Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 93.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos,
que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Amén.
(tres veces)


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En Mi Corazón pesa la realidad del mundo, la situación de las naciones, la condición en la cual se encuentra la humanidad.

En Mi Corazón pesan las dificultades de todos los cristianos, los problemas graves de los más indigentes, la soledad de los moribundos.

En Mi Corazón pesa la situación de esta pandemia, que es la primera prueba crucial de la humanidad en este tiempo de transición planetaria.

En Mi Corazón pesa la adversidad, en la cual muchos están sumergidos, y de esa adversidad no consiguen salir.

En Mi Corazón pesan los que son indiferentes, los que omiten el Llamado de Dios y, sobre todo, los que una vez lo recibieron y hasta hoy lo rechazaron.

En Mi Corazón pesan muchas cosas, que hoy comparto con ustedes, que hoy les revelo a ustedes, no para que sientan Mi pesar, sino para que Me ayuden a transmutar estas situaciones del mundo.

Vengo en la búsqueda de aquellos que aún no creen en Mí y que no Me han dejado entrar en su corazón.

Vengo por aquellos que aún son tibios y no se deciden.

Vengo por aquellos que aún no han puesto sus pies en Mi Camino y no se han animado a encontrarme.

Lo que alivia el pesar de Mi Corazón es una buena obra, la consecuencia de los apóstoles de los últimos tiempos, la vida sacramental, la vivencia del Evangelio por medio de los ejemplos diarios de la vida, la práctica incesante de los Mandamientos, la fe de los cristianos y de los creyentes, la solidaridad de los que miran al que sufre y lo ayudan.

Los que alivian el pesar de Mi Corazón son también los que se consagran y no retroceden, los que se mantienen unidos a Mí a pesar de las circunstancias.

Los que alivian Mi Corazón son los que ya no dudan ni tampoco desconfían; los que cumplen, paso a paso, lo que Yo les pido.

Los que alivian Mi Corazón son los que se animan a vivir su purificación; los que no se encierran en sus propios problemas; los que no comprometen el Plan de Mi Padre; los que entienden, más allá de sí, la realidad.

Los que alivian Mi Corazón son los que sirven incansablemente; los que están disponibles a cualquier hora y en cualquier momento; los que entienden, más allá de sus ideas y sentires, la verdad.

Los que hacen sufrir Mi Corazón son los que promueven las guerras, los que instigan las crisis humanitarias, los que promueven el desplazamiento de los refugiados.

Los que hacen sufrir Mi Corazón son también los que son conscientes y no ayudan, los que no quieren penetrar en esa situación y realidad para poder resolverla.

Los que hacen sufrir Mi Corazón son los que gobiernan, los que dirigen las naciones y están fuera de la Ley, los que ya no viven la Palabra de Vida, los que profanan el Evangelio.

Los que hacen sufrir Mi Corazón son los que tienen todo y nada comparten, los que guardan con recelo sus riquezas, los que hacen de su vida una ilusión material, a los que no les importan los más pobres.   

Los que alegran Mi Corazón son los que persisten, los que no miran siempre para sí mismos, los que son fraternos y lo intentan todos los días, los que a pesar de sus errores siguen adelante y comienzan de cero.

Los que alegran Mi Corazón son los pacificadores, no solo de la palabra, sino también a través del ejemplo, los que trabajan sin demora por la paz.

Los que alegran Mi Corazón son los que se refugian en Mí, los que buscan en el Sagrario Mi Presencia, los que buscan en la Comunión la Sagrada Alianza con el Rey Universal.

Los que alegran Mi Corazón son los que adoran al Santísimo Sacramento y que, más allá de las formas, comprenden el mensaje inmaterial que emite la Sagrada Custodia.

Los que alegran Mi Corazón son los que están en contacto Conmigo; los que aspiran, día y noche, a vivir en Mí; los que buscan, más allá de sus batallas, Mi Presencia y Mi Corazón.

Los que alegran Mi Corazón son los que viven en Mi Fe, son los que buscan la caridad en cualquier lugar, son los que están abiertos a los cambios y no les temen a sus resistencias.

Los que hieren Mi Corazón son los omisos, los que saben que pueden hacerlo todo y no lo hacen, los que se justifican para no cambiar.

