- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
No Me falta mucho tiempo para regresar al mundo, por esa razón estoy llegando en estos días, porque Mi Padre Me envía al mundo para estar entre los Míos y prepararlos para ese momento que no está tan lejos.
En el Evangelio de hoy pudieron ver representado lo que dije hace más de dos mil años, que es una realidad para los tiempos de hoy.
Por esa razón, en el día de ayer, los hice ingresar conscientemente en el Reino de Mi Padre, para que sus almas vivieran una experiencia y para que de esa experiencia pudieran recoger un tesoro, que es un fruto de los Dones de Dios que ustedes necesitarán en este tiempo para poder vivir lo que llegará.
Es así que el Universo teje pacientemente el Plan de Dios en la Tierra, integrado por cada una de sus almas que se autoconvocaron para estar aquí, como muchas almas lo estuvieron a lo largo de los tiempos, en diferentes momentos de la historia de la humanidad, por medio de las Apariciones de la Santísima Madre de Dios y del Sagrado Corazón de Jesús.
Pero en este tiempo y en esta hora, Yo vengo por todos y aquí no prevalece ninguna religión ni creencia, porque hoy les vuelvo a recordar que ustedes son parte de la Fuente y todos vienen de esa Fuente inmaterial que originó la vida en el Universo, luego que los planetas, las estrellas y los soles fueron creados.
Así podrán comprender, compañeros, qué extensa es la historia de cada uno de ustedes dentro de esta Creación Universal y que, como en el día de ayer, cada uno pudo reconocer que es algo más que un ser humano o que una consciencia que piensa y reflexiona.
Es a través del valor que le puedan dar las esencias que Yo me serviré para llevar adelante Mi Retorno al mundo.
Por esa razón, vengo por todos, cristianos y no cristianos, creyentes y no creyentes, vengo por todos. Todos los que estuvieron atentos a Mis Palabras en el día de ayer, recibieron muchas Gracias que comenzarán a descender en sus vidas conforme el Padre lo ha pensado.
Esas Gracias que recibirán también beneficiarán a sus seres queridos y, en consecuencia, al resto de la humanidad. Cuando la humanidad reconozca que es una sola familia, estará preparada para recibirme nuevamente.
Cuando ya no existan diferencias, prestigios o protagonismos en ninguno de ustedes, porque todos son iguales ante los Ojos de Dios y Dios espera que cada uno de Sus hijos pueda también reconocer lo que Él ve y lo que Él siente.
En esta preparación, que hoy he realizado por medio de estas palabras, eleven sus consciencias hacia Mi Pensamiento; y de Mi Pensamiento divino y universal, reciban los nuevos impulsos y decretos que formarán sus vidas según el modelo que Dios espera para estos tiempos. Que cada uno cumpla con su parte, así como el Universo cumple con su parte mayor.
Reconociendo estas instrucciones, rendidos al Amor de Dios, abramos aún más las puertas del Universo para que, por un momento, tengan la visión y la consciencia de la razón por la cual están aquí, y son llamados por su nombre para recibir en este tiempo los impulsos espirituales del Redentor.
En este momento Nuestro Señor Jesucristo, con Sus Manos elevadas al Cielo, abre las puertas hacia otros Universos, a donde la humanidad nunca llegó, pero que hoy por primera vez llega a esos Universos a través del Redentor.
Acompañemos este movimiento espiritual de Nuestro Señor por medio de nuestra conexión y contacto con Él, colocando toda nuestra atención en lo que Él está haciendo, para que podamos seguir siendo colmados de todo lo que Él nos quiere revelar y mostrar.
Nuestro Señor dijo en este momento:
Por medio de Mis Palabras, Yo los santifico para que sus consciencias estén en la vibración necesaria e ingresen en la sabiduría universal que guarda la respuesta para cada una de sus vidas, así como el conocimiento de cada una de sus vidas.
Vean, por encima de ustedes, al Universo y a la gran bóveda de la Vía Láctea. Reconozcan las diferentes nebulosas y sistemas solares, y siéntanse dentro del vasto Universo de Dios. Y así, despierten en sus corazones el recuerdo de sus orígenes, así como lo recordaron en el día de ayer.
Perciban, entonces, que no es imposible poder hacerlo si de verdad están unidos a Mí y de corazón confían en lo que les estoy revelando.
Dentro de todo el Universo que los rige y los acompaña, concentren su atención en la nebulosa azul que les estoy mostrando, y vean cómo dentro de ella existe vida; y cómo diferentes estrellas brillan dentro de esa nebulosa, emanando sabiduría para el Universo.
