preferencia de lugar ni de personas.
Porque en el momento menos pensado, el Señor de Egipto se mostrará y en Su Corazón, como en Su Faz Divina y Trina, traerá la síntesis de toda Su experiencia vivida en la Tierra como en el Cielo, para que así una Nueva Humanidad pueda comenzar.
Mientras tanto, escuchen la Voz del Señor de Egipto que les dice: no se cansen de trabajar para Dios, porque Dios siempre les dará Sus tesoros a los que viven Su Palabra de verdad y sin prejuicios.
Por eso, que el amor abunde en estos tiempos para que millones de heridas sean cerradas en los corazones que sufren por diferentes razones y motivos.
Cuando comprendan la esencia del Propósito de Dios muchos se sorprenderán por lo que conocerán, porque sabrán algo que nunca han sabido; porque se revelará algo que nunca vieron y será claro para todos, no existirá duda, interpretación ni espejismo. Porque cuando el Señor de Egipto retorne al mundo con Su verdadera Faz, todo estará consumado.
Que cada rezo sea valorado. Que cada cuenta ofrecida sea contemplada. Que cada oración ofrecida sea colocada a los Pies del Creador por los que se apartaron de Mí, sin comprenderlo todo; porque lo único que deseo para todos Mis compañeros es que siempre vean la verdad y que en la verdad vivan para algún día ser libres de sí mismos.
Agradezco a los que persisten, a los que son sinceros y transparentes, a los que no temen asumir sus errores y pedir perdón a sus hermanos y a Dios.
Agradezco a los que aceptan sin comprender, porque algún día lo comprenderán todo y, sin darse cuenta, se transformarán en lo que tanto he deseado con ardor en Mi Corazón vivo y paciente.
Que todos aprendan de este momento y que aprovechen esta oportunidad para no perder la Gracia de despertar y de renovar los tiempos, así como el Padre lo espera de Sus criaturas.
Que el Don de la Sabiduría esté en los corazones abiertos.
Que el Don de la Sabiduría ilumine a los corazones cerrados.
Que el Don de la Sabiduría reconcilie a los que se han apartado.
Que el Don de la Sabiduría restablezca la unidad entre las almas y Dios.
Que el Don de la Sabiduría los impulse a vivir el Propósito y la transformación de los tiempos, porque quien aspira al Don de la Sabiduría conocerá Mi Faz.
Yo los animo a seguir concretando Mi Obra.
Yo los animo a seguir cumpliendo Mis pedidos; porque les vuelvo a decir, compañeros, que todo estará claro en el fin de estos tiempos.
Recuerden que Mi Reino es para todos.
Amén.
Yo soy la Luz que en la noche ilumina los mundos internos que comulgan Conmigo.
Soy esa Luz espiritual y poderosa que disipa las tinieblas y que trae sabiduría para todas las cosas.
Soy esa Luz invencible que proviene del Corazón de Dios y que desciende a la Tierra, en Consciencia Divina, para poder despertar a los que duermen.
Soy esa Luz infinita y desconocida que es invocada y es clamada en la Eucaristía, así como en la oración de los simples de corazón.
Quien atraviesa esta Luz tendrá vida eterna, pero antes purificará su ser para ingresar limpio al Reino de los Cielos.
Quien se sumerge en el océano de Mi Luz verá en sí mismo al Dios vivo y gozará plenamente de la filiación espiritual.
Quien ingresa en la Luz de Cristo no perderá nada, al contrario, ganará los tesoros que Mi Corazón tiene especialmente guardados para cada ser.
Que sea Mi Luz espiritual refugio para los desamparados, consuelo para los que sufren, sostén para los que caen, calor para los que tienen frío, alimento para los que sienten hambre, cura para los que están enfermos y redención para los perdidos.
¡Les agradezco por penetrar el misterio de Mi Luz espiritual!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que hoy vengan a Mí los que se sienten cansados.
Que hoy vengan a Mí los que se sienten agobiados.
Que hoy vengan a Mí los que están sin consuelo.
Que hoy vengan a Mí los simples de corazón.
Que hoy recuesten el rostro sobre Mi pecho los que han errado.
Que hoy sientan el latir de Mi Corazón los que han pecado.
Que hoy vengan todos Mis amados hacia Mí. Yo Soy el que Soy, Yo vengo del Gran Sol y del Sol Universal proviene la Fuente de Vida y de Reparación.
Que vuestros seres no se preocupen, sino que vuestros corazones se alegren, porque el Rey de la Humildad hoy los ha colocado bien cerca de Su pobre trono de Luz, para que sientan Mi Infinita y Perpetua Misericordia.
Abran los brazos para recibir Mi Consuelo; de manera especial a este grupo de almas Yo lo he acompañado amorosamente como Buen Guardián de los corazones.
Querido siervo Mío: Deja tus perturbaciones en Mi Corazón, tú sabes que Yo lo puedo todo ahora y siempre, camina a Mi lado, aunque Me hayas fallado. Yo vengo en este tiempo para resucitar el espíritu de tu corazón y la unión predilecta que debes tener Conmigo.
En Mis Pasos sencillos se encuentra tu senda; en Mi Caminar, se encuentra tu liberación; en Mi Sencilla Mirada se encuentra tu unión con Dios. No temas nunca mirarme a los ojos, Yo Soy el que Soy, Soy el que proviene del Sagrado Templo Creador, Soy la Estrella Guía que desciende del universo mayor para guiar tus pasos.
Aún aguardo que te abandones a Mi Corazón; aún espero abrazar tu pequeña alma y llevarte en espíritu al corazón de Mi Reino; aún aguardo que Me abras las puertas de tu corazón para que Yo pueda entrar.
En esta semana medita respecto del tiempo que hace que estás unido a Mí; quiero ser Vida en tus células, quiero ser el Fuego de la devoción para tu corazón. No Me abandones, Yo Soy todo tuyo, recuérdalo bien.
Yo Soy el que Soy, Yo Soy el Amor de Dios manifestado, quiero estar en tu camino para siempre.
¿Me aceptas como Tu Maestro y Rey? Te espero en el Sagrario para que conversemos. Te espero en el silencio del corazón.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
¡Agradezco a las almas presentes por haber confiado en Mi convocación!
Los bendice,
Cristo Jesús de la Misericordia
Quiero hacerles conocer la Fuente de Mi Luz Misericordiosa; para eso será necesario que confíen plenamente en Mis Voluntades, en lo que estoy previendo para cada uno de ustedes.
Un alma que confía se entrega en los Brazos de Dios y permite que su camino sea guiado por los caminos del Cielo. En estos tiempos, Mi Propósito es abrir sus corazones para el encuentro con la Fuente del Amor-Sabiduría.
Es necesario que Mis oyentes de los mensajes diarios abracen fuerte Mis Palabras como el camino de guía y de salvación para sus almas. Es hora de prepararse con consciencia para lo que vendrá. Es hora de encontrar refugio en Mi Sagrado Corazón.
Yo Soy la Fortaleza para sus vidas. Yo Soy el Camino de la Salvación, ustedes lo saben, pero será necesario vivirlo para entender este misterio.
Los amo siempre. Bajo el Bien de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Yo Soy el Señor de la Gracia y de la Misericordia, por eso todas las almas pueden dirigirse a Mi Corazón para suplicar auxilio.
Existen Rayos de Gracias que Yo vierto sobre aquellos que, día a día, invocan Mi Presencia Paternal; en todos esos corazones Yo puedo dejar la Fuente de Mis Prodigios cuando tan solo se animan a decirme sí.
En estos tiempos de cambios para todos, Mis Rayos de Gracia y de Misericordia descienden desde el Universo, para iluminar el sendero oscuro de los que caminan entre las tinieblas de la Tierra. Vengo en busca de todos los que se olvidaron de Mí.
Para eso, Mi Fuente Reparadora de Misericordia necesita recipientes donde depositar la Sublime Gracia. Estos nuevos recipientes serán Mis apóstoles de la redención y del perdón, los que en servicio y en entrega al prójimo darán testimonio de Mi Existencia en sus corazones.
Ahora es tiempo de seguir caminando sin mirar hacia atrás, porque solo deberán concentrar sus espíritus en el Propósito Redentor de la Tierra.
Los contemplo, los sigo, los aliento a dar más.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar de corazón Mi Mensaje.
Cristo Jesús
En la Hora de la Divina Misericordia, Mi Corazón desciende a la Tierra y la ilumina con infinitas Gracias Reparadoras para todas las almas.
Aquella alma pecadora y ofensiva que se aproxime a Mi Fuente de Prodigios durante esta Hora de Infinita Misericordia podrá reconocer, en Mi Consciencia, el Amor Divino que sana y redime a todas las vidas sobre la Tierra.
Por eso, durante la Hora de la Misericordia, entréguenme sus miserias, que Mi Corazón conoce desde el principio, para que sean liberadas y redimidas por Mi Misericordia.
Yo Soy la Luz para el mundo y para los corazones; aquel que se dirige a Mí encontrará una respuesta y de esta forma unirá su corazón al Mío, y juntos conoceremos en profundidad el Universo Celestial y, en consecuencia, la Fuente de Mis Misericordias.
Pero debe existir en ustedes una confianza absoluta en Mi Presencia y en Mi Obra Redentora. Ella se cumplirá en aquellos que de verdad puedan ser siempre misericordiosos con sus semejantes.
La Fuente de la piedad espera rescatarlos de la perdición y del desvío espiritual que el enemigo propaga como idea y pensamiento. A aquel que busca realmente la respuesta sobre los asuntos de la vida, Yo le digo que la encontrará en la Fuente Insondable de Mi Divina Misericordia.
Quiero que sus almas se decidan a ser rayos de Mi Misericordia para el mundo entero. Para que eso suceda, bastará la confianza en Mi Ser y no temer que Yo remueva lo que está viejo y árido en ustedes, porque siempre Yo les saciaré la sed interior.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en Mi Corazón Sacratísimo.
Cristo Jesús Misericordioso
Mensaje recibido durante el 6.° Encuentro de Oración en el Centro Mariano de Aurora
Así como Yo estuve tres días en el Infierno, de la misma forma retornaré otros tres días para rescatar a aquellos que están caídos sobre la superficie de la Tierra.
Contemplen Mi Presencia Solar. Yo no Soy el que viene a su encuentro, es el Universo que viene para hablarles, porque Yo Soy el Universo y todos miran a través de Mi Sistema para cumplir Mi Voluntad que es la Voluntad de Dios.
Hoy les traigo un Rayo desconocido para sus consciencias, Rayo que se llama Inmaterial, porque es momento de que lo conozcan antes de Mi Retorno.
El Universo y Aurora están unidos en este momento como un único Sol.
Es momento de reverenciar para poder salvar al mundo, momento de determinaciones.
Yo vengo todos los días al mundo para ayudarlo, pero ¿quién viene todos los días hacia Mí?
Les envío a Mi Madre como rescate y salvación; Ella será quien abrirá la puerta para Mi Regreso, por ese motivo, deben reverenciarla como su verdadera Madre. Recuerden que Yo, en la Cruz, se las entregué despojándome de Su maternidad por amor a ustedes.
Hoy, Mi Presencia es solar porque es infinita, es perfecta ante sus ojos y sentidos internos. No Me materializo como energía porque les daría miedo conocer Mi Nueva Faz, la Faz de Mi Infinita Misericordia, aquella que Yo alcancé en la Cruz ante la oscuridad y la tribulación.
¿Por qué Yo he instituido las tres de la tarde como una hora importante? Porque el mundo está desconectado de sí mismo en espíritu y en verdad. Por eso intento, día a día, que se unan a Mí y que fortalezcan esa unión Conmigo antes de que el mundo se purifique por completo. Estas no son palabras filosóficas son Mis Verdades, la Verdad del Supremo, por eso desciendo desde el Universo para ir al encuentro de ustedes.
Este es hoy Mi mensaje para ustedes, un mensaje que Yo estoy permitiendo que escuchen porque todo tiene su lugar, su tiempo y su ritmo.
Quiero que vivan en Mi Sacerdocio, aquel que Yo instituí en la Cruz.
Mi Corazón Me pesa por el dolor del mundo, pero existen buenos corazones que lo alivian.
El poder de Mi Amor por ustedes en estos tiempos transfigura; él podrá quebrar las capas más profundas de sus consciencias y liberarlos profundamente.
El Cielo escogió este lugar, no solo porque Mi Padre colocó Sus Ojos sobre él, sino porque Él también contempla al mundo como uno solo. Algunos lugares en la Tierra servirán de recogimiento para las almas, donde ellas podrán encontrar las últimas esencias de la paz que el mundo está perdiendo por sus decisiones.
Aún queda un tiempo más para caminar junto a Mí; Yo vengo para desterrar sus sufrimientos y sus dolores. Pero ¿quién Me lo permitirá? Porque cuando lo intento hacer, ustedes no se sienten cómodos. La vida espiritual, la vida en Dios, no es comodidad.
El silencio es oración, es perpetua fe, es el vacío eterno de sí. Pero muchos no lo logran y así el enemigo consigue lo que quiere: dominar a los corazones de Mis hijos. Por eso desde el principio prometí volver, para que después de Mi Misericordia pueda verter el Rayo de la Liberación, y que el infierno que vive el mundo se pueda terminar para que se establezca Mi Paz, aquella que Yo sembré con Mi Sangre en la Cruz.
Hoy quiero estar más cerca de todos. Hoy estoy dando un tiempo especial para ustedes y observando con dolor a la humanidad porque ella no cambia.
Mi primer descenso a la Tierra fue en Oriente, pero Mi segundo descenso no será allí. Vendré en Gloria y, como les dije una vez, estaré con ustedes hasta los últimos días.
Consagré con Mi Consciencia instrumentos como la Eucaristía, la adoración, la contemplación, para que el débil fuego no se apague en estos tiempos críticos de vanidades y de competencias.
Que nadie se asombre por lo que verá.
Que la vida sea el camino de la oración como Yo les enseñé a Mis apóstoles en el Huerto Getsemaní.
Hoy no vengo al mundo como estoy viniendo todos los días para que el mundo Me dé la espalda, sino para que reconozcan que Yo Soy el Único Camino que los llevará a la fe y a la redención; porque Yo sé qué se guarda dentro de ustedes, lo que es puro e inmaculado, lo mismo que Dios creó en Mí cuando Yo nací en el pesebre de Belén.
Hoy dejo para ustedes Mi Firmeza, que sostendrá las bases de sus vidas. Hoy dejo para ustedes Mi Confianza, que permitirá elevar sus espíritus. Hoy dejo Mi Amor Puro e Inquebrantable que los curará cuando solo Me digan sí.
Estoy ante consciencias de diferentes escuelas, pero ahora ya no es tiempo de detenerse en ello.
Mis queridos compañeros, el Universo les habla sin cansancio, transmitiendo el mismo mensaje para que lo escuchen y lo cultiven en el corazón. Es muy necesario que escuchen al Universo y que Yo Me entregue, una vez más, para hablarles día a día.
Mi Corazón se alegra en ese sentido, se alegra por encontrar a las almas orando a Mi Misericordia para renovar el pedido original que Yo le hice a Mi hija Faustina y que pocos comprendieron por ser un pedido inmaterial, por ser algo de Mi Espíritu Inmaterial.
¿Qué más puedo hoy dejarles que Mi Corazón, aquel que nunca les fallará y les hará sentir la verdad ante las dudas y las incertidumbres?
¿Quién querrá beber de Mi Sangre en el fin de estos tiempos, para que sus células cambien y se transformen según Mis Preceptos?
El Cielo les quiere mostrar la Verdad pero es imperioso cambiar, dejar de ser para sí, y ser totalmente para Mí, tal como Yo lo he diseñado en Mi Corazón Misericordioso. Por eso, Yo le he confiado Mi Presencia a muy pocas consciencias a lo largo del mundo y a lo largo de la historia.
Hasta que no se cumpla aquello que está escrito no descansaré, porque Yo Soy parte de ustedes y ustedes son parte de Mí, en algún nivel de la vida y del espíritu.
Ayer vino Mi Madre a encontrarlos; ahora vengo Yo para reafirmar lo que Ella les ha dicho en Su Pureza Virginal.
Quiero que sean parte de Mi Energía, de Mi Consciencia, de Mi Océano, de Mi Manantial.
Sé que sus sentidos y voluntades son débiles, pero Yo quiero lo que está más allá de eso, quiero su corazón, aquel que nunca se oscurece, que nunca pierde el amor por más que esté contrariado.
A ustedes les cabrá, como rebaño en estos tiempos, tejer los hilos de luz y formar la red de salvación. Como Yo se los pido a ustedes, también se lo he pedido a otros apóstoles que están en estos tiempos, en humildad y en entrega, trabajando para Mí en la Tierra.
¿Quién se arriesgará Conmigo a sostener la antorcha de la victoria de la Luz?
No deben dejar que los dos fuegos los quemen, sino que solo Mi Fuego los purifique, según Mi Voluntad y Mis Decisiones.
Hoy están dentro del Océano de Mi Misericordia, no lo olviden, porque jamás se repetirá esto hasta el fin de sus días y hasta que crucen el umbral para que nos encontremos. En ese momento Yo les diré: ¿qué han hecho con ese Fuego? ¿Qué han hecho con esa Agua de Renovación con la que los bauticé para perdonarlos?
Aún les queda mucho para aprender en esta caminata interminable, en esta escuela de la Tierra.
Recuerden que sobre ustedes está el Universo Mayor, con el que podrán contar momento tras momento. La humanidad se mira a sí misma todo el tiempo en vez de mirar hacia el Universo y comprender las Leyes de las Estrellas, comprender las señales que indican el Nuevo Tiempo para los que se disponen a leer con el corazón lo que Dios teje en el Cielo con Su Voluntad y Creación.
Es hora de unir lo que está separado en la consciencia. Es hora de permitirse ser alguien nuevo, renovado, cristalino, puro y humilde.
Sé que muchos quisieran estar cerca de Mí, donde hoy Yo Me encuentro, pero sepan que estoy con cada uno de ustedes esperando el momento y amándolos con el Amor de Dios, el Amor que Yo maduré en la Cruz como hombre, como Ser y como Consciencia Divina.
Quiero dejarles un presente y una bendición para todos, principalmente para un conjunto de almas que Me corresponde desde otros tiempos y que hoy Me atrevo a decirles que deben volver hacia Mí en consciencia y despertar¹ .
Este es un mensaje para sus seres internos.
Dios se alivia y se alegra cuando ve a Sus hijos cantando; también Mi Corazón resplandece de alegría cuando ese canto nace, como la oración, desde el corazón.
Alégrense, porque estoy retornando.
Que canten los hijos de Dios y se abran los Cielos, porque la Luz y la Paz están llegando para liberar al mundo de su propio mal.
Bajo el Amor y la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar y reflexionar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
1.Aquí el Maestro está hablando para un grupo específico que estaba presente al momento de la Aparición.
No tengan miedo, porque Mi Corazón les quitará el desasosiego.
No tengan miedo, porque Mi Fe los fortalecerá.
No tengan miedo, porque Mi Manto los cubrirá.
No tengan miedo, porque están en oración unidos a Mi Corazón.
No tengan miedo, porque Mi Luz los guiará.
No tengan miedo, porque Mi Confianza los unirá a Dios.
No tengan miedo, porque Mis Pasos les indicarán el nuevo camino.
No tengan miedo, porque ya abrieron sus corazones a Mi Llamado.
No tengan miedo, porque Mi Poder los salvará.
No tengan miedo por lo que fueron, porque en poco tiempo serán para Mí lo nuevo.
No tengan miedo, porque nunca los dejaré solos.
No tengan miedo, porque es necesario madurar de corazón.
No tengan miedo, porque Mi Faz les mostrará la Compasión de Dios.
No tengan miedo, porque serán probados.
No tengan miedo, porque estarán en Mi eterna oración.
A todos les digo, que ya no tengan miedo; a lo viejo le ha llegado la hora de morir para que los odres nuevos reciban Mi Gracia y Mi Misericordia.
Quítense la sed de esta larga caminata en Mi Fuente de Prodigios. Yo conozco bien todos los grados de sed que las almas viven, pero si están unidos a Mi oración misericordiosa transitarán victoriosamente este ciclo de grandes cambios.
