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A los jóvenes buscadores del Gran Corazón Pacificador de Cristo
Hijos:
Un corazón pacificador es aquel que tiene claro, dentro de sí, el camino que quiere recorrer.
Un corazón pacificador está dispuesto a ir más allá de sí mismo, en pro del bien y de la paz en la humanidad.
Un corazón pacificador reconoce la necesidad y la atiende para poder aliviarla.
Un corazón pacificador no se defiende ni tampoco se justifica. Él siempre busca estar atento a las señales internas.
Un corazón pacificador sabe por qué está en este mundo y para qué ha venido a la humanidad.
Un corazón pacificador se alegra por el logro del semejante y se esfuerza para que los demás lo puedan superar, porque un corazón pacificador sabe que no tiene nada que ganar ni nada que perder, ya que su ardiente aspiración es ayudar a que todos alcancen sus sueños.
Un corazón pacificador ama a la Creación y trabaja secretamente para que cada día la naturaleza sea reparada.
Un corazón pacificador no eleva su voz ni tampoco reafirma sus propias ideas, sino que está receptivo y abierto para aprender de las posibles diferencias.
Un corazón pacificador mantiene viva su aspiración de servir al Plan de Dios y nunca deja de sostener el estandarte de la paz.
Un corazón pacificador busca las Huellas del Maestro, porque en ellas está el camino, en ellas encuentra la verdad, en ellas comprenderá la vida, las experiencias y los aprendizajes.
Un corazón pacificador trabaja por alcanzar sus metas y lucha por expresar sus dones y talentos.
Un corazón pacificador no retrocede, sino camina, teniendo presente que cada uno de sus pasos será bendecido por la Gran Luz.
Un corazón pacificador impulsa el cambio, renueva las formas y concreta las aspiraciones que tiene el Gran Corazón Pacificador que es Cristo.
Que los buscadores del Gran Corazón Pacificador, que en estos días se reúnen y se unen por un Propósito Mayor, reciban las bendiciones de su Madre Celeste, para que todos los jóvenes pacificadores sean las nuevas semillas que se plantarán en la venidera Tierra Prometida.
Los bendice en este día y les agradece por responderle a Dios,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Mientras el mundo y, sobre todo, algunas naciones enfrentan el mal y el caos de estos tiempos, Yo los llamo a ser portadores de Mi Paz.
Mientras las guerras provocan un temido beneficio a quienes promueven las armas y generan sufrimientos inexplicables a la mayoría de Mis hijos, Yo los llamo a ser embajadores de Mi Paz.
Mientras la impunidad ciega a muchas mentes y corazones ambiciosos, y provoca dolor y angustia en numerosos pueblos y familias, Yo los llamo a ser instrumentos de Mi Paz.
Mientras el aborto y el descarte de los recién nacidos y de los no nacidos se vuelven hábitos normales, indiferentes y tenebrosos, Yo los llamo a ser Luz de la Misericordia de Cristo.
Mientras regiones enteras se secan, de la noche a la mañana, y ciudades y pueblos son destruidos por la furia del cambio climático, Yo los llamo a ser embajadores y protectores de la Creación.
Mientras la indignación, el hambre y la miseria socavan el don de la dignidad humana y espiritual, Yo los llamo a ser representantes y guardianes de los Valores de Dios en la Tierra.
Mientras las almas enfrentan durísimas pruebas y muchos descubren sus flaquezas, miserias y enfermedades, Yo los llamo a ser puentes de amor y de cura para esta sufrida humanidad.
Mientras los caminos, las fronteras y los océanos se cierran a los refugiados y exiliados, tornando al mundo insensible e indiferente al sufrimiento del prójimo, Yo los llamo a ser intercesores de la Paz y de la Misericordia; porque de no haber instrumentos en Mis Manos, su Madre Celeste no podrá interceder.
Que todas las voces y los corazones se unan en una única oración, diciendo: “Señor, ten Piedad y Misericordia”.
