MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARIA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mis queridos hijos:

En este día, su Madre Celeste viene al mundo para que, a través de la majestad del Gran Cañón del Colorado, la humanidad sienta, por un instante, florecer los Atributos de Dios; a fin de que desde ahora comience a vislumbrarse en el horizonte la llegada de la Nueva Tierra, libre de los errores humanos y del sufrimiento que hace apartar a Mis hijos del Creador.

Por esa razón espiritual, hoy, su Madre Celeste y Madre de Norteamérica está aquí, extendiendo Sus Brazos y ofreciéndoles Sus Manos para que se tomen fuerte, confíen y se animen a seguir este camino infinito hacia lo desconocido. Porque en eso, que es desconocido, encontrarán a Dios y a Nuestros Sagrados Corazones que, una y otra vez, se presentan ante mundo para recordarle que aún no cumplió la Voluntad de Dios.

Para que la Nueva Tierra comience a emerger ante el horizonte de la consciencia humana, Yo les pido, Mis hijos, que esa Nueva Tierra, esa Nueva Humanidad, viva primero en ustedes, protegiendo de ustedes mismos los principios que los unen al Creador y a toda la Hermandad Divina.

Sean portadores del Sagrado Amor de Mi Hijo.

Sean un ejemplo de transformación constante, pero también sean un ejemplo de perseverancia, de esperanza y, sobre todo, de Amor, del Amor de Cristo que les permita aceptar y comprender al otro, de un amor compasivo que ya no permita que el ser humano sea egoísta y autónomo.

Vivan la promesa de esa Nueva Tierra en el día a día y creen la condición correcta para que ese momento de la Nueva Humanidad pueda llegar, conforme lo pensado y sentido por el Padre Eterno.

Mi Corazón de Madre siempre será ese puente para que ustedes se animen a cruzarlo, rumbo al vacío de ustedes mismos.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

El Sagrado Llamado
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO DEL 20 DE ENERO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En estos últimos tiempos, esperé este momento de poder colocar Mi Consciencia Divina sobre este sagrado lugar de la Jerarquía y de la Creación, para que los verdaderos tesoros espirituales de los Estados Unidos pudieran emerger, en este día, ante los ojos internos que están abiertos para percibirlos, ante los corazones que están abiertos para poder sentirlos.

Yo vengo a dar a conocer al mundo estos tesoros que se guardan en el Gran Cañón del Colorado, a fin de que el alma de esta nación pueda recordar el Propósito de su formación y de su existencia, para que todos los que aquí viven sepan que el Propósito Espiritual de los Estados Unidos aún está por cumplirse, a pesar del vínculo de este país con las guerras y con los conflictos, en los cuales vive desde hace décadas.

Vengo a colocar ante la humanidad y, en especial, ante todo el hemisferio norte, estas Sagradas Reliquias de la Jerarquía Espiritual del Gran Cañón del Colorado, para que todas las consciencias y almas posibles puedan beber de esta fuente que aquí habita y que aquí se encuentra, en el más profundo y reverente silencio delante de la Creación, pudiendo ingresar a través de la contemplación y de la oración interna en el alma espiritual de este lugar, así como en otros lugares que Estados Unidos tiene, en donde la Jerarquía se expresa silenciosamente, como en Monte Shasta.

Por eso, para estos tiempos definitivos, en los que el alma de las naciones se compromete con acontecimientos no evolutivos, vengo a decirles a los abiertos de corazón, a aquellos que buscan incesantemente el camino de la trascendencia y de la ascensión, que puedan sentir en lo profundo del corazón estas sagradas energías del Gran Cañón del Colorado, el que expresa una historia incalculable e infinita, del amor y de la experiencia que los pueblos originarios alcanzaron con este universo y este planeta.

Quisiera que así puedan percibir que esta vida no termina en lo material; que la verdadera vida está en lo espiritual y que, desde el principio de este Proyecto Humano en la Tierra, Dios pensó en cada detalle, para que la civilización humana, a través de su comunión verdadera con los Reinos de la Naturaleza, pudiera conectarse con la Fuente Primordial. Ese es el verdadero servicio de los Reinos Menores, tan ultrajados y maltratados por el hombre de superficie.

Pero cuán grande es el amor de los Reinos de la Naturaleza, de los paisajes más bellos de este mundo que, a pesar de todos los impactos que reciben, se siguen donando y entregando por ustedes, con el fin primordial de que el ser humano de estos tiempos aprenda a evolucionar y a despertar.

Como les dije, aquí habitan Sagradas Reliquias, los puros de corazón podrán sintonizarlas y, así, encontrarse con su verdadero origen y el verdadero motivo de estar aquí encarnados, en este mundo, para aprender a vivir la escuela del amor y de la redención.

En síntesis, Mis compañeros, en este planeta, pensado y creado por el Creador con la asistencia sublime de los Arcángeles, los Sagrados Padres Creadores, se crearon las mejores condiciones para que las almas que aquí encarnaran, vivieran su profunda experiencia espiritual y, a través de esa sagrada experiencia, encontraran su propósito y la razón de estar aquí en este tiempo y en este ciclo, para ser parte de la expresión de la Divina Voluntad de Dios.

Por eso, en alegría y en júbilo, ante el Gran Cañón del Colorado, Sagrado Recinto de amor y de hermandad, abran sus consciencias, expandan sus corazones y que sus espíritus tengan la oportunidad, que ustedes mismos les pueden dar de vivir bajo el Soplo del Espíritu, recibiendo los impulsos y las corrientes cósmicas que aquí habitan, y así se puedan comenzar a recuperar los valores que la humanidad perdió en este tiempo.

Esa es la razón principal de los Recintos Sagrados: que las almas recuerden que son una estrella, que los mundos internos sepan que son un sol interior que puede brillar, en este espacio y en este tiempo, viviendo su compromiso, su linaje y su tarea; a fin de reconstruir el consciente y el inconsciente de esta humanidad.

Y, así, como lo fue con el pueblo sagrado de Israel, la humanidad recupere su Proyecto Original y pueda vivir los Principios y la Ley de la Creación, a fin de que comience a gestarse ya el surgimiento de la Nueva Tierra.

En simples, pero profundas palabras, ¡cuántos hermanos de otrora vinieron desde el universo hacia este planeta, desde el origen de la Tierra, para acompañar los pasos de esta civilización humana encarnada! Y, a pesar de los tiempos, de los traumas y de los acontecimientos en la superficie de la Tierra, ellos están aquí para seguir acompañándolos. Ellos dieron el sí, en sacrificio, entregando lo más valioso de sus espíritus y de sus consciencias superiores para que este Proyecto en la superficie no se perdiera.

¿Será que la humanidad tendrá el coraje y la valentía de aceptar esta realidad?

¿Será que el ser humano de superficie, en este tiempo, tendrá el coraje de contemplar la Creación con otros ojos y de entender que esta vida no es solo material?

Yo les traigo esta Gracia y también esta oportunidad de que, a través del ejemplo de este sagrado lugar del Gran Cañón del Colorado, sus consciencias se expandan, se abran y despierten al encuentro de lo que es real.

Les dejo a ustedes, en esta jornada, estos impulsos. Y su Maestro y Señor, junto a toda la Divinidad, ya prepara Sus Pasos para poder auxiliar a Brasil, porque para la Jerarquía todo es importante y espero que aprendan a contemplar Nuestro sacrificio, con una sola intención, una verdadera intención de gratitud.

