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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El día después de la gran purificación llegará, en el que los sellos de la Nueva Humanidad serán abiertos.
Y los Señores de la Ley llegarán a la Tierra y abrirán esos sellos, para que los Libros revelen al mundo el nuevo tiempo de la humanidad, de toda la humanidad redimida.
Y los Señores de la Ley entrarán al Templo y encontrarán el Sagrario del Corazón de Jesús, resplandeciente, luminoso y vivo, más que cientos de soles del universo.
Y el Señor, elevando Su Mano hacia los Cielos, llamará por la presencia de los Resplandecientes, de todos los Elohim.
Así, los ángeles descenderán con los Pergaminos y los Ancianos de la Ley entrarán al Templo con los Libros abiertos.
Los coros en esa hora cantarán y alabarán a Dios y el aspecto de Yahveh llegará a la Tierra para mostrarse, mucho más que una Paloma de Luz, mucho más que el Sagrado Espíritu Santo.
El Dios Vivo se hará presente en los corazones de los hombres y mujeres de la Tierra, y todos los peregrinos de estos tiempos acudirán al Templo para reconocer, dentro de sí mismos, la morada interior, la existencia de la inmortalidad, la eternidad del espíritu y de la esencia de todos aquellos que fielmente proclamaron su fe en Cristo.
También, en esa hora, por la parte lateral del Templo, se acercará la Madre de Dios, y las nuevas santas mujeres serán congregadas en oración y en espíritu.
Cuando los ángeles se presenten en el Templo con los Pergaminos y los Ancianos de la Ley se coloquen delante de los Resplandecientes, esa será la hora del descenso de la Nueva Jerusalén y los códigos de vida, provenientes de la Fuente Suprema, retornarán al planeta.
En ese momento, en lo alto del Monte Sinaí, el Arca de la Santa Alianza será abierta; y aquellos Patriarcas de otrora y los Profetas se reunirán en alabanza y en oración, como fue en los últimos tiempos, en los tiempos sagrados del pueblo de Israel.
El Templo dará la indicación interna del gran momento, en el que las Sagradas Reliquias de la Jerarquía emergerán del planeta, serán visibles en la superficie de aquellos Sagrados Lugares escogidos por Dios y que, desde otrora, en el silencio absoluto, guardan los sagrados tesoros de la Hermandad.
En ese momento, los ángeles abrirán los Pergaminos ante el Hijo de Dios, y todos los nombres sagrados serán revelados, el Pastor llamará de nuevo a Sus ovejas y ese será el momento del Gran Juicio Universal, en el que la paja será separada del trigo.
La Santa Señora del Universo elevará Su Voz como nunca antes lo hizo, y Su oración se escuchará en todo el universo, en toda la Creación.
Las santas mujeres recordarán el Legado de Cristo vivido en la Tierra y, como nuevas mártires, se ofrecerán por toda la humanidad y por la redención del planeta. Sobre ellas, en sacrificio, descenderá la Corona de Cristo y los nuevos apóstoles serán llamados para este encuentro.
En la unión predilecta de las almas con Dios, emergerá la nueva esencia, la nueva vida, limpia y libre de pecado, como fue en el principio, desde la pureza original.
Es así, que los Sagrados Lagos de Luz estarán presentes en el universo y, en perfecta sintonía y sincronía, harán descender al mundo el Legado de la trayectoria de los Nuevos Cristos, de aquellos que fueron capaces de resignarse y de entregarse por amor, de vaciarse de sí mismos para que pueda vivir el Todo, morada predilecta del Creador.
En esa hora, ante los Ancianos de la Ley y el Resplandeciente Hijo del Padre, ante los Pergaminos que serán abiertos por los ángeles del Cielo, será revelado el secreto del Plan, preciosamente guardado en el Arca de la Santa Alianza que, estando abierta en lo alto del Monte Sinaí, no solo será como un terafín para el mundo entero, sino que Su Luz y Su Resplandecencia iluminarán completamente a la humanidad y a los cuatro puntos de la Tierra.
Entonces, los Elohim llamarán a las tribus de Israel, desde los cuatro puntos de la Tierra. Vendrá la tribu del sur, hacia lo alto del Monte Sinaí; llegará la tribu del norte, a lo alto del Monte Sinaí; después llegará la tribu del este, también a lo alto del Monte Sinaí; y por último llegará la tribu del oeste; y se establecerá la perfecta unidad, cumpliéndose el Proyecto Original.
