APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA EN POTRERILLOS, LUJÁN DE CUYO, MENDOZA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mi mensaje llega nuevamente al mundo, especialmente a los corazones que estén abiertos a escuchar la Palabra de la Jerarquía Divina, una Palabra y un Verbo que resuena en el Universo, porque es un Verbo que proviene de Dios.

Porque del Verbo surgió la Creación y todo lo que existe, así como también surgieron los hijos del Padre, que han venido caminando en esta trayectoria cósmica para poder alcanzar algún día la redención.

Pero el perdón es concedido a los que se animan a vivir el camino de la redención.

Por eso, aún el Universo y la Jerarquía sostienen a este mundo y a la humanidad, porque aún hay tiempo de vivir ese camino, a pesar de todo lo que suceda en este ciclo.

La Jerarquía necesita que los valientes se animen a sumergirse en la Vida Universal, una Vida que les muestra su origen, su existencia y su propósito. En simples palabras, la revelación de su verdad y también de su pasado; no de un pasado para volver hacia atrás o recordar los errores cometidos, sino para que recuerden lo que aprendieron, lo que vivieron y lo que adquirieron a través de los tiempos, del tiempo cósmico.

Hoy, vengo a pronunciarme al mundo desde los Andes, uno de los lugares en donde la Jerarquía tiene Su Corazón y Su Presencia, desde los Andes mendocinos y chilenos, porque para la Jerarquía no existe división ni fronteras; hay un solo pueblo, un único pueblo, una única raza que, a pesar de sus experiencias y vivencias, algún día deberá reconocerse como única en este Proyecto de Amor y de redención, de perdón y de Misericordia.

Por eso, abro las puertas del Universo en este lugar, en donde hoy ustedes se encuentran para acompañar a su Madre Celeste; en donde las estrellas caídas y los soles que despiertan pueden volver a reencontrar su origen y sentirse parte de un todo, sentirse parte de la Creación, de la Vida Universal.

Por eso, hoy sus espíritus son colocados ante la presencia del Universo, ante la presencia de la Jerarquía, ante la Fuente del Amor de Dios, porque es de eso que los seres de la superficie de la Tierra, en este tiempo, deberán alimentarse para aprender a sobrevivir en estos momentos cruciales, en los que la humanidad enfrenta el resultado de lo que escogió.

Pero Yo vengo como Madre y también como Gobernanta del Universo, como la Matriz de los Espejos, para ayudarlos a corregir el camino, para enseñarles a encontrar el sendero de la paz y de la armonía, para que sus soles internos puedan brillar y manifestar el Propósito, más allá de la vida humana, de la superficialidad.

Las oportunidades que da la Jerarquía en este momento son únicas y no se repetirán. Por eso, deben aprovechar los tiempos y los acontecimientos. Deben nutrirse espiritualmente de lo que les da la Jerarquía Espiritual para que, cada día más, puedan reafirmar ese compromiso y ese propósito que vinieron a cumplir por una Voluntad Mayor y aún desconocida.

Los orígenes de los que despertaron y de los que despertarán, hoy, se unen a este momento y a este encuentro con la Madre Divina, para que el verdadero linaje, para que el verdadero don o virtud en cada ser, impulse a la consciencia tridimensional a dar el paso que necesita dar, y ayudar a revertir, en el servicio y por amor, la situación en la que se encuentra la humanidad, que es una situación adversa y muy oscura.

Pero mientras Yo estoy aquí con ustedes, hijos amados, mientras Me pronuncio en el centro de cada uno de sus seres, en donde resuena verdaderamente la Palabra de la Jerarquía, la Madre Universal y la Gobernanta Mayor disuelven las corrientes contrarias por medio del camino de la paz y de la armonía, sin generar conflictos ni enfrentamientos espirituales. Porque el amor, como ustedes lo saben, está por encima de todo, de cualquier situación o momento, de cualquier desierto interior o agonía.

El amor los hace renovar y les permite reencontrar el camino que a veces pierden por diferentes circunstancias.

El mundo y especialmente la humanidad, hoy, deberá reconocer que no está sola en este macrocosmos. Eso concederá la intervención y la ayuda de las Esferas Celestiales. Y la humanidad, o al menos una pequeña parte, podría recuperar lo que perdió interiormente; y seguiría siendo impulsada a vivir el camino de la Luz.

Por eso, todos los esfuerzos que hace la Jerarquía en este momento son inmediatos y urgentes. Así su respuesta, en este momento, deberá ser inmediata y urgente, para que el mayor equilibrio se pueda alcanzar en todo el género humano, en toda la superficie de la Tierra, en cada corazón que forma parte de esta familia universal.

Y así, mientras les hablo y les transmito Mis palabras, su Madre Celeste y la Gobernanta Mayor trabajan con la humanidad en aquellas situaciones que aún no están resueltas y que necesitan de la Mano poderosa de Dios para encontrar una solución y un camino de regreso al origen.

Cuando estoy aquí con ustedes, Yo les traigo el Universo, no solo el que existe allá afuera en el Cosmos, sino también les traigo el Universo Espiritual, en donde está el principio de todo y el origen de su existencia, la Esencia primordial y fundamental que los creó, para que hoy estuvieran aquí, en este planeta, y viviendo esta escuela que Mi Hijo les ofrece por Amor.

Asumiendo el compromiso con lo que verdaderamente son y no con lo que aparentan, permitirán que el Propósito sea alcanzable para cada uno de ustedes y puedan seguir contribuyendo al Plan de la Jerarquía en este tiempo agudo de la humanidad.

Hoy, vengo a contemplar lo verdadero que hay en ustedes y no lo aparente; vengo a hacer despuntar el centro de su ser, que es un sol, una esencia que cumple un propósito y una meta en esta Creación, como muchas, muchas esencias en el universo y así los vengo a unir a una única Fuente, al Pensamiento Divino de Dios.

Los vengo a elevar hacia el Corazón del Padre, porque allí siempre encontrarán la fuerza interior que necesitan para trascenderse y redimirse en el nombre de Mi Hijo, su Redentor.

Mientras esto también sucede, las esencias de la humanidad son trabajadas por su Madre Celeste, por la Gobernanta Mayor, para que al menos una chispa de la Gracia Divina encienda la consciencia de los que duermen y así puedan despertar a la Verdad Universal.

Necesito, para que eso sea posible, de intermediarios, de servidores, de fieles colaboradores que sigan la instrucción de la Jerarquía Espiritual y no otras, para que no se confundan, para que no se vanaglorien, para que solo cumplan en obediencia y gratitud la Divina Voluntad, que es la Voluntad que siempre los liberará y los conducirá hacia el camino justo y cierto.

Mientras el planeta vive su purificación y la purificación moviliza el caos y los conflictos, que reine la Paz en el corazón de los que creen en Dios y en aquellos que cumplen Su llamado sin condiciones ni reglas.

Que el advenimiento de la Nueva Humanidad ya sea una realidad para todos porque esa humanidad, hijos, primero debe nacer en ustedes, para después estar presente en la superficie; es algo profundamente espiritual e inmaterial.

La Nueva Humanidad será un don de Dios concedido por el propio Padre Eterno para la regeneración de la vida y de toda la Creación, después de las traumáticas y dolorosas experiencias vividas en toda la raza humana, a través de los tiempos y de las décadas.

El don de Dios de la Nueva Humanidad será una realidad viva en aquellos que se autoconvoquen para que el viejo rebaño de Israel se vuelva a reunir y a congregar, y cumpla finalmente las promesas que están escritas en el Corazón de Dios, su Padre Eterno.

En este momento de transición planetaria, reúnan las fuerzas internas que provienen del amor del corazón y del amor del espíritu para llevar adelante, en este camino, las voluntades y los proyectos de Mi Hijo que aún están por manifestarse en este tiempo, aunque la humanidad viva esta dura realidad.

Confíen en lo que es posible realizar, en lo que es posible concretar y en todo lo que es posible alcanzar, porque como es Voluntad de Dios se manifestará y se presentará ante sus ojos, y llevarán adelante todo aquello que el Padre espera hace tanto tiempo.

Es posible disminuir los riesgos que podría vivir el planeta y la humanidad en este tiempo si la oferta fuera sincera y no oscilante. El Plan se cumplirá porque es Ley y en eso deben creer todos los días.

Yo estoy aquí con ustedes siempre, para ayudarlos a construir en ustedes el Plan de Dios, para que después el Plan sea una realidad en la superficie.

La obediencia y la fidelidad serán la gran llave en este momento de transición para todos los servidores y colaboradores de esta obra, así nunca faltará el puente de contacto entre su Universo y el Nuestro.

Que el Amor que hoy trae Mi Corazón los reconstruya interiormente y los coloque en los Comandos de Mi Hijo, para que la Obra de Su infinita Misericordia llegue a todos sin distinción.

Desde los Andes vuelvo a invocar y a proclamar a todos el retorno a su origen para que, en este tiempo de purificación, crean en lo hermoso y bello que Dios les dio en el principio.

¡Les agradezco por acompañar este momento planetario! Porque sé que nunca lo vivieron ni lo experimentaron. Este es el gran momento y el gran tiempo para todos. Sírvanse de Nuestro Amor para poder vivirlo. Acojan Nuestro apoyo para poder enfrentarlo.

Yo estoy aquí y soy su Madre Universal.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vengo vestida de Gracia para derramarles Mi Luz, para que en este día santo descansen en Mis brazos y solo puedan estar en Dios.

Vengo vestida de Gracia para derramarles Mi Paz, y para que sus corazones y los corazones del mundo encuentren la Misericordia de Dios.

Vengo vestida de Gracia para derramar, sobre ustedes y el mundo, los Rayos de Mi Gracia, que son tan necesarios para estos tiempos, especialmente para las almas que deben comenzar de nuevo sus caminos, los caminos que le ha propuesto Mi Hijo a cada uno de sus corazones.

Vengo vestida de Gracia para que puedan conocer la Compasión de Dios, aquella compasión que el mundo ha olvidado completamente debido a los errores de los hombres, al producir dolor y cometer ultrajes e indiferencias al Corazón del Padre Celestial.

También vengo vestida de Gracia para irradiar Mi Espejo de Luz sobre ustedes; para reencender las esencias que están caídas y que aún no han encontrado el camino de la salvación.

Que el hombre de superficie reconozca la Gracia de la Madre de Dios. Es esa Gracia suprema e infinita, queridos hijos, que siempre los mantendrá en el camino de Mi Hijo, el camino de la paz y del bien.

Y así, como Yo les he dicho esta mañana: la Unidad a todos los salvará. Si sus corazones están unidos en Cristo, no deberán temer por nada, queridos hijos. Cristo es esa Llama de Unidad incandescente que brilla en todo el Universo Celestial.

Nuestros Corazones, llenos de Gracia, se aproximan nuevamente al mundo para decretar la paz y el fin de la guerra, la guerra que viven interiormente muchos corazones, la guerra que se expresa sobre la superficie del planeta como consecuencia del caos y de la adversidad. Pero si sus corazones están unidos a Mi Gracia, ¿creen que ustedes se transformarán?

Mi Gracia todo lo permite, porque de la Gracia nace la Misericordia de Dios, la Misericordia que todo transforma y redime a través de los tiempos.

Busquen en ustedes, queridos hijos, la esencia de la Gracia de Dios, la llama de la Gracia de Mi Hijo, que viene descendiendo desde el universo en estos tiempos, para poder formar a los nuevos rebaños del Creador.

A lo largo de los tiempos vengo acompañándolos a través de la llama de Mi Gracia, para que siempre puedan estar en el camino correcto, para que nunca olviden lo importante que es amarse los unos a los otros, para siempre poder gestar la unidad del corazón.

La Unidad de Dios es invencible, así como Yo les he dicho. Todos los ángeles del Cielo se sirven de esa Sagrada Unidad para poder vivificar al Padre Eterno.

Yo los invito queridos hijos, de esa forma, a buscar su Gracia interior, la esencia del amor y de la unidad entre los corazones. Si ustedes buscan todos los días la unidad entre sus semejantes, el mundo no sufrirá tanto. Pero mientras las almas se aparten de la Gracia de Dios, sufrirán y no habrá remedio que pueda sosegar a esos corazones.

Por eso, les pido, queridos hijos, mantengan firme en ustedes la Gracia de Dios, para que puedan estar con sus semejantes en unidad. Así, sabrán siempre qué deben hacer. Aun en los tiempos del caos la llama de Mi Gracia los conducirá, iluminará sus caminos para que puedan ver el propósito que viene emergiendo en el horizonte.

Yo soy esa Estrella de Gracia para todo el universo y quisiera, queridos hijos, que en cada momento de oración pudieran contemplar la Gracia de Mi Corazón. En Mi Gracia no hay error, no hay dolor, no hay sufrimiento. En Mi Gracia hay Amor, Piedad y Misericordia para las almas del mundo.

Coloquen en Mi Corazón lleno de Gracia a toda esta creación del planeta que tanto sufre las consecuencias de la humanidad.

Coloquen en Mi Corazón de Gracia a los Reinos de la Naturaleza, para que ellos puedan ser reparados por Mi Luz, por la gran consciencia Madre de la Naturaleza.

Coloquen a sus semejantes en Mi Corazón de Gracia, para que sus desiertos y las pruebas que hoy viven puedan pasar pronto y todos puedan vivir, en Mi Hijo, el Sagrado Propósito que con tanto Amor materno vine a depositar en sus vidas.

No vengo a ver su imperfección, queridos hijos. Vengo a buscar, en ustedes, que pueda despertar la llama de la Gracia de Dios, para que nunca olviden que la unidad es algo imprescindible en este tiempo.

Hoy vengo vestida de Gracia. Vengo como la Señora de la Gracia para derramar sobre el mundo lo que él necesita; para que la humanidad pueda soportar su purificación a través de la corriente poderosa de la oración.

Queridos hijos, les pido con Mi Corazón materno que no se cansen de escuchar Mi voz. En Mis Palabras está Dios presente y todos Sus códigos de Luz, así como los códigos de Luz de Mi Hijo y los del Espíritu Santo.

Así, Yo Soy la Madre de la Santísima Trinidad, que quiere verlos en paz para poder soportar el fin de los tiempos.

Únanse los unos a los otros para que la Gracia de Dios esté presente en sus vidas. Esta Obra, que Yo vivo con ustedes en estos años, es una Obra generada por la Gracia de Mi Corazón. Si Mi Gracia no hubiera tocado sus esencias, esto no sería posible.

Mediten en lo que les pido.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Porque Mi Gracia es infinita.

Así como el Creador que creó todos los universos, era en Sí una Fuente de Vida, Yo, hijos Míos, Soy una Fuente de Gracia para todo el cosmos, para todas las criaturas. Es de Mi Inmaculado Corazón que provienen todas las oportunidades de redención y de cura para aquellos que no las merecen.

Con Mi Maternidad, Amor y Misericordia, derramo sobre cada esencia de este mundo y de muchos otros, la Gracia que necesitan para retornar a Dios. 

Cada una de Mis Palabras, hijos Míos, trae en sí una Gracia Especial, una Gracia Única. Aquellos que Me escuchan con atención y que dejan que ellas penetren en lo profundo de sus seres transforman esa Gracia en vida, transforman la propia consciencia, la propia esencia, en una esencia redimida por Mi Gracia.

Cada vez que vengo a su encuentro, les traigo nuevas oportunidades de crecer, de seguir Mis pasos. Cuando les hablo, hijos, no estoy solo corrigiendo sus caminos, les estoy trayendo una Gracia para que puedan despertar, mientras todavía hay tiempo, y cumplir con aquel compromiso que hicieron con Dios en el principio de todo, antes aun de que llegaran a este mundo.

Aquellos que se reúnen bajo Mi Manto y que vienen a Mi encuentro para escuchar Mi Voz fueron llamados y atraídos por la Luz de Mi Gracia. 

Por eso, en esta noche, delante de esta Fuente que Yo represento frente a sus ojos, a sus corazones, déjense permear por esta Gracia que se expresa en Mi Divina Luz, que los cura, redime y transforma, para que finalmente expresen lo que es perfecto, que hace tanto tiempo está escondido en sus corazones.

Hijos, para que la Gracia que Yo les traigo se exprese en sus vidas, no bastará que Mis manos sean impuestas sobre sus seres. Necesitan esforzarse para que esta Gracia crezca, dé sus frutos y puedan ir más allá de sus seres; que puedan llegar a aquellos que más lo necesitan, porque para eso les entrego estas Gracias, para que representen a esta Fuente en el mundo, multipliquen las Gracias que Yo les entregué a través del ejemplo, de la vivencia de la unidad, de la fraternidad, del amor, del perdón. 

Cuando perdonan los errores de sus semejantes, así como Yo los perdoné cuando los llamé a Mi encuentro, están multiplicando la Gracia que Yo les entregué y están anunciando, no solo a la humanidad, sino a todo el universo, que existe una esperanza de que el corazón humano exprese aquel Pensamiento Divino que surgió del Creador al manifestar la humanidad.

Quiero que contemplen hoy, hijos, la inmensidad de Mi Gracia y las infinitas posibilidades de que ella se multiplique en sus vidas. 

Una Gracia, hijos Míos, cuando la reciben del Corazón Divino, de esta Fuente Sublime de la Creación, es algo único y aún incomprensible para sus pequeñas mentes humanas.

Por eso, solo sientan el poder de Mi Gracia y no duden en dejar que ella se multiplique y los transforme completamente.

Hoy, deseo que sientan Mi Paz, que estén entre Mis brazos y que, amparados por Mi Gracia, reciban un poco de aliento, porque no solo de batallas deben vivir Mis soldados. Recuerden, hijos, que este ejército existe para proclamar la paz, primero dentro de cada uno de ustedes, en sus familias, en sus hogares y después en el mundo entero.

Hoy, entren en el manantial de Mi Gracia y dejen que Yo los abrace, los cure y con el poder celestial de Mi Amor Materno pueda transformar todo aquello que hasta hoy les impide conocer Mi Infinita Paz. 

Hoy, vengo a curarlos, redimirlos y ampararlos en Mi Inmaculado Corazón, porque el mundo necesita de la paz que ustedes le deberán llevar.

No solo, hijos Míos, sobrevivan en este mundo; no solo luchen por la vida, en su día a día, en sus hogares. Contemplen un Propósito Superior y, bajo el amparo de Mi Gracia, atraigan hacia el planeta este Propósito Divino, que les trae una nueva esperanza, un nuevo sentido a sus vidas.

Hoy, hijos Míos, quiero llamar hasta aquí a dos Hijos de María que comprendieron, con su limitación humana, el propósito de Mi Gracia, que poco a poco están permitiendo que Yo los transforme, para que se tornen dignos soldados de Mi Inmaculado Corazón.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Quien está en este camino de Luz, alcanzará la sanación, la cura y la redención; porque la Gracia Divina siempre está disponible al alma que abre su corazón para poder reconocerla.

En esta consagración, queridos hijos, a través de estos Hijos, les muestro el poder de la Gracia y de la Unidad; dos vertientes de Luz que siempre podrán contemplar en sus espíritus, uniéndose a la Fuente de Adonai.

Que esta Gracia Divina, que hoy está presente en Aurora, también se pueda expandir al mundo, especialmente a Mis hijos de Venezuela, que necesitan mucho de sus oraciones.

Les digo, a todos Mis hijos de Venezuela, que la Gracia de Dios está con cada uno para que puedan trascender los abismos, las pruebas y las decisiones caóticas que son tomadas. Pero no dejen de perseverar. Mi Inmaculado Corazón triunfará en cada uno de ellos.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a escuchar, a pedido de María para esta consagración, “Ave María de Aurora”.

Abrimos nuestras manos para recibir la Gracia de Dios.

Vamos a repetir la oración que María Santísima nos está enseñando, frase por frase, hasta que consigamos hacerla todos juntos:

 

Bendita Gracia de Dios,
que colmas los universos,
hazme digno de vivir Tu Divina Voluntad.
Amén.

 

Lleven las manos hacia sus corazones.

Vivan la Gracia de Dios todo el tiempo, en una aspiración ardiente de poder encontrarla en cada espacio de este mundo y en cada uno de sus hermanos en perfecta unidad.

¡Les agradezco, por responder a Mi llamado!

Les agradezco a los presentes, a Mis queridos hijos, por haberme acompañado aquí, en Aurora, en esta Sagrada Fuente de Cura.

Y ahora, abro los caminos, como un Águila de Luz, para peregrinar hacia el Brasil. Y allá, esperaré a todos Mis hijos de esa nación, en devoción y amor por el Plan de Dios.

¡Aleluya! Que Dios sea en ustedes.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE JOINVILLE, SANTA CATARINA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos:

Deseo constituir aquí, en este lugar, un firme grupo de oración que ore por toda la consciencia europea, especialmente por los que fueron inmigrantes a través de los tiempos.