Yo siempre oraré por ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Como una vez les dije, soy la Madre de los Océanos, la Señora de todo el Reino Marino
Cuando destruyen o lastiman este Reino, el manto protector del equilibrio del planeta es rasgado por las propias manos del ser humano.
Por eso, como Madre de los Océanos, los llamo a la concientización; porque con los océanos contaminados no hay regeneración ni purificación de las aguas, con los corales destruidos no hay armonización de la vida marina.
Deben aprender a conocer y a percibir la razón por la que Dios creó primero los océanos y luego creó la vida. Todos los seres vivos que habitan sobre la faz de la Tierra, inclusive el ser humano, provienen de estanques de vida. En esta analogía, hijos Míos, los océanos son, para el planeta, los gobernantes del equilibrio y de la purificación global de la Tierra.
Si se contaminan, si se hacen experiencias químicas y nucleares, si los océanos dejaran de purificar por convertirse en océanos muertos, ¿cómo la humanidad sobreviviría? Nunca podría sobrevivir sin océanos limpios y respetados, desde su biología hasta su aspecto espiritual.
Defiendan a los océanos de ustedes mismos y cuídenlos, para que no sean el gran basurero del mundo. Sean responsables y responsabilicen a los que, absorbidos por la ignorancia, transgreden las leyes de la naturaleza.
Ya no vivan la pesca desmedida. El mar sin peces es un mar propenso a un estado ácido, ya que los peces son los que transmutan la contaminación que genera, día a día, el hombre de superficie.
Oremos por los océanos para que ellos sean protegidos, cuidados y respetados.
¡Ya basta de transgresiones!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hijo:
Cree en absoluto en la fuerza y en el poder de la superación que te brinda el Amor de Dios.
Cree que, a pesar de tus más profundas miserias, el Amor de Mi Hijo y Su Misericordia son capaces de colocarte en otra realidad.
Cree que en la superación de ti mismo, aprendes a vivir la redención de todo tu ser y sabes dar los pasos que deben llevarte a cumplir la Voluntad de Dios.
Cree que superándote todos los días, un poco más, disuelves las pesadas cadenas que atan a la humanidad.
Cree que superándote, generarás la condición para que el sufrimiento desaparezca de la faz de la Tierra.
Por eso, cree en absoluto en la fuerza y en el poder de la superación que te brinda el Amor de Dios; porque, de esa forma, estarás recreando a la Creación y las situaciones internas serán otras.
Ten fe y supérate a ti mismo, todos los días. Supera los límites que te imponen los miedos de la consciencia.
Haz nuevas todas las cosas y vive este tiempo de purificación no como un castigo, sino como el gran momento de superarte, para que la humanidad se supere y abandone, de una vez y para siempre, la indiferencia y la frialdad.
Cree en la fuerza de la superación y coloca tu consciencia en otro estado, en lo positivo, en la corriente universal del Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Yo soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, reflejo los principios de la Creación Universal a todo el planeta.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, traigo a la humanidad los Atributos de Dios.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, espejo al mundo la cura y la regeneración.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, sostengo el equilibrio universal del planeta.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, establezco la belleza de la paz.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, permito que Mis hijos retornen a su origen interior.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, enciendo Mis Espejos del cosmos y así, libero al planeta de la constante opresión.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, gesto espiritualmente la reconstrucción moral e interna de la humanidad.
Soy la Señora de los Lagos, porque a través de ellos, purifico y curo a las almas sufridas.
Soy la Señora de los Lagos, porque llevo a Mis hijos hacia la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando Dios creó al hombre fue para que Lo representara en la Tierra como parte de Su Consciencia Divina. Desde que el hombre modificó ese principio se separó del Propósito de su creación y, a través del esfuerzo, tuvo que trabajar para volver a aproximarse al Propósito.
El hombre solo vio su belleza exterior y se olvidó de la belleza del alma, las influencias y los movimientos de la vida terrestre lo llevaron a volverse más mortal y no más sublime como era antes.
Para que el hombre pudiera tener la chance de retomar el camino de la elevación de la consciencia, llegó Mi Hijo, porque era solo a través del camino crístico y no material que recuperaría el sendero que perdió de vista por diferentes razones.
Por eso, en los tiempos de hoy, aún la mayoría de los seres humanos permanece en los sentidos externos y se aparta de los sentidos internos.
El momento mundial genera grandes contradicciones y las almas se confunden. Solo aquel que se coloque bajo la Presencia de Mi Hijo conseguirá recuperar el Propósito que, como proyecto, perdió.
La determinación, el esfuerzo y los principios de vida ayudarán a ir convirtiendo lentamente aquellos aspectos de la vida que necesitan redención y luz.
La fe será la base para que todo eso suceda.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimotercer poema
Templo de la Sabiduría Divina,
Madre de la Gracia y de la Misericordia,
Señora del Silencio,
enséñanos a encontrar las respuestas
en el profundo silencio espiritual,
porque allí, conseguiremos comprender, con el corazón,
los misterios de la Creación.
Señora del Silencio,
que Tu profundo silencio ante la Cruz
nos impulse a aceptar con gratitud
cada prueba que vivimos.
Que Tu silencio maternal
nos revele, todo el tiempo,
la inmensa gratitud que Tú vives
en cada Llamado de Dios.
Señora del Silencio,
ayúdanos a encontrar las palabras correctas
en cada situación de la vida.
Que seamos guiados por el Espíritu Santo
a través de Tu amorosa
y bienaventurada intercesión.
Enséñanos, Madre del Silencio,
a no herir a los demás
con nuestras palabras y comentarios.
Que le demos valor y reverencia al Divino Verbo.
Que podamos descubrir, dentro de nosotros,
el significado de las vibraciones sutiles,
para que ya no perdamos tiempo en cosas innecesarias,
sino que nuestras palabras sean siempre
una cálida y fervorosa oración de silencio.
Así, con Tu amorosa ayuda,
percibiremos la vida como Tú, Señora del Silencio,
conoces la vida de toda la humanidad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Octavo poema
Amantísima Reina del Cielo y de la Tierra,
a Tus humildes pies, dejamos nuestras vidas y corazones,
como ofrecimiento sincero de todo nuestro amor por Ti.
Queridísima Madre del Universo,
gran Espejo de la Misericordia de Dios,
ayúdanos a ser merecedores de las Gracias del Cielo.
Establece, dentro de nosotros,
el Propósito Divino de la Creación,
para que nuestras consciencias representen
al menos una pequeña parte del Infinito
y del gran Plan de Rescate de la humanidad.
Somos Tus siervos, Virgen Santísima.
Somos los que en oración nos ofrecemos
para estar vigilando a Tu lado,
a fin de que se cumplan las promesas de Cristo
en todos los corazones posibles.
Madre, quítale la sed
a los que tienen sed de la Luz y del Amor de Cristo.
Madre, alivia el corazón de los que se desesperan.
Trae para cada uno de nosotros
el universo del Amor de Dios,
para que nos sintamos colmados
de la fuerza y del poder de la Misericordia Divina.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Un ser que ora es un corazón redimido.
A través de la novena a San Rafael Arcángel, sus corazones también reciben los impulsos espirituales de cura y de redención, expresados por medio de los siete Dones del Padre Creador.
San Rafael Arcángel es la consciencia angélica creadora que lleva a toda la Creación hacia sus orígenes, al momento anterior de haber cometido los errores.
Por eso, es urgente que Su Luz curadora llegue a toda la humanidad, ya que ella necesita recuperar su origen, y también sus raíces espirituales y divinas.
San Rafael aproxima al planeta Su Fuente curadora y redentora, y surge como una nueva aurora, para que las almas del mundo aprendan a renacer y a reconocerse como hijas de Dios.
Este es el momento planetario del Arcángel Rafael, y ustedes, Mis hijos, son invitados a acompañar a su Creador en esta tarea de reconstruir la dignidad espiritual y humana de las almas.
Que a través del ofrecimiento de la poderosa novena continúe esta importante misión planetaria que los ángeles de San Rafael Arcángel llevan adelante.
Que cada una de sus oraciones sea la puerta de gratitud que se abra para que los ángeles curadores la puedan atravesar y asistir a esta enferma humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
El Amor es capaz de concederle la Sabiduría Divina a la consciencia, cuando ese Amor actúa a través del alma que lo acepta.
El Amor es una corriente que libera los obstáculos de la mente y de lo material, porque su principio de energía promueve un constante dinamismo y renovación.
El Amor Mayor es el que abraza y guarda a toda la Creación, porque en ese Amor se concibe el valor de la vida y de todas las esencias creadas.
Cuando no puedas vivir en el Amor, intenta buscarlo, aspira a encontrarlo a través de la donación de tu ser y de la humildad que puedas vivir por medio del servicio y de una entrega incondicional.
En el mundo hay muchas almas que son despreciadas y no amadas, hay Reinos de la Naturaleza que tienen tanto amor para darle al ser humano y también son despreciados por él.
El Amor es la gran llave que siempre abrirá las puertas para que la vida del no amado se convierta por la cura que le dará el Amor.
Ámense de verdad y sin apariencias, el Amor los llevará a la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Era una vez, en el tiempo eterno, un Propósito infinito y amoroso del Único, en el que quería reflejar Su experiencia a través de una Creación formada y constituida por muchos tipos de vida.
Así, se crearon primero los Universos, sus galaxias, soles y estrellas; luego se crearon las nebulosas y, dentro de ellas, ya habitaban las dimensiones y los planos de consciencia.
Más tarde, cuando esa primera Creación había madurado, vibratoria y espiritualmente, el Padre con todo Su Amor, fijó Su mirada en un punto del Universo, en donde un planeta, el que más había brillado, generó una condición espiritual mayor que era capaz de albergar y de recibir un Proyecto.
Para eso el Padre pidió que ese tesoro del Universo, que se estaba expresando espontáneamente, recibiera uno de los elementos y fluidos más especiales de la Creación: el elemento agua, para que lo que sucedería después, tuviera el apoyo necesario para poder desenvolverse y evolucionar.
Ese elemento traería para la consciencia humana, que fue el último proyecto realizado, la capacidad interior y también material de recordar su origen no solo desde el vientre materno, sino también su origen superior.
El elemento agua es la base fundamental para el equilibrio emocional y sentimental del ser humano. Por eso, en la creación del planeta Tierra, el Padre le quiso conceder a Sus hijos la mayor cantidad de océanos y de mares para que no sintieran la desconexión espiritual del vientre materno.
Es así, que el Proyecto humano fue acompañado desde el principio, y ha sido el Proyecto genético más privilegiado porque el propio Proyecto, para poder ser corregido y redimido, recibió la encarnación del Hijo de Dios para que la raza humana encontrara un camino directo por donde poder retornar a su verdadera esencia.
Fue así que otros seres humanos se ofrecieron para que el Proyecto pudiera perdurar y alcanzar el mayor grado de perfección, lo que fue posible por todo lo que enseñó Cristo, que fue el camino del Amor y del Perdón.
Por eso todos los seres humanos bajo cualquier condición tienen la posibilidad, dentro de todo el Universo, de vivir y de experimentar el Amor de una forma directa y sin grandes esfuerzos; un Amor que proviene del espíritu, un Amor que trasciende los errores y que pacifica, que amplía la consciencia y que abre los sentidos internos para poder vivir conscientemente el Plan y la Voluntad de Dios.
Este pequeño planeta azul, dentro de la Creación, es la escuela predilecta en donde otras consciencias universales pueden aprender sobre cómo el Amor verdadero por el Creador, por el Padre Supremo, puede mover los acontecimientos y puede conceder milagros de vida y de redención.
La llave está en vivirlo y en confiar en el poder del Amor Mayor.
¡Les agradezco por responder a Mi Llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Mientras el mundo y la humanidad sufran, siempre habrá servicio para hacer y para ofrecer.
En el servicio encontrarán la puerta correcta para salir de ustedes mismos todos los días.
El servicio no los hace pensar en sus procesos o en sus desiertos.
