Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN MONTE SHASTA, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SEGUNDO DÍA DE LA 125.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí un Corazón que fue traspasado, pero un Corazón que aún es desconocido.

¿Quién sería capaz de penetrar este misterio para poder conocerlo?

¿Quién se lanzaría al vacío sin saber dónde podría caer?

Porque en el gran abismo de Mi Misericordia no existe perdición; existe abundancia, realización y méritos. Por eso, les muestro Mi Corazón para que lo vivan.

Vengo a buscar esto de las almas buenas, pero también vengo a buscar esto de las almas imperfectas; porque no tendría un motivo de realizar una obra en este planeta, si no fuera por las almas.

¿Ahora, comprenden el sentido de Mi venida al mundo en este tiempo?

Yo les tengo que hacer muchas preguntas para que se replanteen sus caminos, porque un buen Maestro y un buen Amigo daría Su Vida por Sus compañeros. Y esta Vida que Yo doy por ustedes es abundante e infinita, no terminó con la Muerte en la Cruz.

¿Alguna vez se preguntaron qué fue lo que Yo di más allá de esto, aun después de Mi Ascensión a los Cielos?

¿Qué puerta tan misteriosa existe, que aún nadie la ha abierto para saber qué hay al otro lado de ella? ¿Qué es eso tan desconocido que aún ustedes no saben?

Pero, si el pueblo de Israel lo conoció en profundidad y en espíritu, ¿por qué ustedes no lo pueden conocer?

Yo vengo a retirarlos de la dimensión superficial, en la que muchos se encuentran en este tiempo. Vengo para elevarlos hacia la dimensión de Mi Amor, sobre todo de Mi Amor Cósmico y Divino, para que puedan comprender y especialmente sentir las Esferas Celestiales que descienden y los abrazan.

¿Se han preguntado cómo hago Yo para llegar aquí, sabiendo que el tiempo de la Jerarquía es precioso?

Pero, Yo no vengo aquí solamente por ustedes y su despertar, vengo por una causa mayor y desconocida, una causa que espera darse a conocer a través de los corazones consecuentes y disponibles; porque los proyectos de la Jerarquía no se pueden desperdiciar o perder, ni siquiera Su Palabra puede ser desperdiciada, ya que en la Palabra de la Jerarquía Espiritual y Divina existe un decreto, un propósito, pero también una realización.

Por eso, deben tener presente, cada vez que Me escuchan o también cada vez que Me reciben, que en cada una de Mis Palabras y en las Palabras de las Jerarquías existe un Propósito Mayor para ustedes y sus hermanos del mundo. Así, lo hizo también la Divina Madre a lo largo de los tiempos y por intermedio de Sus Apariciones y Mensajes en el mundo entero.

La Jerarquía necesita de la condición humana para poder acercarse, pero no de la condición mezquina o rebelde, necesita de la predisposición del corazón humano para poder llevar adelante la Misión Espiritual en el mundo.

Es así como la Jerarquía Espiritual puede entregar Sus proyectos y Sus aspiraciones a las criaturas, criaturas preciosamente escogidas por el propio Padre Eterno, como en esta ocasión, aquí en los Estados Unidos.

Por eso, Yo les vuelvo a preguntar: ¿será que están comprendiendo para qué están aquí y por qué sus almas los han traído hasta aquí, para estar ante el Señor del Universo y de la Paz?

¿Qué es lo que tienen que ver con todo esto que hoy está sucediendo?

Cristo no necesita de disculpas porque conoce el error y la miseria humana. Cristo necesita de corazones verdaderos, aunque imperfectos, corazones que sean capaces de dar más y más, hasta sentir en su propio ser la esencia del Proyecto de Dios.

Para este mes de mayo y para este próximo 8 de mayo que se aproxima, el Señor trae hoy entre Sus Manos muchas semillas de Luz, preciosos tesoros incalculables para cada una de las almas del mundo que escuche Mi Mensaje; semillas que esperan germinar en los próximos meses, a través de las decisiones sensatas y equilibradas de las almas, decisiones permeadas por el Discernimiento y la Sabiduría de Dios.

¿Dónde caerán las semillas del Señor? ¿Dónde está la tierra fértil del corazón humano?

Hay algo que aquí debe suceder, espero que lo comprendan y que lo entiendan.

Los ciclos existen en la humanidad para que puedan aprender a dar sus propios pasos.

Es tiempo de los Nuevos Cristos, el mundo ya no puede esperar porque agoniza. Este es el tiempo del surgimiento de los Cristos Internos, de los que puedan suceder al Señor del Universo para que preparen esta Tierra para Su Retorno, para el reaparecimiento de Cristo en la humanidad.

