Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 90.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí el universo, el cual les pertenece y aún desconocen.

Del universo he venido para traerles Mi Mensaje de despertar, ante un escenario planetario que solo provoca caos, conflicto y confusión; en el que la consciencia humana, en este tiempo, debe hacer un gran esfuerzo para poder elevarse y trascenderse; en el que los abismos de la consciencia terrestre absorben a las almas y les hacen perder el Camino Crístico.

Una y otra vez, Me aproximo a la órbita de la Tierra para contemplar al mundo y a la humanidad, sabiendo que este momento llegaría, porque ya lo sabía desde el Huerto Getsemaní.

Hoy vengo vestido con Mi atuendo violeta, con la llama del fuego violeta del universo, para que las ondas de la adversidad sean transmutadas y liberadas de la consciencia terrestre, para que Mis apóstoles y discípulos no sean absorbidos por el mal.

Desde siempre, Yo les hablé de la importancia de entrar en Mi Corazón. Este es el tiempo, este es el momento; pero para atravesar la puerta de Mi Corazón y estar protegidos, deben entregarse, deben rendirse, deben humillarse.

La puerta de Mi Corazón es tan pequeña, que no la pueden imaginar. Es por la puerta de la humildad que podrán entrar a Mi Corazón y allí estar a salvo de los asedios. 

Aunque la consciencia humana se comprometa, día a día, con lo que no es evolutivo ni espiritual, Yo vengo nuevamente al mundo para hacerle recordar lo que les dejé aquí hace más de dos mil años.

La Sangre del Cordero fue derramada en la superficie de este planeta y eso tiene un valor incalculable para ustedes.

Invoquen el poder de Mi Sangre y sean bañados por ella, reciban los Códigos Crísticos de Luz que fueron alcanzados por el sacrificio de su Señor. Así, desde la consciencia consagrada hasta la consciencia de la humanidad, todos serán colmados por esos Códigos y podrán enderezar sus caminos hasta poder encontrarse Conmigo en los planos internos.

Sé que no es fácil liberarse de las cadenas de la opresión, del asedio y de la oscuridad, pero tienen las herramientas para poder hacerlo.

El poder del verbo de la oración los llevará a estar en otro punto y en otro estado de consciencia.

El compromiso con la vida de los Sacramentos los llevará a estar protegidos y bendecidos por Mis Dones.

Amar el poder de la Cruz de Emmanuel y de la Cruz de su Maestro y Señor, los librará del pecado.

Tener una vida de caridad, de entrega y de servicio los retirará de ustedes mismos para que aprendan a amar de verdad.

Así, con estas simples herramientas que ya les hemos enseñado, podrán sobrevivir en esta cruda batalla que se está desarrollando en el planeta, que muchos no ven, y que la mayoría no quiere aceptar.

Este es el tiempo del Armagedón, es el primer tiempo del libro del Apocalipsis.

Ya no dejen que sus ojos sean tapados por las vendas de la ilusión. Rasguen esas vendas y libérense para siempre de lo que es superficial.

Que sus corazones no se vuelvan puntos de indiferencia, de insensibilidad o de desprecio.

Les he dado todo lo que necesitan y un poco más para que lleguen a este momento. No tengan temor de conocerse a ustedes mismos tal cual son y no lo que aparentan.

A través del espíritu de Mi Verdad libérense de ustedes mismos y así liberarán del sufrimiento al mundo.

Muchos de los Míos, en el mundo entero, fueron señalados para vivir este tiempo, fueron ungidos por Mi propia Mano de Luz, bajo el impulso de Mi Divinidad, para que nunca se olvidaran del compromiso.

Ahora no es tiempo de ocuparse de ustedes mismos, sino de Mi Plan. Es tiempo de amar la propuesta que les entregué hace siete años.

Aún espero que puedan ser Mi Palabra, Mi Mensaje. Aún espero que puedan ser Mis apóstoles como muchos lo fueron a través de los tiempos. Pero eso, compañeros, tiene un precio; no es un obsequio ni tampoco es una emoción. 

Estar bajo Mi Gobierno significa responsabilidad y discernimiento. Estar bajo Mi Gobierno significa amor y unidad, transparencia y verdad, porque esos atributos no los conoce el mal.

Si sus vidas son esos atributos, por más que sean imperfectas, estarán protegidos y no sufrirán. Por un instante vean a su alrededor y se darán cuenta de lo que les digo, no es necesario que vayan tan lejos para percibirlo.

Cada uno de ustedes debe purificar su vida en esta Cuaresma, pero que sea una purificación verdadera y no mental.

Deben sentir en su propia carne la necesidad de ser otros, la aspiración de cumplir Mis designios y de reflejar en la Tierra, por lo menos, un poco de amor, un poco de luz; porque al mundo le falta esa luz y le falta ese amor, y ustedes lo saben.

Que esta Maratón número noventa represente el discernimiento para todos, la acción del amor en todas las cosas y necesidades, la responsabilidad de vivir el compromiso y no de escapar del compromiso; la afirmación de ser Mis apóstoles, para algún día ser los Nuevos Cristos, los Cristos del Nuevo Tiempo.

Sé que muchos de ustedes alguna vez pensaron que no llegarían a este momento ni a tener tanta consciencia de la responsabilidad de estar Conmigo, de estar a Mi lado, pero es lo que Dios necesita.

Sus tesoros celestiales no pueden estar guardados en cualquier lugar ni en cualquier consciencia. Sus tesoros celestiales deben estar guardados en los corazones más humildes, más simples, pero más verdaderos.

Si la humanidad pudiera comprender la necesidad de vivir el cambio, lo que hoy sucede en el mundo no sucedería.

Muchos piensan que el Padre Celestial no está queriendo disolver todo lo que sucede en el mundo, pero eso no es verdad, compañeros. 

La humanidad genera sus propios sufrimientos, y esos sufrimientos caen en los más inocentes y en los más pobres de entre los pobres.

Un verdadero rey nunca nacería en un palacio. Yo necesito que sean humildes, así como Yo lo tuve que ser en el Pesebre de Belén.

Dios no se esconde en las riquezas materiales. Dios está presente en los tesoros espirituales que pueden ser el propio ejemplo de las almas que se convierten y que se redimen.

Que las sagradas vestimentas violetas de Cristo les hagan comprender, en esta Cuaresma, que ya están en el tiempo de una gran transición, de una transición más definitiva y profunda de lo que parece.

Abran sus sentidos internos para comprender todo lo que les digo. No intenten comprender con la mente ni con los sentidos externos.

En esta Cuaresma, ábranse para ser transfigurados por Mi Luz.

Que Mis apóstoles escuchen el llamado del Señor de Israel y que preparen los espacios para Su llegada.

Este es el tiempo marcado de Mi Retorno. Es el tiempo en el que muchos de los Míos tendrán la oportunidad de aprender y de crecer, si así lo aceptan.

Ya no los forzaré para que Me sigan. Sus pies deben caminar solos, así como Yo les he dicho, que por la fe deben caminar sobre las aguas, así como lo hizo el apóstol Pedro.

Que esta Maratón invoque el Don del Discernimiento del Espíritu Santo, para que las consciencias, desde las consagradas hasta toda la humanidad, no pierdan la oportunidad que el Padre les ha entregado, por irresponsabilidad, por indiferencia o por falta de sentido común.

A las puertas de esta Sagrada Semana, y después de tantas Sagradas Semanas, llegó el momento de que carguen con su propia cruz y de que sean valientes, que aprendan a soportar el fuego de la purificación y que aprendan a trascenderse, a liberarse de ustedes mismos para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE ESPECIAL PARA LA 74.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, RECIBIDO EN LA CIUDAD DE LA CUMBRE, CÓRDOBA, ARGENTINA, TRANSMITIDO POR CRISTO JESÚS GLORIFICADO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Estar en Mi Corazón significa vivir grandes responsabilidades, asumir grandes pruebas y atravesar grandes desafíos.

Vivir en Mi Corazón representa un compromiso eterno y no pasajero, un compromiso responsable y maduro que los lleve a vivir Mi Plan y su manifestación en la superficie de la Tierra.

Estar en Mi Corazón representa algo más que un sentimiento, algo que los pueda conmover o emocionar.

Estar en Mi Corazón significa vivir una responsabilidad espiritual, pero también material. Es llevar adelante un propósito, una meta, una misión que el Padre les presenta, de tiempo en tiempo.

Por eso, vivir en Mi Corazón significa muchas cosas. Algo que ustedes deben descubrir, día a día, porque estar en Mi Corazón es estar ante Dios. Es escucharlo, es saber responderle y es saber proceder conforme Su Voluntad lo presente.

