APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo Soy el Señor de África y les doy de comer de Mi Cuerpo, les doy de beber de Mi Sangre a los que claman por ayuda, por ayuda espiritual.

Desde el desierto de Sahara hasta las tierras de Yemen, desde el corazón de Etiopía hasta Sudáfrica, se extiende Mi Poderosa Cruz, la Cruz de la libertad espiritual de las almas de África, servicio inimaginable que muchos no quieren vivir.

Porque no es solo ensuciarse las manos o ingresar en el mayor e inexplicable sufrimiento de los que no tienen nada, sino que Mi África tiene un tesoro que aún es desconocido por el mundo entero, que es el tesoro del corazón de Mis hijos de África, lleno de amor, aunque rodeado de sufrimiento; lleno de fe, aunque perturbado por la miseria; lleno de pureza y de inocencia, aun viviendo en la esclavitud.

El Señor de África retornará a Su pueblo, dando primero la gran señal de Su Advenimiento, a través de la poderosa Luz de la Cruz del Redentor que se extenderá por ese querido y amado continente.

Pocos son los que se han comprometido Conmigo para este arduo y difícil servicio por las almas de África.

¿Quién más responderá a Mi Llamado, dejando atrás sus emociones e inquietudes, asumiendo la antorcha de la Luz de Cristo que debe brillar e iluminar a toda África, a través de los servidores y de los misioneros?

¿Se han percibido parte de Mi Luz en el servicio humanitario por esta civilización de superficie?

¿Se han percibido parte de Mi Amor en cada lugar visitado, en donde la donación debe ser espontánea y auténtica?

Yo vengo como el Rey del continente africano, que guía a las almas de ese continente por medio del Cetro de Dios; porque más allá de lo que suceda en estos tiempos y de las agresiones que viven todas las naciones de África, todas las almas de ese continente están bajo Mi Luz. Por eso, Yo vendré primero por cada una de ellas, por las que Me sirvieron y por las que Me negaron.

Yo apareceré, en el fin de estos tiempos, de una forma inexplicable. Daré señales visibles, así como lo hice en Israel, para que Mis compañeros Me puedan reconocer.

Vendré de una forma más fuerte que la Luz Eterna, y volveré a hacer prodigios y milagros para los que no tienen fe.

Pero, sobre todo, viviré un gran momento con Mis hijos de África, cuando no solo los podré abrazar a cada uno con el poder de Mi Amor y de Mi Misericordia, sino que también Yo seré colmado por el amor de cada uno de ellos; porque su voz es escuchada en los Cielos, la voz de los pueblos de África resuena en los Oídos de Dios.

Por eso, confíen y tengan fe, el momento de la liberación está cerca y ni una lágrima más correrá sobre el rostro de Mis hijos del África.

Dichosos son aquellos que se donan por África; todos Mis servidores y compañeros que tienen claro lo que significa y representa, más allá de sí mismos, ese gran servicio por las almas.

Dichosos son los que llevan consigo Mi código de Amor; los que no les temen a las tinieblas, a la oscuridad, a la miseria o a la enfermedad.

Benditos son los que sirven en África sin tener miedo.

Benditos son los que sirvieron en África, en algún momento de sus vidas, porque el Señor tiene todo en Su cuenta y en Su Consciencia.

Esas son las perlas preciosas que son presentadas al Creador, a través del esfuerzo y del sacrificio transmutador de Mis misioneros, porque les aseguro que tienen parte Conmigo en el sufrimiento del Corazón del Redentor. Y cada vez que llevan adelante Mi servicio por las almas de África, retiran de Mi Corazón las espinas que Me hacen agonizar perpetuamente.

Porque no solo He dado a conocer al mundo Mi Misericordia; hoy, le doy a conocer al mundo el Corazón Doloroso de Jesús, a aquellos que tienen claro el Llamado que Yo les hago, el Llamado de atravesar las murallas del egocentrismo para donarse al mundo de forma verdadera, auténtica y simple.

Yo Soy Aquel que anuncia la llegada de lo nuevo a toda África. Porque el Señor del Universo nunca se cansa; hay tanto por hacer y tanto por servir, que Mis apóstoles, Mis verdaderos apóstoles, no tienen tiempo de pensar en sí mismos, porque su tiempo es colocar al otro primero, hasta en lo más pequeño e invisible.

