Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARIA, EN LUANDA, ANGOLA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL ENCUENTRO DE ORACIÓN DEL 25 DE JULIO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Quien está en Dios nada teme.
Quien está en Dios no retrocede.
Quien está en Dios vive del Amor de Dios.
Esta es la fuerza de hoy.
En Dios, en Dios, en Dios.
Amén.
(cuatro veces)

 

Agradezco, en primer lugar, a quien ofreció este lugar para preparar Mi llegada en este día; por haber respondido a Mi llamado sin saberlo y, principalmente, por haber ofrecido su corazón a la Madre del Cielo y de la Tierra.

Por eso, quiero agradecer en primer lugar, porque siempre debemos agradecer a Dios por cada momento vivido y compartido, y cuando esos momentos son compartidos con hermanos y hermanas, reflejan en la superficie de la Tierra la Unidad de Dios. Una unidad que en estos tiempos ha sido corrompida y disuelta a través de los conflictos y de las guerras, de la división de las familias y de la desigualdad de estos tiempos.

Por eso, cada vez que se reúnen en el nombre de Mi Hijo, atraen hacia el planeta la Unidad de Dios, que disuelve todo mal y toda adversidad, trayendo paz a los corazones sufridos, a los que más necesitan de amor.

Hoy, estoy aquí para anunciar, con alegría y con júbilo, la renovación de la Casa Santa Isabel; la realización de un Plan del Padre, a través de un sagrado proyecto comunitario, que atraiga, hacia estas almas y hacia muchos más corazones, la oportunidad de recuperar el amor y la fe, a través de una educación sana y digna, a través de una experiencia evolutiva que haga a los corazones partícipes del Reino de Dios, a través de la sagrada experiencia de la vida grupal.

Ese proyecto sagrado, que hoy presento ante ustedes, es algo que levita en el Universo Celestial y que Mi Corazón Inmaculado guarda con mucho celo; porque estoy orando por ese proyecto sagrado, que ayudará a atender a muchas más necesidades de Angola y de África.

Ahora, para que ese proyecto se realice, en el plano material, es muy importante, hijos Míos, que todos hagan los esfuerzos correctos para que eso suceda y, principalmente, que estén unidos en ese propósito que Yo vengo a regir y a comandar por ustedes y por el mundo. Porque ese proyecto renovado de la Casa Santa Isabel, en otro lugar de Angola, creará condiciones espirituales diferentes para que las almas internamente alcancen la cura y también la paz, y no estén influenciadas por las interferencias de este mundo, que llevan a Mis almas preciosas a la perdición.

Yo necesito, en ese proyecto renovado de la Casa Santa Isabel, que todos Mis hijos del mundo entero colaboren y oren.

Esta respuesta, que podrá venir de cada uno de ustedes, a este llamado de la Madre de Dios, permitirá abrir las puertas de la Misericordia sobre África; y que aquellos que viven una vida miserable y no tienen nada, puedan recibir la Gracia de rehacer sus vidas y consciencias, teniendo la oportunidad de conocer que la vida es otra cuando está permeada por la Presencia de Dios y por Su Amor, a través de los corazones que sirven al Padre y que trabajan incansablemente por Cristo.

Este proyecto podría parecer osado para ustedes, pero no lo es. Él ya está allí, pronto para descender del Cielo, bajo la guía y el amparo de su Madre Celestial.

Necesito que los corazones que Me aman, que adoran a Mi Hijo y que se unen a Mí en esta sagrada tarea orante, Mis hijos de la Casa Santa Isabel y aquellos que aún no son parte de esa Casa y que necesitan de amor y de ayuda, puedan recibir lo que verdaderamente merecen.

Todo lo que Mi Corazón espera, se los podré entregar a través de la expresión y de la manifestación de esa sagrada y renovada Casa Santa Isabel.

Hoy, estoy aquí, con el rosario entre Mis Manos, porque uno Mis oraciones a sus oraciones, por todo lo que África y Angola necesitan alcanzar. Mi Corazón de Madre ya no quiere vivir en el dolor por lo que ve de este lugar, de esta nación y de otras naciones de África.

El verdadero cambio que África necesita no llegará de aquellos que se dicen grandiosos o más poderosos que Dios. Esa ayuda llegará de los corazones anónimos, abnegados y, diría, sacrificados por el semejante para que la fraternidad triunfe, para que la igualdad se exprese, para que la justicia se cumpla y ya no se altere ni tampoco se modifique en el ideal de los hombres y mujeres de la Tierra; para que la verdadera Ley se cumpla, la Ley del Amor, de la Verdad y de la Unidad, de la cual todos deben ser partícipes y no puedan ser alejados o apartados de la Ley del Amor, de la Verdad y de la Unidad.

Por eso, la expresión de este proyecto, primero comenzará en sus corazones. A través de sus oraciones, con la fuerza de su fe y de su bondad, con la colaboración de todos Mis hijos del mundo entero, esa Obra se manifestará y se concretará. Crean en lo que les digo, que esa expresión de la renovada Casa Santa Isabel, en otro lugar de Angola, estará en concordancia con la Ley de la Tierra y del Cielo.

Mi Hijo, que es su Maestro y Señor, le ha pedido a Su Madre asumir este proyecto. Por esa razón, hoy estoy aquí, cerrando este importante impulso espiritual para toda Angola y para toda África; porque la vida de las Comunidades-Luz es posible en aquellos lugares en donde parecería imposible; porque para que sea posible, debe reinar el poder del Amor, la reverencia a lo sagrado y la devoción al Propósito, para estar en concordancia con la Voluntad del Padre.

A través de Mi Hijo, es el Padre que desea este proyecto de la renovada Casa Santa Isabel, en donde muchos más, de cualquier parte del mundo, con espíritu de servicio y de pura colaboración, hagan renacer en estos corazones tan inocentes los valores espirituales que han sido sepultados por el hombre de hoy. Confío en que esto sucederá de alguna forma. 

Por esa razón, hoy se los digo para que sean conscientes, para que escuchen atentamente, para que no se olviden de este pedido. Por eso, llamo a todos Mis hijos del mundo entero a que coloquen sus manos y sobre todo sus corazones en donación.

Esta obra renovada de la Casa Santa Isabel no podrá construirse a distancia, sino con la presencia de Mis servidores, de los apóstoles de Cristo, de aquellos que dicen serlo; con su presencia en este lugar y, sobre todo, con sus oraciones.

El renovado proyecto de la Casa Santa Isabel, hoy está plasmado y dibujado en Mi Corazón. 

A aquellos que se unan a este proyecto, de una forma desinteresada y absolutamente abnegada, les aseguro que serán guiados por el Espíritu Santo, y las puertas de la manifestación se abrirán de una forma inexplicable para ustedes, porque es Voluntad de Dios poner fin al sufrimiento y a la angustia, a la necesidad, a la desigualdad y a la falta de caridad. 

Esto es una Gracia, no solo para ustedes, sino también para Mi Corazón Inmaculado. 

En estos últimos años, recé silenciosamente tanto por esta causa que hoy Mi Hijo Me autorizó a poder anunciarla a todos. Esperaré por la respuesta de todos Mis hijos del mundo.

Esta Obra de los Sagrados Corazones y, especialmente, la Fraternidad y las misiones humanitarias serán el eje central y fundamental para que todo sea guiado y amparado por la Jerarquía a fin de erradicar el mal espíritu del oportunismo.

Alégrense por lo que les estoy diciendo. Hoy, no lo comprenderán de forma absoluta, pero el corazón que se abre sí lo comprende, lo acepta y lo recibe, porque es Voluntad de Dios, está escrito en el Corazón del Padre.

Ha llegado la hora de que África pueda renacer. Llegó el fin del eterno calvario.

Una vez más, te bendigo, Mi hija Domingas, y a todas las jóvenes presentes, que también son Mis hijas, que representan a toda África. Porque África es una sola, es un solo corazón que en la aparente nada expresa al Todo, que es el propio Dios, a través de su devoción y alegría, de su fe y de su amor al Propósito.

Vengo a renovar, a través de Mi bendición, a cada uno de sus corazones y al corazón de sus hermanos, de aquellos que sufren, que padecen y que no tienen nada. 

Pero, como les dijo Mi Hijo, hace tan pocos días, ustedes ya ganaron el Cielo y sé que hoy no comprenderán eso; pero guárdenlo en el corazón, así como la Madre de Dios guardaba los Misterios de Cristo en Su Corazón, y solo rezaba por ellos.

También bendigo a aquellos que se aproximaron a este lugar, que forman parte de este establecimiento, porque también son Mis hijos y pueden estar en Mis Brazos cuántas veces lo necesiten. Mi Amor es para todos.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por ser espejos al igual que este lago, espejos de Mi Amor y de Mi Devoción.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, el tercer secreto de Fátima, anunciado por Mis propios labios hace más de cien años atrás, ha sido alterado por la consagración de la humanidad, y en especial de Rusia, a Mi Materno e Inmaculado Corazón.

Por eso, hijos Míos, les vuelvo a decir que no teman, Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre Dolorosa, la Madre Piadosa, la Madre Amorosa, que se comprometió con Su Hijo a los pies de la Cruz.

Hoy, Mi Rosario, Mi Rosario de Luz está lleno de las oraciones y de las plegarias de Mis hijos, que con amor seguiré esperando recibir en los próximos tiempos que vendrán, porque lo que hoy sucede en el mundo es solo el comienzo.

Pero, ¡atención, Mis hijos, en la poderosa llave de la oración! Con ella se abren las puertas de los Cielos, para que Mis ejércitos angélicos y arcangélicos intervengan y transmuten las causas que aprisionan a la humanidad.

Hoy, en especial, Mi Manto se reviste de la bandera de Ucrania, por todos los que han suplicado por esa nación, altamente destruida por el tirano azul. Pero no teman, hijos Míos, porque es en la aparente destrucción en donde vuelve a nacer la vida y resucitan las consciencias que persisten y que resisten a las adversidades de estos tiempos.

Por eso, sigan tomando el rosario entre sus manos, como una poderosa alianza entre el Cielo y la Tierra, para que la Mujer vestida de Sol pueda pisar aún más la cabeza de la astuta serpiente, y el Arcángel Miguel, en Mi sagrada compañía, envíe a los infiernos a todos los espíritus impuros que vagan por el mundo, como así también a aquellos espíritus que ingresan al planeta por las puertas inciertas que están abiertas.

Pero les vuelvo a decir, Mis amados hijos, que no teman, Yo estoy aquí y Soy su Madre.

Ahora, llegará el tiempo de la reconstrucción de aquellos lugares del mundo que han sido altamente destruidos. Por eso, Mi Luz, la Luz del Reino de los Cielos, desciende sobre esos lugares para volver a consagrarlos a Dios y al propósito que tuvieron desde el principio de su existencia.

Por eso, les vuelvo a decir que no teman, Yo estoy aquí y Soy su Madre.

Sigan colocando a Mis pies las verdaderas necesidades del planeta, todo lo que no encuentra solución ni salida; pero les pido que dejen sobre Mis manos sus corazones y todas sus circunstancias, para que su Madre, la Reina de los Ángeles y del Cielo, todo lo pueda transformar y curar.

Que sus corazones, como los corazones de sus hermanos, sigan trabajando por la paz; porque allí, a través de la paz, está el camino de salida para que las almas se reencuentren con Mi Hijo, para que las almas se preparen para recibir a Mi Hijo, porque Su Llegada está cerca; y aun será en el momento de mayor incertidumbre, de una incertidumbre mundial, cuando Mi Hijo retornará de una forma sorpresiva y desconocida; y muchos de los Míos, de Mis queridos hijos, lo podrán reconocer. Quien esté unido a Su Corazón Misericordioso, a pesar de las circunstancias o de todas las adversidades, podrá sentir la Llegada de Cristo, el esperado Retorno del Redentor.

Sus vidas, si están decididas a consagrarse a Dios por completo, podrán preparar el Retorno de Mi Hijo; primero a través de la transformación de sus vidas y de sus corazones, en los pequeños actos del día a día.

Él se servirá de esos momentos, de esos pequeños actos de amor, actos verdaderos y honestos que todas las almas le puedan proporcionar a Mi Hijo para poder transmutar, liberar y purificar los gravísimos errores que ha cometido la humanidad, especialmente aquella parte de la humanidad que se sirve, a través de las guerras, del hambre, de la persecución, de la esclavitud y hasta de la muerte.

Mi Hijo contará todos los pequeños actos de amor verdaderos, uno a uno, para poder derramar Su Divina Misericordia en los lugares en donde la Luz no puede penetrar; porque Él es la propia Luz de Dios, la Luz que se entregó por ustedes y la Luz que se sigue entregando por ustedes por un solo fin, por su redención.

Hoy, también Me uno en Espíritu a todas las almas y corazones, a todos los lugares y espacios que han abierto un canal de oración para que, en este día, el triunfo de Mi Corazón Inmaculado sea cada vez más real y verdadero.

Todo esto ha permitido, así como les dije al principio, que el tercer secreto de Fátima haya sido alterado. Por eso, debemos seguir rezando con fervor y con compromiso. Esto es lo que necesita el Padre Celestial de cada uno de Sus hijos, necesita que estén en espíritu de oración y de unidad para que las temibles fuerzas del mal, regidas por Mi enemigo y adversario, no tengan la mínima autoridad para hacer sucumbir a los pueblos y a las naciones, ni tampoco tengan autoridad para utilizar a muchas almas como instrumentos del mal.

Sigan haciendo crecer, sigan haciendo extender en todo el mundo los frutos de los Rosarios de Luz, porque su Madre Celeste, al igual que Su Hijo, se sirve de los corazones simples y humildes, de las familias pobres y austeras que tienen como principal alimento la oración del corazón.

Mi Hijo, cuando retorne, vendrá por cada uno de ellos; vendrá por aquellos que han sido anónimos en la oración, que han estado a los pies del Santísimo Sacramento del Altar durante horas y horas de sus vidas, por un solo objetivo y por una sola misión: que el Cielo descienda a la Tierra.

Mi Corazón también se servirá de la fidelidad de todos los sacramentados, de aquellos que tienen presente en sus conciencias que no pueden pasar ni un día sin comulgar del Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, que no pueden pasar ni un momento sin poder dirigir una oración a los Altares de Nuestro Creador.

A través de estos tiempos, de todas las Apariciones públicas, Yo los preparé para este momento, Mis amados hijos. Yo los preparé para que fueran un sólido y fortalecido ejército de Luz que, presente y extendido en todo el planeta, estuviera unido en espíritu y en omnipresencia bajo el impulso poderoso de la oración.

Sé que estos tiempos los llevan, a cada uno de ustedes, a correr detrás de las necesidades prácticas y materiales, ante las demandas de estos tiempos, del trabajo, de la familia, de los problemas que puedan tener en el día a día. Pero les aseguro que si en sus vidas, en cada día, está presente la oración del corazón, encontrarán la solución para todas las cosas.

Dios necesita que la humanidad esté unida más fraternalmente, para que se pueda erradicar la indiferencia que Mi enemigo ha sembrado en muchas consciencias, una indiferencia que hace enfriar el corazón ante tanta impunidad y destrucción planetaria.

Pero ustedes, ante Mi Presencia, tienen el deber de responder a Mi llamado, porque sé que son más conscientes y despiertos, y estos últimos trece años de Apariciones no fueron en vano.

Ahora, en esta próxima Semana Santa que se aproxima, son invitados a dar nuevos pasos; así, de la misma forma, son invitados a asumir con responsabilidad y con amor las tareas espirituales, internas y materiales que Dios les está encomendando para este próximo ciclo de la humanidad.

Por eso, Mi Amado Hijo, en la Sagrada Semana, vendrá a pedirles definitivamente los talentos que Él les entregó; y, aunque no lo sepan en profundidad, por el simple hecho de estar coligados con Él, reconocerán en ustedes los talentos que Él les entregó, talentos que Él necesita para llevar adelante Su Retorno, el tiempo preparatorio de Su Llegada.

En el silencio de Mi Corazón, escucho la voz de los que claman, y de los que crecen junto a Mi Hijo en este camino de apostolado y de redención.

Si ustedes, Mis hijos, llegaron hasta este momento, significa que pueden completar y realizar su misión personal, y conocer más ampliamente su compromiso con lo Alto. Un compromiso que muchos de los que hoy no están aquí no comprendieron, no valoraron, no amaron y no apreciaron, porque no se dieron cuenta de que el compromiso con Nuestros Sagrados Corazones es inmutable.

Ahora, que ya escucharon esto, como vuestra Madre espero que correspondan a Mi Hijo. Él no les rogará nada, Él nada les pedirá. Cuando puedan sentir Su silencio se darán cuenta, a través de la oración, de que Él tiene algo pensado para ustedes desde hace mucho tiempo.

Permitan que sus vidas puedan ser escritas por las Manos de Dios, y ya nunca más por sus propias voluntades; porque Mi enemigo habita en la voluntad propia, se sirve de la voluntad propia, confunde a través de la voluntad propia y distorsiona a los rebaños de Cristo a través de la voluntad propia.

¿Qué es lo que erradica esa voluntad propia?
Es la Ley de la Obediencia fundamentada en el sagrado espíritu de la humildad.

Mi Hijo Me ha pedido decirles todo esto, no solo para celebrar el triunfo de Mi Inmaculado Corazón a través de todos los que hoy se ofrecieron a consagrarse, en alma y de corazón, sino también, les he dicho todas estas cosas, como una buena Madre, para que estén prontos para lo que llegará después de la Sagrada Semana, en los meses que vendrán, en los que sus vidas deberán estar firmes, entregadas y fortalecidas en el compromiso de amor con Cristo.  

Hoy, Mi Corazón Inmaculado se alegra por tener la oportunidad de estar en esta Casa, que tiene sus brazos abiertos para recibirme, cada vez que Yo les hago un llamado. Pero, hijos, por más que volveré a peregrinar por otros lugares del mundo, en donde los infiernos habitan y las almas necesitan de una urgente liberación y expiación, no faltarán oportunidades benditas para que la Señora de Figueira pueda estar aquí nuevamente.

Antes de retirarme en el profundo recogimiento de Mi Corazón, en donde guardo a cada uno de ustedes, Mis hijos, a cada una de sus aspiraciones, problemas, desiertos y pruebas, quiero anunciarle a la Comunidad Figueira que, mañana sábado, los esperaré en la Colina, para que Me reciban, porque será la última oportunidad en este ciclo de que, antes de que su Madre vuelva a Europa, pueda dejarles en sus corazones una pequeñísima llave que podrá abrir la puerta correcta, en el momento más importante, siempre y cuando estén en sintonía con Mi Corazón.

Quiero que peregrinen a la Colina, por todos los que se han visto en la imposibilidad de peregrinar a los Centros Marianos; porque mañana, esta Sagrada Comunidad, debe volver a reconsagrarse a Mi Corazón.

Los espero, con alegría y maternidad. ¿Me van a decir sí?

Los presentes dicen: “¡Sí!”.  

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Está sonriendo, pero también está llorando.

 

Porque es el amor de los que Me viven, al igual que de los que viven a Mi Hijo, que Nos permite ante Dios volver aquí para traer el Mensaje de Paz al mundo.

Hoy, bendigo de forma especial, esas sagradas imágenes que han sido ofrecidas por Mis hijos peregrino; en especial, por un hijo peregrino que ha tenido absoluta fe en los milagros de Mi Amor, a los que Yo también los invito a vivir; tener absoluta fe en las Gracias y en los milagros de la Madre de Dios.

Mi Hijo Me ha pedido una última cosa para que ustedes se preparen conscientemente para esta próxima Sagrada Semana, y puedan comprender la importancia del compromiso en estos tiempos, que ya no es pasajero, sino eterno. Por este fin, quiero que Me regalen sus canciones, una canción en especial que los hace ser nada: “Haz de mí nada”. 

Eso es lo que deben pedir fervorosamente en esta Cuaresma y en la víspera de los encuentros con Mi Hijo en la próxima Sagrada Semana, así sus corazones estarán vacíos en la plenitud de Dios y, como odres nuevos, serán llenados por el Espíritu Consolador de Nuestro amadísimo Señor Jesucristo.

Que esta Luz, que hoy Me ofrecen, sea el símbolo del establecimiento de la paz en todo el mundo y, en especial, en Rusia y en Ucrania.

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado y a Mi convocatoria.

Los bendigo, bajo el espíritu de la Paz de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vuelvo al Cielo con la melodía: “Haz de mí nada”.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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