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Mientras que los espacios en los planos internos se preparan para el descenso de la Misericordia, al mismo tiempo, su Maestro y Señor retira, de la Fuente del Sagrado Cáliz, los códigos que serán depositados y colocados en las almas de Amazonas que se animarán a presenciar los encuentros. El espacio ofrecido para esta próxima Maratón está acorde, ampliamente, con la tarea que su Señor deberá realizar en los próximos días.
Es así que el Sagrado Cáliz del Señor será especialmente traído por los ángeles para que una alianza divina se vuelva a establecer entre las almas y Dios, entre los Reinos de la Naturaleza y los hombres, aunque en el próximo tiempo sigan sometiendo a la gran floresta de América.
Lo que se construirá por medio de la Maratón será profundamente espiritual y no externo. Es así que el efecto que esa construcción interna tendrá, dará fortaleza a los pueblos originarios para que puedan seguir protegiendo y defendiendo el sagrado Edén de Dios.
Y al mismo tiempo, esa fortaleza interior despertará inesperadamente a los que intentan sobornar a la sagrada naturaleza.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos compañeros:
Ya está todo preparado para el descenso glorioso de su Maestro y Señor.
Todo fue preparado con amor por las manos y los corazones de Mis seguidores.
Se volverá a abrir la puerta victoriosa de los méritos y del legado de la Pasión y de la Resurrección de su Señor.
Todo el Universo espiritual está a la espera del gran momento en el que el Pastor y Rey de reyes volverá a celebrar la Comunión redentora con Sus amigos.
Mientras las puertas del Universo se están abriendo, a medida que pasa el tiempo, la presión y la opresión de los infiernos se vuelven insoportables, ya que los poderosos Códigos de Cristo están descendiendo sobre la consciencia del planeta y de la humanidad.
Es así que los siete ángeles de las trompetas se posicionan en los lugares indicados, mientras el Arca de la Santa Alianza, que trae consigo al Santo Cáliz, es colocada próxima a la dimensión de la Tierra.
Todo lo contrario quedará paralizado durante los ocho días, cuando el Hijo de Dios descienda en espíritu a la Tierra, y el fin comenzará en la humanidad.
¡Les agradezco por acompañarme de verdad en esta Sagrada Semana!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El Cáliz ya está entre Mis Manos y desde ahora preparo el Altar para volver a celebrar la Pasión, la Muerte y la Resurrección de su Maestro y Señor.
Los ángeles también preparan el escenario en donde se oficiará la historia de la vida de su Señor.
Todo es preparado interiormente para que las almas, que serán recibidas durante la Semana Santa, sientan los impulsos de Luz de Mi Corazón.
Todo cambiará, todo mudará cuando las almas vuelvan a vivir y a sentir la alianza espiritual con su Maestro y Señor.
Ahora todo es preparado, hasta el más pequeño detalle, para que el caudal de la Divina Misericordia encuentre afluentes dentro de los corazones que se abrirán para reconocer el sagrado sacrificio de su Señor.
Todo es preparado con amor y devoción para que la unión entre el Cielo y la Tierra se establezca, más allá de todo lo que sucede en el mundo.
Este es el tiempo de más revelaciones. Este es el ciclo de las confirmaciones de los corazones con el Plan de Dios.
Está llegando la Sagrada Semana. Está llegando el Maestro, Señor y Redentor.
Ábranse desde ahora y participen del sagrado encuentro.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El Universo se detiene para escuchar al Servidor de Dios y en todos los planos internos se escucha Su Palabra. Su Voz emite la esencia de la Verdad y no hay esencia en este Universo que no reconozca la Voz del Hijo de Dios.
Porque Yo Soy Aquel que vino a estar con ustedes, que está con ustedes y lo estará hasta el fin de los tiempos, a fin de que se cumpla el Propósito de Mi Padre en los corazones que son congregados por Mi Amor.
Desde el Universo Celestial se pronuncia Mi Palabra y ella hace eco en todos los planos de la manifestación.
No solo ustedes escuchan, sino también escucha el Universo y todo lo que está más allá de él es permeado por la Palabra de Dios, y el Espíritu colma a los corazones; los vivifica, los eleva y los redime ante Mi Presencia.
El vacío debe estar presente en sus corazones en este momento para que el Hijo de Dios pueda obrar y actuar, trayéndoles a las almas la oportunidad de la luz y de la redención.
Hoy no solo le hablo a sus consciencias físicas, sino también a los planos más internos, porque en los planos internos se conceden las oportunidades para las almas y, así, ellas no pierden la oportunidad de encontrar la Verdad, de aproximarse a ella y de poder vivirla en estos tiempos difíciles.
Hoy viene a su encuentro el Sacerdote Mayor, quien lleva entre Sus Manos el Cáliz de la Redención; vestido con la estola de la purificación; descalzo y humilde como un siervo de Dios. Quien está a la derecha del Todopoderoso y viene del Cielo para encontrarlos, para bendecirlos y para entregarles el Amor del Creador; Amor que se deberá multiplicar y expandir en el mundo, que curará la enfermedad, que traerá la paz, que sanará todo dolor e incomprensión.
Es en ese Amor que ustedes deben vivir, en el Amor que Yo les ofrezco y en el Amor que Yo les entrego; porque en ese Amor estará su liberación de toda perdición, de toda culpa, de toda maldad.
En el Amor está el triunfo de la Obra de Dios, porque el amor que ustedes también Me pueden dar y ofrecer es contemplado por el Todopoderoso como parte de la Obra de Su Sabiduría.
Sea el amor, entonces, transformado y sublimado; un amor que sea incondicional, capaz de ir más allá de los límites, capaz de superar cualquier dificultad y de entregarse ante cualquier necesidad.
Si en este tiempo Mi Amor no estuviera en el mundo, la humanidad perecería.
Yo no les entrego un amor propio, personal o autónomo. Yo les entrego, compañeros, el Amor que una vez los creó como esencias. Es este Amor que se debe regenerar dentro de ustedes todos los días, porque el Amor es la mejor compañía.
En el Amor de Dios el alma puede estar en la Verdad y aprender a no alejarse de ella.
Deberán profundizar en el Amor para que la Verdad de Dios esté en sus vidas; la vivan y se la enseñen a sus semejantes, sabiendo que en este tiempo el Amor y la Verdad, como atributos, podrán caminar juntos en sus vidas para que siempre tengan guía y sabiduría.
Los tiempos que llegan anuncian grandes cambios. Será esencial vivir en ese Amor para comprender más allá de las formas, para vivir más allá de los acontecimientos, para aceptar más allá de los errores.
Es ese Amor que Yo viví en la Pasión y que a Mí también Me elevó por el Sacrificio entregado.
Será ese Amor que siempre los sostendrá y así nunca perderán de vista su presencia.
Porque el Amor de Dios siempre proviene de la Fuente y nunca acaba, porque es un Amor incondicional, capaz de abrazar el error, capaz de transformar el dolor, capaz de comprender y de aceptar lo imposible.
El Amor lo puede todo.
Ofrezcan su amor personal al gran Amor infinito de Dios para que, algún día, sus sentimientos sean los Sentimientos de Dios en la vida espiritual, en la caridad y en la unidad entre las criaturas.
El Amor siempre trascenderá las fronteras, superará los obstáculos, comprenderá y aceptará más allá de los acontecimientos.
Porque el Amor no se apropia de nadie. El Amor libera, el Amor eleva, el Amor acoge al moribundo de espíritu.
Si ese Amor no estuviera en ustedes, nada será posible.
Este es Mi gran mensaje para el mundo entero en este día en que se concluye una etapa entre Mi Corazón y sus corazones.
Este es el momento de que ese Amor en ustedes sea real y no teórico; que sea un Amor vivo; que acepte, que se done y que se entregue a los demás, sin nada a cambio.
Será el Amor el que vencerá al mal.
Será el Amor el que disolverá el caos de las naciones.