Siguiendo al sonido de esta melodía, eleven sus consciencias un poco más, vaciándose por completo, para que puedan ser llenados de lo que verdaderamente existe en el Universo.
Siguiendo a Mis pasos, ingresemos en ese espacio de luz dentro de esa nebulosa azul. Vean a sus seres iluminados por esa luz azul y cómo, desde el centro de sus pechos, se iluminan pequeñas luces que brotan de sus corazones, que son el corazón de su origen.
Frente a ustedes, dentro de esa nebulosa azul, identifiquen catorce estrellas que, en perfecto alineamiento, contemplan a cada uno de ustedes.
Están ante sus Padres de los Orígenes, los Padres que el Universo concibió para que ustedes pudieran tener vida, y en ese vacío que deben ejercitar en este momento, siéntanse colmados y llenados por la presencia de esas estrellas de luz y pregúntense internamente ustedes: ¿quiénes son?, ¿por qué estamos aquí ante nuestro origen?
Y Cristo nos dice que recordemos no con dolor, sino con alegría, porque los errores del Universo material están siendo corregidos por la consagración de sus vidas y su filiación con Dios.
Cristo dice:
Detrás de esas catorce estrellas de luz, vean una poderosa Luz dorada. Es la emanación de Adonai, sin forma alguna, pero en un sublime estado de consciencia y repitan internamente: Adonai, Adonai, Adonai.
Y el Padre Celestial, abriendo Sus Brazos con Su emanación dorada de Luz, abraza con Su omnipotencia a todos los presentes y en ese vacío, donde no hay voluntad personal, parecer o querer, somos colmados por Su Presencia.
Cristo dice:
Ahí están los Padres de sus Orígenes ante la Presencia de Adonai, éstos son los Padres de Orión. Recuerden y sientan su Amor, silencioso y profundo. Y vean como de sus pechos aún emerge esa luz que los une a cada uno de sus Padres, quienes conocen su origen y su surgimiento desde la Fuente.
Y ahora nos vemos rodeados por esas catorce Estrellas de Luz, Cristo en el centro, por encima de nosotros la Consciencia de Adonai y alrededor de nosotros sentimos cómo vibra el Universo, como una melodía elevada que nos trae corrientes de Luz e impulsos de Luz a nuestras consciencias.
Estamos ante lo que una vez fuimos, estamos ante la verdad que hoy nos revela el Corazón del Redentor.
Por encima de esas catorce Estrellas que nos rodean, que son las esencias de nuestros Padres, vemos lenguas de fuego. Y se revelan ante nosotros los catorce Dones inmateriales del Espíritu Santo:
Y Cristo nos dice:
Ahora que saben que nunca estuvieron solos y que Dios siempre los colmó con Sus Gracias, regresen a lo que verdaderamente son, para que este Universo material e inclusive este planeta cumplan con el propósito que tienen ante la Creación, y así las consciencias sean elevadas hacia su verdadera condición espiritual, tomando consciencia de su misión y propósito.
Orión ha sido el lugar de muchas historias. Por eso viene hacia ustedes en la presencia de los catorce Padres de los Orígenes, los mismos Padres que conoció Abraham y muchos otros patriarcas.
Que todo esto los ayude a interiorizar sus vidas, para que estén alineadas al Propósito. Y después de este momento que está viviendo todo el planeta, muchos más corazones aspiren a llegar a la verdad, más allá de la religiosidad de la vida, ingresando en el abundante Conocimiento de Dios que se expresa en todas Sus moradas.
Hoy están ante una de esas moradas, que ha sido testigo de muchos acontecimientos, pero que hoy, Orión expresa una de las más importantes sabidurías para este Universo material. Ese impulso llega a ustedes directamente, por medio de Mi Presencia, para que puedan seguir afirmando lo que verdaderamente son y la razón por la cual están aquí, en este momento planetario, no para vivir las cosas del mundo, sino para vivir lo que está en el Cielo, en el Universo, y que desde hace mucho tiempo sigue vibrando y palpitando en su bóveda.
Reconozcan la llegada de los que vienen en su auxilio y estarán en el camino de la paz.
Trayendo nuestra consciencia hacia este lugar, ahora estamos con Cristo frente a este altar, para que podamos percibir la diferencia de cómo alcanzar un contacto más profundo con todo lo que está en las Esferas Sublimes.
Mi Padre Me pide hacer todo esto por una razón principal: para que despierten los talentos en cada uno de ustedes. En la Fuente, eso es llamado “linajes”. Ahora, después de este momento, cada uno está preparado para conocer su linaje que, en Mi Nombre, deberá aportar y servir a la humanidad en la construcción de la Nueva Humanidad, para que la cura se establezca, el perdón los redima y el Amor los eleve a la Verdad.
En honor a los Padres de los Orígenes hoy celebraremos, porque Dios les concedió la Gracia de tomar consciencia de la Verdad, para que cada día estén más conscientes, abiertos y disponibles para encontrar el sentido y la respuesta de estar hoy aquí.
Por eso, Yo rezo todo el tiempo para que Mis amigos alcancen esa Verdad, porque la Verdad los hará libres.
Nuestro Señor está pidiendo un velo de auxiliadora y una alianza de auxiliadora.
Para que comprendan, compañeros, cuán importante es su misión en la Tierra, antes de volver a entregarme en Cuerpo y Sangre para ustedes, les entrego Mi Amor a través de la consagración.
Traedme aquí también, aceite para ungir y agua para bendecir.
Los apóstoles y las santas mujeres conocían esta verdad que hoy ustedes saben, y durante los tres años de Mi Vida pública, los apóstoles y las santas mujeres fueron celadores, en los planos internos, de ese conocimiento del Universo. Es por esa razón que Mis apóstoles y Mis santas mujeres alcanzaron la libertad a través de la Verdad.
Hoy bendigo estos elementos, que he pedido que llegaran a Mi altar, para demostrar Mi gratitud y confianza en los que perseveran y se rinden ante Mi Cuerpo Eucarístico, como también en los Sacramentos y en la oración diaria.
Estos elementos son medios de conversión, así como cada uno de los elementos sagrados que ustedes llevan consigo, para que Yo los bendiga en este momento.
En humildad, coloquen sus elementos entre sus manos, sean rosarios, medallas, cruces o lo que lleven consigo. Pero, especialmente, coloquen sus corazones para que Yo los pueda aceptar.
Esperé diez años por este momento, para consagrar esta alma para un servicio más profundo a Mi Corazón, a fin de que se cumpla en el mundo la Obra de Mi Misericordia. También esperé hasta este momento para que cada uno de ustedes, según sus aprendizajes y escuelas, conocieran la revelación de esta verdad que hoy les traje, la cual al final de este encuentro Mi amada Madre María Shimani les explicará, por el don que Yo le daré a ella para poder pronunciarlo.
Mediante esta consagración del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Señor bendecirá los elementos que están ofreciendo, para que sean medios de Gracias para todos, de conversión y de luz para todos.
En este momento, en el que la Divina Misericordia desciende a la Tierra, por medio del Amor y de la Compasión de su Señor, ofrézcanme por lo menos un alma, una persona que les venga a sus consciencias y que necesite en este momento de Mi ayuda, sea una persona sana o enferma.
“Ante este conocimiento sagrado que los colma, y que beneficia a la humanidad en el acto del perdón y de la reconciliación, Adonai, como hace más de dos mil años, pero hoy reunido con muchísimos seguidores Míos, Te pido en el nombre de Tus hijos y del Amor infinito y cósmico que Tú tienes por cada uno de ellos, que bendigas estos elementos que son ofrecidos, para que Tú, Padre, estés más presente en la vida de cada uno de Tus hijos, para que ellos puedan sentir Tu bendición y Amor más allá de lo que suceda”.
“Por esa razón, hoy Te ofrezco este pan para que sea bendecido por Ti y se convierta en el Cuerpo Glorioso de Cristo”.
Por esa razón les vuelvo a decir: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que hasta los días de hoy es entregado para el perdón de los pecados".
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
“Elevo este Cáliz, Señor, para que también sea bendecido por Ti y para que se convierta en la Sangre de Cristo, y así el soplo de Tu Espíritu esté en los corazones de la Tierra”.
Es así que hoy les vuelvo a decir: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que es derramada por su Redentor para la remisión de las faltas. Hagan esto en memoria Mía".
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
Unidos a Nuestro Redentor, rezamos la oración que Él amorosamente nos enseñó.
Padre Nuestro (en español).
Padre Nuestro (en inglés).
Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.
Gracias Señor por cuanto nos das. En este encuentro te honramos, Señor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Comentarios de Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a intentar acercar a todos una historia muy antigua del Universo, y vamos a contar esa historia, simplemente, como si estuviéramos en una reunión con muchos niños que necesitan comprender una realidad muy amplia y, por eso, la simplicidad será la llave para su comprensión.
Hace mucho, mucho tiempo, cuando Dios pensó qué es lo que quería para Su Creación, Él se multiplicó en todos Sus Atributos, y sintió la necesidad de que criaturas materiales, que pudieran vivir la experiencia del Amor y de la Unidad, guardaran en el corazón de sus razas cada uno de Sus Atributos.
Entonces, les encargó a Sus arcángeles que construyeran hermosas razas, bellas criaturas que pudieran representar Sus Atributos en el Universo material.
Una de esas razas fue Orión, una raza de Corazón Azul, donde se guardaba el profundo Amor del Universo.
Pero, por esas cosas que sucedieron entre los ángeles, hace mucho tiempo; uno de ellos, que no supo atesorar el Amor de Dios y comprender lo que Dios quería realizar, cayó preso de su propia ignorancia y quiso destruir la Creación de Nuestro Señor, el Padre Eterno. Y fue a buscar, en el Universo, una de las mayores Creaciones de Dios, la raza Orión. Y él quiso conquistar, a través de sus engaños al Corazón Azul de esa raza que guardaba el más profundo Amor de Dios.
Pero el Corazón Azul de Orión, después de vivir muchas pruebas a través de ese amor que guardaba en su corazón, pudo sobrevivir y aprender lo que nunca más, en el Universo, debe suceder.
Orión tenía 14 Padres, los sabios más sabios de la raza Orión, que "guardianaron" la Creación durante mucho tiempo, y en esa historia se cuenta que esos 14 Padres perecieron en manos del engañador, ofrecieron sus vidas por salvar a la raza Orión, y hoy brillan como 14 estrellas azules, como el Corazón de Orión, para que en el Universo siempre se recuerde que el Amor del Corazón de Dios triunfará siempre, porque esa es Su Voluntad.
Todos nosotros, en este planeta Tierra, tuvimos, algún día, algo que ver con ese Corazón Azul de Dios. Es una historia que cada uno va a tener que descubrir, porque a medida que ingrese más en el Corazón de Dios, va a encontrar ese color azul que guía su camino de retorno a Casa.
¡Gracias, Señor, por cuanto nos das!
Y unidos a Ti, Rey del Universo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queden todos con Dios.
Agua, Sangre, Vida y Redención.
que brotaron del bendito Corazón herido de Jesús,
ten piedad, misericordia y compasión por todos nosotros.
(se repite siete veces)
Les he abierto una puerta a través de los tiempos para que toda la humanidad perdida pudiera ingresar, traspasar el umbral de Mi Corazón y formar parte de Mi nueva Cena redimida.
Pero a lo largo de los tiempos y de los siglos, los corazones no Me escucharon, muchos no entendieron Mi Mensaje por tener dificultad para poder vivirlo.
Por eso, Mis compañeros, a través de Mi Divina Misericordia, Yo les traigo la última oportunidad, la tabla para vuestra salvación, el portal para el gran cambio de vuestras vidas.
Mientras Yo permanezco silencioso ante ustedes, Mi Corazón palpita en vuestros corazones. No dejo de derramar las llamas crísticas, códigos preciosos que les permitirán cambiar a tiempo, así como lo prevé el Padre Dios.
Por eso, Mis compañeros, no cambien el camino que han escogido. A pesar de las tentaciones y de los engaños, fortalézcanse a través de Mi Divina Misericordia y en los momentos en que vuestra fe desaparezca, pidan socorro a Mi Corazón, guarden vuestros corazones en Mi Corazón y Yo los protegeré de todo mal.
Vengo a esta nación para darle una última oportunidad. Ha sido la más difícil de trabajar para el Cielo, porque las demás naciones, queridos hijos, queridos compañeros, amigos Míos, abrieron las puertas del corazón.
No estoy diciendo, Mis compañeros, que en vuestras vidas falte el amor.
El condimento principal para este tiempo será la unidad, aquella que debe prevalecer por encima de todo, a pesar de los comportamientos y de las actitudes.
Yo vengo a formar nuevos discípulos, nuevos rebaños que se puedan unir a través de Mi Corazón. Ya terminó el tiempo de las separaciones. Mi Corazón se ha donado a ustedes, a lo largo de estos meses, para que pudieran percibir en la consciencia la importancia de trabajar unidos por el Plan. De esa forma ustedes serán estrellas luminosas que iluminarán la Tierra, que está a oscuras en estos tiempos finales.
Abran vuestros ojos, no los ojos físicos, los ojos del corazón, para que puedan ver la Luz que viene a vuestro encuentro, los códigos que son derramados en ustedes para que puedan prevalecer en este tiempo de caos.
Mi Gracia quiere llegar a toda la humanidad, pero Mis Palabras se están terminando.
Llegó el ciclo de vuestra propia confirmación. No habrá dos caminos ni dos trabajos. Yo Soy el único Obrero que los congrega para un propósito mayor.
Anímense a decirme sí y podrán caminar con confianza absoluta. Ya no encontrarán más piedras en vuestros caminos, sino que encontrarán vuestros caminos abiertos, porque Yo ya los he abierto para que ustedes puedan caminar con confianza, transformarse y purificarse así como es la Voluntad de Dios.
Queridos compañeros, sientan Mi Corazón presente, Mis Palabras que reverberan en lo profundo. Yo los sostengo a través de los tiempos, pero no Me digan que no. Yo siempre estuve presente en vuestras vidas. De alguna forma, Yo les di una señal verdadera para que Me pudieran sentir y así Me pudieran seguir por los caminos que Yo les propongo en vuestras vidas.
Mi voz se anuncia, por última vez, antes de que Yo retorne al mundo en Gloria y encuentre la mayor tribulación, el momento de la gran purificación de todos los seres de la Tierra, para que el próximo ciclo sea más liviano y las almas no sufran.
Sigan rezando a Mi Divina Misericordia. Entre las oraciones se encuentra un gran misterio que pronto descubrirán, es el misterio del Amor verdadero, la pureza esencial, la que los colmará y los transformará como dignos hijos de Dios. Solo guarden Mis últimas Palabras en vuestros corazones.
Yo estoy pasando por vuestras vidas para poder pasar por las vidas de los demás, para que muchos más puedan despertar y encontrar el consuelo que tanto buscan, el consuelo que viene del Cielo, de todo el universo sideral.
Hoy les doy a conocer un universo desconocido, que es el universo de Mi Corazón. Acéptenlo como entrega, como sacrificio y como amor, por la gran compasión que Yo tengo por todos ustedes, más por aquellos que Me dan la espalda en todo el resto del mundo.
Mi Corazón desciende al mundo para buscar a los perdidos. El Cielo se congrega en este lugar para llamarlos como una única oportunidad de retornar al camino, al camino de Dios.
Rezo por ustedes en Mis universos mayores, y envío a Mis ángeles a la Tierra para que puedan ayudarlos a vivir la gran transformación, a orar por ustedes para asistirlos, para transformarlos, para purificarlos y transfigurarlos, así como Yo deseo hace tanto tiempo que vuestras vidas sean un instrumento fiel de Dios, sin preferencias ni voluntades, llenos del Amor de Dios que los transformará por entero.
Acepten Mi convocatoria. Esta es la última llave que les entrego.
Consagraré el pan y el vino como símbolo vivo de Mi Cuerpo y de Mi Sangre. Dichosos los que son llamados a servirse de Mis sagrados Sacramentos. Sus almas agradecerán este momento único en vuestras vidas.
Quien come de Mi Cuerpo vivirá, quien bebe de Mi Sangre resucitará y no se reconocerá a sí mismo en esta vida, porque Yo lo habré transformado, así como Dios Me lo ha pedido.
Yo vengo a buscar, en ustedes, que puedan despertar la vida sagrada. Si tan solo dan ese paso, el mundo cambiará.
Hoy expongo ante ustedes Mi Corazón como el Santísimo Sacramento. Adórenlo y venérenlo ante los Ojos de Dios. Adoración, Adoración, Adoración, vida de Adoración al Corazón de Cristo.
En Mi silencio, Yo los bendigo. Con Mi Amor, Yo los colmo. Con Mi cura, Yo los libero. A través de Mi Gracia los consagro como nuevas almas en el Reino de Dios.
Confíen en lo que Yo les digo. No pierdan la esperanza, el tiempo de la paz llegará y ustedes son llamados a participar de eso a través de este encuentro sagrado.
Recemos para consagrar.
Santísima Trinidad
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la Tierra
en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido.
Y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
(se repite tres veces)
Aquellos que, en cualquier parte del mundo, hayan tenido la intención de comulgar con Mi Cuerpo y con Mi Sangre, sepan que ya lo hicieron en espíritu y en alma por haber invocado el Amor de Mi Corazón en este momento.
Y a todos aquellos que comulgarán de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, los invito a hacerlo por aquellos que no lo viven, por aquellos que Me olvidan en el sagrario y que ni siquiera Me ven en la Santa Custodia.
Yo los invito a rezar por todos aquellos que no viven a Dios, a comulgar por ellos como una única raza, una única civilización que camina hacia la consagración de la Nueva Humanidad.
Agradezco a aquellos que son perseverantes Conmigo y que oran de corazón para que se cumpla Mi Proyecto, Mi Proyecto de salvación y de paz.
Les agradezco.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Para comprender las Palabras de Nuestro Señor no solamente es necesario abrir los oídos, sino que hay que intentar percibir con nuestro corazón qué es lo que exactamente Él quiere colocar dentro de él.
Y otra de las cosas que tenemos que hacer también es saber que cada palabra es para cada uno de nosotros, no es para el otro, porque a veces pensamos que esas palabras no son para nosotros. Y, a veces, perdemos la oportunidad de ser instruidos y guiados, de reparar una desviación en nuestro camino, porque pensamos que las Palabras del Señor son para otros hermanos.
Así es que abramos nuestro corazón y sepamos siempre que cada palabra es para cada uno de nosotros. Así nunca perderemos una oportunidad.
Fray, ¿qué nos puede contar?
Fray Elías del Sagrado Corazón:
El Cristo hoy, de una forma poco común, Él expuso Su Corazón como si fuera el Santísimo Sacramento y esa Luz de Su Corazón se expandía hacia nosotros.
Él entregó una llave importante también para este país, que es la unidad. Hizo mucho énfasis en ese sentido, porque sabe que nosotros podemos escuchar lo que Él dice, guardar Sus Palabras, ponerlas en práctica.
Hoy yo sentí, ante la Aparición de Cristo, que Él estaba dando una última alternativa. Sentí que no era nada definitivo, pero que era un llamado a nuestra consciencia interior.
Él sabe que podemos unirnos un poco más. Él sabe que Uruguay tiene una tarea muy importante en el fin de los tiempos. Él dice que dependerá de nuestro grado de unidad que eso suceda.
Él nos pidió que dejáramos de lado las cosas superficiales, nuestras propias voluntades, para poder cumplir la Voluntad Mayor. Tal vez no entendemos cuál es esa Voluntad, pero si nosotros hacemos lo que Cristo nos pidió, de unirnos, algo positivo podrá acontecer aquí.
También sentimos, delante de la Aparición del Maestro, que Él vino a abrir una puerta aquí y que solamente Él es el que la puede abrir.
Él también nos dio una llave importante que es la Adoración. Algo que tal vez no conocemos o no le prestamos mucha atención, pero así como Él dijo, en la oración que hicimos al final, Él está presente en todos los sagrarios de la Tierra y ofertó Su Corazón para que nosotros pudiéramos adorarlo y entender muchas cosas.
Él agradeció mucho esta oportunidad de estar aquí, entre nosotros, pero sabe que nosotros podemos dar un poco más, principalmente como uruguayos.
Hoy Él nos entregó simbólicamente una misión: estar unidos para poder realizar ese Plan que Él prevé para este país. En ese momento, sentimos que todos los ángeles de las naciones estaban unidos en ese propósito que Cristo nos colocaba; y otras Jerarquías celestiales también estaban presentes con Él, anotando en grandes libros muchas cosas, lo que entendimos que era algo futuro que no fue revelado. Él nos ofertó Su Corazón para que pudiéramos entender lo que nos pide.
Él tenía mucho más para entregarnos, porque así lo dijo, y espera que nos entreguemos más a Él para que nos pueda dar más de Él.
Hoy sentimos también, delante de Cristo, que estábamos siendo vistos por Dios con mucha compasión.
Madre María Shimani de Montserrat:
Una de las cosas que Nuestro Señor dijo hoy es que no existen dos propósitos, sino que existe un solo Propósito, que es el que Él nos pide. Entonces a veces necesitamos percibir con claridad si es que estamos siguiendo el Propósito que Él nos plantea o estamos siguiendo nuestro propio propósito. Sobre todo, a nosotros, que en este país tan pequeño somos tan pocos, Él nos pidió que trabajáramos en unidad y que no tuviéramos dos propósitos. Será necesario que reflexionemos mucho, si es que estamos realmente todos bien concentrados en ese único Propósito y sobre qué es lo que vamos a hacer para que nuestra unidad sea verdadera y plena.
¡Gracias, Señor, por cuánto nos das!
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más