Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 50ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Figueira, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Padre Nuestro... (x2)

Pai Nosso... (x1)

Nunca dejen de mirar al Sol Interior de Mi Corazón, porque así siempre estarán protegidos de todo.

Mi Silencio hoy habla de una realidad planetaria aguda.

Por eso, en el día de ayer tuve que emanarles la mayor Fuente de Mi Amor, para poder hablarles hoy de lo que les iré a hablar.

Estoy con el Libro de la Sabiduría de Dios entre Mis Manos y vengo acompañado por los veinticuatro Ancianos. Reunidos en un solo Consejo, deliberamos los próximos pasos para esta humanidad.

Hoy no es un día común, sino un día de grandes definiciones, por las cuales Yo los invito a seguir orando, aunque aparentemente parezca un misterio.

En este Libro de la Sabiduría de Dios se encuentra el destino de la actual humanidad, un destino que nadie conoce, que aún no fue revelado, ni siquiera en sueños.

Pero hoy les traigo este tesoro de Dios porque es el propio Padre que con Su Santa Mano escribe los acontecimientos de esta actual humanidad que ya ha ingresado, de lleno, en la transición planetaria.

Les pido que abran sus corazones para lo que hoy les estoy trayendo como mensaje.

Les pido que no tengan miedo, sino una consciencia amplia, para poder percibir interiormente los Conocimientos Sagrados de Dios que están escritos en este Sagrado Libro de Su Reino Universal e Infinito; Reino que los ángeles y arcángeles cuidan en perpetua alabanza y honor al Todopoderoso, porque Él escribe y construye, todos los días, el destino de la humanidad.

En este Libro se encuentra lo que muchos quisieran ver, pero también lo que muchos no quisieran ver, porque en el Libro de la Sabiduría de Dios se espeja la Justicia Divina, la que ha comenzado a descender, invisiblemente, todos los planos, hasta llegar a este plano físico y concretarse.

Por eso les pido que concentren sus miradas en el Sol interior de Mi Corazón, porque allí existe el equilibrio, la armonía y la unidad que los hará fuertes para estos tiempos difíciles.

Por eso en estos días, compañeros, los invité a definirse como Mis apóstoles del fin de los tiempos, para que Me pudieran servir en cada rincón de este mundo en donde la realidad planetaria se agudiza y las almas se precipitan en sus propios abismos, sin encontrar ni un gramo de luz.

Los invito a ser conscientes para adquirir una madurez lo suficientemente elevada, que los ayudará a enfrentar estos tiempos y todos los aprendizajes que llegarán para enriquecer sus espíritus con nuevas experiencias de Amor y de Redención.

Es de esa forma que vengo a pedirles, con el Libro de la Sabiduría de Dios entre Mis Manos, algo que nunca vivieron: una entrega absoluta y plena para que aún más Mi Plan se pueda materializar en la superficie.

Los veinticuatro Ancianos del Universo, los grandes portadores del Conocimiento Sagrado de Dios, los Grandes Mentores entre los mentores son los que espejan al Universo, en este tiempo, la Justicia Divina.

No son los promotores del castigo universal, como lo es Mi adversario. Son consciencias justas que han aprendido y vivido, a lo largo de los tiempos, en todos los Cielos, el conocimiento de esta experiencia humana, dentro de este planeta sagrado.

Ellos tienen entre sus manos el Proyecto de Dios, especialmente en sus Corazones Solares.

Ellos saben que es lo que el mundo necesita vivir y cuál es la aspiración del Todopoderoso, pero no pueden interferir ni alterar el libre albedrío de esta humanidad, que es lo que en verdad la condena, de tiempo en tiempo.

Pero si sus ojos están en el Sol Interno de Mi Corazón, aprenderán a salir de la superficialidad y de todo lo que ciega al ser humano en este tiempo, desconectándolo de Dios completamente.

Hoy, ellos vinieron Conmigo, los Sagrados Ancianos del Universo, para poder ver y presenciar lo que sucederá en el mundo, de la noche a la mañana.

Es importante que no cambien Mis Palabras, porque cambia el sentido, la energía y el Principio de lo que Yo quiero decir, para sus mundos internos, no para sus mentes.

Por eso coloquen sus sentimientos en el corazón y revivan en este momento, lo que Yo les traje en el día de ayer; es lo que siempre deseo entregar a Mis compañeros, para que finalmente se disuelva la amargura universal, lo que ha condenado a todas las criaturas en este Universo a los errores de otrora.

Venimos como Consejo Universal a hacerlos conscientes de las nuevas decisiones que ya fueron tomadas y de las cuales ustedes forman parte, así como cada ser de esta superficie.

Hoy les pido que difundan en el mundo, la importancia de vivir en el Don del Temor de Dios, para que las almas tengan tiempo de arrepentirse y de hacer verdadera penitencia, antes de que todo suceda, porque sé que muchos creen que nada sucederá.

No tendría sentido que Yo estuviera aquí después de cincuenta encuentros, preparándolos para ese gran momento, en donde sus almas misioneras estarán activas, operativas y al servicio de la necesidad planetaria.

Prepárense para dejar de hacer todo lo que hacen diariamente. No se incomoden cuando llegue la hora de ser sacados de la normalidad de estos tiempos.

Ya les dije, compañeros, que ustedes son Mis Manos y Mis Pies para que Yo pueda trabajar en este planeta y evitar que millones de almas se pierdan inesperadamente, de una forma inusitada, que nadie hasta ahora conoce.

Por eso es importante que sus valores de espiritualidad estén presentes y latentes. Todos esos valores los necesitarán para poder atravesar el fin de los tiempos con valentía y coraje y así no estar distraídos con todo lo que sucede en el mundo diariamente.

Quiero construir en ustedes consciencias universales, seres que puedan espejar la Sabiduría de Dios en estos tiempos, sin perder ni un momento de sus vidas para poder aprender todo lo necesario, todo lo que Dios necesita que aprendan para el gran momento planetario que vivirá la humanidad.

Hoy expongo Mi Santísimo Cuerpo a todo el planeta porque será el Portal por el cual podrán entrar, para estar a salvo en la Divina Protección y bajo el Amparo de Mi Corazón Eucarístico.

Dichosos serán los que así lo hagan, y si lo hicieran muchos más, mayor equilibrio habrá en este planeta y no será necesario, a pesar de la gran deuda de esta raza, desde su género humano hasta los Reinos de la Naturaleza, que se agiten tanto los Océanos, ni tampoco se mueva tanto la Tierra.

Puedo decirles con todo Mi Corazón que nadie está preparado para el fin de los tiempos, pero será necesario vivirlos.

Ustedes encarnaron en esta era, en estos últimos tiempos, para participar de esta transición, de la cual muchos más deben ser conscientes, para salir de la somnolencia global.

Cuanto más obras de bien se hagan en el mundo, menor será la catástrofe en la humanidad.

Cuanto menos animales se sacrifiquen por el propio hombre de superficie, ya no será necesario, que siga corriendo la sangre en este mundo, sangre inocente.

Cuanto menos minerales y florestas se exploten, menores serán los abortos en el mundo, y las madres no quedarán con la pena de esa crueldad hasta sus próximas vidas.

Cuanto menos se infrinjan los océanos, contaminen los mares y se sacrifiquen las ballenas, menor será el movimiento del eje de la Tierra y el descongelamiento de los polos de una forma acelerada, nunca antes vista por Dios, ni por todo este Universo. No será necesario que el planeta se acerque tanto al sol y la temperatura se eleve a grados desconocidos, nunca antes vividos, en ninguna era de este planeta.

Ahora comprenden, compañeros, lo que el Consejo de los Ancianos está decidiendo como futuro de esta raza, por el triunfo de Mi Sagrado Corazón.

No queden tristes, sino más fortalecidos, porque Yo los necesito aquí fuertes, más decididos, más conscientes, más abiertos, para socorrer a la humanidad y a todo este planeta.

No piensen en lo que sucederá, sino en lo que el mundo aún no hace de forma equilibrada, verdadera y justa.

Y para finalizar este encuentro, los invito a ser portadores de la justicia, para que siempre y en todo, tengan actitudes justas: en todo lo que hacen, en todo lo que piensan, en todo lo que viven, porque por más pequeño que parezca, ayudará al equilibrio del mundo y a la armonía de este planeta y de todos los Reinos Menores.

Ahora quiero dejarles un pedido: que fortalezcan su oración por el Brasil, dos veces por semana, porque este pueblo y esta tierra está siendo muy buscada.

A pesar de todo lo que sucede en esta nación, el triunfo de Mi Sagrado Corazón solamente se podría dar aquí y desde aquí, para todo el planeta.

Les pido que no se involucren con lo que suceda en esta superficie. El propio Universo limpiará lo que está sobrando, y así, podré reforestar la nación con almas valiosas, que cumplirán Mi Proyecto en el fin de estos tiempos.

Colóquense por encima de los acontecimientos y así también Me podrán ayudar y ayudarán a muchas, muchas almas que quedan perdidas en los acontecimientos de esta superficie.

Si oran a Mi santa Madre por el Brasil, el Brasil mantendrá su espíritu original y no será necesario que haya conflictos, como existen en otras naciones.

Recuerden que el Arcángel Metatrón es el encargado de cuidar de su pueblo y ustedes deben unirse a su Fuego Cósmico para que sus corrientes ígneas transmuten las corrientes contrarias que traen disturbios para Mi amado Brasil.

Yo les prometo que esta tierra, ya no será tierra de esclavos, sino de almas triunfadoras que viven en el Amor de Dios y lo irradian a todo el mundo.

Brasil es el Espejo de Mi Corazón y cuando él sufre, Yo sufro en silencio.

Fortalezcan sus valores espirituales y enseñen a las almas simples a orar, porque en los más humildes, como en los más pobres, existe la sustentación de Mi Obra, lo que también Me hace venir aquí, de tiempo en tiempo.

Que el Señor ilumine a los corazones.

Que las almas se sirvan del poderoso caudal de Mi Corazón Eucarístico.

Que todos beban de la Fuente de Vida y que se renueve el Principio de la Redención de esta Tierra.

Amén.

Ahora reverencien a Mi Cuerpo y reciban así la disipación de las tinieblas y la iluminación de la esencia para los tiempos que llegarán.

Incienso.

Nos ponemos de pie.

Canción: "Tú eres el Rey".

Sepan que Me honra venir desde el Cielo para poder verlos en estos tiempos, por medio de este encuentro, en donde Mi Misericordia se expresa a todas las almas, de diferentes formas, en los corazones simples que buscan la Verdad y la Unidad con Dios.

Mi Corazón se colma de alegría cuando los veo tan cerca de Mí en la confianza absoluta de sus espíritus en Mi Proyecto Redentor.

Yo renuevo todas las cosas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Les agradezco por hoy estar en Mi Corazón.

Y hoy quisiera que irradien para el mundo más amor para que las almas sean curadas y retiradas de su cautiverio, para que la consciencia de este planeta, en este tiempo final, tenga en quién apoyarse y en quién confiar, sin temer de que la humanidad vuelva a agredir al planeta, como en los últimos tiempos.

El planeta también sufre como consciencia; por eso él se mueve tan velozmente en este tiempo y cada acontecimiento, es la señal de su sufrimiento, de su agonía, del parto planetario.

Abracen al planeta y colóquenlo en lo profundo de sus corazones, así como el planeta siempre los ha colocado en el Universo de la Creación, en todo lo que existe, en todo lo que vibra y en todo lo que evoluciona.

Vayan en paz y sean Mi Paz en el mundo.

Hoy he calmado Mi Corazón con su presencia, con la presencia de cada peregrino y de cada orante que se ha esforzado en dármelo todo en estos dos días y eso Me hace volver aquí, siempre.

¿Ustedes aceptan que Yo vuelva un tiempo más? Sí.

Fray Elìas:

Él está llorando.

Ahora sí Me debo ir, pero escuchando sus palabras con una canción que inspira a las almas a estar cerca de Mí.:Tu estás aquí

Fray Elìas:

Vamos a colocar nuestras manos en señal de recepción, para recibir de Cristo Su Energía y después llevarla al centro de nuestro corazón, en una comunión interna con Su Consciencia Divina.

Y vamos a agradecerle por medio de esta canción, por todo lo que nos ha dado en estos días.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN MADRID, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Entra en Mi Corazón y encontrarás tu casa, tu origen y tu principio, tu camino y tu verdad.

Entra en Mi Corazón y encontrarás lo nuevo, lo que más buscas, lo que más necesita tu alma y tu espíritu, para que en este ciclo agudo vivas el Plan de Dios.

Entra en Mi Corazón y vacíate de todo, hasta el punto de saber quién eres y todo lo que deberás perder para que Yo pueda obrar en ti.

Entra en Mi Corazón y cálmate. Ya he visto tus lágrimas y tus llantos, pues vengo con Mi Misericordia para curar lo impenetrable.

Entra en Mi Corazón y silénciate. Busca dentro de Mí el gran refugio de Dios, la morada que muchos no buscan, por sus preferencias, por sus deseos, por la vida externa.

Entra en Mi Corazón y sáciame. Tengo sed de tu amor y de tu verdad, para que finalmente te fundas en Mí.

Entra en Mi Corazón y no te preocupes. Allí se guarda un tesoro pensado por el Padre para ti; el principio de tu esencia, en el momento en que fuiste creado en el Vientre de tu Madre.

Vengo con Mi Misericordia para borrar el pasado, no solo en sus consciencias, sino también en España y más allá de ella.

Entra en Mi Corazón y comulga Conmigo. Ya conozco tus defectos, tus pruebas, tus miserias y tus dificultades. Sonrío a cada una de ellas, porque tú piensas que no las puedes superar.

