¡PERÍODO DE SUBLIME GRACIA!

Durante Su última Aparición, la Virgen María anunció un período de gracia invaluable: la indulgencia plenaria, una gran oportunidad que estará disponible hasta el 6 de enero. ¡Descubre más!

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LOS PIRINEOS, FRANCIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO DEL DÍA 20

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí el Corazón Insondable y Amoroso que nunca se arrepiente de lo que ha hecho por las almas.

He aquí el Corazón Paciente y Misericordioso que da todo por los Suyos. Este es el Corazón Eterno e Infinito que espera que Sus compañeros den sus pasos.

Valientes son los que han confiado en Mi Llamado. Agraciados son los que han sido fieles a Mis Preceptos y a Mi Voluntad, porque este es el tiempo de la reconstrucción espiritual e interna de las almas.

Grande es la sed que aún siento por los que no Me reconocen ni Me sirven, que no Me encuentran en la mirada del enfermo, del prisionero o del pobre.

¡Cuánta Misericordia se guarda en los corazones simples, en los que son capaces de salir de sí mismos para poder ser bendecidos por la Ley de la Gracia!

Hoy, estoy aquí por una Francia que Me necesita, por un mundo que Me invoca a través de la fuerza de la oración del corazón. Aunque las guerras se agraven y los conflictos se amplíen, Yo estoy aquí como la insondable Luz que viene a disipar las tinieblas, primero de ustedes mismos, para después disipar las tinieblas del mundo.

Renazcan en la vida de este Corazón que se dona y que sirve a Dios, y que lo sigue haciendo incansablemente después de Su Muerte en la Cruz, cuando el Agua y la Sangre brotaron de Mi Costado, como hoy esa Agua y esa Sangre siguen brotando de Mi Costado en rayos de Luz pálidos y rojos para justificar y para salvar a las almas, a las más pecadoras y, especialmente, a las almas que estando en Mi Camino han rechazado Mi Llamado y Me han ofendido.

Ustedes saben que no vengo aquí como un juez, ni tampoco como un verdugo; vengo como ese Corazón que sufre y padece en silencio la ignorancia de las almas y de los corazones y, principalmente, de los que han dudado de Mi Llamado, en estos últimos tiempos. Pero la Verdad, que viene de los Cielos, es más grande que todas las miserias y que todos los errores. La Verdad, que proviene y surge del Amor del Corazón del Padre, es más grande que toda incomprensión e ignorancia.

Yo les demostré cuál era el Camino, a través del Camino del Calvario. Pero no los quiero ver víctimas de este mundo ni de ustedes mismos; sino quiero que, a través de su arrepentimiento, penitencia y oración, puedan ser algún día víctimas de Mi Amor, de un Amor que es capaz de aceptar, de un Amor que es capaz de reconocer y de un Amor que es capaz de vivir lo que Dios establezca.

Por eso, las almas sufren; por eso, las almas padecen y algunas agonizan, porque se resisten a vivir la Voluntad de Dios, que va más allá de toda comprensión humana o mental.

Quiero que recuerden y quiero que sepan que Yo tengo algo especial para cada uno; tengo un tesoro guardado en Mi Corazón Misericordioso, esperando aún para ser entregado a Mis compañeros.

He caminado a su lado en estos últimos once años. Ahora es el tiempo y ahora es el momento de que vivan Mis Palabras y, como les dije una vez, de que puedan ser Mi propio Evangelio, escrito en la Tierra a través de las almas que Me aman y que Me sirven.

Mi Obra, fundada a través de esta Obra, no podía continuar como estaba. Por eso, llegó el tiempo del recogimiento de Nuestros Sagrados Corazones para que, como les dije y hoy les vuelvo a decir, cada uno camine con sus propios pies; porque nada les falta y nada les faltará cuando estén en armonía y en equilibrio con la Ley del Amor.

Toda Nuestra manifestación, a lo largo de los tiempos, ha sido ampliamente misericordiosa y paciente. Ahora es tiempo que ese Plan, que Dios tiene previsto para cada alma y cada corazón, se cumpla.

Este es el tiempo de que ustedes sean el Plan manifestado y concretado en la Tierra, aunque vivan su vida humana, pero sus espíritus y sobre todo sus corazones pueden estar unidos a Dios verdaderamente, recibir de Dios Sus Divinos Impulsos y escuchar en sus propios corazones la Voz del Creador.

