Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL PRIMER DÍA DE LA 135.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y después de que el mundo se haya redimido, regresará Conmigo el Gobierno del Templo de la Esfera, preparado desde hace mucho tiempo, desde Mi Ascensión a los Cielos.

Así, la Sagrada Jerarquía, que es la Estrella-Guía de este universo y de este planeta, ha construido con Sus propias manos y con Su propia experiencia la expresión de ese Gobierno Espiritual de Cristo; porque fue el primer pedido que Yo mismo le hice al Padre Eterno después de haber ascendido a los Cielos, al corazón del universo, en donde ahora Me encuentro, para poder después retornar como lo prometí antes de Mi Ascensión.

Quiero que sepan que ese Gobierno del Templo de la Esfera traerá todo lo nuevo y renovador que precisa el planeta y la humanidad; porque cuando haya terminado la dualidad, vendrá, como les dije, la libertad interior, la libertad interior que muchos de ustedes buscan en este tiempo y que han buscado a lo largo de esta vida.

Ese Gobierno del Templo de la Esfera reestablecerá, a Mi pedido, las Leyes en el planeta y el cumplimiento de estas Leyes en la humanidad; para que pueda seguir despertando, después de todo el sufrimiento que ha vivido, a lo largo de los tiempos y hasta el presente; porque no querré nunca más escuchar agonías, llantos, ni tampoco sentir el dolor de Mis hermanos y hermanas en el mundo.

¡Cuántos inocentes, en esta humanidad, esperan esa libertad interior que Yo mismo les he prometido, no solo a Mis apóstoles en aquel tiempo, sino también a todo el mundo!

A medida que los acontecimientos se presentan, se acerca ese momento y no Me cansaré de decirles que no está muy lejos.

Pero primero, Yo debo tener un lugar en el corazón de cada uno de los Míos, un lugar en donde Yo también los pueda inspirar, guiar, a través de Mi Sabiduría y Amor; porque les aseguro que, en el final de estos tiempos y ante la presencia de estos últimos acontecimientos, cada uno estará en el lugar que ya está previsto en su destino por la propia Mano de Dios que lo está indicando.

Por eso, que su transformación siga aconteciendo para que cuando llegue el tiempo del Gobierno del Templo de la Esfera, ustedes no solo lo perciban, sino también lo vivan como la alegría del gran día de su liberación de este cautiverio humano.

Mientras tanto, sigan trabajando en el fortalecimiento de su fe y en la confianza absoluta de que la Divina Jerarquía y la Jerarquía del universo acompañan sus pasos; pero ábranse a vivir lo que nunca vivieron, ábranse a escuchar lo que nunca escucharon y, principalmente, ábranse a acoger lo que hasta ahora nunca acogieron, por prejuicios.

Yo los necesito en Mi Camino, pero en Mi Camino de libertad, de la libertad que Yo les otorgué con Mi Muerte en la Cruz y con Mi Dolorosa Pasión.

Ya les he abierto el camino a través de Mi entrega, para que vivan lo que está previsto, y no para que tal vez vivan lo que piensan o creen; porque Mis apóstoles, los doce, también tuvieron que vivir la transformación de sus propias creencias y de sus propios pensamientos.

Por eso, Yo no los juzgué, no los condené, sino los liberé para que sus propios espíritus crecieran en abundancia, así como estaba previsto en Mi Plan y así como Mi Plan está previsto para ustedes y sus hermanos.

Hoy, el mundo y la humanidad, como alma, están delante de la conclusión de Mi ciclo, un ciclo que fue preparatorio hasta ahora y en el que, a partir del nuevo tiempo, ustedes, a través de sus propias vidas y de sus propias decisiones, escribirán la historia y el destino a seguir. Pero no dejen de contemplar las Gracias que recibieron hasta ahora, abundantes, infinitas y profundas, Gracias Divinas que no tienen precio, sino un valor espiritual incalculable, porque es lo que les permite hoy estar aquí, ante Mi Presencia.

Yo vengo a buscar a los mismos que una vez llamé en el pasado, nada ha cambiado para Mí, solo que ahora tienen otros rostros y otros cuerpos; pero en alma y en espíritu son los mismos que Yo una vez llamé por su nombre, por el nombre espiritual que cada uno tiene guardado y grabado en su interior, en lo más profundo de la esencia y del alma, el nombre por el que en el final de los tiempos serán llamados para estar en las filas de Mis últimos soldados de la Luz.

Así, el Gobierno del Templo de la Esfera se prepara para ingresar a la superficie del planeta con la síntesis espiritual de todas las Consciencias y Jerarquías que participaron en la construcción, desde hace décadas, de este último y gran momento.

¡Cuántos hermanos de otrora Me han ayudado a cumplir este Propósito, que es el Propósito de Mi Padre, y que, a partir de ahora, deberá ser el Propósito de cada uno de ustedes y de sus hermanos! Porque hoy no comprenderán con la mente lo que esto significa, sino que solo deberán guardarlo con fe en sus corazones, así como Mi Santa Madre guardaba los misterios de Dios en Su Inmaculado Corazón.

De esta forma, participen de esta dimensión espiritual que hoy les presento, que es la corriente universal que hoy le traigo al mundo a través de este Centro de Amor, que se ha abierto, como muchas veces se abrió, para recibirme; así como ustedes hoy Me reciben con fe.

Tengan muy claro, compañeros, que sé lo que cada uno necesita en este momento; pero den espacio al Tiempo de Dios y al cumplimiento de Su Voluntad Universal en sus vidas.

Todo tiene su hora y su momento, todo tiene su punto final y su comienzo.

Reciban así las sublimes vibraciones del Gobierno del Templo de la Esfera, que hoy se hace presente a través de la humildad de Mi Corazón y de Mi Vida, Mi Vida Crística que debe ser la vida de cada uno y sobre todo en su interior.

Así y en simplicidad comulguen de las Leyes que se presentan en este momento, y que colocan a Argentina y a su pueblo en el último ciclo de su redención, porque no dejarán de suceder situaciones increíbles, recuerden que este es el tiempo del Armagedón, el tiempo que se está cumpliendo como estaba previsto.

Concentren sus vidas en la esperanza y en la fe de poder ver venir el porvenir, aquel porvenir que es anunciado por Mí como la Buena Nueva, la Buena Nueva del Retorno de Cristo a la humanidad.

Que los signos de Mi Presencia se guarden en sus corazones, en sus almas y espíritus, para que cuando Yo ya no esté aquí, cerca de ustedes, sepan cómo actuar y proceder en el fin de estos tiempos con todo el conocimiento espiritual e interno que por amor les hemos otorgado para la sustentación de todos los Centros de Amor en el mundo y para la unión de sus consciencias con las Jerarquías del cosmos, con cada una de las emanaciones superiores que se guardan en las estrellas, en todo el firmamento sideral.

Que, ante el Sagrado Templo de la Esfera, sus vidas se renueven en este momento y en los tiempos que vendrán, sabiendo que a partir de ahora nada será como en el pasado, sino será como Dios lo determina en la Ciencia Sagrada de Su futuro y de Su porvenir.

Que la alegría por estos últimos impulsos sea vivida por ustedes, así como los apóstoles, las santas mujeres y Mi propia Madre la vivieron en Mi Resurrección y en Mi Reaparecimiento, porque vengo aquí a anunciar el Reaparecimiento de Cristo.

Que las Sagradas Geometrías, que rigen a este universo y a toda la Creación, los irradien y los bendigan como muchas veces bendijeron al Hijo de Dios.

Que se cumpla el tiempo del último despertar. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.