En esa hora, el Hijo del Padre recibirá en Su Mano el Sagrado Cetro de Dios, de las Manos de la Señora Celeste. El Gobierno se establecerá en el planeta y el mundo ingresará finalmente a la Hermandad. Se restablecerán los Principios y las Leyes que fueron corrompidos y, al pertenecer a la filiación de Dios, todos encontrarán aquella felicidad que siempre buscaron.
Dignos hijos de Dios serán llamados y convocados no por sus nombres de nacimiento, sino por sus nombres de origen y resonará, dentro de los corazones de todos, esa perfecta clave vibratoria que surgió desde el principio de sus esencias, y que el Padre cuidó y amparó con atención y amor.
Al fin, el mundo vivirá lo que tanto ha esperado y el Hijo del Padre volverá a caminar entre los Suyos, abriendo los caminos de la fraternidad.
Así, los esenios de otrora se presentarán y los caballeros templarios se mostrarán. Todos aquellos que formaron parte de la historia de Cristo se presentarán, desde los santos hasta los bienaventurados, desde los servidores hasta los seres más humildes y anónimos; todos aquellos que hicieron algo por Cristo, durante su encarnación, serán convocados por el Señor para volver a celebrar la institución del Gobierno Espiritual del Padre, que les recordará su origen.
Así, aquellos errores que están guardados en las estrellas se disolverán y nunca más una espada se levantará contra nadie, la guerra ya no será la causa de tantos males, la impunidad ya no será el arma de los que se dicen poderosos.
Y todos los que fueron injustamente afectados serán honrados y colocados a los pies del Altar del Creador, así los ángeles del universo les entregarán las coronas de Luz y bendecirán a aquellos que fueron consecuentes, que fueron capaces de dar la vida por el otro, que fueron capaces de ir más allá de sus imperfecciones y errores.
Todo será contemplado y considerado, nada quedará fuera de la Ley. Por eso, los Ancianos de la Ley llegarán con sus historias de vida, no solo lo que han vivido en esta Tierra, sino también lo que vivieron en el cosmos. Pero, esos Libros Sagrados revelarán la experiencia de Mi Amor en ustedes, de todo lo que Yo He conseguido hacer de sus vidas. Por eso, decídanse a ser libres de ustedes mismos, ya no carguen con las cadenas de los errores y las culpas, libérense de una vez y para siempre de esa opresión.
Mi Sangre fue derramada para poder liberarlos. Mi Cuerpo fue flagelado para poder aliviarlos. El Hijo de Dios fue maltratado para que sus vidas se redimieran y se santificaran en Cristo, dando honor y gloria al legado crístico del Amor.
Por eso, desde ahora los preparo internamente para ese gran momento, que ya está siendo vivido por todo el universo, está siendo preparado por los Ancianos de la Ley, por el nuevo Consejo del Sanedrín.
Que sus espíritus sientan el gozo de esta revelación, que sus almas sientan el júbilo por ese gran momento; porque los señalados y ungidos por Cristo serán llamados en el fin de estos tiempos para testimoniar el Amor del Redentor, el Amor que se ha hecho parte de sus vidas, el Amor que a través de ustedes se ha podido multiplicar para poner fin al sufrimiento en el mundo y a la aniquilación de la vida.
Estoy aquí, pidiéndole a Dios y aspirando, a través de sus corazones, a que nadie más en este mundo viva la pena de muerte, porque eso no forma parte de Dios, sino de la soberbia y de la arrogancia de los hombres.
El Árbol de la Vida se levantó en lo alto del Monte Calvario. Ese Árbol dio sus frutos para todos sin condiciones, derramó Su Sangre por todos los pecadores y, hasta los días de hoy, ese Sagrado Árbol de la Vida sigue derramando Su Amor por todos los que se condenaron y por todos aquellos que dicen sí.
Hoy, les traigo una parte de los secretos de Dios que son develados, porque es tiempo de que sean conscientes de todo esto, para que no solo crezcan interiormente, sino que también maduren exteriormente como soldados, apóstoles y guerreros de Mi Misericordia, que deberán dar su vida por Mí.