Yo Soy la Luz que alumbra la oscuridad.
Yo Soy el Camino que los redime en la última senda.
Yo Soy la Verdad que les revela quiénes en verdad son ustedes ante Mi Compasiva Presencia.
No se detengan; la barca enfrenta la gran tormenta del fin de los tiempos. Remen. Remen. Remen y no se cansen de remar, porque Yo les daré fortaleza y poder interior para actuar a través del amor.
Sepan una vez más que Yo estoy con ustedes, porque Mi Corazón los escogió para algo grandioso.
A todos los maratonistas de la Divina Misericordia les agradezco por responder, desde ahora, a Mi Llamado por la paz y por la liberación del mal en el mundo.
El Cielo les agradece.
Bajo el Amor Poderoso del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis mensajes en la verdad del corazón.
Cristo Jesús
Mientras el mundo se congestiona a consecuencia de las decisiones que toma, Yo les ruego que vivan por medio de Mi Misericordia, porque hoy Yo les declaro que este tiempo que cada uno de ustedes vive Conmigo es preparatorio para el tiempo de la purificación. Por eso sus vidas ya deberían estar, a esta altura, pulidas como las piedras y más afinadas que cualquier voz o instrumento musical.
Es necesario prepararse con cierta consciencia para que el anochecer los encuentre lo suficientemente encendidos en luz; así podrán apartar toda oscuridad que los quiera rodear.
Solo existe un Camino en este tiempo de pruebas, de desafíos, de confirmaciones y de sacrificios: ese Camino Soy Yo, Camino que los llevará a encontrar un sentido y una respuesta para todas las circunstancias de la vida.
Aquel que no se esfuerce en seguirme perderá rápido el caminar de Mis Preciosos Pasos. Por eso deberán tener un espíritu valiente para traspasar las barreras de la inercia y de la propia voluntad. Quien así lo haga podrá conocer el verdadero espíritu de la libertad y de la transfiguración interior, rayos que una vez impregnaron Mi Consciencia y Me convirtieron absolutamente en lo que hoy Yo Soy para todos ustedes.
Es hora de precisión. Es hora de sacrificio y de valentía para alcanzar los primeros escalones de la santidad.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Instructor de corazones y de vidas
Yo les doy un corazón paciente para que tengan un alma humilde.
Yo les doy una vida abnegada para que después tengan todas las riquezas en el Cielo.
No busquen otro amor tan puro, verdadero y simple como el Amor que Yo tengo por todos ustedes.
Los seres de la Tierra aún son humanos y todos pueden errar sin percibirlo. Por eso les pido que sus ojos encuentren el Amor Verdadero de Dios en Mi Sacratísimo Corazón de Amor; porque allí no derramarán sus lágrimas, sino que se engrandecerán de júbilo sus corazones por solo estar Conmigo.
Mi Corazón Misericordioso, todos los días a las tres de la tarde, tiene un infinito espacio esperando a cada esencia de esta Tierra.
A partir de Mi Muerte en la Cruz por amor a ustedes, y después de Mi Resurrección, Yo guardé para cada ser un especial espacio sagrado dentro de Mi Insondable Corazón de Amor, para que pudieran a través de Mí volver a amar la Voluntad de Dios y confiar en ella.
Solo les pido, a los que se han consagrado fielmente a Mi Consciencia Sacratísima, que sus ojos solo se dirijan en amor hacia Mi Corazón de Paz; así su sentimiento, carente de amor, solo será colmado por Mi Presencia Redentora.
Busquen el amor en cada acto de caridad y de bien, porque a partir de ahora Mis discípulos deberán ser los nuevos recipientes para que Yo pueda derramar Mi Amor por esta ciega humanidad.
Cultiven un amor grandioso por Mi Padre, para que el enemigo no los tiente con falsos amores humanos.
Mediante la oración misericordiosa, sacien su falta de amor interior y siéntanse completamente amados por Mi Gran Corazón de Esposo y Pastor.
Dejen que la esencia del Amor de Dios pueda sembrarse en ustedes a través de la simple, pero verdadera oración que día a día Me donen.
Por sobre todas las cosas, preparen sus corazones para los tiempos que vendrán; quien quiera saciar su sed de amor, que solo venga a Mí.
Yo Soy confianza. Yo Soy plenitud. Yo Soy paz. Yo les doy la fe que necesitan para todos los días de sus vidas.
Vivan en Mi Amor y no lo rechacen, como lo rechaza el mundo por vivir en la falsa modernidad del amor.
Siempre busquen refugio en Mí.
Bajo el Amor Puro del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Yo Soy el Sol Radiante del Universo, el que irradia la Luz Infinita del Sagrado Corazón. Todos los que pasan en oración por este Sol son colmados por la Paz del Gran Espíritu de Cristo.
Cada alma en este tiempo de Misericordia tendrá la oportunidad interior de fundirse con Mi Esencia Solar, porque como parte del Padre Creador, Yo les doy la Buena Nueva y la vida para alcanzar la Eternidad.
Ante cualquier circunstancia de la vida, mantengan la fe unida a lo Alto, porque ella los protegerá como almas de Dios.
Sepan que hasta en los momentos más difíciles Mi Corazón estará presente en todos aquellos que Me llamen con sinceridad.
Estén en Mi Paz y solo piensen y vivan en Mi Paz.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús, Paz Eterna
Yo Soy la Vida para los corazones tristes y solitarios, porque Yo Soy para cada ser la alegría de vivir y de compartir en Dios.
Yo Soy el Fuego Divino del Espíritu Santo que los ilumina.
Soy el Camino recto hacia Dios.
Hoy les pido que sean como Yo para que otros hijos, a través del ejemplo de ustedes, imiten el camino de la entrega y de la confianza absoluta en Dios.
Mi Padre los espera a todos en el Cielo, pero es necesario vivir la única Ley, la Ley del Amor y de la Sabia Justicia del Cielo; ha llegado el momento de corregir simplemente sus vidas para que todos Mis compañeros sean partícipes de Mi Regreso.
Queridos, estoy con ustedes todo el tiempo que Me lo permitan, pues no solo veo imperfecciones, sino también veo el amor de ustedes hacia Mí.
Irradien el sentimiento de hermandad entre ustedes para que todas las almas aprendan a vivir en Dios sin sufrimiento ni dolor.
Yo Me sirvo de simples instrumentos porque espero que ellos sean transmisores de Mi Misericordia en estos tiempos. Encontraré siempre Mi Llama encendida en sus corazones, cuando tan solo Me digan sí, cuando Me digan: “Ven Maestro del Amor”.
Quiero verter sobre ustedes Mis Gracias, Mi Amor Redentor, para que sus seres se vacíen y sean colmados por la Luz de Mi Espíritu Eterno.
Quiero que Mis soldados sean un verdadero escudo de amor, paz y hermandad; el mundo necesita de la ayuda consciente de todas las almas orantes.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Yo Soy el eterno y sublime calor del Corazón que acoge a tu alma y a tu pequeño corazón.
Yo Soy el Fuego que calienta con amor misericordioso tu corazón, renovándolo en la fe y en la esperanza.
Yo Soy la Luz que alumbra los caminos con Gracias reparadoras para las almas solitarias y olvidadas.
Yo Soy el Sol eterno del Universo que emana los Rayos de la Transfiguración para los corazones dormidos.
Yo Soy la Llama encendida que ilumina en la redención todos los espacios oscuros de los corazones, liberándolos de todo mal o dolor.
Yo Soy para ti lo que tú Me permitas ser, porque solo espero cada día transformar en luz tu corazón y despertar tu consciencia a Mi gran Consciencia Redentora.
Como Luz estoy presente en tu interior y abro Mis Brazos durante la Hora de la Misericordia para purificar y sanar tus dificultades. Te conozco muy bien y sé, a través de Mi Padre, qué eres tú ahora para el Universo.
Que despierten los que están dormidos en la ilusión y que vean los que están ciegos y sordos de corazón, porque está llegando el momento de la Venida del Rey Universal.
Guarda siempre un espacio para Mi Corazón, porque así podré estar todo el tiempo entre ustedes. Ánimo para los que han escogido y escogerán seguir Mi Camino de Luz y de Transfiguración.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar la Luz de Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más