Yo vengo con este Mensaje del Cielo, para que se acuerden del Cielo y ya no se pierdan en lo superficial, sino que se abandonen en el profundo abismo de Mi Amor Misericordioso.

Muchos de ustedes, en este mes de mayo, deberán hacer una síntesis y de esa síntesis obtener una respuesta interior para sus vidas.

Las señales ya fueron dadas, el Mensaje ya fue revelado, el impulso y la corriente cósmica de Mi Amor ya fue entregado. Ya está todo dicho. Ahora, a ustedes les corresponde darle una respuesta al Universo para que puedan darle una respuesta a la Ley.

Por esa razón, estaré orando en los próximos tiempos. Hay mucho por realizar y espero que los corazones sensatos Me acompañen, corazones que ya no esperen solamente recibir, sino también donarse.

Mediten y piensen en lo que les digo. Yo estoy aquí para ayudarlos, para que crezcan en el Amor Mayor y en la Verdad; para que, cada día que pasa y en cada tiempo que se aproxima, ya no se justifiquen, para que ya no se engañen; para que así, asuman los Planes del Señor Redentor.

Mientras tanto, seguiré trabajando junto con los ángeles, que están aquí Conmigo en esta tarea especial en los Estados Unidos; intentando ayudar y auxiliar a los que están perdidos en los vicios, en la indiferencia, en la maldad y aun los que están perdidos en la muerte, en la muerte espiritual.

Yo vengo como un Sol, invisible e inmaterial, para hacer renacer a los corazones que acepten ver Mi Luz en el horizonte, en el universo más profundo de los seres.

Dios espera que todos Sus Hijos puedan ser dignos ante Él.

Para que esto sea una realidad y no sea algo tan lejano o aun imposible, tendremos que atravesar muchos desafíos y, algunos de ellos, desafíos peligrosos; porque la senda es muy larga hasta poder llegar a la meta que Dios espera.

Pero la fortaleza, en los corazones que creen en Cristo y viven en Cristo, puede ser una fortaleza inquebrantable, y diría inamovible, fortaleza sostenida en la fe y en la confianza en Dios.

Así, los preparo para la nueva siembra.

¿Qué le ofrecerán al Plan?

Esperaré pacientemente, pero no se olviden de que estamos en un tiempo de emergencia, la respuesta debe ser ahora; pero no una respuesta superficial, debe ser una respuesta madura, de un ser que comprende qué significa convertirse en un Cristo.

Eso es todo. Atraviesen estos tiempos en Mi Paz.

Les agradezco, una vez más, por estar Conmigo de verdad.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Te damos gracias, Señor, por cuánto nos das.

En este encuentro, Te honramos, Señor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SEGUNDO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Si Yo les sonrío, ¿ustedes Me sonreirán?

Dios los bendiga en nombre de Su Hijo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, quiero que Me traigan aquí una Menorah y una vela, porque la humanidad está ingresando en sus últimos importantes siete ciclos; y Yo los invito conscientemente, compañeros, a orar por esos ciclos, para que todo lo que espera desarrollar el Universo Celestial en la humanidad sea posible.

La Menorah es un símbolo antiguo del judaísmo desde la época de los patriarcas. Es un símbolo de inspiración divina que conscientemente prepara a las consciencias y a las almas para lo que vivirán en los próximos tiempos.

Es por eso que la primera vela que hoy encenderemos en la Menorah representa el primer ciclo que vivirá la humanidad después de la Sagrada Semana, por el cual ustedes deberán orar mucho, porque son grandes eventos planetarios que vendrán a corregir a la humanidad, no con justicia, sino con Amor y Misericordia.

Por eso, encenderemos esa primera vela en la Menorah, para que ella, a partir de hoy, esté sobre este, Mi Altar, que han concebido para la llegada de su Maestro y Señor.

Espero.

Acompañen a su Maestro y Señor en este ejercicio espiritual que hoy les enseño a vivir conscientemente, para que puedan ingresar en los próximos ciclos con madurez, compromiso y responsabilidad, virtudes que les entregará el Espíritu Santo para estos tiempos.

Y encenderemos la primera vela del Menorah pidiendo que los Dones del Espíritu Santo desciendan en este momento, así como en Pentecostés el Espíritu Santo descendió sobre Mis compañeros y sobre Mi Madre Santísima, que en este mismo momento acompaña con Amor lo que está haciendo Su Amado Hijo.

 

“Ven, Espíritu Santo, 
y sopla con Tu Fuego sobre las consciencias del mundo
y, en especial, sobre aquellos que Me siguen
y que se animan a trazar Mi senda,
preparando así Mi Retorno”.
 

Dentro del Don de la Ciencia del Espíritu Santo, oremos al Santo Espíritu, invocando que, a través del Don de la Ciencia, se establezca el Don del Discernimiento en este momento culminante de la humanidad, en donde el linaje de los Gobernantes debe ser vivido y comprendido con amplitud, para que toda la superficie del planeta sea reconfigurada y reorganizada conforme a la Voluntad Divina.

Ahora, coloquemos la Menorah en el altar.

Y así, hasta el día domingo, el gran momento de la Resurrección del Señor en los corazones del mundo, la Menorah quedará completamente encendida, convocando a través del Espíritu Santo a todos Sus Dones y Virtudes para que guíen en estos tiempos a todas las consciencias que se postulan al Plan de Dios.

Pidamos al Espíritu Santo el Don del Discernimiento para todas las causas del mundo.

Pidamos al Espíritu Santo el Don del Discernimiento para todas las situaciones injustas del mundo.

Pidamos al Espíritu Santo el Don del Discernimiento para que los dirigentes de las naciones y de los pueblos tomen decisiones consecuentes y benéficas, conforme el Padre Celestial lo espera en estos tiempos.

Pidamos al Espíritu Santo el Don del Discernimiento para que no se promuevan las guerras y se justifiquen las ventas de armas, poniendo en gran peligro a la propia humanidad.

Pidamos al Espíritu Santo Su Don de Discernimiento para que las mentes y los corazones cerrados a Dios, que viven el mal del mundo, sean exorcizados y liberados de sus prisiones espirituales y eternas, para que puedan ser redimidos.

Pidamos, en este día, al Espíritu Santo el Don del Discernimiento para que esta humanidad sea reconstruida verdaderamente, a través de un diálogo pacífico y de una acción benéfica para los más miserables de la humanidad.

Pidamos al Espíritu Santo el Don del Discernimiento para que la trata de personas acabe, para que la explotación de las naciones más pobres termine, y para que los más pobres y esclavos de estos tiempos recuperen su dignidad humana.

Pidamos al Espíritu Santo el Don del Discernimiento para que el espíritu de la fraternidad se establezca en este mundo. Amén.

Para vivir los Dones del Espíritu Santo les daré una gran llave: no tener más voluntad propia. Permitan que el Espíritu Santo los abrace en este momento y que Él pueda rasgar, disolver y transmutar lo más resistente de sus consciencias.

Pidamos al Espíritu Santo, con fe y confianza, porque esta es una promesa que Yo les he hecho desde el momento en el que estuve en la Tierra: Dios enviará a Su Espíritu y renovará la faz de la Tierra a través de los tiempos y de las generaciones, a través de los que le dicen sí a Cristo.

Ábranse al misterio del Espíritu Santo, concebido en la Sagrada Fuente de la Energía Femenina, porque no solo ustedes, sino también sus hermanos del mundo no pueden dar pasos espirituales sin el auxilio del Espíritu Santo.

Invoquemos entonces a la Madre del Espíritu Santo, para que Ella envíe a través de Su Corazón el rayo más profundo de Su Pureza Original y los mundos internos sean liberados de su prisión espiritual, de la esclavitud de las fuerzas del caos, para que renazcan en el Espíritu Santo, el Fuego Eterno de Dios inextinguible e intransformable, que viene en este día a través de la Voz del Maestro a renovar todas las cosas, a renovarlas una vez más. Porque de esa forma, a través de sus vidas, Yo cumpliré las promesas que le he hecho a Dios por cada uno de ustedes.  

Sientan el Soplo del Espíritu Santo, para que también el Don del Discernimiento se establezca en sus consciencias, porque si en este tiempo no hay almas con discernimiento, no habría Nueva Humanidad.

Y ustedes, que son criaturas cocreadoras ante Dios, recuerden sus orígenes, retornen a sus fuentes de origen, recuerden su verdadero nombre espiritual, aquel que está escrito entre las estrellas del cosmos y permitan que el Don del Espíritu Santo se establezca para que este planeta y su humanidad sean retirados del peligro, de la violencia, de la guerra, de la persecución, del hambre, de la falta de la distribución de los recursos; sean retirados del peligro que impone Mi enemigo, aquel que no deben olvidar que Yo vencí en la Cruz por cada una de sus vidas y de sus existencias.

¿Ahora, comprenden que en este momento son conscientes, delante de las Puertas de los Cielos, de poder retornar a sus orígenes y hacer resurgir en ustedes los Dones del Espíritu Santo? Dones que no solo necesitarán para servirme en estos tiempos definitivos, sino que los necesitarán para poder vivirlos e infundir en el mundo el Propósito de Dios, aquel que aún deberá cumplirse en este mundo, Propósito que aún no se ha cumplido desde Adán y Eva.

A pesar de que esto parezca imposible, ante los sufrimientos del mundo, eleven sus consciencias; Mi Corazón está abierto como un Templo para que esto suceda.

Ingresen a Mi Iglesia Celestial en nombre de sus hermanos y de todos los que no creen en Dios para que, a tiempo y antes de que todo suceda, antes de que infelizmente activen las armas nucleares, los Dones del Espíritu Santo, los mismos Dones que estuvieron en los apóstoles en Pentecostés, transmuten y liberen esas condiciones del mal, por la oferta de los corazones que se ofrecen como tabernáculos vacíos para que el Espíritu Santo gobierne sus vidas y establezca definitivamente la Voluntad de Dios.

Oremos, así como se los enseñé. Vamos a orar juntos invocando el Espíritu Santo, en este momento delicado del planeta:

Ven Espíritu Santo,
ilumina a los corazones,
para que ellos alcancen,
la Transfiguración de Jesús.
Amén.
   (cuatro veces) 

 

Y, ahora, cantarán Conmigo: “Adonai, Espíritu Santo”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nos ponemos de pie a pedido del Señor, y cantaremos como una sola voz, infundiendo este Santo Espíritu en el mundo entero.

Nos vamos a colocar bien firmes sobre el suelo, a pedido de Cristo, para que esta poderosa energía del Espíritu Santo descienda sobre nosotros y el mundo. Y vamos a colocar nuestras manos en señal de recepción y de gratitud.

Cantemos.

Canción: “Adonai, Espíritu Santo”.

Podemos sentarnos. 

Y vamos a colocar nuestras manos en señal de recepción, porque el Señor, a través de los sacerdotes, dará una bendición a todos a través del agua que está siendo ofrecida para que, a través de la Luz de Cristo, sea infundido el Espíritu Santo no solo en nosotros, sino también en el mundo entero a través de esta sagrada bendición.

 

“Padre de la Misericordia, 
Insondable Espíritu del Amor,
Inagotable Fuente de Gracia,
Inconmensurable Verdad, Justicia y Cura,
en este momento escucha la Voz de Tu Hijo Amado,
que al igual que en el Huerto Getsemaní
se ofreció para beber el Cáliz,
en reparación de Tu Corazón
y por la salvación de la humanidad.

Contempla, Adonai,
el ofrecimiento de los corazones,
el esfuerzo de las almas consecuentes
y la perseverancia de los que le dicen sí a Tu Amado Hijo.

¡Oh, Padre Celestial!,
no contemples las adversidades de la guerra,
la impunidad de algunos corazones,
la maldad que se establece en el mundo. 

Hoy, Mi Corazón, como un relicario,
se ofrece entre Vos y el mundo
para poder redimir a la humanidad.

Envía a Tu Santo Espíritu, Señor,
y que a través de esta agua que Tú has creado
para saciar la sed de Tus hijos,
las almas sean bendecidas y renovadas
por la Presencia de Tu Santo Espíritu.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a cantar, algunas veces más, “Adonai, Espíritu Santo”, para que el Santo Espíritu se infunda en los presentes y en todos los que están unidos a Cristo en este momento.
 

Canción: “Adonai, Espíritu Santo”.

 

Y, antes de despedirme, antes de que ingresen en la Comunión Espiritual, en la que tienen la oportunidad de renovar el compromiso Conmigo y con Mi Obra de Redención, hoy también he venido a pedir el Sacramento del Lavapiés, del pie derecho, como en otras Sagradas Semanas. Para que, a través de las consciencias que he escogido, y en nombre de todos, se siga disolviendo de ustedes la voluntad propia, para que se establezca en ustedes la Voluntad de Dios, aquella Voluntad Suprema que tiene escrito el destino de cada ser.

La mejor forma de vivir este momento es cantándome, amándome y reconociéndome no solo en este momento, sino en sus vidas, como una partícula de Amor, crística y redentora, que ha tocado sus vidas para siempre. La canción que he escogido para este momento de Sacramento es todo lo que ustedes vivieron por Mí.  

Cristo se refiere a la canción: “Todo lo que yo viví”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a llamar aquí, al altar, en este momento de consagración y de Sacramento, a los siguientes hermanos que el Señor ha nombrado, que voy a pedirle a Cristo que me los repita porque son varios nombres: 

Igor, Zimra, Marta, Tseguereda, Cristiano, hna. María Templaria, Guatami, Vanesa de Finlandia, Irene Almeida, hna. María de Fátima, Augusto y Vanilda.

 

¡Buen ejercicio espiritual!

Los bendigo, volviéndoles a dar Mi Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que la paz esté en ustedes en estos tiempos de grandes contrariedades, en los que la serenidad y la mansedumbre son las llaves principales para atravesarlos.