Entra en Mi Corazón y ríndete, porque así Yo te enseñaré a encontrar el sentido a la vida, al camino espiritual, a la meta de tu alma y de tu espíritu.

Entra en Mi Corazón y te refugiarás en Dios, porque allí, en Mi Corazón, nada más importa que solo tú te unas a Dios, el Creador, porque lo estarás haciendo por aquellos que no lo hacen, por los que no lo viven y también por los que no lo buscan.

Entra en Mi Corazón y encontrarás la salida, la liberación de tu infierno, la rendición de tus amarras, la elevación de tu espíritu y la redención de todo tu ser.

Solo entra en Mi Corazón y déjame actuar por un momento, porque así no conocerás tu vida, de aquí en adelante.

Cuantas veces tú entres en Mi Corazón, Yo podré estar en ti, gobernaré tu consciencia, tus sentimientos, tus pensamientos y todos tus sentidos. Y percibirás en cada momento todo lo que no está bien para Mí, y unido a Mí, transformarás cada aspecto de tu ser, al punto de no poder reconocerte en poco tiempo.

Si tan solo entras en Mi Corazón, conocerás tus virtudes; también conocerás tus miserias, para que las puedas trascender una a una.

Si consigo que muchos más entren en Mi Corazón, todo el planeta no estará perdido. Encontraré instrumentos y servidores totalmente entregados a Mí, para que Yo pueda actuar a través de sus vidas y hacer de cada etapa un nuevo camino y una nueva oportunidad, que aún no has vivido en esta vida.

Entra en Mi Corazón, porque allí se encuentra la Puerta hacia Dios.

En el corazón existe el amor vivo, en la mente solo existen ideas huecas. Si entras en Mi Corazón, Yo podré darte sabiduría y plenitud.

Mi Corazón fue traspasado por la lanza de la humanidad, por el pecado, por la impunidad, por el falso poder, y Mi Corazón derramó agua y sangre, virtudes de misericordia y de divinidad para todas las almas.

Cuando las almas no entran en Mi Corazón, Yo no puedo hacer nada, tan solo contemplarlas, orar por ellas para que encuentren el camino hacia el templo de Mi Corazón.

Hoy los rebaños están dispersos. Pocos quieren saber quiénes son en verdad y qué han venido a cumplir en nombre de Mi Padre.

Si entran en Mi Corazón, todo este conocimiento será revelado y serán libres de la ignorancia, de la ilusión y de todo lo que no es real. Percibirán la vida diferente, encontrarán sentido a sus caminos y podrán vivir el Don del Temor a Dios, porque podrán sentir cuando se estarán alejando de Él y cuando deberán retornar pronto a Su Corazón Divino.

Si ustedes entran en Mi Corazón y se vacían completamente, Yo podré llegar a más corazones que están perturbados, que están enfermos y que se sienten perdidos con una gran falta de amor y con ausencia de misericordia.

Hoy vengo a entregar, como ha dicho Mi Santa Madre, las últimas llaves de la salvación de la humanidad, porque aún los portales a Mi Divina Misericordia están abiertos. Y será en esa Fuente que sus pecados serán disueltos, que sus faltas serán perdonadas y que todo error que hayan cometido, en contra del amor y de la unidad, pueda ser liberado. Y alcanzarán la expiación que necesitan para poder dar nuevos pasos en esta obra, que estoy decretando para el fin de los tiempos.

Podrán entrar más fácilmente en Mi Corazón si son humildes, si sus almas se resignan a la Voluntad que Yo les traigo y que hasta ahora nunca han vivido.

Con todo este mensaje, hoy quiero decirles que nuevamente hoy ha terminado un ciclo. Hoy deben cerrarse las puertas a la dificultad planetaria, a todo lo que es deuda a nivel espiritual, dentro y fuera de los seres.

Es así que hoy instauro un nuevo ciclo más exigente, más arriesgado, por la victoria de Mi Sagrado Corazón en los caídos de la humanidad, en las estrellas perdidas, en los soles que se han apagado, en los espíritus que no han llegado al Corazón del Creador.

Las almas que hoy están aquí, ante Mi Presencia Celestial, son todas preciosas para Mí.

Deseo que busquen sus virtudes, porque en verdad las necesitarán para los tiempos que llegarán. Serán muy necesarias y urgentes para sus hermanos de camino y para todos los seres que los rodean en esta vida que hoy viven.

La virtud de la fortaleza, la virtud de la fe, la virtud de la unidad, la virtud de la sabiduría, la virtud del discernimiento, la virtud de la ciencia y principalmente la virtud del amor, que une a todas las restantes a través de Mi Corazón Misericordioso.

Ejercítenlas con esfuerzo y determinación, porque si entran en Mi Corazón, las podrán conocer una a una y estarán cerca de sus vidas en los momentos en donde deberán tomar grandes decisiones, que podrían cambiar el rumbo de sus vidas para siempre.

Con estas virtudes, almas de Mi Corazón, los invito a no tomar decisiones precipitadas, a que pregunten a su mundo interior qué es lo que verdaderamente deben hacer para poder seguir el camino que Mi Mano está indicando en esta recta final, en esta última parte de la transición, en los últimos cinco años.

En la hora más crucial del mundo deberán recordar estas palabras y cuántas veces Yo los invité a ingresar dentro de Mi Corazón de Luz. Porque si no lo hacen ahora, en el próximo tiempo se arrepentirán, por ustedes, por sus familias y sus conocidos. Lleven a todos hacia Mi Corazón.

No quiero tener más espinas en Mi Espíritu. Los horrores del mundo me angustian, la sangre que cae sobre el planeta también. El sacrificio a los Reinos y a la Creación, todo eso acongoja Mi Corazón.

Si ustedes ingresan en Mi Corazón, a pesar de lo que suceda, Yo me sentiré pleno de estar más cerca de ustedes y de sus hermanos. Porque si están en Mi Corazón, se darán cuenta cuán lejos están de Mí, muchas veces.

No vengo aquí a reclamarles nada, vengo a restablecer la alianza de sus almas con Mi Alma, la unión de sus corazones con Mi Corazón.

No pierdan el sentido de lo que les estoy diciendo.

Entren en Mi Corazón y estarán en el camino correcto. No perderán la escuela que vengo a presentarles, para que en esta época ustedes la puedan vivir.

Si muchos más entran en Mi Corazón, el mundo no deberá sufrir tanto.

La humanidad hoy provoca la ira de Dios; desde las cosas más insignificantes hasta las situaciones más graves, como es la guerra, los refugiados, la sangre que corre en el mundo y el sacrificio de los animales.

Mientras el mundo no cambie esas actitudes, haga penitencia y se arrepienta de corazón, faltará mucho la paz, y Yo estaré solo en los consecuentes, hasta que se cumpla lo que Yo deseo.

Los tiempos han cambiado mucho y las almas no quieren verlo. Muchos piensan que todo sigue igual: en la sociedad, las naciones y hasta en las religiones.

Cuando Yo retorne, así que Mi Padre Me lo pida, deberé romper muchas estructuras, desde la vida humana hasta en las religiones.

Dios se encuentra en lo que es simple y no poderoso.

Podrán haberme hecho muchas iglesias, pero Yo estoy en una sola y es en el corazón de Mis compañeros.

Cuiden de esa Iglesia verdadera. Que sus sentimientos sean cada vez más fraternos, que sus actitudes sean cada vez más pacíficas, porque así Yo podré contar con ustedes en cualquier momento o en cualquier lugar, no importa lo que sea o todo lo que cueste.

La Obra de Dios, a través de los Sagrados Corazones, es la más difícil de materializar en esta superficie. Por eso venimos al encuentro, en este último tiempo, de aquello que está en llamas, que arde en el fuego de la fricción y lo que es impuro y es injusto.

De esa forma, vengo a entregar el último tesoro que me resta, el más preciado por Mi Padre: es Mi Corazón que ha padecido por ustedes, que sufrió por ustedes, que fue traspasado por ustedes y que resucitó para demostrar al mundo la vida eterna.

El arrepentimiento nace de una verdadera honestidad, de una transparencia que no tiene límites en esta vida material.

Vengo a entregar estas palabras para aquellos que amorosamente, las quieran recibir, meditarlas y reflexionar sobre cada decreto que hoy les he entregado.

Ahora, con sus corazones más mansos y sus consciencias más abiertas, celebremos en este día la Comunión con Mi Cuerpo y con Mi Sangre; un acto de reparación, de penitencia y de entrega a Mi Corazón Misericordioso.

En estos simples elementos se encuentra la renovación de la vida, lo que nutre al espíritu y hace mostrar en ustedes la esencia de Mi Divinidad.

Hoy vengo a renovar la Iglesia en toda la Tierra y a todos los que se unen a ella bajo Mi Universo Celestial.

Que ahora desciendan los ángeles y purifiquen los elementos, que se convertirán en Mi Cuerpo y en Mi Sangre, para todos los seres de buena voluntad.

Encuentren en este Sacramento lo que es simple, humilde y puro a los ojos del Creador.

Como en Jerusalén y Emaús, antes y después de haber resucitado, me reuní con los apóstoles y después con los pastores, para que sintieran y vieran Mi verdadero Ser, que era el Dios vivo en cada partícula de Mi Consciencia y en todo el ser terrenal y humano que viviría la Pasión por ustedes, con el fin de redimir a la humanidad y liberar el mal del planeta.

Después de dos mil años, Mi enemigo se ha afianzado en el mundo, pero su cetro será quebrado por el golpe de la espada de San Miguel.

Todo lo que él retiene en su mano, a través de los siglos y de los tiempos será derrotado por la fuerza del amor de la Fuente, cuando Yo retorne al mundo y cuando vuelva a buscar a todos los que Me pertenecen, a través de los siglos y de los tiempos.

Verán entonces a aquellos que resucitarán de la nada. Todos se asombrarán por lo que verán a su alrededor. En esa hora nada estará oculto, todo será evidente para todos y ya no existirá lo blanco y lo oscuro, sino que cuando Yo retorne existirá lo eterno, Dios.

En aquel tiempo, tomé el pan y le di gracias al Padre por este sacrificio. Él lo bendijo y decreté a Mis apóstoles: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados".

Del mismo modo tomé el cáliz entre Mis Manos, di gracias a Dios por ese sacrificio, Él lo bendijo con la luz de sus ángeles y lo entregué a Mis apóstoles decretando: "Tomen y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre de la Alianza nueva y eterna, Sangre que será derramada por todos los hombres para el perdón de los pecados. Nunca olviden hacer esto en Mi Memoria".

Este es el Sacramento de la Renovación. Dichosos son los llamados a vivirlo. Bienaventurados son los que lo reciben para vivir su redención y conversión, hasta que se cumpla Mi Retorno al mundo. Amén

Lleven entonces Mis Palabras al corazón y que el Padre, a través de Su Hijo y del Espíritu Santo siempre los bendiga, para que encuentren en sus caminos Mi Camino de Luz, que hoy les indico, invitándolos a retornar a Mi Corazón, y así podremos ser uno para siempre.

España vivifique Mi Misterio. Los corazones heridos a Mi Iglesia se abran y que sientan en su interior la verdad que les traigo, porque lo que está vivo es lo que hay dentro de los seres y se llama amor del corazón. Que ese amor brote en los que no lo tienen y que muchos más se animen a encontrarlo, sanando a las heridas de la incomprensión.

La fe, la unidad y la hermandad los ilumine. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Les agradezco por hoy estar Conmigo y a todos lo que lo han estado a través de este medio de comunicación.

Hoy emito una irradiación para todos Mis amigos.

Crean que es posible que el Reino de Dios se aproxime hacia una humanidad enferma que tanto necesita de amor, de perdón y de reconciliación.

Que hoy canten sus corazones sinceros y que se unan a esta Obra que debe abrazar a toda la humanidad, a todas las lenguas, a todos los pueblos y a todas las creencias que buscan vivir el amor y la solidaridad. Que así sea. Amén.

Canción: "Corazón Sincero"

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 40ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE SAN JOSÉ, COSTA RICA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Padre Nuestro...

Vean cuántos ejércitos Me siguen y muchos no lo saben.

Esta es la verdadera presencia de Mi Reino en la Tierra; Reino que está unido a cada corazón orante. Y ese Reino se expande por el mundo en su universo invisible para revelarse a los simples de corazón.

Este es el Reino que Yo prometo para todos, el cual prometí una vez cuando estuve entre ustedes en Mi amada Tierra Santa, revelándoles el poder de Mi Evangelio, la Sagrada Palabra de Dios, que viene a redimirlos de tiempo en tiempo.

Hoy estoy con inmensa alegría en Costa Rica, porque los corazones Me escuchan, no por su cantidad sino por su espíritu, su espíritu simple que se une al Mío y trae así al Reino de Dios para un lugar tan necesitado de la presencia de la Santísima Trinidad.

Busquen a Dios en todo lo que existe, en todo lo que Él ha creado a través de la Naturaleza. Allí Yo también Me encuentro en silencio y en lo alto de los volcanes, contemplando a toda la población planetaria, esperando por su despertar, por su gran y último paso al camino de la Luz y del Perdón.

Vean entonces, compañeros, que Yo estoy en todos los lugares. He venido aquí para darles Mi Fuerza interior y Mi Amor, para resucitar a Centroamérica en su propósito y su misión espiritual con el fin de cumplir el Plan de Paz de Dios.

Únanse cada vez más y cumplirán este propósito que hoy les pido. Háganlo por todos sus hermanos, sus hermanos de todas las naciones de Centroamérica, que tanto necesitan de Mi Divina Misericordia para poder continuar adelante en este tiempo final que se aproxima.

La fuerza de su oración ha llegado más allá de Centroamérica, abrazó gran parte del planeta y muchas esencias condenadas se vieron beneficiadas. Y esto fue posible, compañeros, por su unidad con la Unidad de Dios, del Hijo y del Espíritu Santo, con cada uno de sus hermanos de las naciones que abrazaron fervorosamente el fuego de esta oración, cumpliendo así la tarea en este día.

Gran parte de Mis ejércitos está formado por los ángeles del Cielo, ángeles que los acompañan de tiempo en tiempo, de ciclo en ciclo para hacer madurar su evolución y su gran momento de despertar.

Quiero que tengan presente estas palabras, porque sus ángeles de la Guarda los esperan para mostrarles el camino hacia la Verdad, para fortalecer sus espíritus y para que encuentren la paz que debe ser irradiada a todo el planeta.

Hoy vengo aquí con la Gracia de Dios y de Su Santo Espíritu. Por medio de Mi Divina Misericordia traigo para todos la expiación, la santa absolución de cada una de sus vidas en este momento crucial del planeta, en donde muchas consciencias, muchísimas almas necesitan del perdón y de la liberación.

A través de este ejercicio espiritual, compañeros, y después de cuarenta encuentros consecutivos, ya están en otro punto de su despertar. Y a medida que fueron avanzando esos encuentros, muchas almas más fueron despertando a Mi llamado.

Eso significa que aún hay mucho por hacer, mucho por sacrificarse, sobre todo por entregar a Dios, cada uno en el grado de su consciencia y de su disponibilidad interior.

Es así que Yo vengo a darles Mi Mensaje de Paz para que lo hagan llegar a sus hermanos de camino, a sus familiares, a todo el pueblo, el pueblo de Dios, que debe retornar al camino de la esperanza y al camino del perdón, que muchos aún están buscando y no lo encuentran.

Por eso hoy, también de Brazos abiertos, como el Redentor les muestro Mi Sagrado Corazón, Mi Eterno Espíritu, para que lo abracen fuerte, interiormente, lo adopten en sus vidas como la única Llama, como el verdadero camino, como la esperanza para sus vidas y no otros espíritus.

Esos espíritus también deberán redimirse. Libérenlos, déjenlos de lado y sigan Mi Camino, porque Yo los confortaré y los liberaré de todo mal, sin dejar  atrás a ningún discípulo Mío, especialmente a aquellos que deben retornar a Mi Camino y que por un largo tiempo se olvidaron de Mí.

Vengo a recuperar en Centroamérica a Mis viejos amigos, aquellos que se comprometieron Conmigo a vivirme, a adorarme, a honrarme, a amarme, a buscarme por encima de todas las cosas, y, especialmente, a servirme en este tiempo final en esta Obra de Redención y de transformación de la consciencia.

Es así que Yo les abro las puertas para que vuelvan a ver la Luz, la Luz invisible de Dios que proviene de Su Espíritu, de lo más íntimo de su Corazón Sagrado. Les trae Su Misericordia a través de Su Hijo Amado, para que se puedan liberar y caminar libres en la Redención.

Hoy, lanzo las redes de Luz para que muchas más almas puedan retornar a Mi Corazón.

Hoy, vengo como el Pescador de Hombres, una vez más, buscando a los que están perdidos, a los que no encuentran el camino, a los que hasta ahora no han visto la salida ante tanta oscuridad.

Y Yo los bendigo, compañeros. Los impulso a seguirme en la fe y en el amor, confirmando en sus vidas que si Yo estoy en ustedes, ustedes estarán en Mí y todo siempre estará bien y a nada deberán temer, porque estarán Conmigo y Yo estaré con ustedes en vigilia y oración.

Vengo a retirar del sueño a muchas consciencias. Pero eso lo verán de tiempo en tiempo, porque esas almas deben aprender a conocerme, deben aprender a encontrar el camino a través de la semilla de Luz que hoy vuelvo a sembrar en sus corazones, para que alcancen la paz de vivir en Dios y en Su Divino Reino.

No pierdan de vista estos momentos.

Y vuelvo a decirles, compañeros: sientan la fuerza de Mi liberación sustentada por todo el Universo, por sus Leyes Divinas que vienen a intentar reformar sus vidas en espíritus consagrados a Dios y a Su Santo Propósito.

También les traigo Mi alegría, por la alegría que Me han transmitido en este día; la sana alegría del corazón que cura y redime a las almas y a gran parte del planeta, porque la alegría es la flor del Amor, y el Amor los llevará a la Unidad con Dios, con toda Su Consciencia.

Comprendan este misterio de una forma simple. La alegría los llevará a la paz y la paz podrá estar en todos, especialmente en los que más la necesitan.

Guarden la paz como un gran tesoro para estos tiempos. Que nada los inquiete ni los incomode.

Ofrezcan cada desafío como una oportunidad de humillación y de redención, sin perder nada y ni buscar nada a cambio.

Y ahora les muestro las llagas de Mis Manos, cómo por milímetros ellas se cicatrizan al sentir el amor de todos Mis compañeros, de los que buscan la trascendencia, la perseverancia, la fe inquebrantable, la devoción, la paz, la vivencia de Mi Divina Misericordia.

Vean cómo la luz de sus oraciones cicatriza Mis Llagas trayendo el alivio a Mi Corazón al ver los horrores del mundo y los pecados de la humanidad.

Adoren este momento, contemplen Mi Corazón y vívanlo en este último momento, en donde Mi Gracia todo lo permite y Mi Misericordia todo lo impulsa, para que estén en el Reino de Dios.

Cada vez que vivan una prueba o enfrenten una dificultad o enfermedad, recuerden este momento en donde Mis Llagas son cicatrizadas por la luz de sus oraciones y a través de este ejemplo, de este símbolo de santidad, fortalézcanse y no se permitan caer, porque Mi ofrenda siempre será levantarlos del suelo para que Me vivan, para que Me miren a los Ojos sin vergüenza, sin temor, no importando lo que suceda, contemplando el Amor que Mi mirar expresa por todas las almas.

Y así, con Mis ángeles, santos y bienaventurados que hoy ayudan a Costa Rica y Centroamérica, entramos en comunión, en unión de espíritus, de esencias y de almas, con el único y poderoso Dios que les da la vida eterna.

Vengo a consagrar especialmente todo lo que Me han traído al altar, porque he visto en este día los corazones sinceros, orando por la justa causa que Yo les he transmitido en el mensaje para esta Maratón.

Comprendan Mis Palabras con simplicidad y así las podrán vivir, una a una.

Los objetos sagrados son símbolo de redención para las almas y motivo para encender el espíritu en profunda devoción.

Es así que hoy también los sacramentaré a cada uno de ustedes, a través del oficio sagrado del sacerdocio, por medio de los Sacramentos que Yo instituí en el pasado, como el legado interior para las almas y para todas las consciencias que se quieran unir a Mí en los Dones del Espíritu Santo.

Hoy veo que están viviendo el Don del Temor de Dios. Para Mí eso es increíble, sobre todo en este tiempo en donde la humanidad está muy distraída; eso no Me hace bajar los brazos, porque si cargué la Cruz por ustedes, ustedes Conmigo y Yo con ustedes podremos cargar la cruz de este planeta para alcanzar la Redención.

Ofrézcanse a vivir este sacrificio por el triunfo de los Tres Sagrados Corazones en toda América y el mundo.

 

Adonai, Misericordia, Misericordia, Misericordia
Redención, Redención, Redención para este planeta. Amén. (x 6 veces)

 

Y antes de consagrar todos los elementos, quiero que se tomen de las manos para implorar Conmigo a Dios.

Sintiendo sus corazones sinceros, nos unimos en la paz y trabajamos por la paz para los lugares que más la necesitan, en donde el caos reina y hace temblar más corazones.

 

Adonai, Padre-Madre Creador, única existencia entre todo lo creado,
Espíritu Omnipresente y Omnipotente, vivencia de lo Sagrado y de lo Eterno,
desciende con toda Tu Luz Universal y que Tus ángeles abran las puertas
para que desciendan los Padres de la Creación.

Que los doce arcángeles ayuden en la Redención de las consciencias,
en la Liberación de los pecadores.

No te olvides, Santo Padre, de ninguna esencia creada.

Somos semejantes a Tu Faz. Fuimos creados a Tu Imagen.
Estamos fecundados por Tu Divino Espíritu.

Cierra los infiernos que se han abierto y redime
a aquel que se ha caído y que ha creado todo el mal.

Disipa las dudas de todas las mentes.
Que el poder de Tu Amor penetre en lo íntimo de los espíritus,
para que así se establezca el Poder de Tu Unidad y
de Tu infinito Amor, por los siglos que vendrán. Amén.

 

Lleven las manos al corazón y ahora canten al corazón sincero, porque es este corazón que Me acompañará hasta los últimos días de la Tierra y verá en el horizonte la aproximación de Mi Reino y de Mi Gloria estableciendo los mil años de paz.

Les agradezco por acompañarme en este día en cada rincón de este planeta.

Sigamos orando, proclamando el corazón sincero. Es ese corazón que los unirá a todos, los liberará de la indiferencia.

Que así sea.

En nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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