Así, podrán seguir acompañando a la Jerarquía en esta larga trayectoria del planeta, para que la ley del sufrimiento termine, las consciencias se liberen de su cautiverio espiritual y reciban los impulsos sagrados de los Recintos que guarda este planeta, por el propósito de la evolución de la raza humana.

Que brillen sus estrellas junto a Nosotros; que sus soles sean parte de Nuestro Sol de Amor y de Misericordia, a fin de que esta raza humana sea más fraterna y justa, y algún día sea merecedora del Tercer Orden de la Hermandad.

Rezo por esto todos los días y los invito a rezar Conmigo para que esta ardiente Aspiración de Dios se cumpla, más allá de los 144 000.

Agradezco a los hermanos presentes en los Estados Unidos por acompañar esta tarea, por darle el valor que ella tiene en la importancia de este momento planetario.

Mis Gracias sean derramadas en todos ellos, sobre todo Mi Amor Consolador, para que tengan la fuerza interior necesaria para erguir las bases de la vida grupal y comunitaria en los Estados Unidos, una profunda aspiración de los Maestros del Oriente.

Desde el Valle Sagrado del Gran Cañón del Colorado, en donde brilla y se perpetúa la Luz y el Amor de la Jerarquía, todos sean bendecidos y reciban Mi Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que este mundo sea redimido. Amén.            

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Además de todos los impulsos recibidos durante la última peregrinación por Estados Unidos y Canadá, la propia Jerarquía pudo llevar adelante todo lo que tenía previsto, en el tiempo del Armagedón planetario.

Aunque aún quedó pendiente descubrir más sobre los tesoros sagrados de la Hermandad en Quebec, fue un triunfo para el Plan conseguir llegar hasta donde se llegó.

Ahora es momento de compartir internamente las experiencias que fueron vividas durante el paso por Monte Shasta, Redwood, Gran Cañón del Colorado, Oklahoma, Toronto y Montreal.

De esa forma, todos podrán percibir hasta dónde pudo llegar la Jerarquía y qué efectos tuvo el trabajo en los planos internos.

Ahora es momento de hacer la síntesis y de continuar adelante en la próxima etapa.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE TUSAYAN HACIA PHOENIX, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Una etapa significativa se cumplió desde el comienzo de esta importante misión en los Estados Unidos de Norteamérica.

Muchos impulsos internos y revelaciones especiales fueron entregados desde Monte Shasta, pasando por Redwood y hasta en el emblemático y bello Gran Cañón del Colorado.

La Jerarquía acompañó, muy de cerca, todo el desarrollo espiritual de la tarea.

Ahora es el momento de dar continuidad a toda esta revelación recibida. 

Es el momento de que los americanos y los no americanos asuman esta importantísima tarea en el coronario del planeta, para que así la Jerarquía espiritual pueda seguir trabajando, de una manera eficiente, como lo hizo estos últimos quince días con la llegada de los videntes a los Estados Unidos.

Eso generó el comienzo de un esperanzado y nuevo ciclo para este país. Por esa razón, todos Mis compañeros, unidos a esta misión, deberán seguir apoyándola no solo con sus sinceras oraciones, sino también con todas las donaciones necesarias para poder cumplir, hasta el final, este Plan estratégico de la Divinidad.

En este día se cierra una primera etapa, ya que Oklahoma será una pausa interior para poder reflexionar y discernir sobre todo lo que fue presentado por la Jerarquía para que, después de esa pausa, comience la segunda etapa en Canadá que representará la gran oportunidad interna para la Jerarquía de poder establecer un espacio y un núcleo de trabajo de esta Obra de su Maestro y Señor.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice, 

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

APARICIÓN RESERVADA DE SAN JOSÉ, EN TUSAYAN, GRAN CAÑÓN DEL COLORADO, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Con la misma simplicidad con la que el sol nace todas las mañanas, así se ilumina el propio interior para vivir la Ley de la Transfiguración e ingresar en los mundos sutiles.

Con la misma gratitud que sienten por la vida, al llegar a los lugares sagrados, así deben ingresar en ellos para que puedan vivir la cura y la redención en nombre de toda la humanidad.

Es de una forma simple, hijos, que pueden iluminar células y átomos, que pueden elevar la propia consciencia, no solo para ingresar en los Reinos Sagrados que su Creador manifestó en el interior de la Tierra, sino para que, en Su tiempo, cuando esos Reinos se manifiesten en el mundo, no solo sus consciencias, sino también cada núcleo de sus seres puedan formar parte de ese Reino.

La Nueva Jerusalén no solo habita en la Consciencia Divina, en las dimensiones universales, celestiales y espirituales. Esa tierra prometida a los Patriarcas, a las Tribus de Judá, se encuentra también en el interior de la Tierra, repartida en diferentes espacios de este planeta, los llamados Centros de Amor. Esos Centros un día se fundirán, se unirán en un único Reino, que será el Reino de este mundo.

Cuando el tiempo de la Tierra se disuelva en el Tiempo de Dios, llamado Tiempo Real, en ese momento no habrá fronteras, no habrá límites, no habrá ni siquiera dimensiones que separen la consciencia humana de la vida espiritual que habita en el planeta.

Todo este mundo será sagrado. Y así como otras civilizaciones del Universo sirven, incondicionalmente a toda la Creación, también la Tierra, hijos, podrá servir.

Ya se aproxima el tiempo en el que los velos se terminarán de rasgar. Velos que comenzaron a romperse hace más de dos mil años, cuando el Hijo de Dios se manifestó en este mundo.

Él vendrá y ya no hablará a través de símbolos, ya no hablará a través de parábolas. Sus Palabras serán claras y las señales que vendrán con Su Presencia revelarán a cada hombre y a cada mujer de este mundo la verdadera vida.

Para ese momento los preparamos, para que puedan ser dignos de estar cara a cara con el Hijo de Dios. Y que Él sea para ustedes como un espejo que les revela la Verdad que tanto tiempo se ocultó en sus esencias.

Sí, cada uno de ustedes guarda un misterio en el propio interior. Ni siquiera saben quiénes son.

Esa verdad que está mucho más allá de su historia evolutiva, mucho más allá de la historia que se escribió tanto en el Universo como en la Tierra antes de que llegaran aquí, antes de que cometieran tantos errores y de que desviaran sus caminos del Propósito Divino.

Esa Verdad original, ese Pensamiento perfecto de Dios, aún se guarda en lo profundo de sus esencias, aún espera, silencioso, poder manifestarse.

Hoy los traemos hasta aquí, como humanidad, para que puedan no solo recibir una revelación o vivir un aprendizaje. Los traemos hasta aquí para que, en nombre de cada ser de esta Tierra, puedan recordar el verdadero propósito de su vida en este mundo.

Sus esencias pulsan delante de este valle sagrado, porque reconocen no solo los millones de años de la historia de la humanidad que aquí se guarda. Reconocen un Propósito Divino que aquí se diseñó para que un día la humanidad pudiese recordarlo.

A pedido de Dios, los trajimos hasta aquí, al Gran Cañón, no solo para reconocer la historia de los pueblos originarios, de esta tierra, que desconocen. No solo para saber que hubo seres, en tiempos remotos de la humanidad, que vivieron la Ley de la Transfiguración e ingresaron en el interior del planeta, en sus dimensiones sutiles.

Los trajimos hasta aquí, no solo para ver un magnífico lugar que expresa el Amor de Dios por la humanidad, al crear este planeta perfecto, para que los seres humanos también expresaran perfección.

Los trajimos hasta aquí, hijos, porque a lo largo de toda la historia de la humanidad, este espacio sagrado guardó registros humanos únicos. Guardó cada aprendizaje vivido por los seres de esta Tierra, de forma que un día puedan curar todos los errores, revertir las equivocaciones y retornar al origen del Pensamiento Divino.

En este lugar desciende la Consciencia de Dios para colocar Su Pensamiento perfecto.

En este lugar se enciende la Esencia Divina, iluminando cada registro de la historia de la humanidad que aquí se guarda, para de esa forma recordar a todos los seres que el verdadero propósito de la humanidad es cumplir la Voluntad Divina, manifestar lo Sagrado a través de la simplicidad y expresar el Amor que recrea y renueva la Creación de Dios.

Dejen que a través de Mis Palabras y de Mi Presencia, como siervo y mensajero de su Creador, Yo pueda despertar en sus esencias este Propósito.

A través de los Portales que abro, entre el Universo Celestial y este mundo, les traigo la Luz de Dios que ilumina todos los registros de la Tierra y les revela su pureza y su origen. Eso sucede en lo profundo de sus esencias, eso sucede en su consciencia, en sus niveles espirituales.

Reciban la Gracia que desciende sobre el planeta y que se irradia a toda la humanidad.

A partir de este nuevo ciclo, la historia de cada ser, como la de esta Obra, comienza a reescribirse, porque deben aprender a recomenzar a través de todos los impulsos que recibieron.

Acepten el perdón que proviene de Dios y dejen que todos los registros de errores sean curados. Errores que desconocen, que no provienen solo de este mundo, sino de toda la historia que se escribió en el Cosmos, antes de que llegaran hasta aquí.

Hoy reciben la Gracia que proviene del Corazón del Creador, para que esa historia sea renovada y que, como consciencias, como Obra y como humanidad, puedan dar un nuevo paso. Ese es el verdadero propósito de haber llegado hasta aquí.

El conocimiento de la vida sagrada que aquí se expresa eleva sus consciencias, para que puedan estar en la vibración correcta de recibir y experimentar el Perdón de Dios.

La Luz de su Creador ilumina este valle, ilumina la historia de la humanidad aquí escrita y, más que eso, permea cada consciencia humana.

Llegó el momento no solo de despertar, no solo de recordar, sino de curarse.

Llegó el momento de sentirse perdonados porque, al mismo tiempo que la humanidad vive una transición y que las naciones comenzarán a vivir duras pruebas, ustedes, hijos, deben comenzar a consolidar lo Sagrado, a expresar los Centros de Amor y a expresar el propio amor de sus corazones; amor que proviene de Dios, desde el Origen, y que habita silencioso dentro de cada uno de ustedes.

Mientras el viejo hombre pierde su reinado, muchas veces a través del sufrimiento, de la desilusión y de la desesperanza que muchos vivirán, por otro lado, dentro de ustedes, se debe consolidar el Plan de Dios.

Deben saber cuál es el Pensamiento del Creador para esta humanidad, cuál es el camino recto y perfecto para retornar a Su Corazón y para tornar este planeta sagrado. 

Porque cuando la desesperación toque el corazón de los hombres, ellos deben saber por dónde seguir.

Sus esencias deberán ser como faroles en la purificación de esta Tierra. Para eso, esa claridad debe iluminar sus mentes, sus corazones y sus espíritus, y eso sucede a través de la simplicidad.

Es a través de esta simplicidad, de la humildad y de la pureza, de la simple gratitud que pueden expresar, que las Puertas más sublimes se abren, que las revelaciones más sinceras se manifiestan.

Los trajimos hasta aquí para que conocieran el ejemplo de la consciencia indígena, porque fue a través de la simplicidad que ingresarán en los mundos sutiles. Y es esa misma simplicidad que cada uno de ustedes debe aprender. A través de ella, rindan sus mentes, este plano mental concreto se debe tornar simple e intuitivo para que, cuando esté delante de los Portales, pueda ingresar sin miedo.

Que la ignorancia, la arrogancia y la vanidad no les cierren las puertas, sino que la humildad y la gratitud las amplíen cada vez más.

A lo largo de este tiempo los trajimos a muchos lugares sagrados, y manifestamos Nuestros Centros Marianos y las Comunidades-Luz sobre cada uno de ellos.

Eso es así no solo para que estén protegidos, sino para que puedan un día estar fundidos, unidos perfectamente con lo sagrado que habita debajo de sus pies y en lo invisible de las colinas, en lo invisible de la vida que llevan, tantas veces olvidados de lo sagrado que allí está.

Con Mis palabras solo quiero despertar en cada uno de ustedes la simplicidad que los conduce a la transfiguración. Es de esa forma que vivirán las Leyes. Es de esa forma que las Leyes vivirán en cada uno de ustedes, no solo en sus corazones y en sus espíritus, sino que también sus células manifestarán esa Verdad, así como algunos pueblos pudieron vivirla.

Reciban este impulso de amor a través de Mi Verbo y de Mi Corazón.

Que cada ser que escucha Mi Voz pueda recordar su origen, pueda tener encendida su esencia, para que, cuando llegue el tiempo, todas las Gracias, todos los códigos de luz que Yo les traje hoy, se puedan encender y sean la llave perfecta que les permita ingresar en los mundos sutiles y que permita que esos mundos sutiles se manifiesten en sus vidas.

Les dejo Mi bendición y la gratitud más profunda del Corazón de Dios, para que ella resuene en su interior y los haga madurar como espíritus y como siervos de Su Sagrado Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Desde las altas montañas de los Himalayas hasta las altas montañas del Gran Cañón del Colorado, los Maestros descienden en peregrinación para vivir el encuentro sagrado con las esencias de la humanidad.

A través de las flautas y de los mantras, Ellos atraen el espíritu inmaculado de la compasión y, por un momento, las almas se sienten protegidas y consoladas por el vientre maternal de la Tierra.

El Oriente sagrado se muestra al Occidente lejano y así se vive una íntima comunión entre los pueblos del Tíbet y los pueblos de la consciencia indígena, porque ambos reconocen el mismo Origen que los creó.

Por esa razón, hoy se unen en espíritu y ofrecen sus escuelas para que la escuela de la redención de esta actual humanidad se pueda cumplir en todos los seres.

Desde los Himalayas resuenan los mantras, y las flautas de los pueblos originarios emiten las melodías que la raza humana necesita escuchar en este tiempo, para que pueda ver el gran portal de la redención.

Es así que el Gran Cañón vive su ceremonia silenciosa, y los frutos del conocimiento y de las experiencias son ofrecidos para la transfiguración de la humanidad.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE TUSAYAN, GRAN CAÑÓN DEL COLORADO, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy puedo testimoniar una experiencia y una misión realizada por un pequeño grupo de almas que corresponde a Mis designios superiores.

La misión que hoy fue cumplida en esta región sagrada del Gran Cañón del Colorado abre definitivamente la puerta para el último ciclo de revelaciones, como también se abrió el portal para la ayuda y la intervención en la consciencia actual de la humanidad.

Muchos acontecimientos se dieron en este día, eventos internos que hasta ahora siguen repercutiendo y resonando en la consciencia de los que conscientemente participaron y de los que indirectamente fueron llevados, en el plano espiritual, para vivir la misma experiencia en algún nivel de la consciencia.

El esfuerzo, el empeño y el amor fueron llaves importantes que, desde el principio de esta misión, abrieron las puertas para que la misma Jerarquía pudiera obrar.

Con esto quiero hacerles entender que ya estamos atravesando los últimos momentos de los impulsos espirituales, que son directamente enviados desde la Fuente Suprema y que son dirigidos a todos los seres sin distinción de credo, religión o purificación.

Abracen este momento y colóquenlo en la gratitud y en la gloria del Padre Eterno para que, más allá de todo, se pueda seguir cumpliendo la divina y ardiente Voluntad de Dios.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor Cristo Jesús

Aparición reservada de María, Rosa de la Paz, en el Gran Cañón del Colorado, Arizona, Estados Unidos, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús, para el encuentro de oración del 25 de febrero de 2020

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Hijos Míos, hoy transmito este mensaje nuevamente desde el Gran Cañón del Colorado, pero esta vez desde su parte más profunda, a donde ustedes hoy llegaron no solo para encontrarse Conmigo, sino también con toda la Hermandad.

Mientras bajaban estas sagradas montañas, sus seres internos y los seres internos de sus hermanos fueron ingresando en la realidad y en la verdad de otros tiempos. Fueron cruzando umbrales, puertas y espacios en donde se guarda la historia de esta humanidad, la historia más evolutiva, más importante y destacada.

Es así que, en este día y bajo el abrazo de estas sagradas montañas, doy continuidad al mensaje que pronuncié en los últimos días, para que la consciencia de la humanidad no pierda el impulso de poder encontrar, en este tiempo de caos, el retorno hacia su origen y hacia la esencia de su propósito en esta humanidad.

Hoy estoy aquí con ustedes, pero también estoy con el mundo entero como la Madre del Mundo, la Madre de la Nueva Humanidad, la Madre que guarda en Su Corazón el conocimiento y la historia de esta civilización de la Tierra, que atravesó y pasó por muchas experiencias, aprendizajes y pruebas.

Pero lo que hoy les revelará Mi Corazón es lo más sagrado que alcanzaron las civilizaciones más antiguas del planeta, desde la Lemuria hasta la actualidad. Y todas esas civilizaciones, pueblos y culturas aprendieron a estar en comunión con el Universo y a conocer el Universo por medio del contacto. Algo que la humanidad siempre ha buscado, siempre ha intentado encontrar la puerta segura para atravesar ese umbral hacia la verdad y la existencia cósmica.

Hoy Mi Corazón maternal abre esa puerta, enciende los espacios sagrados del Gran Cañón del Colorado, para que las informaciones de las civilizaciones más antiguas de la humanidad salgan a la luz, despierten sus consciencias y vivan, así, el compromiso de dar continuidad a este sagrado proyecto genético que aún no ha finalizado y que está en el momento más culminante e importante de poder evolucionar y de representar, dentro de todo este Universo y macrocosmos, la victoria, la misma victoria que alcanzó Mi Hijo, el Cristo; y que la sigue alcanzando y la sigue viviendo por ustedes, por todos sus hermanos, por este pequeño pero bellísimo planeta que el Padre les entregó en confianza, para que ustedes y sus hermanos lo pudieran representar, no solo en la vida material evolutiva, sino también en la espiritualidad, en la esencia del contacto.

Es así que mientras les hablo, las puertas de los mundos internos del Gran Cañón se abren para que sus corazones y, sobre todo, sus almas puedan ser colmados por esos principios y atributos que las civilizaciones más antiguas del planeta alcanzaron y en los que cada una de ellas se destacó por algo muy importante. Y eso que es algo tan importante, hasta los días de hoy, ayuda espiritualmente a toda la humanidad; especialmente a Mis hijos más perdidos, más ignorantes, más distraídos de la realidad y de la verdad superior que están latente en el Universo y que forma parte de la realidad del Plan de Dios.

Por medio de este mensaje quiero que sus consciencias retomen el compromiso de realizar este proyecto genético, que va más allá de algo espiritual, religioso o interno; que llega hasta lo más profundo de sus esencias y consciencias, en donde se guarda también la historia de sus orígenes, de sus experiencias, de sus aprendizajes y vivencias en este sagrado Universo que los rodea y que los aguarda.

Hagan votos, hijos Míos, de poder realizar este proyecto que será finalizado por la Presencia de Mi Hijo, el Cristo, cuando en el momento más culminante de esta humanidad, que está próximo, Él llegue para recoger todos los tesoros, méritos, aprendizajes y experiencias que hayan podido vivir en esta encarnación y en esta actualidad.

Aunque el planeta y su humanidad estén convulsionando, aunque las naciones estén en una gran contrariedad y conflicto, a pesar de cualquier situación que se presente en la superficie de la Tierra, nada impedirá que ustedes puedan experimentar y vivir lo que Dios tanto desea y espera.

Por esa razón, Yo estoy aquí y soy enviada a este planeta como la Madre del Mundo, para que tengan consciencia también de la nueva tarea de su Madre Divina y Espiritual, la que hoy es una tarea más amplia y profunda que no solo abarca este Universo local, sino también otras galaxias, mundos, estrellas y soles que conforman también la existencia y la vivencia del Plan de Dios. Y con él todas sus Jerarquías, Consciencias que han trabajado en este proyecto humano y en otros, a lo largo de millones de años. Hoy la humanidad, después de 1988, tiene la oportunidad y la consciencia de saber todas estas cosas que hoy pronuncia Mi voz, que es la Voz del Padre que resuena en este valle y especialmente en los mundos internos que deben alcanzar la verdad y la consciencia de este tiempo definitivo.

Desde el interior de estas montañas, en el Gran Cañón del Colorado, su Madre Celeste se anuncia antes de tiempo y proclama esta información para todos los seres de la Tierra, independientemente de su creencia, de su religión o de su situación interna; porque en esencia todos son hijos de Dios y todos provienen de la misma Fuente, del mismo impulso, del mismo Origen que los creó y, a partir de allí, sus consciencias, como las sagradas consciencias de las civilizaciones anteriores de la Tierra, vienen de diferentes lugares del Universo para seguir aprendiendo a amar de verdad y a redimirse de corazón, sin miedo ni traumas.

Es así que, por medio de estas informaciones sagradas que emergen del Gran Cañón del Colorado, la humanidad tiene la oportunidad espiritual de volver a curarse, reconciliarse y redimirse, para que todas las estrellas caídas que hoy viven sobre la superficie de la Tierra puedan volver a encenderse, a reencontrar el camino, a reencontrar su existencia y sus orígenes. Así, todas esas estrellas podrán volver a brillar en este firmamento cósmico y de esa forma estarán dentro de la historia que aún sigue siendo escrita por la Mano del propio Padre Eterno.

Si hoy esto sucede aquí, en esta condición y situación interna y espiritual, es porque existen una razón y un propósito mayor que ustedes hoy desconocen, pero que sé que pueden sentir y comprender lo que esto significa, más allá de las formas y del momento.

Hoy Mi Corazón abre los espacios del Universo, fusiona y une las realidades que se encuentran dentro de este sagrado Cañón del Colorado, en el que la humanidad podrá tener la referencia y el lugar en donde poder encontrar, en el mayor silencio y en la más interna sintonía, lo que necesita para este ciclo de transición y para poder superar estos tiempos difíciles, en los que cada vez más la ilusión abraza a la consciencia humana y le hace perder el camino del Propósito.

Mediante estas palabras, Yo les traigo la Gracia de reencontrar el sentido y la razón de estar en este planeta y en esta humanidad, sabiendo que se debe cumplir lo que el Padre ha determinado y ha escrito desde los tiempos más remotos del Universo, desde antes de que existieran los diferentes Universos, las diferentes civilizaciones y todo lo que está creado.

Por eso, es tiempo de agradecer, agradecer de corazón por este impulso que el Padre ha decidido enviarles por medio de la Madre del Mundo.

Y es así, hijos Míos, que los velos de su consciencia seguirán cayendo para que puedan tener conocimiento de la realidad que está dentro de ustedes y que también está escrita en el Universo, realidad que debe vivir una síntesis y un fin para que todo pueda comenzar de nuevo.

Mientras les hablo, a través de Mis palabras y de Mi presencia, envío al mundo entero los atributos y principios más sagrados que alcanzaron las civilizaciones más antiguas de la Tierra, una historia que nunca se perderá, una historia que podrá continuar siendo escrita por cada uno de ustedes, para que el triunfo del amor y de la verdad se cumpla en este tiempo, y para que Mis hijos más perdidos, engañados y oscurecidos por Mi enemigo, tengan la misma Gracia que ustedes reciben hoy.

Así, el planeta y su consciencia espiritual se podrán regenerar. El alma de este planeta podrá volver a respirar y ser lo que vino a ser en este tiempo, desde el principio, cuando fue decidido que este sagrado planeta existiera.

Abracen este llamado, acepten esta convocatoria y den continuidad y respuesta a lo que les pido, porque no estarán cumpliendo Conmigo, sino con el Padre Eterno, que es quien Me envía para que todos los seres de la Tierra, finalmente, vean la verdad que está escrita en el Universo y que también se guarda en lugares más bellos de este planeta.

Envío para todos, Mi mensaje de paz y de consciencia. Que la Luz del Gran Cañón del Colorado brille en el corazón de todos los seres autoconvocados y servidores, para que se pueda seguir cumpliendo el Plan.

Los bendigo y les agradezco, permeándolos con la Luz de Mi Espíritu y de Mi Corazón, porque soy su Madre, la Madre del Mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hermanos y hermanas, a pedido de la Madre Divina, desde aquí, desde el corazón del Gran Cañón del Colorado, vamos a realizar por tres veces la oración del Advenimiento de la nueva Raza, para que podamos decretar y afirmar este compromiso interno con la Divinidad.

 

Oración del Advenimiento de la Nueva Raza

Señor, 
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio y
que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.
Amén.

 

Aparición reservada de Cristo Jesús Glorificado, en Tusayan, Gran Cañon del Colorado, Arizona, Estados Unidos, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús, para el Sagrado Llamado del 21 de febrero de 2020

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que la melodía del perdón resuene en sus corazones, para que pueda ingresar a este lugar sagrado a través del Gran Portal del Universo que hoy Mi Consciencia trae para el mundo entero y, especialmente, para todos los núcleos internos que deben encontrar el camino de la redención y el camino de la paz, para recuperar el sentido de estar en este planeta y en esta humanidad viviendo el Proyecto de Mi Padre tal cual Él lo ha escrito, para que se cumpla Su Voluntad y Su deseo ardiente de que Sus hijos alcancen, cada día más, las esferas celestiales.

Hoy abro lo más profundo de Mi Corazón en este lugar sagrado del Gran Cañón del Colorado, en donde el Reino Mineral es testigo de la diversidad de la historia de la humanidad, de todo lo que ha sucedido en este mundo y dentro de esta civilización, de todos los pueblos que pasaron por este planeta aprendiendo y viviendo el contacto con el Universo y con la Creación.

En cada una de estas piedras sagradas, en cada una de estas montañas, en cada rincón de este valle, está escrita una parte de la historia de la humanidad, y eso es lo que la Jerarquía necesita traer a la consciencia de los seres humanos de este tiempo, para que todos puedan reencontrar el sentido de vivir este Proyecto de Dios que aún es desconocido por la mayoría, pero que comienza a resonar en el corazón de los que siguen la palabra de la Jerarquía Espiritual.

Hoy vengo como Sacerdote Mayor acompañado también por los grandes Maestros de las montañas de los Himalayas, por aquellas consciencias que experimentaron en cuerpo humano lo que significa este código genético y lo que este código genético humano debe alcanzar en este ciclo actual del planeta, en el que, dentro de una gran transición y dentro de un gran Armagedón, la humanidad deberá definir su próximo ciclo, su próxima etapa.

En el silencio de este lugar se revelan los sagrados tesoros de la humanidad, aquel legado que ha sido evolutivo, que ha construido la consciencia del hombre de superficie y la ha elevado hacia dimensiones superiores para poder encontrar la vida cósmica, que es la esencia, que es la existencia y el origen de la razón de estar aquí, en este planeta escuela viviendo este aprendizaje y esta experiencia que les ofrece todo el Universo. 

Sí, que les ofrece todo el Universo, porque todo el Universo es parte de la experiencia de este proyecto genético que se detuvo en el tiempo por la condición humana, la dualidad, la adversidad y el caos. Y que en este ciclo actual de la transición planetaria, la Jerarquía, la Hermandad Celestial, se aproxima a la humanidad para tornarla consciente de sus raíces, de sus atributos y de su legado, para que así se vuelva a conectar con la esencia de lo que verdaderamente es y con la razón por la cual vino aquí, a este planeta, a vivir esta experiencia.

Es de esa forma que esta experiencia actual de la humanidad, este momento de redención, de transición y de definición, también debe ser parte de la historia que se deberá escribir en estas sagradas montañas del Gran Cañón del Colorado.

Y así, como este río hace fluir su más pura agua, cristalina, casta y humilde, de la misma forma deberán fluir en la consciencia del ser humano los nuevos conocimientos que vienen de la Hermandad. Es hora de que todos sean conscientes de esa verdad, para que más y más velos de la consciencia puedan caer de sus rostros y puedan encontrar el sentido de estar aquí, viviendo una misión y un propósito en el nombre del Único, de la Fuente Suprema, del Amor Universal.

Es por esa razón que he traído hasta aquí a un pequeño grupo en representación de todos los hermanos y seguidores de la Obra de Cristo, vuestro Maestro y Señor, para que puedan recibir en sus corazones, almas y espíritus, los mismos impulsos que esta civilización sagrada de la consciencia indígena, que vivió aquí, una vez recibió y que aún sigue resonando, en el corazón de los indígenas, todo lo que ellos vivieron y alcanzaron en la simplicidad y en la humildad de su contacto.

Por esa razón, Me aproximo a este lugar para darles a conocer y para mostrarles lo que de verdad existe aquí, que son muchas herramientas, muchos tesoros, muchas informaciones que este sagrado y sufrido planeta guarda en el interior y en lo profundo de sus Recintos Sagrados.

Después de que toda esta información ha sido reunida, ha sido compartida entre las Jerarquías del Universo Espiritual y de toda la Hermandad, es momento de que los seres humanos, en la superficie, tomen consciencia de lo que verdaderamente ha pasado en este planeta y no de lo que fue interpretado por el hombre de superficie.

De esa forma podrán retomar el camino que Mi adversario, por medio de sus engaños e ilusiones, les quitó y los hizo ingresar en un camino incierto de dualidad, de sufrimiento, de enfermedad, de confusión y de caos.

Por medio de esta Luz que emerge a través de los tesoros sagrados que guarda el Gran Cañón del Colorado, la humanidad tiene la oportunidad de retomar el camino que perdió en lo más profundo de su consciencia y, así, tener el puente directo y perfecto para retomar el contacto interior que necesita. Un contacto que trae en este tiempo la Ley de la Jerarquía Espiritual, que es una única Ley, un único camino y un único Principio, que les permitirá unirse a lo Alto y a toda la Existencia Suprema.

De esa forma, como la civilización indígena que aquí se encuentra y que ingresó en otra dimensión y plano de consciencia, ustedes, servidores y amigos Míos, seres humanos en la superficie de la Tierra, de una humanidad en transición y en definición, podrán espejar lo que Dios tanto necesita que espejen hacia los Universos Sublimes, hacia este macrocosmos, hacia todas sus estrellas, soles y galaxias. 

Y será de esa forma, mediante un contacto interno, simple pero seguro, que las informaciones de sus aprendizajes, escuelas y de su proceso de redención serán reunidas para que una síntesis espiritual se vuelva a realizar y así se pueda cumplir, finalmente, este proyecto humano.

Para que todo eso suceda, deberán atravesar la transición, deberán despojarse de todo vestigio de dualidad, de soberbia, de competencia o de indiferencia, y más aún, de muchas más energías, raíces que han sido sembradas en lo profundo de la consciencia y de la mente del hombre de superficie.

Todas esas experiencias deberán ser desprendidas, liberadas y transmutadas; y la puerta directa que tienen para poder vivirlo y experimentarlo, como también para poder realizarlo, es la energía de los Recintos Sagrados.

Esas informaciones transformarán su consciencia espiritual y también su código genético. Y en esa transformación, cambio y trascendencia que vivirán, podrán ver con claridad el camino del retorno hacia el Origen y del Origen hacia la Fuente, en donde se reúne todo el Conocimiento, la Instrucción y la Voluntad de Dios.

Con este mensaje quiero traer a sus consciencias el momento que ustedes están atravesando y la oportunidad que pueden vivir para, finalmente, poder liberarse de las amarras, de las prisiones de la vida, de todo lo que compromete al hombre de superficie con el mal. Y, así, atravesando y perforando las capas más profundas de la resistencia humana podrán encontrar, al final del camino, la Luz que siempre brillará en el fondo del abismo.

Así, la consciencia saldrá de su noche oscura y volverá a ver nacer a la aurora, que traerá consigo ese gran momento de revelación y de reencuentro con lo superior y con sus orígenes.

Y así podrán, de una forma simple y verdadera, estar en la Hermandad y encontrar en esa Hermandad el camino para el cumplimiento de la Ley que es la Ley primera: el Amor, el Amor que une a todas las Leyes, a todos los principios y que impulsa a todos los atributos que las consciencias necesitan para poder vivir el Plan.

Desde este lugar emito este mensaje que resuena en el corazón de los justos y en el de los que deben despertar. También es un mensaje que hace eco en todo el Universo, porque su Sacerdote Mayor y Gobernante, Cristo Jesús, es quien les habla para que puedan estar conscientes de la realidad en este camino de transición.

Nuestros Corazones, el Corazón de toda la Jerarquía estará expandido sobre el mundo y tendremos nuestras manos extendidas hacia ustedes, para que se puedan tomar fuerte y caminar en este tiempo de transición hacia el encuentro del Gran Portal de la Hermandad, de la Hermandad que se revelará en el corazón de los hombres, en aquellos que siempre aspiraron a encontrar su estrella de origen y el sentido de su misión en este tiempo final.

Crean y confíen en la posibilidad y en la oportunidad que se le está presentando al mundo entero. Estamos en un tiempo de gran adversidad, pero también estamos en un tiempo de grandes revelaciones; y serán esas preciosas y sagradas revelaciones que harán trascender el límite y el umbral de la consciencia humana.

De esa forma, como los Maestros del Himalaya, ustedes también se podrán iluminar y toda la consciencia será colmada por la Gracia Suprema.

Desde el Gran Cañón del Colorado envío Mi Mensaje de Amor y de esperanza a la humanidad. Manténganse firmes y unidos en el amor y todo pasará, porque Nuestro Espíritu no se apartará, Nuestro Corazón no dejará de emanar el Amor que necesitan para poder fortalecerse y encontrar siempre el camino que los llevará hacia la eterna Luz.

Es de esa forma que su Maestro y Señor, Cristo Jesús, y todas las Jerarquías y Maestros Sagrados de los Himalayas, hoy se unen en una única consciencia y establecen el Poder y la Voluntad de Dios en este lugar, que alcanzó con su simplicidad, el más alto grado de amor y de expansión de la consciencia.

Que todo este impulso y esta revelación pueda resonar en los mundos internos de los que los escuchen y que, a partir de allí, retomen su fuerza interior, coraje y valentía para atravesar estos tiempos difíciles en los que, como les dije al principio, al final del camino encontrarán la Luz que siempre brillará en lo más oscuro del abismo.

Y será esa Luz que todo lo transfigurará, que todo lo transformará y que todo lo curará. Así, estarán en Dios y, estando en Dios, estarán en Mí y Yo estaré en ustedes. Y en ustedes, Yo podré realizar la última parte de la tarea que el Padre Eterno Me ha encomendado por medio de Mis apóstoles, seguidores y orantes.

Ahora, con mayor apertura de corazón y de consciencia, reciban este Legado que se transmite por medio de estas palabras y bajo el impulso del Amor Mayor.

Yo los bendigo y los impulso a tomar consciencia de la Verdad.

Desde el Gran Cañón del Colorado, el silencio emite el Amor de Dios para todas las almas.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE PARA  LA  APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE TUSAYAN, GRAN CAÑON DEL COLORADO, ARIZONA, ESTADOS UNIDOS,  AL  VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La historia que nunca fue leyenda

En las lejanas y coloradas tierras del norte de Arizona se expresó, una vez, una sagrada civilización que provenía de la unión y de la mezcla de americanos originarios y de asiáticos de remotos lugares, de islas diversas de Asia y de Oceanía.

Esa unión de familia, de raza y de cultura, los trajo con el tiempo hasta el norte de Arizona, región que hace miles de años se comportaba como un terreno fértil para el desarrollo de poblaciones provechosas de la siembra y del cultivo.

Lo que siempre se ofrecía para ese sagrado pueblo era el mismo río Colorado, el que bañaba con sus márgenes a toda la vegetación presente en aquellos tiempos.

La causa de la desaparición de ese pueblo no fue una destrucción ni un acontecimiento extraordinario. El tiempo mostró para ese pueblo, que había alcanzado un grado altísimo de contacto con el universo, por lo que ya no le fue necesario vivir de lo material como siempre lo hacía.

Ese sagrado pueblo del norte de Arizona también vivió su camino de transición como lo vivieron todas las civilizaciones y culturas que pasaron por este planeta.

La antigüedad de este pueblo era anterior a la perdida civilización de la Atlántida.

Ese sagrado pueblo originario, de raíces indígenas, desde el momento de su unión con sus antepasados del lejano oriente nunca más vivió un encuentro con ninguna otra raza.