Será el Amor el que fortalecerá la fe en los corazones.
Será el Amor el que encenderá en los espíritus la confianza en Dios.
Hoy Mi ceremonia es en el nombre de ese Amor Divino e Infinito que todo hace posible en lo que es imposible; el Amor que concede, que cede; el Amor que se entrega todo el tiempo.
Eso es lo que Yo les puedo legar, más allá de los milagros, de los fenómenos o de las curiosidades.
Quien en este tiempo no viva en el Amor de Dios estará como en un desierto, solo y vacío, con una gran sed que nadie le podrá quitar.
No pierdan la oportunidad de que ese Amor los lleve a la Verdad todos los días, para que, algún día, alcancen la misma Sabiduría que Yo alcancé en la Cruz.
Mi Amor por cada uno de ustedes, por cada ser de este mundo, estuvo de brazos abiertos en la Cruz.
Mi Amor nunca se cerró. El Amor de Dios se expandió en cada gota de sangre, en cada padecimiento, porque es un Amor que es capaz de ir más allá de toda adversidad.
Y hoy les traigo dentro de este Cáliz, el testimonio del Amor de Dios representado en la Sangre de Cristo, para que cada una de sus almas beba de este compromiso y recuerde, todos los días, que el Amor es lo que deberá reinar para que él triunfe sobre todo mal.
Que se abran sus corazones para esta comunión espiritual Conmigo, en donde son llamados a Mi Mesa para unirse al Amor de Mi Corazón, el Amor que todo lo entrega y que todo lo perdona, en este mismo momento.
Vacíos de sus faltas, absueltos de sus deudas, reciban de Mi Corazón el mayor Tesoro de Dios manifestado en el símbolo de este Sagrado Cáliz que guardó, a través de los tiempos, la experiencia de Amor más real y viva que el Hijo del Padre entregó hasta lo alto de la Cruz, hasta Su última respiración, hasta cerrar Sus Ojos cuando expiró, entregando Su Espíritu en las Manos del Creador.
Que este Amor se perpetúe en ustedes hasta el fin de los tiempos y que sea este Amor capaz de hacerlos retornar a Mi Camino cuando recuerden y perciban que salieron de él por alguna causa.
Lo más importante para Dios es que Sus hijos, Sus criaturas, no se separen de Él, de la Fuente del Amor, porque el Amor será lo que regenerará al mundo y traerá la cura para las almas enfermas.
Hoy deposito aquí lo que viví en la Cruz y en los planos internos un escenario semejante al Monte Calvario aquí se manifiesta para demostrarle al mundo, y especialmente a la humanidad, el triunfo del Amor por encima de todo dolor y de toda adversidad.
Porque fue el Amor el que, en lo alto de la Cruz, transformó el dolor en Misericordia y en Gracia para que reverberara hasta el fin de los tiempos en el corazón de todos los que reconozcan al Hijo de Dios y se sientan parte del Él en cada momento de la vida, como en cada comunión con Su Cuerpo y con Su Sangre.
Ante las puertas del Cielo, abiertas sobre la Aurora, que el soplo del Espíritu de Dios se encienda en ustedes como una sagrada llama, al igual que en los Apóstoles, para que difundan en este tiempo el poder y la confianza que puede expresar Mi Amor por todas las almas, por todos los que están caídos, por los que perdieron la paz.
Que perseveren los que viven las guerras.
Que las familias que sufren el caos no pierdan la esperanza.
Que los niños que hoy no nacen dejen de llorar en los planos internos, porque el nuevo Paraíso les llegará.
Que los Reinos de la Naturaleza, que sufren en el silencio de sus esencias, persistan, porque el día de la liberación llegará y el mal será vencido por la poderosa Espada de Amor de San Miguel Arcángel.
Y en los corazones renacerá la Nueva Tierra, la luz de los últimos Cristos repoblará a la humanidad y los atributos y Mandamientos del Padre retornarán al planeta para volver a reconstruir el Plan en todos los que fueron autoconvocados y que no le respondieron.
A los que lleguen Conmigo hasta el fin de los días nada les faltará; bendecidos serán por la Gracia, colmados serán por el Espíritu de Dios por la entrega y la persistencia de cada corazón creyente y devoto.
El sufrimiento se extinguirá de la noche a la mañana y la luz de una Nueva Aurora llegará para que las almas celebren el día de su liberación. Amén.
Celebremos este momento, junto con la oportunidad de renovar su compromiso, a través del Sacramento de la Comunión ante el Padre Celestial.
Que las puertas del Cielo, en este momento, hagan descender a la Tierra la Gracia Divina. Que así sea.
Señor del Universo,
donador de la Vida,
incansable Padre de la Gracia,
deposita sobre estos elementos,
y especialmente en los corazones,
la misma oportunidad que Tú Me diste
de amar hasta el final en lo alto de la Cruz.
Que cada padecimiento se convierta en alivio,
que cada sufrimiento se convierta en liberación
para que todos los seres de la Tierra,
reunidos en el nombre de Tu Amor,
participen de la venida gloriosa de Tu Hijo.
Amén.
En aquel tiempo Yo les di el pan y ofreciéndolo a Dios, Él lo bendijo. Y hoy les vuelvo a repetir, compañeros, que este es Mi Cuerpo que fue entregado por ustedes para el perdón de las faltas.
Tomé el Cáliz y ofreciéndolo a Dios, Él lo bendijo. Y hoy les vuelvo a decir, tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, de la Nueva Alianza entre las criaturas y Dios, por toda la eternidad.
Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo, dichosos los que se sirvan de este misterio de amor para participar, algún día, de la Gloria Eterna. Amén.
Espero que esta Maratón sea una Maratón que atraiga la esperanza a la Tierra y la oportunidad de vivir en Dios, para que todas las almas reciban la Gracia Suprema.
Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En fraternidad y por la paz en todo el planeta, se darán el saludo de la paz.
Les agradezco.
Una nueva alianza se instituye entre el Cielo y la Tierra, entre los pacificadores y el Señor.
Sentados a la mesa de la redención, el Maestro purifica el espíritu de cada discípulo, lavándolo con Su Agua de Vida.
El Señor moja sus cabezas para que el Santo Espíritu los bautice con sus Dones.
El Señor lava las manos de Sus discípulos para que vivan, a partir de ahora, una vida de íntegra donación incondicional.
El Maestro lava los pies de Sus discípulos, así como Él lavó en el pasado los pies de Sus apóstoles, para que caminen por la senda de la pureza, de la resignación y de la obediencia.
Y así, todos son preparados para celebrar la comunión interna y espiritual con el Santo Cáliz del Señor.
Los pecados más impuros fueron disueltos. Las dudas más profundas fueron aclaradas.
El sentido del propósito de cada alma hoy es revelado. Nadie quedará prisionero de la ignorancia.
Todos los discípulos de Cristo ya son conscientes de la responsabilidad de su compromiso. Así el Plan de Amor se diseña en la consciencia de los que lo acogen, porque siendo tocados por la Luz del Espíritu de Dios reciben una Gracia que no merecen.
Llegó el momento. Llegó la santa hora.
El Santo Cáliz es tomado del altar por las Manos del Sacerdote Mayor.
Todos reverencian este nuevo acontecimiento. El legado que una vez fue confiado a la raza vuelve a despertar como un tierno recuerdo en el corazón de los que dijeron “sí”, de verdad.
El Santo Cáliz es elevado.
La sagrada fórmula de la consagración es pronunciada por el Altísimo Señor, y Sus discípulos, postrados en el suelo, reciben la inspiración de la Llama Sagrada del Espíritu Santo.
Se vuelve a consumar la alianza, pero esta vez no irá el Cordero al matadero; Su Sangre fue, es y será el testimonio de la victoria celestial a lo largo de los tiempos y de las generaciones.
