APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LUANDA, ANGOLA, ÁFRICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL DÍA 13

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, regreso a un pueblo, el pueblo más consagrado a Mi Materno e Inmaculado Corazón; por eso, en este momento, queridos hijos, abro las puertas de Mi Gracia para que descienda sobre Mis hijos y sobre sus almas.

Escucho atentamente las súplicas de los que claman, de los que elevan en humildad sus oraciones a Dios, de todos los que viven firmemente el Sagrado Sacramento de la Eucaristía, la unión predilecta con Mi Amadísimo Hijo Jesús.

No podría explicarles con Mis Palabras, queridos hijos, lo que significa para su Madre Celeste poder retornar a África, para atender todos los pedidos que son elevados a Mi Corazón.

África es una tierra de orígenes y de una sagrada historia primordial, que Mi Hijo hará elevar y emerger en el próximo tiempo para que el mundo entero conozca los sagrados valores de África, que han sido sepultados a lo largo de los tiempos.

Pero no teman, queridos hijos, y sean valientes, porque el Retorno de Mi Hijo se aproxima y Él estará aquí con ustedes y por ustedes, así como por todo el resto de este continente amado por Dios.

La gran riqueza que tiene África es espiritual, anónima y secreta, y está en el corazón de cada hijo Mío de África; riqueza espiritual que se puede reflejar a través de su rostro y por intermedio del don de la fe que sostiene milagrosamente a las almas que buscan incesantemente la comunión con Dios y la unión predilecta con Mi Amadísimo Hijo, así como con Mi Inmaculado y Materno Corazón.

A pesar de lo que hoy vive África y el mundo entero, a pesar de los dolores y de las angustias que viven Mis hijos; confíen, queridos hijos, en la Presencia de la Madre de Dios que viene a colocarlos a todos en Su regazo maternal, que viene a ofrecerles la puerta segura de Su Materno Corazón, para que todos se puedan sanar espiritualmente y así renovar sus vidas.

Porque esta es la promesa de Mi Hijo; desde el primer momento de Su Encarnación en la Tierra hasta Su gran momento de Resurrección, Cristo mantuvo firmemente Su oferta por las almas y el planeta. Y así lo seguirá haciendo a partir de Su Retorno por todos los que merecen Justicia, Misericordia y Paz, por todos los que son descartados y despreciados.

Mi Hijo Amado y Su Materna Madre encuentran en cada hijo una riqueza espiritual abundante e infinita. Ese es el código espiritual que Cristo vendrá a resucitar en África; en consecuencia, vendrá a resucitar la dignidad humana porque el mundo entero aún deberá aprender de África, de su estado interno de fe y de oración, de alabanza y de amor a Nuestro Padre-Madre Creador.

Hoy, escucho las voces de los que claman por alivio. La Madre de Dios está aquí para atenderlos, pero sobre todo para acogerlos en Su Materno Corazón.

¿Cuántos ofrecimientos le han hecho a Mi Amado Hijo? Hoy, la Madre de Dios viene a reconocerlos espiritualmente a través de esta puerta de Gracia que se abre y que es desconocida.

Por eso, estoy aquí, cumpliendo esta misión de Dios para decirles, Mis amados hijos, que el Padre Celestial los ama y los contempla; que el Padre Celestial también espera por el gran momento de su liberación y del fin de la esclavitud espiritual; porque Mi Hijo vendrá a romper los grilletes, Mi Hijo vendrá a desatar las amarras, porque las almas preciosas de África son incalculables y tienen mucho para enseñarle al mundo.

Por eso, está escrito en el Corazón de Dios el tiempo del resurgimiento de África; porque la voz de los más necesitados será escuchada y las puertas de la Misericordia se abrirán a todos.

Inexplicablemente, queridos hijos, con el sagrado y esperado Retorno de Cristo ya no conocerán lo que es el sufrimiento o la angustia. Los estigmas de la vida humana desaparecerán, porque el Resucitado vendrá hacia su encuentro, así como vino al encuentro de Sus apóstoles y seguidores.

Quiero decirles, Mis amados hijos, en nombre del Señor, que ustedes son parte de Su familia espiritual y de Su Sagrado Cuerpo Místico que forma y une a la Iglesia Espiritual de Cristo en la Tierra.

A lo largo de los tiempos, así como en este día especial para su Madre Celeste y para sus corazones, ustedes son ungidos espiritualmente por la Presencia de Cristo, a través de Mi Corazón; porque Él también vendrá aquí en los próximos días a entregarles Su Mensaje de salvación y de amor, a reerguir a las almas que aún están caídas y desesperadas, a edificar a través de los corazones Su código crístico de redención.

Por eso, hoy están Conmigo, queridos hijos, muchos ángeles recogiendo las intenciones de las almas honestas, llevando en sus cestas de Luz las oraciones de los corazones que aman a Dios; porque este es el día del ofrecimiento de las almas al Padre Celestial por intermedio de Mi Inmaculado Corazón, puerta segura para su salvación, refugio de los inocentes, morada de los escogidos, templo de los que claman, tabernáculo de todas las almas.

He aquí el Corazón de su Madre, la Madre de la Paz. Porque mientras estoy aquí, también atiendo al mundo entero, a los que son víctimas de las guerras y de la esclavitud espiritual, a los que son vendidos y a los que están perdidos. Yo estoy aquí por todos, en nombre del Señor.

He aquí la Esclava de Dios, que se haga en ustedes Mi Palabra, así como la Palabra de Dios se hizo carne en el Corazón de María, así como el Verbo se hizo carne en Mi Vientre de Luz y les trajo a todos la salvación.

Esta es la Voz de la Esclava Fiel y Madre de todos los que claman. Reciban, en sus esencias y almas, Mi caricia de Amor, Mi consuelo de Madre que viene a fortalecer su fe y su confianza en Nuestro Creador.

Ahora, llegó el tiempo de cumplir las promesas, porque Cristo Me envía como Su Sierva a sanar a los corazones de la Tierra, principalmente a los que más lo necesitan.

Todos los que hoy se han ofrecido a Mi Corazón para consagrarse, que se aproximen, para que la Madre de Dios pueda bendecir y consagrar a Sus amados hijos de África.

Mis amados y queridos hijos, estoy aquí con ustedes y por ustedes. Con la gloria de todo el Cielo y la presencia de todos los ángeles, vengo a bendecirlos y a consagrarlos como Mis Hijos, como Hijos de María, para que sientan el abrazo de Dios y el consuelo eterno de Su Corazón.

En nombre de la Gracia, los estoy bendiciendo y consagrando; siéntanse en Mis Brazos, escuchen el latido de Mi Corazón en su interior, la Gracia de Mi Amor es lo que hoy les entrego, la Gracia que los fortalecerá y los animará a seguir adelante.

Hoy, así como Yo los consagro como Mis Hijos, porque siempre han sido Mis hijos, así también consagro a África para que su pueblo se levante con esperanza y fe, y resucite a través del Amor de Cristo.

Que todas las cadenas se rompan, que todos los grilletes se disuelvan, que las puertas de la Luz se abran para que las almas acompañen la sagrada peregrinación hacia el Reino Celestial, a donde algún día Yo los llevaré.

Les agradezco, Mis hijos, por su fidelidad orante, por su persistencia y también por su fortaleza. Esto le agrada al Corazón de Dios, esto conmueve al Corazón de Mi Hijo. Por eso, Nuestros Sagrados Corazones hoy vuelven a estar en África y siempre lo estarán, con su pueblo, con sus familias y seres queridos. Cuando tan solo nos llamen, a través de la oración del corazón, cumpliremos Nuestra promesa, la promesa de amarlos eternamente, así como los ama Dios.

Yo los bendigo y los consagro como Hijos de María, como Hijos amados de Mi Corazón, porque hoy pulsa el corazón de África en cada alma y en cada corazón que se une a Dios en este momento.

La Paz de Mi Hijo sea en ustedes.

Mi Amor los abrace y los consuele.

Yo estoy aquí y Soy su Madre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ante la sombría situación planetaria no dejes de buscar, dentro de ti, a Dios. No dejes de encontrar, dentro de ti, al universo que eres y al propósito que te ha traído hasta este momento.

Así, pasarás a estar en otra dimensión y bajo otra vibración.

Comprenderás los acontecimientos de estos tiempos con otra perspectiva y ya no serás uno más dentro del caos planetario, sino que podrás convertirte en un instrumento en las Manos de Dios, para que Él, en este momento crucial de la humanidad, pueda obrar a través de ti por medio de Sus impulsos de Amor y de Unidad.

No dejes de elevar tu consciencia hacia el Padre.

La humanidad se sumerge, día a día, en su proceso de definición. Las puertas hacia las oportunidades se están cerrando.

Pero Mi energía de Gracia podrá llegar a ustedes siempre que lo necesiten, porque Mi Gracia es un gran afluente, es una Fuente inagotable para aquellos que abran su corazón para recibirla.

Por eso, aspiren a encontrar lo verdadero que son. Libérense a tiempo de las amarras de la vida, de las prisiones de la consciencia, de los obstáculos en el camino espiritual.

Eso no significa que no vivan batallas con ustedes mismos, sino que aprendan a atravesar esas batallas con inteligencia y oración, porque la purificación del ser humano es algo bastante amplio y desconocido.

Sus realidades se desdoblan y se multiplican de una forma indescriptible. Pero ustedes no conocen todo. Por eso, deben elevar sus consciencias para alcanzar el punto máximo de trascendencia y de amor. 

Allí no existirá el conflicto, sino la transición.

Allí también podrán ayudar al resto de la humanidad a salir de su condición retrógrada para que, antes de que se cierren las últimas puertas de las oportunidades, la mayoría de Mis hijos pueda atravesar su estado de consciencia para encontrar la Verdad.

¿Qué representa para ustedes, hijos Míos, la Verdad?

No solo es saber lo que es la realidad, sino también comprenderla. 

La Verdad no es una forma, es la evidencia de una realidad que no está bajo el control de nadie y que viene como impulso de revelación desde la Fuente.

No toda verdad que se muestra en el mundo es cierta. Por eso, en este momento no pueden confundirse.

Deben alimentar sus espíritus de la verdadera oración, es allí en donde todo se muestra, es allí en donde todo se responde.

La humanidad no le ha dado importancia al ejercicio espiritual con el instrumento de la oración.

Ella es su fortaleza en este momento.

Ella es el camino que los llevará a encontrar su verdadero ser.

Ella les permitirá purificarse y trascender sus aspectos humanos.

Pero para saber de la oración deben amarla para reconocer el pulsar que ella tiene en el universo y dentro de cada ser.

Mientras la humanidad no se comunique con lo Alto a través de la oración, ¿cómo terminará la pandemia?

La desconexión de la raza humana es muy grande, pero también desconocida.

No estoy hablando aquí de religiosidad ni de ninguna doctrina. Hablo de la posibilidad que cada hijo Mío tiene de poder estar en Dios y en comunión con Su Espíritu.

Si el Padre depositó, dentro de cada uno de ustedes, Su Reino, ¿por qué no lo buscan? Ya saben dónde está el camino para poder retornar a Su Casa Celestial.

Pero las almas deciden tomar otros caminos, aun aquellas que una vez se consagraron e hicieron promesas de votos ante Mi Hijo y no las cumplieron.

Vivir la espiritualidad no significa estar solamente adherido a ella.

Vivir la Voluntad del Padre no es algo pasajero ni tampoco un gusto de cada uno.

Las almas no saben lo que significa no responderle al Padre Eterno. Por esa razón, están en esta situación planetaria.

Mi Hijo espera aún que Sus compañeros encuentren el camino de la Verdad para salir de la confusión y del sufrimiento.

Hijos, dejen de ser víctimas de ustedes mismos y pasen a ser víctimas del Amor de Mi Hijo. Así, Él les ofrecerá el sacrificio y el sufrimiento que Él vive por cada uno de Mis Hijos. 

Así, sentirán en ustedes las Llagas del Señor, que no son físicas, sino internas y lo acompañarán en este calvario que Él vive a través de Mis hijos del mundo.

Yo deseo que alcancen el camino de la Verdad con determinación, para saber más allá de lo que sucede en este momento; cuál es la verdad que se presenta, de ciclo en ciclo. 

Hay algo que los protegerá de ustedes mismos y del mundo, que es la obediencia; porque la obediencia los llevará a comprender y a ver en qué punto está su humildad y su oferta.

No es solo obedeciendo que alcanzarán la unión con el Padre Eterno, sino a través de ella, siendo humildes y entregados a los Designios Mayores.

Ahora, Mis manos siguen tejiendo la red de oración en el mundo y sus oraciones pueden formar parte de esa red, de ese gran Manto interno que la Madre del Mundo está tejiendo para socorrer a las almas que sufren, para ayudar a sostener a las naciones y a los pueblos.

Pero mientras la humanidad no cambie de estado de consciencia, no podrá encontrar la verdad ni salir de la situación en la cual se encuentra, porque es necesario hacer penitencia para ser bendecidos por una Gracia Mayor, que aún Mi Corazón Inmaculado guarda para, algún día, entregar esa Gracia al mundo. Gracia que lo retirará de la actual situación que vive.

Pero aún, hijos Míos, es insuficiente la adhesión de los verdaderos orantes. Hablo de la humanidad entera, de todos los que de alguna forma u otra oran a Dios, a la Fuente, al Universo, a la Creación.

Así, comprenderán la universalidad de Mi Mensaje, para que cualquier ser humano comprenda lo que estoy diciendo. Mensaje que no se remite a algo religioso, sino a algo universal y planetario.

Sus miradas, hijos Míos, deben salir de lo horizontal. Sus ojos deben elevarse hacia lo vertical para encontrar la Cruz de Cristo. Allí está, en la Cruz, la justificación de sus errores y de todos sus males, allí está el perdón y la redención de toda su historia cósmica y terrestre.

Póstrense ante la Cruz de Cristo e invoquen el Poder de Emmanuel.

Hemos dejado, en los Centros Marianos, el símbolo de la salvación del mundo y el Padre Celestial ha depositado alguno de Sus Aspectos divinos sobre la Cruz de Emmanuel.

Por más que estén lejos o en otras naciones, la Cruz de Emmanuel es omnipresente. Invoquen la Luz azul, y el Poder de lo eterno los auxiliará y aplacará las epidemias, junto con todos los que adoran el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo.

Que la Cruz de Emmanuel y el Santísimo sean el símbolo de protección en la batalla de estos tiempos.

Coloquen, detrás de las puertas de sus casas, una imagen con la Cruz de Emmanuel de los Centros Marianos y que cada uno la tenga consigo en la mesa de su habitación.

Cuando oren o cuando adoren, tengan esa imagen consigo y el Padre, el Todopoderoso, los protegerá de lo que ahora sucede en el mundo y las almas que han sido víctimas de esta tragedia epidémica mundial serán contempladas por la Misericordia y serán llevadas hacia el Reino de la Paz.

Quisiera hablarles, algún día, de todo lo bueno que podría suceder si la humanidad cumpliera los Mandamientos y viviera las Leyes universales.

Por eso, a pesar la actual situación planetaria, no desistan ni bajen los brazos. Hagan todo lo mejor y un poco más, esfuércense verdaderamente y no se engañen. Hagan el sacrificio de corazón y no con apariencias, sean verdaderos ante la mirada de Mi Hijo, el Cristo, y Mis Gracias podrán seguir descendiendo en un momento crucial.

Que los ángeles de la guarda los acompañen, que sus alas los envuelvan en la Luz Divina.

Que el silencio de sus oraciones los inspire a seguir dando los pasos hacia el Redentor, para que la rendición sea vivida por todos, a fin de que surja definitivamente una Nueva Humanidad libre de la indiferencia, del pecado y del sufrimiento.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Unidos a la Virgen Santísima, respondemos en este momento a Sus intenciones, permitiendo que Sus palabras lleguen a lo más profundo de cada ser de este planeta.

Que las Palabras de la Madre Divina resuenen en todos los rincones de la Tierra para que, erguidos por Su Luz y protegidos por Su Amor, cumplamos las aspiraciones del Padre Eterno.

Vamos a orar juntos el Padre Nuestro en arameo, la lengua original que hablaba Jesús en aquel tiempo y, vislumbrando en el horizonte de nuestro interior el surgimiento de la Nueva Tierra y de una Sagrada Humanidad, nos colocamos, al igual que el antiguo pueblo de Israel, a los pies del Monte de las Bienaventuranzas en donde Nuestro Señor proclamó una vez esa oración y nos enseñó a unirnos al Padre Eterno.
 

