Mensajes de la Virgen María

Queridos hijos:

Que sus vigilias mensuales y diarias los fortalezcan para enfrentar los cambios que vendrán al mundo.

Que las trampas del enemigo puedan ser superadas por el poder amoroso de sus oraciones.

Que el camino hacia Mi Corazón pueda ser percibido correctamente por cada uno de Mis hijos.

Es verdad, Mis soldados, que la Madre Universal los manda a batallar, en este tiempo, a través del amor y de la oración; porque estas dos buenas acciones fraternas, el amor y la oración, abrirán las puertas a los que las tienen cerradas.

En este camino de consagración todo tiene un precio, porque el enemigo siempre intentará llevarse la mejor parte de las buenas obras de Mis hijos. Así, Yo paso a su frente para impedir el saqueo y la tentación constante que el mal comete en los corazones nobles.

Como Madre de la Sagrada Espada, Yo vigilo día y noche a los rebaños que Mi Hijo Me confió; pero como Madre también permitiré que los Míos aprendan y crezcan en esta escuela que es su planeta Tierra.

La Verdad suprema y la mentira ilusoria juegan sobre el tablero de la evolución de las almas. Solo la constancia, la fe, el amor, la caridad y el bien común entre todas las criaturas permitirán que, por la oración y la vigilia, se desvanezcan los planes opuestos que el enemigo diseña en contra del Padre del Amor.

El ejemplo crístico y devoto de todos los hijos de Dios permitirá disolver en la consciencia planetaria todas las malas acciones que han llevado a la perdición de millones de almas.

Este es el tiempo en el que la Divina Misericordia de Mi Hijo desciende sobre la humanidad para entregarle la divina amnistía que la liberará de sus constantes errores, porque así el mundo encontrará la paz interior.

Como Virgen Madre y Reina de la humanidad entera, Mi Inmaculado Corazón los conduce por un nuevo ciclo de misericordias y de redención, pero solo dependerá del fiel esfuerzo de Mis hijos que las divinas puertas celestiales se mantengan abiertas para el rescate de los infiernos de la Tierra actual.

La buena y soberana acción de los humildes y orantes ayudará a dar un giro final en los acontecimientos de la humanidad.

Como está todo ahora, ya no podrá perdurar más, porque las santas Leyes de Dios actuarán fuertemente sobre todo lo que es vida y materia.

Hoy, queridos hijos, en este día especial de vigilia, invito a los grupos de oración para que asuman una nueva tarea preparatoria mediante la Adoración a Cristo Misericordioso durante media hora antes del comienzo de su vigilia de oración, los días 12 y 24 de cada mes.

Aquellas almas y corazones que contemplen la imagen de Jesús Misericordioso durante esa media hora, en silencio y en interna oración, intercederán por los pecadores más empedernidos para que reciban la Gracia del perdón y la Divina Misericordia, porque de esta forma el mundo podrá alcanzar un tiempo más de paz.

Hijos amados, estoy con ustedes y camino silenciosamente a su lado.

Agradezco por su esfuerzo para vivir Mi llamado por la redención de todas las almas.

Bendigo ahora a Mis soldados.

¡Gracias San Pablo por haberme recibido una vez más!

¡Gracias por vuestra Adoración a Mi Hijo Jesús!

Los ama siempre,

María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad