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Mis queridos hijos:
Hoy, con alegría y profundo regocijo, Me encuentro con ustedes en Israel.
Una vez más, el Padre Eterno Me dio la Gracia de poder estar aquí, en Mi Tierra Sagrada, en la Sagrada Tierra de Adonai.
Hoy, los invito a que Me recuerden, no solo como su Madre de Israel, sino también como la Sierva que caminó y pisó este sagrado suelo; que, junto a las fieles seguidoras de Cristo, las santas mujeres, su Madre Celeste compartió y vivió momentos inolvidables.
Quiero que se puedan sentir en su Casa, en la Casa de Adonai.
Que cada lugar que recorran de Tierra Santa pueda representar, para ustedes, sentir y vivir lo mismo que Mi Corazón vivió y sintió por cada hijo de esta humanidad.
Me alegra saber que tendrán la Gracia de conocer Mi Casa, en Nazaret, que podrán estar en el sagrado lugar en donde trabajaba y oraba con Mis compañeras, las santas mujeres, en donde vivimos extensas horas de adoración y de comunión espiritual con el Señor.
Quisiera que ahora, Mis compañeras del final de los tiempos, Mis hijas auxiliadoras y adoradoras del Señor, pudieran recoger en el corazón las más verdaderas y humildes experiencias que su Madre Celeste vivió hace tanto tiempo; experiencias que, más tarde, Me llevaron a vivir Mi Asunción.
Como las santas mujeres del pasado, vivan cada momento, en Tierra Santa, como algo único e imborrable, y fortalezcan su oferta a través de Mi Corazón.
Una vez más, Me alegra tenerlas aquí Conmigo, en la Tierra del Señor, lugar donde Él predicó, sanó y liberó el pecado del mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
A través de los Misterios Gloriosos el alma encuentra el testimonio verdadero de la realización del Plan Divino en la humanidad por medio de los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José.
Pero, ¿qué representa para ti la Resurrección de Jesús al tercer día?, ¿y la Ascensión gloriosa del Señor?
¿Qué representa para ti el descenso del Espíritu Santo?, ¿y qué significa para tu ser la Asunción de María a los Cielos?
¿Y el momento de la Coronación de la Sierva de Dios?
En todos esos hechos existen importantes recursos internos y espirituales para que cualquier alma dispuesta alcance la perfección interior, un camino lleno de desafíos y de pruebas, pero verdaderamente colmado por el Amor del Creador.
Cada pasaje de los Misterios Gloriosos representa una llave de acceso para la realización de la Voluntad Divina y para transformar la voluntad humana en una voluntad fundida en Dios.
Los Misterios Gloriosos evidencian todo el tiempo la presencia del Amor de Dios por todo lo creado, especialmente por Sus criaturas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como su Madre Rosa Mística hoy llego a ustedes para revelarles el profundo misterio del Amor de Dios, manifestado por medio de Su Sierva Fiel.
A través de su Madre Rosa Mística es que el principio de la Santísima Trinidad se revela a la consciencia de la humanidad.
Quisiera decirles, queridos hijos, que en su Madre se guarda la presencia espiritual del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y es mediante esta presencia trina que el Universo celestial obra y actúa dentro de la esfera planetaria.
En estas tres vertientes, pertenecientes a una misma persona divina, es que su Madre puede presentarles a Sus hijos la suprema Gracia y la divina Intercesión.
Que en este día quede presente para todos la Santísima Trinidad, como el principio y el origen de toda la Creación y de la Vida.
En la Santísima Trinidad ustedes encontrarán las raíces de la Sagrada Familia y las podrán expresar así como Jesús, María y San José las expresaron siguiendo la Divina Voluntad.
En la Trinidad Santa está la llave de la divina e insondable Misericordia. En la Santísima Trinidad están los principios de la Gracia y de la Piedad, están la fuente y el manantial de la reparación para todo el Universo.
Espero que en sus pequeñas vidas la Santísima Trinidad sea esa ardiente aspiración de poder estar en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo.
Fue el misterio de la Santísima Trinidad el que estuvo presente y manifestado durante la Asunción de su Madre Celeste.
En la faz de la Virgen, Rosa Mística, se guarda y se protege este misterio, porque será a través de Mi Materno e Inmaculado Corazón que las almas podrán reencontrar su verdadero origen espiritual.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice en la Santísima Trinidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Rosa Mística
Yo soy Aquella que, en lo alto de la colina, abrió los Cielos y los ojos de siete niños, para así despertar a la humanidad.
Yo soy Aquella cuyo amor es infinito y que, por Su maternidad celestial, retorna al mundo todos los días desde hace treinta y cinco años.
Yo soy Aquella cuya humildad no pertenece a este mundo; Aquella, que siendo Madre y Reina de la Creación, se vuelve la menor de todas las siervas y que, estando en todas las cosas, se expresa en un cuerpo humano para hablar a la humanidad.
Mi humanidad ya fue trascendida en divinidad en el momento de la Asunción, pero Mi Amor por ustedes, hijos, es tan inmenso, que el Creador Me permitió seguir con este aspecto y apariencia humana, en Mi divina Consciencia, para hablarles al corazón y para despertarlos.
Hijos amados, quisiera construir, en los Centros Marianos, una imitación de Mi Reino que es invisible a los ojos del cuerpo, no obstante palpable para el corazón.
En los niveles sutiles de cada Centro Mariano está la esencia y el arquetipo de ese Centro; aquello en lo que él debe convertirse, para cumplir realmente su misión en la superficie de la Tierra e, incluso, más allá de ella.
Hijos, los Centros Marianos que Yo fundé, sobre el suelo que escogí, no fueron levantados por casualidad. Mi casa de paz y de redención primero se construye en los niveles del espíritu y después en la materia, para que la materia imite la construcción espiritual no solo en su apariencia, sino en sus principios y expresiones divinas.
Cada Centro Mariano representa una usina de transmutación, de salvación, de despertar, de redención y de paz para las almas, para los Reinos de la Naturaleza y para el Universo.
Un verdadero Centro Mariano, erguido y sustentado por Vuestra Madre Celeste, no comienza ni termina en este mundo. Aquello que ven en el plano material es solo una puerta para algo más sublime; es el inicio de un camino de despertar y de redención.
Quienes se aproximan a un Centro Mariano, con reverencia y con el corazón abierto, sentirán que lo sagrado habita allí y que Leyes divinas y seres sublimes comparten la Morada de Vuestra Madre Celestial.
Para disipar las tinieblas de la ignorancia de la propia consciencia y saber estar correctamente en un Centro Mariano, reconociendo la verdad sobre él, es necesario, hijos Míos, que se dispongan a eso de corazón.
Vayan a los Centros Marianos, no solo para orar y encontrar la paz, sino también para prestar un servicio planetario, para profundizar en el propio despertar espiritual y, en consecuencia, en el despertar y en la evolución humana.
No limiten, Mis amados, la actuación de Vuestra Madre Celestial. Sepan que Yo estoy en Omnipresencia, en cada Centro Mariano, esperando que se acerquen a Mi Corazón y develen por sí mismos los misterios que les corresponden reconocer en este tiempo.
Hijos, Mi presencia en los Centros Marianos es permanente e inmutable; no solo cuando vengo para hablarles es que estoy presente. Los Centros Marianos son Mis casas en la Tierra; son los epicentros de paz que Me permiten estar en el mundo.
Es desde los Centros Marianos que cuido y protejo a las almas, que las amparo y las conduzco al Reino de los Cielos. Los Centros Marianos son las puertas de ingreso de los ángeles y arcángeles en el mundo. Es a través de esos Centros de amor, que el Creador puede liberar y transmutar el sufrimiento de la Tierra.
Por eso, hijos, es importante que comprendan que la vida de los Centros Marianos debe ser permanente; no hay una fecha fija para liberar el caos y el mal del planeta. Porque el mal no tiene una hora para actuar. Mientras los orantes trabajan en una hora específica del día y donan a los Centros Marianos, muchas veces, solo algunos días del mes, el enemigo no duerme y trabaja sin cesar.
¿Comprenden la angustia de Vuestra Madre Celeste?
Mientras el enemigo ultraja a las almas y a los Reinos de la Naturaleza, sin pedir permiso, hijos, Yo dependo de la adhesión de sus espíritus y de sus corazones para actuar. Mis ojos tampoco se cierran para dormir y Mis brazos no buscan reposo o descanso, pero Yo los necesito, hijos Míos, despiertos y activos, construyendo y renovando Mis Centros de amor y redención, para que Yo pueda rescatar a las almas de la oscuridad del planeta.
Hoy les agradeceré por escuchar Mi llamado desde hace treinta y cinco años y les pediré, hijos Míos, que no se vuelvan cómodos con el paso de los años y que pongan manos a la obra para la redención planetaria, porque cuanto más tiempo pasa, mientras los seres humanos se acostumbran con la presencia de Dios y se acomodan en sus casas, sin ir a los Centros Marianos para trabajar activamente por la paz, el adversario del Creador multiplica sus ejércitos.
¡Despierten Mis amados! Salgan de sus confortables casas y descubran la gracia que es volverse un servidor consagrado al Plan Divino. Cuando den un paso verdadero en su despertar, no se arrepentirán y no mirarán para atrás, porque la meta de una nueva raza y de una nueva Tierra iluminará los ojos de sus corazones y los impulsará a seguir adelante.
Los amo y les doy Mi Paz,
Vuestra Madre María, Rosa y Reina de la Paz
Queridos hijos:
La conversión del corazón humano puede tener como modelo espiritual al Casto Corazón de San José.
A través del testimonio de San José ustedes, queridos hijos, podrán alcanzar las mismas aspiraciones que una vez San José vivió en este planeta. Dichas aspiraciones, hijos Míos, deben estar basadas en el amor y en la lealtad que San José demostraba en la simplicidad de Su vida diaria.
Por eso, José Castísimo fue escogido por Dios para llevar adelante el proyecto santo de la Sagrada Familia, una experiencia espiritual nunca antes vivida por San José y que más tarde se tornó realidad para Su santa consciencia.
San José demostró en Sus primeros años de vida el amor profundo a Dios y a Su infinita existencia; desde allí José Castísimo fundó las primeras bases para la santidad mediante los votos que Él mismo se había propuesto.
El impulso que San José dio a toda la juventud de la época, desde que era adolescente, fue importante. San José impulsaba a quien estuviera a Su lado a amar y a practicar el servicio a los otros. Sobre todo la bondad de San José hacía que los demás jóvenes lo imitaran, porque el misterio que rodeaba a José Castísimo era Su infinita filiación con Dios y con Su santa Voluntad.
Desde joven, José era amado y apreciado por Su silencio, reverencia y pronta disposición. Heredó de Su padre de la Tierra el oficio de la carpintería y, por la santa creatividad que siempre lo inspiraba, se propuso enseñar las virtudes del servicio, de la oración y de la donación a los otros, a todos los pequeños que lo rodeaban.
El espíritu de paternidad fue el emblema que caracterizaba a San José; quien se acercaba a José Castísimo no solo sentía una divina protección, sino que también era motivado para amar la Voluntad de Dios.
San José es el modelo de superación humana alcanzado por medio del servicio, del esfuerzo, de la fe y de la oración, lo que permitía que José Castísimo expresara las ideas de Dios sobre la lealtad de las criaturas de la Tierra.
En San José se encuentra el proyecto de realización espiritual, el camino que impulsa a la consciencia a animarse, a pesar de los propios miedos, a dar un paso por el Plan Universal, para poder ingresar en el escenario principal del Proyecto de Dios.
San José sufrió pruebas, trascendió desafíos y fortaleció Su fe y amor a Dios, eso lo llevó como un humilde hombre a asumir ser el padre espiritual de Jesús, el guardián del Mesías; para agrado de Su santo y casto espíritu, San José recibió la Gracia de estar hasta los últimos días de Su vida en los brazos de la Santa Madre y Esposa, María.
Desde el momento en que San José fue escogido para llevar adelante el Proyecto redentor de amor, fue apoyado por la Madre de Jesús para dar los pasos hacia tareas mayores con la humanidad.
Momentos antes de la casta muerte del Santo Esposo José, María lo ayudó a superar Su último miedo de abandonar prematuramente a la Sagrada Familia, porque Su misión en la Tierra se había cumplido.
Cuando San José se encontró Conmigo durante Mi santa asunción, nos unimos nuevamente para que, desde ese momento, fuéramos padres de la humanidad y ayudáramos a impulsar el Proyecto del Creador para el planeta y toda la humanidad, como lo hacemos hasta los días de hoy.
Las virtudes y los dones de cada alma pueden consagrarse al Casto Corazón de San José, de esa manera el santo guardián de las almas los protegerá.
A San José agradezcamos por haber aceptado, como humilde hombre, el Proyecto pensado por el Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al Casto Corazón de San José en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis hijos:
Mientras sus corazones y vidas se purifican, Yo los llamo a vivir el espíritu de la trascendencia interior, acto de amor para superar todas las pruebas y las dificultades internas. Es por eso, queridos hijos, que Yo les ofrezco Mi Inmaculado y Materno Corazón como el refugio seguro durante los ciclos internos de la tempestad.
Mi Gracia los reúne todos los días y vengo para que acepten Mi Corazón Inmaculado como el escudo protector contra todo mal y como la fuente del Amor de Dios para el mundo. Ingresen en Mi Corazón por medio de la oración y vivifiquen en este tiempo la luz de los atributos que Yo les quiero derramar.
Consagrarse a Mi Materno Corazón es el primer paso del alma orante, para después compartir con Vuestra Madre Celeste los Dones de Dios hasta ahora desconocidos por todos.
Mientras cursan en la Tierra la escuela de la autopurificación, queridos hijos, unan sus manos como hermanos e imploren para que Mi Casto Corazón los ayude en esta hora aguda de la Tierra.
Trabajando en su consagración diaria a Mi Inmaculado Corazón, permitirán que Vuestra Madre Celeste interceda en este tiempo por la humanidad.
Así como fue en el principio de los mensajes diarios de paz, después de tanto tiempo Yo les dejo llaves básicas para trabajar hasta el fin de sus días en la consagración al Materno Corazón de María. Estos principios de un buen cristiano, son también considerados para los que se consagran como Hijos de María.
Los siete principios para consagrarse al Inmaculado Corazón de María todos los días son los siguientes:
1. Tener una vida de oración.
2. Ser un pacificador.
3. Comulgar diariamente con Cristo.
4. Realizar un acto de misericordia por día, sea servir, ayudar, cuidar a los enfermos, visitar a los que están presos en la cárcel o ayudar a los perdidos por las drogas.
5. Rezar un misterio del Santo Rosario por la paz.
6. Confesar las faltas regularmente al Sagrado Corazón de Jesús, sea con un sacerdote o en profunda soledad.
7. Acoger al peregrino dándole reposo y morada de paso.
Estos siete principios fueron enseñados a los once apóstoles, después de la Asunción de Vuestra Madre Celeste. Fue el legado misericordioso que María les dejó para vivir el apostolado de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama infinitamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridísimos hijos Míos:
En este mes del Santo Rosario, quiero renovarlos en la fe y en la sagrada devoción a Mi Corazón Inmaculado. Quisiera que todos los días, por tan solo quince minutos de vuestro día, veneren Mi Inmaculado Corazón, Su Luz, Su Gloria y Su Gracia para con todos los hijos de la Tierra.
Prometo a quien venere Mi casto y puro Corazón Virginal durante todo el mes de octubre, derramar una Gracia especial que tendrá fruto y gloria en la próxima vida. Prometo a quien venere Mi Sagrado Corazón, darle fervor y espíritu de consuelo y de Gracia durante los últimos tiempos de la Tierra.
Quisiera, queridos hijos, que difundieran la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Y si esta veneración se realizara antes de orar el Santo Rosario, prometo confortar al alma que Me lo pida, pues tengo el permiso y la autoridad para hacerlo como la Madre de Dios. Esta promesa se cumplirá porque fue preciosamente concedida cuando Cristo Me entregó a todos como la Madre de la nueva humanidad.
A aquellos corazones que difundan el poder silencioso de Mi Corazón Inmaculado, Yo les prometo el total y absoluto amparo de las insidias de Mi adversario. Si esa santa imagen de Mi Inmaculado Corazón se colocara en la puerta de cada hogar, prometo la existencia de una fe inquebrantable, capaz de apartar todo deseo de maldad y de odio.
Pero si la santa imagen de Mi Corazón Inmaculado fuese venerada por las familias del mundo antes de orar el Santo Rosario, prometo la potentísima protección divina durante los tres días de oscuridad.
Quien en nombre de Jesucristo todo Me lo pida, por los méritos de Su Pasión, prometo durante este mes, conceder Gracias imposibles y transformaciones inconcebibles a todos los que Me veneren y Me entreguen su amor.
Deseo, que en este mes del rosario, la paz sea la tónica para las almas del mundo, porque especialmente cumpliré Mis obras pedidas por Cristo a través de los que piadosamente Me imploren de corazón una Gracia especial.
En este mes, la Misericordia purísima de Mi Corazón Inmaculado estará derramándose como océano de renovación y de esperanza para todos. No abandonaré a ningún hijo, pues Mi mirada estará en todo aquel que verdaderamente Me busque con sinceridad.
Quien durante su vida prosiga venerando Mi Inmaculado Corazón, ultrajado por las acciones impuras del mundo, prometo liberarlo de toda mancha en la hora de su muerte y especialmente elevarlo al Reino de Dios así como los ángeles Me elevaron en Mi Asunción.
Prometo, a quien se consagre de por vida a Mi Corazón Inmaculado, la Gracia de la alegría y de la paz eterna por todos los tiempos que vendrán. Prometo en la hora de su juicio ser la abogada e intercesora, pues Mis Gracias borrarán de su consciencia todos los agravios cometidos por ignorancia. En ese momento Mi Inmaculado Corazón triunfará en su existencia.
Les agradezco por venerar Mi Inmaculado Corazón.
Los consagra a Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que hoy sonrían sus corazones, porque así Mi Inmaculado Corazón se alegrará.
Queridos hijos:
Hoy los invito a la oración redentora con la misión de que más almas necesitadas de Mi Paz puedan ser tocadas por el Manto de Mi Luz. Por eso, Mis pequeños, hoy les recuerdo el momento de Mi Asunción y Coronación en los Cielos como la Madre Divina de todas las criaturas.
Lleven hoy en sus corazones este precioso recuerdo que todavía permanece vivo en los Cielos Mayores. Así, Mis queridos, ustedes estarán también en la asunción de sus vidas hacia el Altísimo Señor. La vida será convertida en instrumento sagrado donde el Señor podrá servirse de sus corazones donados en la oración.
Mis pequeños, recordando el misterio de Mi Asunción a los Cielos, estarán ayudando al Plan Divino, a través de la oración viva, para que más hijos necesitados de perdón, Misericordia y alivio de sus sufrimientos puedan recibir la Gracia como ustedes la están recibiendo en este último tiempo.
Los llevo a todos en Mi Corazón de Paz en este día 26 de noviembre en el que Yo les irradio la Luz de Mi Reino Celestial.
Mis soldados, la hora de la oración perpetua se está aproximando; así el mundo que está en ruinas podrá ser restaurado por el poder de la oración y por el Amor de Mi Inmaculado Corazón.
Eleven hoy las manos y llenen de oraciones los Cielos.
Los guardo en Mi Paz,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más