APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi silencio interno les dice muchas cosas, los invito a percibir el final de los tiempos; pues, como rebaños de Cristo, fueron llamados a participar de este gran evento planetario.

Mientras siguen orando, dirijan sus miradas hacia el Portal de la Paz.

Le estoy revelando las señales del fin de los tiempos a aquel que abra su corazón, pues la humanidad necesita estar más consciente para que tenga tiempo de revertir todas las cosas.

Recen Conmigo, mientras Yo les revelo los secretos.

Abran sus ojos al Corazón de Dios y no pierdan ni un minuto en todo lo que Yo les pido.
 

Oración: Ave María (en portugués).
 

Amo a este planeta, amo a todas las almas, pero ¿quién inclinará su cabeza hacia el suelo para humillarse ante el Creador y pedirle perdón por las faltas graves que comete el mundo?

Yo soy la Mensajera del Apocalipsis. Traigo Mi Corazón a todos, pues será su único refugio en los tiempos que llegarán. No hay otro lugar adonde ir y ninguna otra verdad que descubrir.

A través de este Portal de la Paz, estoy derramando Mi última Gracia sobre este mundo, nuevos códigos de Luz para almas tan antiguas que deben despertar a la redención.

Lean las señales del fin de los tiempos. Los Siete Sellos ya fueron abiertos y nadie aún es consciente de esto. Por Mi Gracia e intercesión, hoy se los revelo, hijos Míos. No vengo a impartir miedo a ustedes, sino el despertar de una mayor consciencia.

La Nueva Humanidad deberá nacer y los rebaños de Cristo, aquellos que se congregan en el amor y en la devoción, deben tener muy presente al Corazón de Mi Hijo Amado, que será siempre su Salvador.

No teman a las potestades de este mundo, no hay mayor poder que el de Dios. Dios está entre ustedes y está, a través de Mi Corazón en esta noche, acompañándolos y preparándolos para saber vivir la transición. No busquen saber cuál será la respuesta a todo lo que sucederá en poco tiempo.

La humanidad ha sido muy ingrata con Dios y aún lo sigue siendo, no escucha y está sorda. La ceguera es mayor que el amor, pero dichosos aquellos que se aferran a Mi Corazón. La Señora del Santísimo Rosario siempre los tendrá unidos a Dios y al Corazón del Hijo amado. Nada perderán, hijos Míos, busquen pronto su conversión. Oren mucho, todos los días, y recuerden que este es Mi principal pedido en el fin de los tiempos.

Dios desea infundir mucho más la devoción a Mi Inmaculado Corazón en este mundo. Si sus corazones están unidos a Mi Corazón, a nada deberán temer. 

Yo siempre soy su Guía Universal, la Madre de todos los enfermos y de todas las almas perdidas.

Alégrense aquellos que despiertan a Mi Corazón. Alégrense aquellos que Me tienen como principal motivo de sus vidas; pues, Yo vengo a donar lo mejor que tengo porque amo a todos Mis hijos. Yo siempre los bendigo y los contemplo.

Que, en estos tiempos, puedan estar bien despiertos. Dios los llama a tener mayor consciencia para que puedan despertar a cosas desconocidas; pues para que los secretos no se puedan cumplir, deben rezar con total consciencia y verdad. Esa será la señal evidente, ante el Creador, de parte de todos ustedes, para que el mundo alcance la paz y el fin de la tribulación; pues antes de que llegue Mi Hijo Amado, deberán estar purificados, limpios y puros, libres de toda mancha y pecado.

Recapaciten en sus vidas. Recapaciten en todas las cosas que hacen, en todo lo que sienten, piensan y viven, pues Dios está atento a su transformación y Mi Corazón Inmaculado siempre los auxiliará.

Solo deseo, hijos Míos, en esta noche, que alegren Mi Corazón, por el peso que el mundo Me genera; pues más lo siente su Padre, Aquel que está en los cielos y que siempre los necesita para cumplir Sus Obras de Misericordia.

Dichosos aquellos que guardan las Palabras en el corazón y que, saliendo de este lugar, dan el primer paso y se transforman; no pierden más tiempo en cosas superficiales, sino que despiertan al infinito Llamado del Creador.

Hoy, les entrego a todos Mi Corazón Inmaculado, que está rodeado también por las espinas del mundo. Los invito a la reparación, a la meditación, a la reflexión.

Los tiempos son urgentes, hijos Míos; y así como Yo les avisé en Fátima que deberían cambiar pronto, hoy nuevamente les digo, hijos Míos, cambien rápido y no pierdan tiempo.

Dios espera establecer Su Reino en el mundo y expulsar el mal de este planeta que solo hace sucumbir las almas al infierno, las hace perder en las modernidades y en las ilusiones. No confíen en sus sentimientos, en sus pareceres e ideas.

Únanse, todos los días, al Corazón del Creador. Así, serán partícipes, hijos Míos, de la Divina Voluntad; porque el Don del Espíritu Santo de la Sagrada Sabiduría de Cristo los habrá permeado profundamente y estarán unidos a Dios, cumpliendo Su Voluntad por encima de todas las cosas y no perdiendo ni un minuto más en las cosas que los distraen y que les quitan la atención del Creador.

Hijos Míos, Yo les traigo la Consciencia Universal de Dios, pues Mi Padre amado, Aquel que también es su Padre Celestial, necesita que despierten profundamente y abran sus ojos a la Verdad. Vean en este ejemplo tan simple, hijos Míos, cómo las almas no escuchan a Dios por escuchar las cosas del mundo.

Yo les traigo la verdad del Amor, la esencia de la Instrucción, pues el Poder de Dios debe compenetrar sus corazones para que se desvanezcan sus amarguras y sufrimientos. Dios desea, hijos Míos, que curen sus heridas y puedan renacer en el Corazón de Mi Hijo, que sigue siendo ultrajado por los hombres ingratos.

Recen, hijos Míos, recen Conmigo al Creador, así serán dignos de recibir la Gracia de Dios y estar en el Paraíso para que Yo los encuentre.
 

Oración: Padre Nuestro (en portugués).
 

Hoy, abro Mis brazos y extiendo Mis manos hacia ustedes. Vengan a Mí, queridos hijos, al refugio inmaculado de Mi Corazón, allí siempre recibirán lo que necesitan. Mi Amor siempre los colmará, Mi Sabiduría los iluminará y tendrán entendimiento sobre todas las cosas en estos tiempos difíciles y crueles.

Abran sus consciencias para que sus almas se eleven hacia el refugio inmaculado de Mi Corazón. Les ofrezco Mi Corazón como emblema de paz para el mundo. Dichosos de aquellos que veneran Mi Corazón y honran el Corazón de Mi Hijo, para atender sus necesidades y súplicas.

Reciban en esta noche, a través de este Portal, el espíritu de Mi Paz. Reciban, hijos Míos, Mi sagrada bendición maternal.

Por eso, que vengan aquí los Hijos de María, pero todos son Mis hijos. En la oración perpetua de Mi Corazón, siempre espero por su verdadera consagración. Deseo la consagración de sus almas para que sus vidas se santifiquen, hijos Míos. Esto, verdaderamente, le demostrará a Dios que este Proyecto es posible, a pesar de los pecadores y de los pecados, porque siempre Dios encontrará en los más simples el portal para alcanzar Su Proyecto Original.

Canten, hijos Míos.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Cantaremos “Señora de las Gracias”. 
Nuestra Señora se ha quitado el velo.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Por la divinidad que Dios Me ha concedido, bendigo en esta noche a los que sufren, a los que padecen, a los que pierden la fe, a los que se apartan de Dios, a los que están en la oscuridad, mas también a aquellos que se encienden por el fuego del Espíritu Santo.

Bendigo a todos Mis hijos, independientemente de sus deudas y problemas.

Yo Soy su Madre Santísima, Soy su Gran Obradora de la Paz. Siempre los llevaré hacia Mi Hijo, sigan Mis pasos, miren Mis pies descalzos e imiten Mi ejemplo maternal.

Siempre querré lo mejor para sus vidas y esto será lo mejor para el mundo.

Vengo a abrir sus corazones cerrados, a abrir la fuente de sus esencias para que pueda rebrotar el Amor del Creador. Necesito que sus esencias se iluminen para que se disipen de sus vidas toda amargura, dolor y sufrimiento.

Queridos hijos Míos, Yo siempre los bendeciré con Mi Corazón Inmaculado. Así, como en esta noche los reúno en el Cenáculo del Señor, por encima de este cielo los ángeles se reúnen para adorar a sus corazones, porque Dios sabe que es posible la redención.

Por esta noche de Gracias pero también de despertares, Yo les agradezco, hijos Míos, por responder a Mi llamado que es el Llamado de Dios, su Creador.