Deseo constituir aquí un precioso oratorio dedicado a Mi Inmaculado Corazón, para que Yo pueda derramar las Gracias, no solo en Brasil, sino también en Europa. 

Asuman, queridos hijos, Mi Faz de Nuestra Señora de Guadalupe como el gran terafín de sus vidas, como el ícono sagrado para sus corazones, por el que, a través de Mi Corazón Inmaculado, ustedes podrán unir todos los continentes y las culturas, los pueblos y las naciones, por medio de Mi Divino Espíritu de Madre. 

También deseo aquí, queridos hijos, que trabajen ampliamente por su conversión; que sus corazones se enciendan a través de la llama de Mi Corazón Inmaculado; porque así, queridos hijos, Yo podré tenerlos a todos en Mi Vientre purísimo, podré gestar nuevas cosas para sus vidas y conquistar sus corazones cumpliendo así el pedido de Dios de manifestar Su Obra, en estos tiempos, en todos los corazones aún no redimidos.

Queridos hijos, abran sus brazos para que la llama de Mi Amor penetre en sus corazones. Sientan el calor maternal de Mi Corazón que solo desea abrazarlos y consolarlos, para que sus pies caminen por el sendero que Yo les ofrezco en estos tiempos, el gran camino de la redención y de la paz, que todos los corazones deben contemplar para estar plenos del gran Corazón del Padre Celestial.

El motivo de Mi Presencia en este lugar, queridos hijos, es que Yo los pueda llevar hacia Mi Hijo Amado, que espera por almas que puedan despertar al camino de la Misericordia que Él les ofrece también en este tiempo. 

Sientan en sus espíritus el gran consuelo celestial que proviene del Corazón del Padre y que hoy se irradia a todo el universo y a todos los corazones abiertos para recibir esta energía espiritual.

Yo deseo también, queridos hijos, que sus vidas se reeduquen en los principios de la Sagrada Familia, de la bondad y de la caridad, para que ustedes, saliendo de sí mismos, perciban cuán grande es la necesidad en estos tiempos; no solo en esta ciudad que hoy Yo visito, sino también en el mundo entero, en donde hay grandes necesidades planetarias, principalmente en las almas que sufren por aquellos que no sirven a Dios y que están dormidos por las ilusiones de esta humanidad. 

Yo vengo a abrir sus ojos, los ojos del corazón y del alma, para que participen Conmigo de esta unidad perfecta con la Santísima Trinidad y así sus espíritus, que hoy poco a poco despiertan ante Mi Presencia, puedan recibir los Dones del Espíritu Santo y comenzar una nueva vida en Cristo, su Señor.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Quisiera revelarles en esta noche los misterios de Mi Inmaculado Corazón, misterios que deben vivir para tornar sagrada la propia vida.

Hoy, vengo a este lugar, hijos Míos, para que la humanidad comprenda que los errores del pasado, muchas veces, permanecen en los corazones a lo largo de los siglos y no reciben la cura y la liberación que necesitan hasta que la Misericordia de Dios no se derrame sobre esos corazones. 

La ignorancia de Mis hijos, los que trajeron el caos y el mal a tantos corazones, a los pueblos originarios, buscando educarlos en una cultura que no comprendían, aún vive, hijos Míos, como un dolor profundo en el corazón de esta Tierra. Y la cura que necesitan como humanidad, aún puede descender sobre el mundo si sus corazones se tornan orantes, serviciales, verdaderos ante Dios.

La consciencia humana, Mis amados, es una sola. Por eso, la devoción que tienen por Mi Inmaculado Corazón, en este lugar, se puede expandir a muchos otros corazones del mundo, siempre que unan sus intenciones a Mis Intenciones Divinas y caminen verdaderamente para la manifestación de Mi Plan en esta Tierra.

El Creador Me envía a este mundo como Su Sierva para perpetuar el ejemplo de la Sagrada Familia, para que jamás se olviden, hijos Míos, de los principios que les entregamos cuando estuvimos en el mundo. 

Mi Sagrado Hijo Jesús les mostró el ejemplo de la entrega y de la donación de sí. Pero, en el silencio de Nuestros Corazones, San José y Mi Corazón también les dieron un ejemplo de vida, de bondad, de fraternidad; ejemplo que deben vivir en estos tiempos para curar la degeneración del corazón humano.