Si sus consciencias parten de este principio, que hoy les presento, no le temerán a ninguna otra misión o desafío que Yo les coloque y podrán ser testimonios vivos de Mi Presencia en el mundo, en los lugares donde existe el verdadero sufrimiento, en donde falta la paz, el amor y la tolerancia.

Esto es lo que Yo tengo para ofrecerles, que tengan parte Conmigo en este final de los tiempos, a través del servicio humanitario y a través de la donación de ustedes.

Porque un verdadero misionero nunca se adelanta; un misionero de la Luz prevé el Plan, lo hace parte de sí y lo interioriza, para que ese Plan se materialice y se cumpla, así como está escrito en los Cielos desde el principio.

Porque un misionero de la Luz siempre está preparado, disponible incondicionalmente, tiene su corazón pronto para enfrentar Conmigo el fin de los tiempos. Y el centro de su principio es la Llama insondable de Mi Amor, que nunca se extingue dentro de sí; porque es la Llama de Mi Amor insondable e invisible que lo guía y que lo conduce, es la Llama de Mi Amor la que le otorga el discernimiento, la ciencia y la sabiduría para saber escoger.

Por eso, después de este 8 de agosto, vengo a ofrecerles esta síntesis.

Espero a los corazones que ya se decidieron a estar disponibles para Mí hasta el fin, sea donde sea, no importando el lugar, el momento o la situación. Con ellos haré nuevas todas las cosas y la Luz de Mi Corazón siempre será abundante para aquellos que se confirman Conmigo, día a día.

Yo les daré el poder de Mi Fortaleza para que Me sirvan donde Yo los necesite. Porque no solo podrán ser la Luz de Cristo en la Tierra, a través de las manos que se donan y abrazan en sí mismos el sufrimiento para transformarlo en alivio, amor, cura y redención; sino que a los misioneros que son decididos, Yo les otorgaré Mi Pensamiento Divino para que construyan Conmigo espiritualmente las bases de Mi Retorno.

Si se sienten estancados, bloqueados o incluso cerrados, pregúntense a ustedes mismos:

¿Cómo está mi servicio al Señor? ¿Es auténtico? ¿Es fuerte? ¿Es un servicio decidido?

¿Estoy realmente disponible para el Plan?

No le teman a la transformación; desde ahora, cambien el concepto y la idea de lo que eso realmente significa. Si doce pescadores se convirtieron en Mis apóstoles; hoy, en este tiempo final, ¿ustedes, en qué se podrían convertir?

Mis Gracias han sido abundantes e infinitas para todos.

Mi Amor ha sido amplio y profundo para todos los corazones.

África y el mundo los esperan para que sean puentes de solución, puentes de reconciliación, para que sean centros de amor y de luz en el mundo. Así, permitirán que Yo pueda obrar sin condiciones; y les mostraré, les haré sentir lo que significa y representa la alegría de servir a Dios, sin nada a cambio.

Hoy, finalizan las escuelas preparatorias, mañana comienza la escuela de la madurez y de la entrega absoluta.

Yo vengo aquí a lanzar las semillas en los corazones que se ofrezcan como tierra fértil para que puedan sembrar en sí mismos Mis tesoros. Y como árboles de luz, algún día, den Mis frutos en abundancia; como algunos de los Míos, en estos tiempos, están dando frutos en abundancia y con esfuerzo, pero no es suficiente. Debo reunir a los 144 000 de los cuatro puntos de la Tierra para que esperen Mi llegada y Mi Retorno sea anunciado al mundo, como hoy Yo se los anuncio a ustedes una vez más.

El tiempo de Mi reaparecimiento se aproxima y Me encontrarán entre los humildes y los simples, entre los refugiados y los descartados; Me encontrarán entre los niños, los jóvenes y los adultos que gritan por esperanza. Nunca Me verán en los palacios o en las iglesias.

Yo les dije una vez, como les dije a Mis apóstoles, que el Reino de Dios está dentro de cada uno de ustedes y es allí donde Yo quiero estar para siempre.

¿Sus corazones están dispuestos a recibirme eternamente?

No necesito respuestas. Yo necesito confirmaciones y predisposiciones, es así que estarán entendiendo lo que Yo les digo por Amor, es así que formarán parte de Mi Gobierno Espiritual y serán Mis instrumentos sobre la superficie de este planeta para que el verdadero Gobierno Espiritual de Cristo descienda a la humanidad, enmiende los errores de todas las guerras que hoy se viven, extirpe la impunidad de muchos gobernantes y alivie a las grandes multitudes y pueblos que viven la opresión y el mal en estos tiempos.

Yo les prometo que vendré como la Nueva Aurora, como aquella aurora que aparece en el firmamento; así también aparecerá Mi Santísima Madre y muchos la verán desatando los grandes nudos del planeta en las cúpulas de las iglesias y en lugares inimaginables.

Estén atentos a las señales del corazón, porque todo está permitido.

Hoy, el Señor de África les deja este Mensaje. No lo tomen como una advertencia, tómenlo como una oportunidad de preparación, la última y gran preparación después de este ocho de agosto, cuando lo último del Apocalipsis se desencadenará.

En esa hora más difícil, que ya vive el mundo, es cuando Yo retornaré como el Señor de la Noche, pero también como el Señor del Sol. Los creyentes o aun los ateos no podrán ocultar Mi Presencia.

Felices serán eternamente los que verán Mi Retorno. Bienaventurados serán para siempre los que se hayan esforzado por Mí hasta el final, aun sin saber cómo hacerlo.

Porque, en esa hora más difícil del planeta, como fue en Pentecostés, Yo les mandaré al Gran Consolador, el Divino, el Eterno y Sublime Dios, para hacer de sus corazones y almas grandes fortalezas, que como soldados de la paz y guerreros de la Misericordia sirvan a Cristo en el fin de estos tiempos, porque así harán triunfar a Mi Corazón cuando estén decididos.

Con todos Mis tesoros en sus corazones y almas, hagan valer y honren Mi Presencia en el mundo porque, así como llamé a los doce a las orillas del Mar de Galilea, hoy los vengo a llamar a todos para que estén a Mi lado y sigan Mis Pasos, los pasos de su propia liberación.

Por todos los que son esforzados, les agradezco.

Por todos los que están confirmados, los bendigo.

Por todos los que sirven a los pobres entre los pobres, por todos los que sirven a los que deben recuperar sus valores y su dignidad humana, haciendo de cada servicio un momento de gran fraternidad, los alabo y los honro en nombre de Mi Padre Celestial.

Porque las señales de su sacrificio y entrega quedarán marcadas en los Cielos y sus espíritus después de este gran servicio en el planeta retornarán al origen, donde servirán a la Fuente Creadora con toda la experiencia del amor y de la redención vividas.

Y todo ese legado, que es de cada uno de ustedes por sus propios esfuerzos y entregas a Mí, se convertirá en una nueva estrella en este vasto cosmos. Y los que vendrán después, en los próximos tiempos, después de que hayan nacido en esta Tierra y formen parte de la Nueva Humanidad, mirarán al cielo en la noche y verán muchas estrellas, como ustedes hoy las ven en el cielo. Y esas almas, recién encarnadas, reconocerán el legado que ustedes habrán dejado en nombre de Cristo, su Señor. Amén.

Preparémonos para esta Comunión Espiritual con alegría, reafirmando el Llamado de su Señor en sus corazones. Y lo haremos a través de una canción, la canción que representa Mi Llamado para cada una de las almas, aquella canción que relata el pasaje de Cristo como pescador de almas a las orillas del Mar de Galilea.

Eso es lo que quiero que Me canten, porque no se olviden de que Yo Soy con ustedes, y ustedes pueden ser en Mí.

Yo Soy el Nazareno, Aquel que predicó, Aquel que anunció la Buena Nueva, que curó y que liberó a los corazones. Soy Aquel que multiplicó los panes y los peces, Soy Aquel que caminó sobre las aguas; y que los invita a hacer lo mismo por el triunfo del Reino de los Cielos.

Los bendigo y les vuelvo a dar Mi Paz, la Paz que siempre los fortalecerá para seguir adelante, confiados, sin miedo a nada.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARIA, EN LUANDA, ANGOLA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL 25 DE JULIO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Quien está en Dios nada teme.
Quien está en Dios no retrocede.
Quien está en Dios vive del Amor de Dios.
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios.
Amén.
(cuatro veces)

 

Agradezco, en primer lugar, a quien ofreció este lugar para preparar Mi llegada en este día; por haber respondido a Mi llamado sin saberlo y, principalmente, por haber ofrecido su corazón a la Madre del Cielo y de la Tierra.

Por eso, quiero agradecer en primer lugar, porque siempre debemos agradecer a Dios por cada momento vivido y compartido, y cuando esos momentos son compartidos con hermanos y hermanas, reflejan en la superficie de la Tierra la Unidad de Dios. Una unidad que en estos tiempos ha sido corrompida y disuelta a través de los conflictos y de las guerras, de la división de las familias y de la desigualdad de estos tiempos.

Por eso, cada vez que se reúnen en el nombre de Mi Hijo, atraen hacia el planeta la Unidad de Dios, que disuelve todo mal y toda adversidad, trayendo paz a los corazones sufridos, a los que más necesitan de amor.

Hoy, estoy aquí para anunciar, con alegría y con júbilo, la renovación de la Casa Santa Isabel; la realización de un Plan del Padre, a través de un sagrado proyecto comunitario, que atraiga, hacia estas almas y hacia muchos más corazones, la oportunidad de recuperar el amor y la fe, a través de una educación sana y digna, a través de una experiencia evolutiva que haga a los corazones partícipes del Reino de Dios, a través de la sagrada experiencia de la vida grupal.

Ese proyecto sagrado, que hoy presento ante ustedes, es algo que levita en el Universo Celestial y que Mi Corazón Inmaculado guarda con mucho celo; porque estoy orando por ese proyecto sagrado, que ayudará a atender a muchas más necesidades de Angola y de África.

Ahora, para que ese proyecto se realice, en el plano material, es muy importante, hijos Míos, que todos hagan los esfuerzos correctos para que eso suceda y, principalmente, que estén unidos en ese propósito que Yo vengo a regir y a comandar por ustedes y por el mundo. Porque ese proyecto renovado de la Casa Santa Isabel, en otro lugar de Angola, creará condiciones espirituales diferentes para que las almas internamente alcancen la cura y también la paz, y no estén influenciadas por las interferencias de este mundo, que llevan a Mis almas preciosas a la perdición.

Yo necesito, en ese proyecto renovado de la Casa Santa Isabel, que todos Mis hijos del mundo entero colaboren y oren.

Esta respuesta, que podrá venir de cada uno de ustedes, a este llamado de la Madre de Dios, permitirá abrir las puertas de la Misericordia sobre África; y que aquellos que viven una vida miserable y no tienen nada, puedan recibir la Gracia de rehacer sus vidas y consciencias, teniendo la oportunidad de conocer que la vida es otra cuando está permeada por la Presencia de Dios y por Su Amor, a través de los corazones que sirven al Padre y que trabajan incansablemente por Cristo.

Este proyecto podría parecer osado para ustedes, pero no lo es. Él ya está allí, pronto para descender del Cielo, bajo la guía y el amparo de su Madre Celestial.

Necesito que los corazones que Me aman, que adoran a Mi Hijo y que se unen a Mí en esta sagrada tarea orante, Mis hijos de la Casa Santa Isabel y aquellos que aún no son parte de esa Casa y que necesitan de amor y de ayuda, puedan recibir lo que verdaderamente merecen.

Todo lo que Mi Corazón espera, se los podré entregar a través de la expresión y de la manifestación de esa sagrada y renovada Casa Santa Isabel.

Hoy, estoy aquí, con el rosario entre Mis Manos, porque uno Mis oraciones a sus oraciones, por todo lo que África y Angola necesitan alcanzar. Mi Corazón de Madre ya no quiere vivir en el dolor por lo que ve de este lugar, de esta nación y de otras naciones de África.

El verdadero cambio que África necesita no llegará de aquellos que se dicen grandiosos o más poderosos que Dios. Esa ayuda llegará de los corazones anónimos, abnegados y, diría, sacrificados por el semejante para que la fraternidad triunfe, para que la igualdad se exprese, para que la justicia se cumpla y ya no se altere ni tampoco se modifique en el ideal de los hombres y mujeres de la Tierra; para que la verdadera Ley se cumpla, la Ley del Amor, de la Verdad y de la Unidad, de la cual todos deben ser partícipes y no puedan ser alejados o apartados de la Ley del Amor, de la Verdad y de la Unidad.

Por eso, la expresión de este proyecto, primero comenzará en sus corazones. A través de sus oraciones, con la fuerza de su fe y de su bondad, con la colaboración de todos Mis hijos del mundo entero, esa Obra se manifestará y se concretará. Crean en lo que les digo, que esa expresión de la renovada Casa Santa Isabel, en otro lugar de Angola, estará en concordancia con la Ley de la Tierra y del Cielo.

Mi Hijo, que es su Maestro y Señor, le ha pedido a Su Madre asumir este proyecto. Por esa razón, hoy estoy aquí, cerrando este importante impulso espiritual para toda Angola y para toda África; porque la vida de las Comunidades-Luz es posible en aquellos lugares en donde parecería imposible; porque para que sea posible, debe reinar el poder del Amor, la reverencia a lo sagrado y la devoción al Propósito, para estar en concordancia con la Voluntad del Padre.

A través de Mi Hijo, es el Padre que desea este proyecto de la renovada Casa Santa Isabel, en donde muchos más, de cualquier parte del mundo, con espíritu de servicio y de pura colaboración, hagan renacer en estos corazones tan inocentes los valores espirituales que han sido sepultados por el hombre de hoy. Confío en que esto sucederá de alguna forma. 

Por esa razón, hoy se los digo para que sean conscientes, para que escuchen atentamente, para que no se olviden de este pedido. Por eso, llamo a todos Mis hijos del mundo entero a que coloquen sus manos y sobre todo sus corazones en donación.

Esta obra renovada de la Casa Santa Isabel no podrá construirse a distancia, sino con la presencia de Mis servidores, de los apóstoles de Cristo, de aquellos que dicen serlo; con su presencia en este lugar y, sobre todo, con sus oraciones.

El renovado proyecto de la Casa Santa Isabel, hoy está plasmado y dibujado en Mi Corazón. 

A aquellos que se unan a este proyecto, de una forma desinteresada y absolutamente abnegada, les aseguro que serán guiados por el Espíritu Santo, y las puertas de la manifestación se abrirán de una forma inexplicable para ustedes, porque es Voluntad de Dios poner fin al sufrimiento y a la angustia, a la necesidad, a la desigualdad y a la falta de caridad. 

Esto es una Gracia, no solo para ustedes, sino también para Mi Corazón Inmaculado. 

En estos últimos años, recé silenciosamente tanto por esta causa que hoy Mi Hijo Me autorizó a poder anunciarla a todos. Esperaré por la respuesta de todos Mis hijos del mundo.

Esta Obra de los Sagrados Corazones y, especialmente, la Fraternidad y las misiones humanitarias serán el eje central y fundamental para que todo sea guiado y amparado por la Jerarquía a fin de erradicar el mal espíritu del oportunismo.

Alégrense por lo que les estoy diciendo. Hoy, no lo comprenderán de forma absoluta, pero el corazón que se abre sí lo comprende, lo acepta y lo recibe, porque es Voluntad de Dios, está escrito en el Corazón del Padre.

Ha llegado la hora de que África pueda renacer. Llegó el fin del eterno calvario.

Una vez más, te bendigo, Mi hija Domingas, y a todas las jóvenes presentes, que también son Mis hijas, que representan a toda África. Porque África es una sola, es un solo corazón que en la aparente nada expresa al Todo, que es el propio Dios, a través de su devoción y alegría, de su fe y de su amor al Propósito.

Vengo a renovar, a través de Mi bendición, a cada uno de sus corazones y al corazón de sus hermanos, de aquellos que sufren, que padecen y que no tienen nada. 

Pero, como les dijo Mi Hijo, hace tan pocos días, ustedes ya ganaron el Cielo y sé que hoy no comprenderán eso; pero guárdenlo en el corazón, así como la Madre de Dios guardaba los Misterios de Cristo en Su Corazón, y solo rezaba por ellos.

También bendigo a aquellos que se aproximaron a este lugar, que forman parte de este establecimiento, porque también son Mis hijos y pueden estar en Mis Brazos cuántas veces lo necesiten. Mi Amor es para todos.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por ser espejos al igual que este lago, espejos de Mi Amor y de Mi Devoción.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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