El servicio les quita la sed interior y los libra de cualquier vacío.
El mundo y la humanidad, especialmente, necesitan servirse recíprocamente para que las faltas más graves ocasionadas a la Creación y a los Reinos de la Naturaleza sean perdonadas.
Imiten a Mi Hijo. Sean, como Él, almas en eterno servicio a Dios y a los más pobres, entre los pobres, espirituales y materiales.
Alégrense cuando el Universo les envíe un nuevo servicio y, así, se liberarán de ustedes mismos.
El mundo sufre no solo por la falta de amor compasivo, sino también por la falta de servicio.
El servicio es el abc de la vida espiritual y de la vida religiosa, porque es en el servicio en donde encontrarán la cura de todas las miserias.
Reciban el servicio como una oportunidad de amar y de compartir la bondad interior.
Que el servicio por los demás los impulse a concretar la tan esperada cura de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi materno llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La luz del misterio se revela en este tiempo y ella nace del interior de los Centros Sagrados, para que la consciencia humana reciba el impulso del despertar y de la realidad cósmica.
Es así que estos Centros Sagrados, frutos de la Creación y presentes en varios puntos del planeta, son potentísimas usinas de luz que atraen hacia la Tierra y hacia la humanidad la Gracia de poder tener el Conocimiento Mayor irradiado por las grandes constelaciones y estrellas.
Es de esa forma, hijos Míos, que el ser humano vuelve a recordar, y llega a su memoria el origen de quién fue y la razón de haber surgido de una Fuente pura y suprema, Fuentes presentes en varios espacios del Universo.
Cada ser de este planeta es una estrella que antes estaba viviendo una experiencia en algún lugar del Universo, solo que para que esa experiencia fuera más enriquecida y pudiera dar sus propios frutos, la mayoría de Mis hijos tuvo que llegar a este planeta azul para profundizar en el amor y en el perdón.
Pero su historia no terminará en esta vida, hay algo que existe más allá de la esfera de la Tierra y que se llama “macrocosmos”. Hacia allá deberán retornar con un aprendizaje realizado y una misión cumplida.
Los Centros Sagrados están al alcance del ser humano para hacerle recordar todas estas cosas. Por esta razón, la luz del Centro de Figueira es la primera esencia de amor que, con poder y fortaleza, se develará en el corazón que se abra para recibirla.
Sea la luz del Centro de Figueira un puente de elevación y un impulso de trascendencia de toda la condición humana.
Desde los Centros Sagrados emergerá no solo la luz de la esencia de cada uno de ellos, sino también aparecerá la Jerarquía como miembro de una Orden Mayor y evolutiva para todo el Universo Cósmico.
Es tiempo, hijos, de reconocer a través de estos impulsos, a los últimos impulsos reveladores que llegarán a la humanidad para llevarla hacia la ampliación de la consciencia con el fin de asumir algún día la evolución, el cuidado y el amor a este planeta que es el receptáculo de grandes y desconocidos Centros Sagrados que el propio Dios creó para que todos Sus hijos estuvieran acompañados, y así pudieran llegar al encuentro con Él.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Dios los ama tanto que Sus criaturas no conocen ni descubrieron aún el inmenso e infinito Amor de Dios; es un Amor que comprende, es un Amor que acepta, es un Amor que acoge, que transforma y que cura el mayor e íntimo dolor.
El Amor de Dios fue capaz de hacerse pequeño y de encarnar en la Tierra como un humilde y simple hombre para que las almas, pudiendo estar más cerca del Amor de Dios, aprendieran a amar como Cristo Dios los amó.
El Amor de Dios espera desde el principio de la Creación poderse revelar y mostrar a las criaturas, llegando más allá de las formas, de los sentidos, de toda comprensión humana.
El Amor de Dios no cambia.
El Amor de Dios incluye y reúne a los corazones para que ellos celebren el Amor de Dios en sí mismos.
El Amor de Dios construye.
El Amor de Dios eleva.
El Amor de Dios no destruye, sino que redimensiona todo error para convertirlo en luz y en cura.
Anímense a buscar el Amor de Dios, cada día más, para que ese infinito Amor que nos originó sea develado.
Tienen Mi apoyo maternal para eso.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente, todo el tiempo, cómo Dios contempla Su Creación y, entre toda la infinidad de galaxias, universos y estrellas, cómo Él ama especialmente a la Tierra.
Siente el valor desconocido que tiene el planeta Tierra y recuerda la experiencia de la cual Él fue partícipe durante la Vida de Jesús.
Recuerda cómo el mismo Dios se hizo pequeño, siendo tan grande y poderoso, para poder encarnar entre los hombres y enseñarles sobre los grados de amor y de perdón.
Ten consciencia de todo esto una y otra vez y afirma que, por encima de toda prueba o dificultad, siempre prevalece esa verdad del amor que es eterna y que se transmite de generación en generación.
Trae hacia tu consciencia el significado de todo lo que el Padre hizo por Sus hijos y cómo Su Amor, que es invencible, continúa obrando y actuando a través de los tiempos.
Aférrate a esa divina Verdad; vive a través de ella para que todos los días seas un servidor tan semejante a como lo fue Cristo, Nuestro Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Deja que la oración sea como una flor que se abre sobre tu corazón y permite que los aromas sutiles que ella emana inunden tu espíritu y todo tu ser.
Deja que la propia luz de la flor de la oración sublime los espacios más recónditos de tu consciencia. Confía en el poder del verbo y en la amplitud de su energía creadora.
Deja que la flor de la oración trabaje en ti, según su tiempo y no según tus expectativas.
La flor de la oración te muestra la belleza interior escondida, más allá de una purificación tardía o de una prueba demorada.
Deja que la flor de la oración, sobre tu corazón, encienda de amor tu alma y ella retome el sentido del propósito todos los momentos que sea necesario.
Deja que la flor de la oración realice el milagro del amor y de la redención en tu vida. Siente la paz que irradian las bellas flores y la devoción que ellas expresan en toda la Creación.
Porque, algún día, tu alma podrá ser como una flor que, habiendo nacido, crecido y madurado en los pétalos del amor, del perdón y de la redención, expresará lo que Dios tanto esperó de tu esencia.
Confía y sigue convirtiendo tu vida en una flor en adoración y en devoción a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Desde el Corazón de Dios llega Mi Voz hacia la tierra del amor y del perdón, escuela sideral que será la que convertirá a este y a otros Universos en una Creación nueva en donde la raza de Cristos florecerá.
Y será desde aquí, desde este pequeñísimo pesebre llamado Aurora, que esos Cristos nacerán para todo el Universo.
Sé que hoy no comprenden Mis palabras, pero ya verán, hijos Míos, con el correr del tiempo, cómo esta humanidad dará a luz a los Cristos del nuevo tiempo, los que impulsarán en el Universo los cambios que le darán a la Creación otro rumbo.
Hoy desciendo como la Divina Concepción de la Trinidad para traer nuevamente la cura para la humanidad y para todos ustedes, fieles y fraternos hijos de Dios. Traigo, desde la Fuente de Cura de la Creación, ese atributo que el Padre quiso colocar en este pequeño lugar para que desde aquí pudiera liberar, transmutar y curar al mundo.
Todavía la humanidad no ha comprendido la grandeza del Creador, a pesar de que hace más de dos mil años, Él colocó en un pobre pesebre de Belén a Su propia manifestación de Amor, a través de Su Hijo Primogénito.
Aunque pasaron más de dos mil años, la humanidad aún no acepta que, en Su Infinita Humildad, el Padre coloque Su grandiosa Voluntad en los más sacrificados, en los más pobres, en los que más luchan todos los días por vivir el amor verdadero y honrar la Verdad día a día.
Por eso Aurora se prepara, como el pesebre de Belén, para dar a luz a los Nuevos Cristos para que nuevamente Dios pueda expresar Su perfecta Voluntad en lo pequeño y humilde.
Hoy la Aurora de Mi Corazón resplandece en amor y gracia, colocando a sus hijos en su cuna de amor, de perdón y de cura.
Hoy la Aurora de Mi Corazón le ofrece la cura y la liberación a los espíritus que llegan para ofrecer sus vidas a Cristo para poder acompañarlo en Su retorno.
Hoy bendigo desde aquí, Mi pesebre del final de los tiempos, a todos aquellos que llegan con el corazón en la mano y se lo ofrecen a Mi Hijo y también a Dios, para que Su Plan Divino se cumpla.
Hoy, desde esta Aurora de Mi Corazón, envío a todos Mis hijos del mundo, a los que siempre se ofrecen a Mi Hijo, la cura del dolor y de los errores para que puedan seguir adelante cumpliendo con su parte en este milagro divino que es preparar el camino de retorno del Salvador, Cristo Jesús.
Hoy la Aurora de Mi Corazón resplandece en las esencias de los misericordiosos, de los mansos y de los humildes, de los que saben del sacrificio y de la templanza, de los que viven de verdad lo que Mi Hijo enseñó en simplicidad.
Hoy le pido al Padre, desde Mi Corazón de Madre Celeste, desde esta Casa del Amor, que la templanza, la fortaleza y la fe desciendan sobre este lugar y sobre estos corazones para que en este tiempo, en el cual la presencia de Mi Hijo estará en Aurora, este recinto sea bendecido por esos atributos, los que consolidarán las murallas internas que los sostendrán en el tiempo que vendrá.
Los amo, vivan en paz el honor de servir a Dios.
Vuestra Madre María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Madre de Aurora
Acto de Reverencia y de Amor a los Reinos de la Naturaleza
Quisiera ser como un pájaro
para solo alabar y cantarle a Dios.
Quisiera ser como el agua de los océanos
para solo espejar la Paz de Dios.
Quisiera ser como un árbol
que se eleva hasta lo alto para alcanzar el Reino de Dios.
Quisiera ser como una flor
que se abre cada mañana para mostrar su devoción por Dios.
Quisiera ser como una planta
que adorna los ambientes para dejarlos llenos de armonía y de luz.
Quisiera ser como un delfín
que entre las olas se supera para alcanzar a Dios.
Quisiera ser como un girasol
que se abre todos los días para recibir la luz del Sol.
Quisiera ser como un cristal
que guarda lo más bello que tiene
para expresar su amor por la Creación.
Quisiera ser como el viento
que sopla fuerte y constante para llegar con el amor
a todos los rincones de la Tierra.
Quisiera ser como el fuego
para iluminar los días de oscuridad.
Quisiera ser como la tierra
que se dona incansablemente para ser el vientre
que gesta una y otra vez a la Creación.
Solo quisiera que no se cortaran los árboles
para no dejar al planeta sin seres que se elevan hacia Dios.
Solo quisiera que no se cazaran las aves
para que la Tierra no quedara sin seres que alaban a Dios con plenitud.
Solo quisiera que no se transgrediera más la tierra con tóxicos y químicos
para que la humanidad no se quedara sin alimentos vivos.
Solo quisiera que ya no se contaminaran más los océanos
para que la vida marina no muriera pronto
y los mares ya no espejaran la paz.
Solo quisiera que el ser humano tomara consciencia
de que el planeta es nuestra casa y que de él dependemos para poder vivir.
Solo aspiro a que todos estemos en comunión con los Reinos
para que, por un instante, podamos sentir su constante sufrimiento
y así los aliviemos, sin transgredir más a la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La cura y el perdón del pasado – Parte II
En todo el sistema universal de la Creación, el ser humano siempre fue un elemento de estudio y de análisis espiritual, a fin de lograr percibir la capacidad que tiene la consciencia terrestre para poder comprender y poder vivir la vida del espíritu con base en sus experiencias, sentimientos y sentidos.
En este siglo XXI, en que la humanidad afirma que el avance del ser humano está en la ciencia y en la tecnología y que todo eso moderniza al mundo, dentro de la consciencia terrestre eso generó un espejismo y una ilusión de algo que no es real.
