- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Redes Sociales
- Contacto
Queridos hijos Míos:
En este día, su Madre Celeste le implora al Supremo Padre para que el mundo se purifique en armonía y sin violencia.
Imploro para que las naciones despierten y escuchen al Cielo, que clama por penitencia y arrepentimiento.
Es en esta hora, queridos hijos, que se verá la mayor ceguera de las almas, como si ninguna consciencia tuviera un corazón capaz de amar y de perdonar.
Verán que la ignorancia planetaria despierta como una fuente de errores cometidos y de acciones que no solo perjudican a los seres humanos, sino también a los Reinos de la Naturaleza.
Pero esas acciones de poseer y de apoderarse terminarán, en este tiempo en el que la purificación del planeta colocará todo en orden.
Muchas almas están ausentes de la realidad actual, incluso aquellas que viven las catástrofes permanecen en el mismo punto sin percibir mentalmente que todo movimiento feroz de la naturaleza es la señal que emite el planeta de que algo no está bien.
Las consciencias de la humanidad se acostumbraron a vivir en las catástrofes o en las guerras como si fuera algo normal, esto genera hechos que se unen a otros, una cadena de inmensos errores que no se detiene.
La oración será el escudo que protegerá a quien la practique en su vida de forma permanente.
La oración, en el fin de los tiempos, traerá impulsos directos del Espíritu Santo y hará que los orantes sepan qué hacer y dónde estar.
A todos Mis hijos, que enfrentan las catástrofes del fin de los tiempos, les pido que ejerciten actos de perdón y de Misericordia, y no dejen que la fe se desvanezca.
Invito a todos Mis hijos a ser valientes en estos tiempos y a confirmar todos los días su confianza. Eso los preparará para el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración por el mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Así como hace más de dos mil años, las profecías se volverán a cumplir. Los libros sagrados dejarán de ser solo sagrados, para volverse vivos nuevamente, frente a los ojos de los hombres.
Hijos Míos, cuando Jesús llegó al mundo y manifestó por medio de una expresión humana las palabras de Dios y de los profetas, aquellos que en apariencia lo esperaban no quisieron verlo, porque Él llegaba para apartar de las manos de los hombres el falso poder sobre las almas y sobre los templos, los que deberían volver a ser sagrados, para que los puros de corazón y los que en verdad buscaban a Dios pudiesen encontrarlo.
Los doctores de la ley no quisieron reconocerlo; prefirieron continuar con su falso poder y humillar al Hijo de Dios que rendirse a Él y al nuevo Evangelio que Él traía. No quisieron renovar su fe con la escritura viva, porque era más fácil someter a las almas a la espera de un Mesías que nunca llegaba.
La humanidad de aquel tiempo, Mis amados, temió renovar la propia fe y completar las escrituras con lo que Jesús escribió en Su llegada al mundo. A pesar de todo, Mi Hijo derribó el poder de los hipócritas y de los arrogantes con Su humildad; porque cuando menor se hacía ante los hombres, más se colmaba de Dios y de Su Amor.
Hijos, les digo esto, porque a pesar de tantas guerras, tantas persecuciones y tanta negación, Mi Hijo reescribió la historia y dejó al mundo un nuevo Evangelio que renovó las escrituras y aproximó a las almas aún más a Dios. Ahora, de nuevo llegó la hora de cumplir Sus profecías, de volver a renovar el Evangelio de Cristo a través de la vida. Llegó el momento de ver Su retorno; porque aquellos que hace dos mil años pensaron haber aceptado Su presencia entre los hombres, están vestidos otra vez con el falso poder y han tomado para sí mismos el control sobre la fe de las almas y de los corazones. Ellos saben que Mi Hijo llegará, pero no Lo proclamarán y negarán Su Espíritu como negaron Su Cuerpo y Su Sangre hace tantos siglos.
Pero esto no impedirá que Cristo retorne al mundo y demuestre una unión y semejanza con Dios aún más profunda. Él vendrá Resplandeciente y cegará los ojos de los que pensaban que veían la luz pero que estaban en tinieblas.
Así como el profeta Juan advirtió a la humanidad para que se arrepintiera porque el Reino de Dios estaba próximo, ahora, hijos Míos, Yo les digo a través de Mis videntes, que nuevamente se arrepientan, pidan perdón y renuncien ante el Cristo crucificado, a todo falso poder que piensan que tienen entre sus manos.
¡Que todas las almas preparen sus moradas! Que las iglesias reparen sus faltas y renuncien a las acumulaciones materiales y espirituales que con tanto esmero aseguran en sus casas.
El Redentor llegará y exigirá a los que dicen ser Sus apóstoles, la vivencia de Su Evangelio. No fue Él, hijos, quien colocó sobre los Suyos, vestiduras semejantes a las de un rey. Cristo vino entre los pobres y despojó a Sus discípulos y apóstoles de todo y sobre todo de sí mismos. Sin embargo, el hombre volvió a adornarse y a llenarse de oros y de piedras, en nombre de Cristo, sin comprender por qué el Mesías vino al mundo en un pesebre y no en un palacio.
Mis amados, no les digo estas cosas para herir sus corazones, sino para que revean sus vidas. Que todos renueven sus votos ante Cristo, porque solo los simples de corazón lo reconocerán.
¿Estarán preparados, hijos Míos, para despojarse de todo en nombre del Cristo Resplandeciente y verlo reescribir los libros sagrados con enseñanzas que trascienden la existencia humana? ¿O apretarán con fuerza el oro y el falso poder en sus manos y preferirán esperar a que se destruya el templo de este mundo, para poder comprender que el Hijo de Dios retornó a la Tierra?
Santifiquen verdaderamente sus vidas. Aquel que es puro y trasparente ante Dios, no necesita temer nada; por eso, hijos, no digan que vengo a amenazarlos o a causarles temor. Yo vengo para advertir a los que están sordos y ciegos en sus vanidades y creen servir a Cristo.
Retomen la pureza de sus corazones. Oren Conmigo para que Yo les muestre la verdad y el camino. Deje que lave sus ojos y les muestre la luz, preparándolos para estar una vez más ante Mi Hijo, pero ahora en entrega y con sincera disposición para seguirlo.
Los amo y les digo todo eso para que no se pierdan. Quisiera que hasta la última alma viviente reconociese la llegada de Mi Hijo; Su Espíritu ya está entre ustedes, pero muchos lo niegan.
Les dejo Mi Paz, para que con ella reflexionen y renueven sus compromisos con Dios.
Les agradezco.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Mis amados hijos,
Mientras el mundo agoniza y Mi adversario intenta escribir un futuro diferente para la Tierra, a través de las heridas marcadas en los corazones y espíritus de los niños y de los jóvenes que viven en las guerras, Mi Espíritu materno de amor intenta llevarlos al equilibrio y a la reparación del corazón humano.
