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Del Cielo he venido a acariciar y a amar a sus corazones.
En este mes, queridos hijos, se recuerda nuevamente Mi Presencia en Fátima.
Hace un año, queridos hijos, que Yo les hablé de la consagración matrimonial para que pueda despertar en sus corazones la importancia del Sacramento.
En este mes, queridos hijos, Yo les vengo a recordar la pureza de Lys, aquella que sigue pulsando permanentemente en sus corazones y que espera emerger con prontitud en sus vidas. Será esa pureza del corazón, queridos hijos, la que los llevará siempre a encontrar la paz. Pues, deseo profundamente, hijos Míos, que sus vidas puedan estar unidas a Dios para que puedan encontrar con prontitud el camino al Paraíso.
Sé, queridos hijos, que muchas almas se desesperan a lo largo y ancho del planeta. Por eso, queridos hijos, ofrezcan esta oración a Dios, todas estas oraciones que han hecho a Mi Corazón Inmaculado.
Yo vengo del Cielo, hijos Míos, para establecer el Reino de Dios en sus vidas, principalmente en aquellos que lo han perdido por su vida superficial. Pues, Dios espera, hijos Míos, que su arrepentimiento esté próximo para que puedan vivir en el perdón de Cristo y abrir las puertas en sus vidas a la redención.
Hoy, vengo coronada por las estrellas del universo. Hoy, Mi Corazón celebra un día especial. Por eso, tomen, hijos Míos, Mis Palabras y llévenlas en sus corazones para que ellas puedan seguir trabajando en sus vidas y especialmente se vuelva a reconstruir su templo interior.
Yo le traigo la paz al mundo todos los días, pero muy pocas almas la aceptan de verdad.
Cuando ustedes oren de corazón, verdaderamente, hijos amados, percibirán dónde se encuentran sus vidas; pues Dios necesita tenerlos atentos y disponibles para que Él pueda realizar sus Obras de Misericordia en este mundo material. Cuando abandonen su vida material y creen en sus hogares cenáculos de oración, Yo podré estar entre ustedes, hijos Míos.
Mi Corazón es una Gracia suprema; por eso, Yo vengo a derramar esta Gracia sobre ustedes.
Hijos amados, ya no pierdan tiempo. El gran momento se está acercando a la humanidad y esto ya deja de ser solo palabras. Abran sus ojos a la Voz que viene del Cielo. Yo siempre he sido su Madre desde el principio y espero serlo también hasta el final.
Trabajen su arrepentimiento, hijos Míos. Sirvan de corazón a sus hermanos y, así, sus problemas se resolverán. No tendrán perturbaciones en sus vidas y reencontrarán el camino de la esperanza y de la fe.
Yo necesito, hijos amados, que ustedes se definan como Mis soldados del fin del tiempo, pues deseo tener disponibles en este mundo muchos ejércitos para que Mi voz pueda reverberar a lo largo de los tiempos.
Así como en Fátima, hijos amados, Yo vengo a traer un Mensaje de advertencia: busquen todo el tiempo la pureza de su corazón, así Mi hijo los perdonará y en sus vidas no existirán las manchas ni el pecado, y tampoco estarán unidos a otras cosas que no sean las de Dios.
Por eso, hijos amados, despierten a la voz de Mi Corazón. Mi Amor se transmite, en este momento, para todos y no importa, hijos amados, en qué lugar del mundo se encuentren. Dios Me concedió la omnipresencia universal para que todos Mis hijos del mundo no solo pudieran conocer el poder de Mi maternidad, sino también el poder de Mi Gracia sublime que desea derramarse en sus corazones, todo el tiempo.
Yo les traigo, hijos Míos, un Mensaje de preparación y de esperanza. Salgan de los caminos que están recorriendo. Hoy, Mi Corazón Inmaculado abre una puerta celestial y todos los seres de oración, los espejos de oración en el universo, se encienden para traer los códigos a esta raza no redimida.
Pero, Yo no Me cansaré, hijos amados, hasta cumplir la promesa que le hice a Dios, su Señor. Mi Hijo Me ha pedido que Yo venga aquí y Dios Me ha permitido estar aquí, entre ustedes. Entiendan, queridos hijos, que esto es obra de la Misericordia de Dios.
Mientras Yo les hablo aquí, muchas almas se pierden en el mundo. Colóquense a orar de corazón y de verdad. Deben existir en este planeta llamas ardientes de oración para que Yo pueda depositar Mi Misericordia y, a través de sus corazones y de sus obras de paz y de caridad, Yo pueda derramar la Luz sobre el mundo y sacar de los abismos a las almas que se pierden, como consecuencia del engaño de Mi adversario.
Por eso, hijos amados, escuchen con atención lo que Yo les digo. Mi voz está reverberando en sus esencias para que, con prontitud, un cambio se pueda dar en sus vidas.
Yo los necesito, hijos amados, en este gran cenáculo de oración que hoy han construido para Mi Corazón Inmaculado, quien recibió la honra y la gloria por parte de ustedes. Si en sus vidas quieren milagros, cambien pronto y así serán merecedores de recibirlos.
Vivan, este tiempo, la purificación. Mi mano está próxima a sus manos para conducirlos por el camino de la redención. Solo deseo, hijos amados, que puedan comprender lo que les pido. No vengo a pedirles cosas difíciles, las metas las podrán alcanzar solo cuando se coloquen a trabajar de corazón.
Hoy, estoy aquí, en Brasilia, pero estoy también con todo el mundo; observando, contemplando de corazón y de alma cada una de sus peticiones. Eleven a Mi Corazón sus súplicas en este momento.
Recuerden, hijos amados, que Yo soy su Madre Universal y quiero lo mejor para sus vidas. Encuentro, en estos corazones, muchas heridas que deben cicatrizarse; solo necesito que me digan sí, para que el universo pueda obrar dentro de ustedes y las Leyes de Dios se puedan cumplir en cada uno de sus corazones.
Que este mes sea dedicado a la oración profunda; pues estoy, en este tiempo, en Brasil, porque encuentro corazones receptivos a Mi llamado, que cumplen Mis designios de forma humilde cuando tan solo viven Mis Mensajes y oran Conmigo todo el tiempo posible. Este mundo lo necesita y ustedes también.
Sientan Mi Pureza Original, que Yo deposité en Fátima desde el principio. A través de los ángeles del Reino de Fátima, le he traído al mundo la oportunidad de encontrar la redención. Por eso, Yo les traigo el mismo Mensaje, hijos Míos, porque necesito que lo puedan vivir. Cuando ya lo estén viviendo, sin resistencia ni control, abiertos a la pureza del corazón, tendré el permiso de Dios de revelarles otras cosas que serán necesarias para su vida espiritual. Así estarán maduros, firmes en la Palabra de Dios, servidores de Dios disponibles en el fin de los tiempos.
¿Quién se decidirá a alcanzar esa meta?
Su Madre Celeste llega a Brasilia para darles a conocer la Ley del Amor, que está ampliamente olvidada por todos. Sin amor no hay caridad, no hay milagro, no hay conversión, no hay camino de redención. Busquen ese amor y encontrarán la puerta de la pureza.
Nuestros Corazones Sagrados se disponen, ante ustedes, a ayudarlos. Están a tiempo de cruzar el umbral hacia el Reino Celestial, solo basta dar un paso; y recibir, en sus corazones y almas, todo lo que necesitan en esta era, lo que Dios prevé en Su Pensamiento Divino, porque ustedes no lo conocen, pero si se abren de corazón lo conocerán. Cristo así lo desea y Mi Corazón así lo aspira, para que pueda nacer la Nueva Humanidad, que primero deberá nacer dentro de ustedes con el cambio de la vida material, asumiendo nuevos compromisos con el Cielo, por ejemplo, con la oración.
Así, hijos Míos, estarán protegidos y no se engañarán ni serán engañados, porque Dios y Nosotros los guiaremos hasta la misión final que Dios ha escrito en Su Corazón para cada uno de ustedes.
Piensen, hijos amados, en todo lo que Yo les digo.
Hoy, estoy extraordinariamente aquí para recordarles que soy su Madre, la Madre de la Esperanza, de la Misericordia. Vean un ejemplo verdadero en toda esta Obra, en esta noche sagrada e inmaculada en la que los más pecadores reciben Mi consolación y Mi amor, y se liberan de la imperfección y de las impurezas para encontrar un camino más abierto hacia Cristo, para alcanzar la meta, la meta primordial, la misión original de cada ser.
Por eso, Yo soy esa Estrella especial para ustedes, soy la Madre del Verbo Divino que pronuncia la Sagrada Palabra para que recuerden, hijos amados, que todo comienza y termina en Dios cuando se vive en Dios verdaderamente y no se buscan preferencias.
No hay nada más importante en este tiempo, hijos, que alcanzar la vida espiritual, la vida de oración, la vida de la paz. Así, serán otras personas en poco tiempo y los frutos que Mi Hijo depositó en sus vidas estarán al servicio del Creador; mas, ustedes ya no los controlarán, porque la verdadera virtud del alma comienza a través de la unión con la oración. Eso es lo que Yo les enseño en este tiempo, para que sus vidas puedan entrar en meditación y encontrar el camino correcto entre tantos caminos inciertos que vive la humanidad.
Yo soy la Puerta hacia Dios. ¿Quién quiere entrar, a través de Mi Corazón, en la plenitud fervorosa del amor y en la fortaleza de la fe, que es lo que necesitan las almas para definir sus caminos y encontrar el verdadero motivo de haber encarnado en esta vida?
Mi Espíritu los colma, Yo soy la Reina de la Paz.
Hijos amados, para alcanzar la pureza les daré un ejercicio simple pero verdadero que podrá ser hecho por todas las almas, sin restricción para nadie, todos pueden cumplir esa aspiración de Mi Corazón. Recen, todos los días, especialmente durante este mes de mayo, recordando en sus corazones al Santuario de Fátima, para que los ángeles que viven allí lleguen a sus vidas y sus corazones sean depositarios de la esencia de la pureza original.
Para esta consagración de hoy, en la que Mis manos se impondrán sobre nuevos hijos que se consagrarán a Mi Manto universal, a Mi protección inmaculada y a Mi llamado; consagraré también sus vidas, dándoles la bendición del Padre Eterno y de Su Hijo Supremo, bajo la protección del Espíritu Santo.
Quiero que abran las puertas del Reino de Lys de forma especial, pues Mi Gracia desea dar una oportunidad a los presentes.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Madre está llamando a los Hijos de María que se consagrarán.
Concéntrense porque aún estoy presente.
Canción: “Lys, María, Lys”.
En la omnipotencia del Espíritu de Dios, Yo consagro a estos hijos Míos, en nombre de todos Mis hijos de la Tierra que deben despertar a la pureza original y reencontrar el camino al infinito.
Así, hijos amados, Mis profundas aspiraciones de Madre estarán cumplidas, porque habré reconocido que han respondido a Mi llamado, en estos tiempos de tribulación.
Así, bendigo estas imágenes sagradas que han traído a Mi altar cada uno de sus corazones y de sus familias que, en esta noche sagrada, recuerdan Mi Presencia virginal como la Madre de Jesús, la Madre de la Nueva Humanidad, la Madre del mundo.
Los bendigo, hijos amados, bajo la señal luminosa de la Cruz de Mi hijo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Agradezco a Brasilia por haber respondido a Mi llamado. Mi Corazón siempre está entre ustedes; ese es Mi verdadero motivo de estar aquí, que reencuentren el Reino de Dios, el Reino de la Paz, el Reino de la Fe y el Reino de la Misericordia.
¡Les agradezco!
Oración: Madre Universal (en portugués).
Gloria a Dios en las alturas y paz a los seres de buena voluntad.
Hijos, los amo y siempre los amaré. Vayan en la paz de Mi hijo, cantando a Lys.
Canción: “Lys, María, Lys”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hermanos, queríamos finalizar compartiendo con ustedes que María hoy nos trajo, en este 8 de mayo, el Reino de Lys, Reino de pureza y amor que hay en Portugal.
Hoy, hace un año que nosotros hicimos una peregrinación con María por Europa, en donde Ella también visitó a nuestros hermanos que están allá. Hoy, simplemente y simbólicamente, María unió Lys con nuestro corazón. Ese Santuario de Fátima que palpita durante todo el tiempo y todo el año.
Entonces, queremos invitarlos a todos a responder a ese llamado de María de orar unidos al Reino de Lys-Fátima y a llevar esta instrucción que Ella hoy nos dejó para meditar y estas Gracias que derramó sobre nuestros espíritus.
¡Gracias a todos por habernos acompañado!
Vamos a agradecer a Nuestra Señora, ¡gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Agradezco, en esta noche, a todos los que respondieron a Mi llamado. Esto tiene un importante mérito en el Cielo, desde el momento en que ustedes retornen a la Casa de Dios.
Como Madre de las Américas, vengo a traer paz a este continente. Uno a pueblos, razas y orígenes; y creo, en estos tiempos, la nueva cultura sobre la faz de la Tierra, los Nuevos Cristos que despierten al llamado redentor.
Por eso, queridos hijos, como Madre de Brasilia, vengo a pedirles algo muy importante, sigan rezando todos los días, Mi Inmaculado Corazón escucha sus ofertas.
Yo vengo, en este tiempo final, a desatar los nudos de la consciencia, a liberar las amarras de los caminos de Mis hijos; por eso, corto con Mi espada todos los acontecimientos del mal.
Yo solo les pido, queridos hijos, que no se olviden, en esta era final, de unirse a Mi Corazón Inmaculado. Mi Corazón Inmaculado será su eterna casa, en donde estarán protegidos de ustedes mismos y del mundo.
Yo vengo, en esta era final, a pedirles cosas simples, porque ya fueron realizados muchos milagros a lo largo de los siglos. Mi Hijo dio testimonio de Su Presencia a lo largo de los tiempos y, a Su pedido, Yo también lo di.
Por eso, queridos hijos, abran sus corazones. Abran sus corazones para escuchar la Voluntad de Dios, así podrán salir de las cosas superficiales, su sufrimiento se calmará y nacerá la cura en sus espíritus, porque serán consecuentes Conmigo en la oración y Yo podré seguir intercediendo por todos ustedes.
Como ya les dije hoy, Yo necesito almas despiertas y dispuestas, que puedan escuchar la Voz de Dios en este tiempo. Por eso, Mi Espíritu Inmaculado recorre las naciones para demostrarles que ustedes son una única raza, son la nueva civilización crística que debe nacer. Por eso, escuchen sus corazones, calmen sus mentes y pensamientos para que la Energía Divina pueda fluir en ustedes y el Espíritu Santo les pueda demostrar cuánto hay que hacer en estos tiempos tan delicados.
No solo necesito de sus oraciones, sino también de su disposición inmediata. Yo necesito encender en ustedes las estrellas de la Confederación, aquellas que aguardan brillar como soles sobre la faz de la Tierra.
Queridos hijos, Yo vengo a pedido de Cristo a despertarlos. En tiempos pasados muy pocos escucharon Mi llamado. Yo vengo, en esta era, a renovar las cosas en nombre de Cristo; pero para que esto suceda, hijos amados, ustedes deben dar el primer paso hacia Mí, después todo acontecerá como está previsto en el Cielo.
Yo vengo a evitar cosas gigantes en este mundo; así como lo hice en Fátima, en Medjugorje, en Lourdes y en otros puntos de la Tierra que ustedes no conocen.
A lo largo de los siglos, vengo anunciando el importante llamado por la paz; pero como la copa está tan llena, hay algo que se debe hacer, queridos hijos; antes de que se termine de derramar por entero, ustedes deben despertar a tiempo. Todo se puede revertir a través de una buena y sana actitud.
Yo vengo a abrir sus corazones, a consagrar sus templos internos en una unión predilecta con Dios Padre.
Queridos hijos, Yo les aseguro que, en el final de estos tiempos, recordarán Mis Palabras, todo lo que Yo les estoy diciendo en esta noche y, ¿qué harán en esa hora tan difícil?
Yo vengo a socorrerlos y a auxiliarlos. Vengo como Madre de toda la humanidad para interceder por todos Mis hijos, ¿qué más necesitan para poder dar el paso?
Aquellos que aún Me siguen se esfuerzan demasiado, pero Yo necesito de muchas manos más que puedan trabajar Conmigo para el Retorno de Cristo. Yo necesito entregarles, en lo profundo de sus corazones, las señales visibles de la Venida de Cristo; para poder identificarlo y no engañarse ante todos los falsos que surgirán.
Mi Hijo es único y glorificado. Su Corazón Sagrado es inconfundible. Yo vengo en nombre de Cristo a ofertarles el Corazón Sacratísimo de Jesús. Están a tiempo de poder consagrarse a Su Corazón; así podrán estar protegidos de las cosas que sucederán, porque cuando todo acontezca, queridos hijos, Yo estaré de nuevo en el Cielo, acompañándolos con la fuerza de Mi oración.
Estos descensos que Yo hago a la Tierra, manifestando Mi Consciencia universal y maternal, son únicos y determinantes en este ciclo final.
Vengo a entregarles aquello que Yo aprendí en el universo. Necesito que se fusionen como un solo grupo de almas, que entre ustedes ya no existan las mentiras y las indiferencias, el ego o el error. Curen sus corazones a través de Mi Corazón, sientan Mi llama de Paz en sus vidas. Yo necesito su fervor y devoción para que la Paz que existe en el Cielo descienda a la Tierra.
Mi único Propósito, queridos amados, es cumplir el Plan de Dios sobre la Tierra a través de sus vidas, de sus familias y de todos sus seres queridos. Así, Me ayudarán, queridos hijos, a que el mundo alcance la paz.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Porque este Portal de Paz en esta noche se abrió sobre esta ciudad para disolver toda la oscuridad que está tan arraigada en este suelo.
Pero, para que Mi Luz pueda penetrar en los abismos y disolver la potestad del enemigo en los corazones humanos, necesito el permiso de sus corazones, necesito que almas despiertas equilibren a las almas que hoy están adormecidas; y, más que eso, hijos Míos, que soldados marianos equilibren a aquellos de Mis hijos que se perdieron en el camino y que no están dormidos, sino que conscientemente son soldados de la oscuridad.
En esta noche, hijos Míos, Mis Ángeles y Arcángeles descienden a este mundo. Sus espadas de Luz cortan los lazos con el mal, pero, para que estas espadas atraviesen sus vidas y los desvinculen de la oscuridad, definitivamente, necesito de su sí, de un sí verdadero y definitivo, de almas que se entregan a la Voluntad Superior.
Vengo a este mundo para realizar verdaderos milagros espirituales en la vida de todas las criaturas.
Hijos Míos, Mi Corazón penetra en los abismos y en la desesperación de esta Tierra, y no existe lugar en este mundo en donde Mi Luz no pueda ingresar. Sí, existen lugares a los que el corazón humano no Me permite llegar, pero si una de sus almas se entrega verdaderamente a Dios, el Señor Me dará permiso para que Mi Reinado se expanda en este mundo.
Porque, Mis queridos, Mis ojos contemplan el planeta desde Mi Reino y oro permanentemente, porque observo que las almas de este mundo sufren tanto cada día.
Hoy, los llamo a que puedan salir un poco de sus pequeñas vidas para que, a través de la oración del corazón, sean instrumentos de Dios y auxilien al Creador para que, a través de Su Sierva, pueda rescatar a las almas que tanto caen en los abismos de este planeta.
Veo desde los Cielos, hijos Míos, que en todo instante una consciencia se pierde en el mundo, que la oscuridad está queriendo tomar el Reinado de Mi Paz, pero es posible que eso no suceda; es posible, Mis queridos, que aprendan a través del Amor y no del sufrimiento, que vean al mundo desmoronarse delante de sus ojos, pero que sus corazones estén dentro del Corazón de Dios, y nada que esté fuera de este Sacratísimo Corazón los perturbará.
Mis queridos, quiero que despierten en esta noche a una Vida Superior, porque Mi Presencia Divina viene a abrir sus corazones y sus consciencias para que ya no duerman más el sueño de las ilusiones de este mundo. Eleven sus aspiraciones a Mi Corazón, porque hoy Mis brazos están abiertos para recibir a cada una de sus necesidades. Escucho sus súplicas y sé el motivo por el cual cada uno de sus corazones vino a Mi encuentro.
En esta noche, les digo que aquellos que verdaderamente se decidan a ser soldados de Mi ejército, que no se preocupen más con sus angustias y aflicciones porque, al entregarse al Corazón de Dios, la Luz de Mi Reino Celestial disolverá todas esas angustias y las transformará en fuente de inspiración divina, en una voluntad que sus almas sentirán de superar los temores, de superar el sufrimiento y de ir al encuentro de la tan grande necesidad de este mundo.
Mis queridos, como ya les dije en este día, quiero invitarlos a realizar pequeños sacrificios, pequeñas obras de caridad, que poco a poco convertirán a este mundo.
Mis amados, hoy abro Mis brazos y les muestro Mi Inmaculado Corazón, para que tengan delante de sus ojos la Morada Superior, a la cual deben retornar en este tiempo. Vengan sin demora y sin miedo, porque nada malo les sucederá, una profunda paz ingresará en sus vidas, una devoción y una fe inquebrantables, para que, finalmente, hijos Míos, puedan ser convertidos en los Cristos del Nuevo Tiempo, semejantes a Mi Hijo, semejantes a Dios Padre.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Yo les agradezco por confiar en este llamado. Quiero decirles, queridos hijos, que Mis Gracias fueron depositadas en sus corazones y familias.
Adoren, todo el tiempo, la Gracia de Dios. Contemplen Su Majestad y Misericordia; porque lo que Yo les puedo legar son los Códigos de Dios, los principios de la Fuente Primordial, que nacen en el amor y en la unidad. Eso está disponible para todos en el vasto Universo del Creador; solo les bastará, queridos hijos, pedirle a los Cielos, que el Cielo les entregará todo su legado, toda Su Redención y Misericordia.
Me despido de sus corazones en nombre de la Paz y convoco, en este Altar, a los nuevos hijos que hoy Yo consagraré y al grupo de Brasilia que preparó este encuentro Conmigo; porque también será consagrado por Mi Inmaculado Corazón, con la esperanza de que todos ellos sean el corazón vivo para el Brasil, el corazón que pulsa en el amor, en la paz y en la oración.
Bendigo estas flores que serán para los presentes el símbolo de Mi Rosa Mística Universal, de la belleza que Dios gestó a través de Mi Corazón Inmaculado. Consagro las sagradas imágenes para que sean el símbolo vivo de la Luz en estos tiempos de oscuridad.
Yo los bendigo y los contemplo. Y, ahora, escucharé sus voces cantándole a Dios, para la consagración final.
Por todo esto y por los días que vendrán, les agradezco por responder a Mi llamado.
Vayan en paz, vivan en Mi Paz, sean portadores de Mi Paz.
¡Aleluya a Dios!
Canción: Ave María (en latín).
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Colocamos nuestras manos con las palmas hacia arriba para recibir la Gracia de Nuestra Señora.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos Míos, Mi último pedido será para ustedes: recen todos los días que vendrán por Mi peregrinación a los Estados Unidos. A través de su oferta y donación a Mi Corazón Inmaculado, una gran puerta a la conversión se abrirá en ese lugar.
Yo los reúno en nombre de Cristo. Yo los congrego a través de la fuerza de Su Espíritu. Yo los uno a la Fuente de Su infinita Misericordia, ahora y siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
“María de Nazaret” es un cántico que alegra Mi Corazón y hace que Mi Espíritu encienda a las almas en una perpetua devoción. Cantemos alegremente para Dios en esta noche.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más