Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN MEDJUGORJE, BOSNIA Y HERZEGOVINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 99.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Llego a este sagrado lugar como un Espejo de Paz para que el mundo, es decir la humanidad, tenga más consciencia y discernimiento, pueda abrir sus ojos internos para ver lo que hay más allá de lo material, todo lo que existe en lo espiritual que es el centro de toda la Creación.

Hoy, estoy sobre estas montañas y colinas de Medjugorje no solo para bendecir al mundo, sino también para volverme a unir al Corazón Inmaculado de Mi Madre, para que las Gracias y las Misericordias que necesitan las naciones puedan descender y establecerse, a fin de que los conflictos que se generan y se crean en este tiempo sean disueltos, para que los más frágiles, oprimidos y vulnerables no vuelvan a caer en la trampa de la guerra y de la persecución.

Hoy, Me encuentro sobre una tierra bendecida por Mi Madre Celeste, porque Ella trajo el Mensaje del Cielo para despertar a las consciencias al arrepentimiento y a la oración, al ayuno y al bien. Todos deben conocer la existencia de este lugar, el origen de estos pueblos y naciones que, una vez estando unidos, se separaron por los conflictos.

Cuando Dios creó a Sus hijos, es decir a Sus criaturas, Él creó un solo pueblo, una sola nación, una sola civilización. Pero Sus hijos, a través de los tiempos y de los errores, se separaron, se reagruparon formando sus costumbres y aun sus culturas.

La ex-Yugoslavia es el reflejo de una historia cósmica, que viene al igual que otros pueblos a este planeta para resolverse, para redimirse. A través de Medjugorje, la Madre de Dios concedió las Gracias a todos los corazones del mundo entero y especialmente a los que viven aquí.

Estos pueblos de la superficie de la Tierra son originarios de otros pueblos más antiguos que pasaron por este mundo al igual que ustedes. En las generaciones de esta raza han existido varios aprendizajes, han existido varias situaciones que se fueron llevando adelante a través del tiempo.

Todo lo que viven los pueblos de hoy, como la ex-Yugoslavia, es un reflejo de todo lo que se vivió en otros tiempos, de grandes deudas que necesitan curarse, de importantes historias que aquí se vivieron y que también necesitan redimirse. 

Europa Oriental es un proyecto aún no concluido. Por eso, la Jerarquía Espiritual trabaja aquí silenciosamente; para que, en el momento más oportuno, ese proyecto se pueda cumplir; al igual que en el resto del mundo existen otros proyectos que se llevan adelante con otros pueblos y otras naciones.

Todos son originarios de diferentes estrellas y lugares del universo. Han venido a la Tierra para seguir construyendo su historia, para aprender a amar, a redimirse y a perdonarse. Cada nación o cada pueblo se encuentra en el lugar que necesita para poder vivir esa experiencia, para poder concluir esa trayectoria, mientras sea necesario.

Mi Consciencia Divina hoy está aquí para trabajar con todos los mundos internos, para que sepan que el Proyecto de Dios es uno solo y tiene un solo sentido y un solo fin.

La diversidad de los pueblos y de las culturas de este mundo demarca orígenes de diferentes lugares del universo. Por eso, es importante que comprendan que el pasaje por el planeta no es superficial.

Es importante que sepan que hoy Mi Presencia les habla como el Hijo Solar, como la Consciencia Solar de Cristo que viene a trabajar con todos los mundos internos para que se rediman y despierten.

Mientras estoy aquí, en este lugar y sobre estas montañas, los Sagrados Recintos de la Hermandad Celeste se encienden para que los corazones los puedan sentir y, así, estén unidos a lo Divino y a lo Cósmico. Porque es allí, en ese despertar de todas las consciencias, en la redención de todos los pueblos y culturas, en donde volverán a alcanzar el Proyecto que Mi Padre escribió para sus consciencias, un Proyecto especial y único para cada ser.

Cuando una consciencia de alguna nación o de algún pueblo da un paso hacia Mi Camino de consagración y de entrega, no está dando el paso solo, sino está dando sus pasos por todos los demás, por toda su nación y por todo su pueblo. Es decir, abre una puerta para que llegue el momento de la redención, el gran momento del perdón de todas las faltas cometidas, de todas las situaciones vividas; y así, la consciencia de una nación o de un pueblo se renueva y respira los aires del Cielo.

Hoy, Mi Mensaje es simbólico, pero en cada enunciado hay una llave para que puedan abrir una puerta hacia la elevación de la consciencia, para que comprendan la verdadera existencia de Mi Ser, para que conozcan al Cristo Cósmico, que es Quien trabaja con todas las consciencias y almas.

A pesar de las naciones y de los pueblos, ustedes deben recordar que son una consciencia única, una única raza, un único pueblo, un único Proyecto regido por una única Voluntad, que es la Voluntad del Padre.

Que este 2022 despierte en cada uno la necesidad incesante de elevar más la consciencia, de buscar la conexión con lo Divino, de encontrar en el Camino Cósmico la respuesta que tanto necesitan, y de saber, de una vez y para siempre, porqué están aquí y para qué vinieron a este mundo. 

Porque la vida de cada uno de ustedes no puede terminar solo en lo que es material y concreto. Descubran el universo de su verdadero ser y se liberarán para siempre, y así, ayudarán a redimir a sus pueblos y a sus naciones, a sus culturas y aun sus costumbres. Porque si tan solo uno Me abre la puerta, un representante de alguna nación o de algún pueblo Me abre la puerta, ¡cuánto más podría hacer en este momento!

Mi invitación, a todos ustedes y en este nuevo año, es que dejen de ser ciudadanos del mundo para ser ciudadanos del universo, seres que viven la confraternidad y que siguen Mi Plan Cósmico. Porque cuantos más busquen la elevación de la consciencia a través del amor al Plan, mayores serán las posibilidades de que la Jerarquía rescate a esta raza y salve a este planeta.

Que los Rayos de Mi Consciencia Solar iluminen sus caminos.

Que así como la ex-Yugoslavia hoy es colocada ante la oportunidad de la unidad entre sus pueblos y sus culturas, que las demás culturas y pueblos de este mundo también reciban la oportunidad de la redención y de la paz. Porque cuanto más despiertos estén a la Vida Universal, más comprenderán porqué están aquí, en este mundo, y cuál es su verdadero origen.

Que los Rayos de Mi Consciencia Solar los bendigan, los impulsen a la trascendencia y a la liberación de las amarras.

Que sus caminos espirituales estén limpios y puros, para que puedan conocer Mi Voluntad, que es la Voluntad de la Fuente Suprema.

No se extrañen de que, en este momento, no les hable con palabras más terrenales y comprensibles a su lenguaje. Es tiempo de que conozcan la vibración de la Jerarquía. Es tiempo de que, a través de la elevación de la mente y de la consciencia, alcancen las esferas superiores e ingresen en el Tiempo Real. Porque cuando amen lo desconocido, se librarán de ustedes mismos y, amando lo desconocido, comprenderán el Plan Universal.

Desde las montañas de Medjugorje, bendigo al mundo entero, y a todos los que sean valientes y tengan el coraje de escuchar Mi Voz y de vivir Mis Palabras. Así, Me abrirán aún más la puerta para que Yo pueda retornar con Mi Verdadera Faz, la Faz del Cristo Cósmico, aquella Faz que aún no es aceptada por este mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN POR LA PAZ EN LAS NACIONES, EN LA CIUDAD DE BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Recen Conmigo.

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, 
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la Tierra
y en reparación por todos los ultrajes, 
sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido,
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón,
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.

Amén.

En esta noche de San Juan, vengo a buscar la paz para el mundo y, principalmente, la paz en los corazones que la pierden en el correr del tiempo.

Vengo a buscar la esencia de la paz en Mis hijos, porque sé que Dios la colocó desde el principio, donde fueron gestados como esencias.

Es esa paz que ayudará al mundo, a todas las naciones, como también a todos los pueblos.

Como hace treinta y cinco años atrás, hoy vuelvo a repetir: queridos hijos, sean la paz para estos tiempos. Sean el amor para los tiempos que vendrán, así Mi Hijo podrá estar presente entre ustedes, porque Él encontrará un regazo, una morada y un corazón, en donde podrá entrar y vivir.

Si ustedes no gestan esto, no solo a través de la oración del corazón, sino también a través de los buenos actos que puedan atraer la paz al mundo, ¿quién podrá sobrevivir, en estos tiempos de caos, a los grandes cambios que se avecinan en la consciencia planetaria, y sobre todo en la humanidad?

Necesito, queridos hijos, que sean conscientes de lo que les digo, que ya no dejen pasar Mis palabras como el viento, porque cuando vean que las cosas sucedan recordarán lo que hoy les digo, porque solo como buena Madre busco su bien; el bien para el mundo y el bien para las almas.

Si al menos uno de ustedes, que representan hoy a tantas naciones del mundo, realizara este gesto de amor y de caridad, de buscar por encima de todo la esencia de la paz y del bien, nuevamente Yo podré decir, queridos hijos, que no solamente contaré con sus almas, sino que también contaré con soldados de la oración, que a pesar de lo que suceda a su alrededor podrán corresponder al llamado divino.

Después de treinta y cinco años en Medjugorje, traigo estas palabras simples para todos Mis hijos del mundo. Hoy no les revelaré grandes misterios del Universo. Necesito que comiencen a vivir las cosas simples; que gesten entre ustedes una verdadera y nueva humanidad, que pueda estar a la altura de los acontecimientos.

Queridos hijos, hoy como Madre y Reina de la Paz, no vengo a pedirles cosas imposibles, ni tampoco cosas inalcanzables. Comiencen a practicar los buenos actos en el día a día. Obsérvense a sí mismos y también cómo actúan con sus semejantes. Si en esas cosas ya están fallando, ¿cómo podrá aproximarse el Reino de Dios al planeta?

En verdad les digo, queridos hijos, imponiendo Mis manos de Luz sobre ustedes, suplicando a Mi Hijo amado, les pido que comiencen a hacer cosas buenas, porque eso repercutirá en la humanidad de estos tiempos.

Quiero que Me acompañen en Mi dolor, que acepten Mi dolor y que lo vivan por el mundo, porque este dolor proviene de la humanidad. Es un dolor profundo y desconocido, que sus almas tal vez no soportarían, pero Mi Gracia todo lo permite. Si ustedes viven ese dolor junto a Mí, Yo tendré justificaciones para poder seguir intercediendo por la humanidad y también por los Reinos de la Naturaleza.

Necesito que encuentren en sus caminos, una llave, una salida, una pronta solución a todo lo que viven en estos tiempos. El Universo no solo gira en torno a ustedes. El Universo, como es infinito y amplio, también tiene muchas necesidades que deben ser respondidas en estos tiempos finales. Su planeta y toda su humanidad están enfrentando esta última transición, algo que sorprenderá mucho a todas las almas, de la noche a la mañana. Pero si adoran al Corazón de Mi Hijo, presente en el Santísimo de la Eucaristía, y si oran  el Rosario conmigo todos los días, Yo podré ayudarlos, queridos hijos, a tomar verdadera consciencia y discernimiento de lo que está bien y de lo que no está bien.

Les vuelvo a repetir: después de treinta y cinco años en Medjugorje, las almas no Me han comprendido completamente. No solo llegué a Medjugorje por la ex Yugoeslavia o por las repúblicas separadas, o por los corazones desunidos. También vine por el mundo, para traer la paz, para traer la calma y la serenidad que hoy no habita en muchos corazones.

Ustedes queridos hijos, que a través de los años y de las peregrinaciones han aprendido a ser consecuentes con Mi llamado, les pido un esfuerzo extremo, una dedicación mayor, por muchas almas en el mundo, que están sumergidas en el sufrimiento y en el caos, en las malas relaciones que acontecen entre las naciones del mundo. Porque al final, los más inocentes son los que pagan las consecuencias.

Los invito a colocar su mano sobre el corazón y a sentir una a una Mis palabras. El Señor necesita que despierten a nuevos conocimientos, para poder comprender en estos tiempos difíciles la grave situación planetaria.

Llego hoy a esta parte de Europa, tan cercana a Europa oriental, para unir Occidente y Oriente; para unir creencias, culturas, lenguas y naciones, por el bien de todos; por un propósito infinito, que muchos desconocen en este tiempo.

Quisiera seguir, queridos hijos, donándoles Mi Paz, porque sé que les hará mucha falta para vivir su transformación en este tiempo; para enfrentar los cambios de la humanidad y del mundo, y para percibir, por encima de todo, dónde se encuentra la verdad, para que así se aparten del engaño y de la ilusión.

Quisiera que sus ojos internos se abrieran más. Y eso será posible, amados hijos, en la constancia de la oración, en la propagación de la fe y en las buenas obras de amor y de caridad, hasta en los más pequeños detalles; hasta con sus semejantes, en donde también se encuentra el servicio y el espíritu incondicional del amor.

Si ustedes, como esta parte de la humanidad consciente hace ya casi diez años, no tienen buenos ejemplos, buenas relaciones de amor, de hermandad y, principalmente, de fraternidad, ¿cómo creerán, queridos hijos, que el mundo se podrá curar de tan agonizante enfermedad que emerge todo el tiempo de esta superficie, de la consciencia de todas las almas que pierden el sentido de su camino espiritual, de su propósito de haber encarnado en este tiempo y en este ciclo?

La vida no es solo material, no termina aquí. La verdadera vida, la verdadera existencia se encuentra en lo desconocido, en las estrellas, en el Universo, en su interior.

Les pido a Mis hijos que ya no cieguen más sus caminos, porque en poco tiempo no podrán ver la realidad que estará ante ustedes, desarrollándose de una forma precipitada.

Al fin espero que puedan sentir como siente Mi Corazón Inmaculado, que acoge el sufrimiento del mundo, el calvario de las almas y toda la maldad que viven los Reinos de la Naturaleza. Si la Creación, que forma parte de este planeta, sigue siendo alterada, ¿cuál será el fin de este mundo?