Los que hieren Mi Corazón son los que han recibido todos los tesoros del Cielo y los desperdiciaron, los que no tienen gratitud, los que se olvidan de la compasión.

Los que hieren y lastiman Mi Corazón son los soberbios, los que no invocan a la hermana humildad, los que pierden el tiempo en sus propios procesos.

Los que hieren Mi Corazón son los que se olvidan de Mi Mensaje y de Mi Palabra, los que no han tenido la reverencia suficiente por todo lo que han recibido del Cielo, los que aún no se dieron cuenta de la Gracia que los colma y los abunda.

Los que hieren Mi Corazón son los que reclaman todo el tiempo, los que aún no vieron pasar frente a sus ojos Mi Presencia, los que aún no descubrieron el Misterio.

Los que hieren Mi Corazón son los que entorpecen el Plan, los que cambian a cada momento Mis ideas y Mis Proyectos, los que se olvidan de la redención.

Pero Mi Corazón siente el gozo, en lo más profundo, por los que dan los pasos y no se demoran; por los que no tienen miedo a lo desconocido y pierden el control; por los que entregan a Mis Pies el poder que creen tener, para ser transformado.

Los que traen gozo a Mi Corazón son los bondadosos y misericordiosos; los que no solo hablan, sino también viven Mi Mensaje.

Los que traen gozo a Mi Corazón son los que comulgan de Mí y no se olvidan cuán importante es ese Sacramento.

Los que traen gozo a Mi Corazón son los que se alegran con Mi Buena Nueva, son los que esperan Mi Mensaje cada mes, son los que tienen sed de Mí.

Así, hoy están conociendo el misterio infinito de Mi Corazón, de un Corazón que aún siente y palpita por ustedes, de un Corazón que aún vive por este mundo y por esta humanidad, de un Corazón que se conmueve con el sufrimiento porque ya lo conoció en Su propia carne, en Su propio Cuerpo, de un Corazón que se ha divinizado por ustedes y que les entrega Su Misericordia para que se puedan redimir y para que puedan perdonar.

El misterio infinito de Mi Corazón los prepara para el Armagedón, para cruzar las puertas del Apocalipsis, para seguir adelante a pesar de lo que suceda.

Quiero que hoy mediten sobre todo lo que les he dicho y que, en sinceridad con ustedes mismos, reflexionen, porque ya no hablo para niños, sino para adultos, adultos en la evolución y en el compromiso.

La Obra de Mi Misericordia tiene que cumplirse a través de las almas consecuentes y responsables, a través de los que no temen decir sí.

Que todos los que verdaderamente claman y piden ayuda, hoy entren en Mi Corazón para que sean parte de esa alegría y de ese gozo que Me conmueve al poder presenciar y contemplar a los que siguen adelante, porque así ya no serán espinas en Mi Corona, sino rayos que Yo esparciré sobre el mundo para concederle la cura y la paz, para volver a traer el Reino de Dios a la Tierra.

Sean postulantes para alegrar Mi Corazón, porque así Yo podré sentir que están comprendiendo lo que viven Conmigo y la responsabilidad que esto tiene delante de Dios.

Yo seguiré caminando con pasos firmes, marcando en el suelo las Huellas de Luz para que Mis apóstoles las reconozcan, y sigan así el camino que el Maestro está trazando en el fin de estos tiempos, en este planeta y dentro de esta humanidad.

De esta forma, Yo los vuelvo a sacramentar y por medio de Mi Espíritu les doy la Paz, para que esta Maratón de la Divina Misericordia sea un paso más en el compromiso y en la vivencia de ese voto.

Yo les dejo Mi Mensaje como una tabla de salvación, como un impulso espiritual para dar un gran salto al vacío, al vacío de sí mismos, al vacío de Dios, en donde encontrarán la unidad interna con el Todo y, así, con el Origen.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Poemas al Inmaculado Corazón de María 
Decimoctavo poema

Arca Sagrada de la Santa Alianza,
Dulce Melodía de Dios,
Templo Inmaculado,
Esclava predilecta de Dios,
que podamos alcanzar las esferas celestiales
para que, unidos a Ti, querida Madre,
cumplamos, paso a paso,
todo lo que Tu Hijo espera.

