- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Aquel que Me vive, nada temerá. Aquel que Me siente, no perecerá; porque la Gracia que Yo les transmito y comparto con los Míos es incalculable, es la Gracia eterna de Dios que siempre desciende y los toca para que en cada paso aprendan a cumplir con Su Voluntad.
En esta noche, las estrellas de Aurora Me reciben, así como sus corazones, abiertos a la Presencia insondable del Señor, que inmutable y recogido está aquí para anunciar la Palabra de los Cielos, para verter sobre las almas entendimiento y sabiduría, compasión y paz.
Es así que, en este primer día, vuelvo a abrir las puertas de Aurora para que ustedes y sus hermanos del mundo estén ante el portal de la Cura Interior, que tanto necesita la humanidad y el planeta en este tiempo de adversidad interior y de conflictos.
Pero hoy, Yo los invito, una vez más, a colocar sus consciencias en lo Alto, en los sentimientos y pensamientos superiores que emanan eternamente de la Fuente y nutren a las almas de luz, fe y esperanza.
Es allí en donde Yo los necesito en este momento y no en otro lugar, para que junto Conmigo reconstruyamos el plano espiritual de esta humanidad y de este planeta que se corroe a sí mismo en su oscuridad y lucha.
Pero Yo vengo aquí como ese Sol de Aurora que nunca se apaga, que nunca se oculta y que está latente ante el corazón que se abre como una flor para recibir los rayos del Amor y del Perdón del Corazón de su Maestro.
¡Oh, noche oscura de este planeta!,
que confundes y perturbas a las almas,
¡apártate de ellas!,
porque el Sol del Universo, el Príncipe de la Paz,
ilumina con Sus Rayos a toda la Creación
y en especial a este mundo,
para que los mundos internos siempre reconozcan
la Gracia que han recibido directamente de Mí,
en el nombre de Adonai, Nuestro Dios.
¡Oh, noche oscura de las almas!,
no le temas al desierto, a la aridez o a la soledad;
he aquí la Fuente inagotable
que se abre una vez más
para que sacien la sed espiritual e interior.
¡Oh, sed tan grande que siente su Maestro!,
por aquellos que son olvidados y descartados,
por los que son últimos y despreciados,
por los más pequeños entre los más pequeños;
allí Yo estoy para que Me sirvan,
para que Me encuentren y para que Me vivan,
y así alivien el sufrimiento del Corazón del Redentor.
Noche oscura del mundo,
no tienes la última palabra,
porque la poderosa y creadora Palabra de Dios
siempre se cumplirá,
así como es la Ley y es la vida,
así como son los Mandamientos que guían
al pueblo de Dios y a las almas
por el camino de la rectitud y del bien.
He aquí el Sol que ilumina la noche de las tinieblas del mundo.
He aquí el Sol de la esperanza que está latente y vivo en el corazón que lo adora y lo reconoce en su interior.
Ahora que ya crecieron, es tiempo de caminar en el apostolado y en el servicio.
Me afirmo en aquellos que Me viven. Me complazco en aquellos que Me buscan. Me alivio en aquellos que están Conmigo y no dudan, porque es Dios que escribe con Su propia Mano el destino y el final.
Felices serán los que persistan. Agraciados serán los que se abran a este momento y a este ciclo. Porque si en este ciclo suceden muchas cosas, aun siendo dolorosas e incomprensibles, ¿será que Dios lo ha permitido? ¡Sí!
En los Míos debe forjarse el espíritu de la verdad y también el espíritu de la fe que inamovible sostiene el estandarte de Cristo en la Tierra para poder iluminar con Mi Código Crístico al mundo y a los que claman por ayuda.
Mis Palabras se escriben en los corazones que las aceptan, Mi Luz se infunde en los corazones que se abren, porque aquí hay un Plan por cumplirse y realizarse. Y eso así será, porque es Voluntad de Mi Padre.
Que, en la noche oscura, las almas se concentren en la Luz que proviene de Dios y de Su Fuente, para aprender a sostenerse en Mí y por Mí hasta el final.
Hoy, Aurora brilla a través de sus nuevos pasos, que son internos y profundos. Quisiera que pudieran abrirse a esto, porque es una Gracia especial que Yo coloco en los que Me dicen sí.
Aurora es un Espejo que no puede dejar de irradiar y de compartir su Gracia. Este fue y siempre será el lugar escogido por el Padre Eterno, porque Aurora en su misterio se revela a los puros de corazón y a los verdaderos de espíritu.
Aurora es para la humanidad y el planeta, es para los que aprenden a soportar su Fuego, su Fuego de Amor. Si tienen esto presente, conocerán aún más de Aurora, mucho más de lo que creen saber hasta ahora, porque en verdad la esencia de Aurora aún no fue revelada por el Arcángel Rafael.
Pero llegará el tiempo de que esto suceda, y así el Sol de Aurora disipará la noche oscura del planeta, para que los autoconvocados vean venir en el horizonte el Retorno de Cristo.
Los que hoy están y los que hoy no están fueron señalados por Mi Mano. Esto es imborrable, más allá de cualquier consecuencia o situación. Recuerden que es Mi Corazón que lo ha aceptado a cada uno y no solo Mis Palabras; porque en Mi Corazón solo vive el Amor y no la Justicia, el Amor que los lleva a la luz de la Verdad y a la esencia de la Paz.
Muchos de ustedes y de sus hermanos, una y otra vez, fueron bautizados por Mi Espíritu y fueron ungidos por Mi Luz. Den valor y honren a todo esto en el final de los tiempos, porque nada es en vano para su Señor. Y aquellos que permanezcan, que no pierdan la esperanza ni aplaquen tampoco su fe.
Ya estaba anunciado que el mundo viviría esto y también la humanidad. Estaba todo escrito en el Libro Sagrado de Dios para que, en este tiempo, ustedes que fueron llamados a vivirlo y a experimentarlo, sean fuertes en el amor y en la hermandad, en el bien y en la caridad. Así, siempre vivirán Mi simplicidad y Mi silencio.
Que, en esta noche, el Sol del Señor, que a todo ilumina y hace resplandecer, pueda hacerles sentir el brillo espiritual de Aurora, como Centro de una Voluntad desconocida.
Que esta Maratón represente un paso a la madurez y a la confianza absoluta en el Creador para que más almas en el mundo sean rescatadas y ayudadas por Mí.
Que en esta Maratón sus oraciones se eleven, no en palabras repetidas, sino que el fuego de sus oraciones se eleve, como el incienso en el Altar, para ofrecerse a Nuestro Creador en expiación por los pecados del mundo y por los conflictos de la guerra, para que los desprotegidos sean amparados, para que los niños y niñas sean protegidos, para que las naciones no pierdan la paz y los ángeles de las naciones puedan obrar, así como está escrito en el Corazón del Padre.
Permitan que, en esta Maratón de oración, sus ángeles de la guarda trabajen como nunca antes. Únanse a ellos en oración, para que la paz los ayude a ustedes y a sus hermanos a enfrentar la desconocida noche oscura que precede al Retorno de Cristo, su Maestro y Señor.
Que se cumpla, Adonai, Tu Voluntad.
Que las almas no teman vivir su propio Getsemaní.
Que las almas aprendan a vivir sus grandes decisiones,
así como lo hizo Tu Hijo en los cuarenta días del desierto,
para que todos, todos los corazones posibles
puedan ser instrumentos de Tu Paz.
Amén.
Bajo la Luz que proviene del Amor eterno de Aurora, que redime, libera y transmuta toda condición humana, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Por Mis Llagas fueron curados. Por Mi flagelación fueron liberados. Por Mi agonía fueron consagrados. Por cada uno de Mis padecimientos fueron redimidos.
Pero hoy, no puedo sonreírle al mundo porque el mundo sufre en este momento, porque muchos corazones en el mundo no consiguen alcanzar los méritos de Mi Pasión.
Por eso, contemplo un escenario desolador, que invito a Mis apóstoles a atravesarlo, aunque por ustedes mismos crean que no podrán hacerlo. Pero, Yo vine a este mundo a enseñarles el camino, vine a demostrarles la Sagrada Escuela de la Cristificación.
Por esa razón hoy, llevo en Mis Manos el Libro de Dios, en el que algunos nombres aún faltan postularse para la Escuela de la Cristificación. Y esto, compañeros, no es algo solamente espiritual, es algo concreto, porque después del último 8 de agosto todo cambió y sus oídos no pueden escuchar a la Jerarquía como lo hicieron hasta hace poco tiempo.
El escenario del planeta seguirá cambiando y esa será la hora de Mis apóstoles, que irán decididos hacia donde Yo los necesite, no importando el tiempo o el lugar; porque, recuerden que Mi Iglesia en la Tierra está sostenida por un finísimo hilo de Luz, tan frágil que podría romperse en cualquier momento.
¿Ahora, comprenden por qué en este Libro aún Me faltan muchos nombres?
Mi Proyecto se cumplirá con quienes quieran seguirme hasta el final; porque no serán las multitudes que redimirán el planeta, será la poderosa invocación a la Red Suplicante de las almas orantes y honestas, la que paralizará los graves acontecimientos que llegarán al mundo; aunque vean en este tiempo un escenario de destrucción no solo material, sino también espiritual y moral, porque el lenguaje en este mundo está cambiando rápidamente.
Las almas más pequeñas y más inocentes, los niños de este tiempo, ya no aprenden lo que ustedes aprendieron en otros tiempos. ¿Se han dado cuenta de que el lenguaje de la humanidad ha sido tergiversado?
Por eso la importancia, compañeros, de primero proteger de ustedes mismos los valores que Dios le enseñó al sagrado pueblo de Israel. Sin estos valores, la humanidad no podrá reconstruirse.
Los valores y los principios son los Dones de Dios que la humanidad necesita en este tiempo final para saber dónde colocar sus pies, un lugar seguro y protegido, en donde espiritualmente no corra riesgo ni peligro.
Esto significa que, con los pocos que Me responden y Me obedecen, intentaré hacer algo en este mundo, antes de Mi Retorno a la humanidad.
Pero hoy les digo, verdaderamente, que hay una parte que ustedes deberán asumir, aunque no les corresponda, así como su Maestro y Señor la asumió en silencio y en obediencia, sin quejas y sin reclamos.
Porque este sagrado espíritu de fidelidad y de lealtad, que cada corazón humano puede expresar en este tiempo, es la garantía que la Jerarquía Espiritual tendrá para poder intervenir en la humanidad en estos tiempos de emergencia.
Yo no vengo a ofrecerles un jardín de rosas; Yo vengo a ofrecerles un camino de desafíos, de metas, el camino del Propósito que todos deben tener presente en su corazón. Porque aún la humanidad no comprendió el Mensaje de Dios; por esa razón son necesarios los esfuerzos, la determinación imperiosa de servir, la incansable donación de cada servidor.
No quiero que teman lo que les digo, porque aquí hoy se cumple un atributo: solo tener un lugar de reposo, pero no una morada. Porque la morada de cada compañero Mío es en el Corazón de Dios, lugar en donde siempre conocerán y comprenderán los misterios de la Creación, en donde siempre serán colocados para servir en el lugar y en la hora que sean necesarios.
Ahora llegó el momento de que se cumpla el tiempo del apostolado. Que esto no solo sea una necesidad, sino también una realidad que cada uno podrá vivir según le corresponda, así como está escrito en el Corazón de Dios.
Por eso, abracen la Voluntad Divina, aunque les parezca imposible o inalcanzable; porque cuando abracen la Voluntad Divina, entre ustedes y Dios, no habrá miedos, sino concreciones de Sus Deseos más ardientes y profundos para con cada uno de Sus Hijos.
Es así que Yo vengo a prepararlos para el próximo tiempo, así como preparé a Mis apóstoles antes de Mi Ascensión a los Cielos. Tengan muy presente, compañeros, que estamos en ese importante momento. Por eso, pregúntense si están dispuestos a vivir este momento que Yo les presento.
¿Serán capaces de ir a donde Yo los necesite, en las condiciones que Yo necesite, no aferrándose a un lugar o a una tarea?
Porque las almas que son de Dios no tienen propiedades ni tampoco tienen deseos. Las almas que son de Dios tienen la aspiración de servirlo y, en este tiempo final, tienen la ardiente aspiración de preparar el Retorno de Cristo; primero, purificándose a ustedes mismos, para que el mundo sea purificado de la crueldad, de la indiferencia y de la maldad.
Yo deberé dar testimonio, ante Mi Padre, del Amor que Yo les He entregado a través de los tiempos; porque ese Amor que Yo les di en confianza, Mi Sagrado Amor que es el Amor de Dios por todas Sus Criaturas, es el Amor que Yo necesito utilizar en este momento, ante la emergencia del planeta; para que, en lugares recónditos y lejanos como también en lugares cercanos, se cierren las puertas inciertas que sumergen a las naciones y a los pueblos en este momento.
Necesito que Mi Luz llegue a través de Mis apóstoles. Crean que esto es posible, porque Yo cuidaré la purificación de quien confíe en Mí. Pero no se amedrenten, ya no se precipiten, porque son agraciados y benditos ante Mi Padre y esto no lo pueden olvidar.
Todo lo que Yo hago no es en vano. Todo lo que Yo hago tiene un Propósito y Mi Propósito son las almas, Mi Propósito es vivir en el corazón de los hombres y mujeres de la Tierra.
Por eso, ¿qué temerán?, si Yo ya lo tengo todo previsto, si Yo ya conozco el camino de sus almas. Yo ya sé cuál es el destino de sus vidas.
Para que la humanidad no se destruya a sí misma, Yo vengo a pedirles más. Es la única chance que tengo en este momento, ante el desequilibrio de las Leyes en el planeta.
Por eso, la importancia en este momento de los corazones suplicantes que tendrán como premisa, en este tiempo, suplicar y solo suplicar, para que un niño o aun una familia no se vuelvan mártires a causa de la impunidad.
Por eso, Yo les ofrezco este camino crístico, porque ya están en el tiempo de asumir una responsabilidad y de no tener que ser asumidos por nadie; pues Mis Gracias, en estos tiempos, fueron abundantes.
Ahora es el tiempo de romper con la inercia del planeta, antes de que sea demasiado tarde. No quiero ver lo mismo que en Ruanda; que, por no escuchar a la Madre de Dios, se lamentaron.
Nuestra fraterna cercanía, con ustedes y con toda la humanidad, viene a auxiliarlos, a alentarlos y a impulsarlos a seguir adelante, porque aún hay mucho por hacer y ustedes ya tienen las herramientas para poder hacerlo.
Por eso, Yo vengo a pedir al lugar correcto. Vengo a pedir al lugar en donde Me quieren escuchar y saben que Mi tiempo es precioso en este momento, ante las emergencias de la humanidad, ante la imperiosa necesidad de que los valores de la fraternidad humana, del respeto, de la tolerancia y de la paz, no desaparezcan del mundo.
Yo vengo a pedirles, en esta nueva Maratón de la Divina Misericordia, un voto consecuente de responsabilidad. Esto delineará lo que la Jerarquía podrá hacer; porque ustedes lo harán en nombre de la humanidad, en nombre de las desgracias de estos tiempos que todos estamos viendo y sobre todo lo harán en nombre de Mi Amor, para que Mi Amor triunfe en el mundo y especialmente en donde más se necesite.
Es así que, al igual que a los santos apóstoles, Yo vengo a derramarles el Espíritu Consolador para que sigan caminando al encuentro del Propósito, en la búsqueda incesante de una solución espiritual para esta situación planetaria.
Yo vengo a dejarles Mi Paz y a animarlos para que esta nueva Maratón de oración abra las puertas de los Cielos, toque el Corazón del Padre para que Él derrame Su Misericordia y no Su Justicia, para que todos puedan estar en esta ocasión especial bajo los Rayos de Mi Misericordia, de Mi Sangre y de Mi Agua.
Que esta nueva Maratón de la Misericordia sea un ofertorio, que el templo del corazón de cada compañero Mío esté abierto para poder recibirme y para poder consolarme. Porque vengo a buscar, debajo de esta “Figueira”, un lugar para reposar y para volver a respirar profundo, para seguir adelante junto a los que Me quieran acompañar en este tiempo en el que se debe alcanzar la redención. Esa es Mi aspiración.
Agradezco por las respuestas de los que atendieron a Mi apelo y se dispusieron a servirme.
Ahora, vamos a construir durante estos próximos meses lo que deberá llegar a la humanidad: la fuerza de la esperanza y de la fe para que la cura se establezca, para que la paz se infunda en el mundo.
Yo les agradezco por estar aquí Conmigo, por responder a las Aspiraciones de Dios.
En estos tiempos de tristeza nunca dejen de sonreírle a la vida, para que todo se pueda reparar. La sonrisa es el espejo de Mis apóstoles.
Les agradezco y así los absuelvo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más