APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En esta noche, de una forma especial, quisiera verlos con las velas encendidas para que de esa forma, hijos Míos, Yo pueda encender la esencia y el corazón de los que no están aquí.

Quiero que cada día de sus vidas, profundicen el significado de sus simples acciones, porque de esa forma, Mis amados, podrán ir viviendo lo sagrado en sus días, y esta vida dejará de ser común para ser semejante a la Vida Celestial.

Quiero que a partir de hoy y para siempre, cada vez que enciendan una vela en sus vidas, se acuerden de Mí. Recuerden que Yo estaré encendiendo una esencia, sobre todo cuando Me entreguen una oración sincera delante de esa llama sagrada.

Y si, más allá de eso, cantan para Mí con alegría, las puertas del Cielo podrán abrirse a los que viven en la oscuridad, a través de la luz que nace de las velas encendidas con la intención correcta y así, con esa simple acción, deberán prestar atención a todas las acciones de sus vidas. Cada palabra pronunciada debe ser impregnada de amor, de humildad, porque así aprenderán con los Mensajeros Divinos y con todos los mensajeros enviados por Dios, que no pronuncian una sola palabra en vano.

Aunque en algún momento podamos decir cosas difíciles para la humanidad, en Nuestro Verbo nunca falta el amor, la comprensión, la humildad y la unidad con todos los seres de este mundo. Es así, Mis queridos, que deberán seguir el ejemplo de Aquellos que Dios envía hacia sus vidas.

¿Por qué piensan que, mientras hablo, necesito que exista una canción? Porque es así, Mis queridos, que ingreso profundamente en sus almas. Mi Voz se une al sonido de todo instrumento tocado con el corazón. También, a través de ellos, Mi Amor se expande por el mundo y Mi Paz impregna las vidas.

Mas hoy, quisiera hablarles de algo importante, importante para Dios y para la humanidad. Y, antes de hablar, silencio, porque necesito que Me sientan para que comprendan así lo que les quiero decir.

A través de su simple oración, muchas de las malas acciones causadas por esta nación pudieron ser liberadas, pero aún hay mucho, Mis queridos, para ser convertido en el corazón de esta nación tan amada por Dios. Muchos piensan que vinieron a Mi encuentro para visitarme, pero fui Yo Quien los convocó internamente para que pudieran estar aquí. Soy Yo quien convoca a los soldados de Mi ejército y del Cielo los llamo por el nombre, porque sé del potencial que guarda cada uno de ellos. Sé lo que pueden ofrecerme y lo que no pueden, pero mucho de lo que sé, ustedes lo desconocen.

Yo sé, hijos Míos, que la humanidad puede entregarle a Dios mucho más de lo que le entrega; que la oración y la vida del espíritu, si fueran una prioridad de todas las almas, convertirían este mundo para siempre y lo tornarían sagrado. Pero muchos desconocen la grandeza de las cosas simples y otros temen ingresar en el Corazón de Dios porque piensan que allí perderán todo lo que tienen, lo que son; pero desconocen, Mis queridos, que nunca conocieron lo que verdaderamente son.

Este mundo, que pueden tocar, ver y sentir, es solo una pequeña parte de la Creación de Dios, que es infinita, sublime, a veces inalcanzable para el corazón humano, que está encerrado en su pequeña vida material. No les digo que abandonen todo, sus familias, sus empleos, sus estudios. Lo que les pido, hijos Míos, es que se abandonen a sí mismos, que reconsideren los valores de su vida, que puedan vivir cada instante de ella sabiendo que la prioridad y la verdad se encuentran en el espíritu.

Quiero que sigan estudiando en las escuelas, en las universidades. Saben que si su presencia en aquellos lugares fuera verdadera portadora de un testimonio vivo de la Presencia de Dios en este mundo, podrá convertir a muchas almas y darles a muchos de Mis hijos la oportunidad para que no se pierdan. Quiero que continúen trabajando, yendo todos los días a su empleo, si saben que al llegar ahí pueden convertirse en una puerta a Mi Corazón Inmaculado para que Mi Presencia transforme la forma de vivir de este mundo.

Quiero que cuiden y amen a sus familias, que descubran en ellas la verdadera oportunidad de amar al prójimo así como es, de aceptar a cada miembro de sus familias con sus limitaciones y dificultades y, aún así, descubrir lo bello, lo sagrado que existe en cada corazón.

Pero también habrá aquellos a quienes les pediré todo, inclusive la vida en este mundo, porque pueden entregármela para servir incondicionalmente a Mi Plan; y que esta entrega absoluta pueda servir de ejemplo a los que aún están prisioneros de la vida material y no consiguen tornarla sagrada, sino que, al contrario, cada día se sumergen en las ilusiones y se olvidan de que Yo los llamo a la transformación.

Mis queridos, les digo todo esto porque a cada uno lo llamo a una definición mayor. Que aquellos que deben tornar la vida sagrada donde están, se esfuercen para hacerlo todos los días; venciendo las propias limitaciones y tendencias humanas, venciendo el asedio que Mi adversario les impone por medio de las modernidades y de los deseos materiales para afirmarse todos los días en la vida del espíritu. Y aquellos que saben que deben entregarme su vida, que encomienden a Mi Espíritu Inmaculado todo lo que son y se lancen sin miedo en Mis Brazos Maternales, porque Yo siempre los cuidaré. Y, si bien les daré duras pruebas para que se fortalezcan, siempre estaré a su lado.

El tiempo de ignorancia de la humanidad ya está acabando. El mundo superior se aproxima a los ojos humanos. Todos podrán ver, tocar, sentir lo que siempre temieron. Los que desde ahora hagan nacer la fe en sus corazones cantarán gloria y aleluya cuando el Reino de los Cielos descienda a la Tierra. Pero los que decidan permanecer en la ignorancia, teniendo como única verdad el reino de este mundo, encandilarán sus ojos en la grandeza de la Luz Divina y se quemarán en el fuego del Retorno de Mi Hijo.

Sé que muchos confían en Mí, pero no creen que ese día llegará. No importa que no crean. Mi Inmaculado Corazón los comprende, porque su corazón es muy humano y penetró poco en los misterios del espíritu. Lo que les pido es que perseveren, porque un día llegará el alivio a sus mentes, a sus almas, porque comprobarán que todo lo que les dije siempre fue verdad.

Bienaventurados los que seguirán Mis pasos sin comprender, sin ver, sin creer; que persistirán en la esperanza, aun sintiendo que no tienen fe, porque Yo les digo, hijos Míos, que su fe es inquebrantable.

Bienaventurados los que confiarán en la guía de los que Yo envié al mundo porque, por más imperfectos que sean sus instructores, en sus corazones vive la Voluntad de Dios.

Bienaventurados los que serán testigos de Mi Presencia en este mundo, que vencerán la vergüenza y el miedo de proclamar y anunciar el Retorno de Mi Hijo, de difundir cada una de Mis Palabras en los cuatro extremos de este mundo, porque a través de ellos les abriré las puertas del Cielo a los incrédulos de espíritu y de corazón.

Bienaventurados los que no se cansan de escucharme y permiten que cada una de Mis Palabras ingrese en lo profundo de sus seres, rompa las barreras y las estructuras que los separan de Dios y los transforme para siempre.

Bienaventurados los que no temieron consagrarse a Mi Inmaculado Corazón y los que un día se consagrarán, porque con ellos construiré Mi ejército de paz y, en un tiempo de caos, expandiré Mi Paz por el mundo.

Llamo aquí a los Hijos de María que se consagrarán en esta noche. Que piensen bien antes de venir a Mi encuentro, porque Yo los transformaré para siempre. En esta noche los coloco ante la Consciencia de Dios, que se manifiesta y se expresa al mundo por medio de Su Sierva.

Bienaventurados los que descubrieron que Yo Soy la Madre de Jesús, pero también Soy la Madre Universal, que Dios vive dentro de Mí y Yo en Él.

Queridos hijos del Inmaculado Corazón de María, hoy los bendeciré, los despertaré, los liberaré de todo el mal. Permitiré que renazcan en espíritu para que sean plenos servidores de Mi Corazón. Sepan que, respondiendo a Mi llamado, estarán cumpliendo con la Voluntad de Dios para sus vidas, voluntad que tanto buscaron en este mundo, camino que tanto se preguntaron dónde estaba, cómo lo recorrerían. Hoy, Yo les muestro que este camino es el que sigue en dirección a Mi Corazón. Si hoy se toman de Mis Manos, que se extienden delante de ustedes, Yo los conduciré al Universo, al Corazón de Mi Hijo, y Él los llevará a Dios.

Ahora, quiero que canten con alegría, con devoción, que proclamen Mi nombre, que se consagren a Mi Corazón con la certeza absoluta de que nunca más serán los mismos, porque Yo les mostraré quiénes verdaderamente son.

Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Sonríanle al Universo que tanto aguardaba su respuesta.

Yo los amo y los encuentro en Mi Corazón todos los días. Eleven el verbo a los Cielos y anúncienle al mundo que son consagrados a Mi Corazón. Anúncienles a las almas que viven en la oscuridad que existe una Luz que las guía, una Luz que está disponible para todos, que no juzgará a ninguna de ellas, que aliviará su sufrimiento, disipará el dolor, consagrará la vida y tornará sagrado el corazón.

Yo los amo, hoy y siempre.


Canción: Himno de los Hijos de María.

 

Hermana Lucía de Jesús:

Nuestra Madre Divina vino hoy como la Reina de la Paz, pero Ella estaba presente aquí mucho antes de haber comenzado a pronunciar Sus Palabras. Desde el inicio de nuestra oración, nuestra Madre Divina ya estaba sobre el Centro Mariano de Aurora realizando una gran tarea de liberación por medio de la presencia de los grupos de Uruguay.

Cuando llegó, Ella pronunciaba Sus Palabras muy lentamente, primero porque observaba a cada uno de nosotros para saber hasta dónde Ella podría decir lo que quería y también para que Sus Palabras pudieran ingresar en nosotros. Cada Palabra que Ella pronunciaba era como un impulso de Luz que salía de Su Corazón e ingresaba en nuestro interior.

Ella no solo hablaba con los que están presentes aquí. Ella nos mostraba, al mismo tiempo que estaba aquí, otros lugares del mundo que recibían este impulso de Su Verbo, no solamente los hermanos que están acompañándonos por “Misericordia María TV”, sino también almas que desconocen completamente que Ella está aquí y que, por medio de nuestras oraciones, pudieron recibir esta Luz de Nuestra Señora.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Nosotros queríamos contarles que cuando comenzamos a cantar “María, toca nuestros corazones”, ustedes vieron que en un momento todo quedó un poco intenso, porque con esa apertura de nuestros corazones, de todos los que están aquí, representando a este país, le dimos permiso al universo para que María pudiera liberar a este país de algunos aprendizajes equivocados que a lo largo de nuestra historia no fueron buenos para sus habitantes ni para el Universo, para la Ley Universal.

Esto es lo que permite que lo que pesa sobre esta nación, que no está de acuerdo con la Ley del Amor, con la Ley del Universo, pueda ser aliviado un poco y tal vez algún día, cuando aquí todos comprendamos algunas cosas y les abramos el corazón a los Mensajeros Divinos, nuestro destino pueda cambiar.

Y así María, con los demás Mensajeros Divinos, camina por el mundo liberando los errores de las naciones para que, en el proceso de la purificación, las naciones tengan nuevas oportunidades y no tengan que vivir el peso de sus errores.

Entonces, siempre tenemos que estar atentos, porque a veces nosotros, a partir de nuestro mundo interior, cuando le decimos sí al Cielo, estamos abriendo una oportunidad no solamente para nosotros.

Por eso, hoy María nos pidió que observáramos las cosas simples, porque vean qué simple es cantar con el corazón y cuán grandioso es el resultado.

Así son las cosas de Dios. Entonces, tenemos que aprender a vivir más en Dios.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Reverenciemos al Rey que está naciendo en el mundo que sufre, y eleven al Cielo sus súplicas, Dios los está escuchando. En cada parte del mundo, los ángeles están atentos para elevar al Cielo las plegarias de los hijos de Dios.

Escuchen con atención lo que les digo.

Yo soy Bienaventurada entre todas las mujeres y ustedes son misericordiosos ante los Ojos de Dios. Agradezcan, en este tiempo final, el encuentro Conmigo; pues Mi llamado está pasando por toda América, con la misión de que los corazones se consagren a Dios.

Liberen sus culpas y deudas, alcancen la cura y la redención, y vivan el Propósito de Dios.

Bienaventurados los que están Conmigo en esta noche, recordando este misterio del Nacimiento de Jesús. Hoy, traigo en Mis brazos al Niño Rey, que trae bendiciones para el mundo y para todas las familias de la Tierra, reconsagrándolas a los Sagrados Corazones, viviendo el misterio infinito del Amor en este ciclo que llegará. 

Yo los preparo, de corazón y de alma, para el advenimiento de Cristo, el Redentor. Preparen sus moradas, hijos Míos, la Sierva fiel viene a su encuentro para ayudarlos, esperando una respuesta inmediata de la humanidad.

Hoy, las penumbras circundan la Tierra, pero Yo Soy el Sol radiante que todo transmuta. En este momento, las almas están siendo liberadas y los corazones, que creen en el Rey Universal, serán glorificados por Dios en los tiempos que vendrán.

Alégrense aquellos que escuchan Mi llamado y por todos los que celebran junto Conmigo el misterio infinito de la Sagrada Familia, porque los Códigos del Cielo están siendo derramados sobre la humanidad que está abierta para escuchar Mi Mensaje.

Por eso, hoy Me arrodillo, delante de ustedes, para reverenciar el Nacimiento de Cristo, Mi Hijo, en sus seres. Preparen sus corazones para este momento. Los coros celestiales están alabando al universo y todas las Jerarquías divinas de la Luz se congregan en el Amor al Propósito Mayor.

Abran las puertas de sus esencias para que el Rey pueda habitar en ustedes. Destituyan de sus vidas el pasado. Renuévense a través de la esperanza de Mi Corazón materno.

Yo vengo a preparar a los nuevos apóstoles de Cristo, aquellos que caminarán silenciosamente para servir a Dios. Por eso, Cristo debe renacer en ustedes en esta noche. Abran sus ojos al horizonte que se aproxima. La Misericordia de Dios está siendo derramada sobre el mundo. Dichosos todos aquellos que creen en Mi Palabra, porque encarnarán el Espíritu de Dios para el nuevo tiempo. No reconocerán sus vidas, porque serán transformadas por los Dones de Dios, los mismos Dones que Yo encarné en el Nacimiento de Cristo.

Por eso, hoy les traigo, Mis hijos amados, la Buena Nueva de la llegada del Mesías, el Profeta entre los profetas, el Maestro entre los maestros, el gran Salvador universal para el planeta.

Eleven en sus oraciones a los Reinos Menores, en ellos debe nacer el espíritu crístico salvador. Bienaventurados aquellos que cuidan de la Creación del Padre, porque en el futuro serán llamados dignos hijos de Dios.

Abran sus corazones, Mis amados hijos, porque a través de Mi Corazón Inmaculado, en esta sagrada Nochebuena, Yo les traigo el Espíritu crístico de Mi Hijo para que pueda encarnar en ustedes y, a partir del nuevo año que comenzará, sus vidas estén renovadas por el Propósito de Dios.

Que escuchen los cuatro puntos del planeta; la Mensajera de Dios, la Purísima Virgen entre las vírgenes, está anunciando Su última Palabra al mundo.

Hoy, Mi Espíritu se regocija por todos aquellos que celebran Conmigo la humildad y la venida de Cristo. Alégrense los corazones que han sufrido, sus nudos internos están siendo desatados, sus faltas están siendo perdonadas, porque Cristo viene a auxiliarlos y a redimirlos. Levántense aquellos que han caído en este mundo. Conságrense los corazones que aún no se han consagrado. El advenimiento del Redentor se aproxima y ustedes deben estar preparados para recibirlo. Dichosos aquellos que consagran sus familias a la Sagrada Familia de Nazaret. Aquellos, que se abran de corazón y de espíritu, podrán recibir los mismos principios de la Familia Sagrada y serán la nueva generación redimida, la Nueva Humanidad que dará principio a lo nuevo.

Por eso, hijos Míos, reciban Mis Palabras con gozo y plenitud. Que canten todos los seres de la Tierra. Que los coros celestiales pronuncien la Gracia de Dios. Yo he venido en su auxilio, en nombre de esta humanidad.

Yo los bendigo.
 

Canción: “Ave María”.
 

Cuando cantan con amor, Mi Alma se llena de gozo por los valientes, porque veo en este mundo a los nuevos rebaños que se redimen y que buscan la Luz de Cristo entre las sombras. Esos son Mis queridos hijos, los que encomiendo a Dios todos los días.

Sus almas muchas veces han estado en Mis brazos, de la misma forma como Jesús lo estuvo al comienzo. Yo les abro Mi Corazón maternal para que reciban Mi Gracia Suprema. En esta Nochebuena, Yo consagro a todas las familias y los invito a animarse, a seguir Mis pasos de Luz y de Paz, a través de la Sagrada Peregrinación que Yo realizo por el mundo junto a ustedes.

Invito a todos los buenos corazones a que Me ayuden a cumplir Mis pedidos; pues el mundo necesita, en todas partes, la Misericordia de Dios. Aún aguardaré, queridos hijos, llegar a África y a otras partes del mundo que también Me necesitan. 

Mi Gran Consciencia Universal observa desde el universo a la humanidad. Yo quiero llegar, hijos Míos, a todo el mundo a través de sus esencias y corazones, porque así ustedes serán el fiel testimonio de la conversión, de la redención del fin del tiempo; y así, ayudarán a que otros corazones se animen a seguirme, en este llamado final que hoy pronuncio.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Les advierto, antes de que Mi Hijo llegue al mundo, que por última vez las puertas de la liberación se abrirán en este planeta, para que  todas las almas que habitan en él puedan recibir una oportunidad grandiosa de liberarse definitivamente de todas las raíces del mal que las aprisionan a este mundo y no les permiten evolucionar y retornar a los Brazos de Dios.

Hijos Míos, para cerrar este encuentro de Mi Corazón con sus corazones, quiero decirles que reflexionen profundamente sobre esta noche y sobre la noche que vendrá, porque en estos tiempos finales generaron méritos para que, en estos dos días, sus almas recibieran una Gracia incomprensible para la mente de la humanidad.

A través de los ojos del corazón, vean la Presencia de Dios a través de Su Sierva y de Sus Ángeles.

El Señor le envía al mundo esta molécula crística que, por última vez, ingresará en las esencias de los seres humanos, en aquellos que deben despertar en este tiempo y que puedan cumplir su misión cuando llegue el momento de ver a Mi Hijo retornando sobre las nubes, porque Él aguardará de todos ustedes los frutos de las semillas depositadas a lo largo de los años.

Escuchen con atención Mi Voz y, sobre todo, abran sus corazones en esta noche única para la humanidad.

Yo les pido, Hijos Míos, que no vivan este momento como un momento común de sus vidas, sino que canten y glorifiquen al Señor y permitan que Él ingrese definitivamente en sus esencias y que, a partir del sí verdadero de sus corazones, aquellos de Mis hijos de la humanidad que todavía duermen en este mundo puedan ser despertados por Mis Ángeles y por todos los Bienaventurados que circulan en el planeta en esta noche. 

¡Que se abran las puertas de la liberación al mundo! ¡Que las raíces del mal sean elevadas a los Cielos para que la humanidad viva la redención y la paz en los tiempos que vendrán!

Fortalézcanse ante Mi Presencia, fortalezcan la fe en sus corazones para superar las pruebas que llegarán al mundo y para ayudar a aquellos que no pudieron despertar.

Yo los aguardo, hijos Míos, en profunda oración. 

Hoy, conduzco a sus almas a Mi Reino y, a través de Mis vehículos de Luz, elevo cada uno de sus seres para que, por un instante, reciban los códigos del Origen Esencial.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi Espíritu Maternal se eleva sobre el mundo; y Dios Me ha permitido, a través de la Gracia, que Mi Corazón estuviera presente en sus hogares y familias, comulgando de este Nacimiento de Cristo, el Redentor.

Por eso, con alegría maternal, sonrían como sonríe Mi rostro de Luz. Que su rostro refleje alegría y amor, porque así la tristeza se disipará y la esperanza los resucitará en espíritu.

Invito a todos los presentes, queridos hijos, a que se aproximen a este sagrado Pesebre de Luz, para que sea bendecido en nombre de la humanidad. Cantemos con alegría y glorifiquemos al Redentor. El Niño Rey está naciendo una vez más en el mundo. Dichosos aquellos que abren sus corazones, porque Cristo entrará dos veces y les hará sentir el Amor de Dios.

 

Canción: "Noche de Paz".

 

Con la bendición con la que Jesús nació, Yo bendigo a estos niños en nombre de todos los niños de la humanidad, y también bendigo la Nueva Tierra que es el advenimiento del nuevo Niño Rey, aquel que nacerá en el espíritu de los simples y prevalecerá, a través de los tiempos, en la sonrisa de los más jóvenes y humildes.

Yo los bendigo, queridos hijos, con la misma pureza que Dios Me concedió, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por responder a Mi llamado. Sigan cantando mientras Mi Espíritu se eleva. Que suenen todas las campanas, Cristo está naciendo en la humanidad.

 

Canción: "Noche de Paz".

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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