Destierra de nosotros
toda tibieza y fragilidad humana.

Que, con el poder de Tu fuego de Amor Divino,
llevemos adelante esta misión apostólica
del fin de los tiempos.

Libera nuestra mente de todos los miedos.

Que nuestras vidas estén afirmadas en Ti,
Madre Universal,
porque esperamos concretar las aspiraciones de Cristo,
ahora y siempre.

Auxílianos, cuando no tengamos fuerza.
Protégenos, cuando estemos desamparados.
Que podamos sentir el Amor misericordioso de Tu Corazón 
en cada etapa de nuestra vida.

Y que, ante Ti,
nuestra fe se pueda expandir,
para que aprendamos a salir
de la mediocridad y de la negligencia,
sabiendo que Cristo espera
nuestra pronta rendición.

Haznos pequeños,
así como Tú, Virgen Santísima,
Te hiciste pequeña y humilde
ante la Mirada paternal de Dios.

Amén.

 


¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, HACIA BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Nada impedirá que Mi Propósito se cumpla en la Argentina, porque si es la Voluntad de Dios se cumplirá.

Cuando enfrenten alguna dificultad o demora por Mí, agradezcan y no se cansen de hacerlo porque les aseguro que estarán muy cerca de Mí.

En los momentos difíciles es cuando Yo cuento más con Mis amigos y compañeros, porque no Me agradan los servidores acomodados y descansados.

Deseo que Mis compañeros no dejen de arder en el amor y en el servicio por Mí, porque esa actitud representará mucho más que estar años caminando a Mi lado.

Mi Corazón se llena de esperanza y de motivos para regresar al mundo cuando Mis compañeros dan el todo por el todo y no son tibios ni quieren resolver todo rápido.

Me alegro al ver cómo Mis compañeros, día a día, se esfuerzan verdaderamente para cumplir lo imposible por Mí.

Cuando alguno de los Míos esté pensando mucho en sí mismo o no tenga la actitud correcta para servir y solo se queje todo el tiempo, que se pregunte si Me está sirviendo verdaderamente y si no está muy cómodo en su situación y en su bienestar.

Yo los llamé, uno a uno, para que fueran Mis guerreros del amor sin condiciones, capaces de ir detrás de Mí hasta los infiernos más impenetrables de la Tierra para ayudarme a redimir y a salvar a los que necesitan urgentemente Mi Misericordia.

Nunca se olviden que Yo los llamé a este sacrificado camino, pleno de bendiciones, de dádivas, pleno del Amor de Mi Corazón, el que no tiene la mayoría de la humanidad.

¡Les agradezco por ser cada día más conscientes de lo que están viviendo y del tiempo en el que están viviendo!

Los bendice y les agradece por asumir, una a una, Mis Palabras de Instrucción,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Lo que más amo es poder guiar a Mis ovejas y que Mis ovejas cumplan en obediencia y en amor todo lo que les digo.

Ese es el principal motivo de estar aquí, nuevamente, en la Tierra. No habría ninguna otra razón, porque Mi vida existe porque están Mis ovejas, a las que Yo amo con todo Mi Corazón, a las que contemplo con devoción y reverencia para que ellas siempre se animen a hacer el bien y a vivir por la paz celestial en Mi Nombre.

Pero cuando Mis ovejas no Me escuchan y no confían en lo que les indico, Yo nada puedo hacer, solo observar y esperar. 

Ya no quiero en este tiempo, ver sufrir a Mis ovejas por sus propios errores y engaños. Yo les prometo un suelo fértil y fructífero a fin de manifestar la Nueva Tierra.

Pero de verdad les digo, este es el tiempo de la definición de los que estarán o no Conmigo y eso dependerá de la confianza y de la fe que entreguen a su Maestro y Señor.

Ya no habrá tiempo para justificarse ni tampoco para responsabilizar a sus hermanos por causa de sus propios actos. Este es el tiempo de la adultez y de poder ver todo con madurez, sin emociones ni lamentaciones.

Este es el tiempo de dar todo por Mí o de retroceder. Ya no es tiempo de los tibios de corazón. Yo los necesito presentes en el amor que se entrega sin condiciones y sin beneficios propios.

