Mis queridos hijos:
La obediencia a Dios nunca puede ser forzada.
En Mi ejemplo de Mujer y Madre en la Tierra, ante el Llamado interno de Dios, a través de la presencia del Arcángel Gabriel, nunca dudé ni cuestioné; porque Dios, con Su Obediencia, había inundado Mi Alma, Mi Vida y Mi Corazón.
Por eso, hijos, una vez le expresé al Padre Eterno: “Hágase en Mí según Tu Palabra”, porque en la verdadera Palabra de Dios el alma encuentra el sentido espiritual de servir a Dios sin excepciones.
Por eso, la obediencia a Dios nunca podría comprenderse como una regla severa o una imposición, porque es una Ley que libera al alma de la condición humana.
En la obediencia está la esencia de la paz y en la paz está la expresión auténtica del amor del corazón.
Hijos, a lo largo de los tiempos, la humanidad tergiversó el concepto de obediencia; porque en la obediencia está la protección de uno mismo, de todo lo que el alma pueda vivir en la Tierra.
La obediencia es el pilar fundamental de la unidad. Por eso, cuando el alma no obedece, destruye la unidad que debe generarse en este mundo para que se concrete el Plan de Dios.
Pero no se puede vivir la obediencia como un camino obligado a cumplirse, porque en la obediencia está la Mirada Paternal de Dios; porque en esa sagrada obediencia, Dios deposita Sus más preciadas aspiraciones.
Cuando se desobedece, el alma pierde la Gracia de vivir su propia liberación, de ser desterrada de sus propias amarras.
Hoy, hijos amados, los invito a pensar en la obediencia de María.
Estoy aquí para enseñarles, por pedido de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Esclava del Señor
Queridos hijos:
Cuando algo llega a su fin no significa que sea definitivo, sino que representa el momento y la oportunidad de recapacitar, ante todas las Gracias de instrucción y de guía que brotaron de Nuestros Sagrados Corazones.
Cada momento de finalización representa un momento de introspección, así como su Madre lo vivió en muchos momentos, principalmente durante la agonía, el calvario y la muerte de Mi Hijo Amado.
Ustedes, queridos hijos, no están separados de este momento de cierre. Al contrario, sus vidas tendrán la posibilidad de meditar y de reflexionar ante tanto, pero tanto, que fue recibido por Amor de parte de Nuestros Sagrados Corazones.
Este es un momento de revisión y de conscientización ante lo que hoy viven las naciones y los pueblos. Este es el tiempo de que la Sagrada Palabra se cumpla en cada uno de ustedes y de que, a partir de ahora, dejen de solamente escuchar la Divina Palabra.
Este paso significa un esfuerzo interior para cada hijo Mío, porque representa que están ante la manifestación de los frutos, pero también de los errores cometidos. Están ante la oportunidad de enmendar sus vidas para que sean un espejo no solo de amor, sino también de justicia, de caridad y sobre todo de verdad.
Que, después de todo lo que fue recibido durante tantos años, aprendan a vivir la Verdad de Cristo en ustedes, ante un mundo opaco y oscuro, sin verdad ni transparencia. La Verdad y la transparencia de Cristo los llevará por el camino de la protección de ustedes mismos y del mundo, para que en ustedes reine el Amor del Redentor.
Como Madre y Espejo de Justicia, estoy aquí porque Mi único anhelo es que muchos más vivan la Verdad que es Cristo, Nuestro Señor y Redentor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Que, en este mes de la Natividad del Señor, ustedes, al igual que los pastores de Belén, reciban con alegría el anuncio de la llegada y del nacimiento del Cristo Interno.
Este acontecimiento, que sucede año tras año, debería ser considerado especial y único por las almas; porque, inclusive las familias se ven en la oportunidad interna y espiritual de renovar sus votos como familia; y también cada miembro de la familia, más allá de la edad, sepa que espiritualmente podrá estar ante su propio Cristo Interno y, a través de Él, más cerca del Propósito espiritual de su vida.
Por ese motivo en el mes de diciembre, la Natividad del Señor les concede también una amnistía por los errores cometidos y a su vez les otorga a las almas la Gracia de poder redimensionar sus perspectivas internas, para que toda aspiración esté bajo el amparo de Dios y de Su Voluntad.
El Nacimiento de Cristo es algo más que un acontecimiento histórico, que es recordado por todos, es un momento en el que el Sagrado Espíritu del Amor y de la Paz de Dios puede traer alivio, aceptación, claridad y entendimiento en todas las situaciones de la vida.
Este es el principal motivo espiritual por el cual las familias del mundo son llamadas a rezar a los pies del Sagrado Pesebre, para que los miembros de cada familia estén bajo la misma protección y resguardo como lo estuvo la Sagrada Familia de Nazaret.
Representa y significa la posibilidad de recibir las mismas Gracias santificantes que la Sagrada Familia recibió; a saber: la Gracia de la fidelidad al Plan de Dios, la Gracia de la unidad, la Gracia del servicio abnegado, la Gracia de la compasión y la Gracia del amor por el semejante.
Estas Gracias obraron en los Corazones de Jesús, de María y de San José, para que nuestras personas pudieran ser el ejemplo de la Presencia Divina en la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La oración es la gran llave que abre la puerta de los Cielos.
Cuando su oración es sincera y sin apremios, es una oración abnegada. Ella produce grandes efectos a través del alma que la practica y la vive. Es la forma de que estén en contacto con los Cielos en estos tiempos de definición.
La oración sincera siempre los volverá a colocar en el camino correcto y en la vibración espiritual correcta. Ella los protegerá de sí mismos y de los demás acontecimientos que se avecinan.
La oración es la verdadera vacuna contra toda epidemia adversa, porque al orar, ustedes, Mis hijos, elevan la consciencia y el espacio que los rodea, generando un importante vórtice para que el universo angélico pueda transmutar la oscuridad.
Cuando esa oración es ofrecida en grupo, más allá de las distancias, sus efectos son globales y muchos beneficios se establecen en aquellas almas que ya estaban condenadas.
Deben volverse aspirantes de los misterios de la oración, porque recuerden que la oración, en este momento mundial, es el alimento esencial y primordial de la humanidad en transición.
Yo los invito a orar sin causas ni condiciones. Los llamo, hijos Míos, a ofrecer sus vidas como una constante oración para que sus ejemplos sean el consuelo para Dios, ofendido y lastimado por la indiferencia del mundo.
Ofrezcan, en esta Navidad, sus oraciones por los niños y las familias refugiadas, por las graves crisis humanitarias, que se multiplican más rápido que la fraternidad y el bien.
Alivien, a través del Rosario, la indigna vida y el dolor de las mujeres refugiadas, de los que no tienen nada y no son aceptados ni acogidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En tiempos de epidemias que reine la oración, para que la propia oración sea el escudo espiritual y material que los proteja junto a sus ángeles de la guarda.
Que, en este tiempo, sus corazones reconfirmen su compromiso con la oración, porque la humanidad y el planeta lo necesitan.
Para que esta epidemia sea disuelta de la consciencia del planeta es necesario, hijos Míos, que solos, en familia y en sus hogares se construyan altares de oración, a fin de que la situación actual vuelva a su normalidad.
Por eso, concéntrense y no se distraigan, vayan a la fuente correcta y les aseguro que comenzarán a conocer los poderes sublimes de la oración.
Refuercen el importante compromiso con el Santo Rosario y hagan del Rosario el arma de defensa contra toda oscuridad y tribulación, porque de esa forma sus familias también serán amparadas y no les faltará la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Luz maternal se expande por todos los espacios a fin de ayudar y proteger a mis hijos.
Con Mi Luz maternal disipo los asedios y disuelvo los obstáculos que las consciencias viven día a día.
Bajo la Luz maternal coloco a los que Me claman y piden Misericordia y, así, libero de las prisiones a los que oran de corazón.
En Mi Luz maternal protejo a los corazones perturbados y les entrego la paz a los que la buscan.
Con el descenso de Mi Luz maternal genero una corriente poderosa que impide los embates y las batallas que podrían vivir Mis hijos.
Por medio de Mi Luz maternal sostengo a los que profesan su fe en Dios y despierto en ellos el amor misericordioso, para que las criaturas reconozcan su filiación con el Padre Celestial.
Quien recibe Mi Luz maternal ya no está en pecado ni en falta porque la Luz maternal lo transmuta y eleva su consciencia hacia el Divino Propósito espiritual cuantas veces sea necesario.
¡Les agradezco por responder, con fe, a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy les dejo a las almas y al mundo entero las promesas de la Rosa de la Paz para quienes tengan consigo esa santa imagen.
Estas promesas servirán de auxilio y de amparo para los corazones que tengan fe y esperanza, como también serán un puente de salvación para aquellos que más necesiten de luz y de redención.
Les entrego las Doce Promesas de María, Rosa de la Paz, a fin de que ellas sean el medio por el cual la Divinidad pueda obrar e interceder por el mundo
Las Doce Promesas de María, Rosa de la Paz
1. Proteger las casas y las familias de cualquier atentado o guerra.
2. Despertar la solidaridad, la fraternidad mutua y el bien entre los pueblos.
3. Sembrar los valores de la fe y de la comunión con Cristo con base en los principios del Evangelio y la Palabra de la Jerarquía Espiritual.
4. Reunir a las almas para estar en oración y en unión con las naciones, los necesitados y todos los que padecen adversidades.
5. Unificar a los corazones con el principio de una hermandad elevada y de una paz sin fronteras.
6. Depositar en el seno de las familias los atributos del amor y de la paz con base en todo lo enseñado por Cristo.
7. Disipar cualquier tipo de peligro, tentación, opresión o castigo de la consciencia humana.
8. Aprender a convivir en armonía con la Naturaleza y motivar e impulsar el cuidado y la protección de los Reinos Menores.
9. Reflejar en la consciencia humana la Sabiduría y el Discernimiento de Dios para tomar decisiones correctas y no decisiones precipitadas ni impulsivas.
10. Solidarizarse con el pobre, el moribundo, el huérfano, el enfermo y todo ser en sufrimiento moral, psíquico o material, a fin de aliviarlo y de aproximarlo a la Misericordia de Dios.
11. Confirmar, dentro de sí, la victoria del Amor de Cristo y la expresión del Amor en sus diferentes fases de la vida a través del servicio, la familia, la oración, la cura y la Instrucción.
12. Asumir el compromiso y la misión que se vino a cumplir a la Tierra, fortaleciendo la fe en la Madre de Dios, como Guía y Abogada de todas las almas.
Yo los ayudaré a que estas promesas se cumplan en ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Hoy vengo junto a Mi pequeño y amado Hijo, como la Señora de la Daga para poder cortar, a nivel espiritual, todo lo que causa el dolor y el sufrimiento en las almas que fielmente siguen a Cristo.
Hoy vengo como la Señora de la Daga para que Mis hijos encuentren el sendero del alivio y salgan del camino del sufrimiento.
Por eso, como la Señora de la Daga, Me presento para poder abrir los caminos de aquellos que los tienen cerrados, de los que están perturbados y perdidos por las fuerzas del caos.
Soy la Señora de la Daga y junto a Mi Hijo traemos la esencia de la Justicia de Dios, sin dejar de atender a los que más necesitan y precisan de la ayuda del Señor.
Hoy Me presento, junto a Mi Hijo, como la Señora de la Daga para dar testimonio a todos del poder de la divina protección, reflejado en la presencia de los ejércitos celestiales y de las huestes guerreras de San Miguel Arcángel.
Hoy llego como la Señora de la Daga y dejo para Mis hijos la emblemática confianza de Dios, aquella ciencia que siempre los protege y los ampara de cualquier peligro.
En Mi Daga de Luz está la redención del mal.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El sentimiento más puro del corazón siempre nacerá a través de la constancia en la oración. Continúen caminando todos los días con la aspiración de vivirlo. ¡Cumplan por Dios, con ese propósito!
Ese sentimiento puro del corazón los llevará siempre y bajo cualquier circunstancia, a poder vencer con el amor y con la verdad. Y por más que los embates o los golpes espirituales sean fuertes, hijos Míos, la oración les dará la fuerza interior que necesitan para poder levantarse y seguir caminando rumbo a la Patria Celestial, en dirección al Reino de Dios.
Hijos Míos, la oración que es ofrecida amorosamente y diariamente por sus corazones derrota muchos planes de Mi adversario, ideas espantosas que estarían a punto de concretarse.
La Oración por las Naciones tiene ese poder tan cortante como la espada de luz de los ángeles; una oración que ayuda a disolver todos los males e instaura el Reino del Padre Celestial en las naciones y en los corazones.
Sepan, hijos Míos, que Yo siempre los protegeré y los ampararé en esta sagrada y victoriosa tarea de conceder la paz a las naciones del mundo.
Continúen trabajando por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón en sus vidas y en el mundo.
¡Les agradezco por su pronta respuesta!
Los bendice y los convoca para orar por la paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A todos los que oran Conmigo, Yo les doy la fortaleza de Mi Corazón, para que puedan atravesar sus purificaciones, para que aprendan a superar el fin de los tiempos.
A todos los que oran Conmigo, les doy la fortaleza de Mi Corazón, porque como la Madre que estuvo presente en la Tierra, sé que Mis hijos la necesitan para poder sostenerse.
A todos los que oran Conmigo, les doy la fortaleza de Mi Corazón, porque como Madre sé que Mis hijos, a pesar de lo que suceda en estos tiempos, se sentirán protegidos.
A todos los que oran Conmigo, les doy la fortaleza de Mi Corazón; para que, en cada nuevo paso, sientan el poder de la confianza en Dios.
A todos los que oran Conmigo les doy la fortaleza de Mi Corazón; porque sé, como Madre, que Mis hijos nunca atravesaron estos tiempos y que por primera vez aprenden a vivirlos.
A todos los que oran Conmigo de corazón, les doy la fortaleza de Mi Corazón y los mantengo en Mis brazos para que sientan Mi maternal refugio.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Los Tres Sagrados Corazones, como nunca antes, estamos trabajando dentro de la humanidad y de su consciencia profunda, a fin de que algunos principios espirituales se mantengan intactos y protegidos.
For this reason, more than ever, the Spiritual Hierarchy makes all the necessary efforts to prevent human ignorance itself and the inordinate use of power on Earth from spiritually creating those degenerative conditions that will open the door to decadence and the risks that humanity, with no consciousness, will choose as its destiny.
Paulo Roberto Migray, [24 de fev de 2023 11:15:38]:
Ok, gracias
Es así que, silenciosamente, como hace más de dos mil años, cuando esta raza se encontraba a las puertas de su gran autodestrucción, fue allí que los Sagrados Corazones se reunieron para llevar adelante esa misión compleja de volver a colocar a la consciencia de la humanidad en el lugar que le corresponde.
En este tiempo se vuelve a llevar adelante una misión espiritual semejante a la anterior, solo que esta vez no es solo compleja, sino también difícil, ya que la consciencia humana aprendió a destruirse a sí misma, así como también aprendió cómo deshacerse de su propia vida y trasgredir su sociedad, su cultura y su fe.
A las puertas del Apocalipsis los Sagrados Corazones articulan estrategias amplias, a fin de que la mayoría pueda despertar del sueño y de la ilusión en la cual se colocó.
Estamos ante el desafío de los últimos tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Reza en estos tiempos por tus enemigos, por los que una vez estuvieron sosteniendo el mismo estandarte que tú y pronunciaron la misma fe que la tuya, pero luego dieron las espaldas con sus rebeldías y falsos comentarios.
