Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN DEL DÍA 24

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hijos, con el Soplo más sublime del Espíritu de Dios, hoy vengo a su encuentro a recordarles la paz, para que invoquen la paz no solo a través de sus oraciones, sino también a través de sus acciones y obras de caridad, porque cada gesto de amor que ustedes puedan expresar en el día a día significará y representará para Dios la posibilidad de que se abra la puerta al universo de la paz para el mundo.

Ante los graves pecados y ultrajes que se siguen cometiendo en la humanidad, ante tantos desastres de la naturaleza, pero también ante tantos desastres morales y sociales, Yo vengo a recordarle a cada hijo Mío que invoque en profundidad al Gran Espíritu de la Paz, que se refleja como el Soplo del Espíritu de Dios en todas las almas de este universo.

Yo les dije hace un tiempo que la copa estaba casi llena, después les dije que la copa ya estaba rebasando y, ante tantos errores que son cometidos, es el momento y es la hora en los que Mis hijos, fieles orantes de Mi Corazón, deberán implorar con todo su corazón a Dios para que el veneno de los errores del mundo no se siga expandiendo en las almas y en los corazones; porque en este tiempo es tan grande la ceguera de las almas y de los espíritus de este mundo que, a veces, Nuestras Palabras ya no resuenan, ya no hacen eco en los corazones.

Por eso, Yo vengo aquí como su Madre e Intercesora, pero también vengo aquí como la Madre Suplicante que le suplica a todos Sus hijos del mundo que abran sus ojos y, sobre todo, que abran sus corazones para que escuchen el Llamado que viene de Dios, a fin de que todas las almas posibles puedan ser reintegradas en el Principio y en la Ley para que el rescate sea posible en más corazones y todos los que ya se están perdiendo puedan ser salvos por Mi Materno e Inmaculado Corazón antes de que sea demasiado tarde.

No vengo aquí a darles una alerta, sino vengo aquí a entregarles un último llamado, porque agosto será Mi tiempo definitivo al igual que lo será para Mi Amado Hijo y San José.

Llegó el tiempo y el momento, hijos Míos, de que la Palabra de Vida de Nuestros Sagrados Corazones sea parte de cada uno de sus seres y se exprese hasta en la vida cotidiana, en los hechos y en los acontecimientos de la vida.

En ese momento, hijos Míos, si así lo hicieran y si así lo vivieran, comprenderán todo lo que les hemos dicho a lo largo de los tiempos y sus vidas podrán ser un signo para Dios, un signo de obediencia y de reverencia por haber escuchado la Palabra de Dios a través de Sus Divinos Mensajeros.

El ciclo, que ya estaba escrito que se cerraría, se está acercando y esto no significa el abandono espiritual de Dios de Sus Criaturas, sino que es el gran impulso para la madurez espiritual de las almas, el compromiso y la responsabilidad que cada corazón puede vivir en este tiempo en nombre de Mi Hijo.

Por eso, vengo aquí, en nombre de Mi Hijo, también para preparar los últimos discípulos de Cristo, aquellos que no se darán el permiso de retroceder, sino que se abrirán para poder avanzar y alcanzar así, a través de la Ley y de la obediencia, de la humildad y de la simplicidad de la vida, lo que Dios quiere concretar y realizar en este mundo a través de las almas en este tiempo final.

Por eso, hijos Míos, deben recordar y saber que durante tantos años a través de tantas oportunidades y por intermedio de Nuestras Apariciones, de Jesús, de María y de San José, han estado ante una oportunidad desconocida, ante la puerta infinita de la Gracia de Dios, que nunca más podrán olvidar, porque es una Gracia que la mayoría no merece y esto no significa injusticia de Dios; porque Dios es justo, es justo porque Dios es Ley y Su Ley es el Amor, fundamentado y basado en Su Sabiduría infinita que es lo que promueve e impulsa las Gracias para todos los corazones. Esta Fuente de Gracia se cerrará para que las almas puedan vivir la Gracia de Dios, después de todo lo que han recibido espiritualmente.

¿Ahora, comprenden la importancia de que vivan Nuestras Palabras y de que Nuestras Palabras no solo queden en los libros?

Porque esa no es Nuestra finalidad y misión, Nuestro propósito es que la Palabra de Dios se cumpla en las almas por medio de una transformación sensata, humilde y simple, sin arrogancias ni prepotencias, sin expectativas ni deseos propios.

Queremos que, en el final de este ciclo, todos puedan aprender a vivir de Nuestra Humildad que es la Humildad del Dios Vivo, expresado en la Creación y en la vida, en cada corazón que vive la Verdad y que no la ultraja con nada, ni siquiera con sus actitudes. Porque como dijo Mi Hijo, que es la Propia Verdad, la Verdad los librará de ustedes mismos para que alcancen algún día la vida eterna.

En estos últimos días del mes de julio, Yo vengo a preparar espiritualmente a todos los que se dispongan a ingresar en este definitivo mes de agosto, tan definitivo y tan importante como todos los meses de agosto que han pasado a lo largo de los tiempos.

Pero este mes de agosto se caracteriza por el fin de un ciclo y por el comienzo de un nuevo ciclo y de un nuevo impulso que colocará a las almas y a la vida de todos los servidores de Cristo en el anillo espiritual en el que verdaderamente deberían haber estado desde el principio.

Mi Hijo tiene grandes aspiraciones para las almas, porque Él viene a saciar Su sed en los corazones que se abren en honestidad para recibirlo por medio de la Santa Comunión, como también en cada momento de adoración.

Sacramentos, Eucaristía, Evangelio y vida de oración y servicio son los pilares importantes para las almas en la transición del final de estos tiempos. Allí están los Tesoros de Dios que se pueden unir y realizar en los corazones por medio de una vida de consagración y de servicio a Dios, sin esperar nada a cambio, confiando en lo que es desconocido e impalpable, amando el Infinito para encontrar así la morada que a cada espíritu le pertenece en este universo sideral.

A partir de hoy, dejo la puerta abierta, la última puerta preparatoria para los que se animarán a atravesarla camino al mes de agosto; momento de síntesis, momento de conclusión, pero un momento de un nuevo comienzo del contacto que las almas puedan tener con los orígenes, principios y atributos que fundaron esta Obra Espiritual, que es una Obra propia de la Jerarquía.

¿Ahora, comprenden la necesidad de poder volver a comenzar?

Dios es tan misericordioso, bondadoso y prodigioso, que siempre les da oportunidades a las almas, aun sabiendo que pueden errar o equivocarse, porque la Mirada de Dios no observa los errores, sino la riqueza espiritual que Él dejó en cada alma; una riqueza espiritual que solo se puede vivir a través de la verdad y de la honestidad consigo mismo. Si esto no está presente, no es posible vivirlo.

Por eso, Dios siempre busca la forma y el medio, a través de Nuestros Sagrados Corazones, para enseñarles el camino correcto a Sus Hijos, hasta que cada uno pueda caminar con sus propios pies por la senda que Cristo le ofrece, Su senda de simplicidad, libre de poder, de toda autoridad o aun de toda creencia. Porque la senda que Mi Hijo construyó fue a través de Su Sacrificio y de Su Calvario. Él trazó la senda para todas las criaturas a través de Su Sangre derramada.

Así como Él lo dio todo, Él espera que ustedes lo den todo, y que lo hagan aún más cuando Nuestras Voces se recojan, cuando Nuestras Presencias se recojan; porque siempre, desde el Cielo, oraremos por los que son valientes, por los que no temen enfrentar la realidad y transformarla; oraremos por los que tienen el coraje de ser honestos, porque es allí donde Mi Hijo colocará Sus últimas semillas e impartirá Sus últimos dones para que sus últimas ovejas preparen la llegada del Pastor, abriendo caminos en este mundo, tocando corazones con el ejemplo del amor y de la simplicidad.

Dichosos los que escuchan sin haber visto. Agraciados serán los que se adhieran aun sin saberlo; porque Dios escribe con Su silenciosa Mano en las almas, en los que lo reconocen a través de Su Faz dentro de sí mismos, sin propiedad alguna, sin poder alguno, sin querer nada. Porque Dios vive Su propio vacío; pero, al mismo tiempo, el Absoluto vive en todo, lo que hace vivificar a la Creación, a los universos y a toda la vida.

Los bendigo, a través de la Luz de Mi Hijo, para que Mis Palabras hagan eco en los corazones, las últimas Palabras de la salvación y en el nombre de la paz, de la paz universal.

Por la Misericordia de Cristo, los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CASA SANTA ISABEL, LUANDA, ANGOLA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL ANIVERSARIO DE LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mis hijos:

Estoy nuevamente aquí para estar con ustedes y, a través de ustedes, con toda África, con todos los pueblos y todas las etnias, con todas las culturas y todas las creencias. 

Porque Yo Soy la Madre Universal, la Madre que acoge a todos en Su Corazón, sin distinción. La Madre con un Corazón abierto para recibir las súplicas de Sus hijos, para calmar el sufrimiento, para aliviar los corazones, para que a través de Mí y de Mi ofrenda reencuentren el camino de la Paz.

Hoy, quiero que entren, a través de Mi Corazón, en ese magnífico universo de la Paz que, en los tiempos de hoy, es desconocido por la mayoría de Mis hijos, debido a los conflictos y a las guerras, debido a las divisiones de las familias y de los pueblos, debido a la lucha constante por la sobrevivencia.

Por eso, los invito a estar en Mi Corazón para que, a través de Mi Corazón, estén en el Corazón de Mi Hijo, que nuevamente envía a Su Sierva Fiel y Madre de toda África a estar con Sus hijos, con los más necesitados de consuelo espiritual, con aquellos que claman desde siempre por una intervención divina.

Heme aquí y Soy su Madre, entren en Mi Corazón, en el Eterno Templo de Dios, que se ofreció al Padre para concebir en Sí al Mesías, hoy su Salvador y Redentor; Aquel que cargó la Cruz por ustedes y que hoy la sigue cargando por el mundo entero, debido a las indiferencias, a las omisiones, a las guerras y los conflictos del mundo. 

Entren en Mi Corazón para que sean liberados del caos.

He aquí su Madre Celestial y su Sierva Eterna, Quien los conducirá a Dios para que puedan ser guiados hacia Su Reino Celestial, en donde no existe el mal ni la adversidad, en donde encontrarán la felicidad espiritual que tanto buscan y esperan.

Hoy, extraordinariamente, estoy aquí con ustedes, Mis hijos, debido a las emergencias del planeta y también a las emergencias de los Reinos de la Naturaleza que, a pesar de su expresión y agitación de estos tiempos, la humanidad no los quiere escuchar ni tampoco reconocer la gravedad de estos tiempos.

Recuerden que el planeta, en el cual viven, no es solo un planeta, es un estado de consciencia espiritual y evolutivo que está siendo muy transgredido y herido, a través de las manos de los hombres y de aquellos que extraen sus riquezas para generar pobreza y miseria en la humanidad, porque solo se enriquecen muy pocos y la mayoría empobrece y empobrece.

Pero, Yo no los invito a estar en indignación, Yo los llamo a vivir la compasión para que puedan aprender a vivir en Cristo y algún día sean misericordiosos, así como Él lo es con cada uno de ustedes.

Hoy, vengo con este llamado a la humanidad. La humanidad no atiende al desequilibrio del planeta, hace oídos sordos a las guerras y a los conflictos del mundo. Aún las oraciones no son suficientes para poder detener el caos en la humanidad.

Por eso, junto a Mi Hijo, desde hace años, planeamos este encuentro con ustedes, aquí en Angola; porque, aunque no lo parezca, en la aparente nada de sus corazones existe una riqueza espiritual inextinguible que Dios colocó en cada uno de ustedes para que, en estos tiempos definitivos, ustedes aprendieran a servirlo, a adorarlo y a reconocerlo, así como lo sirven, lo adoran y lo reconocen en este momento.

Por eso, hijos Míos, Yo los invito a vivir en el espíritu de la perseverancia y de la fe, aun en aquellos momentos en los que todo parece oscuro y tenebroso. 

Póstrense delante de la Eucaristía de Mi Hijo, reconozcan Su Presencia en los Sagrarios de la Tierra y siempre sus vidas se liberarán. Porque en cada Sagrario de la Tierra, Yo tengo presente a muchos Ángeles del Cielo, que adoran al Eucarístico Cuerpo de Mi Hijo, por un solo fin, por la paz y el equilibrio en la humanidad.

Y, aunque en estos tiempos todo se precipite en el mundo, porque todos viven el tiempo del Armagedón, Yo los invito a atravesar este Apocalipsis con inteligencia, con espíritu de servicio y de pura oración. 

Porque el verbo orante no solo los mantendrá unidos a la Fuente Creadora, sino también los mantendrá protegidos de todo mal, de las asechanzas que Mi enemigo quiere hacerles a todas las almas del mundo, especialmente a aquellas que se decidieron a vivir la cristiandad.

Por eso, mantengan un espíritu de fe encendido y nunca se permitan bajar los brazos.

Que, como en este día, sus brazos se eleven a los Cielos para recibir las Gracias de Dios, estas Gracias que nuevamente hoy le traigo a cada uno de ustedes para que, el próximo 25 de julio, su Madre Celeste y el Sagrado Corazón de Jesús, con el apoyo importante de San José Castísimo, puedan completar esta sagrada tarea en Angola y en África, para que los frutos de la redención y de la conversión de los corazones despierten en todos aquellos que los necesitan, para que sean elevados en consciencia, unidos en amor y en hermandad.

Hijos Míos, Yo los invito a seguir adelante, a pesar de estos tiempos difíciles y traumáticos, a pesar de todo lo que los sistemas del mundo hacen en los pueblos y naciones.

Colóquense en otra dimensión espiritual y así, no serán abrazados por el caos. 

Siempre levanten sus cabezas y miren hacia el cielo y, en cada nuevo día, aspiren a volver a encontrar a Jesús, aspiren por Su Retorno que está cerca, más cerca de lo que parece. Porque cuando Él retorne al mundo no solo traerá, en Su Espíritu, el Gobierno Espiritual y renovará una vez más todas las cosas, sino también pondrá fin al caos de este mundo, a la miseria, al sufrimiento y a la enfermedad.

Los corazones ya no serán pobres, estarán colmados de la riqueza de Dios, una riqueza espiritual inextinguible que los preparará a todos para la Nueva Tierra, para el surgimiento de la Nueva Humanidad.

Por eso, Mis hijos, apóstoles de Cristo, siéntanse partícipes de esta transición planetaria; porque esta humanidad en transición, que sirve y ora a Dios, está preparando las bases para el surgimiento de la Nueva Humanidad.

Por eso, todo lo que ofrezcan y hagan por Dios en este momento, de una forma constante y perseverante, le concederá al mundo y a toda la raza las Gracias del Padre, que construirán la nueva consciencia en la humanidad.

Yo, junto con ustedes, trabajo para que esto suceda, rezo para que esto suceda, suplico al Padre para que esto suceda, porque Mi Corazón y el Corazón de Mi Hijo ya están cansados del sufrimiento de las almas. Por eso, Yo les traigo Mi esperanza y también Mi eterna alegría, les traigo el gozo de Mi Espíritu y la ascensión de Mi Alma.

Así como el Arcángel Gabriel se lo entregó a Mi Corazón durante la Anunciación, hoy como Madre del Mundo y Señora de toda África, vengo a anunciarles la llegada del Nuevo Tiempo y el cumplimiento de la Palabra de Dios en los corazones que dijeron sí.

Antes de retirarme de aquí, quiero que se aproximen los que se consagrarán como Mis hijos, Hijos de María. Pueden aproximarse a Mi Altar para que sean bendecidos y luego ungidos por los sacerdotes, para consumar este momento de consagración a Mi Inmaculado y Materno Corazón. 

Vengan aquí, Mis amados hijos.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Y, para esta consagración, nuestra Santa Madre del Cielo ha pedido que repitan la canción: “Madre, haz un milagro”.

 

A través de estas almas, que hoy consagro, formo un nuevo grupo Rosario de Luz que sea un espejo de Mi Corazón en la Tierra que pueda reflejar los atributos del Cielo, que no solo África necesita, sino también el mundo entero.

Por esa razón, Yo los consagro como Mis hijos, hijos de Mi Materno e Inmaculado Corazón; y agradezco, como Madre del Universo y de la Tierra, la apertura de sus corazones en este momento, que les trae la cura y la sanación que necesitan.

Yo los renuevo en la fe y los consagro en el Amor de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Mis bendiciones para Hermana Lucía de Jesús, hija y esposa de San José Castísimo.

 

Paz, para este mundo sufrido.

Paz, para todos los corazones que agonizan.

Paz, para los que no tienen la paz.

Paz, para que surja la Nueva Humanidad.

Amén.

 

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Y, una vez más, los vuelvo a bendecir, bajo la Señal luminosa de la Cruz, de la Cruz del Redentor: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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