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Queridos hijos:
Adoren las misiones de San José en el mundo a través de sus corazones.
Lleven en ustedes el amor al servicio pleno por Dios y por Sus planes predilectos para las almas.
Quiero que hoy puedan servir para reparar las causas que oprimen a muchos corazones que están olvidados hace mucho tiempo.
Elevo, con Mi Corazón, las ofertas sinceras de todos los peregrinos que se animen a obrar por amor a la Misericordia de Mi Hijo.
Queridos hijos, hoy estoy aquí para agradecerles por su respuesta de estar aquí en Salta.
Ahora, a partir del nuevo ciclo anunciado por San José Castísimo, preparen el instrumento que representa al corazón de cada uno de ustedes, porque el Señor los está llamando a obrar a través de los medios de servicio, de fraternidad y de humildad, atributos que deberán nacer primero en ustedes para después vivirlos como luz en otros hijos Míos.
Detengo hoy Mi mirada para observar la sinceridad de sus corazones. Es hora de seguir caminando en la fe del corazón.
¡Les agradezco, hijos, por responder a Mi llamado en Salta!
María, Reina de la Paz
Oración de San José transmitida durante la vigilia de oración del 26 de febrero de 2013 en la ciudad de Salta, Argentina. Oración que deberá ser repetida siete veces al comienzo y al final del Devocionario al Castísimo Corazón de San José.
Oración de San José Castísimo
¡Oh, amado mediador e intercesor San José!,
pide por nosotros ante Cristo
por toda la eternidad.
Amén.
Hijos y compañeros Míos:
Amo la valentía de aquellos peregrinos que, con la fe en lo Alto y el corazón entregado al Señor, cumplen con el llamado celestial de la Madre Divina del Cielo3.
En esta primera Aparición extraordinaria, junto al Inmaculado Corazón de María, quiero darles Mi Bendición, en especial a todos los peregrinos de Mi Santa Madre que, en este 25 de febrero, en condiciones de esfuerzo, oración y sacrificio han correspondido al Llamado de Nuestro Padre.
Hoy les digo, Mis compañeros, que los Rayos Misericordiosos que brotan desde el Sacratísimo Corazón de Jesús han podido tocar el corazón y la esencia de muchas almas que agonizaban en los infiernos de este mundo.
Con esto quiero decir que Cristo Misericordioso acogió su sincera ofrenda de oración y de subida al Cerro de Salta durante estos dos últimos días, y el día de hoy culminó con el cumplimiento divino de la Tarea Redentora de Cristo ante las almas en agonía y perdición.
Los Cielos, hijos Míos, estarán tocando con amor sus corazones y derramaré Mis Gracias sobre aquellos que hoy, durante la peregrinación del corazón, Me dieron un sí absoluto. Comparto con sus almas Mi Gratitud y Mis Gracias Divinas, porque ellas han recibido por esta tarea la absolución de las posibles faltas que herían el Corazón Sacratísimo de Cristo.
Por amor al Único Padre, la Divina Misericordia está en este momento virtiéndose victoriosamente no solo sobre ustedes, sino también sobre aquellos que, condenados al Infierno y al Purgatorio, recibieron la liberación y la tabla de la salvación.
Por eso les digo a todos: “Por sus frutos los reconoceréis y por ellos seréis salvos, porque serán llamados Siervos de Cristo”.
Bajo la Gloria del Padre, sean bendecidos por Mi Amor Restaurador.
Gracias por responder y por escuchar el Llamado Divino.
Cristo Jesús
3. Se presenta, en esa ocasión, junto a la Santísima Virgen María.
Hermanos y siervos de Mi Padre:
Hoy estoy aquí, en el Cielo de Dios, para irradiarles Mi Amor y Mi Gracia, Mi Misericordia y Mi Perdón.
Necesito de ustedes el vacío interior, el desprendimiento de ideas y proyectos, para que Mi Corazón de Amor pueda ser el verdadero proyecto en sus vidas. Eso significa seguirme, caminar como oveja, como siervo o compañero a Mi lado, para que Yo pueda compartir con ustedes las expresiones de Mi Amor Redentor.
Día a día estoy con ustedes, alentándolos en el silencio, porque como Hermano Mayor quiero que ustedes vivan en la Voluntad de Mi Señor. Encuentro en ustedes muchas expectativas, aspiraciones y anhelos que deberán consagrar a la Voluntad de Dios; así conocerán el vasto Universo del Creador, porque vacíos podrán ser colmados del Espíritu de Dios.
Si el amor está en ustedes, podrán amar la Voluntad de Dios y así recibirán Su Sabiduría para resolver las necesidades diarias, porque en todo está Mi Padre, hasta en lo más pequeño. Si ustedes abren la puerta interior Él se muestra para que conozcan Sus diferentes Fases de Amor y Compasión. Infinito es su Padre, tan infinito que les entregó a Su Hijo para que lo pudieran reconocer en Cristo Jesús.
Bajo la Misericordia del Padre Universal, sean misericordiosos.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Como Pastor de las almas, lanzo sobre el mundo Mis redes para salvar del pecado y del error a Mis seguidores. Por eso, Mis queridos, hoy abran sus brazos para recibir Mi Corazón de Amor.
En toda circunstancia, los animo a seguir adelante para que Mis Planes en la Tierra se realicen a través de ustedes. Queridos, no teman los embates del enemigo porque Mi Espíritu Redentor no permitirá que sus almas padezcan. Hoy ingresen en reverencia al Infinito Océano de Mi Misericordia, calmen sus mentes y armonicen el corazón por medio de los Rayos de Mi Amor. Estoy entrenándolos para los tiempos venideros.
Mis compañeros, la primera regla es que nunca olviden que los amo y que en Mi Amor Crístico todo se podrá resolver. Vuelvo en Espíritu para alentarlos a estar todos los días en Mí, para que Me busquen y Me llamen, porque así Yo les responderé sobre todas las cosas. Si las almas se afirmaran un poco más en la fe y en la confianza en Dios, los planes se dibujarían al igual que se desliza el pincel del pintor; todo estaría visible, claro y preciso para cada uno de Mis rebaños, de Mis hijos.
Cumplo la promesa de la primera parte de Mi Retorno mediante lo que anuncio en Mis mensajes, mensajes que intentan despertar a las almas antes del Juicio Final. Por eso, esperaré que vengan a Mí, hacia Mi Océano de Infinita y Prodigiosa Misericordia, para que dentro de Mis Rayos, sus corazones permitan curarse y cerrar las heridas.
Los visito misericordiosamente.
Los amo misericordiosamente.
Los guío misericordiosamente.
Los espero siempre en silencio y oración.
Bajo el Espíritu de Dios, que sus corazones sean misericordiosos.
Gracias por guardar Mi Misericordia en el corazón.
Cristo Jesús, el Salvador
Amigos Míos, siervos de Mi Corazón:
Hoy de nuevo les anuncio Mi Amor por ustedes y les pido que unan sus corazones al Mío para que Mi Luz los pueda guiar. Estoy con ustedes todo el tiempo, al igual que con muchas almas que necesitan de Mi Misericordia, para que puedan alcanzar la fe en el corazón.
Aún tengo sed de muchas almas, de almas que viven en el pecado y que no reconocen el Amor de Dios Padre. Por eso Mi Espíritu es mediador de todos ante Dios, de la misma manera que el Espíritu de la Madre Universal es mediador de todos Sus hijos.
Queridos, hoy quiero que puedan percibir y sentir la grandeza de Mi sed por aquellos que aún Me niegan en vida y en alma. Por amor a ustedes conocí el Infierno y fui hasta ese lugar para redimir a los que estaban distantes del amor y de la unidad con Mi Padre. Como Hijo de la Santísima Trinidad, Me di por entero a todos, tanto en Vida como en Alma y Divinidad, aun antes de Mi Sacrificio en la Cruz.
Llevé el peso de todos ustedes sobre Mis Espaldas para, así, aliviarlos del Gran Juicio Universal que hubiera podido ocurrir en aquel tiempo de Mi Presencia sobre la Tierra. Por amor evité que la Ley los condenara; resucité por amor al Plan de Dios para demostrar que Su Magnificencia es tan grande y poderosa como Su Amor por todas las criaturas.
Caí más de tres veces, y en las tres primeras caídas, Mi Corazón Humilde los liberó de muchos males que intentaban destruir el Plan de Dios. Alivié a la humanidad durante siglos y sigo enviando al mundo Mi Misericordia.
Ahora el Nuevo Tiempo se aproxima para preparar el advenimiento de Mi Espíritu Glorificado y Renovado por los Poderes Celestiales del Universo. Muchos tal vez no reconocerán Mi nueva Faz, aunque todos sentirán que Soy el Siervo que retorna para entregar el amor a todos. En ustedes manifiesto Mis Obras de redención y por ustedes logro presentar al Padre las ofrendas de amor.
Dejo aquí Mi Presencia para que siempre la recuerden porque quiero enseñarles a unir el Cielo y la Tierra en una única realidad de Dios. Ustedes deberán dejarse trabajar por Mi Fuego para que los nuevos odres, vacíos de sí, reciban la Luz de Mi Sagrado Espíritu.
Estoy donándome por todos y les enseño también la importancia de vivir la caridad para alcanzar una santa transformación. Quiero consagrar sus almas a Mi Corazón, quiero santificar sus espíritus para que así se manifieste el poder del Amor Redentor sobre el mundo. Estoy llamando a Mis rebaños, los estoy congregando después de dos mil trece años porque es hora del rescate.
Bajo la Misericordia de Dios, sean humildes y bienaventurados.
Gracias por guardar en simplicidad Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Queridos Míos:
Si hoy son quemados por Mi Fuego, no teman porque Mi Llama los está cristificando en lo profundo del corazón. A cada nuevo paso que sus corazones dan hacia Mi Reino, sus vidas se desamarrarán del pasado y podrán llegar libres y puros a Mi Reino de Amor. Si su corazón duele, es señal de que Mi Corazón los transfigura bajo el Rayo de Mi Misericordia.
Ahora no importa cuánto Me ofenden porque Mi Amor por ustedes es tan grande que todo lo puede transformar. Lleven en su consciencia el signo amoroso de Mi Venida, y día a día preparen la morada interior para que Mi Luz Redentora pueda posarse en todos ustedes.
Mis compañeros, como lo he dicho, Mi Fuente de Amor, desco- nocida por muchos, es el Agua de Vida que los transmuta y los purifica. Para llegar a esa bienaventurada Fuente de Renovación deben darme el permiso para que Mi Ley Divina los pueda renovar y transformar. Aún muchos escapan del poder de Mi Amor Redentor por creer en la buena vida que les puede brindar el mundo.
Ahora Mi Espíritu Pastoral reúne a los rebaños, reúne a los corazones en los planos internos convocándolos para la hora de la purificación y para la hora de la trascendencia de sí, porque con su transformación sincera y verdadera podrán abrir las puertas a aquellos que aún no escuchan Mi Voz Redentora.
Queridos Míos, no los dejaré solos y en los momentos de tensión ardiente Mi Corazón los animará a seguir adelante con coraje. En el Cielo se guardan los preciosos tesoros que colmarán a aquellas almas que persistan en la plena confianza en Mí.
Mientras tanto, no solo sigan las marcas de Mis Huellas, también beban de Mi Fuente de Prodigios y Bendiciones porque Mi Corazón se entregó por amor a ustedes y por la redención de toda la humanidad.
Estoy al lado de ustedes, caminando en silencio para animarlos a reconocer el poder de Mi Amor y de Mi Fe.
Bajo la Gracia de Dios Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mi Corazón en sus corazones.
Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Durante la oración, antes de terminar el Orandio de la Pasión y de la Transfiguración de Jesús, Él ya estaba presente.
Apareció con un grupo de doce ángeles que vestían túnicas blancas y luminosas, tenían cabello corto y dorado y formaban una medialuna detrás del Maestro. Cada ángel llevaba en sus manos un cáliz, y ellos los ofrecían a todos nosotros.
Decimos que Cristo apareció porque sentíamos Su Presencia, pero aún no lo veíamos. Luego, mientras cantábamos la última parte de "Cristo Redentor" y durante el cántico "Retorna", Él se hizo visible.
Apareció de la misma forma que la Madre Divina aparece. Descendió desde lo Alto como una luz y al llegar próximo a nosotros se manifestó y lo pudimos ver con claridad.
Mientras aparecía realizaba con Su Mano derecha, la señal de la cruz bendiciendo y dijo: "¡Alabado sea el Señor!".
Vestía una túnica blanca, Su Cabello caía sobre los hombros como en la imagen del Cristo Misericordioso, llevaba un manto dorado y estaba descalzo. En Su Rostro se dibujaba una bella y suave sonrisa y Sus Ojos, de color celeste claro, brillaban. Sus Brazos estaban extendidos a los lados de Su Cuerpo, un poco separados, con las palmas orientadas hacia nosotros, de las que emanaba Luz. De Su Corazón salían dos rayos de color turquesa cristalino.
Él estaba sobre nubes y detrás había varios Cielos abiertos. Dijo que nos mostraba la Faz de Su Retorno. Luego permaneció por un tiempo en silencio, observándonos, contemplándonos. Nuestras esencias eran transparentes ante Sus Ojos; nos dio a entender que Él podía leer todos nuestros sentimientos al mismo tiempo, que todo quedaba en evidencia delante de Él.
En ese momento no sabíamos cómo se realizaría la tarea que había indicado. Él estaba presente y solamente lo observábamos sin saber qué diría. Hasta que comenzó a hablar y transmitió el mensaje.
Queridos Míos:
Esperé ardientemente compartir este momento con ustedes, en especial con sus corazones.
Después de casi dos mil y trece años, ahora, en Misericordia y Perdón vengo en nombre de la Voluntad Suprema de Dios a guiar desde más de cerca a sus corazones.
Pero esta, Mi segunda y esperada Venida, aún no comenzó.
Hoy vengo en Espíritu y en Esencia a compenetrar con Mi Luz sus pequeños corazones.
A los que aún no Me escuchan, que Me oigan, porque estoy llegando.
A los que no Me ven que Me vean, porque Mi Paz está viniendo.
A los que Me ignoran y flagelan Mi Corazón Sagrado, que Me sientan, pues vengo a esta parte del mundo a traerles Mi Paz y Mi Gloria, Mi auxilio y Mi consuelo, porque ya estuve una vez entre ustedes y ahora vuelvo, vuelvo hacia Mis rebaños para recordarles que ahora es el momento de la eterna Comunión Conmigo, con Mi Alma, con Mi Corazón, con Mi Divina Morada.
Yo Soy el pobre, Soy el moribundo, Soy el que sufre en cada parte de este mundo. Vengan a Mí que Yo los iluminaré. Vengan a Mí porque tengo sed.
En la Gloria del Espíritu de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por recibir en sus corazones Mi último Llamado redentor.
Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cuando terminó el Mensaje le preguntamos qué más quería de nosotros en ese día.
Cristo Jesús:
Hoy te estoy dando un permiso: que alguno de tus hermanos, cuando tu corazón lo indique, participe del encuentro Conmigo a las tres de la tarde todos los días.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
En ese momento tendremos que orar para esperarlo. Él dijo que no nos olvidáramos de orar la Coronilla a la Divina Misericordia porque Él estará escuchando atentamente esa oración.
Antes de irse le preguntamos algo más: ¿El Maestro aparecerá en otros lugares adonde vayamos?
Cristo Jesús:
Adonde ustedes vayan, adonde fueran, Yo se los indicaré.
Un urgente llamado maternal
Queridos hijos:
Con el rosario entre Mis manos, oro para que Mis hijos despierten a tiempo.
Oro por todas las almas que se alejan de Dios.
Oro para que el mundo alcance la Gracia de la Paz.
Oro por todos aquellos que no oran.
Oro para que la fe pueda despertar a tiempo en vuestros corazones.
Oro para disolver las dificultades que muchos hijos están viviendo.
Oro por este tiempo de prueba y confirmación.
Oro para que todos Mis hijos se perdonen y se rediman a través de Mi Hijo.
Queridos hijos, perpetuamente oro por este tiempo definitorio en que las almas se postulan para estar en el rebaño de Mi Hijo o se postulan para estar fuera del rebaño de Mi Hijo.
Por eso, como Madre Intercesora, oro para que nadie se pierda, ni siquiera la más pequeña de las esencias.
Oro para que todos alcancen el perdón.
Oro en este tiempo de Misericordia porque está brotando la Justicia Divina.
Oro para que Mi Amado Hijo Jesús esté entre ustedes.
Oro, suplicándole, para que Él los guíe nuevamente.
Oro por todo lo que observo en este mundo.
Oro por el nuevo ciclo que llegará.
Oro para que la reconciliación se pueda vivir en cada criatura como una emanación del espíritu de la paz. Oro para que la confianza en el Único pueda fortalecerse en los que se han entregado al Plan Divino.
Oro con esperanza por toda la humanidad.
Oro para que todos Mis niños tomen consciencia de que ya no son tiempos normales, que es necesario rezar con el corazón todos los días y no olvidar fácilmente el alimento que provee el poder de la oración.
Oro por todos ustedes para que el Espíritu Santo descienda sobre cada uno de Mis hijos.
Oro por los que no escuchan Mi llamado y por los que desmerecen las palabras de Mi Inmaculado Corazón.
Oro para que se manifieste la verdad en vuestras vidas.
Como Reina de la Paz, oro por su salvación.
Por eso hoy, queridos hijos, oremos por todas las intenciones, porque es necesario que sus corazones estén en constante servicio. Oremos por la Presencia de la Paz de Dios porque ella será la que sostendrá al mundo.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi urgente llamado por la paz.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Orando el rosario todos los días, las almas, cada vez más, se pondrán a los pies del Señor. Ellas recibirán el bálsamo de la Misericordia de Mi Hijo y, de esa manera, las faltas más graves les serán perdonadas por el Amor de Dios.
Queridos hijos, por este motivo, hoy nuevamente los llamo a perseverar en el propósito de la oración para que vuestros corazones se distancien de las artimañas del enemigo. Lleven en vuestras vidas un ritmo consecuente con la vida de oración, creen momentos indispensables de oración para que vuestras almas estén presentes en cada momento de la vida.
Cuando Yo los invito a observar un ritmo de oración, estoy llamándolos a mantener una consciente tarea espiritual e interna en este final de los tiempos. Vuestros corazones y vuestras vidas deben sentir sed de oración y de descubrir los Misterios Divinos que la fe despierta en vuestros corazones.
Hijos Míos, para eso, busquen la fuente de vuestra inspiración interior en Jesús, y Su Sagrado Corazón les mostrará el camino correcto hacia la redención y la reconciliación de cada una de vuestras vidas.
Será importante, queridos hijos, mantener constancia en la oración porque eso los preparará para enfrentar los tiempos que llegarán para el planeta.
Mis queridos hijos, hoy los llamo a tener como premisa, este, Mi pedido, que los llevará a comprender dónde se encuentra la esencia victoriosa del amor y del perdón.
Hijos Míos, como Madre Divina, cada vez más, quiero que todos Mis niños sean tenidos en cuenta para la salvación porque sé que todos deberían vivir en la belleza y en la Luz del Amor del Paraíso.
Vuestra sincera oración formará a la Nueva Tierra de Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
No temas estar delante de Dios, Él te ama. Mi Hijo te contempla y Yo te protejo bajo Mi Manto protector.
Dios conoce tus destrezas y virtudes, Cristo sabe del poder de los talentos y Mi Corazón auxilia a todos aquellos que, con amor en el corazón, Me llaman.
Por eso, queridos hijos, que hoy prevalezca dentro de ustedes la alegría de vivir en Dios y de donarse a Dios. Toda falta que el mundo comete puede ser perdonada. Por eso, ya no miren hacia atrás, vean la esperanza celestial que surge en el horizonte.
Solo dejen sus corazones abiertos para que el Espíritu Santo los pueda colmar y purificar. Es necesario, hijos Míos, mantener el corazón puro para que el sentimiento y el pensamiento delante del Padre sean puros. No se aflijan por cuánto ustedes ven que les queda por transformar aún; la vida de consagración es eterna y todo comienza ahora.
Sean portadores de la alegría de Mi Corazón Maternal, pues el mundo necesita de alivio y ustedes pueden ayudar con la oración. Eleven la consciencia hasta la Puerta de los Cielos y pidan con compasión por Misericordia. Mi Hijo los escuchará porque aún Sus Rayos están sobre el mundo.
Construyan con sus manos el puente hacia la oración del corazón.
Si han caído, Yo los levantaré.
Si se han desanimado sus corazones, Yo los alegraré.
Dios es todo para sus vidas. Dios es Amor y es Verdad para sus corazones.
Hoy, quédense en Jesús porque Su Sagrado Corazón los aliviará y los reparará con Su compasión.
Acepten el tiempo de Misericordia que aún queda y sean valientes soldados orantes dispuestos a consagrar la vida al Dios del Amor, el Único para todos.
Yo escucho sus oraciones cuando ellas nacen desde la esencia del corazón.
Levántense, como dijo Jesús, y no desfallezcan.
Sean espíritus en transformación.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más