APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando una Obra como esta, en un lugar como este, vuelve a reunir a todos sus miembros, a todos los que conscientemente participan de la Obra de la Jerarquía, se preguntaron ¿qué es lo que podría suceder? 

Yo vengo con este Mensaje para que puedan comprender el momento culminante del planeta, momento en el cual todas las Jerarquías Espirituales se reúnen y se congregan para atender a la situación de la superficie del planeta, no solo de sus almas, sino también de las naciones o de todos los continentes.

Aurora es el preámbulo para ese gran momento y, ustedes, ¿pueden comprender lo que les estoy diciendo? 

Un Centro como este no puede pasar desapercibido en el plano espiritual. Por ese motivo, el Gran Portal de Aurora, en este momento, está abierto ante Mi Presencia. Desde el origen, desde donde él surgió en el Universo, hasta este momento en la superficie, ese Portal se extiende y se abre. 

Por eso, Yo les pregunto ¿qué es lo que podría suceder en este momento, en el que ciertas fuerzas retrógradas, en el planeta, someten a las almas y a las naciones tan importantes de Sudamérica?, porque ellas saben que Sudamérica es el preámbulo de la Nueva Humanidad.

Pero ahora, coloquen su atención y, sobre todo, su corazón en lo que se ha construido, en lo que ha sido concebido desde el plano espiritual hasta el plano material a través de esta Obra.

Una vez más, Yo los invito a adherirse a la Jerarquía. Yo los invito a estar conscientes de este momento, porque la poderosa presencia de Aurora disuelve todas las cadenas y las corrientes del mal, y coloca a las almas y a los corazones en el Propósito, sin que pesen sus deudas, sin que las culpas los puedan hundir, sino que los coloca en la esperanza y en el renacimiento de vivir conscientemente el Plan de Dios.  

Hoy, estoy muy agradecida por volver a esta casa, porque fue desde aquí que todo surgió una vez. Fue desde aquí que Aurora se donó al mundo entero y lo seguirá haciendo mientras sea necesario, lo seguirá haciendo mientras sea un misterio y hasta que ese misterio se pueda revelar a todos, por medio del Sagrado Conocimiento de la Jerarquía.

De esta forma, vuelvo a preparar a Sudamérica para la Llegada de Mi Hijo, la llegada de Su Poderosa Presencia Universal.

Por eso, es importante, queridos hijos, que comprendan y que entiendan, que hagan todo lo posible para apoyar a Mi Hijo en la Argentina, que, así como han respondido en el Centro Mariano Santuario de la Creación y hoy responden a su Madre Celeste en este Centro Mariano de Aurora, se unan a Nuestros Corazones como están unidos en este momento, para que la Argentina reciba la liberación que tanto espera y necesita.

Es importante, Mis hijos, que estén muy hermanados con esa nación y que tengan en su corazón al Ángel que rige a ese país, porque Él también precisa liberar Sus alas de las opresiones de estos tiempos.  

Argentina no puede perder su Propósito Espiritual y Divino, y es la gran misión de toda la Red-Luz planetaria unirse como hermanos y como servidores del Plan para que eso no suceda.

En Fátima, les hablamos la última vez sobre la universalidad. Lo que quiere decir con esto la Jerarquía es que ahora se sientan universales, sintiendo que cada lugar y cada espacio de este planeta precisa de salvación; necesita de misioneros, servidores y colaboradores, y que cuando la Jerarquía los convoque, todos puedan responder, así como ella lo necesita. De esta forma, la Jerarquía evitará muchas cosas que desconocen. 

Que a través de este fuego que hoy los reúne, el fuego que surge directamente del origen de Aurora, no solo sean impulsados a la liberación de sus amarras, de las cadenas de la opresión o del mal; sino que Aurora también los impulse a seguir adelante, en estos tiempos de tribulación, en los que todo está en juego en la superficie de la Tierra.

Fortalezcan su templo interior. Confíen en todo lo que la Jerarquía realiza y dice, y les aseguro, Mis hijos, que no estarán sin guía, no estarán desorientados. Vean cuán desorientada está la humanidad en este momento, cuánta guía e instrucción les falta a los corazones. 

Pero, ustedes han tenido una Gracia especial e inexplicable, la Gracia que Aurora les ha proporcionado de poder perseverar, de vivir cada aprendizaje como la oportunidad de dar un paso para cumplir el Propósito del Padre.

Quiero decirles algo más, hijos Míos, porque este es el momento: el Padre Celestial hoy ha sentido su alegría, la alegría de cada corazón presente en este lugar y la alegría de cada corazón presente a través de este medio de comunicación. 

Esto fortalece la red suplicante del planeta, sostenida por grandes Jerarquías y Consciencias del universo que trabajan incansablemente por el establecimiento de la paz y del amor.

Por eso, siéntanse parte de este gran momento. Que sus voces se conviertan en voces suplicantes, en almas que no retroceden a pesar de los asedios del mal, en consciencias que sirven plenamente a pesar del caos que rodea al planeta.

Yo les pido, en este tiempo y a través de Aurora, la absoluta firmeza del corazón y del propósito. 

Ahora, que pueden estar más cerca de Nosotros, después de estos últimos años de aprendizajes y pruebas, les digo a todos ustedes y a los que Me escuchan que no desaprovechen ningún momento porque no habrá otros.

Este es el tiempo de preparar el Retorno de Cristo. 

Por eso, una vez más, demostramos la confianza de Nuestros Tres Sagrados Corazones en cada uno de ustedes, y nos reaproximamos a sus consciencias, para poder reaproximarnos al mundo entero, en donde aún existen grandes nudos de consciencia espiritual que precisan ser disueltos y liberados de este planeta, a través de todas las almas orantes que se quieran unir a la red suplicante del universo.

Cuando coloquen su voz y su corazón en la oración; cuando, a pesar de las experiencias o de las pruebas, se mantengan firmes y sostenidos por la oración del corazón; Yo les aseguro, queridos hijos, que estarán unidos a la red suplicante del universo, la red espiritual de la Jerarquía, que en estos tiempos necesita intervenir en esta humanidad y en este planeta.

Por eso, no duden y sigan los pasos de los Mensajeros Divinos por donde vayan, porque así ayudarán a la Jerarquía Celestial y Espiritual en todo lo que necesita evitarse.

¡Qué importante es este momento, que estamos viviendo reunidos!

Qué importante es este momento en el que los Centros Marianos pudieron reabrir sus puertas a los peregrinos, para que todos los corazones tengan la dádiva de reencontrarse con los Centros Internos del planeta; para que sepan que, a través de cada Centro Mariano, existe una fuente espiritual inagotable, en donde sus almas se pueden sanar, curar y redimir, y pueden llevar en sus corazones una chispa de Luz a sus familiares y amigos, algo que reciben aquí y que deben aprender a compartir, por medio del recogimiento, de la oración y del servicio.

Así, los invitamos a crecer en la tarea espiritual; los invitamos a ser parte del funcionamiento de las herramientas de las Jerarquías; los invitamos a ser perseverantes y consecuentes, como ahora, y a que se den cuenta de que más allá de cada uno de ustedes existe algo muy importante que puede hacer la Jerarquía cuando puede aparecer o anunciar Su Palabra, en este lugar como en otros; y a que, en sus oraciones, hijos Míos, no se olviden de los que quedaron atrás, no se olviden de sus hermanos que no comprendieron Nuestro mensaje y Nuestra acción, porque el Amor misericordioso y curador es para todos, más allá de sus errores o de no ser consecuentes.

Aún deben descubrir la inmensidad de la Misericordia de Dios. Por eso, estoy aquí como su Madre incansable, como Santa María de Aurora. 

Que, en este día de Vigilia de Oración, preparemos esta oferta, no solo por las situaciones del planeta y de la humanidad, sino por todas aquellas situaciones que necesitan de una urgente solución, la solución que solo puede venir de lo Divino, del alma que está sinceramente unida a Dios, a Su Fuente de Gracia y de Misericordia.

Ahora, coloquen su oferta interior en Mi Corazón, para esta tarea que la Jerarquía llevará adelante hasta fin de año, en la que las almas tendrán la oportunidad, a través de Nuestros Corazones, de poder renovarse y de saber que la esperanza, la fe y el amor no pueden desaparecer del corazón que confía, del corazón servidor, del corazón que ama a Dios más allá de todo.

Mañana, Aurora volverá a encenderse, preparando el gran encuentro de los servidores de esta Obra. Y quiero que sepan, Mis amados hijos, que, en esta coyuntura especial y extraordinaria, Nuestros Corazones, los Sagrados Corazones de la Jerarquía Divina, estarán atentos a cada paso de ese encuentro y a que la respuesta de los autoconvocados sea sincera; así lo espera la Jerarquía.

Pidamos al Padre Celestial la Gracia de seguir siendo consecuentes a Su Llamado y a Su Convocatoria, y que siempre la Luz de Dios, sostenida por Su Amor y Unidad, les muestre la verdad que necesitan para dar los pasos en confianza hacia Su Eterno Corazón.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado. Y les agradeceré aún más por responder al llamado de Mi Hijo, para Su especial tarea y misión en Buenos Aires.

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de nuestra Madre, vamos a cantar un canon de Aurora: “Reino de Amor, Reino de Perdón”, para que la Cura, el Amor, la Luz, la Misericordia y la Unidad puedan estar en los corazones.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hermanos, quería compartir con ustedes lo que pasó en la Aparición, porque la Madre Divina considera importante que entendamos lo que está sucediendo.

Vemos que aquí, en Aurora, está todo muy intenso y la Madre Divina dijo que es parte de ese movimiento, y que recordemos que agosto es un mes muy importante para la Jerarquía Espiritual, porque una coyuntura inusual se da en ese mes.

La Jerarquía nos explicaba que, desde el punto de vista espiritual, interno y hasta energético, la coyuntura de reunir a tantas consciencias al servicio del Plan, en ese encuentro que hace la Jerarquía en el mes de agosto; hace inevitable que muchos movimientos se den en los diferentes planos de consciencia, y todos estamos dentro de esa coyuntura.

Por eso, todos podemos estar sintiendo muchas cosas o atravesando algunas experiencias y no estamos comprendiendo porqué. Pero la Jerarquía Divina explicaba que esta coyuntura que se da a partir de hoy, aquí en Aurora, inevitablemente genera muchos movimientos debido a que la sensibilidad del planeta es muy alta, en estos últimos tiempos. Entonces, todos habrán podido sentir, en algún momento o en este ciclo, mucha sensibilidad en diferentes situaciones.

Lo que queremos explicar es que hoy la Jerarquía Divina nos trajo el origen de lo que es el Reino de Aurora, así como lo llamamos. Y estar ante ese origen, para nuestras consciencias, significa muchas cosas, y para la Jerarquía significa un esfuerzo espiritual importante, porque es como si estuviéramos ante una Fuente Espiritual que es un misterio, porque Aurora sigue siendo un misterio; y ese misterio está representado o expresado a través de este Centro Mariano, de esta Comunidad-Luz.

Entonces, la Madre Divina nos explicó que desde el comienzo de las Apariciones, en el año 2007, todos nosotros fuimos participando de diferentes ciclos de Aurora.

Hoy, 24 de agosto de 2022, estamos en un ciclo único, porque no solo es un impulso directo que estamos recibiendo de la Fuente Espiritual de Aurora, sino también esta parte del planeta, el hemisferio sur, está recibiendo por todas las situaciones que cada uno de ustedes sabe que están pasando en América Latina.

Ese primer impulso se dio el día 21 pasado, en el Centro Mariano Santuario de la Creación, a través del Aspecto de Dios que los Mensajeros Divinos trajeron que es El Gibbor, que representa el Aspecto del Guerrero.

Entonces, es importante que nosotros intentemos acompañar a la Jerarquía en lo que está construyendo y haciendo; y que podamos entender por qué ese Aspecto de Dios es el que está descendiendo y no otro.

 Y hoy se suma a esa tarea que está haciendo la Jerarquía Divina, que nuestra esencia, nuestra alma, nuestro espíritu, y también nuestro ser físico; a través de la Aparición de María, hayan estado ante esa Fuente Original de Aurora.

Y, desde que María apareció hasta que Ella se retiró, importantes situaciones del planeta fueron tratadas por la Jerarquía, como por ejemplo la de Ucrania. Después, la Jerarquía se concentró en América Latina, como en la propuesta que nos presentó. Y sabemos que la Jerarquía, a través de Su omnipresencia, trabajó con varias situaciones al mismo tiempo.

Entonces, queríamos contarles esto porque María nos pidió; para que podamos comenzar, desde ahora, a habituar nuestro ser a los voltajes que traerá la Jerarquía y que, especialmente, desde hoy hasta fin de agosto, irán aumentando.

Cuando la Madre Divina nos pide que recordemos el pedido de Cristo de acompañarlo en la Maratón de Buenos Aires, como dijo hoy en la Aparición, es porque toda la Jerarquía Espiritual estará trabajando con Argentina a través de los Centros Internos del planeta.

Por eso, es importante que sepamos que no solo nosotros estaremos peregrinando y haciendo esa tarea de la Maratón en Argentina, sino que también todas las Jerarquías estarán acompañando ese movimiento, porque es una emergencia.

Para terminar, quería decirles que María dijo que la Jerarquía estará agradecida con quiénes puedan estar presentes en Buenos Aires, apoyando a los hermanos de Argentina en esa tarea; y a quiénes no puedan estar, la Jerarquía también les agradece, porque la tarea la hacemos a través de nuestro mundo interno. Y donde estemos, nuestro corazón tendrá que estar encendido allí, por la Argentina.

Entonces, la Jerarquía nos está conduciendo, en este tiempo, a ser conscientes de la tarea de la Hermandad.

Que podamos acompañar a la Jerarquía a donde Ella lo necesite, porque nuestro apoyo consciente y firme es, según la Madre Divina, lo que justifica, ante la Ley, todo lo que la Jerarquía necesite intervenir, auxiliar y ayudar.

En síntesis, es eso. Espero no haberme olvidado de nada.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Estamos todos invitados a acompañar a los Mensajeros Divinos y a nuestros hermanos de Argentina, en este momento tan importante que ellos van a vivir junto con los Mensajeros Divinos, cuando toda esa nación va a poder ser auxiliada y asistida, para que un poco de ayuda y de orden pueda descender sobre esa nación.

Y, como decía el Fray, aquellos que por cualquier razón no puedan estar presentes, solo tienen que conectarse internamente de forma verdadera, como si estuvieran ahí, realmente acompañando y participando de toda esa asistencia que recibirá esa nación, en este momento en que se vive una transición muy difícil.

Y desde Aurora, este Reino de Amor, donde el Arcángel Rafael creó esta maravilla de espacio para la cura interna y espiritual de toda la creación, un espacio pequeño que Dios encontró, pero pleno de belleza; le decimos a todo el planeta, a todo el mundo, que Aurora está disponible para todos; que en este pequeño Reino siempre van a encontrar la cura interior, solo pensando en este Reino, sintiendo este Reino; y que algunos misterios, como decía el Fray, algún día serán revelados a todos.

 Nosotros nos vemos mañana, nuevamente, para encontrarnos con nuestra Madre Divina, con todos Sus Ángeles, con todas las Jerarquías de la Luz. Ellos sí siguen a los Mensajeros Divinos a donde vayan. Y nosotros solamente vamos a agradecer, agradecer a nuestra Madre Divina y a prepararnos para poder encontrar a Nuestro Señor.

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Muchas gracias a todos!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Llego a un mundo aún herido y perturbado. Por esa razón, hoy estoy aquí para estar cerca de Mis hijos, de todos Mis hijos de la humanidad.

Aun más que nunca, estoy en las naciones del mundo, en aquellos lugares en donde hermanos se enfrentan con hermanos por razones sin motivos, en donde el mal toma partida de todo esto.

Este es el tiempo que Yo había anunciado en Fátima, en el que Mis hijos, todos Mis hijos orantes, deberían estar en sus hogares rezando el Santo Rosario, encendiendo una vela a la Madre de Dios; y aun más, sin salir de sus casas, ante todo lo que sucedería en las calles de sus pueblos, en todas sus naciones.

Hoy no quiero confirmar estos acontecimientos por más que están sucediendo. Mi Corazón siente un dolor indescriptible por todo lo que viven Mis hijos en el mundo, especialmente por aquellos que son más inocentes y aún siguen siendo castigados por la indiferencia y por todo lo que sucede, no solo en sus familias, sino también en sus pueblos; heridas que aún no se han cicatrizado y que deberán ser contempladas por la luz de la oración.

Este es el momento, hijos Míos, en el que ustedes y sus hermanos deben ser un espejo de la verdadera oración, de una oración que transforma y que redime, de una oración que se ofrece constantemente a Dios, en reparación por todos los pecados del mundo y por todas las injusticias que viven Mis hijos en este tiempo de adversidad y de caos.

Por eso, así como fue en Pentecostés, Yo les traigo la Luz del Espíritu Santo para que la puedan recibir en su corazón, para que sus almas la puedan sentir y reconocer, para que sean bañados por sus Divinos Dones que, en este tiempo, necesitarán para dar sus pasos en estas filas que Mi Hijo está formando en Sus ejércitos del fin de los tiempos, en preparación de Su esperado Retorno.

Hoy, también les muestro Mi Corazón Inmaculado, un Corazón que sigue pulsando por Amor a la humanidad, un Corazón que se ofrece como refugio para sus vidas y almas, un Corazón que se entrega en sacrificio ante todo lo que sucede en el mundo, ante todo lo que cada corazón siente en este momento de transición planetaria.

Quiero que vean a Mi Corazón como un refugio seguro, como una puerta que los llevará a la Casa de Dios, a fin de que más y más almas orantes puedan enmendar todo lo que sucede en el mundo por medio de la vivencia de los Mandamientos que Mi Hijo les entregó, que hoy son la nuevas Bienaventuranzas.

Necesito, hijos Míos, que sean conscientes de este momento planetario, que cada acto y acción de sus vidas tenga un motivo de reparación y de cura para toda la humanidad, porque en lo más pequeño y en lo más simple es en donde se lleva adelante el Plan de Dios. Esto tiene resultados grandiosos para los planos espirituales de la humanidad.

Hoy también envío, ante Mi Presencia, a los Ángeles de Dios, para que puedan ayudar a las naciones de la humanidad, sobre todo a aquellos pueblos que en este momento viven el enfrentamiento y la guerra, la lucha por la sobrevivencia, por el alimento y lo esencial para poder seguir adelante.

Este es el tiempo de atraer hacia la Tierra la unidad fraterna, llamada fraternidad humana, para que todos Mis hijos aprendan a compartir lo que tienen, ya que, en este momento, no habrá otra salida si no se unen para que sean fuertes en Cristo, en Mi Hijo, el Salvador.

En esa unidad, no solo compartirán su vida, sino compartirán todo lo que tienen y todo lo que poseen, sin tener recelo de que nada les faltará; porque Dios les enviará aquello que necesitan verdaderamente y no aquello que desean.

Aún falta un tiempo para que la humanidad comprenda que es una única familia; que además de existir razas y pueblos diferentes, todos son regidos por el mismo Amor y la misma Fuente, y que en la Fuente Divina no existen diferencias ni tampoco reconocimientos.

Invoco hoy, para ustedes, el sagrado atributo de la humildad, para que más corazones se puedan resignar y entregar a Cristo; para que, como corazones vacíos, puedan ser colmados por sus Códigos de Luz; atributos, virtudes y dones que Mi Hijo les entregará para preparar Su Retorno al mundo, para despertar a los nuevos apóstoles, lo que Mi Hijo aún está esperando para continuar adelante con Su Plan.

Así verán, hijos amados, que a Mis pies no solo tengo al mundo entero, a la consciencia de un planeta que sufre y agoniza por las causas destructivas de Mis hijos que aún no viven a Dios, que están lejos de Dios, que viven la ambición y el poder descontrolado, y solo quieren más y más.

Quiero que, al igual que su Madre Celeste, coloquen en su corazón al planeta; que sus oraciones, cantos, sacramentos y servicios ayuden a curar a la consciencia del planeta; que todo pueda ser reparado para que la Luz de la Divina e insondable Misericordia de Mi Hijo rescate a las almas y se abran los caminos para todos los que lo tienen cerrado; para que, en este abismo planetario, brille la Luz de Dios.

Como su Señora del Santo Rosario, nuevamente los invito, hijos amados, a seguir orando Conmigo, no solo por la paz, sino por el fin de la pandemia; no solo esta pandemia que viven o que hoy conocen, sino por muchas pandemias espirituales que hacen sumergir a las almas en los infiernos de la Tierra y que son peores venenos que la actual pandemia que existe.

Deben tener consciencia, hijos Míos, que el poder de la oración se debe ampliar, no como un fanatismo o un fervor descontrolado, sino con la consciencia que la oración necesita tener dentro de ustedes, para que los portales de la Paz se abran y las almas sean sacadas del sufrimiento.

Hoy, como soldados Míos, soldados de la oración de María, los invito a unirse a Mí, de corazón a Corazón, a fin de que esta situación se revierta y las almas no pierdan el amor, la fe y la esperanza que las hará persistir y atravesar estos tiempos difíciles.

Por eso, en este momento, ante la Mirada compasiva de Dios, traigo el poder de la Luz de Mis Espejos, de las sagradas herramientas de Dios, para que ellas irradien al mundo y a todo lo que está dentro de él; para que la vida terrestre no solo sea curada, sino sublimada; para que las almas sean colmadas por el Amor de Dios y vuelva a despertar en ellas la confianza de vivir en Cristo y por Cristo, a fin de que se cumpla la Divina Voluntad.

En este mes de mayo, vengo a caminar a su lado como la Madre peregrina, como la Madre del Santo Rosario, que en este día coloca Sus pies sobre la Tierra para caminar junto a Sus hijos hacia la sagrada Tierra Prometida. 

Esa Tierra, que debe emerger dentro de ustedes, se llama Reino de Dios, en donde todo será renovado y amorosamente compartido, hasta que pueda retornar Mi Hijo y hacer nuevas todas las cosas, no solo dentro de ustedes, sino también en todo el mundo.

Afirmen las promesas que Él les ha realizado, sean parte de Sus promesas para que Su Plan se pueda realizar.

También a Mis pies, recibo las intenciones de Mis hijos, y hoy Mi Manto se abre y se extiende sobre Sudamérica, y llamo a Mis hijos de este continente sagrado para que, desde lo alto de los Andes hasta los océanos, sostengan Conmigo, este crucial momento, en donde las almas necesitan urgentemente afirmarse en Dios para que sea evitada la perdición en masas.

Ayuden, hijos Míos, a que las garras del adversario sean cortadas por la espada del Arcángel Miguel y las naciones de Sudamérica se liberen para siempre de la desigualdad, de la injusticia y del sufrimiento, porque aún la sagrada semilla de Dios deberá germinar, para que algún día crezca y despierte la Nueva Humanidad. Por eso, trabajamos. Por eso, oramos. Por eso, transmutamos y para eso vivimos en el nombre de Cristo, porque sé que aún Mis hijos no comprenden lo que eso significa y la amplitud que eso tiene para la Consciencia del Padre Eterno.

Pero hoy les hago recordar este compromiso; porque si, algún día, aspiran a vivir la Voluntad de Dios deben saber que sus vidas se entregan para lo que Dios necesita llevar adelante en este tiempo final, sin nada a cambio, en un absoluto vacío y en una absoluta confianza.

Yo los invito a meditar en lo que les digo; porque los apóstoles de Cristo serán colocados en donde Él lo necesite, en lugares que nunca habrán pensado, para que el amor y la unidad no se pierdan en esos lugares, y las almas y los pueblos no sigan siendo arrastrados por el mal.

Así, en Cristo, Yo los renuevo en este compromiso divino y sideral.

En este día, Yo los bendigo para que sigan firmes en Cristo y no pierdan de vista Sus Huellas, porque Mi Hijo está pisando fuerte sobre el suelo de este mundo, porque Su Poder es invisible, Su Amor es inextinguible, Su triunfo es eterno.

Sean parte de este momento, por todos los que no lo podrán ser, para que todos tengan la Gracia de la redención.

Este día también es especial para Mí, por Mi hija, Madre María Shimani, ya que la Fuente Divina tiene la oportunidad de renovar, y de renovar, los orígenes de muchas consciencias que surgieron de los sagrados Lagos de la Creación para poder vivir, algún día, su compromiso con Cristo, con la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

Por eso, hoy, juntas más que nunca, ofrecemos este momento al Padre Eterno para que Él lo reciba con amor  y así sigamos cumpliendo Su Voluntad, una Voluntad que renueva las cosas de tiempo en tiempo.

Hoy, Mi bendición no es solo para ti, hija Mía y madre Mía, sino también es para aquellos que no pudieron seguir los pasos hacia Mi Hijo y no se rindieron a Su Corazón para ser invadidos por Su Amor transformador y redentor.

Hoy, los orígenes son enmendados por el Amor maternal, el Amor que les da la fuerza para que los hijos del Padre caminen firmes hasta Su Casa Celestial.

Hoy, esta rosa, así como está abierta en devoción a Dios, se abre en devoción y amor en los corazones que sufren y que necesitan de la Luz de Mi Hijo para continuar adelante. Esta es la flor de la maternidad que por toda la eternidad estará presente al servicio de los hijos del Padre, para que Sus hijos sean comprendidos, aceptados y acogidos por el Amor maternal.

Quiero enviar Mi Espíritu de protección y de amparo a Mis hijos de Colombia.

Que Mis hijos de Colombia sepan que la Madre de Dios, la Virgen de Chiquinquirá, estará con ellos, caminando silenciosamente hasta que ellos retornen a la paz.

Recen para que esa paz se establezca en Colombia y en todas las naciones del mundo, a fin de que la humanidad se conscientice y despierte a la verdad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN LA CIUDAD DE CALI, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hoy no encuentro otro lugar en el mundo que el corazón de Mis hijos, porque es en el corazón de Mis hijos en donde podrá realizarse la Voluntad de Dios y expresarse Su divina providencia.

Es en el corazón de Mis hijos en donde podré encontrar la paz de Mis queridos hijos, para poder servirme de esa paz, y uniéndola a Mi Paz, poder derramarla sobre el mundo, especialmente en aquellos lugares donde ya no existe.

Hoy no solo vengo con la alegría de poder reencontrarlos, queridos hijos, de poder bendecirlos en este día de consagración, sino también vuelvo con la alegría interior de poder ayudar a otras naciones de Sudamérica, como lo es Venezuela, en la que a través de Mi presencia maternal en este momento, todos los que se encuentran en ese país sufrido y herido como también todos los que emigran del mismo son amparados y ayudados espiritualmente por los ángeles del Cielo y hoy sus bocas reciben un maná espiritual para que puedan recobrar la fortaleza, la confianza y la fe en el Creador.

Pero este tiempo, hijos Míos, no es solo un tiempo de tribulación, la tribulación que la humanidad escogió vivir en este ciclo; Dios está con Sus brazos abiertos para recibirlos y acogerlos. Por eso, Me ha permitido regresar aquí a Colombia no solo para bendecir a su patria y a su pueblo, sino también para ayudar espiritualmente a sus naciones hermanas de Venezuela y Ecuador, porque como ustedes saben, cosas gravísimas están sucediendo en estos tiempos.

Dios contempla a todas las almas del mundo, especialmente a aquellas que viven los conflictos y la división en las naciones; por eso envía a Su Espíritu Santo a través de Su Sierva fiel, para despertar a las consciencias del mundo entero hacia la cooperación y la colaboración con los más necesitados. Porque si un hermano vuestro, por más desconocido que sea, está sufriendo o está padeciendo, la humanidad entera es la que está padeciendo y sufriendo.

Por eso vengo a colocarlos, hijos Míos, en esta noche, ante un panorama y una visión espiritual y universal, porque llegó el momento, llegó la hora, de que cada uno salga de sí para poder abrazar el todo que es la humanidad enferma.

Eso permitirá, hijos Míos, que bajo el espíritu de la colaboración y de la solidaridad por aquellos hermanos que sufren y padecen el caos de estos tiempos, pueda llegar el espíritu de la intervención divina, de la ayuda celestial y cósmica que todas las almas en este tiempo necesitan sin excepción, cada uno en su escuela, cada uno en su aprendizaje y en su momento de despertar.

Vengo a concederles la Gracia de liberarlos para siempre de este hipnotismo e ilusión mundial para que sus corazones también impulsen a otros corazones al despertar de la consciencia, al despertar de la cooperación y de la solidaridad, sabiendo que el mundo entero está sufriendo, aunque una minoría sufra mucho más de lo que sufre la mayoría en estos tiempos.

Yo les traigo, queridos hijos, esta Gracia especial porque aún la humanidad tiene velos en su consciencia y no solo no consigue ver la realidad de estos tiempos, sino que tampoco consigue ver lo que está detrás de cada consciencia, quién es esa alma, quién es ese espíritu que está encarnado en este momento para servir y cumplir una misión con Dios.

Por eso, este es el tiempo de la cooperación y de la integración grupal. No son tiempos de barreras ni de divisiones, es un tiempo de poder sentir a Dios en el corazón y de cumplir Su Voluntad y Sus mandamientos.

Cuando den ese paso profundizarán en su vida espiritual no solo orante, sino también en su vida interior y podrán representar a Mi Hijo de alguna forma, porque Él también está de brazos abiertos para recibir a Sus nuevos y últimos apóstoles que, de una forma servicial y humanitaria, ayudarán a los que más necesitan, a los que no tienen nada, a los que han perdido todo, así como lo perdieron Mis hijos de Venezuela.

Pero muchos se preguntarán en este momento o alguna vez se lo preguntaron: ¿dónde está Dios ante todo lo que sucede en Venezuela? Dios está allí. Por eso vengo a estar en sus corazones, porque Dios está en sus corazones y es en los corazones en donde se realizará el Plan de Dios.

Los corazones serán impulsados a vivir el fin de estos tiempos a través del apostolado y del servicio de una manera incondicional y abnegada. Ese es el primer paso y es la primera escuela para ustedes, hijos Míos, aparte de formar los grupos de oración que Yo necesito en este momento para Colombia. Porque Colombia no puede ser un espejo de lo que sucede en Venezuela.

Sé que la devoción interior de cada uno de ustedes y la fidelidad para Conmigo, hijos Míos, todo lo impedirá y Dios seguirá derramando Su Gracia sobre este pueblo querido y amado por el Plan Divino. Y sus consciencias estarán más disponibles, más dispuestas, más enteras a ayudar en lo que fuera necesario no solo al Reino Humano, sino también a los Reinos de la Naturaleza, en todos los lugares de la Tierra. A la vuelta de sus casas o aun dentro de sus familias existen grandes necesidades internas que se terminan reflejando en necesidades materiales.

No estoy hablando de propiedad o de poder, o de poseer alguna cosa material, estoy hablando de las carencias que enfrentan Mis hijos en estos tiempos, principalmente, de la falta de Amor y de una inconmensurable incomprensión de lo que le sucede a cada hijo Mío.

Por eso, Nuestras Palabras que ya están siendo las últimas en este ciclo serán su Fuente, para que puedan beber, nutrirse y quitarse la sed. Nuestras Palabras, las Palabras de los Sagrados Corazones, serán la Luz para el mundo que enfrenta la tribulación y la adversidad. Nuestras Palabras serán sus impulsos para el cambio de la consciencia y para la transformación del ser.

Ninguna de Nuestras Palabras a través de los años han sido desperdiciadas, porque Nuestras Palabras provienen de la Voluntad de Dios, es Dios quien dicta a Nosotros lo que debemos decir, así como ustedes deben hacer resonar dentro de su mundo interior todo lo que reciben.

Ningún ser de la Tierra, por más ateo o no creyente que sea, quedará sin instrucción y sin guía. Todos los pasos están siendo indicados hasta en los mínimos detalles. Por eso, hijos Míos, deben aprovechar la Fuente de la instrucción en los momentos más difíciles y agudos del planeta. Estos son los tiempos difíciles, los tiempos difíciles no llegarán, los tiempos difíciles ya están aquí, ante sus ojos, ante sus casas, ante la realidad planetaria de estos tiempos.

Yo los invito, hijos Míos, no solo a vivir la consagración para que siempre sean bendecidos y protegidos por Mí, sino también Yo los invito a hacer algo por este planeta y por la humanidad. Cuantos más hagan algo por esta humanidad y por este planeta, menos situaciones graves sucederán, muchas almas serán desviadas del peligro, del terror, de la persecución y aun del caos. Porque cuando la mayoría de la humanidad haga algo de una forma verdadera, permanente y sincera, muchos se salvarán y los Reinos de la Naturaleza serán protegidos de las manos de los hombres que los quieren herir y lastimar.

Cuando la humanidad comprenda que es parte de una única creación, y se dé cuenta de eso, tomará consciencia de todo lo que no ha hecho bien; y esperamos, rezamos e imploramos por el arrepentimiento de todos, para que el odio y la maldad acaben, para que la paz y el amor se establezcan, para que las almas encuentren dentro de sí mismas el Reino de Dios.

Este es el tiempo del Armagedón. El libro de Juan el apóstol, el Apocalipsis, se está cumpliendo. Por eso es el tiempo, hijos Míos, de proteger su mundo interior de todo lo externo. No estoy hablando de que se aíslen ni que se dejen de comunicar con sus hermanos. Estoy hablándoles, hijos Míos, de que sean selectivos y que sepan aquello que les hace bien y aquello que no les hace bien. Así su pureza esencial no será contaminada con los ruidos continuos que genera este mundo y que se escuchan a eones de tiempo y en otras partes de este sistema solar, aunque no lo parezca.

Lleven sus consciencias hacia el sacrificio y hacia el ejercicio del silencio interior, y por medio de la oración ayuden a equilibrar y a armonizar este planeta, para que toda la vida que está en la superficie de la Tierra alcance por lo menos un momento de paz.

Hijos, el tiempo de las palabras bonitas terminó. Llegó el tiempo de la consciencia, de la madurez y de la responsabilidad. Por eso, estas son Mis últimas apariciones, después de once años, porque cuando concluya el ciclo que Dios espera, todo se cumplirá y la humanidad vivirá lo que ha escogido.

Pero como Madre mediadora e intercesora, Yo vengo a evitar esos acontecimientos y hoy Me coloco de rodillas ante ustedes, para pedirle al mundo entero que se arrepienta de corazón, que busque la paz y que sepa que todo lo que digo no es solo una advertencia, sino un pedido de Mi Corazón maternal para cada hijo Mío, en cada parte de este planeta, para cada raza, pueblo o cultura como para cada religión.

Hoy vengo como la Madre del Apocalipsis para colocar a Mis hijos debajo de Mi manto, en donde encontrarán protección y amparo para estos momentos. De rodillas les digo: no vengo a darles miedo, Yo soy la Reina de la Paz, la Madre Universal, el inmaculado y materno Corazón de María.

Vengo a llamarlos a la verdad y a la consciencia. Quiero construir a través de ustedes un puente hacia Dios, porque Dios y Mi Corazón en este ciclo serán su fuerza y su gracia.

Con amor hoy bendigo todas estas flores, que no son Mías sino de Mis hijos y que representan la simplicidad de la belleza de Dios, a través del Corazón de María y de los aromas sutiles del Cielo que la rosas captan por su naturaleza. Estas rosas son para ustedes, para que las lleven consigo hasta sus últimos días y para que siempre recuerden Mi presencia que es eterna e inextinguible.

Por eso invito, en esta noche, a que se aproximen a este escenario los que se consagrarán como Hijos de María, para recibir la bendición, la consagración y la paz de Mi Corazón. 

Pero antes de que eso suceda, hoy vengo a pedir una canción que representa un pasaje de la vida de su Madre Celeste, es el Ave María que fue inspirado por el señor Gómez, y que ese Ave María no sea realizado por Mí, sino por la imploración de todos Mis hijos a Dios a través de Mi Corazón inmaculado.

Esta canción hoy derramará Gracias para ustedes y para el mundo. Esta canción, hoy los consagrará como Mis hijos, como los nuevos grupos de los Rosarios de Luz, para que muchos más hijos Míos que necesitan del alivio, de la cura, del amor y de la redención puedan formar  esos grupos, a fin de que en todos los puntos de la Tierra, existan Rosarios de Luz que son el reflejo de todos Mis hijos, los que amo profundamente.

De rodillas ahora los escucho, y abran sus corazones para esta consagración.

Cántico: Ave María.

Lleven sus manos al corazón y agradezcamos.

En el nombre del Amor y de la Paz de Mi Hijo es que hoy los bendigo y los consagro como Mis hijos y orantes del planeta que servirán a Dios con amor y dedicación. Siempre fueron Mis hijos y siempre lo serán. Recuérdenlo, así Mi inmaculado Corazón triunfará.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Le agradezco a Colombia y a todo su pueblo por haberme recibido. Dios está alegre por este acontecimiento.

Les agradezco.

Nos pondremos de pie, en este momento, para terminar respondiendo a un pedido más de María, cantando el Himno de la Consagración de los Hijos de María y encendiendo en nuestro corazón la llama de amor de María.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto