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Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Señor, no somos dignos de que entres en nuestra casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarnos.
Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Invoquemos al Espíritu Santo por el Don de la Cura para toda la humanidad.
Que el Santo Espíritu de Dios, a través del poder del Don de la Cura, impregne con Su Luz a todas las células y consciencias, especialmente a las de aquellos que están en la prisión espiritual y que desde hace décadas no consiguen ser liberados y redimidos.
Oremos por esa causa importante de Mi Corazón, porque si la Cura no se establece en la humanidad y en las consciencias, el Amor no podrá establecerse en el mundo y menos podrá establecerse en los Reinos de la Naturaleza que son ultrajados por las manos de los hombres que no conocen la Creación de Dios e interfieren profundamente en la evolución de los Reinos Menores.
Mientras los Reinos de la Naturaleza sigan siendo transgredidos, aún existirá la enfermedad en el mundo y aún más las dolencias espirituales y psicológicas, porque la humanidad en la superficie, es decir, la mayoría de la humanidad está en desarmonía con la Ley de la Naturaleza.
Así como Yo los invito en esta hora a amar al prójimo, también los invito a amar a los Reinos Menores, porque sin su intervención ustedes no serían nada, no tendrían en dónde colocar sus pies.
Y, aun así, con tantos ultrajes y sacrilegios a los Reinos de la Naturaleza, los minerales, vegetales y animales y hasta el Reino Elemental y Dévico, por sacrificio mayor, siguen sosteniendo a la consciencia del planeta.
¿Alguna vez alguien se preguntó, cuánto amor hay guardado en una flor?
¿Alguna vez alguien se preguntó, cuánto amor hay guardado en una ballena?
¿Y cómo todos los Reinos aún siguen siendo ultrajados?
¿Por qué existe esa necesidad de explotación, de abuso y de transgresión a los Reinos de la Naturaleza?
Cuantas más consciencias sobre la superficie del planeta se contacten con Dios internamente, a través del instrumento poderoso de la oración y de los Sacramentos, no solo al género humano se le concederá el Don de la Cura del Espíritu Santo para que sus enfermedades sean curadas, sino también los Reinos de la Naturaleza recibirán la asistencia que necesitan para poder regenerarse, y esto es algo que comienza en lo espiritual.
No quería dejar de decirles esto, en el momento en el que encendemos una nueva vela de la Menorah, porque la humanidad no está observando ni contemplando esta necesidad.
Ahora, ustedes que dicen ser espirituales, tienen una parte en esta situación por todos aquellos que no lo hacen ni lo viven, por aquellos que perdieron completamente el sentido de vivir en la Ley y a través de la Ley alcanzar la felicidad que necesitan.
¿Ahora comprenden la causa de tanto sufrimiento en el planeta?
En Mi Corazón también pesan esas situaciones, porque soy un ser humano al igual que ustedes, que encarnó en el mundo para poder redimirlo y volverlo hacia Dios, hacia el Dios que olvidaron y que muchos desconocieron, ignoraron y rechazaron a través de los tiempos.
Por esa razón, tuve que vivir la Pasión entre tantas razones y motivos, que en ningún libro están escritos y que, a través de Mis Palabras, hoy les declaro.
Pero Mi historia no terminó aquí, ni tampoco terminó en la Ascensión de Jesús. Mi verdadera historia comienza con el Gobierno Espiritual de los mundos y del universo, cuando en lo más alto de los Cielos, en el corazón del universo, su Señor comenzó con la segunda etapa de Su trayectoria evolutiva, que en ningún libro está escrita ni reconocida.
Pero para que sea revelado Quién verdaderamente es Cristo Jesús, debe salir de Mi propia Boca y de ninguna otra, porque es algo que ya estaba pensado y escrito en el Corazón de Dios, porque todo tiene su tiempo y todo tiene su momento.
Mi deseo no es llenarlos de conocimiento ni de expectativas. Mi aspiración es que puedan elevarse, así como Yo Me elevé a los Cielos en consciencia, viviendo conscientemente el camino de la cristificación y de la paz, transformando sus vidas en el día a día y en todos los detalles, no acomodándose a lo que es espiritual o moderno, no buscando protagonismo ni tampoco reconocimientos. Porque mientras no amen el silencio, así como Yo lo amo, Dios no les podrá hablar a sus corazones. ¿Ustedes saben cuánto hace que Él espera poder hacerlo?
Por eso, Él envía una vez más a Su Hijo al mundo, para que a través de la Presencia del Hijo de Dios y de Su Energía Crística y Cósmica, los corazones puedan transformarse y escuchar.
Crean que existe un Plan para cada uno de ustedes, así como Dios trazó un Plan para Mi Consciencia humana, que encarnó y vivió entre ustedes por una razón: para que conocieran el Amor Mayor.
Por eso, Mi historia no termina en la Ascensión, Mi gran tarea comienza después de la Ascensión a los Cielos, mientras que los ángeles del universo Me elevaban y Me conducían físicamente hacia otras dimensiones, lo que aquí se conoce como el Universo Material.
¿Por qué el Hijo de Dios cuando ascendió a los Cielos no retornó a la Fuente Divina?
La razón de Mi Existencia es estar con ustedes eternamente y de que sus esencias se cristifiquen a través de una importante experiencia de amor y de perdón que solo ustedes pueden concebir.
A través de una gran llave lo conseguirán: amando el símbolo oculto de su cruz. Cuando consigan hacerlo y comprenderlo, su cruz, la cruz de cada uno de Mis compañeros, no será un martirio, sino la oportunidad de concretar una victoria por Mí, para que sus consciencias y, sobre todo, sus esencias alcancen la misma vibración y elevación que Yo alcancé, aunque no lo crean.
Si a través de los tiempos existen santos incorruptos, ¿acaso no creen que sus vidas pueden ser incorruptas y que la materia se puede santificar y cristificar?
¿Cómo creen que fue posible la Resurrección de Cristo o aun la Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor?
¿Cómo creen que fue posible la multiplicación de los panes y de los peces, la cura de los paralíticos, incluso de los leprosos o la resurrección de los muertos, en el ejemplo de Lázaro? ¿Ustedes creen que fue solo el Maestro Quien lo hizo?
La consciencia cocreadora de la humanidad existe para evolucionar y no para involucionar, y mientras no miren hacia ese objetivo o hacia ese principio, las fuerzas del mal los distraerán del camino de la cristificación, haciéndolos sentir que ya necesitan otras experiencias.
El compromiso que muchos de los Míos revocaron a través de los años es algo intransferible, no termina cambiando de vida o de experiencia. Sepan que el compromiso que cada uno de ustedes tiene Conmigo es espiritual y esencial y, así, es indisoluble, no puede desaparecer por más que vivan otras cosas; y cuando viven otras cosas, sepan que hacen perder el tiempo al Señor.
De la misma forma que hoy les hablo con la madurez que he alcanzado en Mi Gobierno Espiritual, de la misma forma hablo con las Jerarquías, así como he hablado con el pueblo de Israel, con todos los que estuvieron hace dos mil años atrás, para tener la primera oportunidad, el primer paso hacia la redención total de la consciencia.
¿Y saben qué es lo que mueve todo esto? El Amor y la Misericordia de Dios. Si eso no estuviera bien constituido en sus consciencias nada sería posible, así podrán comprender y podrán ver cómo el mundo pierde el tiempo en otras cosas y las consciencias no valoran su encarnación.
Millones de consciencias desperdician sus vidas y son los propios ángeles del universo que bajan a los infiernos del planeta, porque no hay nadie que pueda salvar a esas almas perdidas.
Pero si, a través de los tiempos, Mis soldados en la superficie, Mis guerreros de la oración corresponden sin dejar enfriar su corazón, Yo todo lo podré hacer, y mucho más podré hacer a través de ustedes, así como lo tengo pensado y como está escrito en el Corazón del Padre.
Cuando estuve en el Monte Tabor, solo pude reunir a algunos de los apóstoles para darles a conocer Mi verdadera Faz. La Transfiguración de Jesús, como la Ascensión de su Maestro, no solo terminó en la glorificación de Su Ser, es decir en la iluminación de Sus células y átomos, que fue lo que vieron los apóstoles en el Monte Tabor, sino que ellos, en aquel tiempo, tuvieron una Gracia extraordinaria de conocer la verdadera Faz de Cristo que no solo se remitía a Su persona, es decir a Su ser humano, sino que, de lo profundo de Mi Ser, Yo les revelé Mi verdadera Faz, de donde verdaderamente Yo surgí por ustedes conforme el Padre lo había pensado; porque fue Dios mismo que se entregó por aquellos que necesitaban reencontrarlo y reconocerlo.
En esa revelación del Monte Tabor, ellos conocieron la Faz del Cristo Cósmico, que es uno de los siete aspectos de Mi Consciencia, el aspecto más cercano al Universo Material.
Pero después de Mi Ascensión a los Cielos, quiero que sepan que Mi historia no terminó allí y que, a través de los tiempos y después de la Ascensión, fui formado de una forma tan semejante a como fui formado por los Esenios, viviendo iniciaciones específicas que ya estaban programadas por el Altísimo para que, con toda la experiencia de la Pasión, la Muerte y la Resurrección, el Amor pudiera volver a constituir en este universo el Gobierno Espiritual que había sido interferido por Mi enemigo.
Por eso, por más que en estos tiempos aún existan batallas espirituales y materiales, por más que muchos aún no consigan vencer su propia dualidad, por más que muchos no entiendan por qué están siempre en un desierto tan árido y seco o por qué viven ciertas experiencias que nunca hubieran querido vivir, no se olviden de que en sus esencias Dios los formó como cocreadores al igual que a los ángeles.
No les digo esto para que se sientan poderosos o más fuertes que lo que creen ser. Si en todo esto no existe el espíritu de la humildad y de la verdadera resignación por lo Alto, no aprenderán a caminar así como Yo caminé, porque a pesar de ser el Hijo de Dios, Aquel que había sido programado para venir a la Tierra, Mi ser humano, Mi consciencia terrenal, también tuvo que cristificarse, superando los miedos, temores y hasta las dudas.
Todos somos semejantes a Dios.
A través de los tiempos y después de Mi Ascensión, Él me enseñó muchas cosas que ahora Yo vengo a enseñarles a ustedes, solo por la razón de que sean únicamente la Voluntad de Dios; y para que eso sea posible es imprescindible que se liberen de la propia voluntad.
Ahora, cuando Yo retorne al mundo, momento que no está tan lejos para la humanidad, vendré revelando la misma Faz que revelé a los apóstoles en el Monte Tabor, pero será diez veces más fuerte de lo que fue en aquel tiempo.
Porque todos aquellos que estén en ese gran momento del Retorno de Cristo, no solo verán al Hijo Glorificado, no solo verán al Hijo Resucitado, o aun al Redentor del mundo; sino verán al Hijo de Dios transfigurado, mostrando Su verdadera Faz, aquella que, con solo Su Presencia, a través de la Presencia de Dios, redimirá al mundo entero.
Y en ese momento, ya se establecerá el Juicio Universal y la Tierra será reconfigurada y reconstituida. Y los principios de los Mandamientos de Dios se restablecerán en las consciencias, las que podrán conocer las Leyes para poder conocer los Rayos del Universo.
Y los que permanecerán en la Tierra para formar parte de la Nueva Humanidad serán reagrupados según sus linajes, para que juntos a Mí restablezcamos el Reino de Dios en la superficie de este planeta, en donde ya no existirá el mal ni tampoco la dualidad, energías que confunden a las consciencias completamente.
Pero quien ama la Voluntad de Dios, quien ama al Sagrado Corazón de Jesús, superará todas las consecuencias que vivirá la transición de la Tierra y será colocado en donde sea necesario servir, preparando a muchas consciencias más para recibir a Cristo, su Redentor.
Por eso, debemos orar y no olvidar estos momentos que se aproximan, porque no habrá otra ocasión u otro momento para que puedan escuchar estas cosas que hoy les digo. Porque cuando los tiempos que se aproximan lleguen a la vida de todos, ya deberán estar prontos y definidos.
Y sepan que esta experiencia de cristificación es ofrecida incondicionalmente para todos. Y solo aquel que ama esa experiencia la comprenderá, porque es un misterio que Yo construyo a través de sus vidas, de las vidas que se consagran a Dios.
Y una muestra de esto es la consagración de la vida material y de la vida interna de los seres, como en este momento sucederá con aquellos que veneran y adoran Mi Eucarístico Corazón, y que hasta el presente se postulan a ser Mis ejércitos adoradores para sostener toda la Obra de la Jerarquía y así, sostener al planeta y principalmente el eje de la Tierra.
Esa es la principal causa de los adoradores y debe ser el principal motivo; todo lo demás debe venir después, incluso la propia consciencia que adora. Colocarse ante Mi Eucarístico Corazón debe ser a través de un corazón vacío.
Y para que comprendan lo que les digo, les ofreceré a través del Coral una canción. Por eso, llamo a Mi hija, Faustina de Jesús, para que venga aquí a cantarle a su Señor y su Esposo.
Que les cante a todos cómo fue su experiencia de sentir un corazón vacío. Y así, después de esta canción, en donde tendrán la experiencia de vaciar sus consciencias y sobre todo sus corazones, acompañarán a los postulantes a adoradores, que hoy representan un símbolo y un número significativo delante de la Confederación de los Mundos.
Canción: “Corazón vacío”.
Si las almas esposas así Me cantaran, sería capaz de dar la vida por ustedes cientos de veces, porque sé que lo que Dios concibió a través de sus criaturas es inconcebible para muchos. Solo un corazón vacío es capaz de comprender estos misterios gestados por el Amor del Creador.
¡Gracias, hermana Faustina de Jesús! Yo Soy Jesús de Faustina.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
El mal no ganará la batalla. Yo, junto con Mi Hijo, triunfaremos en todas las almas que se abran para recibir este llamado.
Hoy, estoy ante almas que se consagrarán a Mí. Después de mucho tiempo retornan a Mis caminos, al camino de la Luz, al camino del Reino Celestial para encontrarse con Dios, a través de la puerta de Mi Inmaculado Corazón.
Por eso, en este día he venido aquí, no solo para glorificarme en Mis hijos, sino para que Mis hijos glorifiquen a Dios en esa perfecta comunión con Su Espíritu.
Hoy, vengo a traerles algo nuevo, queridos hijos, lo que Yo llamo esperanza, una esperanza renovadora, una esperanza que pacifica, que trae la mansedumbre y el equilibrio interior a los corazones.
Confirmen en sus vidas que el triunfo de Mi Corazón, en ustedes, está próximo, así sus caminos se liberarán de las cadenas del mal y las puertas a la redención se abrirán para que sean conducidos al Corazón de Dios.
Hoy, los tengo a todos en Mi Aurora para que vivan la cura interior e irradien esa cura a sus semejantes, la cura para todo el planeta, para todos los continentes y los Reinos.
Queridos hijos, sean precursores de esa cura interior y a medida que se vayan transformando día a día, abran sus corazones, sus espíritus y consciencias, para que esa Cura Mayor los cure completamente y definitivamente.
Hoy, les traigo el Don de la Cura, porque es lo que más necesitan en este momento.
La Cura les trae la paz, la paz les trae la alegría y la alegría les trae la convicción de ser dignos hijos de Dios.
No hay nada que esté fuera de lugar, queridos hijos. Sus corazones oran a Mi Corazón y Mi Corazón ora por ustedes, intercediendo a través de todas las fuentes de las Gracias.
Yo les traigo esa Fuente Mayor que se llama Creador, el Creador que los ama desde el principio, que los contempla, que los motiva a seguir adelante.
Queridos hijos, viviendo esa cura interior podrán asumir el fin de los tiempos y, sin percibirlo, estarán en las primeras filas de Mis ejércitos, sirviendo por este principio de paz al mundo.
Quiero que Me escuchen, queridos hijos, con los oídos de vuestros corazones y almas. Allí, Yo deposito la Gracia de Dios y Sus Dones, toda Su Misericordia, para que transformen sus vidas y hagan de ellas un instrumento de Mi Paz.
En esta hora aguda del planeta, en la que muchas almas enfermas decaen espiritualmente; otras, como ustedes, despiertan a la Consciencia Mayor del universo y se aproximan cada día más al Plan de Dios para aprender a amarlo, a sentirlo y a respetarlo en esta etapa final del planeta.
A través de sus corazones toda Mi Obra se prolonga en el mundo y a través de sus espíritus Mis bases de paz se establecen en la humanidad.
Yo les traigo, queridos hijos, esta cura tan infinita del universo para que sus espíritus se puedan rehabilitar.
Les traigo esta consciencia para que cada día, salgan más de la ignorancia y, con sus corazones despiertos y sus almas encendidas en fervor, puedan caminar por los caminos de Cristo como los nuevos apóstoles de Su Sagrado Corazón.
De esta Aurora del Amor saldrán apóstoles definidos, a través del impulso de Mi Espíritu de Paz y de todo lo que la Jerarquía Celeste ha realizado en estos días.
Les traigo así, queridos hijos, la oportunidad de asumir su tarea final, su misión principal en estos tiempos finales.
A medida que se unan al Plan de Dios y que pidan con todo su corazón saber qué es lo que tienen que hacer en este tiempo, Mis ángeles celestiales les enseñarán los caminos de la Luz y descubrirán los tesoros del Cielo, descubrirán su tarea, su misión personal y grupal.
Hasta ahora, queridos hijos, por todo lo que la Red-Luz está realizando en este tiempo, siguiendo los fundamentos que Yo instauré hace muchos años atrás, puedo decir que Mi Obra está siendo realizada.
Aún es necesario, queridos hijos, que den un paso más hacia adelante, cada uno en su tiempo y con su ritmo interior.
Yo los llamo a esta verdad, a esta realidad y a este servicio, porque sé que sus corazones lo pueden realizar.
Así como ustedes Me lo dan todo, cada uno según su grado y consciencia, Yo les traigo todas las Gracias del Cielo, no solo para curar sus vidas, sino para curar la vida planetaria que sufre las consecuencias del caos y de Mi adversario.
Aún la batalla no ha terminado. Habrá mucho por hacer, queridos hijos, mucho por asumir en esta era, mucho por realizar por esta humanidad y por este planeta.
El campo del servicio se ampliará en sus vidas y podrán abrazar el Propósito de Dios cuando sus corazones den los pasos que hoy Yo les pido dar, porque sé que lo podrán hacer. Cuentan con Mi apoyo maternal y espiritual en estos tiempos.
Estoy viendo en sus corazones, finalmente, rosas de luz. Los talentos están floreciendo en sus espíritus y es algo que Mi Hijo vendrá a buscar en poco tiempo.
Yo los conduzco de Mi mano hacia ese Propósito Mayor, que no solo se circunscribe a este planeta, sino a todo este universo local, del cual nosotros también formamos parte desde que estuvimos aquí, en este planeta con ustedes, compartiendo la Palabra de Dios y Su Sabiduría; conociendo el Amor del Reino de Dios que habita en cada uno de ustedes, queridos hijos, para que todas las Obras de Dios y especialmente Su Divina Voluntad, se cumplan.
Hoy extiendo Mis brazos hacia ustedes, queridos hijos, acaricio sus rostros, abrazo sus almas, consuelo sus corazones para que puedan seguir adelante por este camino, camino de redención y de liberación de sí.
Yo les traigo, queridos hijos, la oportunidad de conocer los misterios de Dios y si están unidos a Mí en oración todo el tiempo, les aseguro, hijos amados, que sabrán qué hacer y dónde estar cuando el mundo se purifique en su fase más aguda del fin de los tiempos.
Queridos hijos, abriéndoles Mis brazos, extendiéndoles Mis manos, les dono nuevamente Mi Corazón Inmaculado, porque en Él encontrarán la fuerza para seguir adelante, la consolación cuando crucen sus desiertos, cuando vean los abismos de la consciencia que Yo pude conocer profundamente en la Pasión de Mi Hijo, Pasión que Él vivió por ustedes para liberarlos del mal y hacer triunfar el Plan de Dios.
Ustedes, queridos hijos, recuerden que son parte de Mi Anunciación y también de la Visitación a Mi prima Isabel. Son parte de ese misterio, de las futuras generaciones que se comprometerían a honrarme y a seguirme en esta Obra corredentora junto a Mi Hijo.
Eso se está cumpliendo en este ciclo y sus corazones son partícipes de esa verdad. Así como Yo entré en la casa de Isabel para revelarles a todos los presentes que el triunfo de Mi Corazón estaba próximo, así Yo entro a esta casa de Aurora, a la Aurora de Mi Corazón, para hacer triunfar en sus vidas los Designios de Dios.
Les pido, les ruego, les imploro, queridos hijos, que no pierdan el tiempo. El tiempo es precioso en esta última era. El reloj del universo marca los próximos acontecimientos en la humanidad y ustedes, que son más conscientes y despiertos, deben seguirlos, deben acompañar los acontecimientos mundiales para que así la Obra Celestial se cumpla no solo en ustedes, sino también en sus hermanos.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Sé que, en esta noche, congregados en Mi Espíritu de Paz, están viviendo una intensa transformación interior, porque el Creador los colocó delante de verdades que desde hace mucho tiempo ignoran y que para la consciencia humana no son verdades fáciles de comprender.
Hijos, no les pido que comprendan o que acepten todas las cosas, porque conozco la limitación de la mente humana. Pero les pido que confíen en el Conocimiento Universal que, a través de Mis hijos, aquellos que les envié para instruirlos, le estoy trayendo al mundo.
Forma parte de la cura de la humanidad que no solo se curen en espíritu, sino también en consciencia; porque la consciencia humana debe vivir no solo una rehabilitación interior, sino debe retornar al origen, reconocer la Fuente, la Vida Universal, reconocer a los Mayores, Aquellos que nos acompañan desde el principio y que en silencio observan a las criaturas de Dios, observan el triunfo del Creador en cada consciencia humana.
Hijos, mucho ignoran sobre la Verdad Celestial y Universal, Verdad de la cual forman parte y que en estos tiempos deben comenzar a develar.
En estos días, en los cuales los congregué aquí para que vivieran un profundo despertar, aspiro a que este conocimiento dé frutos en el interior de cada uno de ustedes para que, en la vivencia de la sabiduría, puedan inspirar a otros a buscar la Vida Universal y que, poco a poco, hijos Míos, la humanidad pueda ir saliendo de la ignorancia en la cual se encuentra y que el tiempo del universo, al ingresar en el tiempo de este mundo, no los encuentre tan perdidos, tan distraídos y tan distantes de la realidad.
Sé que para muchos es difícil unir Mi Consciencia con la Vida Universal, porque la humanidad, hijos Míos, no buscó mucho revelar los misterios del Universo, porque eso los llevaría a ser otros, les exigiría a todos ustedes una transformación que muchos no quieren vivir. Los valores humanos estuvieron muy distantes de los valores divinos. La humanidad no quería perder el propio poder, para reconocer que un Poder Universal debería guiarla.
La humanidad, hijos, no quiso entregar la propia voluntad para vivir en la Voluntad Superior. Pero ahora, llegó el tiempo de que abran el corazón, de que abran los brazos, la consciencia, para reconocer esta Voluntad Mayor, reconocer la pequeñez de las aspiraciones humanas y qué gran propósito aguarda su rendición.
No les pido, hijos, que abandonen sus vidas, sus familias o sus hogares.
Apenas les pido que reconozcan la verdad y que den un paso interior en la consciencia; que transformen este viejo patrón humano de competencia, de ira, de falta de fraternidad para que, poco a poco, los atributos de Mi Inmaculado Corazón se puedan tornar una realidad en la consciencia planetaria.
A algunos de ustedes, sí, les pediré que me entreguen todo, porque está en la Voluntad del Señor que vivan una renuncia absoluta y que sean parte de los Nuevos Cristos aquellos hijos que no solo renunciarán a las cosas del mundo, sino que entregarán también la propia vida, la propia individualidad, para unirse perfectamente a la Consciencia de Dios, así como lo hizo Mi Hijo.
De esa forma, sentirán y expresarán un amor absoluto, muy poco conocido para los corazones humanos y que, al mismo tiempo, se guarda en la esencia interior de todos ustedes.
Gran misterio, hijos Míos, es esta humanidad, esta Creación perfecta de Dios que, a pesar de guardar dentro de sí todos los Atributos Divinos, y este amor que ni en el universo se conoce, está tan distantes de la verdad.
Porque deben aprender, hijos, a conocer el propio interior, a develar el verdadero potencial y a vivirlo como la mayor aspiración de sus vidas, para que se manifieste en este mundo el Plan Divino del Creador, el verdadero arquetipo de la humanidad.
Es para eso que consagro Hijos de María, que son consciencias que reciben una Gracia Especial cuando Me dicen sí.
Si su consagración es verdadera, poco a poco, hijos, escucharán en su interior Mi Santa Voz, que los conduce a nuevos principios, a nuevos patrones de vida. El viejo hombre ya no tendrá espacio dentro de sus seres. No intenten aferrarse a algo que debe pasar, que fue un aprendizaje que la humanidad ya debería haber trascendido.
Dejen florecer esas rosas que hoy veo en sus corazones. Que ellas den nuevos brotes, nuevas flores, para que sean multiplicadas y repartidas en las esencias de aquellos que no Me conocen.
Permítanse, hijos Míos, que sus consciencias vivan este aprendizaje: abandonen lo viejo y arrójense a la vivencia de lo nuevo que Yo les enseño día a día. Su ejemplo podrá despertar Nuevos Cristos, nuevos Hijos de María, nuevos hijos de Dios, así como lo fue Su Hijo Primogénito.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
La Gracia de la consagración es la oportunidad de fortalecerse internamente para asumir la tarea que cada alma vino a cumplir en este mundo. Esa Gracia impulsa a las consciencias para que realicen la Obra de Dios, así como cada uno la debe cumplir según lo ha pensado Dios en Su Corazón y Consciencia.
En esta noche, en la que Aurora brilla especialmente, quiero que se aproximen aquellos que se consagrarán y que traerán para Mí la flor de sus corazones, donándola al mundo por esta humanidad, para que se cumpla el Plan de Dios.
Vengan aquí, que los bendeciré.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Mientras los Hijos de María se aproximan, vamos a orar, el Ave María en latín, a pedido de la Virgen María.
Oración: Ave María (en latín).