Reza, como lo hizo Mi Hijo hasta en lo alto de la Cruz, y pide perdón por los que ofenden a Dios con sus palabras y calumnias.
Reza por todos los que no aman de verdad la Voluntad de Dios, así como ella se muestra, para que la gracia que una vez recibieron no caiga sobre sus cabezas como una lluvia de incesante justicia.
Reza, hijo, porque el tiempo final está llegando y los lamentadores serán más que los felices. Lo verás con tus propios ojos.
Reza, hijo, por los que repudian a Cristo sin consciencia y con gran ignorancia, por los que lo rechazan a través de la Obra de Amor que Él en estos tiempos realiza y que no es aceptada por los ingratos.
Reza por los que creen tener seguridad de su salvación y por los que piensan, hasta los días de hoy, que después de sus mentiras y engaños, especialmente los que estaban antes dentro de esta Obra, saldrán victoriosamente ganando.
¡Ay de ellos, pobres almas miserables, no quisiera recordar lo que les espera!
Reza, reza mucho, porque la oración siempre hará milagros y todo pasará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Mi caricia es como el pasar del suave viento.
Mi regazo es como recibir el cálido calor del Sol en el invierno.
Mi Amor es como la ternura de una madre con su pequeño hijo.
Mi oración es como la lluvia que cae constantemente.
Mi esperanza es como la flor que se abre a los rayos del Sol.
Mi fe es como la bóveda celeste en la noche.
Mi súplica es como el llamado del Universo a todos los seres.
Mi devoción es como el fuego de la noche.
Mi paz es como las olas que golpean armoniosamente en los océanos.
Mi cura es como el rayo del Sol que penetra la tierra oscura.
Mi unidad es como el equilibrio y la armonía del Universo local.
Mi luz es como el Sol en el amanecer hasta que alcanza su punto más alto.
Mi alegría es la consagración de los hijos de Dios.
Mi júbilo es la concreción de la vida sacerdotal.
Mi paciencia es como el fruto que madura lentamente en el árbol.
Mi dulzura es como la fruta más dulce del planeta.
Mi misión es como el servicio abnegado de los que sirven a Dios sin cansancio.
¿Y cómo son, hijo Mío, tus virtudes?
¿Has encontrado la semejanza de tus acciones en la Creación?
Deja que fluya en ti ese principio del Don de Dios.
Permite que despierten los talentos de estos tiempos para que la Tierra sea repoblada de simples, pero verdaderos valores.
Anímate a decirle "sí" a la virtud del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los que ya despertaron - Parte I
A los que ya despertaron les corresponde, dentro del Plan, el mayor compromiso, la solidaridad, la cooperación y el esfuerzo para hacer siempre lo mejor.
A los que ya despertaron les corresponde sostener más a los que no se sostienen; les corresponde hacer lo imposible para que cada etapa del Plan se cumpla.
A los que ya despertaron les corresponde unirse y fraternizar más con el prójimo; les corresponde hacer el mayor sacrificio por los que no lo hacen verdaderamente, para poder compensar la desigualdad existente entre lo que se ha recibido del Universo, como tesoro, y los que no se entregan sinceramente a Dios y crean conflictos.
A los que ya despertaron les corresponde tener siempre presente que están sirviendo a Dios y no a alguien en particular; que la Obra no está personificada en ninguna consciencia, simpatizante o dirigente, porque la Obra es de la Jerarquía y no de la humanidad.
A los que ya despertaron les corresponde ser conscientes de que todo lo que realicen, piensen o expresen influenciará a favor o en contra del Plan, dependiendo de la intención pura o impura que se le coloque.
A los que ya despertaron les corresponde salvaguardar, amparar y proteger a los que recién despiertan y sí quieren vivir el cambio. Hay que protegerlos de los que se cristalizaron en el tiempo y el espacio con sus formas, ideales y proyectos que no están fusionados a la Voluntad de la Jerarquía.
