MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN CRACOVIA, POLONIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A los jóvenes buscadores del Gran Corazón Pacificador de Cristo

Hijos:

Un corazón pacificador es aquel que tiene claro, dentro de sí, el camino que quiere recorrer.

Un corazón pacificador está dispuesto a ir más allá de sí mismo, en pro del bien y de la paz en la humanidad.

Un corazón pacificador reconoce la necesidad y la atiende para poder aliviarla.

Un corazón pacificador no se defiende ni tampoco se justifica. Él siempre busca estar atento a las señales internas.

Un corazón pacificador sabe por qué está en este mundo y para qué ha venido a la humanidad.

Un corazón pacificador se alegra por el logro del semejante y se esfuerza para que los demás lo puedan superar, porque un corazón pacificador sabe que no tiene nada que ganar ni nada que perder, ya que su ardiente aspiración es ayudar a que todos alcancen sus sueños.

Un corazón pacificador ama a la Creación y trabaja secretamente para que cada día la naturaleza sea reparada.

Un corazón pacificador no eleva su voz ni tampoco reafirma sus propias ideas, sino que está receptivo y abierto para aprender de las posibles diferencias.

Un corazón pacificador mantiene viva su aspiración de servir al Plan de Dios y nunca deja de sostener el estandarte de la paz.

Un corazón pacificador busca las Huellas del Maestro, porque en ellas está el camino, en ellas encuentra la verdad, en ellas comprenderá la vida, las experiencias y los aprendizajes.

Un corazón pacificador trabaja por alcanzar sus metas y lucha por expresar sus dones y talentos.

Un corazón pacificador no retrocede, sino camina, teniendo presente que cada uno de sus pasos será bendecido por la Gran Luz.

Un corazón pacificador impulsa el cambio, renueva las formas y concreta las aspiraciones que tiene el Gran Corazón Pacificador que es Cristo.

Que los buscadores del Gran Corazón Pacificador, que en estos días se reúnen y se unen por un Propósito Mayor, reciban las bendiciones de su Madre Celeste, para que todos los jóvenes pacificadores sean las nuevas semillas que se plantarán en la venidera Tierra Prometida.

Los bendice en este día y les agradece por responderle a Dios,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz