APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ustedes no son lo que parecen, sino lo que aún desconocen. Yo los reuní aquí por un propósito mayor, y aún sus consciencias no lo conocen profundamente.

Por eso, los invito siempre a estar Conmigo para poder cumplir el propósito que Dios Me entregó para sus vidas y para traer más consciencia a sus corazones, en el profundo sentir de que todo esto es verdad.

Por alguna razón, compañeros, Yo estoy aquí, una razón mayor y desconocida para sus vidas. Es ese propósito que Dios Me entregó que Me hace venir aquí todo el tiempo y anunciar la Palabra del Padre Eterno.

Por eso, hoy no estoy solo aquí, sino además acompañado por los ángeles y por muchas consciencias que una vez pasaron por este planeta y que evolucionaron espiritualmente, dando testimonio de Mi Amor al mundo y representándome en la superficie de esta Tierra, como almas crísticas.

Yo los invito, compañeros, a que tengan en sus consciencias y especialmente en sus corazones, la claridad de ese propósito que Yo les traigo.

Sé que sus vidas no se transformarán de la noche a la mañana, pero que es posible, compañeros, alcanzar lo que Yo aspiro para cada uno de ustedes.

Todo lo que sucede en este momento es obra de un milagro de amor concedido por el propio Padre Eterno, para cada uno de los presentes y no presentes, a través de la existencia y de la presencia de los Sagrados Corazones.

Eso es lo que nunca deben perder de vista, más allá de lo que atraviesen, de lo que sientan, de lo que puedan pensar, o de lo que pueda suceder en este momento.

Todo lo que les envía el Universo es un dulce aprendizaje, por más duro y difícil que parezca.

Yo necesito forjar en sus corazones los nuevos Cristos, necesito forjar esas almas que han venido a servirme, como Me sirvieron en otros tiempos, como en la era en la que Yo estuve presente entre ustedes y con ustedes, en la que pudieron conocer Mi Corazón y Mi Presencia, en la que pudieron escuchar la Palabra de Dios expresada a través de Mis Labios por el Espíritu Santo.

Compañeros Míos, les pido que no se confundan, les pido que no se autocastiguen, les pido que ya no se perturben.

Vinieron en este tiempo a ser el puente hacia la transición planetaria. Sus propias vidas son la transición del planeta para muchas, muchas almas de esta humanidad que padecen en la oscuridad de los abismos del planeta y que algún día merecerán encontrar la Luz. 

Por eso, todo lo que les sucede, compañeros, delante de la grave situación planetaria, es muy pequeño. Agradezcan a Dios todo lo que reciben, todo lo que viven y todo lo que sienten. Agradezcan profundamente al Padre Eterno que hayan podido ser congregados por Mi Amor en este tiempo definitivo.

Por eso, nunca se olviden de Mis Principios crísticos que son los nuevos mandamientos que Yo les traigo en esta era. Vengo, de esa forma, a renovar la iglesia que está muy corrupta y deteriorada.

Vengo a renovar la iglesia de los corazones, la iglesia que está en ruinas y que solo por un representante de la Paz, con la ayuda de todos los seres de buena voluntad, está intentando ser levantada nuevamente.

Por eso, ese representante de la Luz se llama Francisco y todos deben apoyarlo incondicionalmente. Pero sepan que todo el Plan se cumple en diferentes fracciones, cada uno tiene una responsabilidad dentro del Propósito Divino. La parte personal que le corresponde a cada uno de ustedes, dependerá de cada uno de ustedes que pueda ser cumplida.

Eso permitirá, compañeros Míos, que la intervención divina pueda estar presente en este caos planetario que cada día se agrava más en la superficie de esta Tierra.

Son llamados no solo a ser un puente hacia la transición de la humanidad, son llamados también a ser un plan de emergencia, el esperado plan de rescate anunciado por la Jerarquía espiritual.

¿Ahora comprenden que todo lo que les sucede es pequeño?

Día a día, Yo les entrego nuevos sufrimientos y pequeñas pruebas para que los puedan vivir por Mí, para que los puedan hacer por Mí, para que alguien en la superficie de esta Tierra haga algo por la humanidad.

Pero recuerden que nunca les faltará Mi apoyo y Mi presencia, aunque llegue el tiempo en el que Yo me deba recoger, como ya se recogió el Castísimo Corazón de San José.

Cuando llegue ese tiempo, compañeros, los estaré contemplando, acompañando y observando para que puedan poner en práctica todo lo que recibieron.

Ese será el gran momento en el que Mi Corazón sentirá que sus vidas comprendieron lo que Yo les dije, así como lo que les dijo San José y Mi Madre Santísima. En ese momento la situación estará más difícil, a nivel planetario, a nivel de la humanidad.

¿Pero a qué le deberán temer? Si Yo estoy aquí entre ustedes, soy su Pastor, soy su Maestro, seguiré siendo su Redentor y su Mediador ante el Padre Celestial, aunque caigan y sigan cayendo cientos de veces. ¿Acaso dudan de que Yo los levantaré?

Vengo aquí para poder renovarlos, para prepararlos para situaciones y experiencias que nunca vivieron. Todo lo que sucedió hasta el presente ha sido una preparación.

Estos son los tiempos de los grandes cambios, no solo a nivel material sino también espiritual. Eso permitirá que las bases de la Jerarquía estén presentes sobre la superficie de la Tierra y que todas Sus sagradas y divinas herramientas puedan seguir irradiando a esta enferma humanidad. El Proyecto se debe salvar sea como sea, la evolución de esta raza no puede terminar aquí. 

Por eso, todo lo que vivan será imprescindible para Mí, todo lo que ofrezcan y toda su dedicación no solo reconstruirá la consciencia corrupta de la humanidad, sino también reconstruirá a los Reinos de la Naturaleza que ya fueron lastimados y siguen siendo lastimados por el hombre de superficie.

Compañeros, es momento de vivir la gran donación de sí, una donación más profunda y desconocida que pueda compensar y equilibrar lo que sucede en el mundo.

No los estoy llamando a estar exhaustos, a estar desequilibrados o a estar locos. Yo los estoy llamando a asumir con responsabilidad el Plan espiritual del Padre.

No solo estoy hablando para los que están presentes aquí, en donde cada uno está en su escuela en este momento, estoy hablando para toda la humanidad, para el mundo entero.

Porque estas ya son Mis últimas y definitivas palabras que los prepararán para lo que está llegando en poco tiempo, y lo que llegará ya no serán solamente palabras, serán hechos y acontecimientos que sus propios ojos físicos verán.

No solo estoy hablando a nivel de la humanidad, de la naturaleza o del grave cambio climático; estoy hablando también a nivel cósmico y universal, del movimiento de los astros, de las estrellas y de los soles, del cambio que está viviendo este planeta y los planetas que lo circundan, del momento de inflexión que vive, en este momento, el Universo local.

Por eso, toda la Jerarquía espiritual está concentrada en este momento, que fue muy profetizado en otros tiempos, en el que el Libro del Apocalipsis se ha cumplido paso a paso.

Pero aún, compañeros, la parte más contundente y fuerte no llegó. Por eso los preparo interiormente para que puedan soportarlo y superarlo por Mí, por Mi nombre, porque Yo les daré la fuerza interior siempre y cuando lo necesiten. No estarán débiles, no perderán la fuerza interior, no tendrán duda ni tampoco incertidumbre.