Hoy vengo de un lugar que algunos ya conocen y que otros conocerán hoy.

Mi voz hace eco en un lugar lejano de la Tierra, en donde el vacío está presente y la nada colma todo el ser.

Mi voz es escuchada en los planos internos, en donde resuena la melodía de la paz y del rescate para la humanidad.

Hoy Yo vengo de Shambhala, en el desierto de Gobi. Coloquen su atención en ese lugar, en el desierto está la Voz del Maestro, quien prepara Su Retorno a la humanidad.

Las instrucciones y enseñanzas siguen siendo dadas, el conocimiento desciende para traer más sabiduría y discernimiento, en este tiempo.

Las grandes decisiones son llevadas adelante y todos se reúnen en confraternidad.

Shambhala trae, para todos, el sentimiento de lo sagrado y de lo devocional. Su armonía y sintonía despiertan en el corazón humano la melodía sagrada que hace resonar a Shambhala.

Pero Shambhala es remota, su origen es desconocido. Muchos quieren acceder a sus portales, pero pocos los encuentran, porque para llegar a Shambhala el corazón y la intención deben ser puros, así entrarán al Reino de Shambhala.

Desde allí se emite Mi Mensaje en este día de preparación para el mes de agosto, en el que llegaré al mundo para entregar los últimos impulsos y tesoros a la humanidad.

La Luz de Shambhala pacifica las corrientes contrarias y estabiliza las formas, la mente humana no puede comprender de qué se trata. Porque Shambhala no es de este mundo, aunque esté dentro de él. Su existencia es muy antigua, su legado es muy profundo. 

Aquellos que se acercan a Shambhala conocerán lo sagrado y lo bendito, sentirán un llamado a la ascensión y a la elevación de la consciencia, aun en estos tiempos críticos y difíciles.

En el Reino de Shambhala encontrarán a muchos hermanos que no están en la vida material, sino en la vida espiritual, que entonan sus canciones y mantras para sostener el planeta y la humanidad en equilibrio y armonía.

Únanse a esta cadena de amor y de solidaridad con la Confraternidad de Shambhala; que sus espacios sagrados los colmen y los lleven a comprender, más allá de lo material, todo el Plan de Dios.

Es así que hoy Shambhala resuena como una sagrada nota, una clave primordial para este tiempo final, en el que las almas son llamadas, en los planos internos, a los Recintos Sagrados para encontrarse con la Jerarquía y acompañarla en fidelidad y obediencia.

Es así, que hoy Mi Voz se emite desde el corazón de Shambhala, las puertas de Su Reino están abiertas ante la presencia del Maestro del Amor y de la Humildad.

Que sus discípulos lleguen a Shambhala para reconocer también el legado que está dentro de cada ser y que por primera vez fue impulsado en los orígenes de Shambhala para este planeta. Así la superficie será permeada de nuevos principios que disolverán las formas corruptas y transgresoras.

La mente podrá liberarse de la cadena de los malos pensamientos, de la destrucción y de la ironía, porque Shambhala podrá despertar en cada interior.

Así como los monjes de esa región del planeta entonan sus mantras perpetuamente, que resuene dentro de ustedes la voz de la oración, de la súplica y del pedido, porque aún la puerta de Mi Misericordia está abierta para el mundo y para todas las almas, más allá de su condición o situación.

La Luz de Shambhala emerge hacia la superficie del planeta. Algunos consiguen percibirla, otros aún están muy dormidos para darse cuenta de este gran acontecimiento.

Shambhala emana su mensaje silencioso a las almas, para que ellas reconozcan el momento de Shambhala en este tiempo de la humanidad.

Quiero que sus seres se sumerjan en Shambhala para comprender la vida y la existencia desde otro punto de la consciencia, así no se sentirán bloqueados o encarcelados en su propia condición humana. 

Shambhala forja el guerrero, Shambhala forja el vigilante, Shambhala forja el alma devocional e impulsa constantemente la elevación de la consciencia hacia los Universos Sublimes. 

La Tierra no es solo caos. Shambhala, como otros lugares, es un Recinto Sagrado, en donde podrán realizar esa peregrinación interna hacia dentro de ustedes, hacia sus orígenes, hacia la verdad. Así, las apariencias desaparecerán, las incomprensiones se disolverán; pero solo entra en Shambhala el corazón puro y humilde, aquel que sabe reconocer más allá de sí el Poder de Dios y de la Creación. 

Shambhala se abre como una fuente de amor inagotable. Las almas son bañadas por la Luz de Shambhala en este momento, para reencontrar el sentido de su existencia y de su misión en la Tierra.

Shambhala está aquí. Esta es la Luz de Shambhala. En reverencia, agradezcan y preparen sus corazones para lo que llegará.

Si Shambhala hoy está aquí es por una importancia universal, y no solo mundial. Ella se revela, nuevamente, después de su largo recogimiento. Sus rayos y luces muestran el próximo ciclo, en el que todo finalizará. 

Vayan a buscar a la fuente de Shambhala lo que necesitan. El Padre siempre les dará todo, siempre. Y cuando estén dentro de Su Ley, beban de esa fuente y sus talentos despertarán. 

Shambhala es inmutable. Shambhala es eterna. Shambhala es historia de grandes orígenes. Por eso, tantos monjes llegan allí, al desierto de Gobi en Mongolia, para buscar a Shambhala en donde aparentemente no existe. 

Que la Luz de Shambhala estabilice los espacios y las consciencias para que reine la armonía y la paz.

Shambhala se prepara para su gran tarea y su gran momento. Acompáñenla. 

Shambhala los convoca en el espíritu y en el alma para la unión interna y la sintonía con lo Mayor. 

Pero cuando caminen hacia Shambhala, despójense completamente. Que sus pies sean lavados del polvo, del caos mundial antes de ingresar al portal para que, purificados, sus almas reciban lo que Shambhala tiene para entregarles. Acompáñenme en esta peregrinación interna. 

Shambhala es la esencia de la Verdad, sigan su Luz. Ella es como una gran estrella en el firmamento. Shambhala es como un gran sol en el Universo. Su Reino está allí para ser reconocido y amado.

Shambhala es la voz de la sabiduría del corazón. 

Shambhala, Shambhala, Shambhala, ven hacia aquellos que buscan la inmortalidad y la superación de sí. Ven hacia aquellos que aman el Plan de Dios y lo buscan.

Antes de despedirme, y para que permanezcan en la luz de Shambhala, quisiera pedirles algo especial para Mí, que en este sagrado encuentro con Shambhala, cierren este trabajo cantando “Cristo Solar”.

Así, las almas se encenderán por el impulso que les dará Shambhala con su sabiduría y amor.

Sigan Mis Pasos en esta peregrinación, hacia el encuentro con lo sagrado y lo devocional. 

Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Sagrada Luz de Shambhala
que emerges en los espacios, 
Sagrada Luz de Shambhala
que impregnas todas las formas y arquetipos, 
Sagrada Luz de Shambhala
que transmutas la mente concreta y terrestre, 
eleva todos los principios, 
transmuta todas las corrientes, 
disipa toda adversidad, 
para que el amor que proviene de ti
triunfe en la Creación.

Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 58ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Mi Presencia en el mundo es inextinguible. Llegará un momento, cuando todo haya terminado, en donde Yo retornaré. Y no será una promesa más sino una verdad, porque estaré a su lado compartiendo Mi Gloria y la alegría de ustedes por haber encontrado el Reino de Dios, a pesar de las tribulaciones. Por eso sigan adelante y no bajen los brazos.

La Verdad que Yo traigo es muy dura, pero también es reveladora.

Con la misma pureza que ustedes me dan Yo puedo reconstruir el mundo. No hay nada que sea desaprovechado. Este tiempo tiene un valor incalculable ante los ojos de los hombres.

Pero en Mi Corazón aún se guardan muchos más misterios que espero poder revelarles algún día, para que sean parte del Universo, como son parte de la Tierra. Y para que así, las Leyes se unan y se cumpla la Sagrada Voluntad.

No dejaré para atrás a ninguno de los que he llamado por su nombre, aunque hayan pecado o Me hayan ofendido, porque el misterio de Mi Misericordia aún no es comprendido, solo es reconocido por el corazón que se abre para poder encontrarlo.

Como la proclamación de su fe hoy ha sido tan explícita ante Mi Presencia y sobre todo ante Dios, prometo regresar aquí en el mes de agosto, para que celebremos juntos la victoria de Mi Reino Celestial en todos los corazones de la Tierra que creen en la Palabra del Señor.

Benditos sean los que escuchan sin temor alguno y que solo buscan la verdad, para que estén dentro de Mi Sabiduría y para que, dentro de este momento cruel que vive la humanidad, puedan caminar libres, llevando el Amor de Mi Corazón hacia donde vayan y para los que más lo necesitan.

Hijos Míos, ustedes saben que sin amor nada es posible, ni en el plano espiritual ni en el plano material. El amor fue lo primero que brotó de la Divina Existencia para poder generar la Creación y después la vida. Es hacia esa Fuente que siempre  deberán redireccionar sus vidas, para que estén protegidas de todo en este tiempo final, en donde se definirá la próxima humanidad.