Por ese motivo, el último día 3 de noviembre, les hice varias preguntas. Espero que no las hayan olvidado tan solo dos días después. No solo deben aprender amar la Instrucción de la Jerarquía, sino también deben aprender a vivirla a través del esfuerzo, a través de la imperiosa necesidad de concretar el Plan.
El Señor está aquí, rezando por ese gran momento para todos; dice que muchos no comprenderán el significado de ese acontecimiento que hoy les revele, porque es necesario amar a Dios en primer lugar, antes que todo, porque no hay otra forma de comprender el Plan, sino amando lo que es desconocido.
Mi hora está terminando aquí en Brasil; con gratitud y amor doy las gracias por todos aquellos que, a través de esta Peregrinación por la Paz en Brasil, Uruguay y Argentina, no solo fueron testigos de Mi Amor por ustedes, sino que fueron consecuentes y conscientes de colaborar en la manifestación del Plan, a través de estos sagrados encuentros con los Mensajeros Divinos.
Espero que, después de esta larga peregrinación por Sudamérica, muchos más hayan comprendido que la Jerarquía está donde es necesario e imprescindible, donde falta realmente el amor, la paz y la verdad.
Mis Brazos siempre estarán extendidos como el Cristo Redentor, no solo sobre Rio de Janeiro, sino también sobre el mundo entero, anunciando el Retorno de Cristo al mundo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Señora o quién está tosiendo, dice el Maestro que vaya y beba agua de la Fuente, que ya se le va a pasar.
De esta forma, hoy también bendigo la Fuente de Cristo de este Centro Mariano, que fue construida con el esfuerzo y la donación de los corazones. Así, espero que muchos más, en este nuevo ciclo, se esfuercen por concretar los pedidos de la Jerarquía en la superficie de este planeta, en las Comunidades-Luz, en los Centros Marianos, en los Monasterios de la Orden y en todos aquellos espacios en el mundo donde será necesario y urgente manifestar un punto de Luz. Eso es tarea de seres conscientes y despiertos, responsables por el Plan de Amor y de Hermandad.
Por eso, agradezco a aquellos que hicieron posible la Fuente de los Siete Rayos de Jesús. Todos aquellos que escuchan, en este momento, que sepan que, en este humilde Centro Mariano, en lo alto de estas sierras de Rio de Janeiro no solo encontrarán a Cristo, el Redentor, sino también la Fuente de Su Gracia y de Su Misericordia expresada por los Siete Rayos de Su Corazón. Vengan a beber de estas Gracias, vengan a ser bautizados y sacramentados, renueven los votos con Mi Corazón todas las veces que sea necesario.
Esta es la Fuente para la cura de las almas; para aquellos que, por diferentes caminos, deben ingresar definitivamente en Mi Corazón a través de la Luz de los Siete Rayos.
Mi tiempo ha terminado, bendigo a esta Comunidad y a todos los que la forman, a Mis compañeros que la sostienen en la liturgia y en el servicio, en la donación a los Reinos de la Naturaleza, haciendo posible la vida evolutiva en las Comunidades-Luz.
Recen por todo lo que la Jerarquía deberá llevar adelante en estos últimos meses del año 2022 y todo lo que deberá suceder a partir del año 2023, en donde situaciones más intensas serán vividas.
Recen por el fortalecimiento de las Misiones Humanitarias, recen por la presencia y la existencia permanente del canal de la Instrucción; porque muchos necesitarán quitar su sed espiritual, ser correctamente orientados y conducidos, ser retirados de esta confusión mundial para que retornen al encuentro de su universo interior, de su esencia.
Recen por la sagrada tarea que la Jerarquía Espiritual deberá realizar en Norteamérica y en Medio Oriente, recen para que la Misericordia también pueda llegar a Asia y Oceanía. Acompañen Nuestros Pasos en colaboración y en donación, en oración perpetua, en vigilia constante, en Sagrada Adoración; a fin de que el canal potentísimo de Mi Divina e Insondable Misericordia en Polonia pueda estar aún más presente en la superficie a través de seres-espejo de oración.
Quiero dejar aquí una Gracia más antes de retirarme, antes de que ingresen en Mi Comunión Espiritual, para hacer la síntesis de todo lo vivido en estos días. Porque, les vuelvo a decir, compañeros, que no pueden perder la Palabra de la Jerarquía y olvidarse de lo que les decimos, porque las orientaciones son únicas y los momentos son únicos, y ya no se podrán repetir.
Esta Gracia que quiero dejar es espiritual, no solo una Gracia Celestial, sino también una Gracia Espiritual, consagrando para este Centro Mariano a nuevas Auxiliadoras de Mi Divina e Insondable Misericordia.
Las invito a aproximarse a este Altar y a colocarse a Mis Pies, así como siempre lo hacían las santas mujeres. Y ahora, pido que las demás auxiliadoras, ya consagradas, se coloquen en oración interna detrás de las que hoy se consagrarán.
Tráiganme aquí los elementos para esta consagración: los anillos, el simbólico Corazón y el velo.
¡Oh, Padre Celestial!,
que a través de estos elementos que hoy estoy bendiciendo,
por medio de la fuerza de Mi Amor y de Mi Misericordia,
tengan el motivo de poder alabarte y reconocerte como el Único Dios,
como el Señor de las Alturas y del Universo,
así como los ángeles Te reconocen, Te adoran y Te alaban eternamente.
A través del Sagrado Pedido de Tu Hijo Jesucristo,
deposita, a través de estos elementos,
las Gracias en las almas que los recibirán
para dar honor al Nombre de Cristo,
como el Camino, la Verdad y la Vida
de todos los que buscan la paz.
Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a cantar la canción de la Unción, para acompañar está consagración.
Hoy, el Señor te está consagrando como María Magdalena.
Hoy, el Señor te está consagrando como María de la Paz.
Hoy, el Señor te está consagrando como María del Alivio del Sufrimiento.
Hoy, Nuestro Señor te está consagrando como Estrella del Mañana.
Hoy, el Señor te está consagrando como María Celestial.
Y así, Yo reúno a todas las hijas de Mi Madre, de diferentes caminos y de diferentes experiencias, renovando con Mi Espíritu a cada una, trayendo Mi Espíritu Consolador, aquel que prometí a los apóstoles en Pentecostés.
Hagan de Mis Altares, puntos de Luz para el planeta. Hagan de sus corazones, Templos del Señor para que sus vidas sean elevadas en ofrecimiento al Corazón del Redentor.
Hoy, Yo Me ofrezco como su Esposo Celestial en esta alianza con el Hijo del Padre, con el Hijo del Espíritu Santo, como su Maestro de Fraternidad, Aquel que camina al lado de los simples y de los humildes, de los que aspiran a ser portadores de la paz.
Yo las consagro como Mis Auxiliadoras de la Divina Misericordia. Sean bienvenidas a Mi ejército interno de Luz. Sean luz para el mundo con su ejemplo, su esfuerzo y su sacrificio, por un solo fin, por el triunfo de Mi Amor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Se comenzó con la oración “Ave Luminosa”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a percibir lo que la oración hace en nosotros. Ahora, que unimos nuestras energías y somos una sola voz y una sola mente, vamos a trabajar con la “Madre Universal” en portugués y vamos a ir prestando atención a cada uno de los atributos, para atraer su energía hacia este lugar.
Se oró la oración “Madre Universal”.
Después de un tiempo se cantó el “Ave María” mientras se continuaba con la oración.
Hoy, vengo a curar, en nombre del Señor, los corazones que están quebrados y corruptos, oremos.
Se comenzó a orar el “Ave María”.
Ya no son más pecadores, sino son rescatados.
Hoy, vengo a derramar Mis Gracias sobre los corazones que no confían en Mi llamado de Paz. Vengo a anunciarles que estoy retornando a Mi Reino y ahora es el momento de que cada corazón se confirme frente a Mí.
El Señor nos está pidiendo que oremos por la reconversión de las almas de todo el mundo. Hoy, vengo a anunciarles Mi Buena Nueva, una nueva víspera que llegará, que Yo les traeré con Mi Mensaje.
Quiero que todos sepan que están en Mi Corazón Eterno. Por eso, les pido que calmen sus seres y que los recojan en Mi interior para que puedan saber cuál es la verdad que les estoy trayendo a todos a través de Mi Reino.
Vengo a anunciarme a ustedes como lo hizo el Arcángel Gabriel Conmigo en los tiempos antiguos. Están recibiendo el mismo llamado que Yo recibí como Madre del Mesías, que gestó el Corazón Glorificado para el mundo entero, Corazón que derramó Su Sangre por ustedes; pero ahora necesito de todos Mis hijos para que prosigamos en oración junto al Señor.
Hoy, les anuncio que, si no oramos, la Tercera Guerra derramará sangre en el mundo; y no quiero volverla a recoger con Mis sábanas, pues los corazones deben redimirse según la Voluntad del Señor y cada uno debe seguir su camino, que lo lleva a Mi Reino.
Es momento de activar la oración prodigiosa y misericordiosa por todas las almas.
Hoy, ustedes están recibiendo una bendición especial de Mí, que espero que la repartan con sus hermanos. Entren dentro de Mí para comprender Mi misterio, que les estoy revelando ante la Trinidad. La Paloma Blanca está pasando por última vez, para que los corazones que se abran, escuchen Mi llamado de Paz.
Están siendo preparados para grandes desafíos, que hoy no les podré revelar, solo confíen en lo que les estoy trayendo a través de Mi Corazón Inmaculado. En estos días, que pasamos juntos, algo deberá acontecer en sus corazones porque Yo les estoy trayendo todo Mi Reino Celestial.
Dejo a Mis ángeles a su servicio, para que los acompañen en los nuevos caminos que algunos comenzarán, en esta vida de consagración al Señor. Quiero que imiten Mis pasos para que comprendan la consagración que les estoy trayendo desde Mi Corazón de Luz.
Es hora de que arriesguen las oraciones por todos aquellos que las necesitan; por eso, quiero construir soldados de paz que confíen en Mí y Yo confíe en ellos, pues los llamaré a cualquier hora para responder a Mi gran llamado, que hoy no conocerán, pero del que pronto sabrán.
Escuchen el eco de Mi Voz para poder nacer a la vida y despertar al misterio de Mi Espíritu Inmaculado. Lleven en sus corazones la alianza de Mi Corazón para que puedan caminar hacia su propia libertad, en este último tiempo que el mundo está viviendo.
Por eso, Yo estoy aquí, porque el Señor los llama a la redención total de las deudas y faltas cometidas a Su Corazón Espiritual y Único. Si ustedes caminan hacia Mi Corazón, todo el mundo caminará. No solo América se consagrará, sino toda Asia y Oriente, cuando llegue la acción de la Ley, cuando la Justicia Divina comience a actuar en los corazones que no escuchan. Por eso, Yo estoy pasando por aquí, como una Madre Misericordiosa, para que eleven sus corazones hacia Mis Brazos, y Yo los lleve hacia adentro de Mi Reino.
Mientras escuchan Mis Palabras, sus corazones deberían estar ardiendo de Amor por Mí. Todos ya Me conocen, Soy la misma de Nazaret. Ahora, les traigo el espíritu de Mi Corazón para que lo guarden en sus vidas.
Guarden en sus mentes el silencio paternal para que reconozcan al Señor que es Único y Misericordioso. Si confiamos en las buenas obras de la oración, el mundo se convertirá dentro del caos y del sufrimiento.
Algunos se ofertarán a Mi Inmaculado Corazón para sufrir por los otros y para que la Ley alivie al mundo; así, podrán comprender el misterio que les estoy presentando por última vez.
Muchos secretos serán revelados en el último ciclo, pero solo unos pocos lo saben y aguardarán para hablar cuando Yo lo diga.
Sepan que todo se descubre a través de las obras sinceras y de las almas que oran Conmigo y que solo aguardan ayudar al mundo. Por eso, Yo estoy aquí, como estoy en Medjugorje, en este día 25, anunciando Mis Obras de Paz para los dos hemisferios de este mundo, que deberán alcanzar Mi alianza para socorrer a los corazones que sufren.
Solo deben permitir que Mi Amor llegue a sus esencias para que puedan encender, en sus corazones, el legado de Mi Paz, que les estoy trayendo en este pasaje como la Madre de la redención, como la Divina Concepción de la Trinidad, como el Ave Luminosa.
Reciban, en este momento, la Luz de Mi Espíritu, a través de la Paloma de la Paz, para que sus corazones se calmen y no se culpen más.