Que suenen las campanas. Deseo especialmente que todos estos hijos, a los cuales hoy consagro, recen una oración a la Madre Universal por las almas del mundo.

Escucho su voz.

Clemencia.
 

Oración: Madre Universal.
 

Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nuestra Señora quiere que hagamos la Señal de la Cruz por dos veces más.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Que la Santísima Trinidad permee sus vidas y se pueda cumplir la Santa Voluntad.

Queridos hijos, siempre y para siempre los amaré.

 

Canción: “Ave María”.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Ha sido una noche especial. Queremos intentar explicar, en forma simple y sintética, qué significan estos movimientos que Nuestra Señora realiza en estos tiempos.

Ustedes vieron que Nuestra Señora quedó mucho tiempo en silencio. Ella muestra, para quien tiene la tarea de ver, ciertas cosas que están previstas que ocurran para que la humanidad tenga la consciencia de saber que necesita esforzarse para cambiar esos acontecimientos.

¿Por qué Nuestra Señora les revela a los videntes algunas cosas que no se pueden transmitir?

Así como ha sido, a lo largo de la historia, cada vidente guarda algunos secretos, porque la Divinidad espera que esos secretos algún día no se cumplan; pero necesitan, de alguna forma, quedar registrados en la consciencia planetaria.

Y es así que, a lo largo de los siglos, María depositó en algunas consciencias, como un documento, como un registro, algunos acontecimientos que, de acuerdo a lo que sucede hoy, se cumplirían en un futuro cercano o lejano; pero depende de nosotros que se puedan revertir esos acontecimientos.

Cuando Ella nos explica que, colocándonos en Su Inmaculado Corazón, podríamos vivir la tribulación con armonía y cierta paz, con discernimiento, con sabiduría, es porque eso es posible. Pero para eso, necesitamos colocarnos dentro de Su Inmaculado Corazón, entregarnos, consagrarnos a Su Inmaculado Corazón, ese lugar de amor y protección donde estamos refugiados y a salvo. Pero como depende de nosotros que hagamos eso, siempre está previsto que la humanidad no responda y que algunos acontecimientos tengan que suceder para que la humanidad comprenda aquello que la aleja de Dios.

Así, en estos tiempos finales, como Ella anunció hoy, cuando nos dio la bienvenida al final del tiempo, y hablamos de bienvenida como un ingreso a otro ciclo; nosotros tenemos que admitir, en algún espacio de nuestra consciencia, que acabamos de ingresar a otro ciclo. Y no importa mucho lo que nosotros veamos a nuestro alrededor que pueda parecer casi normal, porque en los planos de consciencia reales de la humanidad ingresamos a otro ciclo.

Ella ya nos ha advertido de que ha comenzado Su caminata hacia el desierto como la Mujer Vestida de Sol. Hace unos días, nos reveló que el dragón rojo estaba preparándose para llegar, y si nosotros conocemos las revelaciones de los textos sagrados, sabremos que estamos en plena Ley del Apocalipsis, una Ley que nos rige en este momento y que nos mueve de una forma completamente diferente.

Ella nos dijo hoy que no confiáramos en lo que sentíamos ni en lo que pensábamos, porque en nuestras emociones más materiales y en nuestros sentimientos habrán tormentas de la tribulación. Por eso, necesitamos unirnos todos los días al Corazón de Dios para que, en el Corazón de Dios, nuestra barca no se hunda.

Si bien es un momento difícil para todos, sabemos que todo pasará y que solamente nos tenemos que sostener, orar, mirar a Dios todos los días, unirnos entre nosotros y confiar que todo pasará y que todo será para el bien de la humanidad; porque así, hermanos, como estamos, esta consciencia planetaria no puede seguir, y creemos que estamos todos de acuerdo.

Así que hay que afirmarse en la oración, en el Manto de Nuestra Señora y en el Corazón de Nuestro Señor para persistir y caminar mirando hacia adelante, porque es en el único lugar en que podremos encontrar la Luz.

Nuestro Señor camina firme hacia adelante y nosotros no podemos perder Sus pisadas. Por eso, necesitamos caminar rápido como Él camina, para no perder nunca de vista el movimiento de Su túnica; y hacia dónde Él camine, estaremos seguros.

Así, los invitamos a todos a reforzar nuestra oración, nuestra confianza en la Divinidad y en esa fraternidad que Ellos nos piden que nosotros debemos vivir.