Tal vez esperarían escuchar palabras celestiales en Mis últimos mensajes, pero en verdad las escuchan porque el amor también es decir “no”. Eso los corrige. Eso los endereza y los lleva hacia la paz, encontrando siempre refugio en Mi Espíritu, que es insondable e infinito.

El mundo recapacitará a través de grandes sufrimientos, pero eso es lo que Yo no quiero, porque el sufrimiento en el mundo ya es muy grande y doloroso.

Por eso, el amor que coloquen en todo lo que hacen permitirá renovar los tiempos y las consciencias. Pero si ustedes no colocan amor en lo que Yo les pido, ¿cómo triunfará el Reino del Padre en la Tierra? Si es el amor que perdonará, es el amor que reconciliará, es el amor que concederá la cura a las almas. Sin el amor nadie podrá sobrevivir, por más que lo diga con su propia boca y lo pronuncie con sus propios labios.

Yo vine al mundo, hace mucho tiempo, para enseñarles el amor que la humanidad había olvidado por arrogancia, poder y ceguera espiritual.

Con ese mismo Amor que Me llevó hasta la Cruz, hoy Yo vengo a ustedes para bendecirlos y colmarlos con la Luz de Dios, que proviene de la Fuente Primordial. Es esta Luz que los hará invencibles. Es esta Luz que los hará humildes. Es esta Luz que los convertirá en pacificadores para estos tiempos críticos, en donde el juicio no tendrá poder, sino la Misericordia.

Necesito, compañeros, que Mis servidores ingresen en la próxima Escuela de la Lealtad, que es algo que la humanidad desconoce genéticamente.

Por medio de los méritos alcanzados por su Maestro y Señor durante Su Vida pública durante su Pasión, Muerte y Resurrección, Yo les traigo en este día el código de la Lealtad, que los hará verdaderos entre ustedes, como hermanos. Esto los hermanará cada vez más, cuando los tiempos se vuelvan más difíciles y solo exista la unidad entre las criaturas para poder vencer al enemigo, que subirá a la Tierra desde su más profundo abismo, para intentar llevarse a muchos más.

Esta Tierra, este planeta, deberá convertirse en la nueva Tierra prometida. Y esto comenzará en Sudamérica, hasta que finalmente sea en todo el planeta. Pero primero, compañeros, deberá nacer de ustedes esta Tierra Prometida. Ustedes deberán tornar sus vidas sagradas, para que la nueva Tierra, junto a la nueva Aurora, puedan despuntar y llevar hacia el Universo este legado de la redención de sus vidas como el trofeo más preciado de la victoria de Cristo, su Señor.

Por eso llegó la hora, compañeros, de que en el silencio de su corazón se pregunten si están cumpliendo con Mis designios o los están apartando de sus caminos. Cada uno sabe lo que vino a darme, por más de que no tenga consciencia.

El Amor que Yo les traigo, de tiempo en tiempo, es lo que les revelará la virtud de su propósito para esta vida. Por lo tanto, antes de dar un paso en falso, recapaciten. Y a los que están perturbados por no poder trascenderse, que crean más en Mí, para que Yo pueda estar en ustedes y hacer de este momento un triunfo celestial.

Por medio de Mis palabras, Yo les traigo las redes de la salvación, las cuales extiendo del Cielo a la Tierra para que las almas se eleven a Dios y reencuentren el camino hacia el origen, en donde se ha firmado el compromiso real de sus consciencias. Que Me escuchen en el mundo y hagan vivas Mis palabras en sí mismos, desde donde nacerá la nueva Tierra, la que impulsará a un gran cambio, a una gran mudanza planetaria en la humanidad. Y que este impulso sea la preparación para la próxima venida de su Maestro y Señor.

Aún hay mucho por trabajar. Los designios todavía no se han cumplido. Y necesito que comprendan que cada etapa cumplida es un triunfo para el Reino de los Cielos en esta humanidad. Cada aporte y cada esmero que colocan para que Mi Voluntad se cumpla es un triunfo del Reino Celestial, en una humanidad perversa que por alejarse de Dios, ha perdido la paz.

Pero a pesar de que este escenario se encuentre de esa forma, aquí en este planeta despiertan nuevos Cristos, que conocerán qué es estar vacíos de sí y entregados a la nada, para que el Espíritu arrebatador del Amor de Dios los transforme por entero.

No pierdan la oportunidad de amar. No pierdan la oportunidad de servir. No pierdan la oportunidad de convertir sus vidas según Mi mensaje, porque esta es la nueva parábola que Yo les traigo. Ustedes deben superarme en el amor, porque sé que lo pueden hacer, aunque no lo crean.

Vayamos juntos al destino de una nueva humanidad, libre del error, libre del sufrimiento, libre del dolor y de la indiferencia. Concretemos juntos este Plan, que se muestra a esta parte del mundo desde el Universo por medio de la Presencia del Hijo de Dios, de la emanación del Amor de Dios para todas las criaturas de este Universo y de otros.

No pierdan el amor por Mi Obra, porque si no, no podré seguir adelante y eso sería grave, porque muchos se darán cuenta muy tarde de lo que hicieron.

Mientras aún hay tiempo, compañeros, trabajen diariamente por el amor y la lealtad; para que el mundo sea convertido, para que las naciones sea aliviadas, para que más y más sufrimiento desaparezca y triunfe el Amor del Hijo de Dios en los corazones del mundo.

Con el amor de la Luz de Aurora, que hoy nos irradia y nos colma, reconfirmemos, hijos de Mi Padre, este compromiso de hacer vivo el Plan en sus vidas, para siempre:


Que los que están confundidos reciban sabiduría.

Que los que han cerrado su corazón reciban el perdón.

Que los que se han apartado de Mí reciban discernimiento.

Que los que odian por alguna causa reciban Mi Amor, para volverse libres de sí mismos.

Que todo lo que ha sido obstruido sea reparado.

Que el mal que es hecho en el mundo sea disuelto.

Que los infiernos se cierren.

Que la perdición de las almas termine y que la Luz del Cristo vivo, del Dios del Amor, triunfe en las esencias. Amén.



Y así, que se cumpla el advenimiento de lo nuevo y que todo sea renovado, porque en Mi Corazón siempre tendrán refugio para comprenderlo todo.

En el Amor se encuentra la Verdad y la Verdad los llevará a la Paz. Y la Paz les dará la Lealtad para que sus vidas representen a Cristo en la Tierra, a pesar de todos los ultrajes y de todos los errores cometidos hasta el presente.

Hoy bendeciré de forma especial a los que se lavarán los pies, para que reciban el Don de la Sabiduría y para que esa Sabiduría abra sus caminos hacia el sendero de la Redención.

Que todo sea renovado y que nadie quede para atrás, porque Mi deseo es verlos a todos cuando Yo retorne al mundo, para reconsagrar el planeta al Eterno Corazón de Dios.

Que en este momento, los ángeles transustancien los elementos, como el Hijo de Dios transustanció el pan y el vino para que las almas comieran de Su Cuerpo y de Su Sangre, y se unieran así al Dios del Amor.

Que todas las faltas sean disueltas. Que el pasado sea borrado y que el eterno presente sea el propósito que guíe a los corazones.

Tú, Señor, que creaste primero el agua para este planeta, de donde proviene la vida y la humanidad, deposita en ella los Dones de Tu Fuente, para que todo sea curado según Tu Voluntad.

Que el Uruguay sea bendecido con un mayor discernimiento y que las almas tomen consciencia de la verdad; para que, en un profundo arrepentimiento y en una soberana penitencia, todo sea reconstruido para que vuelva a vivirse el Principio de Dios.

Lava los pies, Señor, de los que están heridos. Disuelve sus faltas y tormentos, y entra en sus corazones, para que todos vivan Tu Eternidad.

Y hoy, con especial gozo, recuerdo junto a los Míos este divino legado, tan simple, pero verdadero, que Yo dejé para todos cuando tomé el pan, di gracias a Dios y Él, con el soplo de Su Espíritu, lo bendijo. Y le dije a Mis apóstoles y a todos los que estaban presentes, en el silencio de los planos internos: Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo, que será entregado para el perdón de los pecados.

Y así, la Divina Gracia descendió.

De la misma forma tomé el Cáliz. El Padre lo bendijo con los méritos de Su Gloria. Lo pasé a los apóstoles y les dije: Tomen compañeros y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre, Sangre que será derramada, Sangre de la Nueva Alianza que unirá a los corazones Conmigo, hasta el fin de los tiempos. Hagan esto en Mi memoria y por la redención de la humanidad. Amén.

Padre Nuestro...

Y así se constituyó el legado del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Antes de retirarme del Huerto Getsemaní, para vivir los primeros pasos de Mi agonía y después de la última Cena, Yo les dije a los apóstoles, así como a todos los ángeles que estaban presentes: Yo les doy Mi Paz y vivan en Mi Paz por amor a Mí. Dense el saludo de la paz.

Que esta paz renueve todas las cosas. Que esta paz traiga la esperanza y la alegría de poder vivir siempre en Dios, a pesar de lo que suceda.

Que esta paz se extienda a toda la Tierra y se grabe en los corazones que más necesitan de paz.

Yo los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Les agradezco por proclamar hoy la oración de la Divina Misericordia con el corazón. Y que esto se repita mañana con la misma alegría que hoy.

¡Les agradezco!

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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