APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN TALLIN, ESTONIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DEL DÍA 24

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Oh, santos ángeles de Dios!, respondan a los apelos y llamados de la Madre Divina, para que las naciones se conviertan a Dios.

¡Santos ángeles del universo!, ayuden a las almas perdidas, especialmente a las que más necesitan.

Escuchen el ruego de la Madre de Dios, que viene al encuentro de sus santas consciencias, así como la Madre de Dios viene al encuentro de Sus hijos en la Tierra, para hacerles recordar, a Mis más pequeños hijos, que queda poco tiempo para la conversión. Pero, su Madre Celeste ya está encinta, para anunciar el nacimiento de la Nueva Humanidad.

Por eso, este es el tiempo de la preparación interior. Esta es la hora en la que las almas deberán estar prontas para vivir lo que nunca antes vivieron, para aprender lo que nunca antes aprendieron, para crecer internamente en lo que nunca antes crecieron.

Esto no significa que Mis hijos vivirán situaciones inimaginables; sino que, Mis amados hijos, vivirán experiencias que son necesarias en estos tiempos, porque es necesario madurar el compromiso con Dios para que ese sagrado compromiso, que cada uno deberá cumplir, sea un compromiso profundo y no más superficial.

Por eso, les pido a los ángeles del universo que participen de todo este acontecimiento, porque sé que muchas almas hoy están desorientadas al no ver en sus caminos la Luz del Propósito de Dios, pues la atención de Mis hijos está colocada en cosas superficiales, efímeras e ilusorias.

Por eso, vengo a recordar que el compromiso de cada hijo Mío es gradual, pero que en muchos casos este compromiso será inmediato, porque las almas necesitan hacer lo que vinieron a hacer aquí, a la Tierra. Y esto significará que Mis hijos serán retirados de su propia voluntad, para vivir la grandiosa Voluntad de Dios, así como su Madre Celeste la vivió en plenitud, en felicidad infinita, por estar respondiéndole al Señor.

Este debería ser el espíritu de cada hijo Mío: la felicidad de responderle a Dios y no la obligación de obedecerle, porque Dios, en Su Esencia, es tan Simple; pero, al mismo tiempo, tan Poderoso y Glorioso, que Él se esconde en Su Humildad y se muestra en Su Belleza Creadora.

Él está a la vista de todos. Él no está a la vista de los opulentos, de los ambiciosos o de los egoístas. Su Amor Infinito y Divino es para todos. Él se engrandece en los más pequeños. Él se revela en los más simples. Él se esconde de los que se dicen poderosos.

Si así no fuera la Esencia de Dios, ¿cómo podría ser el Dios Vivo?

Su Amor es tan grande y misericordioso que creó a los ángeles del Cielo para que lo pudieran alabar y adorar; no en Su Trono, sino adorar Su sacrificio y Su entrega, la entrega infinita de Dios por Sus Criaturas.

No hay ser en esta Creación, no hay ángel en el Cielo, no hay consciencia en la Tierra, no hay Reino de la Naturaleza que no se sienta capaz de imitarlo, de imitar al Padre-Madre Creador. Vean como esto se cumple, en armonía, en paz y en equilibrio, a través de la belleza de la Creación.

Así, Yo les dije, hace pocos días, que la humanidad había aprendido a destruir su propia esencia creadora.

Cuán grande será la Misericordia y la Gracia de Dios que Él supera con Su Amor todos los errores, que Él concede el Perdón a todas las ofensas y omisiones, que Él se vuelve a entregar al mundo a través de Nuestros Sagrados Corazones.

Su Amor Cósmico e Infinito nunca podrá ser destruido o disipado; de las ruinas se vuelve a erguir la vida, de las caídas se puede volver a levantar el espíritu, de la perdición puede volver a surgir la Luz, así como la Luz de Dios y la de todos Sus ángeles del Cielo hoy iluminan a Estonia y al mundo entero.

