La Aparición de la Virgen María fue silenciosa y, al terminar, los videntes hicieron un relato sobre lo que aconteció y lo que Nuestra Señora transmitió.

Madre María Shimani de Montserrat:

Bien, vamos a compartir con todos algunos detalles de este momento que compartimos con Nuestra Señora. Sepan que siempre compartimos lo que Nuestra Señora nos pide, porque siempre Ella sabe lo que es necesario. Vamos a comenzar con la Hermana Lucía.

Hermana Lucía de Jesús:

Hoy, Nuestra Señora llegó agradeciendo, agradeciendo la respuesta de cada uno de los que vinieron a Su encuentro en este día.

Ella vino acompañada de muchos seres indígenas y le pidió a cada uno de nosotros, a aquellos que sientan, que realicen una vigilia esta noche hasta el momento de Su Aparición en el día de mañana; porque Ella nos explicó que, como todas las ciudades del mundo, esta ciudad también tiene mucho que liberar.

Ella vino a hacer una tarea de liberación con estos hermanos de la consciencia indígena. Y, cuando Ella nos mostraba a los hermanos que la acompañaban, Ella nos dijo que había muchos seres indígenas en Su Reino, pero que también había muchos que necesitaban alcanzar esa redención para encontrarse con Ella.

Ella pidió también que oráramos por los hermanos que están sin tierra y que, en nuestras oraciones, cada uno de nosotros pueda descubrir la verdadera morada interior; porque Ella dijo que antes de conseguir un hogar en la Tierra, cada uno buscara esa morada en el interior del corazón.

Y pidió también que oráramos por los gobernantes, no solo de este país, sino de todos los países del mundo.

Ella nos contó que Su Presencia estará aquí, durante toda esta noche, acompañando nuestras oraciones y que, a través de ellas, va a interceder de una forma especial por todas esas intenciones que Ella colocó. 

Y, a través de esa intercesión que realizará aquí, dará Su auxilio a todo el mundo.

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hoy, Nuestra Madre vino como Reina de la Paz y, para los que están por primera vez, vamos a explicar cómo es que sucede la Aparición.

Cuando la hermana Piedad comienza a cantar el Ave María, es la señal de que Nuestra Señora se está aproximando hacia este lugar, los cielos se abren y, desde afuera de este planeta, Ella viene como una gran esfera dorada de Luz, a veces en forma de flor, que comienza a descender hacia este lugar, como sucedió hoy.

Después, esa gran flor o esa gran esfera se posiciona a unos metros de este lugar, lo que podríamos comprender a la altura del techo, y allí se forma la silueta de Nuestra Señora. Ella aparece primero en forma de Luz y después se dibuja Su imagen, como si estuviéramos frente a otra persona, en tres dimensiones.

Ella comienza a dirigir Sus ojos hacia nosotros, nos sonríe y nos bendice. Y, después de un tiempo de silencio, mientras Ella está orando, comienza a decirnos algunas cosas.

Hoy, le preguntamos si tenía algo que decirle a Brasilia, y dijo lo siguiente:

“Queridos hijos, abracen el camino de la paz, vivan en el camino de la paz. 

Quiero que sus familias sean pacificadoras para que el mundo pueda cambiar.

Que sus moradas, sus hogares, sean templos de oración en donde pueda existir la paz.

Queridos hijos, hace mucho tiempo que Yo deseaba venir aquí, y mañana les diré lo que he querido decir desde hace mucho tiempo.

Quiero hablarles sobre la Ley de Dios, sobre la Justicia Divina, porque la humanidad ha olvidado los Mandamientos; por eso, hoy se encuentra así como está.

Invito a sus familias a que recuerden los Mandamientos, son reglas básicas para vivir en Dios.

Les agradezco mucho, queridos hijos, y les prometo venir nuevamente a Brasilia, cuando ustedes solo Me abran la puerta”.

Después, Nuestra Señora nos habló de algunos otros asuntos, nos dio algunas otras orientaciones, como siempre lo hace.

La Reina de la Paz se manifiesta con un velo celeste, a veces con un velo blanco, una túnica rosa y un cinturón, y siempre está con Sus manos abiertas irradiando Sus Gracias hacia nosotros.

Al final, Ella bendijo las imágenes que hoy trajeron todos, y agradeció que se hayan acordado de Ella.

Madre María Shimani de Montserrat:

Hoy, Nuestra Señora nos mostró una balanza de dos platos. Ella decía que cuando la humanidad colocaba mucho peso inadecuado en un plato, otra parte de la humanidad debería colocar un peso adecuado en el otro plato. Ese peso adecuado son las oraciones, las buenas acciones, el servicio al prójimo, para que esa balanza se pueda mantener equilibrada, y ese equilibrio pueda mantener el planeta en el lugar en el que está, y que la paz y la concordia entre las naciones se pueda mantener; porque es imprescindible, en este tiempo, mantener el equilibrio y que eso nos correspondía a nosotros, como humanidad; y que esa balanza representaba la Justicia de Dios.

Que cuanto más oráramos e hiciéramos el bien, la Justicia de Dios se iba a mantener en equilibrio. Así que es muy importante tener en cuenta estas indicaciones de Nuestra Señora.

Ella nos decía que los gobernantes, que todos los gobernantes, gobernaran países o pequeños lugares, recibían una oportunidad de Dios para poder servir, y que lo que ellos hicieran, por su pueblo, era una respuesta a la oportunidad que Dios les había dado. 

Nos decía que era muy importante que todos nosotros oráramos por todos los gobernantes, para que ese compromiso que ellos hicieron con el universo se pudiera cumplir, tal cual Dios lo había planeado, que fuera el cumplimiento de la oferta original que Dios les había dado, porque eso era el bien para todos.

Mañana, seguramente, Nuestra Señora transmitirá algunas palabras para todos. Así que invitamos a todos a venir otra vez y a traer con ustedes a aquellas personas que sientan, porque la oportunidad de estar en la Presencia de la Virgen María significa también que todos recibimos una energía especial.

Porque todos los códigos de Luz que Ella irradia sobre todos nosotros permiten que recibamos cura espiritual, que podamos reconciliarnos con Dios y que nuestra vida cambie para siempre. Así que solamente al estar en la Presencia de Nuestra Señora, aquel que abra su corazón recibirá la Gracia que le corresponde, porque Ella viene hasta aquí a eso, a darles Sus Gracias a Sus hijos.

Así que hoy recibimos esa gran oportunidad y lo que Ella nos pide es que siempre mantengamos el corazón abierto, porque así Ella puede entrar.

Y ahora, vamos a cerrar nuestro encuentro con una canción para Nuestra Señora, y vamos a cantar algo que todos podamos cantar. Vamos a cantar “María de Nazaret”.

Nos vemos mañana. ¡Gracias!

Vamos a cantar con mucha gratitud.

Canción: “María de Nazaret”.