MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA COMUNA DE CASTEL VOLTURNO, CAMPANIA, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando un alma se consagra a Dios ofrece no solo su corazón, sino todo su ser al servicio de la Voluntad Divina. Poco a poco, esa consagración se profundiza, y toda la consciencia, desde el espíritu hasta las células, comienza a comprender y a vivir su entrega. 

Cuando un alma consagrada ora, debe ser consciente de que todo su ser acompaña a esta oración. Cuando sirve, todo su ser acompaña a su servicio. Cuando la consciencia realiza una tarea espiritual y planetaria, cada una de sus células participa de ella. 

Hoy te digo todas estas cosas porque llegó el tiempo de ser consciente de todo tu ser y de comenzar a comprender la ciencia de la existencia humana.

Consagrar la vida es el acto interno de disponer del ser para cumplir con el propósito de su existencia a través de la entrega incondicional a Dios. Para ampliar tu servicio a la humanidad y a la Creación, debes ampliar también tu conocimiento y profundizar la entrega consciente de cada parte de tu ser.

A medida que la transición de la Tierra se aproxima, es necesario conocer la ciencia de los cuerpos, saber hasta dónde llega tu consciencia. Esta Sabiduría que está presente, esencialmente, en los conocimientos de Oriente, ahora se debe profundizar y renovar, según la evolución de la capacidad humana, para asimilar el conocimiento y profundizar en él. 

Al servir, percibe como todo lo que eres participa de ese servicio. Entonces, busca una forma de restaurarte y permite que la restauración interna, espiritual también llegue al interior de los núcleos menores de tu cuerpo, a tus células y a tus átomos. Así, permitirás que el servicio a este planeta acontezca sin que tu consciencia física se desgaste. 

Pacifica el cuerpo, la mente y el corazón para conocer quién eres y cómo debes servir al mundo.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE LA VIRGEN MARÍA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Los Hijos de María son la expresión de Mi Amor por la humanidad; son aquellos que deben dar testimonio vivo de Mi Presencia en el mundo, almas que se comprometieron Conmigo hace mucho tiempo, para formar parte de este ejercito mariano.

La consagración formal de un Hijo de María no significa la expresión de una predilección. Es un impulso que Dios envía a las mónadas de algunos de Sus hijos y, así, impulsa también a toda la humanidad.

Todos son Hijos de María en potencial, pero algunos tienen el compromiso de expresar esta consagración formalmente, porque serán la referencia para muchos en el final de este tiempo. Esta es una forma de consagración pedida por Dios para esas almas, que son llamadas a activar el espíritu mariano.

Ser Hijo de María no es un compromiso material, es un compromiso puramente espiritual que las almas tienen con Mi tarea mariana. Sobre ellos, construiré las bases del templo que erguiré en toda la humanidad.

Estas son almas que se dispusieron a enfrentar las grandes pruebas que vivirán en el final de los tiempos y, aun así, perseverar ardientemente en el amor a Mi Corazón. Son llamadas, poco a poco, porque cada alma tiene su momento de confirmación, solo Dios sabe cuándo este momento llegó. 

Que no se aflijan los que no son llamados para cumplir con esta tarea específicamente; porque si eso no acontece, significa que no es el momento o que le corresponderá otra parte del Plan de Dios; parte que solo su alma podrá cumplir y que será pieza fundamental en esta grandiosa obra de Dios.

Hijos Míos, no quieran conducir los Planes del Señor, que son ocultos y misteriosos. Solo entreguen sus almas y sus vidas en Sus Brazos y permitan que Él las coloque en el lugar justo y necesario para este tiempo. Luego sabrán lo que les cabe, si hicieran con confianza lo que les digo.

Yo los amo a todos y les agradezco por tener fe en Mi Corazón.

Su amada Madre, la Virgen María

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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