Es necesario hacer brotar la fuente que les estoy entregando con confianza en el fin de este tiempo; por eso, deberemos orar sin prejuicios para que podamos encontrar los verdaderos valores que el Señor les quiere entregar en este último ciclo a través de Mí y a través de Mi Hijo.
Bañen y laven sus rostros en el océano de Mi oración perpetua, para que todos puedan entrar en Mi Reino a través de sus pasos simples y humildes. Para comprender los Cielos deben amarlos. Para encontrar el misterio, deben amarlo, misterio que hoy les revelo a través de Mi Espíritu de Paz a sus corazones.
Es necesario rendirse ante el Señor para que sus vestiduras caigan, las que llevan desde hace tiempo y las que llevan ahora.
¿Comprenden cómo es el misterio de Mi Corazón? Anuncio Mi Mensaje a dos voces para que todos escuchen, aún más aquellos que se cierran a Mí desde hace tiempo. Solo deben comprender Quién se está presentando ante ustedes. Yo nací en su Tierra y aprendí, al igual que sus corazones, buscando eternamente al Señor y respondiendo a lo desconocido.
Así se trascienden las formas humanas que el mundo ha construido, colocándose primero ante el Señor del Universo. Por eso, la humanidad deberá rendirse a Mi Inmaculado Corazón para que Yo los ayude a perdonar y a redimir el pasado.
Recuerden los preceptos del Señor: amarse los unos a los otros como ustedes Me aman a Mí y Yo los amo a ustedes. De esta forma, los lazos del mal se cortarán a través de Mi espada de la Paz, para que los corazones se enciendan y encuentren el alivio que tanto buscan.
Muchos fueron tocados durante estos días por la llama de Mi redención y aguardo que coloquen sus corazones en nombre de todos ante Mi Faz, para que Yo pueda obrar en las oraciones que necesita el mundo entero. La Sangre del Señor fue derramada por todos; pero para que llegue la Buena Nueva deberemos orar; así, el mundo cambiará.
Los aguardaré en la segunda parte del día recogidos en Mi Corazón, para que vean brillar Mi Llama Trina ante sus seres y sus consciencias. De esta forma, redimirán sus faltas ante el Señor antes de que el Juicio llegue a la humanidad.
Por eso, este es Mi último prenuncio de Paz para Europa y América. Estos dos grandes corazones poco a poco se están consagrando; pero para que los corazones no mueran sin tener Luz, otros deberán redimirse, porque forman parte del gran pulsar de Mi Corazón.
Les dejo Mi Paz para que encuentren descanso y solo vigilen en Mí, en oración. De esta forma se disolverán sus dudas y pensamientos, para que puedan trascenderse hacia Mi Reino que está abierto a todos. Este es el último pasaje de la Sierva del Señor para aquellos que lo quieran ver con sus ojos.
Todos aquellos que escuchen Mi llamado por esta última vez, sepan que están siendo preparados en un camino rápido, el mismo que recorrió Medjugorje desde hace treinta años. Pero ahora, el tiempo cambia y la necesidad de los corazones es mayor. Por eso, deben encender las luces de sus corazones para que se unan a Mí en esta misión universal.
Yo Soy la Reina de la Paz, el Inmaculado Corazón de la redención, para que todos escuchen Mi llamado en este último ciclo que estamos recorriendo. Derramen su amor sobre los otros, como Yo lo he hecho con ustedes durante estos días. Aguardo que Me sigan, aun cuando Yo no aparezca delante de sus seres.
Les dejo Mi Amor redentor, el que aprendí en Jerusalén junto al Gran Maestro. Así, las almas ven las obras del Señor, que siempre debieron buscar como un primer camino de consagración. Son Mis hijos, son criaturas del Señor.
Perdono a todos aquellos que interfieren Mi prenuncio, pero sepan que Mi Amor es más grande que sus propias vidas, el mismo que enseñó Mi Hijo a Sus discípulos. Así, sabrán de dónde viene el Amor, un Amor único y predilecto que les tiene el Señor desde que los creó como esencias.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre Divina inclinándose con el orandio en sus manos nos sigue hablando.
Reverencia y redención para los que quieran ver Mi Luz que está llegando.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Canción: “Ave Luminosa”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Convirtiéndose en un Ave de Fuego, Ella se despidió de todos volando sobre nuestras cabezas.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más