Apariciones extraordinarias
APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Una historia está escrita en los Espejos del Cielo, una historia que hoy les corresponde saber. Es la Voluntad, pero también es el impulso de su gran despertar, del despertar de la consciencia que todas las criaturas de la Tierra deben vivir, aunque estemos en un tiempo de transición.

En los Espejos que Yo rijo en el universo está depositada la Voluntad de Dios y, por medio de esa Voluntad, están escritas Sus más ardientes aspiraciones. Una de esas aspiraciones, hijos Míos, es que la humanidad sea retirada de la ilusión, de una ilusión mundial, para que ingrese en la Verdad Celestial, en lo que llamamos “despertar de la consciencia”.

Si hoy ustedes llegaron hasta aquí y otros llegaron después, es porque ya comenzaron el camino hacia el gran despertar, hacia el descubrimiento de su verdadero ser interior, que les permite día a día salir de las apariencias y de las ilusiones. Que todos ustedes tengan la Gracia de conocer sus esencias y de saber que son parte de un gran sistema de comunicación universal, sistema que el planeta integra.

Hoy, los quiero llevar a través de Mi Consciencia Divina hacia esos espacios. Quiero que, al igual que su Madre Celeste, solo contemplen en reverencia y en solemnidad la gran red de los Espejos sutiles del universo, del cual una parte de su ser forma parte.

Es hacia ese origen que hoy deben retornar, porque retornando hacia sus orígenes permitirán, hijos Míos, que la consciencia de la humanidad sea elevada y transmutada. Permitirán que los sufrimientos, las angustias y todos los conflictos del mundo sean disueltos por la Luz espiritual de Mis Espejos, que pueden descender a sus vidas por medio de una sincera y verdadera oración.

Hoy, este gran sistema de comunicación universal está latente y presente en este momento sobre el mundo, lo que ustedes llaman órbita de la Tierra, para que esta humanidad sea ayudada y aliviada, para que el alma de su planeta sea retirada del infierno en el cual vive en este tiempo.

No se olviden, hijos Míos, que Mi Hijo y Su Madre Celeste estuvieron encarnados aquí y que somos parte de esta humanidad, somos grandes Consciencias universales que comprenden a la condición humana y que trabajan todos los días por sublimar esa condición inferior por medio de las grandes llaves del Amor, de la Misericordia y de la Paz.

Quiero que ingresen Conmigo a tres Espejos específicos que hoy les revelo a ustedes, a sus almas y a sus seres internos, que son los Espejos del Amor, de la Paz y de la Sabiduría.

Por un momento, abran sus ojos internos, sientan sus sentidos internos y contemplen el Propósito de Dios que, por medio de ustedes, aún debe ser revelado y construido.

En esos Espejos se encuentra una parte de sus existencias, de sus orígenes, de su trayectoria universal. Pueden percibir que no son solo materia, que lo verdadero es su espíritu unido al Espíritu Divino de Dios. Pueden percibir, en este momento, cómo a través de una simple pero amorosa sintonía Conmigo, ustedes pueden llegar a Dios y conocer desde su interior el Propósito que Él tiene para cada uno de ustedes.

Hoy, hago retornar a sus esencias hacia los grandes Espejos de la Creación, fundamentados por el Espejo de la Unidad. Que sean el Amor, la Paz y la Sabiduría los que los lleven a construir, dentro y fuera de ustedes, la Sagrada Unidad.

Todos ustedes ya caminaron tanto por este universo. ¡Cuántas experiencias están registradas en los Espejos de la Creación! ¡Cuánta trayectoria vivieron a través de los tiempos, de las épocas y de las generaciones! ¿Y aún aspiran por su despertar?, para que de una vez y para siempre reconozcan que no solo son lo imperfecto, sino que, dentro de ustedes, en lo más profundo de la esencia de cada ser, existe la Perfección de Dios que fue pensada por el propio Padre Eterno antes del surgimiento de la Creación.

¿Se animan a amar cada vez más el misterio?, para que el misterio se convierta algún día en revelación y los sagrados secretos sean develados, para que las almas puedan despertar y saber que, más allá de todo, cada uno de ustedes tienen un propósito y una misión que cumplir en esta vida y en la próxima.

Trabajen por eso todos los días, esfuércense por eso todos los días, porque el Reino de Dios se aproxima y el Sagrado Rey del Universo volverá a encontrarlos, cara a cara, y les pedirá los talentos que Él les dejó en el corazón. Que estos talentos, en este tiempo crucial de la humanidad, se conviertan en virtudes, en acciones concretas, en la expresión del Amor mayor de Dios en todas las situaciones y circunstancias para que, cada día más, hijos Míos, entre ustedes aprendan a amar.

Por eso, Dios aún espera que, por su servicio, por su entrega y obediencia al Plan del Creador conozcan Su Voluntad, que debe ser voluntad en ustedes en los tres planos de la manifestación: material, mental y espiritual.

Muchos, con el esfuerzo que viven en este tiempo, con la dedicación a la vida de oración y al servicio a los semejantes como a los Reinos de la Naturaleza, se están aproximando hacia esa verdad escrita en la historia de los Espejos; porque allí sus espíritus vivirán la síntesis y encontrarán el sentido y la razón de haber venido aquí, a la Tierra, para vivir esta escuela de perdón y de redención.

Por eso, hoy les digo, hijos Míos, que muchos de ustedes cuentan con recintos sagrados que están presentes a lo largo de las Américas, recintos en donde palpitan los diferentes Propósitos de Dios, no solo para este planeta, sino también para todas las almas de la humanidad.

Tarde o temprano, las consciencias se enfrentarán a la Voluntad de Dios y tendrán un solo instante para decidir qué camino tomarán.

Pero hoy, no solo vengo por ustedes para que sigan caminando hacia esa Voluntad y hacia ese Propósito para que el gran despertar sea más real en cada uno de ustedes, sino también vengo como Madre del Mundo, por todos los que perdieron el camino hacia el Propósito, por los más perdidos.

En este tiempo de tribulación, brilla sobre la superficie de la Tierra un punto de Luz del Tercer Orden de la Hermandad, que después de 33 años se ha hecho realidad. Que brille en sus pechos la Sagrada Estrella de la unión divina entre el Cielo y la Tierra, entre las almas y Dios, entre los servidores y las Jerarquías.

Lleven en ustedes un sentimiento de verdadera concreción, no solo de su camino de redención, sino también de concreción del Plan Divino, por medio de todos los que alguna vez se autoconvocaron para responder a este llamado de la Hermandad.

Quiero decirles, Mis amados hijos, que la mirada amorosa y compasiva de las Jerarquías, en este momento está sobre ustedes y, en especial, sobre este herido y ultrajado planeta. 

¿Quién se animará, junto con Nosotros, a ir al rescate de la esencia de este planeta y de esta humanidad?

¿Quién se animará, junto a Mí, a escuchar el grito del alma de la Tierra, sometida y esclavizada por los seres humanos, por los que ultrajan a la Creación?

Que sus oraciones y todos sus servicios, en los próximos tiempos, enmienden los errores que hoy se están viviendo y, sobre todo, las graves causas climáticas que hoy vive el planeta.

No dejen ni un momento de orar, aunque vean en los próximos tiempos el cielo oscuro o aun la luna revestida de sangre. No vean los horrores ni escuchen los gritos de la desesperación de muchas naciones.

Eleven sus corazones hacia Dios y clamen con el poder del Verbo Divino. Que sus palabras no solo sean palabras, que sus oraciones sean decretos en los momentos de mayor tribulación, que sus corazones ardan en el amor al servicio para que muchas almas más tengan una última oportunidad.

Esto es lo que hoy emiten los Espejos del Amor, de la Paz y de la Sabiduría, Espejos que no solo les recuerdan sus orígenes, en donde existe el principio de su armonía y de su equilibrio, sino también Espejos que hoy les revelan la verdadera situación de la humanidad, en donde el mal ha conquistado a muchos corazones.

Porque si alguna vez fueran golpeados, así como Mi Hijo fue golpeado, levántense. Porque si alguna vez fueran humillados, no respondan y agradezcan a Dios. Siempre practiquen el bien, porque en el bien encontrarán la paz y la certeza de estar sirviendo a Dios, a pesar de las consecuencias.

Hoy, extiendo Mis brazos hacia el mundo herido. Hoy, abro Mi Manto para que todos Mis hijos, los despiertos y los no despiertos, puedan estar debajo de Mí, bajo Mi Luz espiritual y maternal.

Desde hace 33 años, desde que comenzó 1988, la Jerarquía esperaba por este momento, que una Fraternidad unida estuviera presente en los tres planos de consciencia. Hoy, se completa esta gran triangulación espiritual, la Hermandad de lo Divino, la Hermandad del Universo y la Hermandad sobre la superficie de la Tierra, preparada para enfrentar el último momento del Armagedón, la gran y última batalla entre la Luz y la oscuridad.

También rezo, a partir de este día, para que todos Mis hijos, todas las consciencias posibles, puedan tener la Gracia de reconocer el Retorno de Cristo, que no vendrá como muchos piensan, pero sí llegará de una forma indescriptible y diría hasta desconocida, porque nadie ha visto y nadie sabe cómo Él llegará, pero sí los corazones sentirán Su llegada en lo más profundo de su ser. En esa hora, a pesar de dónde se encuentren o de dónde estén, saldrán caminando hacia el encuentro del Retorno de Cristo y muchos escucharán sobre Su llegada.

Pero presten atención para no confundirse. Muchos usarán ese momento para beneficiarse. El verdadero Retorno de Cristo es aquel que solo se sentirá en el corazón. Si sus corazones no sienten el Retorno de Cristo es porque no será Mi Hijo, sino que serán otros los que se nombrarán como Jesús.

Pero aquellos que tuvieron la Gracia, en estos últimos ocho años, de Su Presencia en esta Obra de la Misericordia de Dios, ya aprendieron a reconocer a Cristo como una sagrada vibración espiritual que los lleva a la paz y a sentir Su ardiente Amor. En Sus Palabras siempre encontrarán la fuerza, en Sus Sacramentos siempre encontrarán la salvación.

Por más que sean tiempos difíciles nunca pierdan la fe, porque si llegaron hasta aquí, Mis amados, ¿cuánto más podrán hacer en el fin de estos tiempos? Él murió por ustedes para darles vida eterna, porque en Él todo siempre será renovado, tengan certeza de esto.

Como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad de Aurora, hoy Me despido y, después de catorce años, nuevamente estoy aquí para estar cerca de todos Mis hijos, para llevarles la cura del corazón de Aurora que siempre podrá brillar en su interior si solo confían en la Luz de Aurora.

Reconozcamos la Gracia de Dios en este momento y, tan solo por un instante, veamos, hijos Míos, todo lo que ha sido construido a través del esfuerzo y de la entrega y, principalmente, todo lo que cambiaron sus vidas hasta el presente. Crean en el poder del Amor de Cristo para que todo sea renovado, aunque parezca imposible en estos tiempos.

Hoy, bendigo al planeta; bendigo a los continentes, especialmente a todas las regiones que sufren las catástrofes de estos tiempos; a todos los que se exilian y se refugian en otros lugares del mundo, escapando de las guerras, del maltrato, de la sangre. Hoy, derramo Mi Luz sobre todos los que están enfermos, perdidos, olvidados, descartados, empobrecidos y miserables.

Que esta Luz de Aurora, que han recibido a través de estos años por un acto de verdadero Amor y de Misericordia, sea depositada en los lugares que más lo necesitan. Que esta familia espiritual bendiga a las familias del mundo para que, de una vez y para siempre, en este horizonte de la Creación, despunte la Nueva Humanidad, despierte la Nueva Humanidad, surja la Nueva Humanidad.

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Me retiro de aquí, escuchando una poesía que han hecho para Mi Corazón. Que esta poesía, que hoy escucharán por medio de una canción, los confirme a Mi Corazón para siempre.

Les estoy muy agradecida.

Hasta pronto.

APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En esta noche, queridos hijos, he demorado en llegar aquí, a este sagrado lugar, por el motivo de que su Madre Celeste, a través de sus oraciones y canciones, ha ayudado a las almas del mundo entero que recientemente desencarnaron y partieron del plano físico hacia otras escuelas del Universo.

Esas almas estaban en sufrimiento por el motivo de que ellas no llevaban algo muy fundamental e importante para estos tiempos, que es el Escapulario de la Paz. Ese sagrado instrumento de Dios que una vez, en Aurora, Yo les revelé y les presenté para que todas las almas del mundo, todos los corazones posibles, pudieran llevar ese sagrado instrumento de Dios, que es para estos tiempos definitivos y difíciles, porque el Escapulario de la Paz no solo protege a las almas que parten del plano físico, sino también protege a las almas que aún están encarnadas, viviendo los aprendizajes de la Tierra, viviendo el fin de estos tiempos.

Es con esa misma Gracia y ese mismo Amor que Yo una vez les revelé en Aurora, en el sagrado naranjal de Casa Redención, que en este día, hijos Míos, les vuelvo a presentar el Sagrado Escapulario de la Paz para que sea valorado y reconocido por todos, como una fuente de salvación y un vehículo de protección incluso para el cuerpo físico.

Hoy les traigo entre Mis Manos este sagrado instrumento, este sagrado objeto de Dios, para que den a conocer al mundo la importancia de llevar este instrumento sobre sus cuerpos y sus almas, para que estén protegidos del caos, de la perdición, de la distracción o de cualquier enfermedad.

Por esa razón, hijos Míos, el Santo Escapulario ha sido presentado al mundo en otras apariciones y tiempos. Así como la Sagrada Medalla de la Paz ha impedido calamidades, ha detenido enfermedades, ha rescatado pueblos enteros de cualquier catástrofe, epidemia o destrucción, por el simple hecho, hijos Míos, de que todos Mis queridos hijos han colocado fe y devoción en las promesas de su Madre Celeste.

Este es el tiempo de tener en cuenta los objetos sagrados, por lo que ellos representan y el valor que ellos tienen. Por esa razón, hoy se los vuelvo a traer para que recuerden que estos sagrados instrumentos de Dios, como el Escapulario de la Paz y la Medalla de la Paz de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, son medios por los cuales ustedes estarán amparados por Mi Gracia maternal y suprema, a través de la autoridad que el Padre Celestial Me concedió desde el principio, desde el momento en que Mi Hijo estaba en la Cruz, y Él Me encomendó ser la Madre de la humanidad, ser la Madre de cada uno de ustedes.

Llevando en ustedes el Sagrado Escapulario podrán percibir, hijos Míos, las promesas que Yo he traído al mundo por medio de esos sagrados objetos y que aún están vigentes para toda la humanidad, para todos los pueblos, para todas las razas, en cualquier lugar del planeta, bajo cualquier situación y condición, porque el objeto sagrado, para sus cuerpos, mentes y corazones, es el camino para reforzar la fe del corazón y, sobre todo, la confianza en el Padre Supremo.

Por esa razón, Mi Maternal Corazón y Mi Divina Consciencia tienen una tarea especial a través de los objetos sagrados.

Este es el tiempo de volver a renovarlos y de volver a reconocerlos, con el poder de la Gracia que ellos recibieron para todas las almas necesitadas de salvación, de redención y de cura.

Como en los tiempos anteriores de la Tierra, como en los momentos culminantes de la humanidad, tan semejantes a este tiempo, la Madre de Dios, la Señora del Divino y Santo Escapulario, la Señora del Carmen, hoy se presenta al mundo para que Sus hijos recuerden estas Gracias que una vez fueron entregadas al mundo, para su liberación y salvación.

Cada objeto sagrado que es entregado al mundo son millones de Gracias, promesas, victorias y triunfos espirituales que las almas reciben al tomar contacto con ellos. Pero el objeto es un medio y un camino para encontrar la Fuente de la salvación, de la cura y de la liberación. La devoción de ustedes debe estar en la Fuente, en la Fuente de Dios, que es inmaterial y divina, la Fuente que concibió y concedió para el mundo todas las Gracias que los corazones necesitan para este momento final.

Así como la oración, en este momento, es preciosamente escuchada por el Padre de parte de todos los corazones de la Tierra, también, hijos Míos, los sagrados objetos traen para ustedes, internos y espirituales impulsos que necesitan en este momento para que sus consciencias estén dentro del discernimiento y de la sabiduría necesaria, para saber actuar con cautela, protección y seguridad, para que siempre puedan encontrar la verdad y no se confundan con las apariencias, con todo lo que informa el mundo.

Por medio de los objetos sagrados y en este día del Santo Escapulario, ustedes, hijos Míos, podrán elevar sus consciencias, podrán alcanzar otra dimensión y otra realidad, lejos del caos, de la adversidad y de toda confusión que, en este tiempo, es difundida en el mundo entero.

Cientos de ángeles, que hoy están Conmigo y también llevan el Escapulario de la Paz, esperan que más hijos Míos se coloquen el Santo Escapulario, el sagrado objeto de Dios, sobre sus cuerpos y almas, para que las Gracias inmateriales desciendan en este plano físico y traigan a los corazones toda la paz.

Mientras escuchan Mis Palabras, les pido que mediten, que reflexionen y que perciban el sentido oculto de todo lo que les digo, para que sus consciencias se puedan expandir y puedan tener la misma visión y el mismo discernimiento que, en este momento, les transmite su Madre Celeste.

También vengo en esta noche con un pedido: que todos Mis hijos den valor a los sagrados objetos que, hasta hoy, fueron entregados al mundo por medio de estas apariciones y de otras apariciones de su Madre Divina a través de los tiempos, porque así la humanidad recibirá la Gracia que necesita, recibirá la ayuda que necesita y será protegida por el Sagrado Manto de la Madre de Dios, en estos tiempos definitivos y difíciles.

Aún Mi Corazón Inmaculado está lleno de Gracias para el mundo, Gracias que quieren ser vertidas en los corazones que se abren para recibirlas. Pero deben aprender, hijos Míos, en estos tiempos, a realizar el ejercicio correcto para recibir esas Gracias que desbordan de Mi Corazón Maternal.

Sus peticiones deben estar bajo el bien común de la humanidad y de todos los que están perdidos, para que también se puedan salvar, para que también puedan despertar. Es momento, hijos Míos, de que sus peticiones y pedidos sean por el planeta, por la humanidad, por la evolución de esta raza, por el cumplimiento del Proyecto Humano de Dios para esta parte del Universo.

Así estarán más cerca de Mí, pidiendo Conmigo al Padre, que nuestras esencias sean una, así como nuestros corazones sean uno en la súplica y en la intención más pura del corazón, para que se cumpla la Divina Voluntad.

Con la llegada de Mi Hijo, durante la próxima Semana Santa, su Madre Celeste y el Castísimo Corazón de San José acompañarán esta próxima sagrada tarea, en la que todos son invitados a participar y acompañar de corazón y de verdad.

Con esto quiero decirles, hijos Míos, como consejo, que dediquen el espacio y el tiempo para esa tarea, y que inviten a sus familias y seres queridos, amigos y conocidos, que aún no han despertado al Llamado de Dios para que, por medio del encuentro de esta próxima Semana Santa, también reciban la Gracia y el despertar que necesitan, para que finalmente se posicionen como servidores del Plan y sus errores sean perdonados, sus pecados sean disueltos y las almas se reenciendan en el amor.

Agradezco, desde ahora, que tomen con seriedad este pedido, así como lo han hecho muchas veces.

Cuando estamos separados en este momento crucial de la humanidad, es que realmente comprobamos, hijos Míos, que bajo la omnipresencia de Dios y la omnipotencia de Dios estamos más unidos que cuando estamos juntos, por medio de estos encuentros.

Pero sigo rezando, con todo Mi Corazón, para que los encuentros y especialmente la situación planetaria se armonicen y se equilibren, y las almas, después de este retiro planetario, retomen con más fuerza y con más fe el cumplimiento con Dios, con Su Voluntad, recapacitando en sus vidas, reviendo sus compromisos y tomando consciencia de que llegó el tiempo del cambio de la consciencia, del gran cambio esperado.

La rectitud y la justicia, que en este momento pueda vivir la humanidad, evitará los grandes acontecimientos del Apocalipsis. Por eso, este momento tiene un sentido aún mayor y más profundo del que ustedes conocen.

Este es el momento de que, en la quietud, en la oración y en el ayuno, será posible rever cada una de sus vidas, cada uno de sus actos, para dar lugar a la Voluntad Divina.

Que así sea.

Con este mensaje y este llamado Me despido y les pido que, con el tiempo que ahora disponen, puedan rever este mensaje para que recuerden lo que les pedí al principio sobre los sagrados objetos de Dios, tan necesarios para las almas del mundo; Gracias, promesas y victorias que llegarán a las almas con la ayuda y la colaboración de los que puedan manifestar estos objetos sagrados, por un simple hecho y un simple propósito, por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón.

Hoy, queridos hijos, los que Me están escuchando a través de este medio no pueden ver lo que estoy haciendo, pero sí pueden sentir lo que estoy diciendo. Es ahí en donde se encuentra la Verdad.

Quiero que, en este momento, mientras Me elevo al Cielo para esperar junto a Mis ángeles, para derramar las promesas y las Gracias a través del Santo Escapulario, Me vean espejada en sus almas con la imagen que cada uno pueda reconocer de la Santísima Madre de Dios. Así, entraremos en comunión espiritual, universal y esencial.

Por medio de la canción, que ahora Me ofrecerán, confirmen sus votos con el Padre Eterno y con Mi amado Hijo.

Escucharemos: “Mirarte a Ti”.

Les agradezco por responder al llamado, por los sagrados objetos de Dios y por la conscientización de sus vidas en este ciclo, para que toda la Cura y la Luz, la Misericordia y el Amor desciendan sobre el mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, vengo a traerle al mundo un Mensaje de Paz y de Alegría. La hora de la Gracia es posible para todos, queridos hijos. 

Dios concede a Sus hijos aquello que le piden; por eso, pido consciencia.  

Yo Soy su Madrecita, la Reina de la Paz, acojan Mis pedidos en sus corazones. Así, podrán estar enseguida en Mis brazos y ver que la seguridad que Yo les prometo es una seguridad celestial, un Amor Materno y Puro que no proviene de este mundo, sino del Universo de Dios.

Por eso, queridos hijos, abran sus brazos para acoger Mis Gracias en sus corazones. Solo a través del centro del corazón, queridos hijos, podrán vivir la Eternidad de Dios, la verdadera promesa de la Nueva Tierra que muchas almas buscan pero que pocos ven, que muchas almas buscan en otros caminos en donde no se encuentra Dios.

Por eso, ustedes que están despiertos, queridos hijos, abran sus ojos para ver la Verdad que Yo les entrego, la Verdad del Amor de Dios, la Simplicidad de Dios y Su grandiosa Humildad en todos los universos.

Si ustedes acogen la Humildad de Dios, queridos hijos, el mundo podrá cambiar la falta de humildad en muchos de Mis hijos de este mundo. 

La gran catástrofe de la humanidad está trayendo grandes consecuencias, porque las almas se olvidan de dedicar su vida a la oración. A lo largo de los tiempos, queridos hijos, Yo solo les pido: recuerden la oración.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta noche, les agradezco por haber respondido a Mi llamado orante; por eso, les digo que quisiera que no sea necesario que Mis Hijos sufran para que pidan Misericordia.

Hijos Míos, quiero que traigan a sus corazones y a sus consciencias este fervor con el que oraron durante toda esta noche, con el cual pidieron Misericordia a Dios y llegaron a Sus Pies, porque es de esa forma que quiero verlos orando todo el tiempo.

Quiero que jamás pierdan el fervor de sus corazones, este clamor verdadero que surge de su interior ante las necesidades del mundo. Quiero que sepan que existen muchas necesidades que sus ojos no conocen, más que el Corazón de Dios siente cada día.

Para reparar el Corazón del Señor y por la salvación de todas las almas, deben orar más allá de los acontecimientos del mundo, porque de esa forma, hijos Míos, inclusive los acontecimientos que todavía se están gestando en el universo, a causa de las acciones de los hombres, podrán ser disueltos por sus oraciones.

Hoy, solo les digo que confíen en Mi llamado y que respondan a este pedido maternal, sabiendo que Mis Ojos abarcan el mundo entero y mucho más allá de este plano material. Mi Corazón contempla, día y noche, la necesidad de cada una de las almas de la Tierra.

Cuando el Señor Me da la oportunidad, como Ave Luminosa, ingreso en los abismos para rescatar a las almas que necesitan Misericordia. Pero, muchos de Mis Hijos están sumergidos en la ignorancia, en la oscuridad de la consciencia y del corazón. De esta forma, su única esperanza es que otros corazones se abran y oren por aquellas almas que no conocen.

Coloquen en sus corazones, hijos Míos, todas las intenciones de Dios, que contempla cada espacio del universo y siente, en Su propio Corazón, el dolor de cada una de Sus Criaturas. Reparen en el Corazón de Dios a través de la oración fervorosa, a través de las acciones fraternas que equilibran la falta de fraternidad en el mundo.

Es por eso, hijos Míos, que en este tiempo les pido la vida en comunidad y necesito que los miembros de esas comunidades puedan vivir una vida verdaderamente fraterna, puedan dar ejemplo de humildad y de fe, disolviendo la diferencia que existe entre  los corazones  y cultivando el amor verdadero que Mi Hijo dejó sobre la tierra.

Si se abren de esta forma, el Espíritu de Dios podrá depositar en cada una de sus consciencias el arquetipo de la nueva vida sobre la Tierra, para que las Comunidades-Luz de Mi Hijo puedan ser una semilla viva de esta vida, una preparación para el nuevo tiempo, en el que toda la humanidad podrá encontrar aliento y paz.

Hijos Míos, hoy, les digo que aspiro a que todo el mundo pueda encontrar en las Comunidades-Luz el refugio que busca; que aquellos hijos Míos, que están perdidos en la vida material y que buscan la vida del espíritu, puedan encontrar en este lugar el alivio de su alma y el despertar de su espíritu.

Así, les digo, hijos Míos, que además de la oración, deben vivir una vida de amor y, de esa forma, equilibrar todos los acontecimientos del mundo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Ustedes saben, queridos hijos, que Dios tiene el poder sobre todas las cosas, pero en este tiempo Dios quiere revelarles el poder del Amor, aquel que transforma y cambia al corazón por entero.

Queridos hijos, con esto quiero decirles que Mis hijos videntes y los colaboradores de Mi Obra Mariana están sufriendo necesidades para poder cumplir Mi llamado. 

Por eso hoy, queridos hijos, ante la potestad que Dios Me ha entregado y ante las Gracias que Yo he derramado, en estos últimos cinco años; Yo les pido, queridos hijos, que ayuden, que ayuden a partir del corazón, que sientan con el corazón lo que estoy consiguiendo detener en las Américas y, principalmente, en Europa. 

Todos estos eventos que acontecen, queridos hijos, son llagas en el Corazón de Dios. Por eso, Él Me ha permitido interceder con la plenitud de la Gracia y del Amor Inmaculado que Él Me entregó, en vida, cuando Yo estuve con ustedes en la Tierra.

Si esta Obra no pudiera continuar, queridos hijos, Yo volveré aquí, a Aurora, en el fin del mes de noviembre y diciembre. Las Apariciones no podrán ser en el Brasil, porque la triangulación que Yo estoy construyendo entre Argentina, Uruguay y Brasil se debilitaría y, así, podrían sufrir muchas cosas, porque con tan pocos hijos debo hacer grandes Obras planetarias.

Hoy, queridos hijos, como Madre, Me confieso ante ustedes; porque una buena Madre conoce a sus hijos y un buen discípulo conoce a su Maestro. Por eso, Yo los llamo, queridos hijos, para que Me puedan ayudar, de lo contrario Mi Obra se detendrá.

¡Les agradezco!

Vayan en paz y caminen en la fe, porque la fe transformará los acontecimientos.

Desde el principio, Yo les agradezco.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

Vamos a terminar, a pedido de Nuestra Madre, realizando la oración que conocemos del Padre Celestial para que los Planes de Dios se puedan cumplir y reparar.

 

Padre Celestial que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti.
Guíanos por el camino del amor;
para que Tu voluntad sea hecha.
Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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