Estar en Mi Corazón es un momento de constante definición. Es aprender a superar los propios abismos. Es aprender a disolver las barreras de la consciencia y de la mente. Es aprender a amar cada día más.

Por eso, Yo les doy Mi Corazón como un testimonio de que es posible vivir a Dios y cumplir con Sus ardientes deseos de ver a Sus hijos dentro de Su Propósito infinito, porque vivir en Mi Corazón es también asumir un compromiso Conmigo en esta Obra de redención y de paz, en este tiempo en el que todo está en juego y se precipitan las cosas, las situaciones humanas, el proceso de las naciones y la experiencia de grandes conflictos que la humanidad deberá aprender a curar consigo misma, por medio de la profesión de su fe y de su confianza en el Padre.

Vivir en Mi Corazón es vivir un sacrificio para después vivir sacrificios mayores que los llevarán a experimentar grandes renuncias, momentos de enfrentar la trascendencia de cada ser para recibir del Cielo los grandes tesoros, las dádivas del Universo, la Sabiduría y el Conocimiento de Dios.

Vivir en Mi Corazón es morir para sí mismos, es colocar al otro primero para que también los demás sean colocados primero y así se viva la fraternidad, una base fundamental de la hermandad, de la cooperación y de la solidaridad entre las almas.

Vivir en Mi Corazón significa que algo mayor deberá cumplirse en este tiempo y que va más allá de los límites de su consciencia, de su percepción, de su interpretación o de su parecer.

Vivir en Mi Corazón es entregarse al vacío y a la nada. Es estar en confianza dentro de lo desconocido, de lo que es inmaterial, de lo que no es palpable, de lo que nadie puede controlar.

Vivir en Mi Corazón es entregarse al Poder de Dios para disolver el poder humano que es pequeño y frágil.

Vivir en Mi Corazón es aprender en nuevas escuelas y en nuevas academias. Es forjar y despertar en cada ser su verdadera misión, su propósito y el motivo de estar aquí, en este tiempo.

Vivir en Mi Corazón también es renovarse, es alegrarse, es reencontrar, día a día, el sentido y la razón de servir a Dios. Es saber que, más allá de todo o bajo cualquier circunstancia o dificultad, el amor deberá estar primero para que él pueda actuar y obrar en los corazones, para que él pueda sanar las profundas heridas de la consciencia y de la personalidad, para que el ego de cada ser humano aprenda a vencerse, aprenda a entregarse para que pueda ser transformado, para que pueda ser sublimado, para que sea disuelto en la Luz de Dios, que es la Luz del Amor y de la Consciencia Divina.

Vivir en Mi Corazón es asumir el fin de los tiempos, es saber dónde estar y qué hacer, es contribuir, colaborar, es servir, es donarse. Es abrazar con fervor y devoción el llamado y, en profunda reverencia, es cumplirlo para que aún más la Luz de Dios pueda ingresar al mundo y a la consciencia de la humanidad.

Vivir en Mi Corazón es dejar de ser lo que uno es, lo que uno cree, o lo que uno piensa.

Vivir en Mi Corazón es atravesar el umbral hacia el vacío, es perder los sentidos de la propiedad y del control humano, es rendirse, es humillarse, es entregarse por la existencia y la vivencia de un Amor Mayor que mueve a todo el Universo y a todo lo que fue creado.

Vivir en Mi Corazón es animarse a imitarme, a representarme, a ser Mi apóstol, a no vacilar ante las dificultades, a asumir con coraje y valentía cada una de las pruebas.

Vivir en Mi Corazón es aprender a superar las pruebas. Es confiar ciegamente que nadie perderá el camino, porque a quien está en Mi Corazón no le faltará la luz, no le faltará la paz ni tampoco el discernimiento.

Vivir en Mi Corazón es aprender a perdonarse a sí mismo y a perdonar a los demás, es saber que en este momento la cura espiritual y física es fundamental en la humanidad.

Vivir en Mi Corazón es cerrarle las puertas al mal, a la adversidad, a la oscuridad y a las tinieblas; es asumir vivir un cambio; es esforzarse todos los días por alcanzar el mayor estado y grado de amor por los que no aman, por los que sufren, por los que están perdidos.

Vivir en Mi Corazón es asumir junto Conmigo al planeta y a su humanidad. Es hacer algo por las naciones del mundo, por los pueblos, por las culturas y por las religiones.

Vivir en Mi Corazón es buscar la esencia del Amor Crístico de una forma incansable, sin detenimiento, sin dejar de caminar y de remar en esa barca que los lleva al puerto de Mi Corazón.

Vivir en Mi Corazón es solidarizarse, es comprenderse, es ir un poco más allá de la comprensión de la mente y de la consciencia, es abrazar al Universo como el Universo los abraza a ustedes. Es participar verdaderamente de una comunión interna con el Espíritu de Dios para poder traer la paz y la redención al mundo.

Vivir en Mi Corazón es animarse a morir por Mí bajo cualquier circunstancia, sea espiritual, mental o físicamente.

Vivir en Mi Corazón es dar testimonio por Mí. Es decir que Yo ya estoy retornando y que en este tiempo Me anuncio al mundo por medio de la Palabra de Dios para cada uno de sus corazones y de sus vidas, para que estén prontos, disponibles y atentos a ese gran acontecimiento del Retorno de Cristo.

Vivir en Mi Corazón, compañeros, es erradicar la indiferencia, la omisión y la falta de hermandad.

Vivir en Mi Corazón es disolver el desamor, la falta de esperanza y la perturbación humana.

Vivir en Mi Corazón es poder alcanzar la Luz y entregar esa Luz a sus hermanos a través del ejemplo, de la conversión y de la redención de sus vidas; a través del camino del servicio, de la cura y de la santidad.

Vivir en Mi Corazón es elevar sus consciencias, es poder abrazar la cruz que Yo le entrego a cada uno y es no temer cargarla a pesar de lo que suceda o de lo que cueste.

Vivir en Mi Corazón es dejarse impulsar por Mi Amor para superar los límites de la consciencia, para vivir así como vive todo el Universo y sus Jerarquías.

Vivir en Mi Corazón es no bajar los brazos, es decir “sí” y es intentarlo nuevamente todos los días hasta poder vivirlo y poder representarme.

Es simple vivir en Mi Corazón. Por eso, aún muchos no lo están, porque están en sus propios corazones y mientras estén en sus corazones, en su propio yo, Yo no podré estar en ustedes.

Lo que Yo les pido es que se rindan, es que confíen y que se entreguen. Porque vivir en Mi Corazón no los hará sufrir, sino que los hará expandir su consciencia, su servicio y, sobre todo, la expresión de su amor por el planeta y por la humanidad.

Que en esta Maratón de la Divina Misericordia todos puedan volver a Mi Corazón, y los que ya están en Mi Corazón puedan ayudar a ingresar a los que aún no lo están, por diferentes circunstancias o miedos.

Que en Mi Corazón puedan sentir el Amor de Dios, puedan sentirse acogidos por Su Templo y por Su Sabiduría. Porque es en este Amor de Mi Corazón que podrán vivir en el amor de hermanos, en el amor de las almas que sirven a Dios, en el amor que fortalece, que disipa la oscuridad, que transmuta la ignorancia, la indiferencia, la maldad humana.

Que vivir en Mi Corazón sea un triunfo para cada uno de ustedes, para que este triunfo sea en cada una de sus naciones a las cuales representan en este tiempo.

Que vivir en Mi Corazón para cada uno de ustedes sea la posibilidad de la cura y de la redención de la humanidad y de los Reinos de la Naturaleza.

Mi Corazón aún está abierto, en Misericordia y en Piedad. Antes de que venga el tiempo de la Justicia Divina llamen al mundo entero a vivir en Mi Corazón porque Mi Corazón sufre por aquellos que aún no están en Él.

Mi Corazón es un portal al Cosmos y a la Divina Consciencia.

Mi Corazón es el umbral que los llevará hacia la paz y hacia la vivencia del apostolado de estos tiempos, el apostolado del fin de los tiempos.

Vivan en Mi Corazón para que el mundo se pueda reconciliar y la humanidad pueda recapacitar.

Que sus oraciones construyan el puente, en estos días, para que ingresen a Mi Corazón y en Mi Sagrado Corazón conozcan y sepan la realidad, todo lo que siente su Maestro y Señor, todo lo que Él vive y experimenta de lo que ve y observa del mundo.

Y una vez que ingresen a Mi Corazón sean parte del fuego de Mi Amor, para que Yo pueda iluminar al mundo y a todas las consciencias que lo necesitan porque, compañeros, si en este tiempo no hay amor, nada será posible.