Hijos, las heridas profundas que están siendo marcadas espiritualmente en los niños y en los jóvenes de hoy hacen crecer, en los corazones de Mis pequeños, el odio y el rencor, el ansia de generar nuevas guerras y de venganza; y borran dentro de ellos, el temor a Dios, la posibilidad de amar, de encontrar la paz, de expresar la armonía, la belleza, la fraternidad, la pureza y la compasión.
Los jóvenes y los niños que hoy sufren por las guerras, y que incluso participan activamente de ellas, obligados o llevados por el rencor de sus corazones, son almas que vinieron al mundo para prestar un servicio, para expresar un atributo divino y llevar al Universo un aprendizaje de amor y de unidad.
Para que este Plan del Creador no se pierda y no sea modificado por las manos del adversario, Yo los llamo a equilibrar, a generar unidad, paz, armonía y fraternidad. Yo los llamo a difundir el amor y la posibilidad de experimentar, en la Tierra, una vida sana y plena de Dios. Yo llamo a toda la juventud del planeta a colaborar en la redención, no solo del propio ser, sino también a que sea guardiana del futuro de toda la humanidad; guardiana del proyecto divino que le corresponderá manifestar en el próximo tiempo.
Hijos Míos, el Festival de la Juventud por la Paz, no es un encuentro de distracción para jóvenes, como lo son tantos festivales que ocurren a lo largo del mundo. El Festival de la Juventud por la Paz es la semilla de una nueva vida, que Yo estoy plantando en la consciencia de aquellos que deberán llevar adelante los Planes del Altísimo; de quienes deberán trascenderse a sí mismos y a todas las influencias y superficialidades mundanas, para expresar un arquetipo divino, basado en el amor, en la unidad y en la fraternidad.
Hoy, llamo a todos los jóvenes del mundo a que se unan de corazón y de espíritu al Festival de la Juventud por la Paz, donde se expresarán por medio del arte, del canto, de la creatividad, del espíritu y hablarán con el lenguaje del corazón, a través de la oración que se encuentra en todas esas cosas.
El arte que allí expresarán, no será solo una manifestación individual o grupal de armonía y de belleza, será una ofrenda para todos los jóvenes y niños del mundo que ya no pueden expresarse libremente a través de las artes, y que no consiguen encontrar, en el propio interior, la forma de expresar con colores, armonía y belleza la alegría de sus almas, porque muchas veces, hijos Míos, esa alegría está ausente.
Que el canto, sea un canto que cure, que irradie, que renueve y que inspire nuevos corazones.
Que las artes fotográficas los lleven a lo sagrado, a la comunión con la vida, a la expresión de la belleza divina, que en el día a día no consiguen observar.
Que las palabras escritas entre versos y poemas expresen la gratitud del alma, por servir a Dios, y que sean siempre fuente de despertar para otros espíritus.
Que cada momento de interacción y de fraternidad sea una ofrenda por toda la falta de amor que hoy recorre el mundo y por la incapacidad, que el adversario causó en muchos de Mis hijos, de vivir la unidad con el prójimo, inclusive en sus propias familias.
Hijos amados, hoy les pediré a todos que apoyen, ayuden y participen del Festival de la Juventud por la Paz, viéndolo no solo como un momento de paz para Mis queridos jóvenes, sino también, hijos, como un servicio planetario que se basa en el ejemplo y en la vivencia de los Principios divinos, que se expresan en la simplicidad del corazón joven.
Que todos los jóvenes y los niños del mundo reciban la irradiación de esta semilla divina, que se plantará en la consciencia humana por medio de este Festival, y así el Plan del Creador encuentre una esperanza y una renovación en el corazón humano, en el corazón de los más jóvenes.
Yo los amo y hoy los bendigo, al mismo tiempo en que bendigo a Mi amada hija, que también representa a la juventud consagrada a Mi Corazón, el futuro del planeta y su ingreso en el real tiempo del Universo.
Les dejo Mi santa paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El arte de aprender a ser prudente
En este tiempo final y en esta vida, la prudencia deberá volverse un arte permanente en la vida espiritual. Actuando con prudencia, impedirán que se lleven adelante muchas situaciones generadas por Mi adversario, a través de los estímulos que reciben las consciencias.
Ser prudente en este tiempo ayudará a prevenir el destino de los acontecimientos, para que así sean evitadas ciertas experiencias surgidas de la imprudencia.
La imprudencia es lo opuesto a la precisión y al ritmo. En este tiempo, en el que la humanidad se coloca en dimensiones paralelas a través de sus acciones, las imprudencias de los discípulos de Cristo no se podrán pasar más por alto.
Las consecuencias de la imprudencia llevan a la inestabilidad emocional y mental de la consciencia humana, porque es así que la humanidad se enfrenta a situaciones imprevistas sin preparación para superarlas.
Por ejemplo, las guerras como también el hambre que se viven en algunas naciones en este momento, no solo son por falta de prudencia, sino también por el resultado de una elección que va más allá del plano material del planeta.
La imprudencia genera en la consciencia diferentes grados de desconfianza e, inevitablemente, fortalece la desobediencia a la Ley de la Jerarquía, lo que genera un aprendizaje que también es imprevisto en su destino evolutivo.
Hijos, es muy importante que aprendan, en este ciclo, a ser prudentes con cierto grado de consciencia, porque la actitud de prudencia los llevará a estar siempre en paz.
La imprudencia ha despertado, en la humanidad, el dominio de las acciones de la vida, como del destino de las naciones. La imprudencia podría ser fatal, porque una acción insignificante impregnada por un impulso personal o grupal, como sucede en estos tiempos, podría cambiar el rumbo del Proyecto que el Padre ha pensado, tenga que ver con un grupo de consciencias o con el planeta entero.
La humanidad en esta era se basa no solo en la indiferencia, sino también en los complejos estados de imprudencia que llevan al desarrollo de acontecimientos inusitados e innecesarios.
En esta hora, tan aguda y crucial de la humanidad y del planeta, los actos conscientes de prudencia corregirán los excesivos impulsos de concretar, espontáneamente, acciones personales, grupales y heroicas.
Desde ahora, deben actuar como lo hace la Jerarquía, midiendo los plazos de los acontecimientos y de las decisiones con observación, neutralidad y paciencia. La cadena de imprudencias debe ser cortada por los actos prudentes de verdaderos seres espirituales al servicio del Plan de Dios.
Mientras aún hay tiempo material, aprovechen, hijos Míos, para percibir y aprender sobre la verdadera prudencia espiritual, basada en la Ley de la Obediencia y en la Ley de la Jerarquía. Para que sus consciencias puedan alcanzar ese propósito de la prudencia espiritual, deberán esforzarse todos los días para estar más atentos a sus propias motivaciones, ideas y expectativas, porque el Plan de la Jerarquía en este tiempo se trata con precaución y con mucho discernimiento.
La tarea que es desarrollada por la Jerarquía Celestial no puede ser tratada de forma imprudente y superficial. Es en ese punto que sus consciencias y corazones deben colocar la atención.
Tampoco es muy recomendable, hijos, que sus vidas y consciencias en este serio ciclo de la humanidad sean imprudentes, con expresiones impulsivas y egoicas.
Ser prudente en el Plan previsto y con la Jerarquía determinará, en este tiempo final, poder quitar de sus mentes toda idea personal, grupal, regional o mundial.
La imprudencia es la segunda enfermedad espiritual de la humanidad. Por eso, hijos, es hora y es momento de que puedan crecer, no solamente por los impulsos que trae la oración del corazón, sino también por una mayor atención que a partir de ahora deberán tener. Eso los liberará de ser deudores del Plan por los actos de imprudencia o de negligencia.
Es un esfuerzo mayor para toda la Jerarquía Espiritual de la Luz acompañar la realidad de este planeta. En este momento, Ella premedita antes de tomar decisiones. Esto es así, queridos hijos, porque estamos en tiempos de batalla y de profundas definiciones; por eso los alerto con todo el Amor de Mi Corazón de Madre para que cada día estén menos distraídos, más silenciosos y atentos a los acontecimientos finales que se avecinan.
Esa actitud, de un verdadero ser pensante y consciente de todo lo que debe cumplir ante el Plan, ayudará también a disolver el hipnotismo global de indiferencia humana, situación que no le permite a las almas percibir el sufrimiento planetario que existe en cada pueblo, en cada nación.
Pidan con fe para que, todos los días, el Santo y Divino Espíritu los ayude a construir las bases de una verdadera y consciente prudencia espiritual; así estarán reformando la consciencia mental del planeta, que está bastante alterada y cargada.
Me uno a cada corazón orante que se abra para crecer interiormente y sin distracción.
¡Les agradezco por ser prudentes y atentos de corazón!
Los ayuda extraordinariamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Prudencia: cualidad o virtud que consiste en actuar con reflexión y discernimiento para distinguir entre lo bueno y lo malo, y así evitar peligros y daños innecesarios.
Un urgente llamado a la oración por la Paz
Mis muy queridos hijos del mundo, siervos predilectos de Mi Corazón:
Hoy en nombre del Bien Mayor y de la Misericordia de Dios vengo para pedirles nuevamente que recen un misterio del Santo Rosario todos los días durante los próximos seis meses, para evitar la propagación infernal de una cruel guerra entre las naciones de Medio Oriente. De no ser respondido este llamado como parte de la súplica de Vuestra Madre Celeste, ustedes verán con sus propios ojos mucha sangre correr, desesperación entre los pueblos y más atentados que afectarán a más almas inocentes.
Quisiera, hijos Míos, que esta convocatoria a la oración fuera expandida por los cinco continentes y en todos los idiomas posibles, porque sé que aún hay almas que esperan escuchar Mis palabras y reconocer Mi voz en ellas.
Hijos Míos, el tirano moviliza sus más de cuatro mil ejércitos de ángeles caídos para dominar la consciencia frustrada e inocente de Mis hijos de Medio Oriente.
Pido que los que puedan, ofrezcan en los próximos seis meses el misterio del rosario en lengua árabe y hebrea, para que así los poderes de la oración abracen a más corazones y a más planos de consciencia.
Les digo, Mis pequeños hijos, que la humanidad que ya está perdida, ostenta una conquista del planeta que no es real y que es impulsada por los demonios.
Como Mi adversario sabe que Yo estoy caminando por Europa para evitar que la guerra de todos contra todos se expanda por esta parte del hemisferio, él utiliza todos sus armamentos explosivos y a todas las almas que están comprometidas con esa realidad y que quedan condenadas al infierno terrestre, del que no consiguen salir.
Queridos hijos, ya llegó el momento de que corran junto con Vuestra Madre al desierto interior en donde nos refugiaremos, con la oración, de todo mal y estaremos a salvo.
En esta hora en la que la batalla definirá el momento del retorno de Cristo, Yo los invito a tener un corazón perseverante, humilde y sincero. Si ustedes, hijos Míos, se aman los unos a los otros, iremos desarmando el plan de Mi adversario de disipar la fe y el amor verdadero entre las consciencias. Yo los despierto en esta hora a una verdad que quiere ser ocultada por muchos.
Oremos con la firmeza del corazón y en confianza de que todos los ángeles del Cielo los auxiliarán en esta batalla final donde la Mujer Vestida de Sol vencerá a Su eterno enemigo a través del potentísimo caudal del amor.
Difundan Mi llamado y háganle saber al mundo que todo el Universo está atento a lo que en él sucede.
Que los corazones recuperen su inocencia y su pureza para que así triunfe Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por acompañarme en esta misión de redención!
Los ama y los comprende,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy celebro junto a ustedes la oportunidad divina de haber descendido desde el Cielo a la Tierra para pedirles, como una vez en Fátima, oración por la paz.
Hoy, con Mi Inmaculado Corazón expuesto como luz para el mundo, vuelvo aquí después de noventa y nueve años para repetirles incansablemente el mismo pedido: recemos por la paz y por el fin de las guerras.
En aquel tiempo, Lis-Fátima despertó y trajo para la humanidad la Misericordia y la Pureza que ella había perdido, y Vuestra Madre Celeste vino para pedir a todos la consagración de las naciones al Inmaculado Corazón, una misión que aún está vigente para toda la humanidad.
Hoy Lis-Fátima muestra al mundo la pureza de su Santuario Interior, para que los corazones recuerden que deben despertar a su pureza original y vivirla.
En este día, queridos hijos, en el que Mis ojos observan al mundo y al mismo tiempo observan la gran tarea espiritual y divina del Centro de Fátima, quisiera que sus vidas estuvieran en verdadera ofrenda y donadas para el cumplimiento de Mis planes marianos en estos tiempos.
Traigo para ustedes la presencia angelical, la incalculable fuente de amor y de paz para un mundo indiferente. Por eso, Mis hijos, reparen Mi Corazón y así repararán el Corazón de Dios de todas las ofensas e indiferencias cometidas por los que no escuchan y por los que niegan Mi divino llamado.
Trabajen Conmigo como soldados de la oración y, por medio del verbo elevado, cierren las puertas a los infiernos de este mundo. Sean Mis testigos en este tiempo y confirmen su cooperación con el Plan de Dios, aún hay mucho por hacer y ya no hay tiempo.
Abiertos de corazón, alivien el Corazón de Vuestra Madre de tanta ingratitud. Unidos a Mí, proclamen la victoria de Mi Sagrado Corazón en todo el planeta.
Los jardines de Lis aún los esperan para que puedan entrar y renovar sus consciencias en la fuente de la pureza original.
Mi Gracia hoy se manifestará en cada peregrino, en cada alma que encienda su vela aquí en este Centro de Amor(1), como también en el Santuario de Fátima, para así responder al plan de paz y confirmar su fe ante el Señor.
Como el 13 de mayo de 1917, queridos hijos, hoy los estoy llamando a un servicio de amor por el planeta y por la humanidad. Mi pedido es que escuchen y respondan a los planes que Vuestra Madre les manifiesta en este tiempo. Para eso, hijos, los jardines de Lis manifiestan su belleza y su pureza esencial para que ustedes, en oración y alabanza, declaren al mundo que la Reina del Cielo nuevamente llegará.
Permitan, hijos, que finalmente sus vidas sean curadas y que renazcan por el impulso mariano de Mi Espíritu para que se formen como soldados de la paz.
Todos los campanarios de Lis-Fátima serán tocados por los ángeles del Cielo. Hoy todas las puertas del Universo de Dios estarán abiertas para recibir la ofrenda de cada corazón orante.
Yo estaré con Mis hijos en oración y unión maternal, estaré con las almas que acogerán a Lis-Fátima en sus corazones.
Contemplen Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Desde el Centro Sagrado de Fátima ora con ustedes por el mundo y por la paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Santísimo Rosario
(1)La Virgen María se refiere al Centro Mariano de Aurora, en la ciudad de Paysandú, Uruguay
Queridos hijos:
En este día en el que su Madre Celeste los congrega para amar el Plan de Dios, Yo los invito a todos los jóvenes de esta ciudad y de todo el Brasil a que sean los precursores de la Campaña de la Juventud por la Paz. Así, Mis queridos hijos, Yo podré acercarme a muchos corazones jóvenes que están engañados y alejados de Dios por las influencias de Mi adversario.
Deseo, hijos Míos, que en esta ciudad nazca la Campaña de la Juventud por la Paz y después que se propague por el Brasil y el mundo entero. Aquí, Yo encuentro jóvenes con potencial de amar el Plan del Creador y de realizarlo por todos los jóvenes del mundo, especialmente por los que viven en el error, en las drogas y en la perdición.
Como soy su Madre Celestial, espero que Me acompañen, Mis queridos jóvenes, en esta misión de llevar la Misericordia de Dios a los más jóvenes, porque ellos son el semillero de la Nueva Humanidad, son los sucesores de los primeros apóstoles de Cristo. Por eso, amados jóvenes, acompáñenme en esta sagrada tarea de llevar la paz al mundo y de poner fin a las guerras, así ustedes construirán en su interior una fortaleza verdadera, plena del Amor de Dios.
Hoy llego a Florianópolis para formar un único rebaño, el rebaño de la juventud, que atraerá por este impulso a más jóvenes que en este tiempo deben encontrar el camino crístico, el que siempre han buscado.
A través de su ofrenda sincera y verdadera, queridos jóvenes de Florianópolis, ustedes permitirán que los corazones más perdidos reencuentren el sentido espiritual en sus vidas. Es por eso, que su Madre Celeste los está convocando a esta Campaña de la Juventud por la Paz para que, en el mes de julio, estén unidos al gran impulso espiritual de la Misericordia en el jubileo del Señor.
Queridos hijos, la campaña que Yo les propongo trabajará en el plano espiritual, esencial y divino de cada joven, porque ellos deben descubrir el camino que hoy le ofrece Mi Hijo a toda la juventud. Así ustedes, hijos Míos, animándose a realizar Mis Planes de Paz, poco a poco, abrirán las puertas del universo para que los ángeles del Universo Celestial intercedan por toda la juventud.
Quisiera que sus consciencias y su pureza se ampliaran y que estuvieran al servicio del Redentor, así las vida de la juventud perdida será redimida, porque Mi Hijo encontrará apóstoles decididos a seguirlo en esta misión por el bien y por la paz.
En esta noche, Mi Corazón brillará en ustedes como el sol y sus almas serán tocadas por Mi Gracia universal; así serán inspirados a construir el nuevo mundo y ayudarán a su Madre Celeste para que las puertas al mal se cierren.
Mis queridos jóvenes, hoy les doy Mi abrazo maternal, les doy Mi Paz y Mi Esperanza divina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al espíritu de la juventud misionera,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas y de todos los Reinos de la Naturaleza.
Yo soy Aquella que trae, a la consciencia de todo lo que fue creado, la unión con el Creador.
Yo represento para ustedes, hijos, el Espíritu de la Divina Unidad.
Aquel que se une a Mí se une al Padre y, desde Él, a todas las cosas.
Vengo, en este tiempo, a unir los corazones en el propósito de establecer la paz. Vengo, hijos, para que se disuelvan las diferencias entre los seres y para que se descubran como esencia divina, como parte del Corazón de Dios.
Sé que la realidad de este mundo está muy distante de la verdadera paz y es por ese motivo, Mis amados, que los invito a que sean pacificadores.
Pacifiquen sus vidas y el entorno en el que viven; multipliquen la paz y distribúyanla entre los corazones. Que todos reconozcan la Presencia de Dios dentro de ustedes, independientemente de sus religiones, de sus creencias o de sus culturas.
Yo quiero, hijos, consagrar este mundo a Mi Inmaculado Corazón y aunque muchos no Me reconozcan en la faz de María, la Madre de Jesús, Me reconocerán como la Madre Universal, como el Espíritu de la Paz, como el Principio de la Unidad.
Todo aquel que se une a Dios se une a Mí. Todo aquel que difunde la paz difunde Mi llamado.
Los llamo, Mis amados, a ser partícipes de Mis planes de amor, difundiendo la Campaña por la Paz, no solamente en los encuentros Conmigo, sino en cada una de sus vidas. Que el odio y el rencor de los corazones del mundo puedan ser convertidos por los estados internos de paz de Mis hijos. Que las guerras y conflictos de los cuatro puntos del mundo sean transformados desde la raíz, en los abismos del planeta, a través del fuego de la oración de los corazones devotos y seguidores del Propósito de Dios.
Únanse unos con los otros para atraer la cura para este mundo tan enfermo.
Únanse para que el Propósito del Creador, de transformar la consciencia humana en una humanidad consagrada y renovada por Su Santo Espíritu, se pueda cumplir.
Únanse para ver en el horizonte la llegada de Mi Hijo.
Únanse para corresponder a Sus designios.
Únanse para que el principio de la unidad abra los portales que los separan de Dios y lleve a la consciencia humana, así como a toda la vida de este Universo, a vivir los mil años de paz.
Únanse también para que más allá de esos mil años, establezcan la Paz y la Redención en la Creación Divina.
Agradezco a todos Mis hijos de Joinville y del mundo entero por escucharme y por responder a Mi llamado.
Verán en lo alto de las montañas de esta ciudad la señal visible de Mi Paz.
Los amo y los bendigo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La Campaña Juvenil por la Paz espera abrazar, como propuesta evolutiva, a todos los jóvenes del Brasil y del mundo para que se sientan motivados a servir en pro de la humanidad y por el fin de la guerra.