Esa protección de los que recién despiertan permitirá renovar, de forma permanente, la Obra de la Jerarquía.
A los que ya despertaron les corresponde saber que todo lo que se haga o se diga, sea evolutivo o negativo, influenciará a favor o en contra de los Proyectos de la Divinidad y que eso ayudará o desfavorecerá a la realización del Propósito.
Esa actitud, de una forma u otra, pesará positiva o negativamente en la consciencia que lo emita. Por eso a los que ya despertaron les corresponde, como disciplina, nunca olvidar que están en un lugar que no les corresponde, que fue concedido por la Gracia y la Misericordia y que ese lugar, tarea o misión no podrá ser en vano, sino que deberá recibir el valor y el respeto con el amor y la reverencia que se merece la Jerarquía.
A los que ya despertaron les corresponderá recordar que todo lo que suceda en este ciclo quedará registrado en el Universo y que un día todo será evaluado por la Divina Justicia.
A los que ya despertaron les corresponde tener más humildad, resignación y mucha gratitud, así la Obra permanecerá viva en el tiempo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Divino Pesebre dentro del seno de la familia mundial revela la Presencia de la Santísima Trinidad a través de los Sagrados Corazones de Jesús, María y San José.
La veneración verdadera, humilde y orante al Divino Pesebre de la Sagrada Familia, simboliza la unión interna del alma que venera con las bases esenciales de los Dones y de las Virtudes de la Sagrada Familia.
En ese sentido, la Presencia de la Sagrada Familia dentro del seno espiritual de las familias del mundo, genera y crea la condición necesaria para que cada miembro familiar, cada consciencia o persona humana que integra el núcleo de la familia terrestre, pueda participar interiormente de los valores morales, espirituales e internos que la propia Familia de Nazaret encarnó y vivió en los tiempos pasados.
Por eso, tener consciencia de todos los atributos humildes e internos que fueron expresados por Jesús, San José y María, construye en la consciencia que los contacta el camino de la redención.
Ahora, en tiempos de crisis en los que la familia, como centro de la sociedad y de la modernidad, es influenciada, atacada y disuelta por las formas y por las tendencias humanas, ella debe recuperar el sentido de su existencia y el camino de su propósito para estos tiempos.
La familia de esta era y de este ciclo es uno de los proyectos más osados y complejos de poder manifestar, conducir y guiar hacia la meta del espíritu.
La unión primordial con el Proyecto vivido por la Sagrada Familia hace más de dos mil años vuelve a colocar en el sendero de la Luz, de la compasión y del perdón a todas las familias de la actualidad que se decidan a reencontrar el propósito grupal que vinieron a cumplir.
A pesar de que cada miembro de la familia es, en este tiempo, un espejo de su propia realidad interna, cabe resaltar que la cura y la reconciliación entre los miembros de una misma familia constituye uno de los objetivos más urgentes en el fin de estos tiempos, tanto para las familias que aún se mantienen íntegras como también para las familias que por diversas razones se han dividido o separado, siendo el adversario la causa espiritual de esa división.
Con el fin de cortar esa cadena milenaria de separación, división o maltrato en el seno de las familias de estos tiempos, es que su Madre Celeste está empleando y solicitando la elaboración y construcción del Pesebre de Belén, ya que las familias del mundo, lejos de las modernidades y de todas las tendencias humanas, precisarán percibir conscientemente cómo se encuentra el estado interno familiar de cada miembro y también cómo se encuentra el estado interno de las grandes familias espirituales en las comunidades y en los grupos religiosos.
Si en este ciclo, ciertos patrones alterados de conducta y comunicación están presentes y prevaleciendo, significa, hijos, que toda la base familiar, social e interna de la familia en sí, deberá ser completamente renovada.
En este tiempo, el sentido de la alianza familiar es un camino y un propósito fundamental que llevará a gestar en cada consciencia, así como en cada miembro familiar, el espíritu de la unidad y de la consideración para con el prójimo.
Si en el tiempo actual, las familias desconsideran el divino modelo de la Sagrada Familia, al final de este siglo XXI, la humanidad como un todo, habrá sustituido dentro de su propia consciencia la esencia del amor en la familia por las influencias de los medios, de los estímulos y de las realidades externas que provienen de lo que la propia humanidad considera innovador.
Para preservar de todo, la cultura de la familia y a sus miembros, será necesario consagrar a cada uno de ellos a la Sagrada Familia de Nazaret.
Esa consagración deberá llevar a la familia a abrirse al camino de la oración y de la verdadera Comunión con Cristo porque, en verdad, Él es el modelo principal en la integración de las familias por medio de la Esencia Crística.
El Padre Celestial, en Su Infinita Misericordia y Piedad, aspira a que el principio y el sentido del propósito de las familias del mundo pueda ser recuperado y acogido por todos los seres humanos.
La familia de hoy es el principal objetivo de búsqueda y de conquista por parte de las fuerzas del caos, que promueven su división, con astucia e inteligencia.
En esta próxima Natividad del Señor, la intención de su Señora y Madre Celestial es poder trabajar, a través del Pesebre, en la recuperación inmediata de los valores espirituales que las diferentes familias necesitan en este tiempo para poder sobrevivir y atravesar el fin de este ciclo.
Por eso, cada oración hecha con amor hacia la Sagrada Familia de Nazaret constituirá esa fortaleza inquebrantable que las familias del mundo necesitarán para aprender a sobrevivir a todas las interferencias e influencias de estos tiempos críticos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Bendice a todas las familias del mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy la Reina de los ángeles y, bajo Mi cuidado, tengo varias legiones y coros angélicos que protegen Conmigo la evolución del Plan de Dios.
Adonde Yo los envíe, ellos van y sirven silenciosamente a las almas, para guiarlas y que no pierdan el camino de regreso a la Casa del Padre.
Yo Soy la Reina de los ángeles y con Mi Presencia cuido a diversas legiones de ángeles que expresan linajes y virtudes que agradan a Dios, dones divinos que ayudan en la transmutación del planeta y de su humanidad.
Cada ángel de la guarda, que está unido a Mí por la oración del alma devota, Me anuncia cómo está el camino espiritual del ser al que acompaña desde hace bastante tiempo. Y esto es lo que el ángel de la guarda necesita para cumplir su misión en esta humanidad.
Los ángeles son altamente obedientes y solo viven un propósito.
Ellos no pueden escoger, son naturalmente serviciales y cumplen amorosamente los Designios de Dios.
Ellos trabajan día y noche por la redención del planeta y tienen la potestad de advertir y guiar a las almas que conscientemente se unen a ellos.
Ellos aman lo que hacen y buscan todo el tiempo poder llevar el bien a toda la raza, no importándoles el resultado o el precio de esto.
Los ángeles son capaces de proteger el mundo esencial de las almas si por alguna razón estuviera en peligro. Ellos pueden advertirles de cierto peligro a través tres llamadas internas, de las cuales la tercera define si el alma continuará encarnada o partirá de este mundo hacia una escuela mejor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Para que siempre exista protección en ciertos espacios de la consciencia, y que esta protección se mantenga, no solamente en ella sino también a su alrededor, se necesita de oración y de paz.
Cuando esta protección es alterada por situaciones de la vida externa, o por falta de una verdadera vida de oración, comienzan a surgir situaciones que no estaban previstas por la propia consciencia, o por lo que está a su alrededor.
Es esencial, en estos tiempos, asumir una vida ardiente de oración para que, de esa forma, pueda existir protección en todo.
En los tiempos de hoy, no asumir verdaderamente la vida de oración, significa dejar atrás la posibilidad de recibir ciertos dones, que ayudarán a neutralizar o a mantener en equilibrio todas las corrientes que son contrarias a lo evolutivo y elevado.
Permaneciendo en el camino de la oración, las realidades y las experiencias serán otras.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El camino de la oración del corazón siempre los llevará a vivir un gran cambio en la consciencia y en la vida. La oración les permitirá sentir la verdadera existencia y así encontrarán el sentido de estar aquí, en este tiempo definitivo.
Todo lo que puede hacer la oración del corazón en la vida de un alma, sinceramente devota, es indescriptible. Es así que, en estos tiempos, la oración del corazón puede abrir las puertas al universo de la Gracia, de la Misericordia y de la Cura a los corazones del mundo.
La oración es capaz de evitar la catástrofe planetaria y puede conducir, hacia el camino de protección, a las almas que en peligro necesitan ingresar en él.
Por eso, la oración es un misterio grande a develar, ya que en su esencia se encuentra el camino para poder vivir simplemente nuevas cosas.
La oración representa el diálogo que las almas deben tener con Dios, en el momento de entrar en comunión con Su Divino Espíritu.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice siempre en este camino de oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Envolveré al planeta con Mi Corona de Luz para que las esencias, en su mayoría, estén protegidas durante el día de la gran batalla del Armagedón.
Extenderé Mi Manto sobre las naciones para que la mayor cantidad de almas pueda protegerse durante el tiempo de la purificación.
Pediré a Mis santos ángeles que guíen y conduzcan, por los caminos de la paz, a todos los que necesitarán de guía y de orientación espiritual.
Revelaré Mi soberanía a los tiranos y derrotaré, con Mi Amor, a los que persiguen a los buenos cristianos.
En los días que llegarán, no dejaré que nadie se pierda. Dentro de lo permitido por la Ley de la Gracia, la humanidad podrá tomar consciencia del mensaje del fin de los tiempos.
Entregaré Mi puro Corazón a todos los que lo quieran adoptar como refugio y escudo contra toda adversidad.
Emitiré las señales del Cosmos hacia el planeta y todo será bien claro, para que nadie se confunda.
En los tiempos que llegarán, la oración inmediata será el salvavidas que retirará del naufragio a los cayeron en sus propios abismos.
Cada acto de amor verdadero representará una oportunidad para que las almas den sus pasos y se liberen de las cadenas que los aprisionan.
Habrá, por un corto tiempo, una etapa de paz inexplicable que todos deberán aprovechar para que muchas situaciones internas y externas se resuelvan a través de la sagrada armonía.
Ese tiempo está cerca, y deberán prepararse para estar siempre en prontitud al servicio de la Voluntad Divina; porque así, queridos hijos, ayudarán a cumplir todas las etapas del sagrado Plan de Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los santifica en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y en Mis brazos llevo a Mi Hijo en representación universal de todos los hijos que tengo.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y auxilio a las consciencias que más necesitan una salida.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y amparo en Mi seno a cada alma, protejo al corazón que se consagra a Mi maternidad y disipo de su vida todos los obstáculos que impone Mi eterno enemigo.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y con Mi corona de estrellas ilumino los caminos internos que las almas buenas deben recorrer hasta encontrarse con Jesús.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y le ofrezco a cada devoto la niñez de Mi Amado Hijo, para que encuentre su pureza y sobriedad hasta en los más mínimos detalles.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y evito muchos peligros que Mis hijos del mundo podrían correr. Decreto el Amor infinito de Dios en toda la existencia y así neutralizo las corrientes contrarias del mal que quieren asechar a Mis pequeños.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y ayudo a que cada consciencia despierta se transforme con humildad, que conozca su condición humana para que con esfuerzo y amor la trascienda y así cierre las puertas al pasado.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y guío a los corazones que Me lo piden, construyo las bases del amor en todos los que se abren para vivir a Cristo.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y en Mi silencio evito muchas cosas con el divino pensamiento y así establezco el Reino Celestial en cada pequeño corazón.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y aparto toda perdición y engaño del camino de Mis soldados.
Soy la Madre del Perpetuo Socorro y en medio del caos mundial construyo los puentes de paz entre los corazones, Mi Corazón triunfa en cada hijo que Me vive humildemente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los protege siempre y en todo lugar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más