Vigilias de Oración
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Una de las revelaciones de los Misterios de Dios es saber quién es Su Consciencia y de dónde provienen todas Sus criaturas, creadas a imagen y semejanza del Creador, de todo lo que existe en lo invisible y en lo inmaterial.

Es con esta revelación que Yo les traigo Mi Paz, recibiendo de Mis hijos el amor cálido de sus corazones para este momento de renovación, de reconsagración a Mi Materno Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Dios es realmente algo desconocido aún para el ser humano. El ser humano tiene que buscar a Dios para poder conocerlo, porque así recibirá Sus Impulsos y Sus Revelaciones, tendrá la Gracia y la oportunidad de ampliar su experiencia en el amor, en el camino del perdón y de la cura.

Este es el principal motivo, hijos Míos, de tener a Mi alrededor tantos Hijos de María, para que Yo los pueda mandar a obrar en Mi Nombre, siguiendo los pasos de Nuestro Señor Jesucristo en esta larga caminata de servicio y de apostolado por la redención y la conversión de la humanidad.

Este es el tiempo y es la hora de que todos los hijos, todas las criaturas de Dios, más allá de sus creencias, culturas o de sus pueblos se formen como un solo rebaño para seguir al Gran Comandante del Universo, delante de los impulsos de Luz que les envía Mi Corazón por medio de los atributos de la oración, del servicio y de la fraternidad.

Por eso hoy no solo vengo por ustedes, hijos Míos, sino por un planeta que se enferma día a día, que agoniza, que sufre y que pocos lo escuchan y lo perciben. Hablo de la consciencia del planeta, de esta Sagrada Casa, de este amado planeta, al cual el Padre entregó a Sus hijos para que aprendieran a vivirlo y a adorarlo, a través de todo lo que fue creado y expresado desde el principio.

El ser humano de superficie se desvió del propósito de Dios a través de los tiempos y de las generaciones. Abusó de los recursos de Dios, utilizó el poder para conquistarlos y sometió a la Creación de Dios, destruyéndola hasta en estos tiempos.

Ahora es tiempo de recapacitar, hijos Míos, y que la luz de sus esencias crísticas sea lo que los impulse a la renovación y al cambio para que la humanidad también pueda cambiar y renovarse en este tiempo. 

Si la respuesta de todos Mis Hijos de María siguiera siendo proporcional al llamado de Dios, los cambios llegarán pronto a la humanidad.

La adversidad no ganará al Reino en esta humanidad porque ella será vencida por el amor y la oración de Mis hijos, que todo transforma y que todo cura.

Hoy quisiera expresarles en pocas palabras, hijos Míos, todo lo que Dios necesita de Sus hijos en este tiempo, pero el Padre Celestial también sabe que cada uno de Sus hijos tiene su tiempo para vivir la transformación hasta poder alcanzar la madurez de la consciencia y, así, vivir de forma real el Divino Propósito en este planeta y con esta humanidad.

Con todo esto Yo les quiero decir, hijos Míos, que aún hay mucho por hacer, hay mucho por obrar y reconstruir. En todas las naciones del mundo aún deberán conocerme por intermedio de todos los Hijos de María. Hay muchos lugares, aún, a los que deberé llegar para llevar el alivio y el amor de Mi Corazón a las almas. 

Todo eso también será a través de los Hijos de María y por más que la tempestad pueda llegar en el próximo tiempo, nada, absolutamente nada los hará perecer.

Ese será el momento y la hora en que cada una de sus almas se confirme ante el Plan del Creador. Es por eso que cada Encuentro de los Hijos de María es importante para Mí. Porque una vez al año es cuando Yo puedo observar y contemplar cuánto han crecido Mis hijos en este tiempo, cuántos pasos dieron en el compromiso con Mi Corazón Maternal para poder llevar adelante la Sagrada Voluntad de Dios.

Por eso les vuelvo a decir que aún hay mucho por hacer, hay mucho por sacrificarse, por entregarse, por donarse para que las Gracias del Cielo desciendan a la Tierra y sean verdaderamente merecidas por todos, sabiendo que el amor de Dios siempre los unirá y los congregará.

Que el Amor de Dios les podrá dar la paz y la sabiduría para llevar adelante este gran servicio por el planeta y por la humanidad. 

Hoy puedo decir, hijos Míos, en esta noche especial, que veo los frutos de esa experiencia de amor en cada uno de ustedes; no solo en el compromiso con la escuela de la oración, que debe ser algo diario y permanente para estos tiempos difíciles, sino también el compromiso del servicio a los demás y a los Reinos de la Naturaleza que también esperan del hombre de superficie el amor y la piedad que les fue quitada por ser Reinos ultrajados, lastimados y sometidos a través de tanto tiempo.

Esa herida espiritual e interior, también generada en los Reinos menores, es el deber, el compromiso y la responsabilidad de todos los Hijos de María y de los que algún día serán Mis hijos, de poder curar esa herida, colocando la luz de la oración y del servicio para que el amor sea nuevamente entregado y donado a cada uno de los Reinos.

El compromiso con Mi Corazón maternal es más que un compromiso, es la vivencia de un Propósito que aún desconocen, que todos los días, por medio de la oferta de su oración y de su servicio a los demás, Yo los intento aproximar a ese Propósito que fue preciosamente pensado y meditado por Dios, antes de sus orígenes. 

Así podrán comprender, hijos Míos, que les hablo de algo verdaderamente profundo, que viene del Corazón de Dios y que se dona, de tiempo en tiempo, para que Sus criaturas despierten a la realidad superior y así puedan cumplir lo que vinieron hacer a la Tierra.   

Aún hay tiempo de poder conocer esa Voluntad Divina, la cual muchos llaman de misterio, pero que hoy se revela en palabras simples y concretas para que todas las almas, a pesar de su evolución, reconozcan el propósito que viene del Universo, de la Fuente de la Creación, del Corazón del Padre Celestial.

Este es el momento en el cual todos los Hijos de María, que ya se consagraron, estarán a la puerta de una nueva etapa en sus vidas, de un nuevo compromiso, de la profundización de esa Voluntad Divina, de asumir con responsabilidad las pequeñas tareas que Yo les entrego por medio de los Centros Marianos y de las Peregrinaciones por la Paz; así como a través del servicio que, en humildad, pueden ofrecer en sus hogares, en sus ciudades, como en sus trabajos.

En todo debe estar la Misericordia de Dios. Nunca se pueden olvidar de esto, así nunca les faltará la sabiduría y el discernimiento, aunque puedan vivir algún momento difícil o un desafío muy grande a superar.

La Misericordia de Dios en ustedes y por medio de ustedes siempre les dará sabiduría cuando la pidan de corazón, en humildad y en entrega, más allá de sus posibilidades o de sus desafíos.

Hoy quiero dejar en simples palabras estos pedidos de Dios, porque nuestra etapa en el mundo estará terminando en poco tiempo y los ejércitos deberán estar bien colocados y disponibles, es decir, todos Mis hijos, para poder sostener y elevar las Islas de Salvación que tendrán como epicentro los Centros Marianos, para poder soportar el fin de los tiempos que llegará con grandes cambios climáticos e internos en la humanidad.

Todo lo que les hemos enseñado les servirá para atravesar el fin de los tiempos y para que no estén confundidos.

Es muy simple lo que les hemos enseñado y es bastante lo que han alcanzado con tan poco tiempo de experiencia. Así comprendan, hijos Míos, la inmensidad del potencial que existe en cada uno de ustedes, sabiendo que ese potencial, que es en síntesis el don y la virtud de Dios, deberá estar disponible para estos tiempos críticos.

Llegó el tiempo de donarse para que la humanidad y el planeta se pueda salvar y el Retorno de Cristo, con toda Su victoria y poder, se vea en todo el Planeta.

Hijos Míos, hoy no solo les dejo Mi Bendición y la alegría de Mi Corazón por su respuesta, sino el compromiso de vivir con responsabilidad lo que Dios necesita de cada uno, a fin de que Su Voluntad se cumpla dentro y fuera de ustedes.

Escuchando el himno de su consagración, recordando la consagración de cada uno de Mis hijos, juntos como Madre e hijos, renovamos en este momento, en este día 12 de Marzo de 2019, en el que todas las almas, que vivieron la consagración como Hijos de María, se colocan junto a Su Madre Celeste a los Pies de nuestro Padre Madre Creador para volver a decir "sí" al Universo, al Propósito, al Plan, a la redención y a la cura de la humanidad.

Hoy los acompañaré en el silencio de Mi Corazón, por medio de la oferta de esta canción, en la reconsagración de sus corazones a Mi Inmaculado Corazón para que las naciones del mundo, especialmente las que más sufren el caos de estos tiempos, tengan la dicha y la gracia de la sabiduría al recibir la Misericordia de Dios.

Yo los reconsagro como Mis hijos, como los apóstoles de Cristo, como los pacificadores del fin de estos tiempos y los servidores incondicionales de Dios, en cualquier momento y en cualquier hora, bajo cualquier circunstancia o situación. Todos los que se consagraron como Hijos de María, hoy se comprometen a obedecer a Dios ante cualquier llamado.

¡Que así sea y que así se cumpla!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En humildad, les agradezco por responder a Mi Llamado.

Podemos cantar... 

Nos ponemos de pie.

Canción: Hijos de María.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE BARILOCHE, RÍO NEGRO, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Como respuesta del Universo Celestial, hoy llevo entre Mis Manos una Rosa de Luz. Es el tributo del Amor de Mis hijos por la Madre de Dios, de todos los orantes de Argentina que han respondido a Mi llamado de amor delante de estos tiempos críticos.

Esta Rosa de Luz que hoy llevo entre Mis Manos es el testimonio esencial de cada corazón orante; es la respuesta amorosa de Mis hijos de Argentina por la Madre de Dios.

Con toda la dulzura de Mi Corazón y de Mi Alma, llevaré hacia el Reino de Dios este ofrecimiento de las almas. 

Podré interceder, no solo por todos los seres del planeta, por los Reinos de la Naturaleza, por los más marginados y pecadores; también podré intervenir por las almas del purgatorio y del infierno que gritan por luz y por paz. 

Todo esto es posible, queridos hijos, cuando su respuesta es verdadera, cuando de sus corazones nace la dulzura por Mi Corazón Maternal.

Así el Cielo se comunica con la Tierra, los Espejos del Universo se comunican con los espejos de los corazones, y se establece a través de esta ciencia espiritual la divina energía de la Paz, la que viene a auxiliar del Universo a todos los seres, especialmente a las naciones más necesitadas de Luz y de Redención.

Los invito, queridos hijos de Argentina, a seguir trabajando a través del esfuerzo y del servicio para que en cada corazón humano se pueda constituir el Nuevo Reino de Dios, el que vendrá con la segunda venida de Mi Hijo. 

Hoy vengo desde las montañas de los Andes cruzando el lago Nahuel Huapi, porque también soy la Madre de la Divina Naturaleza, y quiero que Mis hijos aprendan, en estos tiempos, la importancia de poder cuidar y proteger la Creación de Dios, todo lo que Él manifestó por Sus criaturas desde el principio, pensando en cada detalle, para que las almas de la Tierra se sintieran acogidas y plenas, y que en cada lugar que observaran o que contemplaran pudieran sentir la Presencia de Dios. 

Valorizar a los Reinos de la Naturaleza será un significado importante de la humanidad, y la respuesta de esta protección a los Reinos Menores de parte de esta raza actual, permitirá la continuidad de una nueva raza, con una nueva consciencia y una nueva energía, que partirá con el interés en lo sagrado y en lo reverente, en la preservación y en el cuidado de todo lo manifestado por la Creación de Dios.

Ustedes aquí, queridos hijos, como en toda la Argentina, tienen grandes tesoros espirituales guardados en estas bellezas naturales, que son parte de los Dones de Dios. Por más que no los vean ni los sientan, ellos están allí presentes desde hace mucho tiempo.

Abran su consciencia al interés del Universo y la Vida Mayor descenderá sobre sus vidas, para que reconozcan en estos tiempos que no solo son seres materiales, sino espirituales, que han venido a la Tierra a cumplir con una misión y un propósito, no solo como seres individuales, sino también como nación. 

Cada respuesta de Mis hijos a la Madre de Dios, es una nueva oportunidad de intercesión por las almas y por el planeta.

A partir de ahora, queridos hijos, vivan esa nueva cultura interior de preservación de los Reinos de la Naturaleza y sagrados valores de Luz y de Amor despertarán en sus corazones; sentirán la imperiosa necesidad de cuidar a la Creación, para la llegada de las nuevas generaciones.

Por eso hoy vengo de las montañas de los Andes, cruzando el gran Espejo del lago Nahuel Huapi, irradiando desde aquí para toda la Argentina, los Atributos de Dios.

Este fue el lugar escogido por el Padre para que la Madre Celeste en esta nueva etapa de la peregrinación descendiera desde el Universo hacia este sagrado lugar, a fin de volver a establecer en la Argentina los valores necesarios que la protegerán espiritualmente y que permitirán el surgimiento de una nueva consciencia basada en el bien y en la fraternidad, en el amor y en la hermandad entre los seres, hasta en los Reinos Menores de la Naturaleza. 

Deseo, queridos hijos, que sientan a Dios en cada espacio aquí presente, que puedan descubrir los prodigios de Su Corazón Eterno, amorosamente manifestado través de los Reinos de la Naturaleza, porque en los Reinos de la Naturaleza, queridos hijos, está la cura de la Humanidad.

Llevaré esta Rosa entre Mis Manos hacia el Reino de Dios, como el ofrecimiento de cada uno de sus corazones para esta nueva etapa que deberá comenzar en Argentina, primero en el plano espiritual, para después suceder en el plano material. 

Mi Hijo ya les dio el primer impulso para que esto sucediera. Las bases ya están construidas en sus consciencias. Ahora es hora de erguir el templo interior en cada corazón humano, para que pueda volver a florecer en la Argentina la alegría de vivir a Dios y de sentir Su Reino Celestial en la Tierra.

Entonces, queridos hijos, hoy les traigo lo más sagrado que hay en el Universo de Dios y que también está dentro de ustedes, que es esa Esencia Divina que les hará comprender los Misterios de Dios tan solamente por la oración del corazón.

Así abrirán las puertas para que se develen los secretos que se encuentran en lugares sagrados como este y que vienen a acudir a la humanidad tan necesitada de luz y de amor, de una manera silenciosa e imperceptible. 

Los coloco, queridos hijos, ante la Llama sagrada del Amor de Dios, delante del Fuego ardiente de Su Corazón, que impulsó la Creación de los mundos y de las estrellas y de toda la Vida Universal.

Los coloco delante de este Sagrado Fuego Divino para que puedan reconocer su filiación espiritual con el Padre Celestial y descubran dentro de ustedes sus orígenes, lo que les hará renacer y encontrar sentido a sus vidas.

Por eso he venido aquí, queridos hijos, no solo para llevar al Cielo la Rosa de Amor que ustedes Me han donado, sino también para entregarles la Llama de Amor de Dios, aquella Llama que vivifica el espíritu y la consciencia, que trae entendimiento y sabiduría, plenitud y confianza en la Voluntad de Dios, 

A partir de ahora, hijos míos, siéntanse diferentes, siéntanse otras personas, almas renovadas por el Amor del Padre, que reencuentran el camino que habían perdido hacia su trayectoria espiritual. 

Delante de los Sagrados Reinos invisibles de la Creación, guardados en los paisajes naturales de la Tierra, vengo a testimoniar ante de Mis hijos de Argentina el Amor de Dios por medio de Su Sagrada Llama Divina, para que las almas reencuentren el sentido del propósito y de la vida, sin necesidad de alterar la evolución ni de modificar las Leyes Universales, las cuales forman parte de su planeta y de su humanidad. 

Respetando la Ley de la Jerarquía, serán dignos de la Gracia de Dios como consciencias y como pueblo, y podrán abrazar el llamado de Dios como lo han hecho en este momento, por más que no lo comprendan o no lo entiendan, sintiendo la veracidad del Amor de Dios en sus corazones, que viene a guiar al mundo hacia el camino del gran despertar.

Que se cumpla en Argentina el advenimiento del Propósito de Dios; que las almas sean partícipes de ese advenimiento y que refugiadas en el Amor de Dios sean partícipes de la venida de Cristo, siendo merecedores de Su Divina e Insondable Misericordia, para constituir en la Tierra los nuevos cristos.

Hoy, ante Mi Presencia Celestial, se consagran almas tan especiales como tantas otras que han escuchado Mí llamado para seguir viviéndolo y cumplíéndolo en el fin de estos tiempos.

Quiero que vengan aquí los que hoy se consagrarán como Hijos de María, porque en pocas palabras, hijos Míos, Yo les he dicho todo lo que Dios necesitaba que escucharan, para el crecimiento espiritual de sus mundos internos y el despertar de sus consciencias a la Vida Divina.

Pueden arrodillarse.

Este “sí” significa una respuesta importante para el Universo. Esa respuesta la acoge Mi Inmaculado Corazón, no solamente de ustedes, sino de todas las almas que forman parte de Argentina y que algún día recibirán el despertar de la consciencia, para darse cuenta que la vida no termina aquí, sino que ella es eterna. 

A través de esta consagración ingresen a las nuevas Leyes del Universo, para que sus vidas sean regidas por nuevos principios y siempre sus espíritus sean encomendados a la magnifica Obra del Espíritu Santo de Dios, para que se cumplan en ustedes sus divinos dones y encuentren el camino de servicio, a fin de concretar en la Tierra la segunda venida del Redentor. 

Colocando sus manos en señal de recepción, queridos hijos, reciban esta consagración espiritual por todas las almas del mundo, vivificando a partir de ahora el compromiso sagrado con la oración, para que sus almas sean curadas de todo lo que hayan vivido en el pasado, para que sus consciencias sean abrazadas por el Fuego del Amor de Dios y así se cumplan, en ustedes, las Promesas de Cristo. 

Escuchando el Himno de su Consagración, elevando la llama de su corazón al Cielo, reciban esta bendición directamente de Mi Corazón Inmaculado, por ustedes y por la Argentina, por el amor predilecto que le tengo a este pueblo y porque de aquí haya surgido un gran misionero de Dios, el Papa Francisco, embajador de Cristo en la Tierra; un pacificador que aprende a vivir la Palabra de Cristo y hacer sobrevivir su Iglesia en estos tiempos críticos, a fin de que triunfe la Iglesia Celestial de Cristo en la humanidad.

Que no existan diferencias, que no existan barreras, que no exista desunión. Que en la esencia de cada alma todas las consciencias se unan bajo un mismo propósito, sabiendo que siempre deberá prevalecer el Amor de Dios para que triunfe, por todos los siglos, Su divino Reino. Amén. 

Los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Una nueva luz llegará a la humanidad y ella deberá nacer a través de todos los Hijos de María.

Aunque algunos ya no estén Conmigo, el compromiso con la Madre de Dios es imborrable en el Universo.

Pero Yo volveré a reunir al rebaño de Cristo para que descubran que detrás de todo ese Misterio de Dios existe algo esencial y primordial que es el Amor, que triunfa sobre todo mal. 

Los escucho.

APARICIÓN DE LA VIRGEM MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que la Paz y el Amor de Cristo esté en sus corazones, queridos hijos.

En este día, y por segunda vez, Yo retorno del Cielo para hablarles sobre Mis Proyectos de Amor. Aquellos proyectos que Dios Me ha pedido difundir en el mundo por medio de Mi Palabra viva y maternal.

La nueva Comunidad de María no será una sola, sino muchas más; y será el preámbulo para muchos acontecimientos.

Por eso fue un proyecto preparado para este tiempo, porque primero debían gestarse en sus corazones los Designios de Dios, para que los pudieran aceptar y después vivir.

Cada Comunidad de María será una flor en Mi Jardín, será un Don que Yo dejaré para cada una de ellas, sabiendo que tendrá sus puertas abiertas para recibir a Mis hijos del mundo , los que necesitarán de mucho consuelo y protección.

Por eso necesito, queridos hijos, que comprendan Mis proyectos más allá del plano material y que sepan que todo Designio de Dios viene de la Fuente, traída por los ángeles del Cielo a través de Mis mensajes, por medio de Mis Palabras que pueden resonar en el corazón de los hombres, cuando las escuchan abiertos en su interior y, más aún, en su consciencia.

Las Comunidades existentes serán la base para dicha manifestación. Quiero que comprendan, queridos hijos, que traeré hacia las Comunidades de María a los refugiados del mundo; no solo los que viven las guerras, la persecución o la muerte, sino a todos los que se refugiarán en Mi Corazón Maternal en el fin de los tiempos, cuando todo se desate, gravemente en el mundo.

Las Comunidades de María también serán islas de salvación, serán refugios en donde se podrá encontrar la paz, y ustedes serán los precursores de ese movimiento. Por eso necesito que su respuesta no solo sea concreta, sino más profunda, una respuesta que nazca desde su interior y que esté libre de dudas o de cuestionamientos.

¿Cómo el mundo encontrará su salvación si no existieran islas de salvación?

La fundación de Mis Proyectos primero comienza en ustedes, en su universo interior y en su consciencia, a partir de allí todo despuntará, y muchos podrán ver en el mañana una oportunidad de retornar a la Casa del Padre y, especialmente, estar en los Brazos de Dios, recibiendo Su Divino Consuelo y Su Calma.

Recuerden lo que Mi Hijo les dijo hace mucho tiempo: “Todo lo que hagan por el más pequeño de sus hermanos, lo harán Conmigo, dos veces”.

Y eso no es una teoría, hijos Míos, es una realidad vida, para quien aspira alcanzar el apostolado de Cristo en estos tiempos.

Si las Comunidades de María se llegaran a expresar, según Mis Designios, los Dones y las Virtudes de Dios descenderán sobre ella y, especialmente, en las almas que más necesitan de cura interior y de paz.

A partir de allí, cada una espejará sus atributos para el mundo entero, en los momentos más críticos de la humanidad en donde reinará la desesperación, por no haber sosiego interno, ni tranquilidad.

Pero aquellos que oran a Mi Inmaculado Corazón todos los días, sabrán qué hacer, y durante los movimientos agudos del planeta tendrán orientación y guía para seguir adelante, ayudando a otras almas a encontrar el camino; almas tan diferentes y heterogéneas a sus propias almas; almas que no han conocido la paz ni tampoco el respeto por la Creación.

Así como en el Calvario Yo trabajé por un mundo perdido, por una civilización autodestruida, en este tiempo y en los últimos tiempos, vengo trabajando por una futura y Nueva Humanidad que no solamente deberá estar presente en el espíritu, sino también en la materia como algo concreto y realizado.

Necesito que amen Mis Misterios, porque en Mis Misterios, que son los Misterios de Dios, están Mis Designios, y Yo podré escribir a través de sus vidas los Proyectos de Dios.

Con Mi propia Mano los guiaré por el camino y los llevaré al encuentro de la Voluntad del Altísimo en donde todo se puede expresar y realizar, así como Él lo desea, desde Su Corazón profundo y eterno.

Mientras tanto y hasta que las Comunidades de María no se manifiesten, les pido que recen Conmigo para que Dios pueda expresar su Voluntad en los hombres de la Tierra y no prevalezcan las magníficas ideas de los seres humanos; ideas que los han llevado a la perdición y al engaño, saliendo de la obediencia.

Los necesito, hijos, en la firmeza del corazón y les vuelvo a repetir: es hora de vivir el Plan, así como Dios lo ha pensado desde el principio y para este ciclo de la humanidad.

Si las Comunidades de María se manifiestan, sagradas herramientas del Universo llegarán a la Tierra desde el plano espiritual y cósmico; y las almas podrán seguir caminando por el sendero de la confianza, de la protección y de la paz.

Aunque las guerras sacudan al mundo, una parte de la raza estará protegida, porque habrá comprendido, en obediencia, la Voluntad de Dios y no la de los hombres.

En segundo lugar, se proyectarán Mis Principios maternales, espirituales y divinos, que son atributos que Yo vivo en el Universo y que espejo para todos los mundos y todas las galaxias. Algo que aún la humanidad no conoce, porque la Iglesia, y sobre todo la raza, se detuvo, desde Mi Asunción.

Pero después de ese acontecimiento muchas cosas más pasaron, las cuales vengo a revelar fuera de la Iglesia, para que cualquier ser de la superficie de este planeta tenga conocimiento de la Verdad y de la realidad.

Realidad que la Madre del Mundo vive, desde el momento de Su Asunción a los Cielos y dentro de este Universo local, que es parte viva de la manifestación de Dios.

Las Comunidades de María serán Espejo de esas realidades superiores y, aún así, no comprenderán todo lo que Yo les digo, porque aún es un misterio que se develará en estos tiempos finales.

Les pido que acojan Mis Palabras como verdaderos tesoros, porque este es el último impulso universal que dará su Madre Celeste para la humanidad y el planeta.

Y de esas Comunidades cristianas de María, brotará la Fuente de la alegría, por servir y experimentar a Dios en el corazón de los simples y de los humildes; por llevar adelante cada tarea diaria, sabiendo que es una parte del Plan que se construye en la consciencia humana y en aquellos que participan de él.

He esperado tanto por ese momento y sé, en lo profundo de Mi Espíritu, que aún los hombres no comprenderán lo que Yo digo; pero quien ama sin comprender todo lo entenderá, y no vacilará en su camino ni en su decisión espiritual por seguir los Pasos del Padre Celestial.

Vengo a construir en nombre de Mi Hijo, cosas nuevas, espacios nuevos, concediendo Gracias renovadoras e impulsos renovadores que retirarán a las almas de la inercia planetaria y de la indiferencia.

Ustedes están participando de la misma línea del tiempo de Dios, la que el Padre ha construido a través de los tiempos, por medio del tiempo eterno, del eterno presente; y en ese tiempo eterno Él ha llamado a Sus hijos para que pudieran llevar adelante Su Voluntad y cumplir Sus Designios preciosos.

Ustedes, hijos Míos, tomen consciencia, despierten, están dentro de esa historia que el propio Padre escribe con Su Mano en el Libro del Alma de la Tierra.

Recuerden que Cielo y Tierra pasará, pero las Palabras de Mi Hijo reinarán.

Y las Comunidades de María serán Espejo de los Atributos de Cristo, una vez entregados a los primeros pueblos cristianos que vivieron la espiritualidad del Señor, después de Su Ascensión a los Cielos.

Se vuelve a construir la historia del pasado, con almas tan diferentes unas de las otras, con corazones que intentan madurar en el camino espiritual y llevar adelante el Propósito Divino.

Se vuelve a construir una nueva oportunidad que el Universo Celestial concede a los hombres de la Tierra, a pesar de sus graves errores y de los ultrajes cometidos a la Creación y a los Reinos de la Naturaleza.

La Misericordia concedida por Cristo a la Madre de Dios, a los pies de la Santa Cruz, se derrama por medio de este proyecto de las Comunidades de María, dichosos serán los que vivan en ellas vacíos de sí y libres de expectativas; porque permitirán descender los Dones de Dios y en las almas se construirá el verdadero camino crístico, que los llevará a la formación de una Nueva Humanidad, lejos de los errores y de la autodestrucción.

Por eso los ángeles se ofrecen para llevar adelante este designio que hoy brota de Mi Corazón Inmaculado y que es una chispa del Fuego de Amor de Mi Corazón, del Amor vivo de una Madre que ama a Sus hijos, incondicionalmente, y que nunca pierde la esperanza de que Sus niños den sus pasos hacia el Señor, sabiendo que aún hay mucho por hacer en este planeta y con esta humanidad enferma.

En esta tarde vengo a confesarles Mi gran aspiración y dejo para Mis hijos el deseo ardiente de una Madre que solo intentará establecer la paz en tiempos críticos.

Que cada flor de cada Comunidad de María se exprese y que primero esa flor se abra en los corazones de los simples que escuchan las Palabras de la Madre de Dios.

Les dejo Mi Paz y Mi Bendición, sabiendo que Mi Plan primero debe madurar en ustedes para poder después manifestarse en este planeta.

Aquellos que no se han sentido acogidos en las Comunidades, que vuelvan, porque seré Yo, su Madre del Cielo y de la Tierra, que los tendrá en brazos para se animen a vivir el Plan de Dios y a cumplir Sus Designios, así como está escrito en el Corazón del Padre Celestial.

Que nadie más se sienta ofendido ni rechazado; que no exista indiferencia ni omisión, sino acogimiento y alegría de estar llevando a Cristo en el corazón de los que sufren y de los que buscan la paz.

El primer atributo de la Comunidad de María será: “ama a tu hermano como es y no intentes cambiarlo según tus deseos”.

Así comprenderán lo que les digo, claramente.

Los bendigo en el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y que al fin se cumpla el advenimiento de la Nueva Humanidad.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE SANTIAGO, CHILE, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy consagro esta tierra, promesa de Dios y de Su Divino Reino.

Hoy consagro sus corazones, proyecto de Cristo, el Redentor.

Hoy coloco a Mis hijos de Chile en Mis brazos, proyecto de Mi maternal Amor.

Por todo esto, queridos hijos, hoy les presento el Plan del Creador para esta parte del mundo, para esta nación que debe realizar la más infinita aspiración de Dios que proviene de Su Corazón Santísimo, proyecto que se cumplirá con la ayuda de cada uno de ustedes.

Hoy un nuevo horizonte se vislumbra ante sus consciencias. Una puerta hacia el pasado se cierra y otra puerta se abre al Cielo para que reconozcan sus orígenes, su misión personal, su compromiso con Cristo.

Las entrañas más profundas son curadas por Mi Corazón y por la fuerza del Amor de Dios, proveniente de Su Fuente purísima, castísima e inmaculada.

Hoy es esto lo que les traigo, queridos hijos. Desde lo más infinito del universo hasta lo más grandioso de este planeta es bañado por la Luz de Dios, por Su Fuente inmaterial que trae nuevos principios para los corazones de esta nación y para el mundo.

Aquí, hoy en Santiago, su Madre Celeste finaliza una etapa y comienza una nueva, en compañía de sus corazones que han dado el voto de confirmación en esta noche de consagración y de paz.

Contaré con sus manos para llevar a Chile el servicio, la oración, la instrucción y también la cura.

Contaré con sus pies para que, a través de ustedes, queridos hijos, Yo pueda peregrinar por este pueblo cumpliendo con la ardiente aspiración de Mi Hijo de tornar a esta nación una patria beata. 

Por eso, queridos hijos, con este pequeño paso que hoy dan sus corazones, el más precioso Proyecto de Dios desciende sobre sus consciencias como una Gracia y trae para sus vidas, en este momento, la fuerza del Espíritu renovador que todo lo transforma y lo cura, la fuerza de Mi Espíritu Santo, para que sus vidas, unidas a Mi Hijo, comiencen el camino de apostolado que Yo los animo a vivir en el fin de estos tiempos.

Desde esa Fuente Mayor hoy provengo, desde la Fuente Inmaterial purísima y castísima traigo lo desconocido para sus seres, lo que al final de estos tiempos, por medio de su oración y de su caridad, se volverá visible, consciente y disponible para cada uno de ustedes.

Los Misterios de Dios, dejarán de ser misterios. Serán enseñanzas, impulsos de luz, formas de renovar sus corazones, día a día.

Por eso, les digo, queridos hijos, que no están solos en esta noche. Su Madre Celeste, ante el Padre Celestial y ante Su amadísimo Hijo, se ha comprometido a acompañarlos. Así como ustedes se han comprometido Conmigo, en esta noche, a acompañarme en esta nueva caminata de volver a este pueblo, un pueblo de redención, de amor y de luz, para que recupere sus valores sagrados que fueron inspirados en los pueblos originarios, para que recupere la dignidad espiritual de poder sentirse hijo de Dios como nación y como raza.

Por eso, querido hijos, que hoy celebren sus corazones, que hoy sus amarguras desaparezcan, que sus corazones puedan pulsar como pulsa el Mío en esta gran emanación de Amor que Yo les traigo desde la Fuente para tornar sus vidas, vidas dentro de la Divinidad, dentro del Padre, dentro de Su Proyecto de Amor.

Quisiera que sintieran sus espíritus libres para poder caminar en paz, sabiendo que están dando los pasos seguros hacia esta nueva realidad, hacia esta nueva misión que Mi Corazón hoy les trae, que Mis manos hoy les dona con un maternal Amor a cada uno de sus corazones.

Que despunten los soles de sus seres y que esta tierra sea redimida por la estrella de sus corazones, que hoy vuelve a brillar en el Amor de Cristo, Nuestro Señor.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta noche, hijos Míos, los invito a renovar su compromiso Conmigo y también a renovar su fe para que, de esta forma, preparen el Retorno de Mi Hijo a este mundo y que Él encuentre, en sus corazones, un refugio y una esperanza.

El mundo está distante de Dios y la humanidad ya no cree en el Retorno de Cristo. Pero Yo vengo en esta noche, hijos, a demostrarle a la humanidad, a través del testimonio de sus vidas y de la renovación de su fe, que su Señor y Rey ya retorna en Espíritu a la cuna de América y colocará Sus Pies, con toda Su Divinidad y esplendor, en el suelo de esta Tierra.

Para eso, quiero que preparen sus corazones con la fe y con la esperanza, con la confianza absoluta en Mi Inmaculado Corazón; porque, a pesar de todas las pruebas que la humanidad vivirá y que Yo ya les anuncié, el Hijo de Dios retornará al mundo y será cuando el tiempo de esta Tierra se una a la eternidad y disuelva el caos y los conflictos de esta Tierra, para dar lugar al Reino de Su Amor, de Su Misericordia y de Su Paz.

Hoy, hijos Míos, vengo a establecer este Reino dentro de ustedes, porque Me abrieron las puertas de sus corazones. Dejen que ese Reino se expanda, los transforme y los convierta todos los días en verdaderos proyectos divinos, en los cuales las promesas de Dios se cumplen y Su perfección se manifiesta.

Así, hijos Míos, la Voluntad Divina se extenderá por este planeta y el Oriente también verá nacer en esta tierra, en el corazón de América, una nueva oportunidad, una nueva vida.

Hijos, verán el caos de este mundo, verán este mundo temblar; pero hoy, vengo para fortalecer su fe y la alegría de sus corazones.

Hoy, Mis ojos de Madre y Peregrina contemplan sus corazones con gran alegría, porque veo soldados redimidos que vencen la batalla del final de los tiempos, con las rodillas en el suelo, con la frente en el suelo, clamando al Padre por Su Misericordia, por Su Perdón y por la redención de este planeta.

Hoy, también vengo especialmente a pedirles por los Reinos de la Naturaleza, para que comprendan, hijos, que este país, como todos los países del mundo, no solo guarda enormes bellezas para que sean contempladas por el corazón del hombre. Tamaña belleza, hijos, sustenta a este mundo con una entrega que la humanidad aún no comprende. 

Si permiten que los Reinos sean ultrajados y poco a poco desaparezcan de este mundo, como esencia y como espíritu, no permitirán que la Tierra se sustente y que cumpla con su misión.

Especialmente en esta nación tan amada, vengo a pedirles que oren por los Reinos y que, en sus grupos de oración, tomen consciencia del sufrimiento silencioso que padecen los Reinos de la Naturaleza por la indiferencia de la humanidad, por el ultraje y por todos los pecados que no solo están en el corazón humano, sino que también se extienden, como consecuencia, a Mis pequeños Reinos de la Naturaleza.

Hoy, hijos, sientan la alegría de Mi Corazón, el infinito Amor que traigo de Mi Reino Celestial y déjense inspirar para ser otros y, con un impulso aún mayor, llevar la buena nueva de la Presencia de Dios en la Tierra con palabras, con oraciones; pero sobre todo con los ejemplos de sus vidas. 

Demuestren al mundo y a esta nación que son otros después de estar en la Presencia de su Madre Divina; porque hoy Yo les traigo la redención de sus espíritus, la Misericordia de Cristo, para que se renueven y expresen, finalmente, este amor superior que habita en sus esencias, este amor único que vengo a despertar con Mi infinito Amor Divino.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Respondiendo a esta convocatoria celestial, vean nacer en sus corazones la Estrella de Mi Confederación Celestial.

Y en esta tarde, en esta noche de Gracias, siéntanse parte de una infinita legión de amor que trabaja por la paz, el bien y el despertar de todos los universos.

Que sus seres más profundos, sus espíritus desconocidos en esta vida material, se vuelvan a erguir y a mirar firmemente hacia el universo para volver a encontrar esta comunión interna con la Gran Hermandad.

Ahora, queridos hijos, que sus corazones fueron trabajados y ya están prontos para poder comenzar con nuevos pasos en esta caminata de luz, en esta caminata apostólica que Yo los invito a vivir, Yo los consagraré con el Agua de Vida, con el agua que proviene de la Fuente que se materializó en esta Tierra por medio del agua como un elemento sagrado para la cura, la redención y la consagración de esta humanidad.

Tráiganme aquí agua para bendecir.

“Deposita, Señor, Tus Manos sobre este elemento que Tú has creado para las criaturas de este mundo, a fin de que sean lavadas, purificadas y redimidas por el Espíritu consolador de Tu Sagrado Corazón.

Deposita aquí, por medio de este elemento, los sagrados dones de Tu Hijo para que, en este importante Sacramento, con la esencia de la vida infinita, todas las almas de Chile reencuentren su pureza original. Amén”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Nuestra Señora, vamos a pedir que los Hijos de María se coloquen de pie para recibir esta bendición que está proporcionando Nuestra Divina Madre.
 

Pueden traer aquí más agua, porque también bendeciré a todos, queridos hijos, no solo a los que hoy se consagrarán; porque a través de sus almas, de las almas que hoy están presente, estoy tejiendo Mi Manto Celestial, por medio de sus esencias, en esta nación y en todo su pueblo.

También bendeciré, queridos hijos, estos elementos sagrados que han traído a los pies de Mi altar, como también estas intenciones que han llegado de otras naciones del mundo, las que guardaré con el mayor amor en Mi Corazón maternal, para pedir por cada una de ellas, a fin de que más hijos Míos en el mundo alcancen la cura y la liberación.

Que también estas flores, a los pies de este altar que hacen resurgir el espíritu de este pueblo, sean bendecidas por el Amor de Mi Corazón, a fin de que las almas reencuentren el Amor Superior. Amén.

Hoy bendigo a los hijos que se consagran a Mi Inmaculado Corazón y que provienen de esta tierra, que está cicatrizando sus heridas y que está resurgiendo al verdadero Amor, que Yo los invito a vivir y practicar todos los días, teniendo como base, como impulso y como despertar, a Mi Inmaculado Corazón.

Yo los consagro, en este nuevo apostolado que vivirán junto Conmigo, para que se consagre esta tierra como la patria que Dios espera ver manifestarse en este tiempo final.

Los bendigo con el Amor de Mi Corazón. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Y Mis pies seguirán caminando por este pueblo. Yo los convido a que Me acompañen, en los próximos encuentros, para que más almas sean congregadas en el amor. Y ustedes, a partir de ahora, hijos Míos, sean instrumentos de Mi Corazón Inmaculado para que más estrellas se enciendan en esta nación y colmen este firmamento de seres redimidos.

Que así sea.

Siempre los amo, los amo eternamente. Y por este encuentro que ha sido realizado en nombre de la Gracia, Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

Canten con sus corazones para que Dios los pueda escuchar y así se establezca Su Reino Celestial por encima de todas las cosas.

Amén.

Canción: “Mirarte a Ti”.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En estos tiempos, el mundo no busca la Luz. Yo vengo del Cielo para darla a conocer, esa Luz poderosa y sublime que brota del Corazón de Dios para el mundo y para todos los universos.

Hoy, estoy aquí con ustedes, queridos hijos, conmemorando con Mi Corazón Sacratísimo este encuentro especial con Mi Consciencia que une a todas sus consciencias con el Hijo de Dios, Jesucristo.

Vengo a restaurar, en este día, sus vidas; a restaurar sus caminos materiales y espirituales para que sigan a Mi llamado, directamente al Corazón del Creador.

Este es Mi mayor prodigio para sus vidas, que sigan un solo camino a través de Mi Corazón Inmaculado. Por eso, Yo vengo a llamarlos, no solo a la oración, sino también al cumplimiento de su tarea espiritual en esta misión de los 144 000, de los nuevos apóstoles de Mi Hijo.

¿Acaso, ustedes creen que son uno de ellos?

Yo les vengo a revelar esta profecía a ustedes, pues la señal de que el mundo necesita cambiar profundamente, antes de que todo suceda, es visible en estos tiempos.

Mi Voz no solo se anuncia en Medjugorje; Yo vengo a esta parte de América, no solo a consagrar el Plan de Dios, sino que también, a través de los pueblos, surjan los nuevos apóstoles de Cristo, aquellos que impartirán los dones y las gracias a todos los que las necesitan. Por eso, Mi Corazón es perseverante, hijos amados.

 Hoy, se cierra un ciclo en sus vidas. Un nuevo ciclo espiritual y superior está llegando al mundo. Está comenzando en este mismo momento, en este tiempo real de Dios, en el que todos son invitados a colocarse, una y otra vez, a través de la elevación de la oración del corazón, de su comunión con Cristo y de su arrepentimiento ante las Leyes Divinas.

Por eso, Yo vengo vestida de Sol, para iluminar sus caminos, para abrir sus ojos, para abrir sus corazones y para que sientan el Propósito de Dios a través de Mí. 

Hoy, toda Mi Consciencia está manifestada en este lugar; así como Dios lo permitió en este fin de los tiempos, en el que todos son llamados a vivir una profunda reflexión en la consciencia, a cambiar los hábitos de sus vidas, a corregir sus caminos, a seguir el camino del Pastor que es el camino verdadero, es la verdadera Jerarquía en esta galaxia, en este sistema solar y en este pequeño mundo en todo el universo.

¿Saben lo que eso significa, queridos hijos?

Yo vengo a revelarles los misterios de Dios. Aquellos profundos secretos que, en la Vida Divina de los Sagrados Corazones, de la Sagrada Familia, fueron vividos plenamente, en la absoluta confianza de que todo era verdadero para la evolución de los corazones del mundo.

Yo vengo con la aspiración de una buena Madre, para instituir aquí el principio de una Nueva Humanidad fortalecida a través de la fe, del amor, de la unidad y principalmente de la confianza de que sus vidas, purificadas en Cristo, encontrarán la meta que tanto han buscado durante mucho tiempo.

La meta de ustedes, hijos Míos, se encuentra más allá de otras filosofías. Yo los invito a vivir la filosofía de Mi Corazón materno, que es la vibración perfecta del Amor de Dios manifestado en el Corazón de su Madre Celeste.

Hoy, les presento nuevamente Mi Corazón Inmaculado, como oferta perfecta para poder vivir la redención y la paz, dentro y fuera de ustedes, para que los caminos confusos se desvanezcan y vuelva a surgir la Luz de Dios en todos los pasos que deben dar hacia el Señor.

Mi Corazón es una Estrella manifestada ante ustedes, que viene desde el universo, cruzando estos umbrales de Luz, para derramar las Gracias que Dios ha concedido en este día. Desearía profundamente que, todos los días de Mi Vida omnipresente, ustedes Me pudieran ver; pero confíen, confíen en la Voluntad de Dios.

Ya es una Gracia, para sus corazones, que hayan sido convocados en este día santo para renovar sus votos espirituales con el Creador; liberar sus amarras; dejar los caminos de la perdición, del descontrol material, de esa vida que promete esta humanidad enferma.

Hoy, vengo a curar a muchos de sus corazones, corazones que están enfermos y que necesitan del alivio de los atributos de la Madre Universal. Si ustedes viven estos atributos, les aseguro, queridos hijos, que no perderán ese camino hacia el infinito que son invitados a vivir en este principio de paz que Yo difundo para sus vidas y el mundo.

Como Madre de esta humanidad, Madre y Princesa de este mundo, Comandante de todos estos corazones, Yo vengo a unir, en este 8 de agosto, a sus corazones con el Espíritu Sublime de Dios, que ustedes conocen como la Fuente Única.

Mi Corazón es ese Portal que hoy está hoy abierto a sus almas, delante de sus ojos, con profundo Amor materno, con mirada de Madre bondadosa, para que todos se animen a ingresar en Mí y a consagrar sus vidas, según sus posibilidades.

Yo vengo a entregarles esta última oferta en esta fecha. Esta es la mayor Gracia que Dios Me ha concedido después de ocho años de caminar a su lado pacientemente, en el amor y en la verdad, para que sus corazones pudieran crecer en la fe y ser nutridos por el Espíritu Santo de Mi Hijo.

Dios concedió, hijos amados, que Mi Hijo llegara hasta aquí para abrir las puertas de esta Aurora, para que los corazones fueran liberados, redimidos y curados a través del Arcángel Miguel. Pero esa es una tarea, es una misión espiritual de Nuestros Corazones Sublimes delante de este mundo infiel, que busca resultados en otras cosas, en otros caminos en los que las almas se pierden y se alejan de Dios cada día más.

Por eso, el universo está alrededor de Mi aura, Mi aura celeste de Luz, para irradiar hacia ustedes la fortaleza que necesitan para que se animen a seguir Mis pasos, tan simples y humildes que, en verdad, queridos hijos, si ustedes se animan a vivirlos, concretarán sus obras, que son las Obras de Dios para el mundo.

Pero hoy, Yo no estoy sola aquí, sino rodeada de los ángeles del Cielo, de todas las Jerarquías Celestes que responden a la Voluntad máxima del Creador. Hoy, estoy uniendo este Universo Espiritual, en donde Me encuentro, con su vida material, una vida de pena y de dolor que debe ser rescatada por Mi Espíritu de Paz, antes de que todo suceda.

Mientras Yo les hablo, queridos hijos, voy trabajando en sus corazones para que alcancen la Luz, la Luz de la redención de Cristo, tan necesaria y urgente para rehabilitar a todos los corazones posibles que caminan en las tinieblas de Mi adversario.

Pero, Yo piso con Mis pies, sobre este suelo de Aurora, la cabeza de la serpiente; para que ella deje de hacer perder a las almas y Yo, a partir de ahora, sea su Gobernanta, su Madre Universal, su Estrella Guía que guíe sus pasos, sus caminos y sus familias hacia la nueva Comunión Reparadora con Cristo, en el momento definitivo de Su Retorno a la Tierra.

Dichosos aquellos que creen sin ver, porque en verdad conocen el Reino de Dios.

Dichosos aquellos que escuchan con los oídos del corazón, porque sentirán el Espíritu Santo del Creador.

Dichosos aquellos que se arrepienten de corazón, que abandonan sus amarras para que la Aurora de Mi Corazón destituya todos los males de este mundo y se abran las puertas de la redención a los corazones que se pierden por no querer seguir a la Madre del Cielo.

Yo les traigo palabras verdaderas, definitivas para sus vidas. Yo les traigo la cura superior, principio femenino, sagrado e inmaculado, en esta vida universal.

Yo vengo a abrirles sus ojos para que alcancen a su alma y para que su alma viva en el Espíritu de Dios, por los siglos que vendrán.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es por eso que abro en este mundo todas las puertas que lo separan del universo, y uno el Tiempo de Dios con el tiempo de esta Tierra, para curar así todos los errores del pasado, un pasado que desconocen, que no proviene de este mundo, pero que Mi Corazón sí puede verlo y curarlo en sus consciencias.

Vengo a liberar los vínculos con el mal de aquellos que dicen sí a Mi Inmaculado Corazón, pero que este sí sea verdadero y que se manifieste en las acciones de sus vidas en los días que vendrán.

Espero, hijos Míos, que no hayan venido a Mi encuentro por la mera curiosidad de saber lo que acontece en este suelo sagrado; que estén aquí porque están dispuestos a transformar sus vidas definitivamente, a liberar las amarras del pasado y a renacer a un nuevo conocimiento, a una nueva vida, a una Nueva Humanidad que debe tener como semilla a cada uno de sus corazones y a cada una de sus consciencias.

No esperen, Mis amados, que esta humanidad surja de repente, porque ella deberá ser construida a través de la purificación y de la transformación consciente de cada uno de ustedes. 

Pero el amor por Dios y por Su Plan Perfecto deberá ser mayor que el amor a las cosas de este mundo; porque Mi adversario buscará, de todas las formas, alimentar los deseos y las aspiraciones que los atan a las ilusiones de este mundo y disfrazará de todas las maneras estas aspiraciones para que parezcan verdaderas y espirituales.

Por eso, abran sus ojos, no los ojos de la mente, sino del corazón; porque es por medio del corazón, Mis amados, que escucharán Mi Voz y sabrán que ella es la portadora de la Voluntad de Dios para sus vidas como para la humanidad, como para todo el universo, que en este día se congrega alrededor de Mi Manto para observar los corazones del mundo y contemplar el Proyecto de Dios.

El universo aguarda la respuesta de todos los seres humanos. Por eso, hoy les pido que sean valientes, en el espíritu como en la materia, para abandonar el pasado y rendirse al nuevo futuro que Yo les traigo ante sus ojos como una oportunidad de redención.

Esta redención está disponible para todos, pero si no Me dicen sí y no se disponen a transformar sus vidas, este manantial de cura se derramará sobre este suelo y retornará a su Fuente sin que haya tocado sus consciencias.

¿Reconocen, Mis amados, la gran pérdida que es para toda esta raza si no aceptan decir sí al Poder de Dios que se manifiesta en Su Sierva?

Dejen que Yo disuelva el miedo de sus corazones, que cure la falta de fe, porque de esta forma podré formarlos y protegerlos para que transiten por los tiempos que vendrán y que, a pesar de todos los acontecimientos del mundo, jamás abandonen el Camino del Señor, porque la gran victoria de Dios es manifestar en sus criaturas la plena certeza de la perfección de Su Proyecto y que estos hijos de Dios acepten seguir la Luz, más allá de la oscuridad que los rodea.

Es por eso, hijos Míos, que hoy les traigo la Luz de la Fuente Divina, que originó a las consciencias del Cosmos como a las de esta Tierra. 

De esta Fuente de Luz provienen sus esencias, a las que hoy busco reencender, para que así se manifieste, en este nuevo ciclo, un gran acto de redención y de reconciliación con Dios; anunciando así al cosmos que la manifestación del Plan de Dios es posible y que, en el inicio de este ciclo planetario, que anuncia el fin de la decadencia humana, una parte de la humanidad escogió seguir los Planes de Dios.

Necesito, Mis amados, que no solo escuchen Mis Palabras, sino que sus caminos sean rectos, que miren con firmeza a Mi Corazón Inmaculado y que no caminen por otro camino, sino por este que conduce a Mi Corazón.

Aspiro a que no solo hoy estén Conmigo, sino todos los días sus vidas; que venzan, en sí mismos, a todas las tendencias de este mundo infiel, para seguir Mis pasos que los conducen al Redentor; que proclamen al Hijo de Dios todos los días, todos los instantes de sus vidas; que anuncien la victoria del Rey del Universo en sus consciencias por medio de su transformación.

Vivan Mis Palabras, no solo las escuchen, porque esta es la gran posibilidad que les traigo en esta noche. Vivan Mis Palabras.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En este día santo, Yo los invito a vivir el camino del corazón, el camino del Amor que la humanidad está perdiendo por alejarse de Dios y preferir otras cosas que no nutren al espíritu, que no hacen resplandecer a la vida, así como Dios lo prevé.

Por eso, en esta noche, bendeciré este Libro Sagrado, que es la mayor expresión de Mi Amor perfecto por ustedes. Espero que lo lleven como un camino para encontrar la Luz.

Cantemos “Inmaculado Corazón de María”.

Queridos hijos, Yo bendigo este Libro, porque son las Palabras que Dios Me enseñó, las que hoy transmito a ustedes, con todo el Amor materno de Mi Corazón. Que estas hojas benditas sean leídas con la humildad del espíritu, con la simplicidad del corazón que busca la unión perfecta con Dios.

Que sus almas y las almas de sus hermanos, cada vez que lean estos documentos, estas Palabras de Mi Corazón materno, se puedan reencender espiritualmente y establecer definitivamente la unión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Pero hoy, también bendigo a sus corazones, porque Mi Gracia se derrama sobre sus vidas y las vidas de las almas del mundo. Eso es lo único que deseo, queridos hijos, que vivan en unidad y en amor para que en el mundo no sucedan muchas cosas, por el simple hecho de no querer escuchar.

Bendigo estos frutos que representan al árbol de la vida. Cada uno de ustedes es un fruto de Mi Corazón; y, a través de esta simple cesta, Yo presento esta oferta al Creador, porque Él verá con Sus Ojos misericordiosos que ya están maduros para vivir la vida universal.

Aurora los acoge si tienen un corazón simple, con intenciones puras de buscar la unión con Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina está pidiendo que entonemos el cántico que le habíamos ofertado, porque representa para Ella la voz de todos Sus hijos, buscando la simplicidad y la humildad de Su Corazón Inmaculado.

Ella dijo: “Estoy aquí, en Mi casa de humildad”.


Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Nunca cierren las puertas de sus corazones, porque así Yo podré entrar.
 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, aquí, los hermanos van a entregar una naranja a los que están aquí.

Y María nos decía que tuviéramos estas naranjas, como fruto de Su Corazón simple.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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