Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA 113.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Si entras en Mí, entrarás en Dios y conocerás a la Gran Consciencia Creadora, al Sublime Propósito de Dios que concibió al Hijo Primogénito para que Él encarnara en la Tierra y trajera Su Mensaje al mundo.

Por eso, es tan importante Mi Retiro Espiritual; aquel que fue fundado en Tierra Santa, a través de la experiencia de su Maestro y Señor, no solo por Sus apóstoles, sino también por todos los que vendrían después de ellos a través de los tiempos, a través de todas las generaciones.

La vibración de este Retiro es desconocida, pero las almas la pueden sentir en su interior cuando entran en comunión Conmigo a través de los Sacramentos, a través de la unión perpetua con el Sagrado Corazón del Señor.

Este Retiro Espiritual viene en este tiempo a revelarse al mundo; porque este es el tiempo de los últimos apóstoles, de aquellos que Me dicen sí para concretar Mi Plan en la Tierra, para llevar adelante los últimos Proyectos del Redentor.

A través de la gran consciencia espiritual de Mi Retiro en Tierra Santa, las almas reencuentran el camino hacia el Cristo Interior, escuchando el Gran Llamado del Universo.

Ese Llamado que una vez escucharon y que, en este tiempo final, vuelven a escuchar para recordarlo, y así recordar el compromiso que tienen Conmigo en esta Obra Redentora del Señor, como una preparación de Su Gran Retorno al mundo para el cumplimiento de Su promesa realizada después de Su Resurrección.

Estos tesoros, que hoy les traigo, son tesoros para el espíritu de cada uno, que en confianza Yo le otorgo a sus almas para que se conviertan en un templo, en un templo vivo para Dios, y que por medio de su transformación y redención puedan también transformar y redimir al mundo. Porque, llevar en sí mismos Mis Sagradas Reliquias Espirituales significa, compañeros, un compromiso con el Señor del Universo.

Porque deberán representar en esta superficie un Legado que viene a esconderse en sus células, a través de su purificación, trayéndoles en esencia la vida crística, el surgimiento de los últimos Cristos, que en cualquier parte del mundo deberán representar al Señor, preparando el camino, la senda para Su Retorno.

Por eso, deben vivir la gran transformación, para que algún día puedan representarme en totalidad ante todo lo que aún hay por hacer en esta humanidad y en este planeta.

Porque les quiero afirmar que la misión aún no terminó, y que esa misión se concretará y se completará a través de los últimos Cristos, los que darán el ejemplo en lo más pequeño, en lo que es silencioso y anónimo, en aquello que nadie puede reconocer, sino que solamente un corazón orante puede reconocerlo, así como lo reconoce el Corazón de su Señor.

De esta forma, vengo a establecer el gran escenario a través de Mis últimos apóstoles. Ese escenario que es Mi Plan, Mi Proyecto y Mi Aspiración, para que se cumpla en el fin de estos tiempos a través de las almas que se santifican por medio de su entrega, de su amor y de su servicio a Dios.

Porque es allí, en lo más oculto, en el corazón de cada alma, en la vida de cada espíritu, que comenzará a surgir esa esperada Nueva Tierra. Ella deberá surgir primero en el interior, y después ser una realidad en el exterior para que todas las almas puedan reconocerla.

Todas las almas necesitan ser purificadas para ser parte de la promesa del Hijo del Padre, así como su Señor fue purificado en el Templo. Si eso no hubiera sido así, su Maestro no podría haber llevado adelante Su vida pública.

Por eso, todo lo que el Padre les otorga, aun aquello que deben purificar y trascender, es parte de un camino de cristificación y no de sufrimiento. Depende de cada uno, de cómo lo contemple y lo observe, que sea un camino de victoria o un camino de sufrimiento.

Es así que ustedes comenzarán a aprender sobre la dualidad, a poder trascenderla y transmutarla; primero en su interior, para después ayudar a transmutar esa dualidad en el mundo entero. Esa es una tarea aún desconocida para la mayoría.

Por eso, la importancia de la comunión interna Conmigo, para que puedan vivir bajo esta Ley que actuará ampliamente en el fin de estos tiempos; porque sin Ley de Transmutación y de Purificación no podrá haber una Nueva Tierra o una Nueva Humanidad.

Pero, Yo les traigo ese soporte espiritual que necesitan, para animarse a dar los pasos hacia Mi Corazón. Ese apoyo espiritual, que Yo les otorgo, es el Legado de todas Mis Reliquias y experiencias, como también el Legado de los Patriarcas y de los Profetas que vivieron su camino de cristificación y de redención, que aprendieron a amar el Plan de Dios, conociéndolo primero en sí mismos, contemplando en la Voluntad Suprema del Padre para comprender, en algún momento, lo que significa llevar adelante esa Santa y Divina Voluntad.

Estas Reliquias Espirituales del Sagrado Retiro de Cristo vienen a impulsarlos a alcanzar un estado de comunión perpetua para que, en este estado de comunión perpetua, sus seres internos estén bien atentos y vigilantes a las señales del Retorno de Cristo.

Porque esas señales, primero no serán tan visibles. Esas señales más invisibles llegarán a los escogidos, a los que se han animado a despojarse de sí mismos y a entregar su vida en las Manos del Redentor.

Pero Mis señales más contundentes también se cumplirán, para que esa transformación del mundo se alcance y esa esperanza también se establezca en él, llevando a la humanidad a la redención.

Deben tener muy presente este momento de transición que todos atraviesan, participando de todo lo que sucede en el mundo, tomando consciencia de la real necesidad de las almas y sobre todo de las naciones, para que cumplan su Propósito Espiritual, así como lo debe cumplir Brasil.

Por esa razón, Yo estoy aquí. Esa es la razón primera de la visita especial de su Señor a Brasil, desde Israel, trayendo las Reliquias Espirituales del Arca de la Santa Alianza; en este momento, contempladas por las Jerarquías de este Centro de Amor.

¿Será que estarán a la altura, compañeros, de contemplar este momento único que Yo les traigo?, así como las Jerarquías contemplan el Arca de la Santa Alianza, expuesta con todos Sus conocimientos divinos y cósmicos, irradiando todos Sus principios y atributos generados por la Fuente Creadora hacia todas las direcciones del planeta, a través de este Sagrado Centro de Amor.

Es así que su Pastor y Redentor viene a renovar el Árbol de la Vida, a través del Árbol de Figueira. Viene a decirles que los tiempos del cambio ya llegaron y que ustedes, siendo ramas y hojas de ese Árbol Sagrado de Figueira, también deberán cambiar para que puedan seguir Nuestro principio y Nuestra energía, para que puedan acompañar y adherirse a Nuestra tarea universal. Este es el ofrecimiento que ustedes aceptaron, así como lo aceptó su instructor José, de forma incondicional e inmediata.

Este cambio, del cual les hablo, es la apertura total de sus mentes; pero, sobre todo de sus corazones a las emergencias de estos tiempos. Es abrir la consciencia para reconocer el sufrimiento en el semejante y vivir bajo Mi Ley de Compasión y de Misericordia.

Les hablo de esto, compañeros, porque no lo están cumpliendo. He venido de Israel para decírselos, porque están a tiempo de poder cambiar y de reconocer, a través de sus hermanos, al propio Cristo que hoy les habla.

Así, ayudarán a su Señor a aliviar el sufrimiento del mundo de forma real y no ilusoria; a estar hombro a hombro Conmigo, formando las filas del final de los tiempos de los Comandos de Cristo Redentor, sin retroceder ni temerle a nada, estando prontos y disponibles para estar donde sea necesario y cuando sea necesario, para erradicar de ustedes mismos cualquier reclamo. 

Porque un apóstol del final de los tiempos no reclama, un apóstol acepta la cruz que no merece, la lleva consigo como si fuera propia, haciéndolo por Mí en cada paso y en cada momento.

Les hablo de esta forma, compañeros, porque ya no hay tiempo y la emergencia es cada día más grande en todos los sentidos y formas; porque golpearán a su puerta y ¿le abrirán a su Señor?

Por eso, deben estar en Mi Amor para poder identificar las señales y reconocerlas; para saber cuándo deberán responder con sabiduría y discernimiento.

Yo vengo aquí a depositar Mi Legado espiritual, a través de la presencia del Arca de la Santa Alianza en este Sagrado Centro de Amor; porque las Jerarquías lo esperaban y el alma de esta nación también lo esperaba, así como el Ángel que rige este país, que es sostenido en este momento por sus oraciones, para que el Proyecto que aquí está destinado a realizarse se cumpla como está escrito en el Corazón de Dios, aunque los hombres intenten modificarlo.

Brasil es la cuna de la Nueva Humanidad, es donde se unen todas las culturas y todas las vertientes del mundo, porque este país ha sido formado desde la consciencia indígena por medio del Amor-Sabiduría.

El corazón de Brasil no puede morir, su alma no puede ser esclavizada. Este es un país de esperanza y de renacimiento, un espacio y un lugar en donde todo el mundo podrá encontrar a Cristo posando Sus Pies en este suelo, cuando Él retorne.

Por eso, el ofrecimiento debe ser maduro, consciente y, diría, responsable. Recuerden que no vengo a pedirles lo que es imposible. Si no fuera posible, hoy no podrían escuchar este Mensaje, impregnado del más alto grado del Amor de Jesús, para que sus células dormidas despierten y estén firmes como guerreros del Plan.

Para que todo esto sea posible, compañeros, y Mi Retiro Espiritual haga eco aún más en cada corazón humano, en lo más profundo del espíritu, vengo a ofrecerles las Gracias a través de los Sacramentos y, especialmente, a través del Sacramento de la Comunión, sabiendo que es un momento de renovación de votos internos, de reparación y de un gran encuentro con la Fuente de Mi Misericordia.

Por ese motivo, hoy celebraré la Comunión para ustedes; para que, al igual que Mis apóstoles y una vez más, reciban los impulsos de Luz y de Amor del Retiro de Cristo, preciosamente formado por las almas que responden a Mi Llamado.

Celebremos.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a hacer un ejercicio a pedido de Cristo, en este momento, mientras nos preparamos para la celebración en Su Presencia.

Cada uno de nosotros en la mayor quietud posible, física, mental e interna, va a sostener este momento en oración interior, sabiendo que el Señor está aquí presente, esperándonos para celebrar con nosotros la Eucaristía.

En reverencia, así como Él nos ha pedido vamos a prepararnos para que cada célula de nuestro ser y cada átomo de nuestro cuerpo reciban este impulso de transubstanciación proveniente del Sagrado Retiro de Cristo.

Nos mantenemos en silencio como Él nos ha pedido; abiertos a Su Presencia, a Su Amor y a Su Sabiduría.

Invitamos a aquellos que puedan a que se coloquen de rodillas o de pie.

 

Que Mis Palabras purifiquen sus vidas y sus corazones para que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza y el establecimiento de la paz eterna en el mundo.

Por eso, en este momento, reconozcan delante de Mi Sagrado Corazón sus faltas, omisiones e indiferencias y, en un acto profundo de contrición, repárenlas en el silencio del corazón.

Y así, Yo los vengo a renovar otra vez, dándoles el testimonio de Mi Vida a través de la entrega de Mi Cuerpo y de Mi Sangre por el mundo. Por eso, vengo a celebrar con ustedes la Eucaristía, así como la celebré con Mis apóstoles o con Mis discípulos en Emaús.

Vengo a partir y a compartir el Pan de Vida, vengo a darles de beber del Cáliz de la Redención y de la Misericordia, para que las almas del mundo, en este mes de mayo, reciban la amnistía espiritual que necesitan para alcanzar el océano de Mi Misericordia, para unirse nuevamente a la Fuente Eterna del Padre en comunión con todos los ángeles y los bienaventurados.

Es así que vuelvo a celebrar con ustedes este Sacramento y les vuelvo a pedir que ingresen al cenáculo interior del corazón, así como ingresó Mi Santa Madre y las santas mujeres en perpetua contemplación.

Y en el altar de Mi Iglesia Celestial ofrecemos este momento por la redención del mundo, por la paz en la humanidad y en las naciones, por la salvación de los que están perdidos y olvidados, para que este sagrado pueblo de Israel recuerde su compromiso con el Padre y, sobre todo, con Su Sagrado Proyecto, que hoy podrán renovar Conmigo a través de esta Eucaristía.

Es así que vuelvo a tomar el pan entre Mis Manos, lo elevo al Padre pidiéndole que, a través de Sus santos ángeles y arcángeles, Él lo convierta en Mi Glorioso Cuerpo, que vuelvo a partir para que sea compartido con ustedes, recordándoles que este es Mi Cuerpo que fue entregado por los hombres para el perdón de los pecados.

 

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Reverenciamos la Presencia del Cuerpo de Cristo en el altar.

 

Del mismo modo, vuelvo a tomar el Santo Cáliz con Mis Manos y lo ofrezco al Padre Eterno para que justifique, a través de la entrega de Cristo, todos los errores del mundo, especialmente aquellos errores que colocan a la humanidad en las puertas inciertas.
Bendecido este vino, convertido en Mi Preciosa Sangre, vuelvo a pasarlo a los Míos, diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, este es el Cáliz de Mi Sangre, de la nueva y eterna alianza entre las almas y Dios, la Sangre del Cordero que fue derramada para la remisión de todas las faltas. Hoy, hagan esto en Mi Memoria, hasta que Yo retorne.
 

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Reverenciamos la Preciosa Sangre de Jesús.

 

Este es Mi Cuerpo y esta es Mi Sangre, bienaventurados los que se sirven de este banquete espiritual que hoy les ofrezco por amor y por la redención de la humanidad.
Unidos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, vamos a consumar esta consagración cantando el Padre Nuestro en arameo.

Canción: “Padre Nuestro” (en arameo).

Les anuncio la Paz, para que la Paz esté siempre presente en el corazón humano, para que la Paz se haga presente en cada espacio de este planeta.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Anunciamos la Paz de Cristo y le decimos a nuestro Redentor:

 

Señor yo no soy digno que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.



En la alegría del encuentro con Jesús, anunciamos la Comunión Espiritual de todas las almas con Cristo en este momento.

En unión al Amor de Jesús, nos damos el saludo de la Paz.

Vamos a cantar los “Nombres de Dios”.

Canción: “Canon de los Nombres de Dios - nº1”.
 

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente y
os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido;
y, por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.

Amén.


En nombre de Mi Padre, les vuelvo a otorgar la Paz para que la paz sea en el mundo; y los bendigo, agradeciéndoles por este encuentro de corazones valientes.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!

En este encuentro, Te honramos, Señor.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS, DE LA VIRGEN MARÍA Y DE SAN JOSÉ EN EL CENTRO MARIANO SANTUARIO DE LA CREACIÓN, BALNEÁRIO CAMBORIÚ, SANTA CATARINA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

Quien está en Dios nada teme.
Quien está en Dios no retrocede.
Quien está en Dios vive del Amor de Dios.
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios.
Amén.
(tres veces)

A través del Sagrado Corazón de Mi Hijo, hoy les traemos, a este Centro Mariano y su fundación, uno de los Aspectos de Dios, dentro de Sus 72 Nombres Sagrados. 

El Aspecto de Dios que protegerá a este Centro Mariano y su tarea espiritual será el Nombre El Gibbor; para que la fortaleza, la fe, la compasión y el amor impulse, a través de este Centro Mariano, la elevación de todas las almas hacia el Reino de Dios; para que no solo el ser humano, sino también los Reinos de la Naturaleza sean recibidos aquí en espíritu, para que sean curados y redimidos.

Sé que están delante de un Aspecto de Dios desconocido, pero si sus almas se unen a Nuestros Tres Sagrados Corazones, comprenderán ese Aspecto de Dios por medio de la Ciencia y de la Sabiduría que les proporciona.

Porque la aspiración del Padre Eterno es que este Centro Mariano, como un punto de Luz en el planeta, refleje los Atributos de la Fuente Suprema, aquellos Atributos internos que la humanidad necesitará para poder regenerarse y curarse para que, finalmente, se cumpla el surgimiento de la Nueva Humanidad.

Hoy, Nuestros Tres Sagrados Corazones, como receptáculos de los Atributos de Dios, están aquí con todos ustedes, están aquí por la nación de Brasil y por todas las Américas; para que los pueblos de este continente sean conducidos hacia el Propósito de Dios y, por medio de los Ángeles de las Naciones de América Latina, todas las poblaciones y culturas de esta región del planeta puedan aproximarse a cumplir el Proyecto de Dios; aquel Proyecto que infelizmente está siendo oprimido y silenciado.

Pero, en este momento, Yo los vuelvo a invitar a estar en la oración. Yo los invito a silenciarse. Yo los invito a tener sabiduría y discernimiento, porque lo que sucederá en esta parte del planeta, podría afectar al resto del mundo.

Por eso, a través de Nuestra Presencia, a través de la Presencia de los Tres Sagrados Corazones, no solo venimos aquí para dar comienzo al ciclo de este Centro Mariano en su tarea espiritual y en su tarea interna, sino que también estamos aquí, hijos amados, para detener lo que se pretende que suceda sobre la superficie de este continente.

Su fidelidad a Nosotros ha sido muy significativa y la respuesta en la consagración de nuevos Hijos de María. Esto representa para Dios, así como Él nos dijo en este momento, que es posible establecer, en la superficie del planeta, el Proyecto que Él siempre quiso realizar en esta humanidad.

Hijos Míos, no se preocupen si no alcanzan los Misterios del Padre, primero amen los Misterios de Dios para después poder comprenderlos; sigan en fidelidad y obediencia lo que les dicta la Jerarquía Espiritual.

Yo estoy aquí y Soy su Madre, su Madre Universal, su Madre Celestial, la Madre de todo el Brasil, la Madre de toda Sudamérica, y tengo Mis Brazos extendidos hacia ustedes. Una vez más, les ofrezco Mis Manos para que se puedan tomar fuerte y seguir adelante. Porque como humanidad, en la superficie de la Tierra, han demostrado después de estos dos años que es posible seguir adelante cuando tan solo las almas aman de verdad.

Ahora, hijos Míos, les quiere decir algo San José. Escúchenlo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Así como el Cielo se abre hoy delante de sus corazones, él también se puede abrir en el interior de cada uno de ustedes.

Hoy, delante de los Sagrados Corazones, permitan que sus almas aprendan del misterio de la fe para que, mucho más allá de lo que suceda delante de sus ojos, la verdad que pulsa en sus corazones, invisible para la mayoría de los seres humanos, pueda sustentar sus vidas y así, hijos Míos, la Promesa de Dios siempre sea una realidad para cada uno de ustedes.

A través de la fe, encontrarán este Reino que hoy se manifiesta delante de ustedes. Contemplen esta realidad en su interior, y así sabrán que cielo y tierra podrán pasar, pero el Amor Divino permanecerá vivo en la esencia de todo aquel que cree. Aunque sus ojos no vean, sus corazones son capaces de sentir y, a través de ellos, penetrar el misterio.

Muchas cosas sucederán en el mundo y les traerán desesperanza a los hombres, harán que sus corazones sientan el dolor y el sufrimiento que una vez Mi Hijo sintió tanto en Su Agonía como en la Cruz. Pero, así como lo hizo el Corazón de Cristo, hoy los llamo a transmutar este dolor a través de un Amor Mayor, a través de la fe en aquello que pulsa en su interior y les revela lo que verdaderamente son y a través de la madurez del corazón, la madurez espiritual, que ya llegó el tiempo de que puedan experimentar.

Sean responsables, hijos, de sus elecciones, de sus acciones, de cada paso que dan, desde el primer pensamiento que tienen, al iniciar el día, hasta los sentimientos que emiten, las miradas, las acciones.

Rueguen a Dios para que sus acciones sean puras, para que sus vidas sean puras, porque ya llegó el tiempo de que una nueva vida despunte en la humanidad, y ustedes se comprometieron desde el principio a que, a través de los pasos de su redención, pudieran vivir esta nueva vida.

Y esa vida, hijos, es como la vida de Cristo en el Calvario. Alrededor de ustedes habrá caos, confusión, dolor; pero en su interior el Amor de Dios se renueva, nace un amor desconocido, incluso para el Corazón del Padre. Y es a través de ese amor que una nueva genética y un nuevo hombre comienzan a nacer, un Amor que sus células pueden vivir, que se expande desde su esencia hacia toda la consciencia.

Y, a pesar de que hoy eso les parezca imposible, solo les pido que tengan fe y que este Don Divino que hoy desciende del Cielo sobre sus vidas, encuentre un lugar en sus corazones para transformar sus vidas en algo que jamás pensaron.

No tengan miedo, pero sean firmes. El mundo los arrastrará por caminos que no son correctos. La batalla se vivirá dentro y fuera de ustedes; pero, a través de la oración, encontrarán refugio y, en los lugares sagrados, donde la Consciencia Divina habita, allí reencontrarán la paz.        

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, hoy Mi Manto es el Manto de Brasil. El Manto que representa la vida de todo este pueblo y de toda la naturaleza, de una vida que infelizmente ha sido transgredida y violada.

No permitan, hijos Míos, que el Brasil sea un lugar más del enemigo. La fuerza de su oración y de su fe puede transformarlo todo. 

Si consiguieron atravesar el calvario de los dos últimos años, es señal, hijos Míos, que es posible seguir adelante, aunque duela.

Por eso, ahora, el Rey del Universo, el Hijo del Sol, en nombre de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y de San José bendecirá y consagrará este Centro Mariano; y así, consagrará a todos los Hijos de María que hoy se postularon ante Mi Materno e Inmaculado Corazón para ser fieles y firmes en el servicio de la oración perpetua. 

Los invito a colocarse de pie.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

Así como esa llama que tienen encendida delante de sus corazones, llama que representa la Luz, el Amor y la Sabiduría de Dios para todo este planeta, para toda la humanidad; que esta llama se replique y se multiplique no solo en los seres humanos, sino también en los Reinos de la Naturaleza, que en estos tiempos de emergencia necesitan ser comprendidos, acogidos y amados, protegidos y cuidados, como parte vital de la Creación.

Si esta comunión con los Reinos de la Naturaleza se diera a través de su servicio orante, por medio del Centro Mariano Santuario de la Creación, les aseguró que no solo Brasil, sino también otras regiones del mundo estarán más protegidas, aunque el planeta demuestre en este tiempo su caos en la superficie. 

En sus manos está la decisión, en sus manos está el poder de la oración, el poder de permitir que el Cielo descienda a la Tierra, como en este momento. 

Que no solo el Hijo del Padre, sino también la Santísima Madre y el Casto Corazón de San José, en esta Unidad Trina, concedan al Brasil y al mundo la expiación que necesitan para sobrellevar este actual Apocalipsis.

No permitan que los Sellos del Libro del Apocalipsis se abran. Acojan las profecías, pero no las provoquen. 

Sean consecuentes en todo lo que hacen y viven. No se olviden de los Mandamientos, de una vida de servicio, de una vida de amor en la familia, entre todos sus seres queridos. No permitan que la célula de la familia se siga dividiendo.

Recuerden que ustedes y sus familias son parte del Proyecto esperado de Dios, el Sagrado Proyecto del pueblo de Israel.

Recuerden que esta parte del planeta es la promesa de la cuna de la Nueva Humanidad, en donde todo el planeta y la humanidad, a través de este lugar como de los Reinos de la Naturaleza, podrán regenerarse y curarse.

En los Reinos de la Naturaleza está la cura que necesitan, en los Reinos de la Naturaleza está la paz que ustedes buscan en este tiempo.

No permitan que sus vidas se vuelvan superficiales e indiferentes, abracen con el corazón abierto a toda la Creación y les aseguro que no perderán la paz. 

Delante de la Fuente Suprema, delante de los Ángeles y de los Arcángeles, Padres Creadores, que concibieron esta belleza del planeta Tierra, delante de los servidores del Cosmos y de la Tierra, delante de todos los consecuentes en la oración y el servicio por el otro, delante de la Aspiración de Dios, de Su Proyecto; que la Fuente Suprema a través del Corazón de Cristo, del Corazón Inmaculado de María y del Castísimo Corazón de San José, a través del Poder Supremo de El Gibbor, bendiga y consagre a este Centro Mariano, para que sea un verdadero Santuario de la Creación, que conceda a las almas y a los Reinos la cura y la redención que necesitan, para que todos estén en comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo, en nombre del Amor y de la Sabiduría.

Yo los bendigo y los consagro como Centro Mariano Santuario de la Creación y como Hijos de la Madre Divina, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y, para comprender la importancia de este encuentro, les ofreceré Mi Cuerpo y Mi Sangre, a través de la Celebración Eucarística.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, también consagraré, a través de la autoridad de Mi Hijo, a una pequeña e inocente alma, que llegó al mundo de un lugar especial del universo. A través del Sacramento del Bautismo, esa alma recibirá no solo la renovación, sino también el recuerdo de su compromiso con Dios para el próximo tiempo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de San José:

A través de Mi Casto Corazón y la autoridad que Me ha dado Cristo, como Siervo del Redentor, como Vigilante y Protector de las almas, a través del Castísimo Corazón de San José, la Gracia que les ofrecerá hoy Mi Corazón será la Unción para que la Señal Luminosa de la Cruz de Emmanuel siempre los guíe y los proteja.

Ya que, en este tiempo, será necesario discernir antes de actuar, meditar antes de obrar, para que sean consecuentes con la Ley.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de Cristo Jesús:

De esta forma, Nuestros Tres Sagrados Corazones se alegran y bendicen este encuentro, dando inicio a este ciclo de la Peregrinación por la Paz, para que las almas recuperen la esperanza que perdieron, recuperen la alegría que les fue robada y sientan el júbilo de ser Hijos de Dios. Nunca lo olviden, a través de Mi Corazón Misericordioso llegarán a Dios.

Cantemos el Himno de la Consagración de los Hijos de María; pero, todos cantemos, los que están aquí y los que están en sus casas, renovando los votos internos de la consagración para este ciclo de servicio junto a la Jerarquía Divina. 

Los Tres Sagrados Corazones agradecen por haber respondido al llamado. 

Como Cristo Redentor, que la Paz sea en ustedes y en sus hermanos. 

Que así sea. 

Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO DEL DÍA 20 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Recemos:

Sagrado Fuego del Corazón de Jesús,
transforma mi vida y libérame de todo mal.

Amén.

(tres veces)
 

He aquí el Fuego de Mi Sagrado Corazón, expuesto al mundo entero y, especialmente, a las almas sedientas.

Este es el Corazón que se entregó por ustedes, este es el Corazón que se donó por ustedes y es el Corazón que aún está abierto a todos los que quieran entrar en Él.

¿Saben por qué Mi Sagrado Corazón hoy está abierto?

Por haber llegado a Mi encuentro. Por haber respondido a Mi convocatoria.

Por eso, Yo les entrego el Fuego de Mi Corazón Eterno, para que sus vidas se puedan transfigurar, así como el Señor se transfiguró en lo alto del Monte Tabor y reveló Su verdadera Faz a algunos de Sus apóstoles.

El Fuego de Mi Corazón, en aquel tiempo no podía ser conocido por todos, pero sí podía ser percibido por muchos, los que estaban unidos al Señor, en Comunión Sacramental, en oración y en Adoración.

Este es el Fuego que traeré al mundo cuando retorne, el Fuego Glorificado de Mi Corazón que, con tan solo la Presencia del Señor, transfigurará los planos y las consciencias que estén presentes.

Y no solo verán venir al Hijo del Padre en compañía del Sagrado Espíritu, sino también podrán ver con sus propios ojos el Fuego de Mi Corazón que, como un Sagrado Sol del Universo, retirará a las consciencias de la oscuridad, del sufrimiento, de las angustias y del dolor.

Por eso, veneren el Fuego de Mi Corazón, Aquel que ilumina más que cientos de soles, Aquel que les trae a sus esencias, en la sabiduría, la alegría de estar Conmigo todo el tiempo, el júbilo de servirme y de sacrificarse por Mí, no solo por este planeta, sino también por toda la humanidad.

Este es el Fuego de Mi Corazón que hoy les presento.

El mismo Fuego que veneró Mi Santa Madre, el mismo Fuego de Mi Corazón que conocieron las santas mujeres en Mi Resurrección.

El Fuego de Mi Corazón que los pastores de Emaús conocieron cuando estuvieron a Mi lado, compartiendo Conmigo, el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

El Fuego del Amor de Mi Corazón es el que permitió la salvación de la humanidad y del planeta.

Fue el Fuego de Mi Amor que Me permitió llegar hasta lo alto del Monte Calvario y aunque físicamente ya no tenía ni una gota de sangre en Mi Cuerpo, por haberla perdido en el camino del Calvario, quiero decirles que fue el Fuego del Amor de Mi Corazón que Me permitió llegar hasta el final para cumplir la misión que el Padre Me había propuesto.

Si ustedes hoy pueden sentir y conocer el Fuego del Amor de Mi Corazón, ¿creen que este Fuego puede vivir en ustedes y con ustedes?, no solo para iluminar sus caminos y vidas, sino para que participen de la grandeza del Reino de los Cielos, aunque estén viviendo en la superficie de este planeta, aunque estén participando del Armagedón.

Yo quiero recordarles, a través del Fuego de Mi Corazón, no solo la experiencia del Amor que Yo viví por ustedes, sino que el Fuego del Amor de Mi Corazón es lo que permite que Yo llegue al mundo, una y otra vez, para encontrar a Mis apóstoles, a Mis ovejas, para tenerlos cerca y para que ustedes Me tengan cerca de sus corazones y esencias.

Hoy, en la solemnidad de este Fuego que se revela a todos, sientan en sus corazones una parte del Fuego de Mi Amor que los reconsagra y los vivifica, que los transmuta y los trasciende, que los eleva y los reconcilia con Dios para que el mundo se pueda reconciliar con el Padre Eterno.

Es por ese Fuego del Amor de Mi Corazón que deben trabajar y obrar.

Es por ese Fuego del Amor de Mi Corazón que deben vivir esta experiencia de la Tierra como una oportunidad de crecer en el amor, en la felicidad de servir a Dios y, sobre todo, de ser parte de Mi Obra de Redención, de la manifestación de Mi Divina e Insondable Misericordia.

Quiero decirles que es el Fuego del Amor de Mi Corazón que hoy llevaré a Sudamérica y, a través de Sudamérica, al mundo entero.

Será el Fuego del Amor de Mi Corazón que iluminará a la Argentina.

Será el Fuego del Amor de Mi Corazón que intentará conceder intuición y sabiduría a las almas del Brasil, en el momento de escoger a quién los gobernará.

El Fuego de Mi Corazón fue el que también se reveló en el Sagrado Cenáculo, en los días siguientes a Mi Resurrección.

Fue el Fuego del Amor de Mi Corazón que les trajo a los apóstoles y a Mi Santa Madre el Espíritu Santo, porque la Segunda Persona de la Santísima Trinidad estaba presente, es decir el Sagrado e Insondable Hijo. 

Es este mismo misterio que hoy les traigo a todos, porque en el fin de los tiempos lo necesitarán; para que no se olviden de que, siendo parte del Fuego del Amor de Mi Corazón, son parte de la Unidad Trina, de esa unidad que debe reflejarse entre hermanos y entre servidores de un mismo camino espiritual.

Por eso, este es el momento de su reconsagración a la Llama de Fuego de Mi Corazón, que arde incansablemente por las almas que adoran y reconocen a Mi Sagrado Corazón y que arde por aquellas almas que no Me conocen ni Me saben, las almas que Yo necesito que ustedes Me aproximen en estos tiempos, para que Yo también las pueda consagrar y curar como a ustedes los he curado y consagrado.

Esa debería ser su principal tarea espiritual: aproximarme a las almas, para que sientan y vean la Llama del Fuego de Mi Corazón, la Llama que encandilará al mundo entero durante los tres días de oscuridad, y las almas podrán ser partícipes de la Luz de Mi Corazón Eterno, a pesar de lo que suceda, a pesar de lo que se presente o se manifieste.

Porque la Llama de Fuego de Mi Corazón no les hará tener dudas, desconfianza o incertidumbre, sino que sus vidas y consciencias se podrán afirmar en Mi Corazón; porque recuerden que Mi Corazón es el Corazón del Padre Eterno, que encarnó y estuvo entre ustedes y con ustedes para traerles la Buena Nueva.

A través de la Llama del Amor de Mi Corazón, Yo los preparo para los próximos tiempos, para que vivan su verdadero apostolado y para que ayuden a su Maestro y Señor a despertar a nuevos apóstoles, que ya están prontos esperando el gran momento, el momento del despertar.

Sean conciliadores y mediadores, sean precursores de la Llama del Amor de Mi Corazón. 

Hagan conocer al mundo que Mi Corazón no solo está abierto a todos, sino también es un Corazón que puede recibir a todos, sin excepción y sin condición. 

Porque cuando tan solo adoren a la Llama del Amor de Mi Corazón, les aseguro que conocerán el universo de Mi Amor y sentirán el impulso interior de hacer cualquier cosa por el cumplimiento del Plan.

Que esta Llama ilumine a los presentes y a los no presentes. 

Que esta Llama le conceda al mundo la paz, la sabiduría y el discernimiento, el entendimiento para saber gobernar, así como gobierna Dios; para que los pueblos y las naciones ya no sean prisioneras de los sistemas del mundo, sino que las almas alcancen la libertad de este eterno cautiverio planetario; para que los corazones reencuentren el Amor de Dios y la eterna esperanza del Sagrado Corazón de Jesús.

Quien venera a la Llama del Amor de Mi Corazón se compromete, y esto no es pasajero ni transferible.

Contemplar a la Llama del Amor de Mi Corazón significa ser consecuente, estar en prontitud y en alerta para ayudar a la Jerarquía Espiritual en todo lo que Ella intenta construir y manifestar. 

Yo no les entrego algo diferente a lo que les entregué a los apóstoles. En este momento, Yo les estoy legando el mismo conocimiento y sabiduría que Mis apóstoles y seguidores recibieron en el Cenáculo. Porque de esta forma, no solo los preparo para los tiempos que llegarán, en los que deberán alcanzar un estado de consciencia neutra, pero no indiferente; un estado de consciencia pacífica, pero no omisa; un estado de consciencia de amor y de compasión, pero no olvidada de la verdadera necesidad planetaria, de las naciones y de los pueblos que sufren en este momento la guerra, los conflictos, el hambre, la persecución religiosa, el tráfico y la migración.

Yo vengo a trabajar al mundo por esas almas, para que la humanidad entera, esa es Mi Mi aspiración, sea una humanidad misionera y fraterna, que no pueda tener el corazón tranquilo hasta que la última alma esté abrigada en Mis Brazos, hasta que la última alma reciba lo que necesita, hasta que la última alma sea retirada del sufrimiento y del dolor. 

Porque existen misioneros disponibles para ser Mis Brazos y Mis Manos en el mundo; para disolver el sistema cruel de esta humanidad a través del servicio anónimo, de la oración interior y del cumplimiento del Propósito de Cristo en el planeta. De esta forma, también Yo los preparo para la próxima misión en Medio Oriente. 

Por esa razón hoy, detrás de Mí, están viendo a Israel, Mi Tierra Santa, la tierra escogida por el propio Padre Eterno para desarrollar el Sagrado Proyecto Genético, a través de Sus Dádivas y Gracias al pueblo de Israel y a sus tribus.

Hoy, la humanidad es el gran pueblo de Israel, expresado en los cuatro puntos del planeta.

Hoy, la humanidad perdida y desorientada, influenciada y perseguida por los dioses modernos del mundo, deberá volverse hacia el pueblo de Israel, hacia el Proyecto Original del Padre, aquel Proyecto que Él les confió a los patriarcas y a los profetas: el Gran Proyecto de la concreción de Su Sagrada Voluntad en el fin de estos tiempos. Porque dentro de cada corazón, dentro de cada uno de ustedes, está una parte de ese Proyecto del pueblo de Israel.

Por eso, vuelvan hacia sus orígenes. Como humanidad, recuperen sus raíces y recuerden que una vez fueron parte de un pueblo sagrado, de un pueblo que debe recuperar su dignidad espiritual y moral, de un pueblo que aún debe concretar la Voluntad del Padre, así como está escrita en Su Corazón Interno. 

La misión al Medio Oriente, que ya deberían estar viviendo internamente, no solo será una misión para ayudar a los pueblos sufridos de esa región del planeta, no solo será una misión para desatar los nudos que atan a muchas consciencias a la perdición; será una misión para poder develar nuevamente los tesoros sagrados de la Jerarquía Espiritual; para que, a través del Fuego del Amor de Mi Corazón, esos tesoros se manifiesten y se revelen al mundo entero, a través de las Sagradas Reliquias que el pueblo de Israel una vez recibió, por medio del Arca de la Santa Alianza y de las Sagradas Reliquias del Cenáculo, por medio del Santo Grial.

Todos esos tesoros deberán emerger a través del Corazón de la Jerarquía, no solo para Medio Oriente, sino también para el mundo; no solo a través de los Retiros Internos, sino también a través de los corazones que tienen sed de encontrar su origen y de sentirse parte del Proyecto de Dios.

Cada etapa de la tarea de la Jerarquía es para completar un nuevo paso, es para realizar un nuevo esfuerzo que va más allá de lo material o aun de lo espiritual, tarea a la que todos son convocados a formar parte, a sentirse parte de la aspiración de la Jerarquía Espiritual; sabiendo que, si los tesoros de la Jerarquía no se manifiestan y emergen, ¿cómo la humanidad enfrentará los tres días de oscuridad?

La solución para el mundo no se encuentra en lo material, sino en lo interno, en el Sagrado Conocimiento que les puede proporcionar la Jerarquía, a través del inagotable manantial de la Instrucción que ennoblece sus espíritus y que fortalece su fe, que los lleva tarde o temprano a vivir como Nosotros vivimos el Plan de Dios, sintiendo en lo profundo del corazón el Amor Divino que todo lo concibe y que todo lo puede. Ese mismo Amor que permitió que Dios se sacrificara por el mundo entero y fuera el último Cordero llevado al matadero, para que el Árbol de la Vida se pudiera volver a erguir y las raíces de los orígenes y de la sagrada historia del planeta pudiera ser reintegrada a la consciencia del mundo. 

Eso es algo que realizaremos en Medio Oriente, algo semejante y profundo. Acompañen a la Jerarquía en esa meta, en la concreción de esa aspiración. 

Por eso, hoy les entrego el Fuego del Amor de Mi Corazón para darles entendimiento y sabiduría, para que todos se sientan Uno en Nosotros y, a través de Nosotros, se sientan Uno con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo.

Mientras estoy aquí, contemplo las necesidades del planeta, las súplicas de las almas, los ruegos de los corazones, las intenciones de los corazones puros y humildes de todos los que verdaderamente claman por ayuda.

El deseo ardiente de Mi Corazón es que, a través del Fuego de Mi Amor, alcancen la misma visión y percepción que la Jerarquía. El único puente y el único camino para poder conseguirlo es el servicio a los demás, es la escuela de los grados del amor, que los hará llegar más allá de sus limitaciones y condiciones. Y, cuando alcancen los grados del amor, tendrán una visión universal, así como la tiene la Jerarquía y no una visión limitada o condicionada por la mente.

Es solo a través del corazón que los alcanzarán, cuando su devoción por Mi Amor sea cada vez más profunda y verdadera, sea capaz de colocarlos donde Dios los necesita colocar, aunque ustedes crean que no es posible.

Ahora, Me recogeré para poder prepararme, al igual que ustedes, para ayudar al hemisferio sur y a las Américas, que son parte del Fuego del Amor de Mi Corazón, así como lo es parte todo su pueblo.

Mi Amor se expande sobre la Argentina y les aseguro que, a partir de ahora, cuento los días y las horas para volver a reencontrarme con Mis hijos de Argentina, con todos los guerreros de la Misericordia y de la Paz.

Porque a través de los argentinos, de los corazones que verdaderamente Me aman y Me sirven, Yo podré volver a reencontrarme con todas las Jerarquías de los Sagrados Recintos que guarda la Argentina de norte a sur. 

Les aseguro, a Mis hijos de Argentina, que eso no será en vano y que cumpliré Mi Palabra con ellos, en el fin de estos tiempos, para que cada uno de ellos vuelva a recordar que no solo la Jerarquía ama a la Argentina por ser parte de la cuna de la Nueva Humanidad, sino que la Jerarquía siempre les proporcionará Sus instrucciones y tesoros, para que sus almas siempre se puedan ennoblecer en el Amor del Redentor.

Que Argentina no baje los brazos, que Argentina eleve los brazos hacia Mí, así como Yo extiendo Mis Brazos hacia Argentina, para que Me pueda tomar fuerte y Yo retire a su pueblo de ese eterno naufragio, de la mentira, de la impunidad y de la corrupción.

Que se vuelvan a erguir los corazones de Argentina y de toda América. Recuerden que ustedes son parte de una Gran Red del Tiempo que brilla silenciosamente de norte a sur del planeta hasta que pueda despertar y revelarse. Ese es el gran momento que se aproxima para toda la humanidad.  

Que, a través de Mis sacerdotes, celebremos ahora la Comunión Espiritual, por todo lo que deberá hacer la Jerarquía en Argentina y, a través de la Argentina, en toda América, por todas las culturas y por todos los pueblos, por los más pobres entre los pobres. 

Celebremos, a través del Fuego del Amor de Mi Corazón.

Y luego de esta Comunión Espiritual, bendeciremos a una esposa Mía, de alma y de corazón, que se ofrece para servir en Mis Altares, a la que esperaré en Israel.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Te damos gracias, Señor, por cuanto nos das. 

En este encuentro, te honramos, Señor.

 

A través del Fuego del Amor de Mi Corazón, Yo los bendigo y, a través de ustedes, bendigo al mundo entero: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.   

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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