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A veces pareces caminar y caminar, y que tu espíritu se aleja de Dios.
A veces sientes que te esfuerzas y te quiebras, y tu corazón retrocede en el amor.
Hoy, hijo, vengo para decirte que la condición humana es profunda y con muchas capas a ser transcendidas, cada vez más hondo dentro de tu ser. Es un camino largo, hecho de muchas etapas, en las cuales tu corazón debe madurar, pero también dejarse inflamar por el Amor de Dios.
Cada oferta que haces, cada entrega que realizas, abre dentro de ti un nuevo espacio para ser curado, liberado, transcendido. Son las antesalas de tu castillo interior, estas que resguardan tu esencia y sus misterios.
Vive cada etapa de tu entrega, profundizando en tu unión con Dios. Deja que tu alma sea amiga, hermana, compañera, esposa de Cristo, hasta que un día se funda en el Señor y ya no haya límites para Su Amor dentro de ti.
Camina, aun pareciendo que nunca llegarás.
Sabe que esta es una caminata profunda, tanto hacia adentro como hacia el infinito, y no detengas tus pasos.
Fija tu mirada en Aquel que te llama. Y que todos los obstáculos, resistencias, todos los dolores de las capas arrancadas, todos los pesares de los muros derrumbados, se sustenten en el Corazón que tienes delante de ti, en el horizonte de tu entrega, tu inicio y tu fin. Así crecerás en espíritu, pero también en amor.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Oh alma que te desposaste con el Señor, entrega a Él tu ser, cuerpo, alma, mente, espíritu y corazón para que así estés en tu Esposo y Él en ti.
Sé fiel a Aquel que te llamó por tu nombre y que, entre tantos seres de la Tierra, te hizo escuchar Su dulce voz, Su firme llamado.
Busca, alma del Señor, ser una eterna compañera de tu Esposo, fiel en las gracias como en la cruz, entregándole todas las virtudes y miserias, todo lo que alcanzaste y también aquello que ni siquiera intentaste hacer. Coloca todo en los brazos del Señor y rinde tu Corazón ante Su grandeza.
Ya no esperes más para vivir la alianza con tu Dios. Renueva tu unión con el Creador en cada instante de tu vida. Comprende la unión con Dios, no como los matrimonios de la Tierra, sino como un matrimonio espiritual, una alianza que se establece entre tu alma y Dios; representando que todo lo que eres y lo que has vivido hasta aquí está colocado en las manos del Altísimo, para que Él disponga de tu consciencia y de tu espíritu para cumplir con Su Voluntad.
Aprende a amar a Dios cada día más.
Aprende a ser fiel y dedicada.
Aprende a ofrecer siempre todo de ti, para que Su Voluntad se cumpla.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Reciban en sus corazones Mi amor, Mi paz y Mi reverencia, pues hoy las reverencio, madres y compañeras de Cristo, espíritus de amor y de abnegación que, a lo largo de su evolución, dejaron impreso en la Tierra el sudor de su esfuerzo por corresponder a Dios y manifestar Su Plan.
Hoy las reverencio, porque, a pesar de las dificultades humanas, buscan servir y renunciar hasta el último instante de sus vidas.
Hoy las reverencio, porque en sus consciencias se guarda un legado único; en el espejo de sus corazones se refleja la historia de la redención de la humanidad, la manifestación del Plan de Dios, que, a lo largo del tiempo, fue transformándolas, para que, como parte de la humanidad, siempre correspondieran a la Voluntad Divina.
Hoy las reverencio, madres, compañeras y esposas de Cristo, pues, con su amor, mantienen vivo el legado de la Jerarquía en la Tierra y, hasta el último instante, dejan para los que llegan detrás de ustedes toda la enseñanza que aprendieron y que vivieron a lo largo de sus vidas.
Hoy Yo quise estar aquí y, como un movimiento interior, reunirlas bajo Mi presencia, para darles las gracias por sus vidas y por su existencia y dejarles abierta la puerta hacia el nuevo tiempo, en el cual tendrán nuevos y eternos hijos y compañeros.
Así como Yo reverencié a María Santísima en cada instante de nuestras vidas, hoy vengo a reverenciarlas y a decirles, que no importa si nadie las ve o si el servicio que hoy prestan es simple y muchas veces silencioso; Dios contempla su esfuerzo y sabe de la eterna renuncia que viven en este tiempo. Que la entrega sea su eterna compañera, que la renuncia y la humildad sea su servicio en este tiempo.
Mayor que cualquier misión humanitaria en los lugares más miserables de este mundo, es el servicio de un alma sincera que, con amor, entrega cada instante de su vida a Dios, aunque solo el Creador sea conocedor de su entrega.
Hoy vengo para renovar sus votos, votos perpetuos de amor a Dios, para que comprendan que su misión ahora es entre cada una de ustedes y Dios. Renunciando verdaderamente y siendo humildes de corazón mantendrán abiertas las puertas que unen a la humanidad con el Padre, y eso es lo que más importa en este tiempo.
Les dejo Mi bendición de Amigo y Compañero, pues con ustedes camino hace mucho tiempo y seguiré caminando por los mil años de paz y hasta el triunfo del Amor en la Creación Divina.
Les agradezco por estar aquí y por ser incansables en la fe y en la unidad con Dios. Reciban Mi amor y Mi reverencia.
Su Compañero y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más