¡Ay de aquellos que no comprendieron el cambio de esta Obra, que es la Obra de la Jerarquía! Nada es estático en este universo, ni siquiera en el Universo Espiritual. Cuando vean que esto sucede, sepan que llegará un gran impulso y un gran cambio, como está sucediendo ahora.

Felices serán los que renacerán a través de este momento. Felices serán los que se adhieran sin cuestionamientos. Bienaventurados serán los que abracen este momento sin dejar ninguna puerta abierta a la duda; porque quien ha confiado verdaderamente en Mí, llegará muy lejos. Y todo lo que han vivido Conmigo, a lo largo de los últimos once años, no habrá sido algo solamente emocional o pasajero; porque Yo no vengo a este mundo para esto, vengo a través de una Ley de Gracia desconocida para que sean conscientes de la emergencia del planeta y de la imperiosa necesidad de las almas que sufren en este tiempo crucial, sin ver la luz, sin encontrar la paz, sin poder sentir el Amor de Mi Corazón Misericordioso, como hoy ustedes lo pueden sentir y vivir.

El calvario del planeta está ahí, frente a sus ojos.
 
¿Quién acompañará al Maestro a cargar con la Cruz, sin ser víctima de sí mismo para ser víctima del Amor Mayor?

¿Quién no retrocederá cuando el momento final llegue, cuando en el ocaso se anuncie la Venida de Cristo y las estrellas sean testigos de ese momento?

¿Quién reconocerá, en el final de los tiempos, a su propio Cristo Interior, para no reconocer más a su ego y a su persona humana?

Porque Yo vengo a hacer de los miserables los más perfectos. Yo vengo a hacer de los humildes los más glorificados. Vengo a retirar el poder de los que están ciegos, de los ambiciosos y que no se han arrepentido de corazón.

Quien crea que Yo estoy aquí, que Me siga; pues Mi hora está llegando, así como Mi hora llegó en el Huerto Getsemaní.

¿Quién aceptará el Cáliz, el mismo Cáliz que el Padre Me ofreció en el Huerto Getsemaní?

¿Quién beberá de la Sangre Redentora de Cristo para convertirse en un verdadero apóstol de la Misericordia?

Rezo por los que aún dicen estar confundidos. La Verdad fue revelada y no hay otra, porque la Verdad es única y solemne.

Me alivio al ver a los que contemplan las estrellas del nuevo tiempo, el renacimiento de los principios y de los atributos que fundaron la Obra de la Jerarquía en la superficie.

Bienaventurados serán los que acompañen este momento y ya no hagan ningún juicio de valor ni de crítica, porque el tesoro que les fue confiado es muy grande, es una responsabilidad espiritual y no solo humana.

Dios abrió las entrañas más profundas de Su Corazón para que todos ustedes, almas de la Tierra, pudieran ver en lo más profundo del Creador y pudieran sentir la esencia de Su Amor Mayor.

La Fuente de la Gracia no se desperdicia y nunca se desperdiciará.

Dichosos son los consecuentes y reverentes, que reconocen a Adonai como su único Dios.

Vengo así a renovar los tiempos.

Vengo así a iluminar las moradas internas.

Vengo a dar vida a lo que aparentemente está casi muerto en espíritu, en alma y en corazón; porque el precio de Mi Sangre no puede ser medido ni tampoco calculado.

La Sangre derramada en esta hora por Mi Corazón, flagelado y ultrajado por las guerras del mundo y por el sufrimiento de los inocentes y de los que padecen, es una Sangre de Amor y de Redención que viene a ofrecerse de forma inagotable e inextinguible para salvar a las almas perdidas y que fueron injustamente condenadas en esta Obra y en el mundo.

He aquí, entre Mis Manos, el Libro de sus almas, que hoy el Señor quiere volver a escribir, a pedido de Dios, para que sus vidas sean Mías definitivamente.


Padre, perdona a los que no saben lo que hacen;
así como perdonaste al prisionero
que estaba clavado en la cruz a Mi lado,
en el Monte Calvario,
y lo dejaste entrar en Tu Paraíso.

Recibe el ofrecimiento de Tu Amado Hijo
por los que no son consecuentes para que sean consecuentes,
por los que no creen para que crean,
por los que ya no sienten para que sientan Mi Amor,
Mi Amor consolador.

Resucita de las miserias del mundo
a los que verdaderamente padecen.

Unge, Señor, con Tu Luz
a los que más lo necesitan.

Sangre y Agua de Mi Corazón
son ofrecidos para la conversión
de las almas y de las naciones.

Mi Corazón está vacío
y quiere ser llenado por su amor,
por el amor de los que Me escuchan,
por el amor de los que Me creen,
por el amor de los que Me sirven.

Adonai, escucha Mi oferta,
la oferta de Tu Siervo e Hijo Primogénito.

Que Tus tesoros espirituales
se compartan con las almas;
así como hoy el Reino de los Cielos se comparte
con los que están aquí presentes,
aunque no lo entiendan.

 

Que Mis Palabras se guarden en el corazón y no en la mente; porque la mente puede ser engañosa y confundir, así como ha confundido a muchos que se olvidaron de Mi Amor.

Pero Yo vengo a resucitar espiritualmente a los que más lo necesitan en todas partes del mundo, principalmente las esencias.

Hoy se presenta ante ustedes el misterio de la Cruz, de cada clavo que traspasó Mis Manos y Mis Pies. Entonces, venció el Amor y no el dolor, aunque lo sintiera en Mis más profundas entrañas y en Mi Vida que en cada segundo del Calvario se apagaba para salvar a las almas.

Esto es lo que hoy Me trae aquí para decirles que Mi Amor es inagotable y eterno, porque es el Amor de Dios, vivo a través de Su Hijo y, por intermedio de Su Hijo, a través de las almas.

Vengo a consagrar los votos de los consecuentes, de los fieles y de los adheridos.

Que el Señor, Dios del Universo, Adonai, haga florecer Sus jardines internos con la belleza de las almas que aman y que honran a Dios y a Su Santísima Madre, María, Madre de todos, Madre de Cristo, el Salvador.

Que las miserias sean disueltas para que renazca la vida, la cura y el perdón del Corazón de Jesús.

Que la paz esté en ustedes y en el sufrido mundo.

Que la paz rescate a los que mueren en la violencia y el martirio de las guerras.

Que Dios le conceda al mundo un tiempo de paz, porque la balanza está a punto de romperse y la oración honesta de las almas todo salvará.

He aquí su Amor inagotable, el Amor que no se cansa, el Amor que sostiene y que renueva toda la vida.

Que Francia y el mundo sean bendecidos, para que los que no se arrepintieron se arrepientan.

Hoy, Mi Luz vuelve a brillar en las montañas y, sobre todo, en el templo de los que Me adoran y Me aman.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mientras el mundo busca una salida equivocada y la humanidad aún sigue ostentando el poder y la propia voluntad; a través del Fuego del Espíritu Santo que hoy los congrega, Yo les traigo el misterio de la Cruz en el Monte Calvario para que lo contemplen a través de Mi Corazón, aquí presente hoy; para que estén a los a los pies de la Cruz, así como lo estuvieron Mi Madre y las santas mujeres; que estén Conmigo a los pies de la cruz del planeta, porque muchos intentan escapar de ese compromiso porque es desconocido y muchos aún le tienen miedo. 

Lo que Yo les puedo ofrecer son sacrificios, una Ley aún no comprendida por el mundo. El sacrificio ha sido transgredido por los hombres y mujeres de la Tierra porque no lo han comprendido, pero Mi Madre estuvo a los pies de la Cruz y amó ese misterio.  

Y hoy, su Maestro y Señor, Glorioso y Resplandeciente sobre estas sierras, se alegra por volver aquí, por estar con los guerreros de la Misericordia de esta Comunidad, por estar con los Suyos por un momento, con aquellos que están aprendiendo a superarse a sí mismos, con los apóstoles que sostienen este Centro Mariano. 

Estoy aquí, finalmente, con los Míos, con aquellos que son fieles a este Plan, que acompañan la Obra de la Jerarquía. Esa es la razón que Me ha traído aquí y es el permiso que Yo He recibido directamente del Padre. 

Muchos más deberán abrirse a amar el misterio de la Cruz, de la Cruz que fue marcada por Mi propia Sangre, de la Cruz que fue bañada por Mi propia Agua. Y hoy, a través de este misterio que les traigo a sus mundos internos, a través de Mi Cruz, Yo los vuelvo a señalar como Hijos del Padre. 

Hoy, los vuelvo a purificar a través de Mi Sangre, como aquellos apóstoles que están escritos en el Corazón de Dios y que, a través de los talentos y de las virtudes, vengo a buscar. 

Hoy, les hablo desde un universo abstracto, pero si el corazón está abierto todo lo comprende y lo siente; comprende el misterio que Yo le traigo al mundo y a los corazones, porque es una sagrada semilla de Luz que Yo siembro en las consciencias, una semilla que germinará y que brotará en los próximos tiempos. Por eso, su fe y su devoción a Mi Sagrado Corazón deberá seguir regando esa sagrada semilla, que es invisible e imperceptible a los ojos de los hombres. 

Así, Yo los vengo a ungir y a señalar con Mi Fuego. 

Hoy, están abiertos para volver a ser ungidos por Mi Espíritu. Y, para completar Mi tarea en Argentina y por Argentina, Yo vengo a señalar a través de la unción a los rebaños de Dios, a los hijos del Cordero Inmolado, para que en este mundo sean una señal visible de la redención; porque no solo ustedes lo necesitan, sino también el mundo lo necesita imperiosamente. 

Alégrense y siéntanse resucitados en espíritu y en alma, y ya no permitan más que sus almas sean impuras. 

Que la señal visible de la Cruz, que hoy les traigo a cada uno, los vuelva a sacramentar a través de Mi Espíritu y de Mi Divinidad, para que los apóstoles del fin de los tiempos estén más definidos, ya no existan dudas ni tampoco incertidumbres.

Por eso, Me aproximo a ustedes en este momento, a través de una cercanía especial y espiritual porque, a través de ustedes, Yo trabajo con el mundo entero, con las almas, y puedo llegar en Espíritu a aquellos espacios que Me necesitan. 

Como les dije en Buenos Aires, aún verán en el fin de estos tiempos la purificación a su alrededor y dentro de ustedes, ¿por qué deben temer, si su Pastor está aquí para ayudarlos? 

¿Acaso creen que no conozco cada parte de sus seres? Cada rincón de sus consciencias es conocido por Mí; nunca habrá nada que Me puedan ocultar, aunque lo crean. 

A través del Sacramento de la Unción, que hoy les ofreceré una vez más, los llevaré a ingresar aún más en Mi Camino Crístico, el camino del sacrificio. Porque la puerta de la gran rendición está abierta para quien la quiera cruzar y Yo estaré allí para acompañarlos, para seguir sus pasos, para que en ese camino de rendición puedan reconocer Mis Huellas, las Huellas Luminosas del Cristo; para que puedan aprender a caminar, así como Yo camino por este mundo; para que Me aprendan a ver, así como Yo estoy presente por medio de diversas almas y corazones sufrientes. 

Si el mundo profundizara en el Don de la Caridad y del Bien, y el Bien no fuera usado como un arma de negocio, o el Don de la Fraternidad no fuera usado en provecho de unos pocos; hoy, les aseguro que la guerra en Ucrania ya hubiera terminado; así como otros conflictos en el mundo que desconocen, en los cuales Yo estoy presente silenciosamente, sosteniendo a las madres en las guerras, escuchando el llanto de los inocentes, abrigando con Mi Luz a los niños a los que les han quitado la inocencia y toda la vida infantil. Podría decirles, en este momento, muchas más cosas de este mundo. 

La gran llave, para atravesar la puerta de la rendición, es la donación. 

Quien dona, toda su vida y todo su ser, no encuentra límites en su consciencia y, aunque los tuviera, sabe superarlos. 

La donación siempre los llevará a la piedad y al servicio. 

Estén más atentos y dónense, no lo hagan solamente por ustedes, háganlo por el mundo entero, por todas aquellas situaciones que hoy son imperdonables para Dios y que solo la Ley de Mi Insondable y Divina Misericordia les podría traer una solución para todo lo que sucede. 

Es de esa forma que Yo los invito a fortalecerse en el apostolado; y esto comenzará en ustedes y con sus familiares, en sus hogares, en el día a día y también en el trabajo. 

Esto fue lo que Yo les enseñé a Mis apóstoles para que, a pesar de que Me hubieran abandonado a los pies de la Cruz o que Me hubieran negado tres veces, no dejaran de sentirse Mis apóstoles, los que a través del Fuego del Espíritu Santo llevarían Mi Palabra, el Evangelio. 

Ahora, sus propias vidas deberán ser Mi Evangelio vivo. No solo necesito el testimonio de su amor o de su redención, necesito una acción concreta, verdadera y honesta. Eso es lo que necesito de los apóstoles del fin de los tiempos, que sus vidas nunca dejen de aspirar a la consagración, que sus propias piernas no se cansen de caminar hacia el encuentro con el Gran Maestro. 

¿Por qué hoy, les digo todo esto, aunque parezca que lo han escuchado muchas veces? 

Es porque aún no sucede y, a través de Mi Bendita Gracia y de la Santa Humildad que les puede ofrecer Mi Corazón, Yo los preparo para el gran tiempo de las revelaciones, para que no hagan lo mismo que hicieron Mis apóstoles en el pasado: dejarme solo en el momento más importante. 

Por eso, les pregunto: ¿quién subirá junto al Maestro el Calvario de la cruz del planeta? 

Esto es algo profundo y espiritual, es vivir en la propia carne el testimonio de Cristo, no solo adorarlo y reconocerlo como el Señor entre los señores, sino que la historia de sus vidas, la historia de su redención y de su amor por Mí en cada paso de la vida, sea un bendito Código de Luz depositado en el Arca de la Santa Alianza que hoy, una vez más, vengo a ofrecerles a todos. 

Argentina necesita de ese tipo de apóstoles, apóstoles de un solo Señor, apóstoles de un solo camino, apóstoles de un Único Dios; porque de lo contrario, compañeros, ¿cómo podrá revertirse lo que hoy vive la Argentina y el mundo? 

Yo vengo a llamar, a Mi Camino, a los que Me dijeron sí desde el principio. 

Yo vengo a llamar a las ovejas por su propio nombre. 

Hijos de Mi Padre, es tiempo de elevar las paredes del templo interno y, de una vez y para siempre, entregar sus moradas; porque los Dones que Yo les entregué deben estar disponibles, en este momento, para su Maestro y Señor. Eso es lo que más necesito en este momento. 

Estoy junto a quien Me permite caminar a su lado, para que Yo los pueda acompañar como siempre los He acompañado. 

Aunque la experiencia de esta vida parezca dolorosa, triste u horrible; aspiren, apelen, imploren conocer el Don del Sacrificio, porque es algo que pueden vivir entre Mi Corazón y sus corazones. 

El Don del Sacrificio es una Ley que el Padre otorgó antes de que Yo pudiera expirar en la Cruz. Porque el Don del Sacrificio es un Don de Comunión Sacramental entre las almas y Mi Corazón, entre la divinidad de cada ser y Mi Divinidad, entre sus espíritus y Mi Sagrado Espíritu. No es algo palpable, es algo espiritual; no es algo material, es algo profundamente inmaterial. 

Cada vez que Me ofrecen algo, recuerden que estarán en comunión Conmigo, bajo la Ley del Sacrificio Sacramental. 

No todos pueden ser llamados a vivir esta escuela, porque depende de la historia de sus vidas y, sobre todo, de sus almas. Pero hoy, abriéndole la gran puerta de la rendición al mundo entero, señalándole esa puerta a cada uno de ustedes, necesito que las almas con coraje la atraviesen porque necesito justificar ante Dios tantos errores en el mundo. 

Nuestros Corazones, el Corazón de Mi Santa Madre, María, el Casto Corazón de Mi Padre, San José, y Mi Sagrado Corazón, necesitan seguir viniendo al mundo para ayudar en esta cruda realidad planetaria e intervenir en este escenario de los horrores del mundo. 

Las almas necesitan recordar, pero también necesitan amar el precio de Mi Sangre, para que esa Sangre Espiritual y Poderosa siga descendiendo al mundo; y todos los que esperan aún en los abismos de este mundo, por rescate y liberación, sean rescatados y liberados de una vez y para siempre. 

¿Ahora comprenden la importancia del sacrificio? Corresponde a una actitud madura y adulta. 

Yo preparo a las almas para que se animen a vivir su propio Huerto Getsemaní. 

¿Beberán del Cáliz cuando él aparezca delante de ustedes? 

¿Cuándo el ángel les muestre ese Sagrado Cáliz, lo beberán? 

Tendrán tan solo un minuto, en ese momento, para recordar lo que Yo les dije este día. 

No se aferren más a sus miedos, aférrense a Mi Verdad, aférrense a Mi Camino, sean parte de Mi Vida, así como el Hijo es parte de la Vida del Padre y el Padre es Vida en Sus Hijos.  

Argentina se aproxima a ese gran momento de definición interior y cuando vean aún más caos en las calles de este mundo, ¿correrán como los apóstoles, para escapar del sacrificio junto a su Maestro y Señor?, ¿de nuevo estará solo la Santa Madre a los pies de la cruz del planeta?, ¿quién le dará su pañuelo para que Ella pueda secar Sus lágrimas? 

La Madre Dolorosa camina silenciosamente por la Argentina. La Madre recorre cada nación de Sudamérica y junto con Sus Ángeles y Arcángeles, en la dimensión de la Consciencia Divina, atraviesa el Calvario de este mundo y de las almas. 

Recuerden, compañeros, Dios conoce cada corazón y, a través de Su Hijo, Dios se aproxima a ustedes y a sus hermanos del mundo para que, así como fue en el Huerto Getsemaní con su Maestro y Señor, reciban Su fortaleza, coraje y valentía, y digan: “Señor, mi corazón esta pronto”. 

Como un testimonio de la grandeza del Misterio de la Cruz y del Amor de Dios; hoy, tendré la dicha de volver a consagrar a nuevos adoradores que están aprendiendo a amar Mi Cuerpo Eucarístico, que están aprendiendo a ser parte de Mi Cuerpo Místico. Porque en la Adoración al Santísimo Sacramento del Altar, recuerden que está la fuerza de la superación para atravesar el fin de estos tiempos. Quien sea capaz de caer de rodillas, ante el Santísimo, sabrá superarse. 

A Mí no Me importa cuántas veces se equivocaron, Mi Corazón espera que no pierdan nunca más las oportunidades que Yo les traigo y que no son pasajeras. 

Mi Reino necesita tener a las almas como flores en los Jardines de Dios. ¡Cuántas almas, en la vida religiosa y laica, se marchitan día a día al igual que una flor que se seca por la falta del Agua de Vida! Yo les traigo la Fuente de la renovación para que atraviesen la puerta de la consagración. 

Agradezco que hayan preparado este espacio para Mí y para San José. No saben cuán significativo es esto para Mi Consciencia, cuán importante es para Mi Corazón; porque en el corazón es donde se guardan los Tesoros del Padre, en el corazón es donde puede morar el Hijo y el Espíritu Santo. 

Ahora, que se abran las puertas de la consagración, que se encienda el incienso, que se ofrezca el agua para bendecir a las almas y que el sagrado aceite del Altar pueda ungir a los corazones necesitados, a través de la Poderosa Cruz del Redentor. 

Preparémonos verdaderamente para este momento, porque todos pueden recibir una Gracia en este momento, Gracia incalculable e inagotable. 

Alcáncenme los pañuelos de los Adoradores, para que los pueda consagrar con el Soplo del Espíritu; para que ellos, día a día, a través de la Adoración Eucarística, se unan a Mí hasta estar en Mí en la Eternidad. 

Pueden aproximarse a los pies de este Altar los que se consagrarán. 

Señor, Dios del Universo,
que a través de Tu Espíritu 
 y por medio del ofrecimiento de estos Sagrados Elementos, 
 que forman parte de Mi Congregación Crística en el planeta, 
 bendigas y renueves a las almas todas las veces que sea necesario, 
 para que puedan sentir en esta consagración el Soplo de Tu Espíritu, 
 para que todo sea curado y liberado.
Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cristo acompañará esta consagración de los nuevos adoradores y nos vamos a unir a Él, en este momento, a través de una canción que nos ha pedido, que se llama “Consagración”. Cantaremos en español.

Y, a pedido de Cristo, vamos a acompañar a los hermanos para que vivan este momento de forma profunda e interna, mientras el Señor acompaña esta consagración.

Por favor, mantengamos la quietud porque la Jerarquía está presente.

(Se realiza la consagración de nuevos adoradores del Cuerpo Eucarístico de Cristo)

 

Vamos a pedirle a la mamá de Fray Juan Evangelista que venga aquí para consagrarla, a pedido de Cristo, como auxiliadora. 

Les pedimos que traigan los elementos, por favor.

 

Yo tengo el poder de renovar todo lo que Me ofrecen, cuando esa oferta es verdadera y honesta.  

Mi Amor bendice al alma que se entrega a Mí verdaderamente, porque Yo hago nuevas todas las cosas. 

Hoy, el Señor te bendice con el nombre Lucero de Dios. 

Bienvenida a este camino de auxiliar en los Altares de Cristo y de honrar Su Nombre para siempre. ¡Bienvenida, Lucero de Dios!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ahora, vamos a prepararnos para el momento de la celebración eucarística, la Comunión Espiritual, ampliando aún más este espíritu de consagración, para que sea recibido por las almas del mundo. 

Les doy Mi Paz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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