MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aprende a contemplar y a adorar la Sangre de Cristo, sabiendo que cada gota derramada por el Señor representa Su ilimitado Amor por cada ser y por la propia vida.

Pon tus ojos sobre el Cristo del Calvario y sabe que Su Amor, aun sin la Cruz, ya superó y renovó toda la Creación, pero Su oferta fue más allá y, derramando Sangre y Agua, perpetuó la Gracia de la salvación y de la redención para todos los seres de la Tierra y más allá de ella.

Que tus ojos puestos sobre la Sangre derramada de Cristo te concedan la comprensión y la experiencia de lo que es la rendición y la entrega, de lo que es dar todo por amor.

El Agua que fue derramada por Cristo representó la ilimitada Misericordia que, además de verter toda Su Sangre, vertió también Agua para dar todo de Sí, en la materia y en el espíritu. 

Juntos, Sangre y Agua representan el misterio de un Amor aún incomprendido por los hombres; Amor al que son llamados a renovar y a superar para que todo se recree y la evolución encuentre un nuevo comienzo, una vida mayor de unión con el Padre Creador.

Comienza, entonces, contemplando en tu corazón la Sangre de Cristo y el Agua que fue vertida de Su Cuerpo, para que así penetres en Sus Misterios y ellos te inspiren y conduzcan a una imitación más verdadera del Amor de Cristo.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE LA COMUNA DE CASTEL VOLTURNO HACIA TRIESTE, ITALIA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Escucha Mis palabras, ¡oh Dios! Ruego por los seres de este mundo para que despierten a Tu Amor, para que encuentren Tu Paz.

Ruego para que los corazones indiferentes se abran a la verdad sobre sí mismos y tengan así la Gracia de buscar el camino del perdón y de la redención.

Ruego para que los que están despiertos, despierten aún más, para que cada día se aproximen más a la Voluntad Divina y al retorno hacia Origen celestial.

Ruego por los Reinos de la Naturaleza, para que sean aliviados de su dolor y para que encuentren la paz y el camino de su evolución, bajo el amor y la hermandad con los seres humanos.

Ruego por la consciencia de la Tierra, para que ya no sufra y encuentre la esperanza de estar en Dios, en Sus Leyes, bajo Su Voluntad, cumpliendo con Su Plan.

Ruego, ¡oh Padre!, por la vida que Tú creaste para que retorne a Tu Corazón.

Hoy miro hacia el mundo y solamente uno Mi Corazón al Tuyo, ¡oh Dios!, para crear así un camino de unión entre la consciencia de los hombres y Tu Sagrado e Infinito Corazón.

Escucha, ¡oh Dios!, esta súplica por la paz y concede la paz al mundo.

Que así sea.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando tu corazón te duele y se llena de angustias, ve a los pies de la Cruz, toca con tus manos a los Pies de Tu Señor y permanece allí. 

Pon tus manos sobre las Manos de Cristo y comienza a sentir Sus Llagas. Cierra los ojos, permite que la memoria viva de Su Pasión te sea mostrada y permanece allí. 

Deja que tu silencio te conduzca al Corazón de Tu Señor y que tu oración silenciosa se convierta en una oferta de reparación.

Sentirás en tu pecho un dolor mayor que el tuyo. Ese es el dolor de Cristo, una gota del océano infinito que Él asumió para salvarte. Aprende así, hijo, a convertir tu pesar en oración, tu petición en una oferta y tu silencio en un bálsamo que acoge al Corazón de Tu Señor.

Tu angustia se hará pequeña delante de la angustia de Cristo por el mundo. Tu pesar desaparecerá dentro de Su pesar por las almas. 

Deja que tus lágrimas se conviertan en un puente para rescatar a aquellos que están perdidos. Ofrece tu silencio por los que no saben escuchar a Dios. Si no consigues orar deja que tu oración sea sostenida por las Manos de Cristo y, en un momento, percibirás que tus manos, que fueron a pedir, estarán allí para amparar y tu dolor se transformará en oferta. Buscando cura, repararás el Corazón de Dios. 

Tu llanto se unirá al océano de Su Gracia y, aun pensando que estabas allí para pedir, estarás sirviendo a este mundo. 

En este día de reparación, aprende en tu vida a hacer de todo una oportunidad para reparar el Corazón de Dios y aliviar el sufrimiento de las almas en este mundo. 

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo, 

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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