Padre Nuestro en arameo
(transliterado al español)

Abbun debashmaia
Netkadesh eshmoj
Teite malkutaj
Nejuei sevianaj aikana
Debashmaia af ba-arja
Jav-lan lajma teesunkanan iagmana
Washpocklan jaubein wajtagein
Aikana daf jenan shoaken oljaiaben
Wela tajlan letnesiuna
Ela patsan men bisha
Metul delaje malkuta
Wajela wateshpurjta
Laj-lam almin
Aamein.

Nos recogemos en nuestro corazón para reflexionar sobre los impulsos recibidos de la Madre Divina.

Y para terminar vamos a entonar juntos, como una sola voz y un solo corazón, el cántico “Fuente Primordial”.

APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN LA CIUDAD DE FRANKFURT, ALEMANIA AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Escuchen al Trono de Dios, sientan Su Divina Presencia. Sus amarras son liberadas, su pasado es borrado por la Fuente poderosa de la Voluntad de Dios y de la divina Gracia.

Escuchen la Voz de Dios en su interior. Proclamen Su grandeza y Su victoria en la superficie de este planeta y más allá de este universo.

Sientan el gozo de Dios. Participen de la comunión con Su Espíritu para que sus heridas se cicatricen, para que sus corazones se abran y reciban del Cielo la Misericordia divina, no solamente ustedes hijos Míos, sino también sus hermanos, el prójimo, el que sufre silenciosamente, el que hoy no está aquí ante la Presencia de Dios y de Su poderoso Trono por medio de su Madre Celeste.

Hoy quiero construir dentro de ustedes un nuevo templo. No es una nueva iglesia, es un templo en donde Dios pueda encontrar reposo y consuelo de parte del corazón de los hombres que lo reciben y lo acogen en su universo interior.

Por medio de estas Leyes Universales que hoy actúan aquí, las puertas de la Luz y de todo el Cosmos borran el pasado aun más profundo de Alemania para que los corazones ya no sientan el peso del sufrimiento, sino la victoria de la Luz y del Amor que ingresa al mundo desde el Universo de Dios por medio de Mi Materno e Inmaculado Corazón, que les trae la Luz de la Gracia y de la Redención que también proviene de Mi amado Hijo.

Por eso, sientan sus espíritus liberados. Sientan sus almas tocadas por la Luz de la redención, contempladas por la Faz de Dios que muestra Su Gloria y Su infinita Misericordia para con el mundo entero.

Reciban entonces, hijos Míos, por medio del servicio de Su Sierva fiel, los méritos que Cristo alcanzó en este planeta, méritos que aún son misterios y que algún día se revelarán al mundo para que el mundo entero sepa, conscientemente, quién es el Rey de reyes y de dónde Él provino una vez para poder auxiliar a la humanidad de su gran perdición.

Por eso, el tiempo de Su Segundo Retorno se acerca y sus corazones ya deberán estar preparados porque Él vendrá sin avisar, sin hora y sin tiempo. Pero llegará en un momento culminante en el que la definición de la consciencia de la humanidad estará en juego.

Pero el amor y la luz de todas las oraciones que provienen del corazón de Mis hijos y que colman, día a día, a los Cielos serán el verdadero y único testimonio de la intervención de la Misericordia, para los que aún no despertarán a tiempo ni tampoco sentirán a Dios en su corazón.

Pero Yo vengo como la Madre mediadora, intercesora, como la Madre Universal, la Madre que trae el Amor de Dios al mundo para que este Amor como un gran manantial, infinito e inmutable bañe a cada alma del mundo para que tenga la Gracia de encontrar a Dios en su interior.

La columna espiritual de fe que sostendrá a cada hijo Mío no será solamente su oración, sino también su bondad, su caridad, su servicio y su misericordia y principalmente, su unión con Dios, el Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible y de todo lo invisible, de todo lo inmaterial y de todo lo material porque el Padre está en todo.

Por eso, Él envía a Su Mensajera. Envía de nuevo a Su propio Hijo, el que murió en la Cruz por ustedes y por toda la humanidad. Envía a Su Siervo fiel, San José, para que los corazones aprendan a humillarse y a rendirse, para que la soberbia y la ceguera humana que es profundamente espiritual, y que muchos no perciben, no siga sacando del camino a Mis hijos porque Yo Soy su Madre, Soy su eterna Madre, la Madre que llora por Sus hijos en silencio y en oración, una Madre que desea ser escuchada como muchas madres que hoy hay en el mundo y que no son escuchadas por sus hijos.

Dios les ha dado una Madre fiel, una Madre que los aceptó, que los recibió con todo Su Amor a los pies de la Cruz y que tuvo en Sus manos la Sangre de Cristo y el Cuerpo flagelado del Señor.

Todos esos atributos, hijos Míos, guardados en el espíritu del Arca de la Santa Alianza, hoy llegan a Alemania y a Europa para que los corazones confíen que Dios no los olvidó, que Dios siempre los escuchó, que Dios a través de sus Mensajeros llega aquí, a esta ciudad, a este pueblo, a esta nación para renovarla, para curarla, para volver a encenderla en el Amor que proviene de la Fuente, en un Amor que una vez terminó, en un Amor que fue flagelado y herido por los hombres y por las guerras.

Pero el Amor nunca muere. El Amor es eterno e invencible. Es este Amor inmutable e infinito que hoy Dios les trae para renovar sus almas y sus esencias, para renovar su pueblo y su cultura por medio de las demás naciones hermanas no solo de Europa, sino también del mundo que como pueblos y culturas, lenguas y experiencias diferentes se unen bajo un mismo propósito de complacer a Dios a través de la oración del corazón. Un instrumento tan perfecto y tan simple que Yo les enseñé por medio de cada aparición sucedida en la humanidad, a través de las décadas y de los últimos tiempos Yo les enseñé a orar, así como el Arcángel Gabriel Me lo enseñó.

Hijos Míos, la oración siempre los hará triunfar y crecer. La oración les hará percibir su estado de ignorancia y de indiferencia porque la oración los transformará y los colmará, porque la oración es un don del Amor de Dios, de un Amor que nunca se rinde y que nunca se acaba.

Es este Amor, hijos Míos, que hoy en Frankfurt y en Alemania abraza a todo su pueblo cumpliendo en esta peregrinación, dentro de Alemania, el segundo Propósito de Dios porque el primero fue en Múnich, el segundo es aquí en este día y el tercer Propósito de Dios será en Berlín, en donde la Luz misericordiosa de Mi Hijo, bajo la adhesión de todos Sus colaboradores y servidores, triunfará.

Por eso, hoy también los bendeciré con Mi Gracia, no solo trayendo la Luz de Mi Gracia para Frankfurt, sino también para todos los corazones, especialmente, para los que hoy se consagrarán como Mis hijos a través del voto de no solo vivir a Dios en su interior por medio de una vida orante, sino también en el servicio importante de expresar el amor al semejante, a cada corazón de Alemania que aún debe curar sus heridas del pasado por un Amor que todo lo renueva y todo lo cura, por este Amor que hoy les traigo desde el Cielo, desde el Corazón de este Universo.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán.

Escuchando el himno de su consagración, hijos Míos, recibirán Mi bendición de Madre, así como Dios lo desea en este momento, porque es Dios el que renueva todas las cosas, el que trae la Luz al mundo por medio de los corazones que se abren para vivir el encuentro íntimo con Él, en la plenitud de Su Espíritu y de Su Gracia; Espíritu de Dios que trae la Paz y la Redención a las almas.

Hoy les dejo el compromiso, hijos Míos, de unirse a la Oración por la Paz por Alemania, Suiza y Austria porque la Obra de su Madre Celeste y del  Sagrado Corazón de Jesús continuará.

Hoy estamos de nuevo aquí con ustedes, hijos Míos, pero volveremos a estar a pedido del Padre Celestial porque Mi deseo de Madre, como consoladora e intercesora, es que toda Alemania reciba la Gracia de Dios, por cada ciudad que pasemos, para que toda su cultura y todo su pueblo sea renovado por este Amor transfigurador que viene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Yo los bendigo y les entrego, en el nombre del Amor, una rosa de este altar que son bendecidas por el Cielo para que las almas siempre recuerden la belleza del Padre, el aprecio infinito de Su Amor y de su Madre Celeste.

Alegren sus corazones y canten el himno de su consagración para agradar a Dios y a todo el Universo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Les agradezco por haber respondido a Mi llamado!

Le agradezco a Frankfurt por haberme recibido.

Les agradezco de corazón.

Dios los bendiga siempre.

Hasta pronto.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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