Su experiencia se basó en el aprendizaje sobre el sostén de la vida grupal. Era esa unión de consciencias lo que fue haciendo del pueblo el ejemplo de una fraternidad y de una solidaridad recíproca.

El escenario del Gran Cañón del Colorado fue el espacio que favoreció el desarrollo del aspecto intuitivo de esa civilización sagrada que, al permanecer naturalmente apartada del mundo y amparada por condiciones extraordinarias de la naturaleza, creó un ambiente propicio para el proceso del contacto.

Esa civilización, originaria de esa región del planeta, fue pasando por diferentes estados, y el conocimiento que recibía sobre la ciencia de la Creación y sobre el Universo, a través del contacto, hicieron que dicho pueblo accediera a principios que abarcaron otros planos superiores de consciencia que eran colmados de conocimiento e instrucción para cada uno de ellos.

Lo más destacado de ese pueblo era que, desde el niño más pequeño hasta el anciano más grande, vivieron un grado de contacto que los hacía estar dentro de una frecuencia de amor muy alta.

Todo ese proceso del pueblo del río Colorado, de pasar de lo material hacia lo espiritual, los llevó un día a ingresar en una escuela de aprendizaje diferente que se reveló espontáneamente sin forzar nada.

Es decir que ese pueblo accedió a la realidad cósmica y universal, y su desaparición de la superficie del planeta se debió a su ingreso total en otros planos de consciencia, en los que ya no era necesario servirse de lo que es material.

Como la presencia de ese pueblo no tiene registros históricos en la humanidad y solo ha sido considerada una leyenda, ese propio pueblo, desde los planos superiores fue el que guió e impulsó a otros pueblos originarios para que hicieran sus experiencias y aprendizajes dentro de la misma región en la que ellos estuvieron.

Por esa misma razón, otros pueblos originarios de otras partes de Norteamérica migraron hacia la región del norte de Arizona, en busca de esa misma fuente de contacto que se reveló para ese primer pueblo sagrado.

Fue así que la civilización indígena, que como pueblo partió hacia otras esferas de consciencia, apeló para poder entregar los mismos impulsos que sus sucesores precisaban a fin de dar continuidad a la evolución de la consciencia.

Cuando el sagrado pueblo del norte de Arizona ya estaba dentro de otra dimensión de consciencia fue cuando todo su pueblo se preparó para dar un nuevo paso y así ellos asumieron colaborar ampliamente en el sostén espiritual del planeta. Así, comenzaron dentro de la Ley de la Jerarquía, a cuidar del alma-grupo de cada uno de los Reinos de la Naturaleza, para que cada alma-grupo también pudiera evolucionar.

Lo mismo hicieron al cuidar y amparar a los núcleos internos de otras almas que, habiendo sido indígenas, no habían accedido a la totalidad de su transfiguración, como lo había vivido el sagrado pueblo.

En los planos internos, la región del Gran Cañón del Colorado se volvió una escuela importantísima de servicio y de amor interno por todo aquello que, esencialmente, es verdadero y nace de la existencia de cada ser.

A pesar del cambio geológico del Gran Cañón del Colorado, con el pasar del tiempo, eso no fue un impedimento para que esa escuela interna pudiera expresarse y realizarse. Fue en ese nivel de consciencia que alcanzó el sagrado pueblo del Gran Cañón del Colorado que el Padre Eterno encontró una puerta segura para dar continuidad al proyecto de la humanidad de superficie.

Ese legado y experiencia, que continuó sucediendo de forma paralela a la encarnación del Hijo de Dios, fueron factores de acontecimientos que colaboraron ampliamente en la Obra Redentora de Cristo, aun después de Su Ascensión a los Cielos.

Con esto les quiero hacer comprender que, desde los tiempos más remotos de la Tierra, ya existían la fraternidad y el amor, los que fueron evolucionando y que hicieron posible salvaguardar la esencia primordial de la experiencia humana, bajo un potencial de experiencia grupal de servicio y de solidaridad mutua.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Aparición reservada de María, Rosa de la Paz, en la ciudad de Tusayan, Gran Cañón del Colorado, Arizona, Estados Unidos, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy la voz de su Madre Celeste emerge desde el desierto, en un lugar lejano del planeta para ustedes y que Dios les ha dado hoy la oportunidad de conocer para que ese lugar se pueda revelar y mostrar al mundo.

Por esa razón, vengo de ese lugar y desde ese espacio para pronunciar la Palabra de Dios, para traer a las almas la revelación interior que proviene del Universo y de la Vida Cósmica.

Desde ese lugar, Yo traigo el mensaje para todos, para que lo puedan sentir, percibir y reconocer, sabiendo que son tiempos en los que la humanidad deberá volver a ubicarse en el Plan del Padre, después de haberse apartado durante mucho tiempo, de haberse alejado de la Ley y del cumplimiento de los Mandamientos.

Es por esa razón que hoy vengo desde el Gran Cañón del Colorado, en donde la historia de la humanidad está guardada en su más profundo e interno silencio, en donde la naturaleza y principalmente el Reino Mineral revela ese mensaje para todos, con la potencia y el poder de su expresión, de su belleza y de su hermosura.

En ese lugar hubo muchos acontecimientos, una de las primeras civilizaciones allí surgió, una civilización que mantenía un contacto con Dios y que sabía cuál era la esencia del Plan de Dios y de su cumplimiento en la superficie.

Dios les mostró a ellos, de esa forma, Su Divina Voluntad para que la pudieran vivir y cumplir conforme Él lo había pensado.

Es una civilización desconocida para todos y aún no revelada para el hombre de superficie, pero que sí existió desde tiempos remotos, en los que la humanidad vivía un proceso fluido de contacto con su mundo interno y el Universo.

Desde allí provenían las sagradas instrucciones para toda esa civilización que alcanzó grados importantes de evolución y, sobre todo, de sabiduría. Experiencia que los llevó no solo a comprender la vida y la existencia, sino también los llevó a ingresar en otra escuela, en otra dimensión en otro plano de consciencia, en donde ya no era necesario vivir lo que se vive en la superficie de la Tierra, en donde ya no era necesario servirse de lo que es material y concreto, sino que en ese ingreso de toda esa consciencia grupo comenzaron a vivir de lo espiritual, de lo cósmico y de lo divino.

Y a partir de allí comenzaron a dar pasos importantes, no solo en su despertar, sino también en su evolución; pasos individuales y también grupales porque la esencia de todo ese acontecimiento era la unidad, la unidad de grupo, la unidad de almas, la unidad de consciencias.

Eso llevó a que esa civilización tan simple, pero profundamente contactada, viviera y conociera las leyes del Universo y todos los tesoros que guarda el Universo Mayor, y que se encuentran dentro de las diferentes galaxias, estrellas y soles.

Esa revelación se llegó para ellos, esa revelación se mostró para ellos de una forma clara y nítida. El impulso de la instrucción y del conocimiento los llevó a dar ese gran paso por toda la humanidad, aun por la humanidad presente, por la humanidad actual, aunque ustedes no lo crean.

Ellos sabían que llegarían generaciones futuras que vivirían grandes pruebas y desafíos, grandes acontecimientos y aprendizajes y, aun alcanzando ese grado tan alto de consciencia y de contacto, decidieron permanecer en el planeta para poder salvaguardar y proteger la esencia del proyecto de la humanidad y de su evolución.

Ellos así conocieron los dones del Espíritu Santo, y la ciencia se mostró en el camino de ese pueblo sagrado, de esa civilización que encontró un sentido más profundo de estar presente en el planeta para vivir la Voluntad de Dios y los designios mayores.

Pero esa historia no terminó allí, porque aún esa historia, ese acontecimiento y esa escuela se sigue viviendo hasta los tiempos de hoy. Ese sagrado pueblo y civilización se encuentra allí viviendo esa experiencia de evolución y de despertar de la consciencia, y como grupo de almas, como grupo de consciencias, siguen emitiendo y emanando esos principios para toda la humanidad, la humanidad más ignorante e inconsciente de estos tiempos.

¿Ese pueblo ya es una hermandad? Una hermandad aún no conocida ni revelada. Es más que una hermandad, es una fraternidad universal e interna, una fraternidad espiritual que también vivió su experiencia y dio sus pasos a través de la donación de sí y de la entrega de sí a la Voluntad Mayor.

Pero llegó el tiempo, hijos Míos, de que la humanidad de superficie tome contacto con estas realidades y que pueda ser retirada del sueño profundo de la ilusión y de la ignorancia que coloca a todas las consciencias a través de las modernidades y de la indiferencia.

Todos los pueblos sagrados, que atravesaron la escuela del planeta, se mostrarán en los próximos tiempos desde los planos internos, para que las almas que están en la superficie del planeta y que también viven la misma escuela de evolución, puedan servirse del conocimiento que ellos vivieron y aprendieron y que sigue siendo un conocimiento eterno que los lleva a expandir aún más sus consciencias y los lleva a elevar, a trascender y a sublimar el código genético humano que debe seguir alcanzando, así como lo alcanzó Cristo, Su gran expresión de Amor y de donación.

Ese pueblo sagrado, del Gran Cañón del Colorado, sigue aprendiendo aún muchas cosas de la propia Jerarquía y muchos ya ingresaron en nuevas escuelas de instrucción y de conocimiento, para ampliar su consciencia cósmica y, así, poder seguir abrazando el Plan de Dios en sus diferentes manifestaciones de Universo.

Que seres humanos de la superficie de este planeta y de otros tiempos hayan alcanzado ese grado de despertar impulsa a la humanidad precaria de hoy a buscar ese mismo nivel de consciencia y de despertar, aunque sea silencioso y en recogimiento. Porque ese pueblo sagrado vive su retiro permanente en el Gran Cañón del Colorado, pero también vive su actividad inteligente que le proporciona el Espíritu Santo, dentro de Su servicio de amor a la humanidad.

Es de esa forma, hijos Míos, que ellos nunca perdieron sus raíces ni su cultura. Toda esa escuela y experiencia la llevaron consigo para presentarla y compartirla con las Consciencias Mayores del Universo, con los grandes regentes de la Hermandad Celestial.

Todo fue complementado y todo fue comprendido. Y esto hace posible que el proyecto humano sea comprendido y conocido en el resto del Universo como una experiencia posible de redención, de perdón, de conversión y, sobre todo, de amor, de un amor que se expande, de un amor que se vive, de un amor que lleva a las consciencias a aceptar el Plan de Dios y a cumplirlo más allá de sus posibilidades o de sus comprensiones.

Ese pueblo sagrado del Gran Cañón del Colorado espeja hacia la humanidad lo que la humanidad necesita encontrar espiritualmente en estos tiempos. Y es su fin, su intención y propósito, que la mayoría pueda alcanzar y contactar lo que ellos alcanzaron y contactaron en su simplicidad y entrega.

Ahora, que ya tienen consciencia de todo esto y que la ilusión se apartó de la visión humana, es que encuentran la verdad de la existencia y la historia real de toda su civilización del planeta desde los primeros tiempos. Es tiempo, hijos Míos, que impulsen a la humanidad por el mismo camino, por el camino de alcanzar esa misma evolución a través de la vida grupal y de la conexión verdadera con lo Alto.

Así, la Esencia de la Voluntad de Dios será más conocida y comprendida por los hombres y mujeres de Tierra, y la ignorancia ya no los abrazará, sino que comprenderán el sentido de estar aquí, encarnados en este mundo y en este tiempo, para dar continuidad a lo que Dios necesita, dentro de esta experiencia y de esta civilización humana, que no puede seguir deteriorándose ni destruyéndose a sí misma, sino que debe abrazar la visión del Propósito y de las metas que coloca el Padre Eterno para cada grupo de almas, dentro de Su universalidad y de Su Consciencia divina.

Así, formarán parte de una gran fraternidad y se sentirán parte de una gran existencia, que no tiene ninguna condición humana y que no se restringe a los procesos internos ni tampoco mentales, sino que en la profunda espiritualidad de la vida y de la ciencia todo es comprendido y evoluciona.

Desde el Gran Cañón del Colorado, hoy su Madre Celeste se anuncia y se presenta al mundo para que sepa que está a tiempo de recuperar su civilización, sus raíces y su cultura, sus aprendizajes evolutivos y, sobre todo, su contacto con lo Alto, el contacto que alimenta el espíritu de cada ser y que proviene a través de los impulsos de la Jerarquía de un único y absoluto contacto que viene de la Ley de la Jerarquía, de la cual todos se pueden servir y aprender para estar en el camino correcto y no en otros, no en otros caminos.

Este es el tiempo de tomar consciencia de la verdad y de que sepan que todos Mis hijos son llamados a dar continuidad a esta civilización humana que debe abrazar el Propósito, para que él se pueda expresar y cumplir en estos tiempos, para que el planeta pueda ser regenerado, para que la humanidad pueda ser redimida y curada de todo lo que ha vivido a través de los tiempos, porque aún hay mucho por hacer, aún hay mucho por realizar y llevar adelante.

Pero colocando sus consciencias en ese nivel de evolución y de contacto, sus miserias se disolverán, sus problemas terminarán y colocarán su corazón al servicio de lo Alto, un corazón que será impulsado siempre a encontrar la verdad y el sentido de su existencia dentro de este Universo y dentro de esta escuela planetaria.

Y eso es también parte del Proyecto redentor de Mi Hijo, que llega dentro del ciclo de las revelaciones divinas de la Jerarquía Espiritual.

Recuerden entonces, hijos Míos, todo lo que pasó aquí, en el Gran Cañón del Colorado, y que aún sigue repercutiendo a través de los tiempos y de las generaciones para que la humanidad no pierda el sentido de su propósito y de la esencia de estar aquí, en este planeta.

Con este anuncio, Yo los llevo de la mano y los conduzco para que puedan alcanzar nuevas escuelas, escuelas más profundas de amor y de donación, de entrega y de confianza en la guía absoluta del Padre Eterno.

Desde el Gran Cañón del Colorado les hago reencontrar a las almas el sentido de sus orígenes, de sus orígenes de la Tierra y de sus antepasados, que vivieron la experiencia del amor y de la hermandad.

A través de este impulso Yo los bendigo para que sigan el mismo camino, y por más que no sepan cómo hacerlo, que permitan que sus mundos internos los puedan guiar al mismo nivel de contacto, de sabiduría y de comprensión, como el pueblo sagrado del Gran Cañón del Colorado lo vivió y lo sigue viviendo a través de los tiempos.

Yo les agradezco, sinceramente, por responder a Mi llamado.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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