Es por eso que la campaña juvenil por la paz, que estará amparada por la Asociación María, intentará responder a la demanda de los más jóvenes, los que necesitan renovar sus vidas y sus hábitos a través del servicio, de la caridad y del bien.
En este momento los jóvenes de Florianópolis están siendo llamados a difundir y a ampliar la obra de la Madre Celeste. Así, a través de la Campaña Juvenil por la Paz, los más jóvenes tendrán un espacio para poder expresar sus momentos de oración, de servicio y también el arte y la música como medios de elevación y de creatividad espiritual, basándose en el respeto mutuo, la fraternidad y la unión dentro del mismo propósito de paz.
Para eso, la Asociación María deberá ser el medio que motive e impulse la búsqueda de una vida ordenada, pacífica, de servicio y de oración por el planeta.
A través del arte se buscará expresar la belleza interior de cada alma y, la oración y la manifestación de la música serán un punto de encuentro y de paz con la humanidad.
La Campaña Juvenil por la Paz tendrá su propio portal y al mismo tiempo será difusora de los encuentros de oración para los jóvenes, y también de todos los momentos de servicio y de caridad hacia los semejantes.
Esta campaña debe aspirar a vivir como base la importancia y la urgencia de tener paz en estos tiempos y de irradiarla al mundo entero, para que así triunfe el Inmaculado Corazón.
Esta misión tiene la propuesta de ayudar a los jóvenes a reencontrar un sentido espiritual para sus vidas y su entorno habitual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En Campaña de paz y de salvación,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis muy queridos hijos:
En este anteúltimo día de mensajes diarios, quisiera expresar Mi gratitud maternal y sublime a todos los corazones que se unieron en oración en los cuatro puntos de la Tierra y a los que amorosamente hicieron posible la misión humanitaria en Turquía, en ayuda a los hermanos exiliados.
Queridos hijos, hacia el mes de julio de 2016 una segunda misión se realizará en Turquía, pero esta vez la misión ingresará en Grecia como punto principal y como puerta que recibe a los refugiados náufragos del Mar Mediterráneo.
Será por medio de la nueva misión a Medio Oriente y a Grecia que los misioneros de la paz conocerán el dolor profundo de los corazones que a través de los mares buscan una salida al terror de la guerra inminente.
La primera misión en Turquía trajo resultados muy positivos desde el punto de vista espiritual, y el más destacado fue que sus hermanos de Medio Oriente pudieron recordar que aún existen corazones que aman y que creen en Dios. Esto ha significado que las puertas están abiertas para que se puedan realizar nuevas misiones humanitarias.
La consciencia grupo que forma parte de la Obra de los Mensajeros Divinos fue llamada a dar un paso, lejos de la comodidad, a asumir el sacrificio para que esta última misión en Turquía pudiera dar los frutos en el Árbol Sagrado de la Madre del Mundo. Ese paso fue dado por todos, pero aún sé, como Vuestra Madre que los ama, que todos los grupos de oración tienen más para donar y para ofrecer al Cielo.
La segunda misión humanitaria a Turquía y a Grecia promete establecer una posible base de trabajo humanitario y de servicio permanente en Turquía, a través de la asistencia internacional de la asociación turca que apoyó la primera misión. Para llegar a ese escalón de servicio, los Mensajeros Divinos esperan que en el próximo encuentro de los Hijos de María se siembren los impulsos para que nuevamente la consciencia grupo de la Red-Luz Planetaria dé el paso hacia la asistencia mundial de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los Refugiados
Queridos hijos:
Ankara en este momento es el foco principal de Mi adversario, pero no teman por eso, porque el poder de la oración del corazón cierra todas las puertas inciertas.
La obra fraterna que Turquía está realizando de ayuda a los refugiados de Medio Oriente, y los frutos de caridad que esta obra imparte, hacen estremecer el corazón del adversario porque una vez más triunfa el Amor de Dios.
A pesar de los últimos atentados sucedidos en Ankara en donde nuevamente almas inocentes sufrieron la pérdida de sus vidas, el triunfo del amor y del servicio misionero y de los servidores de la asociación turca permitieron espiritualmente, a través de la quietud y de la calma, que también esas almas fueran acogidas por los ángeles del Cielo.
Dios espera que esa persecución y maldad terminen antes de que llegue la Justicia definitiva del Cielo; que los hombres al menos tomen consciencia de todo lo que están destruyendo en la vida planetaria y en los Reinos de la Naturaleza. Es por eso que a la humanidad solo le resta orar y orar de corazón, pronunciando cada palabra con fervor y con la aspiración de que las guerras terminen pronto.
Como lo dije una vez en Fátima, los guerrilleros se cansarán de luchar, el caos ya no podrá oponerse más a la guerra (1) desde el momento en que los corazones del mundo decreten ante el Universo que no quieren la guerra sino la paz.
El adversario no descansa, pero por más que se realicen sus planes, estos se debilitan porque son planes falsos y, al final, el Inmaculado Corazón de María, el Amor de la Madre del Mundo triunfará a través de todas las almas de Medio Oriente que ofrecen sus vidas al servicio y al rescate de los perseguidos y de los lastimados.
La victoria del Reino de Dios primero se verá en los corazones simples y donados, en ellos se reflejará la mirada de Cristo.
Que las obras humanitarias continúen, es hora de servir a la humanidad para su salvación, por el descenso de la Divina e Inagotable Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los guía,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
(1) En estos tiempos finales las fuerzas del caos y del mal se enfrentan entre sí.
Como el humo del incienso sagrado que exorciza las tinieblas, las nubes del Cielo en las que posan Mis pies exorcizan las creaciones del mal y así, establezco el Reino de la Luz en donde antes no existía.
En esta guerra del fin del tiempo, queridos hijos, no hay nada que se pueda oponer a la Luz de la Madre del Sol, porque de lo contrario se quemaría por la intensidad del impulso solar que tiene el Fuego Divino.
Hijos Míos, las herramientas angelicales siempre estarán a disposición de los misioneros y de los soldados de la paz para que, en la aparente nada, surjan y se puedan defender de todo mal.
El Armagedón ya circunda al planeta, y muy pocos quieren aceptar que los tiempos cambiaron.
Las resistencias al cambio, aunque sean en una parte, repercuten en el mundo actual, y retrasan los pasos que la mayoría debe dar.
Nuevamente, les digo que en esta batalla final por la conquista espiritual del próximo reino no podrán existir interferencias de ningún tipo; porque si así fuera, las consciencias aún no estarían preparadas para sobrellevar la esperada purificación del planeta.
Que a través del servicio humanitario y de la donación de amor, sigan siendo desactivados los falsos reinos creados en las grandes regiones, reinos que existen para aterrorizar a las consciencias y apartarlas de Dios.
La verdadera victoria estará en los que perseveren de corazón. Mi Hijo nunca los dejará solos, cuando entre los corazones exista la certeza y la fe absoluta de que Jesús mora y vive en cada corazón humano, lo que no podrá ser quitado por nadie ni por ningún arma de exterminio físico ni espiritual.
El Amor de Cristo que vive en los corazones es el Amor del Padre que los abraza y los guía hasta la meta final.
Hoy les estoy hablando de los refugiados, de sus hermanos que perseveran hasta el final, en la sagrada esperanza de que algún día encontrarán la Tierra Prometida, después de este largo exilio.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón del Padre Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos:
En la etapa más importante de la misión en Turquía y después de haber pasado por experiencias que han dejado fuertes marcas en sus consciencias, los misioneros podrán hacer, desde ahora y hasta el final de la misión en Medio Oriente, una síntesis profunda y una reflexión grupal respecto de todo lo que vieron como resultado de una gran calamidad humana.
Será al final de esta primera misión a Medio Oriente que los misioneros de la paz llevarán en sus corazones una experiencia imborrable que los fortalecerá, para que en el futuro cercano, ellos estén preparados para asistir a situaciones más graves del planeta y que irán más allá de una guerra civil y regional.
Queridos hijos, por eso siempre será imprescindible que los orantes apoyen con devoción todas las misiones humanitarias, porque un grupo en nombre de todos y de toda la humanidad indiferente, está dando un paso hacia la vida del servicio total y de la entrega absoluta a la Voluntad Divina.
Hijos Míos, así como Cristo vivió Su gran misión en la vida pública, ustedes, queridos hijos misioneros, vivirán la entrega hasta en los más pequeños detalles; con eso le demostrarán a Dios, como ya lo han hecho hasta ahora, que en verdad el proyecto de redención de la humanidad podrá cumplirse.
¡Les agradezco por siempre responder a Mi llamado!
Los ama y los protege,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Mis queridos hijos:
La indiferencia en esta humanidad, reflejada en la falta de servicio de unos con otros, es la causa del abandono de los pobres, de la marginación de los que están presos, del dolor de los sometidos y del aborto de las madres del mundo como una moda en estos tiempos; y todo esto es la causa cruel de las guerras.
Para que el mundo tenga paz en su interior y se la merezca, el esfuerzo, el sacrificio y la renuncia a todo lo que siempre creyó que estaba bien, deberán ser muy grandes ante el Reino de Dios.
El universo sabe que no todos tendrán la consciencia lo suficientemente despierta para percibir que es urgente cambiar dentro de sí. Por eso, queridos hijos, vendrán los tiempos de purificación del planeta, de los Reinos de la Naturaleza y de la humanidad.
El aviso ya fue entregado, y muy pocos en este mundo actual reconocen que es mejor cambiar a tiempo que cambiar en un profundo dolor, camino que la humanidad siempre escogió.
¿Cómo hacer para cambiar a tiempo?
Sirvan, dónense, entréguense, no critiquen, no juzguen, no incomoden, no se mientan ni tampoco mientan a los demás, no transgredan las leyes básicas de la vida, sean generosos, sean pacientes, sean amorosos con los demás, sean pacíficos y ayuden con alegría, siempre y cuando los llamen a servir; así, percibirán que no estarán perdiendo el tiempo con otras cosas y que todo poco a poco se convertirá.
Es por eso, hijos Míos, que el universo promueve el servicio a través de las misiones humanitarias para que todos perciban cuánto se alejaron de servir al prójimo y de estar disponibles todos los días para lo que sea necesario.
Las misiones humanitarias son una forma de recordar el principio fundamental del apostolado de Cristo en estos tiempos. El servicio humanitario cura la indiferencia que los seres tienen por todo lo que los rodea. El servicio humanitario es una forma de equilibrar las faltas graves que hoy comete la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los cura,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos:
El espíritu de la niñez será lo que deberá ser recuperado en lo profundo de la esencia de cada pequeña alma de Siria.
Es por eso que los misioneros deberán transmitir, en sus gestos y acciones, el espíritu de la verdadera alegría, con el motivo de poder reflejar en los más inocentes el sentido de estar viviendo sobre la superficie del planeta.
Así, queridos hijos, las obras de paz que serán realizadas por los misioneros de la Federación, permitirán recuperar el verdadero sentido de reencontrar el amor que está perdido y de la maternidad que nunca vivieron, por la falta de paz.
Queridos hijos, esta misión en toda Turquía intentará compenetrarse con los espacios más profundos de la consciencia espiritual de las almas, con el propósito de recuperar la dignidad y principalmente la filiación con el Padre Celestial, algo que por las acciones de la guerra fue desactivado del corazón de cada hijo Mío.
Hijos Míos, el camino que recorrerán los misioneros de la paz, los llevará a encontrar los diferentes estados de falta de paz, de amor y de justicia.
Es por eso que vuestra Madre Celeste acompañará a los misioneros para que, unidos a Mi Corazón Inmaculado, ellos puedan ser guiados directamente hacia el lugar en donde será necesario reconstruir el espíritu de la paz en el corazón humano, y especialmente reintegrarles a los más pequeños, y también a los adultos, el sentimiento de ser amados y no rechazados.
En esta hora en la cual los primeros pasos de la misión ya están siendo dados, todos son llamados, queridos hijos, a estar unidos a la esencia del propósito de esta misión humanitaria.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los guía silenciosamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Hijos Míos:
Mientras las guerras se expanden por el mundo y en muchas mentes reina el deseo de un gran conflicto mundial, Mi Inmaculado Corazón los llama a difundir el Espíritu de la Paz, a hacer del gran caos, que se expande a diario, la razón para que maduren inmediatamente y asuman rápidamente el lugar que les corresponde en el Ejército de la Paz y del Amor, guiado por Mi Corazón.
Los llamo a hacer de la sangre derramada por los cristianos del mundo, el motivo para fortalecer su propia fe y proclamar aún más alto que Cristo reina en su interior.
La batalla ya está en curso: no hay reglas, no hay límites.
Así como no hay límites para las maldades que suceden en el mundo, ustedes tampoco deben colocar límites en su capacidad de amar. Amen sin límites, sin condiciones. Lleven esperanza hacia los corazones que perdieron la fe.
No es que serán ingenuos delante de lo que ocurre en el mundo o indiferentes a las guerras y a los sufrimientos del prójimo, pero sí serán conscientes de la batalla y participarán en ella, proclamando la paz, venciendo la astucia del enemigo con actos de amor.
Frente a las guerras religiosas, vivan la paz entre las diferentes religiones. Difundan el respeto por el camino escogido por cada uno, para llegar al Único Dios.
Cuando el enemigo los derrumbe y los lleve a la perdición, no se desanimen: confíen en la Misericordia que los congregó en este mundo y perseveren una y otra vez en la vivencia de la perfección, hasta que sus consciencias comprendan que es tiempo de crecer y dejar de lado las infantilidades, para que sean verdaderos apóstoles de Cristo en este mundo en tinieblas.
Hijos Míos, para que la humanidad reconozca los tiempos que vive, deben difundir la Misericordia y la Paz. Abran los ojos de los que están dormidos, den a conocer los tiempos de tribulación, el Armagedón espiritual y físico que ya comenzó en el mundo y que poco a poco purifica la Tierra, para que ustedes aprendan a buscar a Dios.
Para que la humanidad despierte, necesitan actuar y no callar más, aunque sí anunciar al mundo la posibilidad de actuar por la oración y por los actos de perdón y de reconciliación pedidos por San José, así como también por los actos de servicio.
El mundo necesita equilibrio y paz, pero esto les será concedido por los méritos alcanzados por el corazón humano.
Hoy, les pediré que sus corazones sean uno con los corazones de los misioneros, tanto los de Medio Oriente como los de Argentina. Deseo establecer la paz, pero para eso es necesario que generen méritos por la oración y por la acción consciente en sus vidas.
Mis amados, si supieran del mal que se precipita en el planeta, no perderían tiempo consigo mismos y con sus propias aspiraciones, sino que se encaminarían hacia el cumplimiento del Plan Superior, para suplir las mayores necesidades de este mundo.
Lo que Dios más necesita de todos en este momento es de su madurez, de su verdadera consciencia de los tiempos que viven, que sean consecuentes con todo lo que saben y que no solo estén en Mis Apariciones, creyendo que es suficiente escuchar Mis Palabras.
Cuando dicen ser apóstoles de la paz y dicen querer establecer la paz en el mundo, pero no consiguen comprender al prójimo y vencer su propio orgullo para disolver los conflictos con aquellos que tienen a su lado, su despertar jamás será verdadero y no podrán decirse soldados de Mi Ejército de la Paz, pues aquel que es un soldado en este Ejército, vive la paz en las pequeñas cosas de la vida, ama al prójimo en los pequeños detalles, comienza el servicio con aquellos que tiene a su lado, y así, poco a poco, irradia la paz hacia el mundo.
Que Mi Paz sea una realidad en las vidas de los que dicen proclamarla.
Sean verdaderos consigo mismos y con Dios, porque el enemigo se servirá de sus máscaras para vencer sus corazones con los orgullos y las vanidades que aún viven.
Hijos, busquen tener corazones humildes para vencer el orgullo que causa las guerras en el mundo entero.
Los amo y siempre los bendigo.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Su Madre Celeste, con Su Corazón resplandeciente, se prepara para descender espiritualmente, junto con los misioneros de la paz, en la ciudad de Ankara, Turquía, en donde se les revelarán a Mis hijos misioneros los primeros pasos de la asistencia a los refugiados, a través de esta nueva misión humanitaria.
Turquía es una nación que ha acogido el sufrimiento y el exilio de millones de refugiados. Ankara ha sido una de las ciudades por donde pasan Mis hijos en éxodo.
El miedo a ser extraviados, por la guerra y por la persecución, ha llevado a que los refugiados se exilien en naciones de Europa. Por eso, queridos hijos, esta misión humanitaria intentará ayudar primero llevando paz en medio de la desesperación de los que por temor y por la guerra perdieron todo.
En el plano espiritual, la Jerarquía Celeste trabajará para que en los planos internos las almas recuperen la fe y la confianza en Dios, que son disipadas por la guerra. A pesar de todo lo que está sucediendo, su Madre Celeste guiará a los misioneros para que ellos se encuentren con las almas que tienen verdaderas necesidades físicas, morales y espirituales.
Los misioneros de la paz llevarán en sus corazones el testimonio del Amor de Dios y lo demostrarán a través de las obras de servicio y de caridad a las personas que encontrarán en cada lugar.
El abrigo espiritual y humano será una de las llaves importantes para esta misión humanitaria en Medio Oriente. Por eso, Mis hijos misioneros verán, en todo lo que es indigno y triste, la oportunidad de recuperar la pureza en los corazones exiliados. Será un momento para recapacitar y aprender sobre la unión profunda que debe existir con Dios a pesar de las circunstancias.
Queridos hijos, Turquía es el portal por donde pasan los que escapan de la guerra; el espíritu de la paz deberá recuperarse, pues todo deberá comenzar de nuevo.
Mi guía interna estará en todos los misioneros.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En Misión de Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ante todo lo que sucede en el mundo, los Mensajeros de Dios están intentando enseñarle a la humanidad cómo intervenir en auxilio de las almas.
Queridos compañeros:
A lo largo de los siglos de su existencia, casi siempre el hombre respondió a las guerras generando guerras mayores e intentó confrontar el falso poder con el mismo falso poder, sin percibir que solo el Poder que viene de Dios es el que puede equilibrar todas las cosas.
Es aspiración divina que el planeta no sea indiferente a lo que sucede hoy en Medio Oriente, pero no para que los hombres reaccionen con guerras y respondan al odio que impregna los corazones de las personas allí presentes, enviando una carga de odio aún mayor.
¿Perciben que esa siempre fue la estrategia del enemigo? Generar semejante atrocidad en las ciudades y semejante desamor entre los hombres, para que el odio se expandiera hacia todos los seres y todos respondieran con el mismo nivel de terrorismo.
Al principio de todo este caos, muchos se impresionaban con el grado de maldad del corazón humano cuando veían la forma como algunos hombres torturaban y asesinaban al prójimo; pero, ahora, tan grande es el odio que está expandiéndose por los corazones, que aquellos que antes se impresionaban con esas acciones, hoy serían capaces de hacer lo mismo con los mencionados asesinos.
Es por eso, hijos, que Dios los llama a despertar. No se dejen influenciar por el mal del mundo. Mantengan sus consciencias fijas en el bien y sus corazones unidos a Aquel que fue, en silencio, coronado de espinas.
Nosotros los llamamos a que reaccionen ante lo que sucede en el mundo entero y, principalmente, en Medio Oriente, no con odio ni rencor, sino con amor absoluto.
Disuelvan el rencor de sus corazones; aprendan a perdonar, en las pequeñas cosas, a los que están más próximos. Aprendan a ser hermanos los unos de los otros bajo el espíritu de la unidad y de la fraternidad, y vigílense a sí mismos cada vez con mayor precisión, para que ni en lo pequeño ni en lo grande sean infieles a los principios de amor que eligieron vivir.
Únanse a los Mensajeros Divinos en una gran corriente de amor por la humanidad. Sirvan, perdonen, reconcíliense, amen, envíen al mundo mensajes de paz y vivan esa paz. Sean ejemplo de un verdadero esfuerzo por vivir el bien y ya no se permitan rendirse al odio ni al desamor, simplemente por la incapacidad de ser humildes.
Abandonen su orgullo y su deseo de vencer a los demás y de sobresalir con sus comportamientos, porque son esas mismas conductas que se manifiestan en su día a día, las que en mayores proporciones generan las guerras y los conflictos del mundo.
Es tiempo de crecer para aprender a servir a Dios. Es tiempo de ser humilde, para que su orgullo no haga que el planeta se hunda, una vez más, en el mar del caos y del mal.
Perseveren y vénzanse a sí mismos. Dejen de lado los códigos infantiles y retrógrados de orgullo y de arrogancia y permitan que la Gracia de vivir en paz y en fraternidad sea una realidad en sus vidas.
Por la salvación de la humanidad,
Su amigo e instructor,
San José Castísimo
Cuando estábamos orando la última decena del Misterio del Rosario, vimos a Nuestra Señora ayudando y trabajando en una región de Medio Oriente. Momentos más tarde, cuando Ella apareció, nos dijo que estábamos viendo un lugar en Turquía. Señaló con Su mano izquierda a un número infinito de ángeles alados reunidos trabajando y sobrevolando el área.
La Madre Divina nos dijo que había encomendado a un cierto número de ejércitos angélicos que se unieran a un determinado grupo de almas presentes en el planeta, para colaborar con ellas y ayudarlas a que se pudiera establecer uno de los más importantes Propósitos de Dios: la Paz. Ella nos dijo que esas almas, encarnadas en la Tierra para estos tiempos, eran almas servidoras del Plan de Dios que ayudarían en los tiempos de mayor emergencia mundial.
Nuestra Madre del Cielo mostró que los ángeles y las almas servidoras estaban trabajando intensamente en la contraparte física del camino que hoy recorren los refugiados, dentro de Turquía en el exilio hacia Europa. Ella nos dijo que los ángeles y las almas servidoras intentaban contener esa situación de forma armoniosa y pacífica, trabajando para generar alivio espiritual e interno en cada uno de los hermanos exiliados de Medio Oriente.
Queridos hijos:
La convocatoria de colaboración y cooperación para la misión de Medio Oriente, ya fue realizada por la Federación Humanitaria Internacional y todos están espiritualmente en los últimos preparativos para embarcar hacia esa importante tarea. Y así como fue en África Vuestra Madre Celeste, junto a las instrucciones de San José, guiará desde cerca esta arriesgada misión humanitaria.
Mis misioneros de la paz ya se encuentran trabajando junto a algunos ángeles en todo el territorio turco. Esta nación hermana se encuentra en medio de dos realidades que son opuestas, del lado de la guerra árabe y del lado de la puerta de entrada hacia los países de Europa Oriental.
Turquía es la principal ruta para todos los refugiados. Pero no solo Mis misioneros de la paz encontrarán necesidades en esa nación, sino también ellos verán la realidad de los pueblos de Siria en busca de una nueva forma de vida.
El principal efecto de la guerra recae en los niños, en los más pequeños, los que deben trascender las consecuencias del hambre y de la falta de agua. Es por eso que los tres Sagrados Corazones ya se encuentran en la región espiritual del conflicto, preparando el camino para que la ayuda humanitaria y orante llegue al mayor número de personas posible.
Mis misioneros de la paz se encontrarán con otros misioneros y, en el nombre de la paz y del servicio voluntario, unirán fuerzas internas de amor y de trabajo por todos los refugiados.
Las principales carencias que están presentes en los rostros de Mis hijos de Medio Oriente son el miedo, el exilio, el hambre y la falta de amor humano. Es por eso, queridos hijos, que esta próxima misión humanitaria colocará no solo a los misioneros sino a todo el trabajo en la realidad del verdadero Armagedón, al que espiritualmente se intenta detener para que no se expanda por todo el mundo.
La guerra no es solo la causa de la precariedad de la humanidad, el planeta como totalidad está inmerso en varios conflictos, que primero se gestan en las familias y después en toda la humanidad, llegando a grandes naciones.
La Justicia Divina está actuando, pero también el tiempo de la Misericordia está vigente. Es por eso que esta próxima misión humanitaria a Turquía es considerada, por el Plan de Dios, como una misión de Misericordia. Será a través del servicio, y de cualquier necesidad que se deberá cubrir, que la energía de la Divina Misericordia será la fuente principal para la transmutación de las corrientes negativas contrarias, las que se alimentan de las guerras.
Mis catorce misioneros, en nombre de Dios, conscientemente estarán ingresando con el amparo del Arcángel Miguel en un área mundial de gran conflicto mental y espiritual. Será como ingresar en una gran tempestad, que está ocurriendo de forma precipitada y desmedida.
El lema para los misioneros de esta nueva misión será: “La Gracia de Dios es nuestra fortaleza”. La Misericordia secreta que deberá ser difundida a través de cada acto y servicio revertirá la desesperación humana y podrá traer un poco de paz a los corazones.
La misión humanitaria a Medio Oriente abrirá otras puertas, para que el Proyecto de la Jerarquía sea solicitado en otras regiones del planeta, en donde existen necesidades de ayuda también muy complejas.
La unión de cada misionero y de cada orante con los tres Sagrados Corazones, de forma verdadera, fiel y amorosa permitirá que no se corran ciertos peligros.
Que en tiempos de Armagedón, la fe y la confianza en Cristo sean el escudo y la fuerza mayor que genere la entrega absoluta al Plan del Padre para que Su preciosa Voluntad se cumpla.
Mi Hijo los reunió a todos en estos tiempos, por eso cada alma es llamada para formar parte de esta obra de redención, sin apegos ni formas.
Nuestra Luz esté presente en cada misionero. Nuestro Amor los colme para que reine la Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En preparación y vigilia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en estos tiempos de caos y de guerra en el mundo, sus corazones puedan vivir en el Espíritu de Mi Paz, así Yo tendré donde depositar Mis divinos dones, aquellos que reorganizarán a toda la Tierra.
Que para estos tiempos difíciles que todos están enfrentando, su esmero de elevarse al Cielo y de quedarse allí sea permanente, para que de esa forma Mi Hijo encuentre refugios internos seguros donde poder obrar y estar presente en esta era de intensa transición.
Queridos hijos, que sus ojos estén mirando a los Míos, para que a través de la mirada celestial de Vuestra Madre sientan la paz y la serenidad para seguir adelante hasta que se cumpla el Proyecto del Creador en esta raza.
Queridos hijos, que en el tiempo de su purificación, la oración junto a la unión interna con Cristo sean la llave maestra, con las que se podrá establecer un nuevo principio de hermandad y de luz para el mundo.
Hijos Míos, al abrir sus ojos para mirarme, reciban de Mi Espíritu, el gozo y la santa plenitud de servir a Dios a pesar de los tiempos cruciales.
Animados a vivir una sagrada transformación, queridos hijos, les dejo el impulso divino para que día a día persistan a través de la fe, y sus almas finalmente alcancen a realizar la tarea que en este tiempo vinieron a cumplir.
Hoy estoy con los más necesitados de apoyo espiritual, estoy con todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Paz y Luz para todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más