Por eso vengo a anunciar Mi buena nueva: Que es posible vivir un cambio en la consciencia; cambio que se puede reflejar en todos sus seres, como en todos sus actos, cuando estos son verdaderos y transparentes. Sean cristalinos de corazón y podrán ser receptáculos de Mi Divina Paz, para que esta se expanda en el mundo y así transforme sus seres completamente.

Medio Oriente sufre las consecuencias de la guerra y muchos no quieren mirar hacia esa realidad. Venezuela sufre las consecuencias de las malas acciones y Mi Corazón se acongoja al ver que las demás naciones no hacen nada. Sé, como Madre, que ciertas naciones son gobernadas por un falso poder, por la falta de amor, de generosidad y de consideración para con los otros.

No me olvido de los que Me piden diariamente por intercesión, así como lo hacen Mis hijos de Venezuela. Dios está dejando que la nación aprenda de sus propios errores. Pero crean que eso pronto terminará, porque todos los días Me coloco ante el altar del Creador, de rodillas, para implorar por Mis hijos de Venezuela, así como por los demás hijos del mundo, que silenciosamente sufren la falta de paz.

Pero recuerden que el mal no vencerá. Él será derrotado por San Miguel Arcángel. Le he encomendado a este Santo Padre Creador, su definitiva intervención por Venezuela. ¡Ay de aquellos que no se rindan a Él y no pidan perdón, ni tampoco hagan penitencia! Dios  quitará el poder a los soberbios y dará sus tesoros a los más humildes. No habrá bandera ni nación que se pueda oponer al Estado universal del Creador.

La Ley está siendo intervenida. Que los corazones se preparen para el cambio total. Que todos sigan orando el Rosario para que se alcance la paz y el fin de los conflictos en el mundo. La hora más aguda del planeta indica la aproximación de Cristo, Mi amado Hijo. Él trae en Su Mano el Cetro de la Redención, el cual golpeará fuerte sobre la Tierra, para que las raíces de la adversidad sean disipadas. No habrá criatura o consciencia opuesta a Dios, material o espiritual, que se pueda oponer a Cristo.

Dichosos y alegres serán los que, a pesar de las consecuencias, crean en la gloriosa venida de Cristo; primero en sus corazones y vidas, y después en Su descenso glorioso al mundo. Que los tenebrosos se preparen para perder su reinado. La espada de la Luz de Dios cortará, de Oriente a Occidente, todas las influencias del mal. No habrá quien se resista a ello.

El amor es más fuerte y poderoso y él será vivido por todos los corazones que crean en Él, hasta el fin de sus días. Porque en el horizonte nacerá la nueva aurora y verán brillar en el cielo a la Mujer vestida de Sol, lanzando hacia la Tierra Su Corona de Estrellas, para iluminar los caminos de las doce tribus de Israel. Todo en  la Tierra pasará, pero las palabras de Cristo, siempre y eternamente reinarán.

La Vigilia de Oración evita acontecimientos agudos y disminuye la gravedad de los acontecimientos, de las guerras y de los conflictos que hoy suceden en el mundo. Cuando no viven la Vigilia de Oración mensualmente, y por alguna causa la sustituyen por otras cosas, recuerden la responsabilidad de ese peso, de no estar respondiendo con todo su corazón y alma a esta oportunidad de conceder al mundo Mi divina intercesión.

Que todos los pueblos canten la Gloria de Dios. Que suenen los campanarios del Universo; que los ángeles desciendan a la Tierra y llenen de gozo y de júbilo a las almas, porque el Todopoderoso ha escuchado la voz de Su Sierva y las almas más caídas hoy fueron sacadas de su propio infierno.
La Señora de Coromoto, vigilante, silenciosa e invisible en lo alto del Ávila, acompaña a Sus hijos de Venezuela y les indica el camino con Su Estrella Guía, para que finalmente terminen ese cautiverio. Que así sea.

Hoy he traído a Mi lado a San Juan, el Bautista, aquel que anunció la venida del Mesías hace más de dos mil años atrás; aquel que intentó corregir a la humanidad, por medio de la Ley de Dios, de los Mandamientos, de los buenos ejemplos, de la transparencia.

Este profeta y sacerdote, hoy a Mi pedido bendecirá esta agua, para así efectuar el sacramento del Bautismo, que será vivido especialmente a través de esta pequeña alma, que será bendecida en nombre de todas las almas del mundo y, especialmente, de los que han recibido la gracia de haber sido bautizados algún día. De esa forma renovaremos la alianza con la Santísima Trinidad.

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo estarán presentes en esta agua, para despertar la alianza interior, entre las almas y Dios.

Esta noche de San Juan Bautista, renovamos espiritualmente el sacramento del Bautismo en todos los que se unen a él internamente.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por siempre buscar la esencia de Mi Paz.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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