¿Qué será lo que impulsa al universo para hacer este movimiento?

¿Cuál es la causa que permite esta Obra de Amor y de Misericordia?
 
Yo se los resumo en una sola respuesta: es el Amor de Dios. Y vuelvo a decirles que es el Amor de Dios que todo lo permite y lo concede; porque muchos de Mis hijos, especialmente los que están apartados de Dios, aún no se animaron a comulgar del Amor Misericordioso del Padre porque piensan que Dios no los perdonará.

Yo les digo, hijos Míos, que ya no piensen en el Dios de la Justicia, piensen en el Grandioso Dios del Amor y de la Misericordia Infinita. Hoy, Su Corazón es ofendido por las atrocidades de la guerra, por la omisión de los refugiados y exiliados, por la muerte inconmensurable de los necesitados en el mar Mediterráneo y por tantas otras situaciones que muchos no conocen ni saben y que suceden a lo largo y ancho del mundo.

Aun así, el Corazón de Dios siempre está abierto para Sus Hijos y Su Luz Eterna siempre está allí para irradiarlos y bendecirlos, aunque se equivoquen y vuelvan a comenzar de nuevo.

Lo que alivia a Nuestros Sagrados Corazones es que se vuelvan a levantar, una y otra vez, así como lo hizo Mi Hijo después de caer tres veces durante Su Dolorosa Pasión. Así, con esa actitud, podrán renacer cuantas veces sea necesario.

Pero, ¡cuidado, Mis hijos! Las únicas víctimas en este mundo son los desprotegidos y desamparados, los niños, jóvenes y ancianos que no tienen la oportunidad de levantar su cabeza para ver todos los días la luz del sol, así como ustedes la tienen.

¿Comprenden, ahora, la diferencia entre el verdadero y falso victimismo?

Yo vengo a hacerlos crecer de verdad, este es el pedido de Cristo, Nuestro Señor. Esta es la obra, la tarea incansable de los ángeles que, en este tiempo final, trabajan sin tiempo y sin demora para que la gran esfera de la Tierra no salga de su equilibrio y de su paz.

Pero, mientras la sangre inocente se siga derramando, mientras las experiencias en los laboratorios sigan aconteciendo, mientras siga la propaganda del aborto sin tener un mínimo grado de piedad y de sensibilidad, mientras las armas se sigan activando y las fuerzas militares disfruten del sufrimiento de los otros, ¿cómo creen que la Justicia no llegará?

Por eso, la oración del corazón siempre será esencial.

Hoy, está aquí la Señora de la Paz, descalza en la entrega, revestida de la Luz de Dios, donada a través de Sus Manos, piadosa a través de Su Corazón, la Señora del Cielo está toda aquí, presente, porque no quiero ver a Mis hijos sufrir sin sentido, quiero ver a Mis hijos alegrarse, así como los elementos de la naturaleza se alegran, respondiéndole a la Madre de Dios.

Este es el Mensaje que hoy quería dejarles. Mañana seguiré instruyéndolos. Deseo estar aquí, con ustedes, en este mismo lugar, para seguir construyendo la Obra de Dios en los planos internos.

Agradezco a todos los que oraron en los diferentes idiomas, para que así Mi Amor se expanda al mundo entero.

Les estoy agradecida infinitamente a todos los que confían en esta Obra de la Divina e Insondable Jerarquía y especialmente a todos los que hacen posible que esto sea una realidad en lo material y sea un Milagro de Dios en la Tierra, en un tiempo de sufrimiento y dolor.

La Luz de Mi Materno e Inmaculado Corazón todo lo colma, la Luz de Mi Corazón todo disipa y renueva para que se alcance la paz.

Abriendo Mis Manos, donando Mi Luz, entregando Mi Espíritu, amando a todos Mis hijos, imploro una vez más al Creador:


Eterno Amor de Dios,
escucha la Voz de Tu Sierva y Esclava.

Derrama Tu Paz en el mundo.
Cura a las almas heridas.

Otorga el Perdón a los que más lo necesitan.

¡Oh, Santo Dios Creador!,
alivia las heridas de los Reinos Menores,
a través del servicio de Tus santos ángeles.

Que todo sea renovado, ahora y siempre,
en Tu Nombre, Señor.

Amén.


Les agradezco por responder a Mi llamado.

Mi Paz con ustedes, Mis hijos, y el mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
VIGESIMOCUARTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA COLINA DE LAS APARICIONES, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 19:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Se comenzó con la oración “Ave Luminosa”.


Madre María Shimani de Montserrat:

Inhalamos lenta y profundamente, vamos a reunir nuestras energías cada vez más, sintiendo con más intensidad nuestro interior y colocando la Presencia de la Madre que cada uno de nosotros más conoce, con la que tiene más afinidad.

Vamos a percibirla ante nosotros como si oráramos con Ella y vamos a colocar nuestra mente y corazón en Ella, en Su Amor. Vamos a unirnos conscientemente a Ella para orar por todas esas almas que Ella nos ha pedido que la acompañemos a rescatar, como si colocáramos en el plato de una balanza cada una de las cuentas y eso comenzara a equilibrar este proceso planetario.

Vamos a orar con amor, porque hoy que somos más y que sabemos de la fuerza de la oración, del poder de la oración, vamos a unirnos para que este momento sea un momento especial, único, en el que muchas almas puedan ser rescatadas de lugares oscuros, almas que están perdidas.

Y así, no solo vamos a recitar, vamos a orar verdaderamente y a colaborar, a trabajar con la Madre Universal. Vamos a hacer énfasis en prestar atención a los atributos que la Madre Universal nos trae y cuando repetimos cada atributo, lo hacemos con la intención de que se pueda plasmar en nuestras consciencias y en todas las consciencias de nuestra civilización.


 
Después de un tiempo, se cantó el “Ave María” mientras se continuaba orando la “Madre Universal”. Luego, comenzó a llover y todos los presentes se quedaron orando sin moverse de su lugar.

Después, Fray Elías oró tres veces el “Ave María”.


Queridos hijos, hoy los purifico con Mi Agua, para que sus corazones queden libres de manchas. Quiero que reciban esta Gracia superior para que sus corazones sean mansos y humildes.

Imiten la Luz de Mi Corazón y alcanzarán Mi Reino.

Hoy, estoy bendiciendo al mundo con una Gracia especial: la reconversión de las faltas y de las deudas; por eso, permitan que sus rostros se mojen con Mi Agua para que la Luz superior descienda y cure todo mal.

Quiero que encuentren descanso en Mis Palabras y que no se inquieten, pues están frente al Señor antes que frente a Mí.

Para que la Tercera Guerra se impida deberán orar más, deben brotar sinceras oraciones de sus corazones para que lleguen a Mí y Yo pueda interceder no solo por ustedes, sino por todos Mis hijos.

Guarden en sus corazones Mi llamado, para que puedan despertar en el fin de este tiempo. Estoy marcando la última hora de paz para todos los que la quieran recibir; por eso, hoy derramo Mis Gracias en sus corazones para que confíen en Mí y en Cristo.

Hoy, estoy orando por esta parte del mundo para que todos puedan saber Quién Soy y Quién los guía. Recuerden Mi pasaje como la Madre del Mesías, pues ahora Soy su Madre, la Madre de todos. Lleven en sus corazones la Luz de Mi Corazón para que se puedan afirmar en Él y no padezcan ante las pruebas que vendrán.

Hoy, cada uno de ustedes está respondiendo a una parte de Mi llamado, pero quiero anunciarles a los corazones cerrados que vengo en nombre del Señor a establecer Mi Paz inmaculada y el triunfo total de Mi Corazón.

Los invito a entrar debajo de Mi Manto, para que los pueda proteger y así, unidos en oración, puedan Conmigo, ayudar al mundo con fe y paz.

Hoy, vengo a anunciarles el misterio de Fátima, que ya anuncié en Medjugorje. Ahora, estoy pasando por última vez por este mundo para los que Me quieran recibir y coronar como su Madre. Calmen sus corazones, porque así no encontrarán Mi Paz, una Paz sublime que deben descubrir en este último tiempo.

Les abro Mis Brazos a todos los que Me quieran recibir en sus corazones como la Reina de la Paz.  Muchas son las plegarias que recibo día a día, pero pocas son las que responderé, pues es hora de orar con firmeza para socorrer al mundo y a sus hermanos.

Aguarden Mi próxima llegada con alegría, para que sus corazones la sientan y encuentren el alivio que buscan. Hoy, puedo estar aquí entre ustedes, con esta Presencia universal, para los que quieran creer en Mi Mensaje de Paz, en un llamado redentor, en el anuncio de la apertura de una nueva puerta para los que la quieran cruzar en confianza Conmigo.

Escuchen hijos Míos, el Señor nos está invitando a perdonarnos porque estamos a tiempo; Yo seré la consejera de todos cuando nos unamos en oración por el mundo y por todos aquellos que aún no ven la Luz.

Hoy, están recibiendo Mi Gracia, pero Mi Gracia debe ir a todos por igual, también para los que no están aquí escuchando Mi llamado. Ustedes deben ser portavoces de Mi eco, para que resuene en los corazones a través del rayo de Mi Misericordia.

Reconozcan que están siendo salvos antes de que el mundo llegue a su abismo, antes de que la Ley actúe sobre la vida del mundo y sobre todo lo creado; pues el Señor quiere rescatarlos a través de Mí, por eso, Yo estoy aquí anunciando Mi Corazón Inmaculado.

Oremos por la sed que el Señor tiene por todas las almas que buscan la paz y el restauro de sus corazones caídos. Por eso, Yo vengo aquí, a esta nación, para que Mi Corazón triunfe por segunda vez y genere, con Su eco, la difusión en el mundo de Mi Mensaje de Paz para las almas que buscan alivio desde hace siglos.

Encuentren descanso en Mis Palabras y restauro en la fe que Yo les traigo de los Cielos para que puedan continuar en sus caminos hacia un despertar mayor a Mi Corazón Sagrado y al de Mi Hijo.

Están siendo llamados a beber del último resto de Misericordia, antes de que la Justicia llegue a saldar las deudas que los corazones tienen con el Creador y a establecer la armonía en el mundo.

Por eso, todos deberán orar mucho antes de la gran purificación, para que sus corazones se restauren en Mí y encuentren la paz ante las pruebas. Esta será la lección para el mundo: perdonarse por última vez.

Hoy, les entrego Mi Corazón Inmaculado para que lo lleven en sus corazones y abran el camino a los que vienen detrás de ustedes, buscando la misma cura interior que hoy Yo les estoy entregando a aquellos que la merecen por Justicia.

Por eso, intercedo ante el Señor como Madre de todos, para que Él escuche Mis plegarias, las plegarias de este mundo, de los corazones que no se encienden y que aún no encuentran a la Madre del Amor. Por eso hoy, los reúno para que escuchen la voz de Mi Corazón y encuentren el alivio que buscan, que les traigo desde lo Alto.

Eleven sus corazones hacia Mi Manto, para que Yo los pueda amparar y guiar en este último camino que todos ustedes están recorriendo.

Por eso, no deben perder tiempo en extensos pensamientos, en elogiadas ideas, en construcciones evolutivas, porque debemos orar para saciar la sed del mundo, la carencia de amor y de paz que otros no viven. Esta es Mi tarea universal: elevar los corazones hacia el Señor para que todos puedan entrar en el Reino que Yo les prometo después de este mundo.

Escuchen el eco de Mi Voz, para que resuene en lo profundo y siembre la semilla del amor que hoy les traigo. Así, podrán reconocer Mi llamado, el anuncio de paz antes de que todo llegue delante de sus ojos.

Por eso, deben aceptar las rosas de Mi Corazón, para que todo el mal se disuelva en sus seres y en sus consciencias. Es necesario abrir los corazones para comprender el gran llamado que hoy les anuncio; así, el Señor podrá disolver las faltas que todos esconden, pero que Yo veo como Madre de la redención.

Muchos permanecerán, otros caminarán por otros senderos, pero deben saber que la Voluntad es única en esta y en la otra parte del mundo que vive su propia prueba de confirmación a la Luz.

Deben tener como emblema a Mi Corazón Misericordioso para que alumbre sus caminos, caminos que deberán seguir en misión Conmigo.

Los aguardo en oración para establecer Mi Paz y escucho a aquellos que niegan Mi Voz redentora. Abro Mis Brazos para acogerlos a todos; Mi Reino está abierto a todos, a los que están aquí y a los que no están.

Si el mundo ora perpetuamente, la guerra no acontecerá. El Señor probará al mundo por última vez, para que toda la humanidad se confirme a Su Presencia, única desde los orígenes, desde el Génesis, desde el alfa, desde el corazón de la Creación.  Este es el lugar de donde provengo como la Madre de la Paz, como la Señora que responde a los afligidos y a los que buscan respuestas en sus corazones.

Deberán elevarse hacia Mí, para que Yo los eleve hacia Mi Reino de Paz. Y, aunque permanezcan en este mundo que está viviendo su último ciclo, Yo estaré allí resguardando a cada corazón que se una a Mí en oración y a Mi llamado con confianza.

Oremos, porque es urgente.

Oremos, para que la Luz abunde.

Oremos por las religiones, para que se unan, como dicen las profecías de Juan, que están por cumplirse en esta última época.

Así, descubrirán que todos somos Uno en el Señor y que cada uno ha construido su camino a su entender y comprender, aunque todos vamos hacia el mismo fin: el Infinito, que es Piadoso y Misericordioso ante los hombres que viven en este mundo desde hace siglos.

Por eso, Yo los acompaño para traer Mi Luz, Mi Luz Divina, que el Señor Me ha concedido como Intercesora de las almas para que todos curen sus miserias que son profundas, las que conozco y veo. Pero no deben temer por lo que sientan; deberán temer por no orar, porque esta es la Gracia que el Señor nos ha concedido a ustedes y a Mí, como María la Madre del Redentor.

Despertemos las llamas de la oración para que todos puedan elevarse y puedan ver, brillando en sus corazones, Mi Paz profunda.

Responderé a las plegarias porque lo he prometido, pero sepan que si oramos podremos encontrar respuestas sublimes que no vienen de este mundo, sino del que Yo provengo, de la Divinidad, del Corazón de la Fuente, del Reino de Mi Paz para esta humanidad.

Recuerden que la Nueva Jerusalén vendrá descendiendo desde lo Alto para aquellos que la quieran recibir y reconocer en el misterio de Mi Faz.


Se leen las preguntas personales y la Madre Divina las responde.


Lleven la llama de Mi Ser en sus vidas para que encuentren un verdadero refugio de amor y de paz. Solo basta que oremos, este es el llamado.

No teman por lo que perderán.  ¿Serán capaces de dar la vida por los otros en oración?

¿Qué más debemos esperar?

Preguntemos a nuestros corazones por su disposición ante la Obra del Señor; así, en confianza nos encontraremos.

¡Gracias por responder a Mi llamado!


Madre María Shimani de Montserrat:

La Madre Divina nos pidió que el coral cante un cántico para Ella. Por eso, vamos a permanecer en silencio mientras el coral se prepara, sintiendo todo lo que la Madre nos dijo.
 
Vamos a estar quietos para mantener la energía, Su energía, y vamos a escuchar con atención lo que Ella nos quiere decir a través de este cántico.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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