Un Hijo de María representa una flor que nace en Mi jardín, a la cual Yo riego todos los días con Mi oración y Mis Gracias para que el alma pueda hacer florecer los Dones preciosos de Dios, pueda descubrir la Misericordia del Altísimo, así como Yo la descubrí por ustedes.
Fue esa Divina Misericordia de Dios que Me ha hecho, queridos hijos, asumir a cada uno de ustedes, asumir a este planeta y a esta humanidad hasta que finalmente surja la Nueva Humanidad.
Queridos hijos, extendiendo Mis brazos hacia ustedes, ofertando Mis manos de Luz a sus corazones, derramándoles los Rayos de la Gracia de Dios, Yo los constituyo y los bendigo como dignos hijos de Dios, en esta nueva sagrada tarea de hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón.
Los amo y los bendigo, por la autoridad que el Padre Me concedió para esta humanidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a orar, los Hijos de María que se consagran, una Madre Universal, agradeciendo a Nuestra Señora.
Oración: Madre Universal.
Recuerden, queridos hijos, que Yo Soy vuestra Madrecita, la Estrella de Luz en sus caminos que siempre los llevará a la Paz y a la Misericordia de Mi Hijo, el Redentor.
A ustedes, especialmente, los esperaré en el Encuentro Anual de los Hijos de María el próximo año. Allí nos encontraremos para fortalecer en cada ser el Plan de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Me elevo al Cielo, al lugar en donde siempre tendrán una morada, escuchando sus voces en este himno de consagración.
Vayan en paz y sean la paz en el final de los tiempos. ¡Aleluya!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Las almas preciosas de Mi Corazón son aquellas que Yo rescato y elevo directo al Corazón de Mi Padre. Las almas preciosas son las personas simples que Me contemplan honestamente y que glorifican Mi nombre todos los días.
Hoy quiero decirles a todas las almas preciosas: ¡gracias!, gracias infinitas por intentar de verdad aliviar Mi Corazón flagelado. Así, Mi obra se cumple en todo el mundo a través de la ayuda de todos los grupos de almas que, en tiempos críticos, siguen Mi Camino redentor.
En la Tierra, Dios manifestó cierto grupo de almas que, siendo inmaduras e imperfectas, frágiles como el cristal de una copa, fueron convocadas por Mí.
En todas ellas, derramo Mis dones crísticos y cumplo con Mis designios a través de sus esencias.
Ahora que muchas almas son conquistadas por las regalías que el mundo les promete, Mi Divina e Insondable Misericordia busca a las almas dispuestas a seguir y a vivir Mis Mandamientos, a ser amorosas, serviciales, mansas y pacificadoras en todos los lugares hacia donde vayan.
Quiero y deseo tener almas que sean en este tiempo un testimonio verdadero para la vida planetaria. Si ustedes imitan Mi simple ejemplo de pacificador, el mundo ya podría cambiar muchas cosas. Necesito, día y noche, ejemplos vivos de hermandad y de fraternidad.
El gran Agricultor del Cielo, ya aró la tierra para sembrar nuevas semillas que darán frutos y alimento divino a otros corazones. Espero, ardientemente, cosechar de esas semillas los mejores frutos, pues ustedes saben que hoy Mi Divina Gracia está entre ustedes, mientras gran parte del mundo muere en la vida espiritual por no poder encontrar la Luz.
Quiero que se definan para que puedan ser chispas visibles de Mi Divina Misericordia, de esa forma el mundo podrá curarse. Llámenme, invoquen Mi sagrado Nombre y digan:
“Señor Jesús, entra en mi pequeña vida
y haz de mi existencia Tu manantial de vida.
¡Ven Señor Jesús!, quédate entre nosotros,
para que podamos sentir el Amor de Tu poderoso Corazón”.
Por eso, vuestro sí definirá los acontecimientos. Los necesito, ahora y siempre, hasta la eternidad.
Bajo el Amor que proviene del Padre, sean bienaventurados.
¡Gracias por vivir en Mi eterno Corazón de Amor!
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más