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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El mundo vive su calvario, vive su cruz, pero Yo les traigo la solución para todo esto.
El Rosario es vuestra salvación, es el instrumento poderoso e inquebrantable de Dios, que su Madre y Sierva fiel utilizó durante mucho tiempo mientras estuvo aquí en la Tierra.
Desde Mi Corazón surgió la escuela de la oración del corazón, que es la que Yo necesito que esté viva en ustedes, que vivan esa escuela interior todos los días para que Mi Corazón Inmaculado siga triunfando en sus vidas y en el planeta.
Es a través de los grupos de oración, es a través de los corazones orantes que Yo puedo venir al mundo. No existe otra razón para estar aquí en este momento.
Su oración es la puerta que se abre para Mí, para que Yo pueda descender al mundo y, mientras estoy con ustedes, Yo pueda socorrer a los que lo necesitan en esta hora culminante de la humanidad.
Hoy vengo revestida de celebración, pero también de paz y de esperanza, sabiendo que en el mundo hay muchos hijos Míos que sufren los efectos de la propia enfermedad que ha generado el planeta.
Pero esto pasará. Rezo por ustedes, por las naciones y por todo el planeta porque espero, como Madre, que la humanidad aprenda esta lección, que la pueda superar y que la pueda grabar en su consciencia para que no vuelva a suceder; porque por más que el Apocalipsis se deba cumplir, Yo vengo aquí a interceder por ustedes, hijos Míos, por sus naciones, pueblos y familias, porque solo deseo la alegría y la felicidad del Cielo para cada uno de ustedes.
Su Madre Celeste es muy simple, tan simple y humilde, servidora incansable que se ofrece ante el Padre Celestial por cada una de sus almas, pero también se sirve de este momento, de este aniversario especial, para que una tarea planetaria se vuelva a cumplir en los planos internos, en donde es necesario verdaderamente de ayuda y de redención.
Yo los invito a unirse a Mí en esta cadena de oración en el mes del Santo Rosario para que en cada nuevo día, hijos Míos, ustedes puedan despertar, en su interior y en sus almas, el interés por esta poderosa pero simple oración.
Nuevamente, hijos Míos, contaré con cada una de sus cuentas y de sus oraciones en cada encuentro de oración que es transmitido a través de esta Obra.
Yo los invito, hijos Míos, a reforzar ese compromiso Conmigo como Hijos de María, como grupos de Rosarios de Luz, como todos los orantes de la Tierra que en este momento necesitan elevar al Cielo sus oraciones y súplicas, para que no solo esta pandemia termine, sino para que no llegue nada más al mundo que lo haga sufrir.
Les diré una verdad, cada vez que desciendo aquí, a la Tierra, siempre veo el sufrimiento del mundo, de millones de almas que aún padecen por sus propias elecciones, como también muchas almas inocentes que sufren por las elecciones de los otros. El sufrimiento tiene que terminar, hijos Míos, es posible vivir en la alegría y en el Amor de Dios.
Por eso, Yo estoy aquí como su Madre y Reina para que puedan renovar en esta noche sus votos, para que el Rosario, en cada día de sus vidas, sea el alimento imprescindible y espiritual para ustedes. Porque así, amados, beberán de la Fuente de Mi Gracia, beberán de la Fuente de la Misericordia de Dios, sus problemas terminarán, su fe se fortalecerá y serán Mis siervos, serán parte de la Legión de María.
Hoy, en este día 8 de mayo, en donde el Cielo toca a la Tierra, en donde Dios toca sus corazones, en donde los ángeles del universo se postran ante la Madre de Dios, vengo a invitarlos y a llamarlos para que a través de la oración del Rosario y de su consagración a Mi materno e Inmaculado Corazón formen parte de la Legión de María, de la orden orante de la Legión de María, una orden puramente espiritual de la que los ángeles del Cielo también forman parte, y muchos hijos Míos en el mundo que oran devotamente a Mi Corazón Inmaculado también forman parte de esa orden espiritual.
Mi Hijo Me ha pedido llamarlos a esto, invitarlos a este ejercicio espiritual, así sus almas, sus familias y todos sus seres queridos, también serán contemplados por esta orden espiritual de la Legión de María.
Necesito que espiritualmente, hijos Míos, por medio de la oración amorosa del Santo Rosario, lleven estampado sobre sus pechos el símbolo mariano de Mi Corazón, la “M” de María con la Cruz victoriosa de Cristo, rodeada por las doce estrellas de Mi Corona.
Ese es el símbolo de los legionarios de María.
Los invito a reforzar no solo su compromiso de la oración por la Paz en la Naciones, por Venezuela y por Siria, por Medio Oriente, por Timor del Este, por Corea del Sur, en este caso también por Japón y por China, para que el triunfo de Mi Corazón también se dé en esa parte del mundo, así como también se debe dar en África.
Todos son llamados a recordar lo que una vez les pedí y les solicité. La oración nunca los cansará, la oración los transmutará y los elevará.
Yo necesito formar esta orden espiritual en este tiempo final. La orden espiritual de la Legión de María también fue inspirada por los templarios que formaron la primera orden espiritual en la humanidad, así como por las santas mujeres que fueron las celadoras de las Reliquias de Cristo.
Los invito, hijos Míos, a ingresar en esta orden espiritual y angélica. Tendrán como intermediarios a sus Ángeles de la Guarda. Ellos están allí en silencio y en oración todo el tiempo, y sé que muchos no llaman a sus Ángeles de la Guarda.
Todos los tesoros, las llaves y las herramientas de la Jerarquía fueron dadas para ustedes.
Este es el tiempo no solo de los legionarios de María, sino también de los apóstoles de Cristo. Este es el tiempo de su actuación, de su definición y su momento de servicio espiritual por la humanidad.
Si Yo los he traído hasta aquí, en este tiempo definitivo y culminante del planeta, es porque necesitan, hijos Míos, llevar adelante esa misión espiritual.
Esa orden espiritual de los legionarios de María no tiene edad, no tiene requisitos, sino tres votos principales: devoción, compromiso y obediencia.
Hoy entrego a sus corazones, pero principalmente a sus almas, el símbolo espiritual de los legionarios de María, estampado en lo más profundo de sus corazones para que lo puedan recibir, reverenciar y aceptar en este momento, en donde todos los servidores de Cristo necesitan prepararse para lo que llegará.
Desde sus hogares y familias, pueden hacer muchas obras, aunque no lo parezca. Existen infinitas intenciones en la humanidad, así como existen infinitas necesidades en los cuatro continentes de este planeta que esperan por su ayuda e intervención.
En este mes de mayo, mes del Rosario, las puertas de los Cielos están abiertas por la oportunidad que fue concedida a su Madre Celeste para que la devoción a Mi maternal Corazón permita descender las Gracias y las Misericordias que en este momento muchas almas sufridoras necesitan, especialmente aquellas que han perdido la vida.
Hoy tengo a Mis pies al mundo y dentro de él a toda la humanidad y a las consciencias que son autoconvocadas para formar parte de esta Legión de María.
Mi deseo es que puedan dar respuesta a Mi pedido por medio de esta Obra, que Mi Hijo fundó por una importantísima razón espiritual y planetaria.
Así como deben dar respuesta a los pedidos que ya les hice en estos días, recibiré de brazos abiertos las postulaciones para la Legión de María, para que sus almas tengan la Gracia y la experiencia de vivir aún más la escuela de la oración.
Esta orden espiritual será fundamental e importante cuando su Madre Celeste ya no venga al mundo ni tampoco se aparezca aquí o en otro lugar del mundo.
La orden de los legionarios de María será la que sustentará la última parte de la transición planetaria.
Aquellos que quieren ingresar a la orden orante de María pueden postularse y Yo les daré como respuesta el símbolo espiritual de esta Legión por medio de esta Obra.
Será un ejercicio profundamente espiritual de cada uno de ustedes Conmigo, pero aquellos que se postulen y se dediquen verdaderamente a no ser solo Mis hijos consagrados por el Manto Celeste, sino que también se puedan dedicar a este ejercicio que hoy les presento, estarán Conmigo para ayudar en el momento más culminante de la humanidad, independientemente de donde se encuentren.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, Nuestra Señora está rezando por nosotros. Nosotros rezamos internamente junto con Ella para que se cumplan Sus divinas intenciones, por el triunfo de Su Corazón Inmaculado.
La oración del Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María es la oración de los legionarios de María.
A pedido de nuestra Madre, rezaremos algunas veces esta oración para que el eco de Su Voz y de Sus Palabras, de Sus pedidos e intenciones, lleguen a todos los corazones posibles en los cuatro puntos de la Tierra, mientras que nuestra Madre Divina abre Sus brazos y extiende Sus manos hacia nosotros, encendiendo la Luz de Su Inmaculado Corazón para recibir estas oraciones, que rezaremos ahora.
Inmaculado Corazón de María,
fuerza, luz, protección y esperanza,
en Ti nos renovamos, a Ti nos consagramos
para que seamos testigos, ahora y siempre,
del triunfo de Tu Inmaculado Corazón
en toda la humanidad.
Amén.
(se repite 3 veces)
Y Me elevo al Cielo en esta noche, también escuchando una oración especial que Yo misma inspiré, una oración que entre tantas, nació en Aurora, el Centro Mayor de Mi tarea planetaria con la humanidad.
Es así que, recibiendo esta oración en Mi Corazón y en Mi Alma, llevaré al Cielo las intenciones de los que se comprometan con el Santo Rosario en los tiempos que vendrán y de los que se postulen como futuros legionarios Míos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Por la bendición y por la autoridad que Me ha dado Dios y Mi amado Hijo, Yo los reconsagro a Mi materno e Inmaculado Corazón para que puedan vivir los votos de la devoción, del compromiso y de la obediencia a Mi obra mariana.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Escucharemos “En el simple mirar”.
Alemania necesita reconsagrarse a Mi Inmaculado Corazón, para que pueda recibir más Gracias de las que hoy Yo les traigo. Pero hoy llevaré al Cielo y en Mi Corazón, el soplo de Amor de Mis hijos, que es lo que Me hace volver al mundo, una y otra vez.
Por eso Yo estoy aquí, hijos Míos, para que el soplo del amor de sus corazones llegue no solamente a Alemania, sino también a los lugares que más necesitan del Amor de Dios.
Es este Amor tan profundo y verdadero el que redimirá sus corazones y vidas, que los llevará a comprender los Misterios de Dios, para que algún día aprendan a cumplir Su Voluntad.
Hoy he sentido ese amor de sus corazones, de cada corazón presente, que Me ha confesado su amor por Mi Corazón Inmaculado.
Deseo, hijos Míos, que siempre recuerden esto, porque es lo que disolverá aún más los errores que Alemania cometió en el pasado. Es este amor el que los llevará a amar aún más al Universo, para que algún día sean partícipes de todo lo que se guarda en la esencia de la vida universal.
Es este amor el que los llevará a amarlo todo de forma incondicional, el que los despertará al servicio por los más necesitados; porque la mayor razón del servicio aquí, en Alemania, es por los que sufren espiritualmente, a pesar de tenerlo todo y de nunca faltarles nada.
El sufrimiento espiritual aunque no les parezca, hijos Míos, es más fuerte que el sufrimiento material y humano, porque no hay nada que lo pueda disolver, sino el Amor de Dios, que una y otra vez debe surgir desde sus esencias para que este Amor colme sus vidas y espíritus, y así, colme al planeta, que tanto necesita del Amor de Dios para poder seguir adelante en estos tiempos definitivos.
Hoy, las leyes de la transmutación han actuado de forma diferente, porque primero donaron el amor de sus corazones y se entregaron a una voluntad desconocida e invencible.
Es esta Voluntad Divina e Infinita que está basada en el Amor de Dios, la que Me ha traído aquí, a Alemania, para traer a sus corazones lo renovador y lo nuevo, para que desde sus familias y pueblos aprendan los nuevos valores de la espiritualidad, basados en los atributos que Mi Corazón Inmaculado les ofrece para estos tiempos.
Por medio del camino del servicio y de la oración, hijos Míos, por medio de la comunión con Cristo y de la confesión diaria de sus corazones al Supremo Creador, es en donde encontrarán las llaves para poder transformarlo todo, porque aprenderán a vivir, hijos Míos, la espiritualidad que Dios había pensado desde el principio para Alemania y Europa.
Por eso hoy, hijos Míos, comienza un nuevo ciclo y sus corazones son partícipes de esa Gracia que hoy les traigo; Gracia que los intentará llevar aún más al despertar y a tomar consciencia de todo lo que Dios necesita para este tiempo y su humanidad.
Hijos Míos, la tarea aquí en Alemania recién ha comenzado; la tierra ha sido preparada; el Pastor la ha sembrado y la Madre Naturaleza la ha regado para que broten aquí nuevos principios de hermandad y de luz que ayudarán a disolver el pasado y a curar a los corazones de todo sufrimiento.
Por eso, hijos Míos, primero deben creer en el amor que hay en ustedes y dentro de ustedes. Ábranse a descubrir dentro de ustedes el Universo del Amor de Dios y la oración será el pilar fundamental en sus vidas para poder encontrarlo. Porque con esa comunicación diaria con el Cielo, sus Ángeles de la Guarda los ayudarán a encontrar el camino del amor, para finalmente encontrar el camino de la verdad que tanto necesitan saber y comprender a través de lo que sucede en sus vidas, día a día.
Por eso, hoy no solo Yo les extiendo Mi Mano para que se tomen fuerte, hijos Míos, para que no solo podamos unir el Cielo y la Tierra, el Universo de Dios y las almas, sino que también Yo les ofrezco Mi Corazón maternal para que por medio del fuego de Mi Espíritu, nuevos Dones puedan ingresar en ustedes en este momento y esto se expanda más allá de sus vidas y de su nación. Porque quien viva el llamado de la Madre Celestial, aprenderá a vivir la Voluntad de Dios en estos tiempos difíciles.
Por eso los invito a gestar entre ustedes, hijos de Alemania, esa unidad inquebrantable que ayudará a promover la Paz en los mundos internos y que traerá renovación a sus vidas y a todo su pueblo.
Hoy estoy aquí, ante ustedes, como la Señora del Santísimo Rosario para invitarlos a que por medio de su consagración en este día, la oración grupal sea la tónica para sus vidas; oración que puede curar niveles profundos de las almas de Alemania que aún están sufriendo las consecuencias del pasado y del presente.
Hoy Me ofrezco a ustedes como la Madre de la oración, para que ingresen a Mi escuela eterna, para que junto a los Ángeles del Cielo formen esta nueva escuela de oración, que en niveles tan silenciosos y profundos no solo podrá transformar Alemania, sino también a Europa, que tanto lo necesita.
Con esta respuesta que Me han dado su corazones para vivir la consagración de hoy, y también por aquellos que han venido de otras naciones para consagrarse, deseo, hijos Míos, que puedan percibir el fuego de su fe, que a pesar de ser desconocido, debe siempre llevarlos a concretar la Voluntad de Dios en sus vidas y en las naciones a las cuales pertenecen.
Este es Mi Mensaje para ustedes, hijos Míos. Deseo que sean embajadores de la paz y que promuevan la paz con acciones buenas, con acciones fraternas, con acciones pacíficas, que puedan renovar sus consciencias y a todos los que reciban ese servicio por parte de ustedes.
El mayor servicio espiritual de los grupos de oración de Alemania, será la ayuda, por medio de la oración y de la invocación a la Divina Misericordia de Mi Hijo, para todos aquellos hijos Míos que necesitan recibir una oportunidad en este tiempo final.
Hoy Me iré de aquí, hijos Míos, finalizando y cumpliendo una Misión, la que han vivido junto Conmigo en estos dos últimos meses y en la que todos fueron llevados a colaborar por amor y hermandad, para que Europa recibiera las Gracias que tanto necesitaba
Aún hay mucho trabajo por hacer, hijos Míos. Bélgica y Dinamarca también esperan por Mi ayuda algún día, así como Rusia, que necesita de mucha Misericordia.
Pero si los pilares de los grupos de oración se funden primero en Europa Oriental y Occidental, crearán las condiciones necesarias, hijos Míos, para que la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos llegue a aquellos lugares del mundo que también necesitan de Misericordia.
Desde ahora hijos Míos, nos estamos preparando para ese momento, así como también para llevar la paz y el amor que ustedes han recibido, hacia Asia y Oceanía.
En este momento, ante la Iglesia Celestial de Cristo, que se abre desde el Universo Espiritual, la Madre del Cielo y de la Tierra, la Virgen de Schoenstatt, la Señora del Santísimo Rosario, invita a Sus hijos que hoy se consagrarán, a que se aproximen a este altar bendecido por Cristo para vivir este momento importante de consagración de sus almas a Mi Inmaculado Corazón.
Que a partir de este momento comience a escucharse el himno de su consagración.
Ustedes, hijos Míos, han definido ante Mi Corazón Inmaculado, formar parte de este primer ejército para Alemania, que también unirá a Austria y a Suiza, en esa triangulación divina y especial, por el triunfo de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y San José, los que a partir de este momento, en nombre de Dios y de Su Divino e Invencible Proyecto, se han ofrecido a esas tres naciones para llevar adelante un momento importante de conversión y de redención de esta parte de la humanidad, formando alegres y jubilosos grupos de oración que puedan llevar en sus corazones el amor que hoy les entregaré, para siempre.
Los hijos que hoy se consagrarán coloquen sus manos en señal de recepción.
Como Virgen de Schoenstatt y Señora del Santísimo Rosario, reciban de Mi Corazón Maternal esta Gracia que tanto han esperado en sus vidas, a fin de que esta Gracia se multiplique y llegue a los corazones que más sufren, por medio de su compromiso en esta vida de consagración al servicio de la oración por la humanidad.
Que el Señor derrame sobre ustedes Sus Dones y que los haga partícipes de Su Misericordia.
Que el Señor siempre les haga sentir Su confianza y plenitud, a fin de que miles de almas en Alemania reciban el impulso de despertar, por medio de su devoción y dedicación a la vida de la oración, a fin de que el Santo Rosario, poderosa arma contra el mal, se infunda en sus corazones y en el mundo, y renueve los tiempos en este planeta.
Pueden colocar sus manos sobre el corazón y agradecer a Dios por este día de consagración al Materno e Inmaculado Corazón de María.
Recuerden que siempre los escucharé; que siempre como Madre y Sierva de Dios escucharé sus oraciones, las que especialmente surgirán en este tiempo desde Alemania, Austria y Suiza.
Hoy los consagro como familia espiritual para que los Tres Sagrados Corazones estén presentes en ustedes y sus naciones.
Los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Hoy llevarán estas rosas que estoy consagrando, como el testimonio de Mi Amor por ustedes, de un Amor eterno e invencible, de un Amor que comprende y acepta, de un Amor que no cuestiona, que no juzga. De un Amor de Mi Corazón que abraza, que cura y que redime, porque es Dios a través de Mi Corazón en sus vidas, para siempre.
Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado.
Que la Paz siempre se encuentre aquí, en Alemania.
Que así sea.
Vengo en nombre de Mi Hijo para darles las gracias por sus súplicas, por medio de la novena que están realizando al Castísimo Corazón de San José.
He venido desde el Cosmos a decirles esto para que sepan que su Madre Celeste está con ustedes, así como está con el mundo, tan necesitado de Amor y de Luz.
Yo vengo a hacer resplandecer sus vidas por medio de la oración, para que se vuelvan columnas de Luz para este mundo y lleven esa Luz al mundo en donde más se necesita, en donde más claman.
Les agradezco por esta novena, porque las puertas se están abriendo y los corazones están consiguiendo ser sinceros.
Por más que no comprendan en profundidad el Propósito de Dios, su Madre Celeste, por medio de Su Amor, les hará comprender todas las cosas con simplicidad y humildad.
Por eso, sigan orando hasta el término de la Novena de San José, para que también el Castísimo Corazón pueda impartir Sus Gracias sobre Europa y África.
Grandes son las necesidades planetarias, muchísimas son las emergencias en estos tiempos.
Les pido, hijos Míos, que sigan orando por la Paz en las naciones, como vienen haciéndolo: semana tras semana, cuenta por cuenta y corazón con corazón, encendiendo esa Luz de Mi Amor en el mundo por medio del poderoso Rosario.
Con todo esto Yo les pido que continúen adelante, para que puedan seguir renovándose a través de los tiempos, a pesar de que cosas gravísimas suceden en el mundo.
Mi confianza, hijos, está en ustedes, en cada momento de oración que ofrecen a Mi Corazón Inmaculado, para que heridas profundas e internas puedan ser disipadas del Corazón de su Madre, y así, del corazón de Sus hijos, que buscan la paz.
Vengo a su encuentro con todas las estrellas del Cosmos. Vengo a visitarlos con grandes Consciencias angélicas para desatar los nudos de estos tiempos, para que las almas encuentren la paz, vivan el espíritu de la solidaridad y de la cooperación con los semejantes, sabiendo que todo podrá ser superado en el Amor. No hay otro camino.
Mientras el mundo no aprenda a amar, no existirá paz. Mientras más se animen a practicar el ejercicio del amor del corazón, mayores posibilidades existirán para que millones de almas aprendan a vivir el camino del Amor.
Por medio de esta escuela de oración que viven Conmigo todos los días, especialmente en la oración por la Paz en las naciones, todas las cuentas que son realizadas y ofrecidas conceden Gracias inexplicables al mundo entero; cosas que tal vez no verán en este tiempo, pero sí verán suceder en el futuro cercano, cuando su Madre Celeste ya no esté más a su lado para visitarlos y solo esté en el Cielo, deseando ardientemente que vivan Mi instrucción, la instrucción de Mi Hijo y la de San José, para que esta Obra continúe adelante, así como está escrito en el Corazón de Dios.
Mientras tanto, hijos Míos, los invito a seguir amando de verdad, a colocar el amor en práctica en cada detalle, como con cada hermano que se aproxime a sus vidas buscando un poco el amor reparador, buscando un poco el amor curador y consolador, que solo brota de la Fuente del Espíritu Santo y de las almas que se coligan con Él.
La Obra que realizará su Madre Celeste en Europa será importante. Por eso, cada colaboración es imprescindible, por más pequeña que parezca. Pero Yo sé que hay almas que pueden ayudarme más y saben que es verdad lo que les digo.
La Madre de Dios no ostenta riquezas, sino el bien para todos Sus hijos, independientemente de su nación, religión o creencia.
Quiero que aprendan hijos Míos, junto a Mí, que todos pueden ser uno, porque alcanzando esa unidad espiritual, Dios estará en ustedes y ustedes estarán en Dios viviendo en Su Reino; a pesar de los acontecimientos de estos tiempos, de las purificaciones o de las pruebas.
Yo los invito todos los días a ser parte de la Gran Hermandad, la Gran Hermandad que está en el Cielo y también aquellos que están en el interior del planeta y que con su silencio llevan adelante grandes Obras en el mundo por la liberación del planeta y de la humanidad, por la redención de los corazones, por la Paz en todos los pueblos.
Yo los invito todos los días a coligarse a esa gran Hermandad y a seguir encendiendo en sus pechos la Estrella Confederada, la cual los llevará por el camino de la Luz, de la ascensión y del bien.
Leyes muy profundas y desconocidas del Universo podrán transformar sus vidas y las vidas de sus hermanos y ya no será necesario, hijos Míos, sufrir. Quiero que el dolor y el sufrimiento terminen en el mundo. Quiero que las almas conozcan la verdadera alegría de servir a Dios. Lo que Yo llamo “felicidad espiritual”, que no está en este mundo sino en el Universo, en la Vida Universal y en el Conocimiento; en la fe, en el servicio y principalmente, en la gratitud.
Quiero llevarlos, queridos hijos, al Reino de Dios todos los días, para que ustedes se animen a traer el Reino de Dios a la Tierra y muchas, muchas más cosas en el mundo sigan transformándose.
Este es el deseo ardiente de su Madre Celestial, de su Madre humilde y servicial, incansable y eterna, que viene a llamar a Sus hijos a través de los tiempos para que más vidas despierten hacia su verdadera vida espiritual.
Mientras esto no suceda, Yo seguiré viniendo al mundo. Yo seguiré impulsando el despertar de las consciencias, respondiendo al pedido de Cristo y del Padre Celestial; con ustedes y en ustedes. Yo podré, como Madre, hacer muchas cosas más.
Aún hay mucho por hacer, hijos Míos. Hay mucho por materializar y expresar dentro de esta Obra de Amor y de Redención planetaria que recorre el mundo y las naciones, solo para sembrar la Paz y la esperanza.
Hoy traigo el Rayo de la esperanza al mundo, para que las almas lo puedan reconocer y vivir. Sabiendo que cada uno de Mis hijos tiene tantas virtudes y dones para servir a Dios, para poder despertar y reconocer en sí lo que ni siquiera las almas saben completamente.
Por eso, Yo los vengo a impulsar y a motivar, al despertar sus talentos, virtudes y dones. Porque Cristo vendrá a llamarlos y les pedirá sus virtudes y talentos, así como todos sus dones, para que estén al servicio de Él en el momento de Su gran Retorno al mundo.
Ustedes, hijos Míos, son llamados como su Madre Celestial, a ser mediadores del corazón y de la palabra; a buscar en todas las cosas y en todos sus hermanos el espíritu del bien; a ver el bien en sus hermanos y no el mal; lo que es positivo, radiante y elevado en cada consciencia que guarda en sí el Cristo interno.
Promuevan en este tiempo el despertar del Cristo interior y el planeta será repoblado de sublimes energías divinas, que serán atraídas por los hijos de Dios, no solo como columnas de Luz, sino también como espejos de Su Divina Consciencia.
Los invito, hijos Míos, a recrear juntos este planeta y esta humanidad. A re-enseñar el camino del amor y del servicio por medio de las misiones humanitarias, de las peregrinaciones, de las corales, de todo lo que pueda expresar el Amor de Dios en el mundo.
Por eso, esta Obra es para todos y es más amplia de lo que parece y de lo que es. Ustedes, hijos Míos, tienen la llave de Mi confianza para poder hacerlo, siguiendo los pasos de la Jerarquía Espiritual en la obediencia y en el bien, para que todo se mantenga en su camino así como Yo espero ardientemente que se cumpla.
Vengo a agradecerles en esta noche, por su colaboración amorosa, a todos aquellos que están gestando por medio de la oración y de la colaboración, la próxima misión de paz en Europa y África.
Ni siquiera saben, hijos Míos, todo lo que sucederá en ese continente y todo lo que los Mensajeros Divinos harán en cada nación que visitarán, así como en cada lugar al que irán para sembrar la Paz y la Misericordia que ustedes han tenido la Gracia de conocer en los últimos tiempos.
Los invito, por medio de la colaboración y de la construcción de esta próxima misión, a seguir siendo orantes y misericordiosos con los que son más ignorantes, que están distraídos y muy ilusionados con todo lo que les ofrece el mundo.
Todo lo que hagan en la Tierra también lo estarán construyendo en el Cielo. En el último día de sus vidas sabrán y tomarán consciencia de todo lo que hicieron por amor a Dios.
Todo lo que tejen en la Tierra también lo tejerán en el Cielo, y el Universo tendrá memoria de sus acciones y de sus obras de bien por la humanidad.
Hoy Me elevaré al Cielo en profunda tranquilidad, sabiendo que Mis hijos han comprendido, más allá de las palabras, el llamado del Cielo.
Sean propagadores del bien que hoy les traigo, para que el planeta sea colmado de Luz y de Misericordia, hasta que los Mensajeros Divinos terminen de cumplir Su Misión en la humanidad.
En esta noche, quiero que sus corazones, hijos Míos, sean revestidos de esperanza para que la cura se establezca en la humanidad, el bien llegue a muchas más vidas en el mundo y sean tocadas por la Gracia de Dios, por Su Misericordia Infinita.
Vengo a traer la Paz, no solo al Brasil, sino también al mundo. Este encuentro ha ayudado para que eso suceda.
En el Amor y el Bien, Yo los bendigo.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Que este lugar siempre se revista de esperanza, para que la esperanza transforme al mundo y todas las consciencias sean tocadas por el Rayo de la Esperanza de Dios.
¡Les agradezco!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Yo Soy la Señora de Fátima. En este día preparo el advenimiento del aniversario de uno de los principales acontecimientos de la historia de su humanidad, que es la segunda redención de la humanidad después de la Llegada de Mi Hijo.
Por eso, preparen sus corazones para el camino de luz que Yo tejeré hacia Europa; abriendo puertas y corazones, curando almas y vidas que quieren estar en Mis brazos viviendo la consagración del corazón el próximo 13 de mayo.
Hoy, derramo Mi Inmaculado Corazón sobre el mundo y espero que cada una de sus vidas Me corone como la Reina de la Tierra, a través de la oración del Santo Rosario, la oración del corazón, la oración que los llevará siempre a la paz.
Proclamen, en este tiempo, Mi Palabra de Vida.
Los invito, día a día, a vivir los Mandamientos del Señor, de esta forma gestarán a la Nueva Humanidad que Dios espera.
Hoy, Me abro a acoger sus corazones en Mi Corazón y a preparar esta próxima Semana Santa, como la gran fertilidad para sus vidas, en la que el Señor depositará nuevas semillas para que las plantas y las flores puedan crecer y puedan ofertar sus dones a Dios en un tiempo tan definitivo y delicado.
Hoy, los llamo a reunir las fuerzas a través del corazón para que se unan a Mi camino inmaculado.
Yo vengo a preparar a la humanidad para algo importante. Por eso, siempre pido regresar a Aurora, esta es la cuna de un nuevo proyecto de Dios, en el que algo se vivirá plenamente por todos, cuando se abran al Llamado del Padre y vivan sin miedo la transformación de la vida y de la consciencia.
Yo les ofrezco, día y noche, Mi Corazón Inmaculado. Aquí lo tienen, Él está en Mis manos para ustedes, un Corazón que vivió en esta humanidad y que comprendió la condición humana de todos los seres.
Yo les traigo, a través de Mi Corazón, el Espíritu de Dios. Él debe reinar en sus hogares y familias para que sea la nueva Luz del mundo después de Mi Hijo, Corazón que prepare sus corazones para lo que vendrá en poco tiempo.
Por eso, es ahora, queridos hijos, que llegó el tiempo de vivir en la escuela de la oración, en la escuela de la cura y de la redención.
Mi Corazón Inmaculado también llegará a Fátima en el próximo mes. Mi Espíritu Virginal e Inmaterial circundará a todo ese lugar. Aquellos que quieran verme de verdad, sintonicen sus oraciones con el corazón, porque allí Me encontrarán con seguridad y sentirán la confianza para poder seguir caminando.
Pues Yo Soy su Maestra y Peregrina, Aquella que acompaña a los rebaños de Cristo, que no se cansa de andar en este mundo a lo largo de los tiempos para iluminar los caminos de los que están en la oscuridad.
Vengo a resucitar a aquellos que Mi Hijo Me ha pedido. Vengo a abrirles los ojos a los que están ciegos y a los que han endurecido el corazón por las experiencias de la vida.
Yo tengo la llave para su consagración, como también para su santidad. Cada uno sabe lo que puede darle al Padre.
Vivan, en este tiempo, Mi Mensaje de advenimiento. Mi Hijo Me envía para prepararlos verdaderamente y con consciencia. Yo vengo a preparar sus corazones para la Nueva Tierra.
¿Quién se arriesgará a seguir Mi camino?
¿Quién se animará a vivir por entero Mi llamado?
Estoy formando las nuevas filas de los soldados de la Luz, estoy congregando a los que han caído y a los que no han caído, estoy llamando a todos a vivir la Transfiguración de Mi Hijo.
Queridos hijos, vengo a anunciarles que Dios Me ha concedido un tiempo de perdón para el próximo mes de mayo, en el que el Reino de Fátima resplandecerá una vez más en el mundo y se verán sus Jardines de Luz sobre la superficie. Aférrense a Mi Manto Sagrado, Yo no los separaré del Reino de Mi Hijo, sino que los llevaré hacia el Reino del Padre, en donde viven la Unidad, el Amor y el Perdón.
Por eso, Me nombro como la Nueva Aurora, la Luz del Universo que está llegando a ustedes. Yo Soy la Supraconsciencia Maternal, la Estrella que llega del Universo directo a la Tierra. Dios Me ha concedido ser la Estrella en sus vidas.
Los invito a imitar Mi camino de simplicidad y humildad, así comenzarán a vivir en Dios.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hijos Míos:
Como Estrella de la Mañana, vengo a anunciar el Sol de un nuevo tiempo, que purifica sus vidas, que renueva sus pequeñas almas. Este Sol que llega, Mis queridos, es el Sacratísimo Corazón de Mi Hijo, que iluminará los abismos y rescatará de lo profundo de esos abismos hasta la última de las almas que deben manifestarse, en este tiempo, como imagen y semejanza de Su Sacratísimo Corazón.
Vengo a anunciarles, hijos Míos, una Nueva Aurora en sus vidas, Aurora que nacerá a través de la Presencia de Mi Hijo en este Reino. Quiero que preparen sus corazones con amor, con profunda gratitud, para que sus almas puedan vivir en estos próximos días, con plenitud y esperanza, la Presencia de Mi Hijo en el mundo.
A través de Mi Inmaculado Corazón, hoy ilumino sus consciencias para que puedan descubrir los misterios que están guardados en la Pasión de Mi Hijo, misterios que hasta hoy la humanidad aún no desvendó.
Hijos Míos, quiero que descubran, en sus pequeños corazones, la verdadera victoria que existe en el Sacrificio de Mi Hijo, y que sus preciosas vidas puedan renovarse, en este tiempo, a través de pequeños sacrificios, pequeñas renuncias que puedan vivir para aliviar el Corazón de Dios.
Hoy, quiero que descubran en la Pasión de Cristo la alegría de la salvación, la alegría de la redención que, a pesar de todo sufrimiento, la alegría y la esperanza jamás desaparecieron de lo profundo del Corazón de Mi Hijo.
Hijos Míos, el Corazón de Cristo encontraba la fuerza para levantarse de cada caída en la esperanza del renacimiento de este mundo, y deben aprender de este Sagrado Corazón el poder de renovarse en cada instante de la vida.
Por eso, hoy les digo que no coloquen sus corazones en las pruebas que viven, sino que alimenten la esperanza, la alegría de poder renacer en cada día. Vivan la Pasión de Mi Hijo, ofertando sus pequeñas vidas para renovar el sacrificio de Cristo y, así como Él lo realizó hace tanto tiempo, que la oferta de sus corazones pueda generar méritos para el mundo, para que la humanidad tenga una nueva oportunidad de redención y este mundo, hijos Míos, no desaparezca del universo.
Hoy, quiero que alimenten la fe y la devoción en sus vidas, y que el poder de la oración sea más poderoso que cualquier mal, que la valentía de sus almas pueda vencer el temor que muchas veces amedrenta a las almas del mundo.
Hijos Míos, quiero que, a través de sus corazones, den el ejemplo al mundo de que Mi Hijo ya retorna a esta Tierra, porque Él ya retornó a cada una de sus vidas, porque Su Sagrado Corazón pulsa en sus esencias y renueva sus vidas y sus almas a través de Su Sagrado Sacrificio, a través de Su Amor Infinito.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Vean, en esta noche, queridos hijos, nuevamente el ejemplo de la consagración a Mi Inmaculado Corazón, a través de estos hijos que Yo he llamado, que sirven a una gran parte del Plan de Dios.
Pero Mi Hijo dijo una vez, en un Mensaje, que en Su antiguo Sepulcro existieron violetas preciosas que lo restauraron, flores en Su Sepulcro de Amor que lo ayudaron a resucitar y a cumplir con el Plan de Dios en la Tierra.
Hoy, quiero llamar a una de esas violetas para que se consagre, como hija, a Mi Inmaculado Corazón y adorne a partir de este momento los Altares de Mi Reino Maternal.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de Nuestra Señora, vamos a escuchar el cántico: “Consagración”, para que Ella bendiga a estos hermanos y a todos estos objetos sagrados.
Cántico: “Consagración”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, lleven la Paz de Mi Corazón en sus corazones y por donde vayan. Solo eso es lo que basta para este tiempo.
Recuerden que Yo estaré al lado de aquellos que se animen a vivir la Pasión de Cristo, confortándolos y consolándolos, animándolos a seguir adelante, porque Algo Mayor los espera: el Espíritu de Dios, su Padre Eterno.
¡Les agradezco!
Dios quiera que nos veamos pronto en Portugal.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
La verdad es que no sabemos cómo lo vivieron ustedes, los que están detrás de la pantalla; pero nosotros aquí hemos vivido un gran momento, en el que Nuestra Señora ingresó definitivamente en nuestra consciencia.
Hoy, en forma singular, aquí, en este espacio en donde nosotros estamos, todos los hermanos que participamos desde el Centro Mariano de Aurora nos pudimos sentir como una sola mente y un solo corazón; y Nuestra Señora vino a envolver a todas estas consciencias en una sola.
Esperamos que los que están del otro lado de las pantallas hayan podido sentir, igual que nosotros, el Amor de la Reina del Cielo y de la Tierra.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Quisiéramos compartir con palabras lo que Nuestra Señora transmitió hoy, pero a veces nos vemos muy limitados por nuestro idioma terrestre. Pero el Amor, que fluye del Corazón de María, todo lo hace confirmar y sentir en nuestro ser.
Durante la Aparición, Nuestra Señora llegó como Nuestra Señora de Fátima, como escucharon. Una manifestación muy contundente y definida.
Traía Su Corazón Inmaculado derramando sangre, ofertándonos los sacrificios que Ella vivió por nosotros, ofertándonos la cura y la redención; pero Su suavidad y serenidad nos acompañó en todo momento.
Las Palabras de María confortaban nuestro corazón y nuestra alma, momento a momento. Percibíamos, detrás de María, la Presencia de Dios y en Ella también percibíamos a Dios.
Ella también, en algunos momentos, nos mostró algunos pasajes de Su vida en Galilea y Su acompañamiento durante la Pasión de Jesús.
Percibíamos que Nuestra Señora estaba activando registros de Luz en nuestras consciencias; llaves crísticas para nuestros seres, que las reconocían en el instante en que Ella las activaba. De esa forma, comulgábamos, a través de María, de toda la vida que vivió Jesús sobre toda la Tierra.
Cuando María se refirió a Fátima, la sentimos en casa, Fátima y Aurora eran una sola. Y aquellos Reinos que Ella expresó hoy tan singularmente, esos Jardines de Luz, llegaron hasta aquí y dejaron algo en nuestros corazones: energías, presencias angelicales y también códigos de Luz que ingresaban específicamente en nuestros espíritus.
María nos fue envolviendo con el Reino de Fátima y nos mostraba, en el futuro, ya Su tarea concretada en Europa, y todas las conversiones y redenciones que Ella realizaría al pasar por Europa.
El momento más especial fue cuando llamó a los hermanos para la consagración y cuando habló directamente sobre las violetas que estuvieron en el Sepulcro de Jesús. Eso no era una metáfora, era un hecho que María estaba revelándonos a través de una escena que Ella nos mostró.
En el momento en el que Jesús fue colocado en el Sepulcro, un grupo de mujeres que acompañaban a María, ungieron con óleos, con aceites, el Cuerpo de Nuestro Señor. Había una mujer muy particular que llevaba en sus manos, en sus brazos, un ramo de flores, y cada una de las flores las fue colocando alrededor del Sepulcro.
Esas flores no solo emitían un aroma muy particular y especial, sentíamos y percibíamos un aroma dulce, suave, que iba envolviendo el Cuerpo de Nuestro Señor y todo el Sepulcro.
Y eso, según Nuestra Señora, fue restaurando el Cuerpo de Nuestro Señor que estaba herido, por la fe de esa mujer, por la fe con la que ella había confiado en Jesús. Ella sabía internamente que era el Mesías, el Redentor; aunque estaba muerto en el Sepulcro, ella confió en el Espíritu de Jesús y ese acto de fe lo resucitó, fue uno de los tantos atributos que ayudó en la restauración de Jesús.
Fue así como nos explicó nuestra Madre hoy. Y hoy explicitó, Nuestra Señora, que cuando llama a consagrar a Sus hijos, no los llama para consagrarlos físicamente, llama a cada una de nuestras almas. Ella quiere intentar que recordemos nuestro compromiso con Su Corazón Inmaculado. Quiere consagrar a los que están sanos y a los que están enfermos, a los que están lúcidos y a los que están locos.
Ella hoy se nombró como la Madre de la humanidad para los que son creyentes y no creyentes. Ella sabe bien quiénes somos nosotros, nos conoce profundamente, aunque no confiemos en Ella o que a veces le hayamos dado vuelta el rostro cuando la hayamos visto en algún momento. Ella nos quiere rescatar y está decidida a conquistar nuestros corazones.
Hermana Lucía de Jesús:
Después de tantas cosas, lo único que quisiera agregar es que durante la oración, antes de que Nuestra Señora apareciera, parece que los ángeles nos escucharon y ellos llegaron de una forma muy rápida, durante las primeras oraciones que comenzamos a rezar.
Y hoy, de una forma particular, ellos iban trabajando con nosotros con mucha alegría, derramaban flores sobre este salón. Y, cuando Nuestra Señora comenzó a aproximarse, veíamos el camino por el cual Ella venía desde el horizonte; y comenzamos a ver otro camino que venía del fondo de esta sala, por donde venían algunos santos que cantaban con mucha alegría. En la primera fila de estos santos, reconocimos al Santo Padre Pío que traía una corona de flores. Los otros santos, que venían detrás de Él, cantaban y derramaban flores sobre el camino. Ellos se detuvieron junto al altar y se quedaron esperando la llegada de Nuestra Señora. Ellos dijeron que venían a coronar a Santa María de Aurora.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Son muchas emociones para abrir nuestros corazones.
Bueno, queríamos terminar compartiendo con los hermanos, que nuestra Madre, en los días de ayer y de hoy, anunció la Semana Santa, la Sagrada Semana con mucha contundencia.
Queremos compartir que esta Sagrada Semana es una invitación de Nuestro Señor Cristo Jesús, Sagrada Semana que también se prolongará en otros Centros Marianos y que será una vivencia de oración, de paz y de cura para todos.
Y les dejamos, a todos, unas preguntas:
¿Por qué será que Jesús Cristo retorna en la Sagrada Semana?
¿Qué es lo que los Sagrados Corazones quieren rescatar en estos tiempos y que podamos vivir de forma verdadera y simple?
Después de este gran impulso de María, llevemos estas preguntas a nuestro corazón para que, en esa semana, pueda ser contestada por Nuestro Propio Señor.
¡Gracias, Madre Divina, por cuanto nos das!
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más