Hijos, mientras están ante Mí, muchos se pierden en la ignorancia, muchos se lanzan a los abismos de oscuridad y de terror que el propio hombre abrió en la consciencia planetaria. 

Necesito, en estos tiempos, que sus mentes y sus corazones se puedan unir a un Propósito superior a la propia vida; porque de esta forma, hijos Míos, le darán un sentido verdadero a su existencia en este mundo.

Si viven para servir a Dios y ser una manifestación viva de Sus Planes, estarán cumpliendo con su parte, estarán viviendo plenamente el Pensamiento Divino para esta humanidad. 

Todo comienza, hijos Míos, en la simple oración del corazón. Después, poco a poco, Yo los guiaré y podrán escucharme dentro de cada uno de ustedes, porque todos los días aspiro a que cada alma de esta Tierra escuche la Voz de Mi Corazón. 

Pero, para que Me escuchen, hijos Míos, necesitan silenciar la propia voz, la propia voluntad, la propia aspiración, para que, de esta forma, vacíos de sí, puedan escuchar la Voz de Dios que se pronuncia a través de Su Sierva.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos:

Es de esa forma, queridos hijos, que Yo los motivo a la consagración del corazón, a la vida orante, al servicio y a la caridad que debe ser vida en sus vidas, porque así agradarán a Mi Hijo Amado que está desconsolado por esta humanidad.

Aun cuando existen muchos errores, Mi Corazón les trae la Gracia y la misericordiosa oportunidad de comenzar de nuevo todos los días, a través de la fe y de la confianza en Dios.

Es a través de Mi Presencia, y para poder estar hoy aquí, entre ustedes, que activé los Divinos Espejos de Mi Consciencia para que las puertas se abrieran hacia este lugar que necesita de redención; para que las almas fueran tocadas por Mi Luz Santísima, así como Mi Luz tocó muchos corazones a través de los tiempos.

Necesito, queridos hijos, que en esta ciudad oren el Rosario a Mi Inmaculado Corazón por la consciencia indígena, para revertir los males que sucedieron a través de los tiempos, para equilibrar las deudas, para traer el Perdón de Dios a esta humanidad; porque esta nación, queridos hijos, siempre fue muy colonizada y eso debe terminar. 

Cada nación debe vivir su profunda paz y eso comenzará en ustedes cuando inicien el camino de la oración del corazón, que hoy les vengo a ofrecer amorosamente. Si oran a Mi Corazón Inmaculado todos los días, cualquier oración que ustedes recen, Yo les prometo, queridos hijos, que todo será curado en poco tiempo y ustedes renacerán al espíritu, se reconciliarán con Dios Padre y reconciliarán así a toda la humanidad. Es de esa forma que, vengo a formar los ejércitos de la oración, porque será necesario, queridos hijos, que estén bien preparados para el fin de los tiempos.

Hoy, quiero decirles, Mis hijos amados, que los tiempos ya no son normales. Despierten al llamado que viene a través de Mi Corazón, porque es la Voz de Dios que se pronuncia a través de Mi Espíritu en esta noche sagrada por cada uno de ustedes y de sus hermanos.

Queridos hijos, abracen con devoción todo lo que Yo les digo, porque es su corazón el que comprenderá todas las cosas que son muy inmateriales.

Queridos hijos, abran sus ojos y vean la Luz que desciende desde el universo, los rayos de Mi Gracia que se aproximan a ustedes buscando un profundo despertar de sus consciencias. 

De esa forma, hijos amados, Yo los invito a salir de la comodidad, a ingresar en el camino del servicio a los semejantes. Allí, encontrarán la piedad en sus vidas, la cura de sus almas y familias, el renacimiento del Espíritu de Dios en sus corazones.

Para dar testimonio de todas estas cosas que hoy les digo, queridos hijos, los invito a consagrarse a Mi Corazón. Por eso, a través de este altar sagrado que Me han ofertado y de todas las imágenes que han colocado a los pies de Mi altar; Yo hoy consagraré a nuevos Hijos de María, que en esta noche se comprometerán Conmigo a orar por la paz hasta el fin de los tiempos.

En esta noche, queridos hijos, que el Corazón Solar los bendiga. Mi Inmaculado Corazón, irradia los rayos del Sol del Universo para que sus espíritus se congreguen en esta bendita misión por la paz en el mundo.

Ahora, como peregrinos que siguen el camino de Cristo, Nuestro Señor, invito a aproximarse a aquellos que hoy se consagrarán y que se coloquen a los pies de este altar, no solo como almas, sino como llamas de Mi Corazón que se reencienden por la acción de Mi Gracia, por el triunfo de la Misericordia de Dios en los corazones autoconvocados para servirme.

En cada nueva consagración los corazones se renuevan y es una oportunidad máxima, para todos, de que todos los corazones que se han consagrado como Hijos de María, puedan reafirmar sus votos Conmigo y vivir, en este tiempo final, Mi gran proyecto por la paz.

Aproxímense, queridos hijos, para sentir el consuelo de Mi Inmaculado Corazón que los bendecirá en esta tarea de orar por esta ciudad, por toda la consciencia europea, para que así se instituya la redención en la humanidad.

Ahora que están aquí, coloquen sus manos sobre el corazón y sientan Mi Corazón Inmaculado que los abraza fuertemente y los une al Amor de Dios.

En esta consagración al Plan Divino del Padre, sientan el abrazo de los ángeles, el canto de los bienaventurados y de todos los seres de buena voluntad que, en esta hora y a través de este encuentro, se unen a Mi Corazón de Luz.

Vean en sus internos cómo se reenciende la esencia profunda de sus seres, la pureza original de Lys en sus vidas.

Repitan Conmigo, queridos hijos:

Mi Dios, 
yo creo en ti,
yo Te adoro, yo Te espero y yo Te amo.
Y Te pido perdón por los que no creen en Ti,
no te adoran, no Te esperan y no Te aman.
Amén.
(tres veces)

 

Todos los Hijos de María son espejos de la oración, reflejos de Mi Presencia en el mundo, chispas divinas del Espíritu de Dios que se reencienden para dar testimonio del Retorno de Cristo a la humanidad.

Contemplen ese misterio en este tiempo y en cada momento de su oración. 

Recuerden todos los días que Mi Hijo está retornando y Yo congrego a Sus rebaños dispersos por el mundo para que vuelvan a despertar al Sagrado Llamado de Dios, a Su Plan evolutivo para este tiempo final. 

Con sus manos sobre sus corazones, Yo hago descender sobre ustedes, queridos hijos, la bendición divina del Padre para que, unidos a Él, siempre recuerden que Su Misericordia es infinita y Su Luz es invencible.

Ahora, oraré por ustedes.

Yo los consagro, queridos hijos, y los renuevo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y que ahora, sus voces, también consagradas a Mi Inmaculado Corazón, canten el himno de su consagración para que los Ángeles del Cielo eleven la oferta hacia el Universo de Dios, en unión con sus Ángeles de la Guarda por los mil años de paz.

Hoy, queridos hijos, recibirán una flor de este altar como testimonio de Mi Amor por ustedes y de Mi devoción por todas las almas del mundo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado! 

Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad. 

Que así sea. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hoy, María, a través de Su Faz de la Reina de la Paz, hizo una tarea entre Europa y América del Sur, liberando algunas cosas de la consciencia del planeta, especialmente lo que sucedió entre la consciencia indígena y los colonizadores. Y ustedes podrán preguntarse ¿cómo es que sucedió eso? 

Nuestra Madre Divina también es omnipresente y Su Amor Maternal abraza muchas cosas. Su trabajo maternal viene sucediendo a través de los tiempos. 

En un momento de la Aparición, María se mostró como Nuestra Señora de Guadalupe para que en nuestra consciencia y, especialmente, en nuestro corazón, quedará guardada esa imagen que, hasta los días de hoy, está vigente; porque Ella decía que, la Señora de Guadalupe, es la que une los pueblos, las culturas y las naciones a través del amor.

Así, este Mensaje queda también para ustedes, para que los que están en esta ciudad, cuando hagan sus trabajos de oración, solos o en grupo, recuerden a Nuestra Señora de Guadalupe; para que así, todos nos podamos curar espiritualmente y ayudemos a nuestra Madre Divina para que su Paz se establezca, no solo en el Brasil, sino también en el mundo.

Queremos agradecer la presencia de todos y a todos los que nos acompañaron a través de la transmisión en vivo.

Y ahora, vamos a agradecer a nuestra Madre Divina por este encuentro.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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