Yo los llamo, compañeros, a creer definitivamente en Mi Presencia aquí. Porque si hasta el día de hoy no hubo ningún fenómeno anormal es porque sus mundos internos no lo necesitan.

La humanidad necesita de un gran despertar, un despertar más contundente y fuerte, como fue en 1988. Pero ahora este despertar será preciso y único. Por eso, deben preparar los espacios sobre sus Comunidades-Luz y sobre todos los lugares en donde seres de buena voluntad se unan de corazón, para que la Jerarquía espiritual tenga la posibilidad de manifestar ese despertar que producirá un gran cambio en la consciencia profunda de la humanidad.

Pero todo lo que sucederá, compañeros, que este cambio profundo pueda suceder dependerá de cada ser humano de este planeta. Aunque las estrellas, los soles y las galaxias se muevan o que la propia Jerarquía se pueda materializar, aunque eso suceda verdaderamente, ese gran cambio en la consciencia dependerá de cada ser humano que deberá estar afirmado en el amor.

Hoy vengo a hablarles así, porque esta Comunidad de Figueira está preparada, ya que ustedes dieron el paso, en la confianza y en el amor, para que su Maestro y Señor pueda hablarle al mundo entero, para saber que esto no son solo palabras sino que son hechos, acontecimientos que llegarán y se mostrarán al mundo entero de una forma concomitante porque el planeta también se moverá.

El planeta está sufriendo mucho las consecuencias del comportamiento de la humanidad de superficie y estamos evitando de una forma divina y cósmica, que suceda algo peor o semejante a lo de la Atlántida.

Así comprenderán, compañeros, que lo que hoy vive la humanidad es muy grave, lo que hoy siente la humanidad es muy grave y sobre todo lo que hoy practica, no respetando las leyes universales y divinas.

Por eso, he hecho la propuesta ante el Padre Celestial y ante todos los Señores de la Ley, los que cuidan de las deudas de esta humanidad y del Universo, de poder intervenir directamente en la humanidad hasta la última oportunidad, cueste lo que cueste.

Por eso, yo necesito compañeros que ustedes Me sigan y Me apoyen, porque eso permitirá que muchas situaciones más sean evitadas en esta humanidad y, sobre todo, que planes nefastos sean establecidos en la consciencia del ser humano.

No puede suceder una tercera guerra mundial peor que las dos anteriores, las tres cuartas partes del planeta quedarían muy afectadas.

El ser humano está viviendo una ambición sin límites y cree tener un poder más grande que el de Dios, pero el Padre Eterno nunca los enfrentará, nunca los desafiará porque el Padre Eterno es una Consciencia de Amor vivo, una Fuente de Misericordia y de Compasión infinita. El Padre solo los contemplará y Él le pedirá a Su Sierva Fiel, la Santísima Virgen María, que haga lo posible y lo imposible por ayudar a todos Sus hijos en este momento de despertar, en el que cada ser de la superficie de la Tierra deberá ser consciente de lo que debe cumplir en este momento.

Les daré un ejemplo: no es por casualidad que en estos días, por una Voluntad mayor de Dios que también es desconocida por ustedes, Mi Corazón permitió reunir a un grupo de consciencias, a un grupo de almas que estuvieron Conmigo cuando Yo estuve presente en esta humanidad y que se comprometieron Conmigo, cara a cara, a dar la vida por Mí en este tiempo final.

Eso demuestra que la Voluntad de Dios es desconocida y que Su misterio de Amor se puede revelar a los corazones que se abran para ser tocados por Su Luz y Su Compasión.

Es ese Amor que esas almas vivieron por Mí, y que aún hoy viven, que les permitió reunirse aquí para poder reconfirmar sus votos ante su Maestro y Señor.

Eso también puede suceder con cada uno de ustedes. Por alguna razón, compañeros, hoy están aquí; nunca se olviden de preguntarse eso o de preguntárselo a su Maestro y Señor: ¿Señor por qué hoy estoy aquí? Pudiendo estar en un mundo cómodo, en un mundo de ilusión, en un mundo que vive la indiferencia, habiendo tanta necesidad y tantos traumas por curar en la humanidad como en los Reinos de la Naturaleza.

La Gracia Divina, que los tocó desde el origen de su existencia, es lo que les permitió llegar hasta este presente, hasta esta encarnación para vivir este encuentro interno Conmigo, sabiendo que su Maestro y Señor a través de los tiempos y de las generaciones trabaja con pequeños grupos de almas, en los que el Plan de Dios se puede establecer y manifestar de forma segura.

Ustedes, en esta noche, como en otros encuentros pasados, son parte de una historia que Yo mismo estoy escribiendo. Depende de ustedes, compañeros, que esa historia pueda seguir siendo escrita por Mí mismo, que ustedes sean parte de ese Libro Sagrado de la nueva humanidad, de la revelación del fin de los tiempos que la Jerarquía Divina depositó y seguirá depositando en sus corazones para manifestar la Voluntad de Dios.

No quiero que se sientan movidos con todo lo que les he dicho. Quiero que puedan sentir, más allá de Mis Palabras, lo que quiero transmitirles y decirles.

Necesito que puedan despertar su intuición para poder percibir lo que la Jerarquía Divina está haciendo, sabiendo que en este último ciclo, lo que resta del 2019, 2020 y 2021 serán los últimos y grandes movimientos de la Jerarquía espiritual para con la humanidad.

Porque después de eso, compañeros, cuando nosotros ya no estemos aquí para hablarles, pero sí para conducirlos y guiarlos desde el espíritu, serán ustedes los que tendrán las puertas abiertas de esta casa y de las demás comunidades, para sostener junto a las almas peregrinas a este planeta y en una "sagrada común unidad" manifestar la presencia del Cristo interno.

Por ese movimiento y ese momento, estaré profundamente agradecido porque Mi Paz, a pesar del caos que reinará en la humanidad, no faltará en aquel que crea en Mí. Amén.

La Iglesia Celestial se abre en este momento para recibir a sus seres imperfectos y para que sus esencias sean colmadas por la Luz de Dios. Por una Luz que es eterna, inextinguible e invencible. Por la Luz que los trajo hasta aquí y la Luz que los conducirá hasta la eternidad.

Nos colocamos de pie.

Celebremos este momento con regocijo y que de lo más profundo y sincero de nuestro corazón, ante la Presencia de nuestro Señor Jesús Cristo, el Rey del Universo, el Rey del Amor y de la Paz, cada uno de nosotros emita en el silencio de su corazón, la oferta que necesita expresar en este momento a los sagrados altares del Creador, para que esas ofertas, súplicas e intenciones sean acogidas en el Corazón del Padre a través de la intercesión de los ángeles.

Que Santa Bakhita los inspire al amor que debemos tener por el sacrificio, para que los corazones que más sufren, y que hoy día agonizan, sean curados, amparados y protegidos por la Luz del Amor de Dios. Amén.

Todos los que en este momento puedan y sientan, ante la Presencia de nuestro Señor, en la revelación de ese infinito misterio de Amor celebrado en la Eucaristía, les pedimos que se arrodillen como un acto de reverencia y de devoción a nuestro Señor, en este momento de transubstanciación y de consagración de los elementos.

Por el Soplo del Espíritu de Dios que intervino y obró en la Última Cena, por la redención de la humanidad y del planeta, les vuelvo a entregar el honor y la gloria de este Sacramento que fue expresado por el pan y el vino que se convirtieron en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Por eso, en una noche como esta, antes de vivir el gran sacrificio y la dolorosa pasión por la humanidad, tomé el pan, lo elevé para que el Soplo del Espíritu de Dios lo bendijera, lo partí y lo entregué a Mis apóstoles diciéndoles: ''Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados''.

Escuchamos las tres campanadas que transubstancian este elemento.

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

De mismo modo, acabada la primera parte de la Cena, tomé el Cáliz entre Mis Manos, elevándolo al Padre Eterno, el Soplo del Espíritu de Dios lo bendijo y enseguida lo entregué a Mis apóstoles y a cuantos estaban presentes en los planos internos, diciéndoles: ''Tomen y beban, este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que será derramada por su Redentor para la remisión de las faltas, hagan esto en memoria Mía''.

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

Elevamos el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Y ahora, compañeros, bendecidos por el Soplo del Espíritu de Dios, repetirán en confianza y amor, la oración que Yo enseñé en el Monte de la Bienaventuranzas.

Oración: Padre Nuestro.

Elevando el Cuerpo y la Sangre de Cristo, adoramos al Señor presente eternamente en la Eucaristía, así como en la Sangre. Y agradecemos.

Cubrimos los elementos y los colocamos sobre el altar.

Nos podemos colocar de pie.

Cuando Dios los llama a vivir Mi camino por medio de la vocación o de la consagración al servicio, al canto o a la oración, es por una razón.

Por eso deben confiar en lo que sienten, en lo que viven, sin dejar de perder Mis pasos de Luz.

Hoy quiero dar un saludo especial, a un alma que hoy cumple años, antigua caminante de Mis pasos de Cristo, que hoy he traído aquí por un motivo mayor que Yo mismo estoy construyendo y preparando silenciosamente. Doy a ella Mis gracias por su donación y por su ofrecimiento por medio de la música y de la voz.

Hoy no solo celebro este momento, de una forma especial y única, porque sé lo que significa ese momento de aniversario en el que cada alma tiene la oportunidad de renovarse en el Plan de Dios y, sobretodo, a través de Mi Corazón, de estar más cerca de Mí.

Por eso, como lo he esperado en estos últimos seis años, reuní a esas almas en este día, por millones de almas más que están detrás de ellas, para que hagan el ofrecimiento de una canción que relata de forma simple pero verdadera, la historia de su Redentor. 

Hoy escucharé en una una dulce melodía, aquel que Yo fui: "Un Hombre llamado Jesús".

Los escucharé y en este momento les doy Mi Paz, para que esa Paz sea compartida y donada al mundo entero por el triunfo y la victoria de Mi Sagrado Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco.

Y ahora sí, se pueden dar el saludo de la paz, en reverencia y silencio.

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en la ciudad de Dornes, Portugal, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

Si no comprendes las Obras del Señor, únete a ellas, porque algún día las comprenderás. Yo solo necesito que amen lo que les pido y que lo hagan siempre bien, para que el Padre que está en el Universo sea honrado y glorificado y las almas puedan ser partícipes de Su Gracia por medio de los que responden a Su llamado.

No intentes comprender lo que sucede en este tiempo porque no lo conseguirás. Aférrate a la dulzura de Mi Corazón, porque así todo lo comprenderás a su debido tiempo.

Las señales que Yo traigo para la humanidad son para generar el gran cambio de la consciencia y en algunos casos será doloroso y difícil, pero toda mudanza tiene un porqué y un sentido. 
Yo necesito, compañeros, que se sumerjan en la Comunión Conmigo para que siempre puedan tener disponibles Mis Dones, que serán estrellas guías en sus caminos y sobre todo, en su mundo interior.

Hoy vengo a buscar descanso en los que no se cansan de estar en Mí. 

Hoy vengo a buscar refugio en los corazones fieles a Mi Presencia, en los que se unen a Mí todos los días bajo el espíritu incondicional y bajo la protección del amor.

Hoy, Yo vengo desde el Cielo para darles algo. A través de Mí traigo las profecías del Cielo, las que hoy muestro a algunos para que puedan comprender lo que vendrá. 

Después de que Yo haya salido de aquí, después de haberlos bendecido, esto llegará y se manifestará; por eso, busquen vivir en Mí y únanse a través de Mí con todo el Universo.

Allá arriba está lo que en verdad necesitan. Allá arriba está lo que ustedes vivirán después, pero para que lo que está arriba pueda descender, deben estar conectados con la Fuente y las soluciones llegarán.

No hay prueba en esta vida que no tenga respuesta; por eso, Yo les traigo esa respuesta y por medio de la profecía, les traigo la revelación.

He pedido llegar a este humilde lugar para poder decirles esto, porque aquí, nadie contrario a Mí, los encontrará.

En el refugio de las Comunidades Yo protejo a Mis ovejas. Cuando Mis ovejas están dispersas y no escuchan el llamado del Pastor, no las puedo proteger y tengo que llegar a ellas de alguna forma, por medio de alguna señal o de algún mensaje para que vuelvan a Mi Camino, para que retornen a la Morada del Padre Celestial.

Los rebaños en este tiempo están presentes en esta Tierra, no solo para aprender a pastar nuevos atributos, sino para vivir una transición y una purificación; algo que nadie ha vivido en ningún otro tiempo. Por eso las almas temen a la presión de estos tiempos. Pero Yo les vengo a quitar esa presión que podrán estar viviendo en este tiempo.

Si estoy aquí, es porque Mi Padre lo quiere. Si estoy aquí, compañeros, es porque vengo a ofrecerles Mi Corazón, como ese Manantial inagotable que los renovará,  y los purificará y los aliviará. 

Por medio de la Palabra del Hijo de Dios les traigo la profecía, algo que no puede comprenderse con la mente; solo se puede sentir con el corazón, aunque sea un misterio. 

Algo grandioso podrá ser vivido aquí en Europa, pero dependerá de esa adhesión incondicional con el gran Mensajero de Dios.

Si están aquí es porque les corresponde estar aquí y no en otro lugar. Los que hoy no están aquí es porque les corresponde estar en otro lugar, es decir, en otra escuela y en otro aprendizaje. 

Todo lo que viven tiene un sentido y un camino. Yo les vengo a revelar por medio de Mi Palabra, el sentido de ese Camino, aunque sea un camino doloroso o un camino alegre. 

Yo los invito, compañeros, a encontrar sentido a todo lo que viven en la vida, porque así no se amedrentarán; encontrarán respuesta a todo lo que necesitan y comprenderán el porqué de lo que sucede.

Siento que no están comprendiendo lo que les estoy diciendo, sus mundos internos sí comprenden; sus almas sí escuchan.

Sus corazones pueden sentir o no Mis Palabras, pero si Yo estoy aquí es porque les estoy indicando donde deben estar, que es aquí, en esta parte de la Obra que Yo llevo adelante con ustedes por una Voluntad aún desconocida por todos. 

En esa serenidad que hoy les traigo, les pido que se abran al entendimiento de Mis Palabras, porque ya no hay tiempo.

Lo que deberá construirse para el próximo ciclo es importante. Aún hay muchas almas en Europa que esperan por su servicio. Que salgan de sus hogares, de sus modos de vida, al encuentro de cada una de ellas, así como Yo en estos dos últimos meses, junto a Mi Madre y San José, hemos ido al encuentro de esas almas. Y aquí tienen un ejemplo vivo de esto.

Es hora de movilizarse por el Plan, porque en el propio movimiento y en el propio flujo, en el propio sentido de la energía y de la corriente universal, se transformarán sin percibirlo y ayudarán a construir lo nuevo en lo que ya está viejo y arcaico.

El Plan de Dios no es hermético, el Plan de Dios no es sólido, él vive un dinamismo constante, porque la Fuente Superior lo alimenta para que se pueda realizar. 

Ese Plan aún debe cumplirse y ustedes deben ser conscientes de esto  en el esfuerzo, en la dedicación, en el servicio incondicional, en la presencia y en la adhesión a todo lo que se pide, por más que no se comprenda.

El Plan como un todo está basado en el amor y es ese amor lo que le da su propia inteligencia para que las almas despierten y lo vivan.

Hoy les traigo el Rayo de Mi Soberanía y de Mi Fortaleza, el Principio del Gobernante, porque es hora de que el Propósito Divino se alinee correctamente en sus espíritus, para que lo que está allá arriba en el Universo pueda descender. Solo podrá descender a través de instrumentos, por medio de vehículos, de almas y de esencias.

La ayuda del Universo está disponible para todos, las respuestas a todos los cuestionamientos están disponibles. Dios es pleno en Sabiduría y también en Ciencia. Aprendan a superar las dudas de la vida, las barreras y los obstáculos que les puede estar imponiendo su consciencia inferior.

Colóquense en el epicentro del Amor Universal y dejen que sus células se expandan por medio del fluido de ese Amor Universal que llega para mostrarles la correspondencia y el sentido de los próximos pasos del Plan Divino de Amor.

Solo espero que no pierdan la oportunidad; no me cansaré de avisarles hasta el último momento, porque por detrás de todo lo que no parece concretarse, se está construyendo en los mundos internos una gran obra que los dichosos de espíritu y los humildes de corazón vivirán y podrán ver con sus propios ojos, lo que con tanto esfuerzo ha sido construido.

Nadie tiene el poder en todo lo que les pido, ni Yo mismo tengo el poder en todo lo que les hablo. ¿Comprenden lo que les digo?

Todo proviene de Dios y si Él lo piensa y lo siente, se concreta. Pero Sus hijos, Sus más pequeñas criaturas de esta humanidad, son llamadas a ser partícipes de ese Pensamiento y de ese Sentimiento de Dios, que los quiere llevar a expandir su consciencia más allá de lo normal y de lo superficial. 

Si Yo estoy aquí es porque Me estoy ofreciendo para eso.

Las bases de esta comunidad ya deben despuntar en el firmamento. Las columnas de este Centro Mariano ya deberían estar erguidas, porque él llevará su tarea y su misión espiritual como contraparte del Santuario de Fátima, para acoger a todas las almas que no son comprendidas, que son rechazadas, que son discriminadas y que son expulsadas por su pobreza espiritual o material.

La esencia de Lys y la pureza de Lys está en su humildad y paciencia, es eso lo que la hace verdadera, eso es Lys en la Madre de Dios.

Ustedes deben ser manos que extiendan ese misterio. Por eso deben dejar salir desde dentro de ustedes aquello que ya no los ayuda espiritualmente. Es hora de renovar las bases de este pilar en Europa; no solo por Europa sino también por África. 

África espera por ustedes. Ya hemos dado muestras, compañeros, cuan urgente es la ayuda para Mis hijos de África. Cuando ustedes den el paso, Yo podré llegar a África para llevar a todos hacia Mi Misericordia, así como Yo los he llevado a ustedes desde el principio.

Solo espero que eso se cumpla y se materialice. África debe ser parte de la columna de Mi Misericordia. Y aunque sé que existen allí misioneros valiosos y almas servidoras que alivian el sufrimiento, aún a África le falta su principal columna espiritual, que es un próximo Centro Mariano que dependerá de este, para que se pueda manifestar conforme la Voluntad Divina.

Eso llevará muchas almas de los abismos hacia Mi Misericordia, de la esclavitud a la libertad, de la explotación para la alegría eterna de poder reencontrar a Dios por medio de los Centros espirituales que sirvan a la Jerarquía.

Ya tuvieron treinta años para poder comprender esto. Es hora de unirse por amor a Mi Sagrado Corazón; es hora de construir y no de dividir; es hora de hermanarse, de confraternizarse; es hora de iluminarse y de no oscurecerse; es hora de llevar adelante el designio que Dios les entregó por medio de Mi Corazón a través de la Fuente de la Instrucción.

Las bases de sus conocimientos ya están erguidas. Es hora de terminar de construir el Templo para que Dios, en Su más infinita Sabiduría y Compasión, habite dentro de ustedes para siempre y así se realice el Plan.

No se queden en lo humano. No permanezcan en lo mental. Pregunten a sus corazones: Padre, ¿qué estoy haciendo? Padre, dame la respuesta que necesito. Abre mis ojos a Tu Voluntad y ayúdame a cumplirla, según Tu deseo y Tu divino pensamiento y así sabrán amar más, como Yo los amo, como Yo los entiendo, así como Yo los acepto. 

No tendré otro día ni otra hora, otro ciclo u otro tiempo futuro para venir a decirles esto. Esta es la única vez que podré decirlo. Esta es la única vez en donde ustedes podrán penetrar profundamente en Mi Corazón para que solo acepten lo que necesito, que va más allá de la vida humana, de las incomprensiones o de las dudas que puede estar imponiendo Mi enemigo.

Por eso hoy, el Gobernador del Cielo, el Espíritu de la Sabiduría y del Amor, viene a traerles claridad y transparencia espiritual a sus mundos internos, a fin de que sean colmados por Mi Espíritu reparador.

Me tomo este tiempo porque no tendré otro y estas palabras sirven para todos, no importando la escuela en la cual se encuentren, o vivan. Las palabras son para el despertar del amor en los seres, para la expansión de la consciencia de los últimos Cristos de los últimos días. 

No quiero que más almas pasen por la puerta de la Justicia. Deseo que muchas más almas atraviesen la puerta de Mi Misericordia, porque así Mi Corazón triunfará, así como está escrito en el Cielo.

He escogido este lugar bendito para decirles esto. Dios aún toca con Su Mano este lugar y quiero que nunca más se olviden de esto, porque a pesar de que estén purificando o sufriendo, Dios tiene Su Mano en este lugar y debajo de Su Mano están todos ustedes. ¿Comprenden? 

Si Dios tiene Su Mano aquí, es porque es por algo mayor que aún sus mentes no comprenden. Deben amar la Voluntad de Dios para comprenderla, de lo contrario, vivirán muchos obstáculos para poder comprenderla.

Sean partícipes de este misterio y de esta revelación que hoy les traigo. 

Aquí, Dios por medio de Su Hijo, hoy deja plasmada Su Voluntad, para que alguien la cumpla, para que muchos más se animen a cumplirla, no solo por este lugar, sino también por toda Europa y Rusia; porque aún Rusia deberá ser partícipe del perdón y eso está en sus manos. 

En Mi Silencio podrán sentir Mis Palabras y en Mis Palabras encontrarán las llaves que necesitan para abrir las puertas hacia lo nuevo, para lo que aún deberá descender desde el Universo.

Es así que hoy Me ofrezco en Cuerpo y Sangre, para que vivan en Mí ese Misterio y lo hagan parte de sus seres todos los días, sabiendo que hay algo superior y mayor que mueve todo, que los conduce y que los guía en estos tiempos cruciales en donde el amor batalla contra la indiferencia. 

Elevemos al Cielo nuestra gratitud y reciban en sus corazones el apelo de Dios, el deseo más profundo de Su Espíritu, para que en Europa se realice lo que está escrito conforme en los libros sagrados del Universo.

Celebraremos esta comunión con lo Alto y con lo profundo de ustedes, para que más almas sean merecedoras de este Misterio y de su revelación, que Yo les traigo a través de la Comunión. 

Incienso.

Aquí existen almas que lo darían todo por Mí, por eso estoy aquí, a la espera de ese momento.

Los ángeles del Reino de Lys hoy se congregan en torno al Señor y de todas las almas presentes y no presentes, para que, ingresando a ese Universo de Amor y de Pureza las puertas se abran a la redención de los corazones y a la conversión de los espíritus que deben convertirse en nuevos cristos.

Por medio de los elementos de la Naturaleza, las leyes inmateriales se manifiestan y en la Tierra se siembra el Propósito de Dios; algo que sus almas reciben para siempre y de lo cual deberán cuidar.

Agua

Vuelvo a testimoniar lo que una vez hizo Mi primo Juan Conmigo, de bautizarme con el Espíritu; pero hoy Yo no solo los bautizo con el Espíritu, sino también con la Gracia que convierte y redime lo imposible. Amén.

Este es Mi Cuerpo que ha sido entregado por los hombres para el perdón de los pecados. Coman de él y sean partícipes de Mi Gloria. Amén.

Esta es Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que fue derramada por los hombres para la remisión de los pecados. Beban de ella y sean partícipes de Mi Misericordia.

Pai Nosso...

Estos son los elementos que les darán la vida eterna. Dichosos son los invitados a servirse de este Sacramento, en comunión con los santos y los ángeles del Cielo.

Vayan en paz y sean Mi Palabra en el mundo.

Las bases espirituales de este Centro ya están manifestadas. Es hora de trabajar y de concretar el Plan, así como Dios lo desea en Su más profundo ardor, para que se cumpla el amor en esta Tierra.

Después de ser bendecidos tienen que bendecir, fraternalmente, con el saludo de la paz. 

Les agradezco por escucharme de corazón y de alma. 

Yo los amo y los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 2, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy Mi Iglesia Celestial está aquí y vine primero para sacramentarlos para que alcancen, al igual que Yo, la santidad.

Vean cuán importantes son, compañeros, los elementos sagrados en Mi Altar. Ellos son parte de Mi Iglesia Celestial extendida en los confines del universo, entre las dimensiones y en todos los planos de consciencia.

Esta es la verdadera Iglesia que Yo quiero que alcancen, porque ustedes pueden ser parte del pueblo de Dios y estar así dentro de Mi Iglesia Celestial. Cuán importantes son los elementos de Mi Iglesia Celestial, para que las almas puedan recibir las Gracias, la cura espiritual y fundamentalmente, la redención.

Hoy he sacramentado cuatro sacerdotes, en representación de muchos más que Me sirven a lo largo y ancho del mundo. Porque si el sacerdote no está unido a Mí con todo su corazón y su alma, la Iglesia Celestial no puede descender, ni aproximarse a las almas.

Estas cuatro almas, que hoy he sacramentado, representan a los pastores de Emaús, aquellos que confiaron en Mi Resurrección y que, en el último instante de sus vidas cuando sus consciencias despertaban, Me recibieron sin percibirlo y confirmaron en sí la confianza en Dios, en el Padre Eterno.

Hoy quiero extender esta Iglesia del universo para todos, porque es necesario que todos ingresen en ella para que, nuevamente, compañeros, sean bautizados, ungidos y bendecidos por el Espíritu Santo, que es el que reúne el valor de todos los sacramentos que son ofrecidos en este planeta.

Quiero que sientan dentro de Mi Iglesia a los ángeles de Dios que vienen a participar de este encuentro Conmigo. Abran sus corazones e ingresen en Mi Iglesia Celestial, para que puedan encontrarse con el Padre Celestial, en esta hora tan aguda del planeta, en la que muchas almas hacen sumergir a muchas otras en los abismos del error y del pecado.

Como Sacerdote Mayor, quiero que hoy todos se sientan sacramentados por Mi Espíritu, recordando que el principal Sacramento para sus vidas es la Eucaristía y que todo el valor que ustedes le puedan dar a ella representa, en estos tiempos, una fe incalculable.

Ahora, haré posar Mi Iglesia Celestial sobre sus almas. Quiero que se arrodillen y vayamos al encuentro de Mi Iglesia.

Vean a los ángeles descender del Cielo y traer en sus corazones la Gloria de Dios, para que esta sea expresada desde las alturas en todos los seres de buena voluntad.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús está pidiendo que cuatro Auxiliadoras de la Divina Misericordia coloquen las cuatro cestas de comunión que hay en el Altar.

 

Mientras Mi Iglesia se abre para todos, llegó el momento de la gran invocación, porque Aquél que está en los Cielos y nos da la vida eterna, por siempre debe ser alabado y honrado.

Poderoso es Su Amor. Grandiosa es Su Misericordia.

Dichosos todos aquellos que se unen a Su Fuente Primordial.

Mientras los ángeles se aproximan a Mi Iglesia, alabaremos a Dios y a su Santo Nombre, en las palabras sagradas del Kodoish melódico. Todos canten de corazón mientras las puertas se abren, para revelar el misterio de Mi santa Iglesia Celestial.

 

Canción: Kodoish melódico.

 

Esta Iglesia Celestial está basada en un gran tesoro del Padre, el Arca de la Santa Alianza, que guarda las mayores experiencias de amor vividas desde el principio de esta creación.

El Arca representa la síntesis de todo lo creado y en ella se expresan los Dones de Dios, entregados por el Santo Padre a las diferentes humanidades.

Este es el Arca que es contemplada por los seres celestes y por todos los ángeles del cielo que participan de esta comunión perpetua con este símbolo sagrado de Dios.

Vean también dentro de ella, el Santo Grial, instrumento fiel que estuvo entre Mis Manos, durante la última cena, cuando Yo pude instituir una alianza inquebrantable entre los hombres y Dios.

Santo es el Todopoderoso que ha permitido que, estas reliquias que provienen del universo y de la Tierra, sean guardadas en la Santa Arca.

Los fieles patriarcas de la historia de su humanidad, tuvieron contacto con este símbolo espiritual, para que supieran cómo alcanzar la unión con la esencia espiritual de Dios, algo que se guarda en Su infinito Corazón y que es altamente invisible.

Cuatro ángeles custodian la Santa Arca para que sea protegida y al mismo tiempo adorada, porque Dios guardó dentro de ella los instrumentos espirituales y también inmateriales, que Él utilizó para generar la Creación, que son sus más profundos Dones, Sus deseos puros y verdaderos de que exista en este universo una sagrada humanidad que lo pueda amar mucho más de lo que Él ama a toda la Creación. Por eso, Yo vine al mundo, para extender el misterio de esta Santa Arca, a través de Mi encarnación en la Tierra, como uno de los principales Aspectos de Dios, a través del Amor-Sabiduría.

Esta Arca también fue colmada por Mi Sacrificio en la Cruz y en cada paso de Mi Pasión.

De esta Arca brotó el nuevo conocimiento para el hombre de superficie, porque cuando Mi Sangre fue derramada, los santos ángeles, a los pies de la cruz, recogieron Mi Sangre para ser espiritualmente depositada dentro de esta Arca que guarda la historia de esta Creación y que solo Dios y los arcángeles conocen.

¿Por qué hoy les revelo esto?, amables amigos míos, es para que sus espíritus, que han sido víctimas del sufrimiento y también de muchos errores cometidos a través de los tiempos, puedan ser bañados con la esencia divina de la Santa Arca, y así pueda surgir una nueva oportunidad que será inexplicable para sus vidas, en los próximos seis meses.

Si esta aspiración de Dios, que Él derrama hoy a través de Su amado Hijo, aquí presente, entregándoles la revelación de esta Santa Arca y, si toda la aspiración y el proyecto pensado para esta Sagrada Semana, fuera verdaderamente considerado por sus corazones y valorado como nunca antes han valorado nada, podría decir, que al menos una parte del mundo no temblará.

Si su confianza fuera plena en este misterio de la Santa Arca, guardado en el centro de la Iglesia espiritual de Dios, las almas podrán recibir una Gracia máxima que nunca recibieron, para que sus consciencias y la vida planetaria sean regeneradas en este tiempo final.

Esta Sagrada Arca, contemplada y adorada por los ángeles del Cielo, es custodiada por dos Menorah. Cuando las catorce velas encendidas en los dos Menorah se consuman completamente, después de estos siete días Conmigo, del universo llegará un gran anuncio a la humanidad, para que muchos más puedan despertar y responder al Llamado de Dios, uniéndose como una única raza y reconstruyendo las bases de la consciencia planetaria para que, finalmente, surjan los primeros impulsos de una Nueva Humanidad.

La Iglesia Celestial es permeada por la Sagrada Presencia de la Santa Arca para que la alianza entre las almas y Dios se pueda vivificar en estos tiempos, y despierten nuevos patrones en la conducta de la humanidad.

Ahora sacramentaremos los elementos colocados en el altar para que sean fuente de salvación para las almas.

Pueden sentarse.

El Señor Dios Todopoderoso, se hizo pequeño e insignificante a través de Su Hijo, y Su Hijo, al mismo tiempo, se hizo más pequeño y humilde entre los humildes, para que muchos pudieran alcanzar la luz y la redención. En este misterio que hoy les revelo, el pan y el vino representan el esfuerzo de los hombres de la Tierra, para generar en sí, los méritos de poder ingresar, en la Fuente de la Vida Divina.

Valiosos son los sacrificios ofertados en el Altar de Nuestro Padre porque, por más pequeños que parezcan, lo que Dios contempla, a través de los sacrificios, es el absoluto amor que cada alma puede entregar con cada nuevo paso que da.

Por eso, el pan y el vino, convertidos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, representan para las almas de la Tierra una gran Fuente de Sabiduría eterna y la posibilidad de encarnar en sí, con mucha fe, los Dones del Creador. Por eso, los ángeles participan en este momento y de esta transustanciación, para que la vida, toda vida humana, también reciba esta transfiguración de sus células, así como vuestro Señor, Jesús el Cristo, se transfiguró en el Monte Tabor, para revelar al mundo quién era Él en verdad, en esencia y en espíritu.

Ustedes también, compañeros, tienen una esencia verdadera que es atacada por Mi adversario. Por eso, Yo vengo del Cielo para poder apartar de sus vidas, todo lo que los separa de Mi camino, porque al final de todo, lo que Yo deseo profundamente es que se amen los unos a los otros, de la misma forma que Yo los amo a través de Dios. Que así sea.

Hoy sus Ángeles de la Guarda participan de este momento. Alegren sus corazones y sonrían a la vida que Dios les entregó, para que Mis Misericordias puedan seguir siendo derramadas en el mundo entero y de esa forma las guerras terminen, los conflictos cesen y el triunfo de Mi Corazón se concrete en la humanidad. ¡Aleluya, Aleluya!

Yo bendigo estos elementos para demostrarles el testimonio de Mi Amor por la humanidad. Bienaventurados los que participan de este encuentro, porque estarán entregando a Dios Mi dolorosa Pasión por la salvación de este planeta, de sus continentes y océanos, de todo lo que fue creado desde el principio, desde los minerales, vegetales, animales y todo ser viviente que vibra en este universo, como portador de la paz.

Los códigos que Yo derramé en la Última Cena están guardados en la Santa Arca. Dichosos sean los que la contemplan de corazón, porque sentirán en sí la nueva vida.

Mientras Mi Iglesia se muestra al mundo para que la espiritualidad en la humanidad sea restaurada, hoy quiero que ofrezcan a Dios un cántico originado en esta Comunidad, que ha dado muchos frutos. Este cántico revela un misterio, la simplicidad de estar unidos a Dios en la trascendencia de sus seres.

Hoy quisiera que todos los consagrados de las Comunidades-Luz, los Guardianes y Vigilantes, llamados Residentes-Luz, se acerquen a este altar, para cantarme este cántico que será llevado a Dios. También pueden estar aquí los Misioneros.

Enciendan las llamas de amor en sus corazones, porque este momento es único para el mundo y no podré decirles, cuántas veces más se repetirá, porque la Tierra y toda su raza, está en su gran auge de purificación, intentando ser llevada a las puertas de la redención.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Vamos a cantar, a pedido de Nuestro Señor, "Sopro do Espírito".

 

Quisiera decirle a los Residentes-Luz, que ellos representan para Mí, las semillas de los nuevos patrones para esta humanidad, que estando en su sufrimiento se ha apartado del amor. Hoy, a ustedes, queridos guardianes de Mis Centros de Amor, les doy la bendición, para calmar sus corazones y alegrar sus espíritus por este sagrado reencuentro.

Tengan fe, porque Yo estoy más cerca de lo que parece.

En nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantemos con alegría.


Canción: "Sopro do Espírito"

 

Si algún día pierden la esperanza, recuerden que esta canción los aproxima al Cosmos y al Infinito, a lo profundo de sus esencias, para que se pueda concretar la Sagrada Voluntad de Dios en todas Sus criaturas.

Yo los bendigo por la autoridad Celestial que el Todopoderoso Me concedió como Su Primogénito en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy, las santas madres consagradas vengan aquí y póstrense ante Mi Altar.

Como a las santas mujeres de Jerusalén, Yo les entregaré Mi Legado para este tiempo definitivo.

Póstrense y vivan junto a Mi Madre Santísima, que hoy ha venido Conmigo, la Comunión Eterna, para concelebrar esta ceremonia con ustedes.

Arrodíllense los que puedan en el suelo, como los ángeles, por lo menos por un tiempo; así entrarán en el Universo de Mi Corazón para participar de esta Eucaristía que nuevamente vengo a renovar en este Jueves Santo.

Quisiera que las santas madres tuvieran una vela encendida para adorarme, así como las tuvieron ayer en unión a Mi Corazón de Luz.

Hoy el Cenáculo se establece en este lugar, el Cenáculo Espiritual que concibió y permitió la manifestación de la Santa Comunión, a través de Mi Cuerpo y de Mi Sangre en el pan y en el vino.

Dichosos de aquellos que saben celebrar esto, que se arrepientan y se humillen ante el Maestro de los maestros, porque podrán ser consciencias nuevas, almas en rehabilitación y paz, espíritus congregados por Mí de diferentes puntos del Universo que llevarán Mi estandarte de Paz, así como lleva Mi Corazón Glorificado para los cuatro puntos de la Tierra.

Alégrense y vivan Mi Comunión eterna, la renovación de sus votos en el Plan del Creador delante de un tiempo de crisis.

Antes de encender las velas quisiera bendecirlas para que ellas estuvieran purificadas, pues Mi Espíritu vive en la pureza, así como Yo los introduzco a todos en Mi Espíritu de Paz, para que trabajen su sublimación.

Estoy preparando una ceremonia para ustedes. Estén atentos a lo que hago, porque es único para este tiempo y para todos los corazones de la Tierra.

Renovaremos esta mesa sagrada con ofertas que me han hecho, desde sus corazones para el Mío.

Estén en adoración como está Mi Madre, postrada a Mis Pies, orando por el mundo en Su magnífica Santidad.

Agua bendita, por favor…

Sigan las instrucciones que Yo les estoy dando para que la Ceremonia sea perfecta, en el Cielo como en la Tierra, en sus almas como en sus cuerpos, en esta institución que Yo hago de los Códigos de Mi Luz en cada uno de los elementos.

Si las madres pueden venir aquí, por favor...

Con esta vela que Yo les entrego rezarán por trece días después de las Pascuas, para que Mi Corazón pueda ser más glorificado en el mundo, especialmente por las almas que deban despertar y que se pierden.

Así lo harán junto a Mi Madre, cada vez que enciendan esta vela, en conmemoración a Mi Corazón Misericordioso. Especialmente lo harán por aquellos, sus hijos espirituales, que deben ser cuidados por su maternidad, así como Mi Madre cuida a todos Sus hijos hasta el fin de los tiempos.

Queridas madres, den ese testimonio de perseverancia y de amor, para que sus hijos caminen así como ustedes caminan.

Ahora colóquense en semicírculo de un extremo al otro de la mesa.

Cada una, en su interior, emitirá una oferta a Mi Corazón, por la humanidad, la cual Yo acogeré con plenitud, para que sea transformada por Mi Misericordia y por Mi Paz.

Las escucho en el silencio.

Coloquen su mano izquierda sobre el corazón, madres y, emitan esa petición a su Esposo Celestial.

Ante la Divinidad de María, fúndanse con Mi Corazón y restablezcan Mi Legado en el mundo para todas las criaturas que encuentren en sus caminos y que necesiten de mucha ayuda para soportar la transición.

Así como Yo reuní a los doce en el Cenáculo, así reuní a las mujeres de Jerusalén, en la Comunión Espiritual con Mi Cuerpo y Mi Divina Sangre.

Reunidas con María todas comulgaron y se prepararon para enfrentar la Pasión del Señor y así Me ayudaron a soportar las crueldades del mundo, las injusticias del hombre y la omisión de los corazones, fases que podrían vivir en estos tiempos, madres. Pero en la plenitud del Inmaculado Corazón de María, su Gobernanta y Comandante, todo superará por el potentísimo Fuego del Amor y de la Paz, en Perdón y Misericordia.

Ahora, detrás de las madres, estarán los sacerdotes para que concelebren Conmigo esta renovación Eucarística.

Hagan todo en armonía, porque Yo estoy donando un tiempo especial para ustedes y para el mundo, y con suma importancia para este lugar.

Cuando ya estén los sacerdotes, podré proseguir con esta celebración y este Cenáculo.

Traigan a Mí el incienso y el agua bendita de nuevo, para que pueda purificar esta mesa.

Ahora compañeros, a los pies de este escenario, se colocaran los residentes consagrados de las Comunidades Luz y acompañarán Conmigo esta Consagración, así como Yo los consagro a Mi Padre Eterno.

Estamos preparando la mesa para este Sagrado Sacramento.

Vamos a cantar juntos Kyrie Eleison.

Kyrie Eleison...
 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Podemos ponernos de rodillas, las madres y los consagrados también.

 

Vamos a prepararnos, compañeros, para la divinización de estos elementos.

Agua, Sangre, Vida y Redención que brotaron del bendito Corazón herido de Jesús, 

ten piedad, misericordia y compasión por todos nosotros, Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Jesús dice que escuchemos "Así habló el Maestro".

Las madres podrán venir a lavarse las manos.

Jesús dice que hay que traer otra jarra de agua.

 

Con esta agua Yo purifico sus sentimientos y sublimo sus ideas. Con ella bautizo a los humildes y elevo a los simples, uno a los puros con Dios, santifico a los que se consagran, elevo a los pequeños hacia el Reino de Dios; perdono y curo a los que siempre Me han buscado, encuentro en los servidores, la Paz, trasciendo a todos hacia Mi Reino, vivo el sacrificio de los que recién comienzan, Me presento en los corazones abiertos, Me vivifico en los que sufren. Me elevo en los que oran Conmigo, curo en los que Me buscan, Me sirvo en los que se dan, los libero en el poder del silencio.

En aquel tiempo, compañeros, las santas mujeres comulgaron Conmigo. De la misma forma que Yo lo hice con los doce, con Mi Santa Madre lo hicieron para instituir el poder de la maternidad, a través de los tiempos, la infinita obra del amor y de la caridad para todos los corazones caídos y perdidos.

Por eso María, en Su santa bondad, en vez de tomar un Cáliz con vino, tomó entre Sus manos un Cáliz con agua, lo elevó en el nombre del Poder de Su Hijo, para instituir la liberación del mal del planeta y la redención de las almas, a través de Su infinita caridad.

Y en aquel tiempo, en el Cenáculo silencioso de María, elevó el Cáliz en el Nombre de la Pasión de su Hijo, agradeció a Dios por ese sacrificio que viviría el Primogénito de Dios y siendo el Cáliz santificado por los ángeles de todo el Universo y en su santa visión y locución interior dijo:

Hijas Mías, tomen y beban de este poderoso Sacrificio que derramará Mi Hijo por ustedes y por todos los hombres, para el perdón de los pecados. Hagan esto por vuestra santidad y la santidad de todos los seres de la Tierra hasta el tiempo en que Él retorne al mundo, por segunda vez. Beban de la sangre Preciosa que es derramada por el Cordero de Dios. Purifiquen vuestros cuerpos con la infusión de Su Espíritu Divino, que los acoge en Su Purísimo Corazón. Beban de la Humildad que el propio Padre manifestó a través de Su Corazón, del Corazón de Su Hijo.

No pierdan tiempo, porque así como Él vierte Su Sangre, Él derrama Su Misericordia hasta el fin de los tiempos. Beban, hijas Mías del Código perfecto de la redención y nutran sus esencias con la divina Pasión de Mi Hijo.

De la misma forma Yo lo hice con los doce, cuando elevé el Cáliz de la Redención y de la Paz por todos los ultrajes del mundo y les dije a Mis compañeros como les digo hoy a ustedes:

“Tomen y beban todos de él porque esta es Mi Sangre que los elevará al Cielo y los purificará en espíritu”. Beban y no teman porque Mi Luz se hará visible en sus corazones.

Confíen en lo que Yo he derramado por el mundo entero. Confíen y amen así como Yo amé cuando derramé cada gota de Sangre por las almas de aquel tiempo y de los tiempos de hoy.

Arrepiéntanse de todo corazón y no perderán el camino que Yo he venido a encomendar para sus vidas, ante los ángeles del Cielo, que hoy se congregan para hacer resplandecer la Tierra por los siglos de los siglos.

Así María, entre Sus Santas Mujeres, tomó el pan, lo elevó en el Nombre poderoso de Su Hijo y de todos los Reinos Celestiales, pidiendo al Creador, Adonai, que se convirtiera en el Cuerpo precioso de Su Hijo y en la Comunión Espiritual con todas las almas de la Tierra.

En ese mismo instante su Maestro y Redentor también elevó el pan, instituyendo la Eucaristía en la Presencia de la Santísima Trinidad, lo partió y dijo en la humildad de Su Corazón, como dijo María, coman hijas Mías, este es el Cuerpo del Señor, que en nombre de todos se entrega para establecer el perdón de los pecados. Coman y vivan antes de Mi hora, la Pasión del Cordero de Dios. Coman y renueven sus votos con Dios, el Creador.

Y así compañeros, antes de Mi Muerte dejé para el mundo Mi mayor testimonio de amor por aquellos que Me entregarían a través de los tiempos, por sus indiferencias, ultrajes y, por los castigos a los inocentes.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Gracias Jesucristo por cuánto nos das.

Después, compañeros, harán comulgar a todos sus hermanos de esta bendición sacratísima que hoy Mi Corazón ha realizado para todos los presentes.

Me elevo en oración y vigilia hasta el momento de Mi Cruz.

Aparición de Cristo Jesús Glorificado en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón, para el Sagrado Llamado

Hermanos Míos:

Quisiera que hoy, después de lo que escucharán, comprendieran Mi aspiración profunda de que la Obra de Dios se realice en todo este planeta y en toda esta sagrada humanidad.

Por eso, compañeros, dejo Mi más profundo sentir a cada uno de ustedes. Les dejo este mensaje especial como una salida y una posibilidad de retomar el camino que muchas almas perdieron al separarse de la Creación de Dios.

Por eso, hermanos Míos, suceden todas estas cosas en los tiempos de hoy, y esto no permite que los corazones se arrepientan para poder volver a retomar el camino que perdieron de vista completamente.

Hoy ofrezcan a Mi Corazón la más cálida intención de transformar todas las cosas, porque así harán feliz al Corazón de vuestro Padre, ante tantas crueldades que hieren el Corazón de Dios.

Yo les traigo en este tiempo la promesa, la promesa renovadora de Mi Retorno.

Yo les traigo la paz, les traigo el bien, les traigo la Misericordia.

Ahora, ofrezcan, en este altar, el amor a Mi Corazón. Eso es lo que vengo a buscar de cada uno.

Quien no ame verdaderamente, en este tiempo, no se podrá transformar. Amen como nunca han amado, así vuestras mentes se liberarán de todo juicio. Mientras no amen, estarán perturbados. Amen todos los días e inténtenlo, porque así Yo los podré ayudar a conquistar niveles superiores de amor que son desconocidos por el mundo. 

Es ese amor por todas las cosas de Dios que hará libre al mundo de todos sus pecados y las almas podrán volver a conquistar el Reino de Dios que se separó de la Tierra por la injusticia de los hombres, por la falta de amor.

Piensen en lo que les digo. No les pido cosas imposibles, sino todo aquello que está a vuestro alcance.

En la Comunión, Me pueden ofrecer vuestro amor. Pero en vuestro día a día, ofrezcan a vuestro Rey, el amor por vuestros hermanos para que el mal sea extirpado de la célula de la humanidad.

Y ahora, frente a Mis Designios Celestiales, traigan a vuestras memorias el momento anterior a Mi Pasión, en el que Yo Me reuní con cada uno de ustedes en Espíritu de omnipresencia y de verdad, para traer al mundo la resurrección espiritual de todas las almas caídas, a través de la institución gloriosa y positiva de Mi Sangre y de Mi Cuerpo, elementos sagrados que conforman la unión perfecta entre las criaturas y Dios, entre el Cielo y la Tierra, entre las dimensiones y los portales. Recuerden este ministerio y alegren vuestros corazones por estar resucitando a la vida espiritual.

En nombre de la sangre inocente que ha corrido por este planeta en los tiempos de hoy, ofrezcan a Dios la institución de Mi Sangre preciosa como símbolo de reparación y de justicia ante todos los pecados del mundo.

Ofrezcan la institución de Mi Cuerpo, presente en el pan de Vida, como la reparación total y absoluta de todas las causas que han degenerado a la humanidad a través de los tiempos. Ofrezcan a Dios vuestro perdón y reconciliación.

Los escucho.

Nunca olviden, compañeros, que el Amor de Dios triunfará.

Yo los bendigo en nombre del Reino de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vayan en paz. Vivan la paz. Sean la paz en estos tiempos de purificación.

Ahora y siempre les agradezco.

Sigan cantando.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

El Maestro, para poder sintetizar un poco lo que Él nos quiso decir, quiere que nosotros difundamos, como una forma de reparación y de equilibrio, aquello que la humanidad no conoce y no valora ampliamente, que son el Reino Mineral, el Reino Vegetal, el Reino Animal y el Reino Humano.

El Maestro hoy nos decía, a través de este mensaje durante la Aparición, que Él encontró, a través de la Federación Humanitaria, de la Red-Luz y de las Comunidades, las condiciones necesarias para que esos valores puedan ser retransmitidos al planeta. 

Si eso fuera así, Él dice que todo aquello que es generado en contra de la Creación se equilibraría, y que la fraternidad, como esencia y como atributo, si fuera transmitida y vivida por todos, impediría muchos acontecimientos futuros.

Era algo que Él aclaraba muy bien, en ese momento de la Aparición. Así es que Él nos llama a todos a trabajar por ese Plan de Dios y por esa Creación y que, a través de este medio de difusión que es Misericordia María TV, puedan ser difundidos esos valores a la Creación, para que la humanidad pueda motivarse a reconstruir el planeta. La base de todo esto, decía Cristo, es el amor.

Agradecemos a todos los presentes y a los que nos acompañaron en este encuentro con Cristo Jesús.

Y por todas estas Gracias: ¡gracias Señor por cuanto nos das!

 

Ese mismo día, antes de la Aparición, Fray Elías del Sagrado Corazón recibió el siguiente mensaje mensual de Cristo Jesús:

https://www.mensajerosdivinos.org/es/mensaje-de-cristo-jesus/viernes-20-de-noviembre-de-2015-0

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

Contacto