¡Les agradezco por guardar Mi Palabras en el corazón!

Los bendice, 

Su Maestro y Señor Cristo Jesús

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Inspiramos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén (en latín).
Saludamos al Rey del Universo.

Ardientemente deseaba que llegara este día porque el triunfo y la victoria de Mi Corazón están próximos y nada lo impedirá.

Felices los que confían en Mi Palabra. Dichosos los que la siguen. Bienaventurados los que la cumplen, porque Cielo y Tierra pasarán pero Mi Palabra quedará en la memoria de Mis elegidos.

Este es el tiempo de darlo todo por Mí. Es como dije en el pasado: los quiero fríos o calientes. Lejos de Mí los tibios de corazón porque en los tibios no se construye Mi Obra.

En los tibios Mi Obra no evoluciona. Es en los guerreros que construyo Mi Verdad y es en ellos en los que dejo Mi Mensaje, en quienes Mi Llama se expresa, en los que Mi Amor penetra y transforma todo lo corrupto. Por eso, deseé que este día llegara y que estuvieran exhaustos y cansados para poder representar y vivir lo que Yo viví por ustedes en el momento culminante de Mi Agonía, en la que la soledad abundaba y la fortaleza, a pesar de la oscuridad, estaba en Dios.

Sé que no es fácil vivir lo que Yo les pido, por eso respeto cada uno de sus tiempos. Pero me corresponde, como su Maestro y Señor observarlos y contemplarlos para que aprendan a seguir Mi Camino, para que no pierdan de vista Mi Propósito, que va más allá de lo material y de lo espiritual. Propósito del cual todos ustedes forman parte. Propósito en el que todos fueron congregados para cumplirlo y para vivirlo en estos tiempos por una meta mayor y ampliamente desconocida.

Lo que Yo necesito de ustedes es algo más que material y podría decir, algo más que espiritual. Necesito que profundicen en esta existencia que está dentro de ustedes para que el mundo, día a día, siga aprendiendo a salir de la mediocridad, de la indiferencia, y de todo lo que omite la Verdad de Mi Corazón. Esa omisión que viene de los hombres por estar ciegos en la ilusión y por no haber escuchado, ni siquiera una vez, todo lo que Yo dije en los últimos tiempos.

Aún espero la redención de estos hombres y la colaboración de las almas que más allá de sus posibilidades, de su sacrificio o de su entrega estén dispuestos a sufrir por Mí.

Pero Yo no les traigo el sufrimiento de la Cruz, ni la más pequeña de las células de su cuerpo lo soportaría. Porque lo que Yo viví por ustedes fue muy grande y aún no fue relatado en ningún libro sagrado. Llegará ese tiempo en el que diré toda la verdad.

Deseaba que, en esta noche, los abiertos de corazón fueran preparados para el próximo encuentro Conmigo, que será una Sagrada Semana determinante, en la que muchas definiciones se darán, pasos se concretarán y muchos determinarán lo que harán de sus vidas a partir de esos impulsos de luz que vendrán de Mi Corazón.

Todo lo que hoy les digo, compañeros, es para animarlos a seguir adelante, es para animarlos a arder en el amor por Mí, en un amor que es capaz de hacer cualquier cosa, bajo cualquier circunstancia o situación, en un amor que vive en el silencio la aspiración de encontrarme día a día, y de algún día ver Mi Sagrada Faz.

Si hoy ese amor no los compenetra por lo que viven o por aquello que están aprendiendo o sufriendo, ¿qué están haciendo aquí?

Necesito de una verdad real y sincera, necesito que sus corazones se rasguen por Mí y que sus almas se entreguen por Mí, día a día.

Mi Cruz tuvo un peso incalculable, un valor aún no valorado, una entrega aún no conocida. Que sea Mi Cruz su aliento, su fortaleza y su aspiración. Y cuando sientan el peso de su cruz, sientan que estarán en Mi Verdad, y Mi Espíritu soplará en ustedes y los inspiraré en la Sagrada Palabra, les daré la respuesta y alcanzarán la meta.

No todos están preparados para vivir lo que Yo necesito. Pero si lo pido, compañeros, es porque es posible y solo algo dentro de ustedes lo podría impedir. Pero quien se entrega a Mis Pies se entrega a Dios, a Su Voluntad y a Su Propósito. Y esa entrega no tiene precio, no tiene medida ni tampoco condición porque es una entrega que dona el corazón de cada ser que se aferra a Cristo.

Hoy es un día especial, pero también decisivo porque todas las almas que escuchan Mi llamado, después de estos últimos tiempos, es la primera vez que están ante dos caminos para poder escoger y esa respuesta surgirá desde adentro de ustedes.

Por eso los contemplo. Por eso rezo. Por eso adoro a Mi Padre celestial para que Su profunda e infinita Sabiduría esté en ustedes, en su interior y en sus esencias al momento de decidir, de confirmarse o de definir otro camino.

En este momento, ante su decisión espiritual y universal, Yo no puedo intervenir. Mi Padre y Mi Madre los hizo libres de espíritu, de acción y de palabra.

Como antes de entregarme a la Cruz, de ser martirizado y humillado por los que fueron curados y sanados por Mí antes de que Mi Sangre fuera derramada, y aunque hasta los tiempos de hoy no es reconocida, fue en ese tiempo y en esa hora en los que también los apóstoles vivieron su gran definición para su próxima etapa.

Mis discípulos deben cruzar ese umbral y aprender a atravesarlo, así como Yo lo atravesé por ustedes cuando el Padre me presentó el Cáliz y Yo le dije: “Hágase Tu Voluntad”.

Este es el Cáliz que hoy Yo les estoy ofreciendo. Más allá de sus posibilidades, de sus limitaciones o de sus pruebas.

Este es el Cáliz que testimonió por ustedes el Amor derramado en cada gota de Sangre, como en el Agua preciosa que brotó de Mi Costado.

Este es el Cáliz que testimonió el descenso de la Misericordia, de la piedad, de la compasión y de la redención en la humanidad.

Este es el Cáliz que Yo les ofrezco para que el mundo no se destruya, para que los continentes no sufran, para que las guerras acaben, y para que los enemigos y los anticristos sean derrotados por Mi Luz, la Luz que proviene del Amor de Mi Corazón.

Les advierto y los llamo a la conscientización. Todo lo que Me ofrecen de verdad Yo lo reconozco, por más simple y pequeño que parezca, por más silencioso que sea, aunque sea entre ustedes y Yo y nadie más; todo es reconocido, contemplado y aceptado por Mi Corazón.

Es allí, en esta pequeña oferta, en la que encontrarán fuerza, ímpetu y determinación. Es allí, en lo pequeño y en lo simple, pero verdadero que encontrarán la llave del amor que transformará su ser y toda su consciencia en lo que aún tanto espero, según Mis Proyectos.

Guarden estas Palabras como algo que no se repetirá jamás. El Señor del Universo también tiene su tiempo para decir las cosas porque eso los prepara y los desvía del peligro, de la perdición, del engaño que pueda propagar Mi adversario.

Pero, Yo pisaré su cabeza y colocaré Mi Espada. Transfiguraré su esencia y todas las esencias del mal. Y Mi Reino Celestial descenderá en los cuatro puntos de la Tierra, la gran Estrella Madre llegará y los Maestros descenderán para regenerar y curar a la Tierra, y así surgirá la Nueva Humanidad.

Ofrezcan este momento de decisión a los Altares de Dios. Él está atento a la voz de sus súplicas, así como Él estuvo atento en Fátima por medio del corazón de Mi Madre Celestial. Estamos en un momento semejante a ese, más allá de su materia o de sus cuerpos, de su mente o de su intelecto, más allá del espíritu, del alma o de la esencia.

Ofrezcan a Dios este momento de decisión. Esto permitirá que Mi Obra se expanda en el mundo y siga triunfando Mi Amor por encima de la adversidad en los corazones que se congregan para vivir Mi Hermandad.

Nos ponemos de pie.

"Señor del Universo, Padre-Madre Creador participa de la Comunión con Tus hijos en este sagrado momento de definición en donde Tus Puertas se abren y las almas claman por Tu Amor. Enciende en ellas Tu Confianza, el don de Tu Sabiduría, la infinita Compasión de Tu Corazón, para que todos los Cristos del Nuevo Tiempo despierten y participen de la victoria de Mi Reino en la humanidad. Amén".

Incienso.

Invocaremos ahora al Padre Celestial, a Su Nombre Sagrado Adonai, para que Su Sabiduría descienda al planeta y a todos los que participan de la Comunión con Su Espíritu.

Canción: Adonai.

Inspiramos.

Padre, convierte este elemento en Mi Cuerpo para que las almas se alimenten de la esencia de Tu Espíritu y del Universo, de Tu Verdad.

En aquel tiempo elevé el pan para que el Padre lo bendijera y Él entregándome Su Gracia, Yo se lo entregué a los apóstoles diciéndoles: “Tomen y coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados”.

Padre, convierte este elemento en Mi Divina Sangre, para que las almas beban de la esencia de la redención por medio del Poder infinito del Amor.

En aquel tiempo también elevé el Cáliz; el Padre lo bendijo y Me entregó Su Misericordia para que fuera derramada en toda la Tierra por medio de Mi Sangre hasta lo más alto de la Cruz.

En aquel tiempo se lo entregué a los apóstoles diciéndoles: “Tomen y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por todos los hombres para el perdón de los pecados”.

Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Bienaventurados los misericordiosos porque vivirán en la Misericordia de Dios. Amén.

Oración: Padre Nuestro (en portugués).

Quien viva en Mi Palabra, vive en Mi Amor. Yo les enseñé a amarse, los unos a los otros, más allá de los defectos o de las diferencias. Que este Amor se difunda en el mundo, el Amor Crístico de Mi Corazón, en todos los pacificadores, en todos los misioneros y colaboradores de la Obra de Dios.

Que la Paz de Dios esté en sus corazones y que Él siempre los haga partícipes de Su Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En fraternidad y amor, agradecimiento y júbilo, se darán el saludo de la paz.

¡Les agradezco!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Querido hijo:

Que tu corazón nunca deje de confiar en el cumplimiento del Plan de Dios porque, por encima de toda imperfección o error, es Voluntad del Padre Eterno que se manifieste Su Divino Propósito.

Sé, como Madre de Mis hijos, que a veces es difícil creer o aceptar que algo absolutamente inmaterial y divino se cumplirá en un lugar lleno de errores o de fallas. Pero te recuerdo, hijo Mío, que Dios es misericordioso e infinitamente piadoso con todas Sus criaturas.

Por eso, nunca dejes de confiar en el cumplimiento del Plan de Dios, más allá de aquellos que podrán participar, o no, de la concreción de esa divina e insondable aspiración.

Camina con tu mirada fija en esa meta, en ese propósito, y no te preocupes por lo que harán los demás con la oportunidad que reciben.

Cumple con tu parte todo lo mejor que puedas y ofrécelo por los que ya no lo hacen o por los que son tibios con el Plan de Dios. Porque, de esa forma, hijo Mío, muchos más corazones no arrepentidos se arrepentirán y tomarán consciencia sobre la realidad en este último tiempo.

Confía. Confía, porque todo estará bien.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN RESERVADA DE SAN JOSÉ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Si un gran misterio se aproxima a sus vidas, vívanlo. No dejen que sus mentes detengan los pasos de sus espíritus.

Vivan en el sublime Misterio de Dios.

Llegó el tiempo de las grandes revelaciones, del último despertar. Hoy les hablo sobre el misterio de la vida, de la verdadera vida, que trae sentido a toda la existencia humana.

Vengo hasta aquí para traerles un nuevo tiempo, un conocimiento que, a pesar de serles nuevo, acompaña a la humanidad desde el principio de su creación. 

Hoy uno los tiempos y el espacio, porque donde Yo estoy no existe tiempo y no existe espacio limitado por la mente, por la materia o por el corazón.

Mi Consciencia habita por Gracia en la Consciencia del Todo, y es de ese Todo que Yo les hablo.

Por eso, Yo estoy en Argentina, estoy entre los hijos de Dios que se dispusieron a ser semillas de una nueva vida.