Los Nuevos Cristos repoblarán la Tierra y se respirará, finalmente, la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando una puerta del mal se cierra por la presencia del Sublime y Sabio Amor de Dios entre los hermanos de la humanidad, el Espíritu Santo en Cristo vuelve a ordenar ampliamente a las consciencias llevándolas una vez más al encuentro de la verdadera misión espiritual que Mi Padre les ha confiado.
Por eso, no teman que sus vestiduras se caigan de sus seres o ellas sean retiradas como lo fueron de Mi Glorificado Cuerpo, porque de ustedes se retirará lo viejo para que sean revestidos por el Espíritu Santo.
Cuando Mi Corazón les comunica la hora de los cambios, es para que los corazones se preparen para el camino de la trascendencia y de la purificación.
Quien bebe del cáliz amargo del vacío de sí, después se encontrará Conmigo para beber y cenar del cáliz de la reparación y de la redención.
Pero es urgente que el pasado sea transmutado por Mis Rayos Misericordiosos para que sus seres reciban la absolución y el perdón.
Sé que a veces Mis discípulos se sienten solos ante tanta sequedad del desierto, y por instinto buscan saciar su sed en otras fuentes que podrían estar secas.
Yo les digo que el verdadero amor crístico y casto entre los seres nace cuando se revela la verdad entre ellos, porque allí está presente la Sabiduría de Dios, y el amor que pueda existir entre las almas podrá ser purificado para que se amen en espíritu y en fraternidad.
Por eso Yo les pedí que se amaran los unos a los otros. Les he pedido que se amen tal cual son para que aprendan a amar el alma de cada consciencia, porque esa es la meta interna.
Cuando esté presente el Amor de Mi Corazón entre los seres, se vivirá el Amor Puro de Dios como lo vivieron en la Tierra Mi Madre y José Castísimo. Crean en ese Amor y nútranse de él, así desaparecerá la sensación de vacío. Yo estoy retornando como la renovada Fuente del Amor que está ausente de toda la humanidad.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en la Fuente de Mi crístico Amor.
Cristo Jesús
Aquel que Me dona y Me entrega todas sus fuerzas dispuesto a darse cada día más para servir a Mi Señor, ese será llamado Discípulo y Bienaventurado, porque en él podré construir una morada interior firme.
Después Yo le enseñaré poco a poco a amar la entrega y, cuando esa entrega madure en su consciencia, le daré de beber del sacrificio y le daré de beber de Mi Cáliz, el mismo que Yo bebí en honra a Dios y a todos Mis compañeros en el pasado.
Así podré formar a los nuevos apóstoles del Nuevo Tiempo, los que darán ejemplo de Mi Palabra de Vida mediante el amor y la caridad; no sean falsos ni mentirosos, imiten Mi Camino crístico desde la devoción a Mi Corazón Sagrado. En ellos depositaré el poder de Mi Gloria para que preparen Mi Camino silencioso de retorno al mundo.
Ahora necesito que todos los que proclaman Mi Nombre se perdonen por los errores del ayer y que no se juzguen más; el Nuevo Reino de Mi Padre descenderá a través de Mí como uno solo, como una unidad entre las almas y Dios.
Por eso cuídense de los lobos que intentarán esquilar la lana de Mis ovejas, cuídense de todos aquellos que usarán Mi precioso Nombre en vano. Que nadie se enfrente a nadie, que emane el espíritu de pacificación; Yo confirmaré verdaderamente silos talentos que he dejado a Mis discípulos han brotado en el corazón de los que trabajan Conmigo.
La nueva Iglesia celestial está descendiendo para renovar a los que han dejado de creer en Mi Presencia por la mezquina acción de los hombres. La Iglesia que Yo fundé es la Iglesia del corazón, del templo interior, de la Verdad Absoluta que Dios irradia a través de Su Hijo Primogénito.
Muchos han perdido la conexión Conmigo, por eso Me sirvo en estos tiempos de simples servidores, no de los que se vanaglorian, sino de los redimidos por Mi Amor.
Que cada uno cumpla con su parte y que permita que se vea cómo Mi Consciencia está presente en todos los hijos de Mi Padre, porque Yo Soy Hermano de todos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más