Todo ese movimiento científico y moderno llevó a aumentar el poder destructor de la raza para con los Reinos de la Naturaleza y la Creación, en la búsqueda de un supuesto beneficio global que es impulsado por el trabajo de millones de personas, pero que es aprovechado por pocos a través de los denominados "sistemas de vida".
Todos esos factores, sumados a la violencia y a la transgresión de parte de los seres humanos para con el planeta y su manifestación natural, cerraron las puertas de las consciencias para poder prestar atención y percibir la realidad.
El esfuerzo de muy pocos por intentar proteger al planeta de la contaminación y de las transgresiones de los seres humanos para con las Leyes de la naturaleza, parece ser insuficiente.
Ante este escenario global, en donde reina la ambición por más poder y por sacar más provecho de los recursos del planeta, la Tierra, en su totalidad, se prepara para vivir su gran parto y para purificar y limpiar, a través de él, todo lo que la aprisiona; esto forma parte de un movimiento universal que sucede cada cierta cantidad de millones de años.
El planeta fue escogido y preparado por los grandes devas y ángeles del Universo para recibir a la actual civilización, la cual, dentro de la Ley de la Vida, debería estar en comunión con todos los Reinos; pero los efectos de la invasión y de la explotación del ser humano para con los recursos del planeta lo distanciaron del propósito interior de su existencia.
A esta escuela del amor y del perdón, que representa la Tierra, fueron enviadas cientos de consciencias con una condición espiritual primitiva, las que recibirían la gracia de evolucionar dentro de un contexto como lo es la Tierra, para aprender a despertar el amor y el perdón como medios para poder vivir la tan esperada cura espiritual.
Por esa razón, este planeta, bellísimamente creado por Dios, se ofreció, en su humildad y silencio, para acoger y contener a espíritus llenos de errores y de fallas; espíritus de otras estrellas, como los que conforman la humanidad actual; los cuales, despertando a su propósito divino, pudieran vivir la redención para comenzar a transitar la rehabilitación.
En la actualidad, la Tierra continúa siendo esa paciente morada que, una y otra vez, se ofrece para recibir espíritus de otras estrellas, consciencias muy necesitadas de amor y de perdón.
Pero, a lo largo de los tiempos, muchos se olvidaron de que esta escuela del planeta, que también fue vivida por Cristo, tiene su base espiritual fundamentada en la experiencia del amor. Por eso, la mayoría volvió a cometer los mismos errores o errores semejantes que llevan a las consciencias hacia un estado de precariedad espiritual.
Por ese motivo, la Jerarquía Espiritual se aproxima, de tiempo en tiempo, para poder enseñarles a los seres humanos el camino de retorno a la Casa del Padre y que ellos puedan tomar consciencia de la existencia de una unión sincera y verdadera con la Creación, sin necesidad de transgredirla.
Llegó la hora de curar y de perdonar el pasado, y para eso los seres humanos deberán reconocer sus fallas para aprender a enmendarlas y, así, nuevamente tener la gracia de poder vivir en Dios, cumpliendo de manera consciente cada uno de Sus designios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Desciendo al mundo envuelta en la Luz de Dios para poder derramar todos los rayos divinos del Universo Espiritual.
Desciendo al mundo envuelta en la Luz de Dios para elevar a las almas hacia la Casa del Padre Celestial.
Desciendo al mundo envuelta en la Luz de Dios para que Mis Rayos Divinos toquen a los corazones que necesitan de mucha redención.
Desciendo al mundo envuelta en la Luz de Dios para que las esencias de Dios reconozcan su filiación con el Universo.
Desciendo al mundo envuelta en la Luz de Dios, como Madre, para darles a conocer a los corazones el potente Amor del Padre para con todo lo creado.
Desciendo al mundo envuelta en la Luz de Dios para despertar el sagrado compromiso de las criaturas con la Creación.
Desciendo al mundo envuelta en la Luz de Dios para estar con Mis hijos e impulsarlos al verdadero cambio de consciencia.
Desciendo al mundo envuelta en la Luz de Dios para traer la cura espiritual que muchas almas necesitan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más