Vengo a pedido del Altísimo para despertar lo que de más sagrado hay dentro de ustedes, para que, cuando emerja lo sagrado que hay en el interior del planeta, sus mentes no teman, sus corazones no duden, sino que sus Espejos internos emerjan y se dejen reflejar en el Gran Espejo de la Creación.

Sé que muchos no comprenderán Mis Palabras, porque Yo los preparo para algo que hoy desconocen. Como un Jardinero de Dios, estoy hoy preparando sus mundos internos para semillas que aún no brotaron, como árboles que no crecieron, para frutos que están por venir.

 

Por esto, hoy les pido que, más que comprenderme, sientan Mi Presencia y dejen que Mi Verbo, que en verdad es el Verbo de Dios, que resuena en la Tierra a través de Mis Palabras, pueda preparar este suelo interior en sus esencias, en sus almas y también en sus mentes humanas.

Vengo a prepararlos para que sean verdaderamente dignos de ser llamados compañeros de Cristo, para que sus ojos no teman mirar hacia lo Alto cuando el Cielo se abra y, en el Oriente como en el Occidente, todo ser viviente vea al Señor retornando a este mundo.

En ese momento, deberán dejar que Mis Palabras revivan dentro de ustedes. Que Yo pueda decirles dentro del corazón: "No teman, porque este es el momento que ustedes esperaban hace más de dos mil años, cuando el Hijo de Dios ascendió a los Cielos y les dejó la promesa de Su Retorno".

Junto con el Hijo del Hombre, muchos misterios se revelarán, misterios que aliviarán los corazones de aquellos que buscaban un sentido para la existencia humana, que no comprendían por qué Dios creó la humanidad, que no comprendían el porqué de la existencia de la Tierra, que tenían sus ojos presos en las injusticias, en el caos, en las ilusiones y no encontraban a Dios.

En este momento en que les hablo, esos ojos serán lavados por el resplandor de la llegada del Reino de Dios a este mundo, Reino que no solo descenderá del Cielo, sino que emergerá en el norte, en el sur, en el este y en el oeste de este mundo.

Aquello que estaba invisible delante de sus ojos se mostrará; lo que estaba escondido, como las raíces de los árboles, emergerá; lo que se ocultaba en el Cielo, como la lluvia dentro de las nubes, se precipitará sobre la Tierra y les traerá vida.

Por eso, hoy el Mensaje que les traigo es, en verdad, para el tiempo que llegará.

Yo estoy donde el tiempo no existe. Hoy Yo hablo para los que Me escuchan.

Yo uno los días y las horas, los espacios, y les muestro al corazón lo que vivirán en el futuro para que se preparen. Por esto, agradezcan esta Gracia y déjense transformar por ella, porque muchos de los que se dicen compañeros de Cristo no creen en Su Retorno y caerán por tierra cuando estén cara a cara con el Rey de este Universo.

Por esto, hoy les digo que aparten la tibieza de sus corazones y se dejen incendiar por un fuego que desconocen. Encuentren la propia fortaleza en la superación de sí.

Y sé que es un misterio que, mientras muchos se sienten cansados, Yo les pida que se fortalezcan superándose. No vendrá de afuera aquello que los nutrirá, no vendrá de Dios lo que ustedes ya tienen dentro de sí mismos.

Miren hacia dentro de sí; traspasen las capas de la ilusión, del ego humano, de la debilidad; traspasen las capas del orgullo, incluso de la propia alma. Dejen que sus esencias se revelen y que revelen, junto con ellas, el microcosmos que existe en su interior, ese Todo que se esconde en la nada que ustedes son.

Esto que les hablo no es una teoría, un conocimiento oriental o una filosofía. Yo les hablo sobre una verdad sin la cual ustedes no podrán transitar en los días que vendrán, porque aquel que no descubre la unidad con la propia esencia jamás se superará y jamás se unirá a Dios.  

Si ustedes cuentan solo con sus mentes, con lo que creen que son, caerán por tierra como los ignorantes cuando el Señor abra los Cielos y las dimensiones para llegar a este mundo. 

Pero si escuchan lo que les digo y buscan descubrir este misterio con avidez espiritual, si creen verdaderamente que Dios se oculta en su interior y quieren encontrarlo, aunque para eso vean destruirse todas sus creencias sobre sí mismos, sus máscaras, sus ilusiones.

