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He venido del Cielo con un pedido especial: reunirlos a todos alrededor de Mi Corazón Inmaculado.
Hoy, estoy llamando a todas las consciencias a un encuentro mayor. Mi Luz Universal bendice, en esta tarde, a los cielos de Noruega y traigo para ustedes una Gracia Mayor: estoy abriendo puertas nuevas para las almas y esto es posible por su sí interior.
Esta Gracia llegará a todos y podrá expandirse hacia aquellos que no la merecerían. Por eso, Yo los llamo a una tarea mayor; y así, podré reunirlos a todos en el Corazón de Dios, porque Dios está en todo lo que fue creado aquí.
Deben abrirse para sentir el amor que irradia la naturaleza. Así, estarán en comunión con los Reinos Celestiales, podrán renacer a la vida y a la esperanza.
Dios desea que en Noruega, a través de Mi Corazón, el que les oferto, Corazón Puro e Inmaculado, ustedes puedan dar los pasos hacia los Universos Mayores.
Yo Soy la Estrella del Universo, la primera Estrella que nace en el amanecer, la cual todos pueden ver en cada nuevo día.
Yo Soy la Señal visible para el fin de los tiempos.
Soy la Revelación para sus corazones heridos.
Soy la Cura Suprema que los puede sanar.
Soy la Fuente del Amor de Dios.
Mi Consciencia Luminosa reenciende los corazones.
Yo vengo a pedido de Cristo, su Salvador y Redentor. Él Me ha pedido que Yo estuviera hoy aquí, con ustedes, porque ustedes guardan en sus corazones una Célula de Cristo, que deberá activarse en este momento planetario para que estén al servicio de Dios. Yo Soy la Mediadora que permitirá que eso suceda.
Yo vengo a entregarme en Amor a ustedes. Cristo Me confió que sea la Madre de todos. Yo estuve al lado de la Gran Consciencia Redentora; así, Yo conozco la condición de la humanidad, condición que quiero liberar a través de ustedes, a través de sus oraciones y súplicas. Y eso será posible, queridos hijos, cuando se animen a caminar a Mi lado. Nada malo les pasará.
Yo Soy la Consciencia Maternal del Amor. Yo quiero llevarlos a la cura y a la reconciliación profunda de la consciencia.
Quiero darles a conocer su universo interior, un mundo interior que aún no conocen, pero que existe dentro de ustedes. Es el Dios vivo y luminoso; es el Creador, el Supremo; es Aquel que los ha creado en el principio. Él quiere despertar en ustedes mediante la Comunión y la oración, a través de esa Luz Crística que existe en ustedes y que aguarda despertar.
Pido a aquellos que Me acompañan, desde hace tanto tiempo, que estén Conmigo en este instante, porque también los necesito en esta Obra. Ustedes abrieron las puertas a los que hoy están aquí. Su ayuda, donación y entrega han permitido que Mi Espíritu Divino esté aquí con ustedes, dándoles una oportunidad, guiando sus corazones, llevándolos hacia el Reino de la Luz, de la redención y de la conversión.
Y así, estoy aquí con ustedes, llamándolos para estar Conmigo; abriendo un nuevo camino para sus espíritus, para sus consciencias supremas que deben retornar a la Casa del Padre.
En este momento de bendición, les entrego Mis Gracias y les hablo, en este día, a través de este hijo Mío, para que sus corazones se fortalezcan, no se cansen de escucharme, sino que se alegren por esta Gracia Mayor.
Este es Mi Mensaje para ustedes: estaré con ustedes en el silencio, con sus familias, en esta nación amada que manifiesta la belleza de la Creación del Padre.
Así, queridos hijos, los guardo a todos en Mi Corazón Maternal, en Mi Corazón Solar, en Mi Espíritu Universal.
Bendigo también, en esta tarde, a los Hijos de María que se acercaron a Mi Corazón para confortarlo y unirse a Mi Misión.
Que la bendición del Sagrado Padre y del Divino Hijo, en unión perfecta con el Espíritu Santo, esté entre ustedes, los guíe y los ilumine.
Sepan, queridos hijos, que, cuando Me llamen en la oración o en sagrada invocación, Yo estaré en sus vidas. Yo Soy su Madre, la Madre de Dios, la Madre del Cielo y de la Tierra, la Madre de la Naturaleza, la Madre y Estrella del Mundo.
Bajo Mi bendición inmaculada, guarden en ustedes Mi Pureza Virginal.
Por este momento y por los que vendrán, sagrada Noruega, hijos del Supremo, Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado.
Agradezco la fidelidad de los que Me seguirán en adelante, y agradezco profundamente a los que hicieron posible, en este Universo Material, esta peregrinación espiritual, esta Gracia del fin de los tiempos.
Gracias por traducir Mis Palabras, eso es también importante para Dios, que Mi Mensaje de Paz pueda llegar al mundo.
Les agradezco.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Después de este momento, tan íntimo que vivimos con Nuestra Señora, en el que, a pesar de las pocas palabras, pudimos sentir Su Amor tan perfecto y esa majestuosa ternura que tiene Nuestra Señora, con la cual abraza a todos Sus hijos, queremos que recuerden lo que Ella dijo, porque Ella quiere estar aquí entre Sus hijos de Noruega.
Ella quiere que aprendan a conocerla como la Suprema Madre Universal, Aquella que nos trae la perfecta paz, la gran protección y que nos enseña a descubrir la fe para que podamos estar unidos al Corazón de Dios y que nada nos pueda confundir, que nada nos pueda mover internamente, pase lo que pase a nuestro alrededor.
Ella quiere estar a nuestro lado para que podamos sentirnos protegidos y comenzar a aprender cosas nuevas que tienen que ver con los misterios del universo. Cuando nosotros podamos abrir la puerta de nuestro corazón, vamos a saber muchas cosas.
Nosotros, los que peregrinamos junto con Nuestra Señora, hemos conocido una nación muy bella. Si bien todos los pueblos dejan algo en nuestro corazón, estos hermanos que parecían tan distantes y que a veces parecen un poco diferentes, han llenado nuestro corazón.
Agradecemos mucho la oportunidad que tuvimos, en la mañana de hoy, de compartir con algunos hermanos, aquí en esta ciudad de Oslo, la Comunión con Cristo y eso nos muestra que Cristo es el mismo en todas partes y que nuestro amor por Él nos va a unir siempre.
Muchas gracias por habernos recibido en esta nación. Les dejamos todo nuestro amor y toda nuestra gratitud. Ojalá que Dios permita que algún día podamos volver y podamos orar a la vera de esos hermosos lagos que ustedes tienen, donde se guardan grandes misterios espirituales.
Hoy Mi Corazón bendice a Portugal, España y Noruega, porque sé que Mi Corazón Sacratísimo aún deberá salvar a muchas almas que están en diferentes planos de consciencia.
Por eso, les pido que sigan orando con el corazón, así atraerán a vuestras vidas el universo de Mi Divina Misericordia, el océano infinito de Mi Amor y de Mi Piedad, que Yo quiero derramar sobre todos ustedes y especialmente en todo el mundo.
Abran vuestros corazones para que Yo pueda saciar Mi sed en el manantial de vuestro amor infinito por Mí, así podrán ayudarme, queridos compañeros, a que Mis Planes aquí en Europa también se puedan cumplir.
Hoy vengo a traerles desde el Cielo un Mensaje de paz y de reconciliación. Y en nombre de Nuestra Madre Santísima, María, derramo sobre ustedes la Gracia que Mi Corazón alcanzó cuando viví por ustedes la Cruz y la Pasión.
Por eso, vengo a liberarlos de vuestro intenso calvario. Vengo a retirar con Mis Manos las cadenas de la perdición. Vengo a retirarlos de la prisión en la cual viven.
Por eso, calmen vuestros corazones en Mi Corazón. Dejen que solo Mi voz reverbere en vuestras esencias para que Yo pueda caminar a vuestro lado, mostrarles el camino de salida y de confianza en Dios.
Cuando los reúno a orar Conmigo, a través de la Oración de la Misericordia, es para que juntos podamos cumplir con la finalidad, es decir con la Voluntad del Padre Eterno, que Él propone para este tiempo en Europa.
Vuestros corazones ya han caminado en la instrucción. Recibieron todas las enseñanzas que necesitaban en estos tiempos. Ahora es momento de arriesgarse un poco más y cruzar el umbral hacia Mi Corazón Eterno, así Yo podré decirles qué es lo que más quiero de ustedes en este camino que propongo hacia la simplicidad y la humildad.
Si vuestros corazones están cansados, que descansen en Mi Corazón. Si vuestros pies ya duelen por tanto caminar, que vuestros pies descansen dentro de Mi Corazón, dentro de Mi Camino de Luz y de Paz.
Reposen vuestros seres dentro de Mi Ser y Yo los fortaleceré y los animaré a seguir adelante por este Camino Crístico.
Nada les prometo para este tiempo sobre la Tierra. La felicidad, Yo se las prometo después de esta vida. Pero para que eso pueda suceder, Mis amigos, el sufrimiento deberá existir para que se puedan aliviar los sufrimientos del mundo: el sufrimiento por amor, el sufrimiento por liberación, el sufrimiento que traerá esperanza para los que no la tienen.
Pero sé que muy pocos se animan a vivir el sufrimiento, porque no es el sufrimiento que ustedes conocen. No será necesario que vivan el sufrimiento que Yo viví por ustedes.
Mi Divina Misericordia viene a anunciarles el tiempo de la liberación, la cura total de vuestras heridas y el momento de la gran esperanza para todos.
Mes a mes, el Cielo se aproxima a través de Mi Corazón. El Padre se presenta a través de Mi Espíritu Eterno.
Espero que puedan comprender la magnitud de esta Gracia, a través del acto simple de la Comunión Conmigo. Si ustedes comulgan Conmigo por toda la humanidad, todo estará dicho, Mis compañeros, y el mundo se podrá liberar de lo que sufre.
No solo espero reunirlos a ustedes en este tiempo, sino a todos aquellos que aún no Me siguen. Por eso, el esfuerzo será mayor para todos. Pero todo será premiado en el Cielo Eterno a través de la vida eterna, de la unidad Conmigo de una forma perpetua y amorosa, alegría que vivirán después de esta vida, por haber servido al Eterno Dios y a Su Proyecto de Amor y de Redención.
Pero aún queda mucho por hacer, Mis amigos. Mantengan firmes, en vuestras manos, la antorcha de la Luz y de la Paz.
Que los corazones que sufren y que han caído puedan ver grabado en ellos la bandera de la paz y la unión que han tenido Conmigo en este tiempo. Un tiempo precioso para todas las almas, una intercesión especial que Mi Corazón concede al mundo con una sola finalidad, que todos puedan regresar a Dios, que busquen a Dios, que no lo ofendan más, sino que alegren sus corazones en Dios, que lo glorifiquen y que lo honren por toda la eternidad y por todos aquellos que no lo hacen en este tiempo. Si vuestros corazones glorifican al Padre, cuando otros corazones puedan despertar también glorificarán a Dios.
En nombre de la Potestad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, bendigo y consagro el pan y el vino, signos visibles de la reparación en Dios, de la unión de las almas con el Universo Eterno, a través de Su Hijo predilecto y amado, que derramó Sangre y Agua por el mundo, generando para toda la humanidad la liberación del pecado, la reconciliación de todos los seres de la Tierra con el Padre Eterno a través de Su Sacratísimo Corazón de Amor.
Por la bendición de este día y esta oportunidad de estar aquí, en Portugal, preparen vuestros corazones para el día de mañana. Ya deberá estar encendida la llama del corazón para que las chispas de luz, aquellas que serán irradiadas por vuestro amor profundo, se puedan expandir por el mundo y llegar a las almas que más necesitan.
Todo esto y más, es posible a través de la oración del corazón.
Les agradezco.
Vayan en paz.
Glorifiquemos a Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más