El Amor que viene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo los salvará, los redimirá y los reconciliará con lo Alto, con el Universo. Y encontrarán la Verdad, encontrarán la salida y levantarán sus cabezas para contemplar en el horizonte Mi Retorno.

Que sus corazones se unan a Mi Corazón y que sus oraciones toquen el Corazón del Padre para que Él les permita entrar en Mi Corazón.

Que así estemos en hermandad y en fraternidad, para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LA CUMBRE, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Oración del alma confiada en Cristo

Señor, 
vive dentro de mi corazón. 
Habita en cada parte de mi ser para que
Te sientas libre de obrar y de realizar, 
a través de mi consciencia, 
Tu Obra grandiosa de Misericordia.

Jesús, 
no permitas que me separe de Ti. 
No permitas que pierda Tu luminoso Camino, 
porque si eso sucede, Señor, 
me sentiré perdido.

Toma mi mano y guíame 
hasta la Casa del Padre Celestial, 
para que pueda sentirme dentro de Tu Reino, 
para que pueda estar ante Tu Sagrada Presencia.

Que mi devoción por Ti, querido Jesús, 
abra las puertas para encontrarte en cada momento. 
Que cada aspecto de mi ser sea redimido 
por Tu preciosa emanación de Amor.

Haz de mi consciencia un verdadero 
representante de Tu Obra mundial. 

Que no tema testimoniar 
Tu bendito Nombre.

Que no tema abrazar la cruz 
que Tú me entregaste 
para cargarla con absoluta valentía.

Que no tema, Señor, 
anunciar Tu retorno al mundo.

Déjame sentir, Jesús, 
la caricia de Tus Manos y 
el abrazo paternal de Tu Corazón, 
así, me mantendré en confianza aunque 
en este tiempo esté atravesando los desiertos, 
los abismos y los espejismos de la consciencia.

Ayúdame, Jesús, 
a percibir la realidad y 
no dejes que me engañe a mí mismo.

Dame un espíritu valiente, amoroso y servicial, 
capaz de realizar Tu majestuosa Obra 
en cualquier lugar y bajo cualquier situación.

Señor, 
hazme libre de mí para siempre. 

Amén.

¡Les agradezco por guardar esta oración en sus corazones!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE LA CUMBRE, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Oración del alma entregada

A pesar de cómo me encuentre, 
yo Te seguiré, Señor. 
A pesar de lo que viva, 
yo Te seguiré, Señor, 
porque solo encontraré reposo y nuevas fuerzas 
cuando esté ante Tu piadosa Presencia.

A pesar de lo que atraviese, 
a pesar del durísimo y frío desierto espiritual, 
yo Te seguiré Señor, 
porque todo Te lo debemos absolutamente a Ti 
y no hay nada que nos impida confirmarnos 
para seguir Tu camino de Redención y de Amor.

A pesar de lo que sienta, 
de lo que vea o de lo que crea, 
yo Te seguiré Señor, 
porque necesito aprender a rendirme 
así como Tú Te entregaste 
por cada uno de nosotros.

Señor, 
no permitas que las ilusiones y los espejismos 
de este mundo me confundan.

Que en cada momento pueda encontrar 
la llama luminosa e inextinguible 
de Tu maravilloso Amor para que, 
sirviéndome de Tus más profundos y misteriosos Dones, 
yo pueda representarte 
como Tu apóstol y embajador de la paz.

No dejes, Señor, 
que mis propias miserias 
me arrastren hacia los abismos.

Hazme valiente y animado 
para poderte encontrar siempre 
en mi imperfecto camino.

Sostenme, Señor, 
en los momentos en los que no comprendo 
ni puedo trascender todo lo que me rodea.

Ayúdame, Jesús, 
a ser inconmensurablemente misericordioso. 

Retira de mi consciencia 
cualquier indicio de mediocridad 
y de falta de fraternidad, 
porque al fin de esta larga caminata 
en búsqueda de Tu Divina Presencia, 
podré comprender, Señor, 
que la vida es un regalo de Dios 
y que ella está llena de oportunidades 
para que, sinceramente, podamos amar 
así como Tú nos amas siempre.

A pesar del cansancio, de las incomprensiones 
y de los más íntimos secretos 
que Tú conoces, Señor, 
yo Te seguiré.

Porque el gran y único mérito de mi vida 
será servirte y sufrir Contigo 
lo que Tú ves del mundo para que 
la ignorancia, la indiferencia y la impotencia 
sean aliviadas en Tu Corazón, 
por la entrega que hoy hago de mi vida a Ti.

No me abandones, Jesús. 
Te necesito y Te espero 
con el ardor de mi corazón humano. 

Amén.

¡Les agradezco por guardar esta oración en sus corazones!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE FRANKFURT HACIA BERLÍN, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A medida que el viaje hacia Berlín continúa y antes de que el grupo peregrino arribe a dicha ciudad, las bases de Mi Misericordia para esta próxima etapa comienzan a establecerse en los planos internos a fin de que los soldados caídos empiecen a sentir y a reconocer la Luz Crística que volverá a brillar en los abismos de la Tierra para que esas almas reciban Piedad y Misericordia.

Un muro semejante al antiguo muro de Berlín, pero en los planos internos, será destruido para que ya no existan dos estados de consciencia, es decir para que sea transmutado el error y la indiferencia.

Así, su Maestro y Señor podrá penetrar en las capas más oscuras de la consciencia de Alemania, lugar hacia donde millones de almas inocentes fueron llevadas durante el siglo XX.

Ese espacio, espiritualmente oscuro, será tocado por su Señor para que la mayor cantidad posible de las almas alcance la redención y el amor.

¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!

Los bendice,

Su Maestro y Señor, Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

La Pasión de Jesús significó y representó para la humanidad muchos acontecimientos. Algunos de esos hechos fueron conocidos, pero otros aún son desconocidos.

Muchas realidades y situaciones se dieron, ampliamente, en otros planos de consciencia, algo que iba más allá de lo material y también de lo espiritual.

La Pasión del Señor fue el verídico testimonio de que Él, por encima de todo, había encarnado para cumplir con esa misión y que no habría nada que pudiera modificar o alterar ese acontecimiento.

Cuando Jesús se encontraba en el Huerto Getsemaní, había llegado la hora y el momento de que, como hombre encarnado, Él le entregara esa condición humana al Padre para que, por Su intermedio, ese sacrificio fuera transformado para el bien de la humanidad, aunque la propia humanidad no fuera merecedora de esa Gracia.

El Padre, a través de Su Hijo, sabía que si esa entrega y ese sacrificio no sucedían, la propia raza humana se autodestruiría.

La razón fundamental de Cristo, durante Sus treinta y tres años de vida, era poder vivir y cumplir, más allá de Él mismo, la Voluntad Divina.

Jesús fue un hombre nacido con Dones evidentes de Dios, pero Él tuvo que conocer, como todo ser humano, la condición humana; pasó por tentaciones y pruebas para que de Su Espíritu emanara, todo el tiempo, la razón de Su existir.

Esa adhesión inmediata de Jesús a la Voluntad de Su Padre permitió que no pereciera.

Recordemos que Jesús llegó en un momento de la humanidad en el que la perversión y el abuso del poder eran los abismos por los cuales la humanidad se estaba condenando.

Jesús mantuvo el ímpetu de Su Amor por el Padre. Creía, por encima de todo, en la realización de esa Divina Voluntad, así como estaba escrito.

Su Propósito era alcanzar la meta que el Padre le había entregado, a pesar de las diversas dificultades que el Maestro podría enfrentar.

Su confianza en la manifestación de ese Plan y, sobre todo, Su Amor por él, lo hacía un Ser espiritualmente libre, capaz de vencer la dualidad y la adversidad que los seres humanos habían creado.

Amar esa Voluntad fue el principal objetivo espiritual de la Vida de Jesús.

Él sabía que nada ni nadie podrían cambiar el destino que el Padre le había mostrado para Su Misión en la Tierra.

Era una necesidad imperiosa del Maestro, la vivencia de esa Voluntad, aunque a veces, a pesar del desarrollo sensorial y místico de Su Consciencia, no sabía hasta dónde esa Voluntad lo llevaría dentro de Su Misión personal y global.

Hubo llaves inextinguibles que protegieron y ampararon la realización de toda la obra, tanto en la Vida de Jesús como en las almas, que fueron la humildad y la entrega abnegada de Su Ser. En esa escuela no podía prevalecer ninguna veta de soberbia ni ninguna señal de egoísmo.

La comunión que Jesús vivía constantemente con lo Alto, lo hacía verdaderamente libre y, más allá de Él, las Leyes de la Misericordia y de la Gracia universales podían actuar y realizar milagros.

Lo fundamental en la Vida de Jesús fue el Amor que Él trajo como Hijo de Dios y la enseñanza que Su Consciencia dejó de que el amor sincero y verdadero sería capaz de transformar y de sublimar la corrupción humana.

¡Les agradezco por imitar la Voluntad y el Amor del Señor!

Los bendice,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 37.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL DESIERTO DE CHILCA, PERÚ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En un desierto que calla y escucha la voz del sufrimiento del mundo, he venido aquí para encontrarlos a todos, en alma y en esencia, en verdad y en Misericordia. En este día, vine desde muy lejos, desde un lugar del universo para traerles nuevamente la Paz y la confianza de que si Yo estoy aquí todo estará bien.

Ahora Yo invito a todos los que participan de este nuevo encuentro de oración Conmigo a que estén donde Yo estoy, donde el mundo lo necesita, donde las almas tienen su necesidad.

Hoy los invito a vislumbrar el clamor del mundo y la necesidad de la paz, de la paz interior.

Por eso, he venido con Mis ángeles para anunciar este momento. Y estoy aquí en Perú por primera vez en consciencia, espíritu y divinidad, después de que Yo estuve aquí en la Tierra hace ya dos mil años.

No teman vivir su desierto interior cuando sea el momento, no teman atravesarlo y conocerlo, porque en el desierto de la vida está Dios, por más árido que sea. Su Amor se encuentra allí para que ustedes lo puedan encontrar.

Hoy los traje aquí, compañeros, a ustedes y a sus hermanos que están presentes en esta Maratón, para que vuelvan a comprender que Yo estoy presente en los lugares de silencio, en donde las almas se pueden recoger en oración para encontrar a Dios y a Su Plan.

No Me canso de visitar estos lugares, así como lo hice en Tierra Santa, para enseñar a Mis discípulos que en la soledad de cada corazón está el mayor momento de madurez y de crecimiento interior para las almas. El desierto no es solo vacío, sino el momento en que cada alma puede cruzar el umbral, en el cual será colocado cuando su hora esté indicada por Mi Padre.

Yo atravesé los desiertos con Mis discípulos y les enseñé los grandes tesoros del universo. Es como en estos desiertos donde se encuentra el misterio de Dios aún por revelar y en donde las almas no colocan su interés. Es en la belleza de la Creación y en la naturaleza donde está el mensaje verdadero del Padre para todas Sus criaturas. Dichosos de aquellos que lo saben interpretar y que adoran esa hermosura que Dios creó en todo este universo y más allá él.

Hoy vengo aquí con Mi Consciencia universal, pues este lugar así lo merece, es Tierra Sagrada de muchos conocimientos, de ciencia y de disciplina, de hermandad y de luz. Aquí Yo encuentro un reposo, como sus consciencias también lo pueden encontrar en este silencio que impregna sus células y cada partícula de sus átomos, en donde sus vidas pueden vibrar y sus espíritus pueden enaltecerse al encontrar a Dios en todas las cosas.

He abierto los cielos en este lugar para que Mi Sol los alumbrara, así verán como el mundo está en tinieblas pero Mi Misericordia triunfa cuando ella es invocada de corazón y con todas sus almas. Es esa Luz que Yo traigo del universo para que cada ser se vitalice y vuelva a encender su devoción, para que despierte su don, el talento que Yo dejé en cada uno.

Hoy he venido a esta Tierra Sagrada de Perú, a este Desierto Sagrado para darles a conocer el misterio de Dios, que ya no es más misterio, sino evidencia para quien se abra a conocerlo. Solo estando aquí, como en cada desierto de este mundo, es que verán lo que Dios piensa y necesita de esta humanidad, que debe realizar Su Plan por encima de todas las cosas y en la unidad entre todos los seres, que debe manifestarse en este tiempo.

Hoy vengo como el Hijo Solar, como esa Consciencia resplandeciente que vivió aquí con ustedes y entre ustedes, que predicó, que curó y que salvó a quien lo necesitaba, que vivió Su Pasión y que murió en la Cruz sobre un monte tan semejante a este, en el silencio profundo de Dios, en la hora en que brotó la Divina Misericordia para el mundo entero.

Son esos Rayos tan poderosos de Dios que descienden sobre los desiertos para poder manifestar las formas que el Propósito Divino tiene para esta Creación, para esta parte del universo.

Es ese Amor de Dios que Yo les traigo, que es tan infinito y grandioso, que también se encuentra en estos espacios en donde el silencio penetra la consciencia, y el alma de cada ser puede emerger para que descubra su verdadera misión y su tarea en este tiempo final.

Así, compañeros, Yo los invito a todos a dejar y a abandonar los ruidos de este mundo, que oscurecen a los corazones y los distraen de su Propósito. Los invito a estar en sintonía Conmigo y a que no teman encontrar, en la soledad del desierto, la verdad que tanto buscan hace tanto tiempo.

El desierto es una oportunidad de introspección, de meditación y de oración con Dios. Sé que muchos de Mis compañeros, en esta hora tan difícil del planeta, cruzan por alguna parte de su propio desierto interior. Pero Nuestras Manos se extienden hacia ellos para conducirlos a través de esa soledad a la que le temen, la que no les hará mal ni daño, porque es una soledad que les permitirá crecer en madurez y en consciencia.

En esta Maratón, compañeros, los invito a buscar esa unión Conmigo a través del silencio. Silencio que permite revelar el Plan de Dios. Silencio que todo les revela. Silencio que los eleva. Silencio que los despierta a la Vida Mayor, a la consciencia; un silencio que cura, que restaura y redime; un silencio que purifica, que abre las puertas al conocimiento, a la verdad, al descubrimiento de sí y a poder cruzar los umbrales de la consciencia y de las pruebas.

Es ese amado silencio que Yo les ofrezco para que puedan estar unidos a la Creación que tanto está olvidada por esta humanidad, al vivir en sus propios ruidos, en sus murmuraciones y juicios.

Yo los invito a buscar Mi Misericordia en el silencio de estos desiertos del mundo, en donde su oración se puede volver más poderosa; en donde Dios, en los desiertos, tiene Sus oídos bien abiertos para escuchar a Sus hijos.

La aridez no significa abandono ni descuido. El desierto para cada uno de ustedes, compañeros, es una demostración del vacío de Sí que vive Dios, cada vez que Él le habla al mundo a través de Sus Mensajeros.

El desierto es una demostración de donde no existe ninguna ostentación ni deseo. Es el vacío del vacío, es la posibilidad de que sus consciencias penetren en lo profundo de la Consciencia de Dios y así se puedan unir a Ella.

El desierto es una forma de poder dialogar con Dios en el silencio que el propio desierto puede expresar para el mundo. En los desiertos del mundo se originaron los primeros Proyectos de Dios. Desde Abraham hasta Moisés y los profetas bebían del silencio de los desiertos para comprender el misterio de Dios, la infinita Voluntad de Su Consciencia Divina.

En los desiertos los conocimientos están presentes y fueron los que permitieron la guía de todos los pueblos antiguos de la humanidad.

Mis cuarenta días en el desierto significó el antes y el después para Mi consciencia, el aceptar a cada uno de ustedes a través de todos los tiempos y a todos los errores que cometería esta humanidad.

Fue el Amor del Padre que fui a buscar en los cuarenta días del desierto. Es ese Amor que Me fortaleció y que Me permitió dar el paso por ustedes, para que ustedes pudieran estar aquí.

Hoy vengo aquí con todo el silencio de este desierto en Perú para recordarle al mundo que no está escuchando y que está sordo para el plano espiritual. Necesito, compañeros, que ayuden a abrir los oídos de la consciencia a cada uno de sus hermanos y especialmente espero que los que aún Me siguen, y que no están aquí en este desierto hoy Conmigo, Me escuchen de verdad.

Mis más amados discípulos, en el silencio de Mi oración en este desierto de amor, aún espero poder verlos que lleguen desde el horizonte transformados, después de haber cruzado sus desiertos internos. Cuando llegue esa hora para cada uno de ustedes, en la que estarán a las puertas de ese desierto interior, recuerden este momento y la promesa que Yo les he hecho de que si Mi Padre está aquí en consciencia, presente en los desiertos, Su Hijo también está, y Su Santo Espíritu, para ayudar a las almas a cruzar los abismos de la consciencia.

Que esta Maratón abra las puertas de los corazones para que Yo pueda entrar y para que todos sean Mis testimonios de redención y de Misericordia en un tiempo crucial.

 

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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