Den sentido a la purificación que viven, y no solo sufran o padezcan.

Déjense quebrar con valentía, sabiendo que, detrás de esas duras piedras, se encuentra un tesoro único.

Dejen atrás los ciclos viciosos de esta Tierra. Nacer, crecer y morir no es simplemente el propósito de la existencia humana. Pero, si quieren descubrirlo se deberán esforzar.

Jamás crean que saben para lo que fueron creados, porque este misterio no tiene fin y hasta hoy el Hijo de Dios lo está revelando en el Universo. El misterio de la creación humana es tan desconocido como el propio Dios.

Por esto, no se detengan. Busquen despertar esta verdad, que solo se conoce cuando donan, de sí, todo, cuando aman con todo lo que son, cuando transforman en vida las Palabras del Evangelio y descubren allí que él no termina en los Libros Sagrados, sino que se sigue escribiendo a través de cada uno de ustedes.

Sean un Evangelio vivo. No se contenten con poco.

Quieran expresar todo siendo nada. No se dejen quebrar un poco, déjense quebrar por entero. ¿Por qué dudar en conocer la perfección que habita en el propio interior? Si no descubren los misterios sobre sí mismos, ¿cómo conocerán los misterios de esta Tierra, de las estrellas que están sobre ella y a su alrededor, las dimensiones que no se ven, de un Dios que no se toca, pero se siente?

Muchos esperaban que Yo viniera hasta aquí para decirles algo extraordinario, revelarles un misterio que colocara en conflicto a la consciencia humana, que la despertara bruscamente. Más Yo vengo para decirles que lo que les parece obvio aún no es una experiencia real. Por eso, Yo les digo todas estas cosas.

Lo que hoy les es invisible, ya será visible. Pero, si no descubren la verdad sobre sí mismos, clamarán por lo contrario de lo que piden hoy. Si piden ver lo que es invisible a los ojos humanos, cuando todo se muestre, clamarán a Dios para que sus ojos no se abran, porque no podrán sustentar lo que se revelará a la humanidad.  

Para ver la verdad, ustedes deben estar en ella, ser parte de ella, con todo lo que son. Y si hoy Yo les pido que se sumerjan en esta verdad, es porque es posible.

Las puertas hacia Dios están abiertas delante de sus ojos y, aunque no las puedan ver, pueden caminar y cruzarlas.

Despertando la verdad en sus mundos internos, vengo a despertar la verdad de esta nación, para que la Argentina, así como la humanidad, conozca un nuevo ciclo. Que todas las pruebas que ustedes vivirán no los hagan desanimar, sino que los lleven a superarse.

Si ustedes están en la verdad y son parte de ella, dejarán que ella se expanda y torne sagrado este suelo. Dios cuenta con ustedes; por eso, escuchen estas palabras.

Aunque no crean, se sientan imperfectos, incapaces, retiren de ustedes esos sentimientos que son parte oculta de un orgullo milenario, y digan al Padre:

"Si Tú me lo pides, yo lo viviré, 
porque es por Tu Palabra, por Tu gracia y con tu Poder 
que transformaré este barro y dejaré emerger de él 
eso que me hace semejante a Tu Eterno Corazón".

Con estas palabras, con esta oración, ábranse a un nuevo ciclo de mayor perseverancia, de mayor fe. Difundan la Presencia Divina con el ejemplo y sean los mayores milagros que esta Obra realizó en la Tierra. 

Esto es lo que Yo les quiero decir hoy y todos los días, hasta que lo vivan.

Les agradezco por escucharme y creer que lo que les hablo es una realidad que está delante de sus ojos, solo es necesario estirar las manos y tocarla.

Hoy dejen que el Espíritu de Dios los inspire y, con el Don de Su Sabiduría, los bendiga para que sepan cómo caminar, para que sus decisiones, sus actos y sus pensamientos sean guiados por esta Presencia Divina.

Con esto, Yo los bendigo y les agradezco una vez más y cuantas veces sea necesario, porque la gratitud, hijos, abre las Puertas del Cielo y les revela lo desconocido.

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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