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MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 37.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL DESIERTO DE CHILCA, PERÚ, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En un desierto que calla y escucha la voz del sufrimiento del mundo, he venido aquí para encontrarlos a todos, en alma y en esencia, en verdad y en Misericordia. En este día, vine desde muy lejos, desde un lugar del universo para traerles nuevamente la Paz y la confianza de que si Yo estoy aquí todo estará bien.

Ahora Yo invito a todos los que participan de este nuevo encuentro de oración Conmigo a que estén donde Yo estoy, donde el mundo lo necesita, donde las almas tienen su necesidad.

Hoy los invito a vislumbrar el clamor del mundo y la necesidad de la paz, de la paz interior.

Por eso, he venido con Mis ángeles para anunciar este momento. Y estoy aquí en Perú por primera vez en consciencia, espíritu y divinidad, después de que Yo estuve aquí en la Tierra hace ya dos mil años.

No teman vivir su desierto interior cuando sea el momento, no teman atravesarlo y conocerlo, porque en el desierto de la vida está Dios, por más árido que sea. Su Amor se encuentra allí para que ustedes lo puedan encontrar.

Hoy los traje aquí, compañeros, a ustedes y a sus hermanos que están presentes en esta Maratón, para que vuelvan a comprender que Yo estoy presente en los lugares de silencio, en donde las almas se pueden recoger en oración para encontrar a Dios y a Su Plan.

No Me canso de visitar estos lugares, así como lo hice en Tierra Santa, para enseñar a Mis discípulos que en la soledad de cada corazón está el mayor momento de madurez y de crecimiento interior para las almas. El desierto no es solo vacío, sino el momento en que cada alma puede cruzar el umbral, en el cual será colocado cuando su hora esté indicada por Mi Padre.

Yo atravesé los desiertos con Mis discípulos y les enseñé los grandes tesoros del universo. Es como en estos desiertos donde se encuentra el misterio de Dios aún por revelar y en donde las almas no colocan su interés. Es en la belleza de la Creación y en la naturaleza donde está el mensaje verdadero del Padre para todas Sus criaturas. Dichosos de aquellos que lo saben interpretar y que adoran esa hermosura que Dios creó en todo este universo y más allá él.

Hoy vengo aquí con Mi Consciencia universal, pues este lugar así lo merece, es Tierra Sagrada de muchos conocimientos, de ciencia y de disciplina, de hermandad y de luz. Aquí Yo encuentro un reposo, como sus consciencias también lo pueden encontrar en este silencio que impregna sus células y cada partícula de sus átomos, en donde sus vidas pueden vibrar y sus espíritus pueden enaltecerse al encontrar a Dios en todas las cosas.

He abierto los cielos en este lugar para que Mi Sol los alumbrara, así verán como el mundo está en tinieblas pero Mi Misericordia triunfa cuando ella es invocada de corazón y con todas sus almas. Es esa Luz que Yo traigo del universo para que cada ser se vitalice y vuelva a encender su devoción, para que despierte su don, el talento que Yo dejé en cada uno.

Hoy he venido a esta Tierra Sagrada de Perú, a este Desierto Sagrado para darles a conocer el misterio de Dios, que ya no es más misterio, sino evidencia para quien se abra a conocerlo. Solo estando aquí, como en cada desierto de este mundo, es que verán lo que Dios piensa y necesita de esta humanidad, que debe realizar Su Plan por encima de todas las cosas y en la unidad entre todos los seres, que debe manifestarse en este tiempo.

Hoy vengo como el Hijo Solar, como esa Consciencia resplandeciente que vivió aquí con ustedes y entre ustedes, que predicó, que curó y que salvó a quien lo necesitaba, que vivió Su Pasión y que murió en la Cruz sobre un monte tan semejante a este, en el silencio profundo de Dios, en la hora en que brotó la Divina Misericordia para el mundo entero.

Son esos Rayos tan poderosos de Dios que descienden sobre los desiertos para poder manifestar las formas que el Propósito Divino tiene para esta Creación, para esta parte del universo.

Es ese Amor de Dios que Yo les traigo, que es tan infinito y grandioso, que también se encuentra en estos espacios en donde el silencio penetra la consciencia, y el alma de cada ser puede emerger para que descubra su verdadera misión y su tarea en este tiempo final.

Así, compañeros, Yo los invito a todos a dejar y a abandonar los ruidos de este mundo, que oscurecen a los corazones y los distraen de su Propósito. Los invito a estar en sintonía Conmigo y a que no teman encontrar, en la soledad del desierto, la verdad que tanto buscan hace tanto tiempo.

El desierto es una oportunidad de introspección, de meditación y de oración con Dios. Sé que muchos de Mis compañeros, en esta hora tan difícil del planeta, cruzan por alguna parte de su propio desierto interior. Pero Nuestras Manos se extienden hacia ellos para conducirlos a través de esa soledad a la que le temen, la que no les hará mal ni daño, porque es una soledad que les permitirá crecer en madurez y en consciencia.

En esta Maratón, compañeros, los invito a buscar esa unión Conmigo a través del silencio. Silencio que permite revelar el Plan de Dios. Silencio que todo les revela. Silencio que los eleva. Silencio que los despierta a la Vida Mayor, a la consciencia; un silencio que cura, que restaura y redime; un silencio que purifica, que abre las puertas al conocimiento, a la verdad, al descubrimiento de sí y a poder cruzar los umbrales de la consciencia y de las pruebas.

Es ese amado silencio que Yo les ofrezco para que puedan estar unidos a la Creación que tanto está olvidada por esta humanidad, al vivir en sus propios ruidos, en sus murmuraciones y juicios.

Yo los invito a buscar Mi Misericordia en el silencio de estos desiertos del mundo, en donde su oración se puede volver más poderosa; en donde Dios, en los desiertos, tiene Sus oídos bien abiertos para escuchar a Sus hijos.

La aridez no significa abandono ni descuido. El desierto para cada uno de ustedes, compañeros, es una demostración del vacío de Sí que vive Dios, cada vez que Él le habla al mundo a través de Sus Mensajeros.

El desierto es una demostración de donde no existe ninguna ostentación ni deseo. Es el vacío del vacío, es la posibilidad de que sus consciencias penetren en lo profundo de la Consciencia de Dios y así se puedan unir a Ella.

El desierto es una forma de poder dialogar con Dios en el silencio que el propio desierto puede expresar para el mundo. En los desiertos del mundo se originaron los primeros Proyectos de Dios. Desde Abraham hasta Moisés y los profetas bebían del silencio de los desiertos para comprender el misterio de Dios, la infinita Voluntad de Su Consciencia Divina.

En los desiertos los conocimientos están presentes y fueron los que permitieron la guía de todos los pueblos antiguos de la humanidad.

Mis cuarenta días en el desierto significó el antes y el después para Mi consciencia, el aceptar a cada uno de ustedes a través de todos los tiempos y a todos los errores que cometería esta humanidad.

Fue el Amor del Padre que fui a buscar en los cuarenta días del desierto. Es ese Amor que Me fortaleció y que Me permitió dar el paso por ustedes, para que ustedes pudieran estar aquí.

Hoy vengo aquí con todo el silencio de este desierto en Perú para recordarle al mundo que no está escuchando y que está sordo para el plano espiritual. Necesito, compañeros, que ayuden a abrir los oídos de la consciencia a cada uno de sus hermanos y especialmente espero que los que aún Me siguen, y que no están aquí en este desierto hoy Conmigo, Me escuchen de verdad.

Mis más amados discípulos, en el silencio de Mi oración en este desierto de amor, aún espero poder verlos que lleguen desde el horizonte transformados, después de haber cruzado sus desiertos internos. Cuando llegue esa hora para cada uno de ustedes, en la que estarán a las puertas de ese desierto interior, recuerden este momento y la promesa que Yo les he hecho de que si Mi Padre está aquí en consciencia, presente en los desiertos, Su Hijo también está, y Su Santo Espíritu, para ayudar a las almas a cruzar los abismos de la consciencia.

Que esta Maratón abra las puertas de los corazones para que Yo pueda entrar y para que todos sean Mis testimonios de redención y de Misericordia en un tiempo crucial.

 

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MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 36.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Al fin llegué al lugar de Su Gobernanta Mayor, que los acoge en Su Corazón y les da la vida, que todo el tiempo los lleva hacia Mi Corazón para que puedan sentir la Paz, la Paz de Dios.

En Mi Reino no existe ningún mal, solo la victoria y el triunfo de Mi Corazón misericordioso. Por eso, en este día tan bendito en que los reúno a todos en Mi Templo sagrado, vengo a entregarles Mi Paz para que la multipliquen en el mundo, primero con sus familiares y amigos y después con todos los que los rodean, con todos aquellos que cruzan sus caminos y que, en sus miradas tristes, también necesitan de Mi Paz. Así Yo los envío como Mis apóstoles, les entrego Mi Legado, Mi Palabra y Mi Amor para que puedan llevarlos por el mundo, primero a aquellos que están a su alrededor, sus seres queridos que necesitan de la palabra de Mi Corazón para poder soportar estos tiempos difíciles en los que el mundo se sumerge en el caos y en el abismo.

Vine a Europa y en especial a Portugal porque es una tierra muy amada por Nuestro Creador, en donde los corazones verdaderamente se pueden curar y encontrar el sentido de sus vidas en el camino espiritual que Dios los invita a recorrer. También vengo en este día, a pedido del Eterno, para que sus corazones se puedan expandir e ingresar en Mis escuelas de amor, de sacrificio, de caridad y de servicio por muchas almas que aquí lo necesitan. Miren a su alrededor, compañeros, y percibirán cuánta necesidad hay en el mundo, especialmente en las almas que no encuentran a Dios y que pierden a sus ángeles de la guarda por estar sumergidas en la vida material, en las modernidades y en la inconsciencia, situaciones que los separan de Dios y que los alejan de Su Corazón. Por eso, compañeros, hagan emerger de ustedes la pureza original, Mi Santa Madre del Cielo no vino aquí por casualidad, hace ya casi cien años, para traerles ese atributo especial.

Adoren a los Sagrados Corazones y no solo harán triunfar en Portugal la tarea espiritual de los Mensajeros Divinos, sino que este impulso irá más allá de este país, viajará por los continentes, unirá corazones, despertará consciencias que están muy dormidas en este tiempo. Por eso los invito a ser Mis apóstoles a partir de este momento. La llama de sus corazones aún se debe encender un poco más, la devoción ardiente de sus espíritus debe estar disponible en este tiempo crucial a través de la oración, de la paz y de la comunión Conmigo.

En esta hora Yo los vengo a llamar como a Mis apóstoles para que también se puedan redimir y purificar, para que puedan escoger un solo camino y no andar más por dos, porque ya no hay tiempo, compañeros; abran sus consciencias, abran sus corazones y podrán acoger Mi Llamado.

Vengo, después de Mi Madre, para demostrar la gran Humildad de Dios que necesita estar entre ustedes todo el tiempo para que la Obra del Padre se realice en Europa y también más allá, en Asia.

Vengo con Mis ángeles a este lugar para convocarlos; Mis comandos permiten que se abran las puertas de todo el Universo para que sus consciencias puedan ingresar y definirse por el camino crístico del amor y de la verdad.

Vengo a despertar en ustedes, compañeros, esa sagrada tarea que siempre deberán cumplir. Este es el tiempo y la hora en los que sus corazones pueden obrar en nombre del Señor, y que Yo cuente con sus manos y brazos para poder realizar esta obra de redención en el mundo. Muchos otros están siendo convocados para esta tarea.

Vengo a esta sagrada Portugal para despertar a los nuevos Cristos, aquellos que se comprometieron Conmigo a vivir una vida de redención y de transformación por la mayoría de las almas del mundo que están perdidas. Ustedes, compañeros, que vienen de diversas naciones de Europa, podrán percibir el caos en el mundo, en la sociedad y en las almas, en todos los corazones que necesitan una fuerza mayor para poder seguir adelante.

El fin del tiempo aún no ha llegado y el Armagedón recién comenzó. Yo vengo a traer la consciencia a sus espíritus y almas para que no vivan en la ilusión como viven muchas almas que no buscan el manantial de Mi Corazón, que no conocen Mi Amor porque Soy muy desconocido para ellos. Yo Soy el mismo Jesús de Nazaret del tiempo pasado, pero ahora, en Mi Gloria. Yo los vengo a preparar para Mi retorno porque ese momento se está acercando y es hora, compañeros, de que sus corazones estén bien preparados, de que sepan leer las señales del Universo, de que sepan leer también los acontecimientos del mundo que se precipitan sobre la humanidad de una forma grave y las almas no saben cómo salir de ellos.

Yo les traigo la llave de Mi Corazón para que puedan vivir en esta hora mediante la adoración y la oración Conmigo, porque así Yo les derramaré Mis Dones, tendrán ímpetu para poder realizar Mis Obras en este tiempo, para que Mis Obras toquen todos los corazones de la Tierra, que aún los más malvados puedan ser resucitados por Mi Divina Misericordia y así Yo les entregue la redención, Don precioso de Mi Corazón.

Cuando sus manos se abren para recibirme es señal de que internamente están comprendiendo lo que Yo les pido, porque Mi tiempo es precioso para el mundo y para toda la humanidad que debe recuperar los valores que ha perdido, los verdaderos valores de la cristiandad para estar unida a Mí en espíritu y en consciencia. Por eso, hoy nuevamente, vengo con Mis ángeles del Universo para que sus almas y cuerpos puedan ser ayudados, para que sus espíritus se eleven y la materia encuentre la luz que necesita para comprender la Voluntad de Dios. Yo les abro las puertas a ese conocimiento, pues Mi ciencia no es como la de la Tierra, es un misterio aún no conocido que solo se revela a los simples de corazón y al alma que en humildad Me busca para estar Conmigo todo el tiempo.

Hoy también los vengo a sacramentar por medio de los Dones que les entregué en el pasado. En este encuentro de oración, compañeros, vivenciarán Mi Espíritu y sentirán Mis Dones de perdón y de amor que los bañarán completamente si el corazón los acepta en la sagrada convocatoria que Yo les hago en este tiempo.

Quisiera que sus corazones percibieran la urgencia de los tiempos, la necesidad de todas las almas, la importancia de salir del individualismo para encontrar la vida grupal, la fraternidad, el amor entre los seres que es lo que los sustentará en este fin de los tiempos. Si eso no existe en ustedes ni tampoco en la humanidad, ¿cómo soportarán las corrientes del Universo que vendrán a ordenar al planeta en los cuatro puntos de la Tierra? ¿Quién podrá soportar esa corriente que ya está descendiendo en el mundo? Porque es la Ley de Dios que desciende para corregir los corazones y a las vidas que se han olvidado de Su Propósito.

Tengan bien presente que Dios no castiga a la humanidad, es la humanidad que se castiga a sí misma con sus acciones y que se olvida que el Hijo de Dios encarnó en el mundo, sufrió y murió por ustedes para darles la eternidad y la salvación. No se olviden de Mi Cruz y no teman mirarla, en Mi Cruz está el amor que Yo entregué por ustedes y para ustedes a lo largo de los tiempos y hasta los días de hoy. Mi Amor no deja de ser vertido sobre el mundo a través de Mi Divina Misericordia; quien crea en esto que lo viva porque estará a salvo.

Que esta Maratón represente el encuentro de la verdad para cada ser, para que la mentira, propia de este mundo, se disuelva. Que cada alma pueda encontrar Mi Corazón como símbolo de salvación y de la entrega de Dios por el mundo. Que puedan vivir Mi Corazón en este encuentro sagrado para que todas las culpas se disuelvan de la consciencia, así estarán más cerca de Mí a medida que abran sus corazones a cada paso de este encuentro.

Hoy ya les entrego Mi bendición a cada uno de ustedes y a sus hermanos del planeta para que tengan más fuerza interior y así proseguir en este camino que Yo los invito a recorrer Conmigo; camino hacia la paz, hacia la purificación, hacia la Misericordia de Dios que aún desciende en el mundo antes de que llegue la Justicia.

Así como elevan sus oraciones a Mi Corazón, quiero que las eleven al Corazón de Dios por todas las almas de Europa y de Medio Oriente para que las que más sufren encuentren la paz, el consuelo y la ayuda humana tan necesarios en estos tiempos. Quiero ver más misioneros que lleven Mi Paz al caos, Mi Luz a las tinieblas, Mi Amor a las guerras y fortaleza a los que tienen hambre. Esta es la mayor ofrenda que Yo les hago desde hace más de dos mil años. Les dije que quien lo hiciese en Mi memoria tendría vida eterna y así Yo les doy la vida, les doy la renovación a través de Mi Sacerdocio espiritual.

Les agradezco por buscar Mi Verdad tan necesaria en estos tiempos.

Que sus corazones se abran para sentir Mi Paz y así ellos se liberarán de las faltas del mundo. Paz.

Cristo Jesús Glorificado

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MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 35.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Finalmente llegué aquí para estar con ustedes y nunca más separarme, si así Me permiten.

Finalmente llegué aquí a liberar a cuantos lo necesitaban desde hace mucho tiempo, y eso es por su intervención junto a Mi Obra redentora eneste tiempo final.

Yo Soy ese Santísimo Corazón que se presenta a ustedes para mostrarles el Universo de Dios y para que nunca pierdan la filiación con Mi Padre, que está en los Cielos.

Esperaba ardientemente estar hoy con ustedes para que no solo proclamen Mi Divina Misericordia, sino también para que Me sientan en lo profundo de sus corazones y vidas, en cada espacio de sus seres, en cada aspecto de sus consciencias.

Finalmente estoy aquí, compañeros, para orar por Mi Argentina junto a Mi Madre, a San José y a todos los ángeles del Cielo que han llegado aquí extraordinariamente para elevar al Universo las plegarias de los hijos de Dios, de los autoconvocados.

Necesito que en estos tres días en los que estarán Conmigo para adorarme y amarme, veneren Mi Santísimo Corazón, que es su Eucaristía, la unión perfecta con Dios que disipa todo mal, que libera las amarras y que trae cura a los corazones.

Finalmente estoy con ustedes, compañeros, para que puedan renovar los votos Conmigo una y otra vez, sin dejar atrás Mis Proyectos, que son los proyectos de sus vidas, de sus familias, de toda esta nación que está también en su transición y en su prueba como todas las naciones del mundo. Si ustedes, compañeros, fortalecen ese voto Conmigo no perecerán, y la nación tampoco perecerá porque habrá corazones consecuentes que seguirán Mi Camino a pesar de lo que suceda y enfrentarán los desafíos, aquellos que llegarán al encuentro de todos para confirmarlos al gran Proyecto de Dios, que es Su Amor y Su Unidad con todo el Universo.

Hoy vengo especialmente, compañeros, con los ángeles que adoran Mi santísimo Cuerpo en la Eucaristía, y hoy estoy aquí con ustedes con una compañía muy especial, que dio el impulso a la revelación de Mi Sagrado Corazón: Santa María Margarita Alacoque, quien trajo para el mundo, anticipadamente, la revelación de Mi Divina Misericordia, primero a través de Mi Sagrado Corazón, y después a través de la unión Conmigo. ¿Qué mayor tesoro les dejé en aquel tiempo, al igual que con Santa Faustina, quien les mostró el camino del apostolado y la devoción a Mis Rayos de misericordia que hoy están presentes entre ustedes para purificarlos, consagrarlos a Mi Señor?

Con cada ángel de la guarda sientan el Universo de Dios que se aproxima a esta realidad material e ilusoria y que abre los ojos en todos los mundos internos de las almas que aún están buscando una salida. Si ustedes perseveran, compañeros, el pueblo perseverará y, a pesar del tiempo que se aproxima, los corazones estarán Conmigo para honrar a Dios y hacer descender Su Proyecto divino en cada corazón y en cada consciencia.

Hoy vengo aquí, compañeros, finalmente, para que estén entre Mis Brazos y sientan Mi Amor que les da el calor para el frío que sienten, que les da la fortaleza para los miedos que puedan sentir, que les da la alegría en cada prueba, en cada desafío, que les da la vida a los que mueren espiritualmente.

Yo necesito vivir en sus corazones todo el tiempo y un poco más. Necesito que Me lleven en sus vidas como el mayor testimonio que les dio la redención y la paz.

Abro las puertas del Universo a los que no lo merecen; entrego oportunidades a todos los corazones que Me escuchan y que Me viven en la plenitud del amor.

Estoy aquí, compañeros, finalmente, para que a través de la oración restauremos a muchas consciencias que aún esperan salvación y liberación.

En la santísima presencia de Mi Corazón Yo los adoro, los contemplo y los amo y disuelvo de sus memorias toda imperfección en quien lo cree verdaderamente.

Estoy aquí, compañeros, para convocarlos a que sean misioneros Míos no solo en la Argentina sino en el mundo; pues necesito misioneros en cada país para que las puertas del mal se cierren y la Obra de Dios triunfe en los corazones simples.

Vean Mi Sagrado Corazón que se descubre a ustedes para que lo adoren y lo sientan en sus corazones. Este es el Amor que se entregó a ustedes y por cada uno de sus hermanos. Este Corazón Sagrado es la fuente que les sacia la sed y que los renueva de tiempo en tiempo. Este es el Corazón que proviene de Dios y que pulsa por cada consciencia de este Universo; es el Corazón que les trae la paz y la esperanza en los tiempos de oscuridad; es el Corazón que se dona como luz para sus caminos internos y externos. Este fue el Corazón humano que cargó con la Cruz y con todos los pecados del mundo hasta los días de hoy. Es el corazón que no es muy honrado, el que está lleno de Gracias, de misericordias y de cura.

¡Cuánto duele Mi Corazón por estar tan lleno de amor y no poder derramarlo en los que no lo invocan! No Me duelen tanto las espinas de las indiferencias y de los pecados, Me duele el rechazo que sienten los corazones hacia Mí, porque no Soy Yo quien está con ustedes, sino es Mi Padre a través de Mí, es el Universo de Dios en vida y esperanza. Beban de este Corazón que derrama una fuente de Sangre y de vida crística para todos. Reciban los rayos de Mi Corazón en sus corazones y digan: "Señor, Yo confío en Ti". Con esa confianza no temerán y a través de esa confianza todo lo podrán.

Hoy no vengo a ver de Argentina lo que no ha hecho bien porque eso no es de importancia para Dios ni para Su Plan. Hoy vengo a ver dónde he dejado los talentos y cómo ellos han florecido a través de cada uno de Mis compañeros. Hoy vengo a tocar sus talentos en lo profundo de sus corazones para que puedan despertar y servirme en hermandad.

Aleluya, Aleluya, Aleluya. Muchos de los que son indiferentes en esta nación hoy reciben Mi Divina Misericordia porque ustedes abrieron la puerta para que eso sucediera y perseveraron en la fe y en la confianza a Mi Sagrado Corazón, eso es incalculable para Mí, aunque Yo veo todas las cosas y sus mundos internos. Las almas son impredecibles porque sin ellas saberlo, guardan llaves invisibles que abren las puertas del Corazón de Dios.

Les agradezco y honremos a Nuestro Padre, que está atento a la voz de todos Sus hijos de Argentina para que clamen por más misericordia, por más redención y especialmente por la paz.

Glorificaré este altar que Me han preparado en la simplicidad del espíritu y de la donación. La belleza de los altares está en los gestos que emiten a Mi Corazón, en las manos que colocan cada flor, en los brazos que se donan para levantar Mi Imagen al mundo.

El Señor escucha las plegarias de todos Sus hijos y abre las puertas de Su Corazón para recibir el llamado de todas las criaturas de la Tierra. Establece así Su Amor en todas las consciencias que se unifican a través de Su Presencia y de Su infinito Amor. Él destierra todo lo que separa a las almas de Su Reino Divino y de Su Gloria. Junto a Sus Ángeles del Cielo establece la misión para cada uno de Sus hijos, y quien Lo acepta con todo su corazón, nunca dejará de servirlo y de tener la oportunidad de hacerlo así como Él lo pensó.

Hoy bendigo a aquellos que siempre fueron leales Conmigo en la alegría como en la tristeza, en la confirmación como en el desánimo, porque nunca dejo atrás a quien está Conmigo y Me vive.

Bendigo estos elementos que serán vida divina en sus células y cuerpos y que llegarán a lo más profundo de sus seres para que estén en constante renovación y en Mi Paz.

Yo los renuevo y también los redimo y los abrazo con Mi Luz cuando tan solo Me lo piden.

Demos gracias a Dios y a toda Su Gloria.

Les agradezco, compañeros, por estar Conmigo en verdad y en simplicidad.

Celebren con alegría Mi Ser y que el Espíritu Santo los guíe hasta que Yo retorne a su encuentro. Amén.

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 34.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que sus corazones no se enfríen en esta noche, porque Mi Amor los ha venido a calentar en el fuego divino del amor y de la hermandad.

Al fin, después de algún tiempo retorno a Mi casa, lugar donde Dios Me envió para abrir las puertas para la liberación del mundo en un lugar desconocido y lejano para muchas almas.

Yo estoy aquí, en Gloria, ante ustedes, Mis amigos y siervos de Mi Padre. Estoy aquí por los que han sido consecuentes Conmigo y lo continúan siendo a pesar del tiempo y de la purificación. Estoy con los que están Conmigo a pesar de lo que suceda, en este lugar o en el mundo, dentro o fuera de ustedes, en sus espíritus o en sus cuerpos. Yo estoy con ustedes.

Vengo a darles Mi alianza y Mi Amor divino. Vengo a entregarles la esperanza que vive en Mi Corazón a pesar de lo que sucede en el mundo día a día. Al final, todo se consumará después de que Yo ya no esté aquí entre ustedes para dirigir las palabras del Cielo, que son las Palabras de Mi Padre.

También vengo por aquellos que hoy no están aquí Conmigo y que deberían estar porque Yo les confié un legado, un propósito y una misión que es imborrable en este momento y, sobre todo, en la consciencia del Universo. Por eso, a los que hoy están aquí Conmigo, les agradezco por el espíritu de perseverancia y de fe, espíritu que les permite enfrentar las batallas y los desafíos en este último ciclo.

Aurora, poco a poco, comienza a despuntar en los corazones que hoy brillan en el firmamento, y eso es imposible de apagar porque es la Aurora del amor, del Amor que viene de Dios y que, desde el Universo, se depositó en este lugar hace mucho tiempo. Eso nunca nadie puede olvidarlo, compañeros, porque es la Aurora que los acompañará en los últimos días de este mundo y en el Juicio Final.

Hoy vengo a entregarles nuevamente la señal, la confirmación de que este Reino existe en la consciencia de los que creen en él, porque Aurora resplandece como una estrella fugaz en los mundos invisibles y en la consciencia que se abre para recibirla y así despertar a la cura.

Hay soldados de Aurora que no están aquí y que deberían estar para responder a Mi llamado, porque a los que están desde hace tiempo ya mucho les he dado y en la fe han cumplido con Mis designios.

Quisiera que comprendieran la importancia de este Reino, porque este Reino es el que nos trajo hacia aquí, desde el primer día en que Mi Santa Madre posó Sus pies en este lugar y construyó las bases de esta obra, primero en los corazones receptivos a Su llamado y después en toda la humanidad así como lo han visto en estos últimos tiempos.

Aurora no necesita de cantidad, sino de corazones firmes que puedan soportar sus corrientes que fluyen en este Universo para liberar a la humanidad. Por eso, también les he dado al Arcángel Miguel, quien ha sido contemplado en gratitud por los corazones que aquí llegaron para recibir la intercesión del Padre Creador.

Hay corazones que deberían estar aquí para recibir la cura y no están. Quisiera saber, compañeros, qué es lo que están esperando para liberar sus vidas de las cadenas del mal que los atan al pasado. Sé que no es muy comprendido lo que significa que el Arcángel Miguel esté aquí para acompañarlos. Es el Padre Creador, es Dios aquí presente entre ustedes para ayudar a este pueblo que se derrumba por no activar su fe ni su devoción. En el día del Juicio Final todo será comprendido, y muchos verán, en la última hora, todo lo que recibieron y no pudieron reconocer.

Aurora es constante y perseverante, y activa su fuego en los corazones del mundo, activa su luz en aquellos que la adoptan como parte de sus vidas. Hoy vengo con este preámbulo para preparar sus corazones durante este mes en el que las puertas se reabrirán para que las consciencias ingresen en el Reino de Aurora. La Hermandad del Cielo espera que puedan dar ese paso, no solo los que están aquí sino también los que están en el mundo y que buscan esa luz curadora y de redención.

Quien ora Conmigo podrá valorar los tesoros que ha recibido, y nada habrá sido en vano.

Vine aquí para restaurar lo que se ha destruido en la consciencia de este pueblo, en aquellos que hoy no están aquí y en quienes Yo he confiado pero no Me han podido seguir como Yo lo deseé desde el principio. Pero no se preocupen, porque Mi Padre cuida de todos como también de aquellos que son constantes con Su Ley y Su Propósito a pesar de lo que suceda.

Quisiera que en esta Maratón vivieran en recogimiento para poder madurar espiritualmente y así, en el silencio y en la oración, puedan dar un paso más hacia Mí; porque aún Mi Obra es infinita y debo construir en los corazones, nuevos proyectos que puedan llevarse adelante en este planeta y en la humanidad. Por eso, hoy los coloco a todos a Mis Pies para que estén a los Pies de Dios, contemplando la Misericordia del Padre en un momento de gran injusticia en la humanidad.

En verdad les digo, no conocen la Justicia de Dios. Yo les hago conocer Su Amor que es invencible y eterno. Es en el Amor de Dios donde deben ingresar todos los días y unirse a Él, para que pueda cumplir lo que ha pensado para ustedes y para aquellos en los que aún no ha podido cumplir Su Proyecto; oren para que reciban la Gracia y el merecimiento de poder vivirlo para que, a través de Mi Corazón, Yo pueda interceder por todos y especialmente por los que no Me han respondido.

Desde Ruanda, desde el lugar donde Yo estuve la última vez, hago un puente de luz hacia aquí para finalizar Mi Obra redentora antes de que el mundo viva su juicio inevitable en estos tiempos.

Vengo a prepararlos para el momento más duro del Apocalipsis. Vengo a traerles la consciencia de la verdad para que sus corazones no duerman mientras estoy presente, porque cada segundo Conmigo debe ser inolvidable, cada palabra recibida debe ser valorada para que dé sus frutos en ustedes y así, Yo pueda volver a los Cielos a prepararme para el gran momento del retorno.

Mientras sus corazones crezcan en amor Yo podré estar más libre para atender al mundo que tanto lo necesita; recuerden que Yo los escogí para realizar, en este lugar olvidado del mundo, Mi Obra final para todo el Cono Sur y desde el Cono Sur para el mundo.

Yo ya les estoy entregando las últimas señales, por eso los reúno mes a mes para que oren a Mi Corazón misericordioso y se arrepientan por ustedes y por el mundo, por los que no se arrepienten ante Dios debido a su soberbia, a su maldad y a su vanidad.

Espero que estén Conmigo en los momentos más difíciles y que recuerden que Yo estuve aquí para contemplarlos en Mi Amor y Mi Bondad. Todo lo que hagan, háganlo por Mí; así, compañeros, no serán más ustedes, sino que Yo seré en ustedes obrando en luz y en hermandad.

En esta noche de vigilia por la humanidad, aún muy dormida, Yo derramo nuevamente Mis Códigos de Luz sobre Mis obreros del plan.

Mientras Yo estoy aquí, el Universo está con ustedes. Oraré a Mi Padre por ustedes y por sus hermanos, para que Mis Designios se cumplan en la mayor cantidad posible de corazones.

Mantengan la calma mientras Yo estoy presente para que no pierdan la oportunidad de recibirme en sus corazones; la quietud hace al vigilante.

 

Oración de intercesión de Cristo ante Adonai

Adonai, Padre Mío,
       construye en Tus hijos la fortaleza inquebrantable,
       eleva hacia Tu Trono a los últimos soldados
       que aún deben despertar a Tu Plan.
       Restaura todo lo que ha sido dañado,
       y borra con Tu Luz todas las tinieblas
       para que surja el verdadero espíritu,
       el verdadero ser en cada corazón humano.

Adonai,
       no Te canses de contemplar a los que persisten
       y a los que caminan a Mi lado tomados de Mi Mano
       por el sendero de la redención y del sacrificio.

Adonai,
       alivia la cruz de los que no soportan su purificación.
       Abre las puertas de los Cielos para que Tus ángeles
       desciendan en gloria y adornen con tesoros del Universo
       a cada uno de Tus hijos que Te honrarán,
       eternamente, hasta la nueva humanidad.

Padre,
       no Te olvides de los que no han sido consecuentes Conmigo,
       guárdalos en Tu eterno Corazón
       para que puedan crecer en Tu Bondad y Amor.

Da fuerzas, Señor,
       a los que están caídos para que puedan levantarse,
       da socorro espiritual a aquellos que fracasan por sus propias deudas.
       Vive en todos Tus hijos así como Tú vives en Mí,
       para que podamos alabarte
       por lo siglos de los siglos,

Amén

Les agradezco y, en Mi Verdad, los amo más allá de sus vidas y consciencias.

Recuerden, compañeros, que son sacramentados con Mi Luz cuando Yo estoy presente, esa es la mayor bendición del Cielo para quien la quiera recibir.

Vayan en paz y den la paz a los que la necesitan,

Cristo Jesús Glorificado

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, PARA LA 33.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Oración: Padre Nuestro (en portugués).

Con inmenso gozo y regocijo escuchen Mi Voz que viene del infinito a pronunciarse a ustedes y a todos vuestros hermanos que, en confianza y fe, caminaron a Mi lado a través de los años y especialmente en esta Obra que aquí es realizada por los Sagrados Corazones.

No saben, compañeros, cuánto se complace Mi Alma por estar hoy aquí con ustedes, en comunión perpetua y espiritual por todos aquellos que no están presentes y que están perdidos en el mundo en la tribulación.

Pero hoy Yo vengo a extenderles Mi Mano para que vean Mi Corazón que está luminoso entre ustedes. No dejo de actuar en este mundo para que Mis discípulos Me sientan cerca y caminen junto a Mí, en este desierto que parte de la humanidad está viviendo en este ciclo de transición. 

Quiero que se aproximen a Mi Corazón, así como Yo se los ofrezco, para que puedan ingresar en Mi Espíritu y sentir la Voluntad de Mi Padre que se muestra a ustedes, por ejemplo, a través de este encuentro.

No quisiera dejar de pasar por aquí sin que Me sintieran, comprendiendo lo que Yo les pido como rebaño espiritual, como propósito para este último tiempo.

Vengo a traerles Mi Paz y también Mi gratitud por haber permitido que nuevas puertas del Cielo se abrieran sobre este necesitado lugar en donde los corazones claman, sin percibirlo, por Mi intercesión.

Esta Maratón traerá sus frutos a todos, abrirá nuevos caminos a los consecuentes, a aquellos que han hecho una promesa a Mi Corazón Sagrado dándole la victoria a Mi plan a través del servicio y de la oración en esta región del planeta en donde Dios ha podido espejar Su Presencia simplemente en la realización de Su Creación y de su belleza.

Hoy vengo a invitarlos a estar en Mi Cenáculo no solo para comulgar Conmigo, sino más allá de Mí, en el nombre de Mi Padre y de todo el universo que se congrega especialmente para bendecirlos, para transfigurarlos y elevarlos hacia Mi Corazón.

Necesito que sigan cumpliendo con Mi Propósito, a pesar de lo que suceda.

Hoy Mis Manos cicatrizan las heridas imposibles, las heridas más profundas, las que el hombre no puede curar. Esto es obra de Mi Misericordia, de Mi insondable Amor y Piedad no solo por ustedes, sino también por el mundo que se oscurece y está ciego por no reconocerme.

Ahora, compañeros, que ustedes sí Me conocen, háganme conocer en aquellos que duermen, que no Me vivifican y que no Me adoran.

Mi Corazón se ofrece en este último tiempo a todos, sin excepción, antes de que llegue la Justicia de Mi Padre a este mundo y a esta humanidad. Justicia que el mundo no comprenderá porque no la conoce ni tampoco la siente, pero Yo les traigo la fuente de Mi expiación, la cura para vuestros espíritus y almas, la renovación de vuestros caminos y entregas a Mi insondable Corazón.

Solo deseo instituir en sus vidas un espíritu de apostolado, de misión y de servicio. 

Que esta Maratón represente la renovación del servicio a Dios, aquello que ustedes pueden entregarme más allá de las limitaciones y de las pruebas, de los miedos y de las incertidumbres.

Desearía que todos los días pudieran renovarse y dejaran de mirar hacia atrás, hacia el pasado, porque si Yo Soy vuestra sagrada Presencia renovadora y crística, ¿por qué se detienen en el pasado?

Cuando Yo estoy presente les traigo lo nuevo, lo que aún no conocen ni viven. Yo les traigo la presencia de otra Ley que participa en otros universos y que los congrega aquí para que Me puedan vivir y sentir.

Vuestros corazones son potenciales en el servicio y la oración. Aquí pueden existir columnas más fuertes de oración que propaguen esa Luz por el mundo a través del precioso verbo orante.

Vuestros corazones no solo deben orar, deben ser espejos vivos que reflejen lo que los demás no viven en este tiempo y en lo que muchos no ponen atención por no conocerme profundamente.

Yo necesito de vuestras manos para llegar a los otros y para que al mismo tiempo ustedes Me puedan ver en los que sufren, en los que se pierden, en los Reinos Menores.

Toda la Creación participó de Mi entrega en la Cruz y aún lo sigue haciendo en Mi Gloria y en Mi Divinidad. Nada está separado después de que Yo ascendí a los Cielos, a la Casa de Mi Padre.

Les dejé la tarea de ser hijos de la Madre del Mundo, de ser semillas de la Nueva Humanidad, espiritualmente hablando.

Les dejé la tarea de propagar Mi Evangelio a través de actos de caridad y de paz, paz que escasea en el mundo y en muchos corazones.

América tiene esa misión Conmigo y con los demás Sagrados Corazones, es parte de esta trilogía espiritual entre vuestro Maestro, Santa María y San José.

Ustedes y vuestros hermanos perdidos son llamados a vivir este proyecto que aún no es comprendido porque es un proyecto de Amor superior, de una existencia desconocida que hoy se aproxima a ustedes para que la puedan percibir y vivir.

Yo les proporciono esta Gracia y esta Misericordia para que vuestros caminos sean pacíficos y no conflictivos, para que vuestros corazones se unan a Mí, así como deben unirse a vuestros hermanos, sin diferencias ni negaciones.

Yo les abro una puerta para vivir la experiencia del amor y de la redención. Ustedes ya han experimentado estas cosas a través de la Obra que aquí realizan, hace tanto tiempo, en honra a Mi Dios. Es por eso que vengo aquí para entregarles Mis Gracias, el espíritu de Mi gratitud infinita y universal.

Vengo así a lavar vuestros pies, a bautizar vuestras cabezas en el nombre del Espíritu Santo, a ungirlos y a sanarlos en el nombre del Amor y de la Unidad, algo que la humanidad está perdiendo rápidamente, pero si ustedes atraviesan el fin de los tiempos Conmigo nada deberán temer.

Quiero que vuestras vidas se entreguen a Mí.

Quiero que abracen Conmigo la Cruz que Yo llevo por el mundo en este tiempo.

Quiero que retiren las espinas de Mi Corazón por todos los injustos y soberbios.

Quiero que contemplen la inmensidad de Mi amor y que se sumerjan en Mi Espíritu, viviendo cada una de Mis Palabras, así como las vivieron los apóstoles en el pasado.

Quiero que sean una pluma de luz entre Mis Manos para que Yo pueda escribir la nueva historia en el Libro de Mi Padre, vuestra historia de redención, de expiación, de perdón y de Misericordia, de liberación y de paz; porque llegará el tiempo, queridos compañeros, en el que deberán estar reunidos al igual que hoy, en este sagrado cenáculo que me están ofreciendo amorosamente.

Así como Yo reuní a los doce, hoy los reúno a ustedes y a los que espiritualmente no están aquí.

Dejo a ustedes el saludo de Mi Paz, la señal luminosa de Mi Cruz victoriosa y resplandeciente en todo el universo.

Dejo para ustedes Mi dolor por el mundo, la negación de los corazones, la indiferencia de los orgullosos, la pobreza de los no humildes, la soberbia de los ciegos, la maldad de los ingratos, para que los compartan Conmigo y para que vuestro amor, junto al Mío, pueda borrar todas las miserias y triunfe Mi Sagrado Corazón como está triunfando en vuestras vidas.

Que esta Maratón abra las puertas a los que deben llegar, a los jóvenes de esta región que deben encontrar también el Camino de Cristo, no un camino estricto, sino el camino del amor, de la redención y de la paz. El camino del apostolado orante, de la misión en el servicio y en la caridad por medio de la piedad.

Los invito a renovarse en el nombre de la Ley de la Jerarquía, en nombre de la unidad y del bien.

Adonai, Misericordia, Misericordia, Misericordia, 
Redención, Redención, Redención para este planeta.
Amén. 
(tres veces en portugués)

En esta noche de comunión Conmigo, les entrego la bendición de estos elementos y Mi abrazo paternal en la unión perfecta con Mi insondable Corazón de Amor para que, renovados por Mi Espíritu, vuestros caminos sean en Mis Caminos y vuestros corazones estén en Mi Corazón en honra y adoración al Padre.

Yo los renuevo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En cuanto Me elevo acepten Mi proclamación de Paz y confirmen vuestros conmigo, así como cada uno lo pueda vivir en este ofertorio que es elevado.

Volveré mañana para estar con ustedes en unión espiritual y en vigilia por el mundo.

Gracias por haber concedido este espacio para Mí en vuestros corazones. Los frutos serán vistos en el próximo mundo, en la nueva humanidad y en la alegría de vuestros rostros. 

Recuerden que esto es hecho por toda la humanidad no solo por ustedes, sino por aquellos que más lo necesitan y que más sufren la tribulación.

Mensajes mensuales
MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 32.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Ríndanse a Mí, pues este ya es Mi último tiempo.

Las horas pasan para este mundo y las almas se pierden. Dichosos de ustedes por recibirme y por ser dignos en el Señor, aunque no lo merezcan. Pues si no se rinden, ¿cómo Yo podré estar en ustedes y ustedes en Mí?

Mi Sagrado Corazón derrama Su Sangre sobre los horrores del mundo, sobre todos los pecados. ¿Quién será digno de recoger Mi Sangre así como lo hicieron Mi Madre y María Magdalena? ¿Quién será como Juan y estará hasta la última hora en la Cruz sin temor alguno?

Lo que Yo les he dado en su vida es lo mejor que les pude dar; no hay otra cosa mejor que les pueda entregar. Cada uno tiene lo que es justo y lo que merece ante la Ley de Mi Padre. Pero, ¿por qué no se rinden? ¿Qué mal Yo les puedo hacer si, aun en medio de la tribulación, vengo a ustedes en esta noche bendita para derramar los códigos de Mi Sangre y renovarlos en el Espíritu de Dios?

Hay muchos que dicen estar Conmigo, pero no lo están. Necesito de apóstoles verdaderos, no apóstoles de barro que se puedan romper con un solo golpe. Así como les dije a Mis apóstoles en el pasado, ustedes no conocen Mi Justicia. No vengo a castigarlos, vengo a traerles la verdad, aquella verdad que puede estar en ustedes si ustedes están en Mí y no Me rechazan en sus hermanos.

Si no viven las pruebas, ¿cómo aprenderán? Sin las pruebas, ¿creen que van a alcanzar el Cielo y la Divinidad? No estoy hablando de cosas imposibles compañeros, pues hoy vengo a dedicar este mensaje a ustedes, aunque la necesidad del mundo es más grande que la de ustedes mismos.

Hoy les muestro Mi dolor, que es el dolor del mundo, e invito a que cada uno de ustedes lo conozca, lo acepte y lo viva en la oración. Pero sé que algunos de ustedes no aceptan ese dolor porque temen conocerlo. Entregué ese dolor a todos los santos y a las personas simples de corazón a través de los tiempos. El dolor es más grande que Mi Misericordia, y eso Yo no lo puedo ocultar. ¿Quién cargará con esta pesada Cruz y no solo vivirá de Mis Prodigios? Los que son llamados por el Pastor deben vivir todas las cosas que Yo les entrego de tiempo en tiempo.

Pero aún Mi Sagrado Corazón espera de cada uno de ustedes que, en esta ofrenda misericordiosa de oración, ya no sean los mismos porque ya no hay tiempo que perder. El mundo se oscurece poco a poco y el fervor no puede apagarse en los corazones. ¿Cómo podrán ser depositarios de Mis Gracias si a veces sus corazones se cierran ante Mí y ante sus hermanos?

Yo no vengo a prometerles una vida magnífica en este mundo, pero sí vengo a prometerles la vida eterna en el próximo mundo. Si se separan entre ustedes, ustedes se separan de Mí y Mi Mano no puede acercarse a ustedes porque ustedes se alejan. Se alejan de Mi Luz, de Mi Amor insondable, de Mi Paz, de Mi Esperanza.

Hoy no quiero dejarles un mensaje de dolor, sino una realidad. Todas las almas están en su Juicio y esto recién ha comenzado. El Juicio de ustedes podrá ser leve si su amor es más grande. El amor por lo que aún no sienten, el amor por lo que no aceptan, el amor por lo que rechazan, el amor por lo que niegan delante de todo lo que han recibido a Mi derecha y a Mi izquierda.

Hoy no puedo abrir Mis Brazos y extender Mis Manos hacia ustedes porque no veo el amor del mundo. Son muy pocas las llamas que se encienden para glorificarme, pero aún están a tiempo, compañeros, de dar un paso más en la confianza a Mi Sagrado Corazón.

Deseo verlos en plenitud y no con amargura. Mi Corazón derrama Su Sangre para renovarlos, para vivificarlos en el Espíritu de Mi Padre que está en los Cielos y que los contempla día y noche. Si ustedes no aceptan lo que Yo les doy no podrán vivificar a Mi Padre Eterno; pues Mi Padre está lleno de Dones para todas las almas, pero las almas no permiten que se derramen los Dones en sus corazones.

Desearía hablarles de lo que en verdad necesita el mundo pero primero debo cuidar de los que Yo he escogido con Mi Mano a través de los tiempos y he señalado con Mi Luz en este último ciclo.

Los apóstoles estuvieron separados para predicar, pero nunca dejaron de unirse, así como Yo les enseñé en la oración, en la Adoración a Dios. Ustedes creen adorar Mi Corazón pero no saben. Es una conquista para sus espíritus adorar a Mi Corazón cuando tengan confianza en Mí por todo lo que viven. Nada es casualidad. Ustedes viven lo que han sembrado y están cosechando lo que han plantado. No hay ningún error en todo esto. El Cielo sabe que las almas se equivocan, pero deben comenzar de nuevo todos los días, en la absoluta certeza de que servirán al Pastor a pesar de las consecuencias.

¿Qué más quieren de Mí? Esto es todo lo que Yo les puedo dar y ya es una Gracia máxima que lo puedan vivir en estos tiempos difíciles. Eleven al Padre sus errores porque son los errores del mundo, la indiferencia de los corazones que sufren por no poder reconocer el Propósito que ha pasado muchas veces frente a ellos de diferentes formas y con distintas señales.

Acojan Mi dolor por la indiferencia humana y transfórmenlo en amor y en compasión; acojan la indiferencia de sus hermanos, que sufren por rechazarme inconscientemente; acojan el dolor ajeno y así Me ayudarán a cumplir el Plan. Que esta Maratón sea asumir el dolor del mundo, que la mayoría no quiere vivir. Pues si el dolor no se asume, el mundo sufrirá por no haber escuchado el Mensaje.

Hoy Mis ángeles custodios adoran sus esencias que es lo verdadero y sublime ante los Ojos de Dios. Ellos no ven sus defectos y sus imperfecciones, ellos ven lo que en verdad son y no se cansan de hacerlo. Es algo que ustedes deben aprender en sí mismos y en sus hermanos; así se liberarán de las influencias de Mi adversario que tritura las mentes, así como el trigo se hace polvo.

Sean misericordiosos aunque no lo sean. Renueven sus votos ante Mi Corazón todos los días y no teman vivir su cruz, porque si Yo llevé la Cruz por ustedes y por el mundo, ¿por qué ustedes no compartirán la Cruz que hoy cargo por esta humanidad? Aunque sea un ser ascendido, que Mi humildad los humille, que Mi verdad los purifique, que Mi Corazón los limpie de toda mancha, de toda adversidad.

Si ustedes creen que Yo Soy la Luz entre las tinieblas, ¿por qué no Me siguen en lo que Yo he colocado en sus caminos?

Mi Rostro se dibuja en los corazones que son verdaderos y en los que son honestos en su transformación, a pesar de las caídas. Yo no dejo de ayudar a los que claman por Mí, pero no puedo ayudar a los que se enorgullecen por sus propias virtudes. Destierren aquello que ya no sirve más para Mi Padre, así Yo podré entrar en ustedes como Yo entré en el Padre Pío dejando la señal visible de Mi Presencia por cincuenta años. Tengo algo especial para cada uno, pero aún no lo he podido entregar. En el sacrificio se encuentra la confianza en Dios, en la humildad y en la humillación se encuentran el despojamiento de sí y se trascienden todas las barreras de la materia.

Quiero que en esta Maratón sean verdaderos Conmigo y que no solo lo sean en las palabras. Que sus verbos pronuncien lo que verdaderamente sienten ante Mi Corazón Misericordioso, porque mientras gran parte del mundo sufre la persecución y la guerra y no pueden recibirme, ustedes, ¿qué harán con todo lo que Yo les he dado con tanto Amor y Misericordia? Sean honestos ante los Cielos y renuncien no con soberbia, sino con humildad, con paz, con esfuerzo y sacrificio. Renuncien verdaderamente a lo que creen que es mejor o a lo que podrían mejorar. Mis apóstoles pasaron por esa prueba hasta el final de sus días.

No dejen dormir sus consciencias cuando Yo estoy hablando. Yo Soy su Rey y su salvación.

Necesito que crezcan en consciencia y no en vanidad. Mis perlas preciosas no pueden perderse en este mundo. Adoren a Mi Corazón para que nada malo suceda, pues el tiempo de Mi Justicia se aproxima para toda la humanidad.

Salgan de sí mismos y vean a los que mueren, a los que la televisión muestra como si fueran una victoria. ¡Oh compañeros Míos! aún no saben lo que siente Dios cuando un corazón es indiferente a lo que se le ha dado por Misericordia.

A todos los estoy llevando a una evaluación interior, porque cuando Yo retorne no podré ver en sus túnicas ninguna mancha, y si hubiera algunas manchas no podré reconocerlos porque hasta ahora Yo les enseñé a lavar sus vestiduras con el agua de Mi Misericordia y de Mi Gloria.

Intenten amar un poco más, aunque no puedan. Mi Corazón se ofrece para eso y sus hermanos también se ofrecen para ser amados de verdad. Recemos a Dios por los que no pueden amar a Mi Padre ni a Mí. Recemos con fervor y con Misericordia, así como Yo les enseñé en el principio.

Oración: Padre Nuestro.

No quisiera verlos con caras largas en esta Maratón, porque el mundo precisa alegría, verdadera alegría para poder trascender todos los males y las indiferencias que las almas cometen diariamente ante el Reino Celestial.

Hoy podré bendecir, por compasión, estos elementos que han puesto ante Mi altar, que está en el Cielo y está en la Tierra, para que sus corazones sean lavados por Mi Sangre y sus espíritus sean purificados por Mi Cuerpo, dos señales visibles de la redención y de la entrega a Mi Corazón que siempre los espera.

Hace dos mil años Yo les dejé un tesoro universal, una insignia perpetua para sus corazones y almas. Les dejé el tesoro vivo del universo, el Terafín de Dios manifestado en cuerpo y sangre para toda la humanidad. ¿Cuántas veces ya comulgaron Conmigo?, ¿lo hicieron de verdad o solo con apuros? ¿Cuántas veces Me ofrecí a la mesa de todas las almas para que Me vivieran en la Pasión y en la Cruz?

Mi Corazón Sagrado hoy derrama Su Sangre por las almas indiferentes, por los que no se animan a confesarse Conmigo, ante Mi divina Humildad y ante Mi Paz.

Hoy preparo con esta comunión a toda esta parte de la Tierra que debe consagrarse a Mi Divinidad antes de que Yo vuelva al mundo por segunda vez. Para llegar a Mi Divinidad deberán limpiarse y purificarse todos los días. Por eso les pido que se rindan a Mí para que sus corazones superen todas las pruebas, en el nombre de Dios y de Su infinito Proyecto.

Ante los Ángeles Custodios del universo, ante los Arcángeles que glorifican a Mi Padre perpetuamente, ante el santísimo Espíritu de Dios, ante Su Hijo amado, ante el Padre Celestial que unifica todo lo creado y que vivifica a los espíritus que le responden con sinceridad y ante la majestad de la Madre del Mundo, Yo los absuelvo y los perdono en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Cuando cometan una indiferencia laven sus pies, así como Yo se los lavé a los apóstoles para que reconocieran que Dios se hace tan pequeño ante las almas más orgullosas. No ofendan más a Dios, el mundo lo ha ofendido mucho.

Vivan Mis Tesoros celestiales y alcanzarán la vida eterna. Amén.

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE ESPECIAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE LA 31.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN  EL CENTRO MARIANO DE AURORA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He visto a muchos de los presentes en el desierto de Shambhala respondiendo una vez más a Mi Llamado, en el nombre de Mi Padre que está en los Cielos y que los reúne en este Propósito de Amor y de redención de la humanidad.

Hoy Mi Corazón Glorificado se ilumina al recibir las respuestas de las almas que se congregaron en torno a este oratorio para rezar al Padre Universal, al Infinito, al Único. Por eso hoy extiendo Mis Brazos hacia ustedes, y en donación les entrego Mis Manos para que reciban de lo profundo de Mi Espíritu los rayos de Mi Bendición Paternal, de Mi Amor Misericordioso.

Hoy Mis Ojos lloran no solo por la tristeza del mundo, por el padecimiento, por el caos, por la aniquilación humana, sino que también Mis Ojos lloran porque Mi Espíritu se regocija de los rebaños que Me escuchan verdaderamente; que más allá de sus intenciones y de sus pruebas responden al Pastor, que los ha congregado en este desierto de Shambhala para descubrir el propósito interior en cada ser, en cada uno de Mis hijos, de Mis compañeros.

Gracias al esfuerzo de todos y a la recepción que han dado a Mi Sagrado Corazón, es que esta obra aún se expandirá más. Y eso exigirá de todos ustedes, compañeros, una cordial confianza en los Proyectos de Mi Padre y en los pedidos de los Mensajeros Divinos; los que interceden por ustedes y por millones de almas en el mundo, a través de esta Obra Universal. Porque es el Universo que los congrega, que los une, que los reúne en el nombre del Señor, Dios Todopoderoso.

Aun en sus flaquezas Mi Espíritu los colma, los vivifica, los renueva para que puedan seguir adelante. Si hoy, en este Centro Sagrado de oración, dedicado a los Sagrados Corazones de Cristo, de María y de San José, hay más de 500 almas congregadas, ¿cuántas almas ustedes creen que habrá, en este momento, unidas a Mi Corazón Misericordioso a través de este encuentro?

Es por eso que les he pedido que vinieran aquí. Pero no quiero que sientan aflicción los corazones que no pudieron llegar, porque si los corazones orantes del mundo están unidos a Mi Corazón, ellos también están aquí. Pero aquellos que tuvieron la Gracia de venir hacia Mi encuentro, también para recibir Mis Gracias, es porque el Universo les demuestra que es posible donarse más y cada uno salir de su propio lugar. Porque en verdad, compañeros, nunca pierden nada, sino que ganan los tesoros del Cielo, que están disponibles para los corazones receptivos al llamado del Hijo de Dios.

Si Yo los uno a todos en Shambhala es para renovar los votos originales que hicieron con Mi Espíritu Crístico en el Getsemaní, en la plaza de la flagelación, a las puertas del sepulcro o en la Ascensión.

¿Cuántos de ustedes retoman lo que han dejado atrás Conmigo?

Y amorosamente Yo les traigo este recuerdo, compañeros, porque sus espíritus deben participar vivamente de esta obra corredentora que prepara el retorno de Cristo, Su Señor, en esta hora crucial del planeta. Por eso Yo los he llamado a Shambhala, para que pudieran retornar al Corazón del Corazón, a la esencia de la esencia verdadera, a su principio original, a su pureza.

Hoy los rayos expandidos por Mí, los une a todos a Mi Sagrado Corazón. Y así les demuestro que Mi Obra se realiza de diferentes formas y por diferentes caminos, cuando obedecen a la Ley del Señor y no se involucran con otras cosas que no sea la vivencia del Sagrado Corazón de Jesús o del propio Padre Celestial, que los ama y los reúne nuevamente.

Y así como Me han respondido en este día de Misericordia, en donde el Infinito se aproxima a la humanidad para recordarle que debe arrepentirse, soltar las riendas y caminar libres en el sendero de la redención, Yo los estoy llamando a concretar Mis Obras, a abrir sus brazos, a expandir sus corazones en el Amor de Mi Corazón Vivo para que más almas se congreguen. Para que se congreguen las almas que siguen a Dios por otros senderos, senderos que se encuentran en el espíritu de todos los seres donde mora Dios, donde los reúne a todos, sin separación ni diferencias, sin credos ni religiones, porque la verdadera religión es el amor.

Es en el amor donde ustedes deben religarse una y otra vez en este tiempo final; porque es el Amor de Dios que les permitirá ver las cosas y auxiliar a aquellos que más necesitan en estos momentos tan difíciles. Es el amor que también nace de Shambhala y que congrega a los autoconvocados para responder a la Jerarquía Celestial. Ese es el camino que les ofrece la Jerarquía Universal a todos los que una vez fueron principiantes y que ahora ya son discípulos de Mi Misericordia. Es esa Misericordia que Yo quiero expandir sobre el mundo a través de sus corazones y de su vivencia viva sin fantasías ni formas, sin ilusiones ni engaños.

Quiero que sean rayos de Mi Corazón definitivamente. Quiero que se decidan por un solo camino, el cual Mi Madre les ha ofrecido hace tantos años, el que muchos no comprendieron lo que significaba; camino que después de todo lo que han vivido a través de los tiempos, de sus experiencias y pruebas han abierto sus ojos para reconocer que en esto no había nada oculto, no había ningún misterio, ninguna interrogante. Solo la esencia del Amor de los Sagrados Corazones que ingresó a la consciencia de su obra a pedido de Dios Todopoderoso, para convertirlos en aquello que aún no han conseguido ser: verdaderos apóstoles de Mi Corazón.

Ahora, compañeros, en este desierto de Shambhala que les revela muchos tesoros, muchas señales de luz para el alma y para el espíritu, ¿ustedes ya se consideran Mis apóstoles?

Están siendo formados por Mí mismo para algo definitivo que desconocen, pero por más que no comprendan, Dios siempre les mostrará Su Verdad en los pequeños detalles.

Si creen que Yo estoy aquí presente entre ustedes para amarlos una y otra vez, crean que están en el camino que fueron llamados a recorrer en este tiempo final. A través de este retiro interior en Shambhala y por medio de la oración misericordiosa los corazones se unen a Mí Espíritu y las obras se manifiestan para todos los que dicen “sí” a Mi sagrado llamado.

Mientras se purifiquen no desistan. Mis Pies no dejarán de caminar a su lado. Mi Corazón iluminará sus caminos y podrán ver en el horizonte la Estrella de Dios que los guía hacia el encuentro del verdadero refugio que brota de Mi Insondable Corazón.

Los preparo para realizar una obra planetaria a través de las misiones humanitarias, pues eso es solo una pequeña muestra de lo que el Plan puede realizar en estos tiempos. Pero aun es necesario más.

Sigan con valentía Mi Camino, porque en este día también Yo los preparo para que Me encuentren en la Sagrada Semana del mes de marzo, donde volveremos a reunirnos en este Centro Mariano de Aurora para dar un paso más hacia adelante, en la confianza absoluta de que con su disposición interior y espiritual podrán unirse al Universo y traer hacia la Tierra lo que Él está donando para todos a través de Sus tesoros celestiales.

Quisiera compañeros, que todos los días levantaran los brazos hacia el Cielo, así como lo han hecho hoy, para confirmar Mi Misericordia entre ustedes y en cada parte del planeta. Porque a pesar de que las guerras continúen, y que las masacres se lleven adelante sin misericordia ni compasión en el corazón de los hombres injustos, Mi Espíritu Crístico en cada discípulo nunca morirá; quien cree en Mí, tiene vida eterna.

 

Oración de intercesión de Cristo ante el Padre Abba

Señor del Universo, Padre Abba,
que riges todos los mundos, dimensiones y planos,
que vives intensamente como chispa de luz en todos los espacios,
que Te expresas en las formas, elementos y vibraciones más sutiles,
que Te unificas, Padre, a los espíritus que Te invocan,
que Te haces presente para dar ayuda a Tus hijos,
que Te reflejas y Te muestras en los elementos,
en el viento, en el agua, en el fuego, en la tierra y en la vida,
que Tu Espíritu colma todo lo que fue creado a Tu semejanza.

Hoy Te pido, Padre Abba,
que ayudes piadosamente a los que se han autoconvocado,
pues si desde el principio los llamaste para vivir Tu Obra,
Te ofrezco, nuevamente,
Mi Corazón Misericordioso y Glorificado para que los redimas.

Así como la lanza traspasó Mi Corazón para derramar Misericordia,
hoy intercedo por ti, pequeño corazón humano,
pequeña alma que debe vivir su divinidad y su ascensión.

Intercedo ante el Padre Abba para que cumplas con tu parte
en este Proyecto infinito del Universo.

Escucha, Padre,
el clamor de los que pronuncian Tus Palabras en las oraciones diarias,
escucha la voz de los corazones que sienten el amor de Tu Espíritu
y de Tu Presencia invisible en todos los planos,
aléjalos, Padre, del gran adversario.

Libera a las almas
a través de las oraciones que ofrecen Tus hijos a Tu Corazón Puro y Grandioso.

No mires los errores del mundo,
que Tu Corazón no se lastime por los pecados de la humanidad,
sino que Él se restaure por medio del bálsamo orante de Tus hijos,
que en fidelidad y fe aspiran a seguir Tu Camino.

Hoy intercedo por el Universo y la Tierra,
por el Cosmos y las almas
pidiéndote, Padre Amado,
que les des fuerza y convicción para vivir Tu Plan,
redención para purificar sus espíritus y un amor tan profundo, divino y verdadero
que invada cada parte de sus cuerpos y de sus células;
así, Padre, como Tú Me colmaste en la Resurrección.

Padre Eterno,
si Tú te glorificas en Tu Hijo,
glorifícate, Padre, en aquellos que Te escuchan.

Te ofrezco Mi Corazón para que sea el portal
que conduzca los corazones hacia el Propósito.

Cuando finalmente todos hayan despertado
podré fundirme con Tu Espíritu, Padre Amado,
y seremos uno con Tus hijos para siempre.

Amén.


Los espero en la Sagrada Semana para vivir un momento de renovación, pues este ya es el último tiempo que Yo vengo al encuentro de ustedes antes de que todo suceda.

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 31.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN  EL CENTRO MARIANO DE AURORA,  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Aunque la presión es grande, Mi Gracia es infinita y puede salvar a las almas. Por eso, he venido desde el universo, en este día, para traerles la paz; la paz que falta en el mundo y que se disipa por las tinieblas. Pero Mi Reino se puede hacer visible en los corazones mansos y pacíficos que lleven esta paz por el mundo como un emblema de unión con el Padre Celestial.

He pedido que todos vinieran aquí, a este Centro Sagrado, para establecer un propósito en vuestras consciencias que va más allá de vuestras comprensiones y que se vive en el espíritu.

Hoy he venido de un lugar en el planeta muy especial, en donde vivo un recogimiento y un silencio profundo para meditar delante de los próximos pasos que la humanidad debe dar. Quisiera poder elevarlos hacia ese lugar, pero primero deberán orar para poder ingresar en él. Ese lugar del cual hoy les hablo es el desierto de Shambhala, en donde la verdadera realidad interior existe, en donde todo se originó, en el principio de la Creación de Mi Padre, para este planeta y para esta humanidad.

Hoy los coloco en ese lugar para que busquen a Shambhala y así recuerden cuál es vuestro propósito para estos tiempos que llegan. Pero este pedido Yo se lo haré a muy pocos, porque no puedo hacérselo a todo el mundo. El mundo está muy distraído y así no podrá ver a Shambhala, pero ustedes que sí lo saben y que lo han conocido, revivan esos principios. Ingresen Conmigo en el desierto, desierto adentro, para encontrar el templo en vuestro interior y así poder aferrarse a esos dones durante el tiempo de la tribulación que aún vivirá el mundo; tribulación que no ha terminado y que recién ha comenzado.

Yo Soy vuestro Pastor y guío los rebaños de Mi Padre. Por eso los llamo a ingresar en Shambhala interior, para que no olviden vuestra verdadera faz, aquella que viene de tiempo en tiempo para vivir esta experiencia de amor y de perdón que la humanidad ha olvidado.

Si Yo Me encuentro en el desierto de Shambhala meditando y en recogimiento, ¿por qué ustedes no lo harán? Después de la decisión que Mi Padre ha tomado, nuevas cosas deberán pensarse desde el corazón para que los espíritus puedan nacer en las obras y realizar los Designios de Dios. Por eso, el retiro es importante, vuestro retiro interior ante tanta demanda de la humanidad, ante tanto servicio y necesidad espiritual y material. Los invito a estar en retiro interior para que puedan percibir las cosas desde otro punto, así como Yo las veo.

Los llevo a todos hacia el desierto de Shambhala para que puedan abrir vuestros ojos y en esa realidad de Shambhala interior puedan descubrir y comprender lo que la Jerarquía necesita. Si vuestros corazones están unidos a ese misterio, podrán estar en Shambhala, pues Shambhala es la fuente principal del Amor que surgió en este planeta para establecer en el mundo el espíritu de la confraternidad y de la unidad con el universo que la humanidad hoy no vive por estar muy separada entre hermanos y naciones. Por eso todo lo que hagan debe ser en el nombre del Señor, cada acción que cometan, cada obra que realicen, cada palabra que proclamen debe ser en el nombre de la paz y no de la desunión.

Los tiempos aún están difíciles y muchos no quieren creerlo. Necesito que los autoconvocados vean en la comodidad en la que están y cuán grande es el llamado del Cielo que convoca a las almas a servir, a entregarse y a renunciar a todo.

Yo les prometí que volvería, primero en Mi Divinidad para que después Me pudieran ver resplandecer entre las nubes como el Sol del universo, que establecerá la nueva humanidad para todos los mundos. Ese momento ha llegado compañeros, Yo estoy retornando, aunque no me vean. Si en meses pasados, en encuentros de oración anteriores Yo los llevé a conocer la Ley y a adoptarla en vuestras vidas, Yo los hice recorrer Medio Oriente para poder refugiar a las almas en vuestros corazones, ¿por qué ahora no Me siguen hacia Shambhala interior en donde todo comenzó para este planeta?

Los invito al desierto para que se puedan ver vacíos de todo y de cualquier circunstancia, pues no podré poner Mis nuevos Principios en almas llenas de otras cosas. Por eso los invito al retiro interior, a la oración y al silencio para que el mundo se pueda salvar. Eso es lo más simple que les pido compañeros, no necesito que Me entreguen vuestras familias, vuestros trabajos, vuestra vida material. Necesito que se eleven en consciencia para poder abandonar esas cosas, que deben estar en segundo plano para que Mi Obra primordial se pueda cumplir. No estoy diciendo, compañeros, que vuestras familias sean abandonadas ni que vuestros empleos dejen de ser atendidos. Necesito que vuestras consciencias sepan estar en la prioridad que Mi Padre necesita en estos tiempos finales. Si Yo estoy retornando es para llamarlos, para formarlos como el ejército de los 144 000 que deben estar dispuestos a responder a la necesidad planetaria, al llamado del Plan y de la Obra de Dios en todo el universo.

Queridos compañeros, estamos hablando de cosas grandes y no de cosas minúsculas. El terror se expande en el mundo y el dolor se agudiza, y alguien debe aliviarlo para que nada se pierda en esta humanidad. Por eso vengo como vuestro Pastor en este día, para llevarlos a descubrir, en Shambhala, vuestro vacío interior y todo lo que siempre lo ha llenado, una y otra vez, tiempo tras tiempo. Pero no teman, Quien les habla no los abandonará, no los dejará de lado, porque Yo compartiré con ustedes vuestra purificación, así como comparto la purificación de esta humanidad no redimida, que está lejos de Dios y principalmente lejos del amor, del amor verdadero del universo.

Estamos haciendo lo imposible para que el mundo no se siga desviando camino al abismo. Por eso, los esfuerzos serán extremos y serán conscientes de eso. Y cuando llegue la hora para cada uno de ustedes de poder dar lo máximo, de poder entregarse totalmente a Mi Padre, no podrán decir que no sabían. Así como una vez les dije a Mis apóstoles que los esperaba para acompañarme en el Calvario y en la Pasión, así hoy Yo les digo a ustedes que no retrocedan, pues Mi Corazón Glorificado será vuestro sustento en la hora más aguda.

Mi Corazón los podrá hacer renacer porque Mi Misericordia lo permite. Y si están en Mi Misericordia, abrazarán Mi Gracia. Mi Gracia los colmará y así estarán en Mi Divinidad; la Divinidad de Cristo que aún la humanidad no ha conocido ni alcanzado en ningún tiempo. Por eso Yo les demuestro Mi Gloria para que puedan conocer Mi Gracia y en Mi Gracia puedan ser divinizados en el nombre de Mi Padre, en honra a Adonai y a Su Reino Eterno, que siempre espera a todas Sus criaturas para derramarles Su Amor y Su Paz de tiempo en tiempo, de época en época.

No se frustren, no se perturben. Respondan en obediencia y conocerán el porqué. Abracen Mi Llamado y sentirán Mi Divinidad que siempre los espera para guiarlos y conducirlos hacia el Reino de Mi Padre.

A través de este llamado al retiro interior de Shambhala, estoy invitando a todas las almas para que maduren conscientemente y dejen de hacer lo que ya no es necesario en este tiempo. Porque cuando están ocupados en cosas inútiles, Yo solo los observo y espero que puedan despertar para sentir Mi Voz en vuestros corazones, la Voz que clama, ante el Padre Celestial, por este Proyecto de la humanidad.

Que esta Maratón sea la profundización de la vida espiritual de cada uno de los seres y así se establezca la reconfirmación de sus votos ante este Proyecto definitivo que se debe cumplir. Que esta Maratón no solo pase por Aurora, sino también que pase por cada uno de ustedes para que puedan percibir lo que Yo les digo.

A los que ya Me responden, no les puedo seguir entregando más responsabilidades. Las almas tienen un punto de tensión para soportar Mis Designios, ahora llegó el tiempo de que ustedes abandonen vuestras cosas insignificantes, que todo se equilibre y que abracen Mi Llamado y cumplan una parte del Plan que aún espera concretarse. De esa forma nacerán los 144 000 y dejarán de estar escritos en el libro sagrado de la Biblia para pasar a ser una realidad en este tiempo. Esas 144 000 consciencias están en todo el planeta en diferentes regiones, naciones, culturas, lenguas y creencias dentro del cristianismo espiritual del planeta. Así establezco el símbolo de Mi Divinidad a través de Mi Gracia, pues si aman el poder de Mi Gracia viviendo Mi Divina Misericordia, comprenderán la magnitud de esta propuesta y así responderán a tiempo.

Vean vuestro Shambhala interior que los llama a unirse a los Maestros y así reconfigurar el Plan bajo el reinado de Cristo, vuestro Amado Señor. Las puertas del desierto de Shambhala están abiertas no para hacerlos sufrir, sino para que ingresar en el camino del vacío que necesitan vivir sus corazones, y estando libres de todo eso realizar las Obras del Maestro en la simplicidad del espíritu y en la humildad del alma a través del servicio a los demás.

Que vuestros corazones se reenciendan en esta propuesta, que vuestras voces clamen verdaderamente por Mi Misericordia después de tantas Maratones de oración. Que sus almas pidan lo que necesitan, pues Yo se los entregaré. No tengan miedo al vacío, porque en el vacío el alma alcanza su libertad. El alma se diviniza en la presencia de Mi Espíritu Sacerdotal.

Los espero en consciencia y en amor por el Plan,

Cristo Jesús Glorificado

 

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE LA 30.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN  EL CENTRO MARIANO DE AURORA,  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Al igual que los doce apóstoles sentados a la mesa, hoy los tengo a todos cerca de Mí, para colmarlos con Mis Dones de vida espiritual, para mostrarles el Propósito de Dios en estos tiempos de caos.

Yo Soy ese Sol que brilla en las tinieblas de estos tiempos finales. Yo Soy el Corazón Eucarístico para el universo de las almas, para todos los espíritus que están en Dios; pero también vengo por los pecadores, por los que Me dan las espaldas a través de los que Yo envío para entregar Mi palabra de salvación.

Hoy están ante Mi cenáculo no solo con los doce que Me siguieron en el principio para dar el impulso mayor de la cristificación de la humanidad, proyecto que ha sido alcanzado solamente por muy pocos. No pierdo las esperanzas, la batalla no ha terminado y aún la tregua no se ha establecido porque el Apocalipsis no ha pasado y los corazones no conocen lo que sucederá.

Yo vengo a dar fuerza a los mundos internos en donde verdaderamente vive Dios y Su gran experiencia de amor. Mientras las fuerzas del mal se desatan furiosamente sobre el mundo para conquistar los corazones, vengo a establecer, en los nunca vistos, Mi verdadero cenáculo de consagración impregnado por el Propósito de Dios y por Su divino pensamiento en toda esta creación y para toda esta raza.

Si Adán y Eva rompieron con el proyecto, la humanidad tuvo que asumir sus propias faltas a lo largo de los tiempos y de las generaciones. Pero encarné en este mundo para dar fin a esas cosas. Yo Me ofrecí por ustedes en la Pasión y en la Cruz, en la Muerte y en la Ascensión para ser ese hilo de luz que unía todos los mandamientos.

Ahora que ya saben que deben amarse los unos a los otros, deben apoyarse. Deben aprender a sanarse por medio de la experiencia del amor y de la unidad. En eso Mi adversario no podrá trabajar porque no conoce qué es el Amor Verdadero de Dios. Cuando él estaba en el Cielo se confundió y la Ley lo destituyó; será el último que será vencido por la fuerza de Mi propia Sangre cuando retorne al mundo en gloria y en luz.

Mientras eso está por suceder, los buenos cristianos serán perseguidos y los que creen en Mí serán maltratados, no por castigo sino para que hagan como Yo lo hice. En el silencio Me entregué por Amor, por Redención y por Salvación. No deberán pensar quién lo vivirá ni cómo sucederá. En el Corazón del Padre está todo escrito, mas ustedes seres de la Tierra, creados a imagen y semejanza de Dios desde el inicio del proyecto de la Tierra y de la humanidad, pueden cambiar los acontecimientos cuando son verdaderos, puros y humildes.

Los pecados abrazan a muchos corazones que no encuentran consuelo ni salida. Yo les doy la tabla de Mi Misericordia para que la hagan conocer. Esa tabla sustituye a sus faltas en el libro del universo donde todo está escrito, desde el principio y hasta el fin. Yo les dije hace un tiempo que Soy ese Omega que viene a dar final a todas las cosas, pero para eso será necesario pasar por la transición.

Sé que muchos de sus corazones quisieran escuchar palabras de esperanza, pero este tiempo ya fue escrito en el corazón de los profetas, en los pueblos del ayer.

Yo Soy esa estrella que brilla en el universo, que ascendió hacia la casa del Padre para primero retornar en la divinidad de los seres y en los espíritus de los obreros de Dios que trabajan sin cansancio para concretar el Plan. Ya no sufran por sus imperfecciones, solo trabajen para concretar Mis planes y les daré la fuerza de la transformación y de la vida de todo el universo.

Yo Soy ese Sol que viene a anunciarse nuevamente en el fin de los tiempos así como una vez vine a este mundo para morir por ustedes. Yo Soy ese Sol glorioso, ese Sagrado y Glorificado Corazón que les trae la Gracia y la Misericordia; por eso Mi enemigo trabaja para disipar la aspiración de los corazones de encontrar Mi Misericordia y Mi Paz.

Los soldados se forman en las primeras filas del Apocalipsis y el espíritu de todos los hombres se prepara para enfrentar el tiempo final. Quisiera poder decirles todo lo que está previsto, pero la humanidad cambia el destino de las cosas como consecuencia de sus acciones y de sus cometidos.

Deben aprender a amar la voluntad de Dios sin juzgarla ni replantearse si está bien o no. Deben amar la Voluntad del Padre así como Yo la amé y como siempre la amaré porque es una voluntad colmada por el Amor de Dios, por Su Corazón purísimo y noble para todo el universo. La voluntad humana es lo más duro de morir, es la piedra más resistente en el corazón de los hombres y detrás de ella está la soberbia y está la negación.

Vengo a darles el impulso para transformar todas esas cosas, para que no sean los mismos. Vengo a dibujar por medio de sus vidas los nuevos caminos hacia el Señor. Por eso mientras se purifican o cuando se alegran deben agradecerle a Dios, porque en verdad Yo siempre les estaré extendiendo Mi Mano para darles fuerza interior y motivos para cambiar la vida, para cambiar la genética de la Tierra, de toda la humanidad.

Vine a través de Jesús para mostrarles el camino de la superación, de la redención, de la trascendencia. A pesar de estar constituido como un Ser Divino, los apóstoles alcanzaron los mismos prodigios que Yo viví por intermedio del Arcángel Miguel. Si ustedes tienen fe todo es posible y nada se hace esperar. Esa forma de Proyecto de Dios desciende y se realiza en el corazón de todos los seres.

Espero que todas las almas reconozcan Mi Presencia en este lugar en donde la aurora amanece en la vida de cada ser. Dejo en este lugar olvidado, el refugio de Mi Corazón para los tiempos que vendrán y espero que Mis apóstoles tomen partido para cuidar de este refugio que espiritualmente dejo aquí y que servirá para las almas que vendrán a buscar ayuda, así como el santo oratorio de Miguel Arcángel.

Vengo a recordarles la humildad de las cosas en la simplicidad de las formas y en la belleza de lo manifestado. Todos deben ser portadores del espíritu de la armonía y de la vigilancia de todo lo que es sagrado, de los cuidados que eso necesita para que perdure a lo largo de los tiempos.

Todos los orantes tienen la misión, en Mi nombre, de ayudar en la manifestación de los Centros de Luz de las comunidades que Yo establezco, para la gran tarea final. La Figueira debe seguir dando brotes, flores y frutos para que nazcan nuevos Centros de Luz que servirán de apoyo en la transición de la Tierra y especialmente a los grupos de la misericordia que han respondido a Mi llamado en todo este tiempo.

Así podrán ver, compañeros, que cuando ya no estemos más aquí para anunciarles Nuestra palabra, estará Nuestro Espíritu hasta el momento en que retorne a este mundo para volver a redimirlo y encaminarlo hacia la Nueva Humanidad. No habrá otro lugar en la Tierra hacia dónde ir, sino adonde ustedes han trabajado espiritualmente durante tanto tiempo para aprender e instruirse, para crecer en la oración y en el servicio a los demás. Cuando todo esté más difícil, Mi Iglesia extendida por toda la Tierra reconocerá lo que Yo hice aquí, y será tarde para los impíos, para los que dicen ser inmortales delante de Dios.

Dios es el Espíritu de Inmortalidad de ustedes, es el Espíritu Eterno y Omnipresente, así como lo es Su Hijo, que nació del Espíritu de la Inmortalidad para darles la vida eterna y enseñarles a trascender los tiempos por medio del Amor y del Sacrificio.

Instituyo aquí una señal que será vista en el corazón de los que creen no solo por su fe, sino por el amor a lo desconocido, el amor a la superación de sí mismos por Mi nombre santo. Por eso hoy los tengo sentados a la mesa, celebrando esta primera comunión espiritual, en lo alto del Monte Sinaí. Porque recuerden que Yo Soy ese hilo de luz que une los mandamientos.

El próximo mes, espero ver aquí en este Centro a los que dicen estar Conmigo, para implorar por Mi Misericordia para esta humanidad. Pues lo que sucederá con las misiones será importante, y esta obra aquí debe ser apoyada. La Aurora lo necesita, así como Aurora se los ha dado en cada nuevo encuentro interior.

Los grupos de oración deben organizarse para estar el próximo mes en este refugio que Yo les estoy entregando. Así constituiremos una nueva ceremonia de redención para los que sufren en la humanidad y serán portadores de Mis bendiciones paternales.

En este sagrado cenáculo, sobre el Monte Sinaí, encuentro a muchos viniendo hasta Mí para presentarme muchas peticiones. Yo los escucho cuando la oración es verdadera, así como lo ha sido en estos días, en los que Mi Corazón se alivia de los pecados del mundo de los que olvidan al Señor.

Es tanto amor el que tengo para darles que no lo soportarían. Cada gota de sangre derramada en la Pasión, fue una gota de amor por el mundo, por cada una de las almas en el transcurso de los tiempos. Si contaran cuánta sangre derramé en la cruz, en el calvario o en la flagelación, y también en la coronación de espinas, comprenderían cuánto los amo, porque Mi Padre los ama a través de Mí.

Les dejo esta señal y traigo sosiego a sus corazones. En la Luz que proviene del infinito, Yo los bendigo en el Nombre Santo de Mi Padre, la Luz Victoriosa de Su Hijo y en el Poder de los Dones del Espíritu Santo, uniéndonos con lo Alto y lo Superior, renovando su esperanza y fortaleciendo su fe, para poder vivir así como Yo lo espero.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Cristo Jesús Glorificado

Mensajes mensuales
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 30.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN  EL CENTRO MARIANO DE AURORA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cuando estábamos orando la Coronilla de la Divina Misericordia comencé a ver al Maestro muy silencioso, muy introspectivo, caminando por un desierto diferente al de la última vez. En ese momento, el Maestro que era seguido por los apóstoles que estuvieron con Él en el pasado, me mostró que caminaba por regiones de Egipto y que se dirigía hacia un cierto lugar. Hasta ese momento no sabíamos de qué se trataba o lo que Él estaba viendo.

A medida que íbamos orando, Él empezó a subir de a poco una escalera de piedra bien larga que contorneaba una gran montaña. En ese momento Él mostró la imagen de Moisés con los pueblos del desierto de aquél tiempo y en ese mismo lugar. El Maestro estaba haciendo el mismo recorrido, que Moisés había realizado, por esa escalera hasta la cima del Monte Sinaí. Después de un tiempo llegó a la cima y comenzó a mirar hacia el abismo, hacia el horizonte, donde se dibujaban otras montañas y otro desierto alrededor del Monte Sinaí y como por encima, comenzaron a aparecer escenas de varias situaciones del planeta. En una de ellas el Maestro contemplaba en profundo silencio y luego la señaló con Su Mano para que los apóstoles también aprendieran y se instruyeran con lo que Él quería mostrar. En ese momento el Maestro estaba vestido con una túnica de color marrón claro, también tenía como un velo marrón que cubría Su Cabeza y observaba la escena que se desarrollaba: era la situación en Medio Oriente. A partir de esa escena, comenzó a contemplar otras y utilizó la situación que ahora se está viviendo en el planeta para instruirnos un poco sobre eso. En cuanto hablaba, intentaba colocar a través del mensaje a nuestras consciencias en otro punto, como Él decía: “En otro escalón”. Él necesita que todos estemos allí como consciencias, como hermanos para poder ver las cosas con la gravedad como Él las ve.


Lleven Mi Corazón Misericordioso como un emblema para estos tiempos finales.

Desde Egipto, en lo alto del sagrado Monte Sinaí hoy emito para el mundo la sagrada palabra de salvación. He venido a Egipto por segunda vez, después de haberlo visitado cuando era niño con Mi Bendita Madre y con Mi Amado Padre San José. Estoy en el lugar en donde Mi Padre Moisés recibió las primeras instrucciones para el mundo, los Diez Mandamientos. He subido a lo alto del Monte Sinaí con los apóstoles en espíritu de vida para mostrarles lo que en aquél tiempo pasado sucedió.

Vengo en este día de oración para recordarles el legado fundamental al que muchos no quisieron prestar atención por dejarse arrastrar por los pecados del mundo. He subido hasta la cima del Monte Sinaí para reintegrar con Mis propias Manos la restauración de las diez básicas Leyes, las que en estos tiempos de hoy ya no son respetadas.

Cuando Me encontré con Elías y Moisés en el monte de la transfiguración, concluimos una etapa de la enseñanza y esa enseñanza aún está vigente en los tiempos de hoy.

Amarás a Dios por encima de todas las cosas, y Su Pastor complementó en aquél tiempo: amarás a Dios por encima de todas las cosas, y a tu prójimo así como te amas a ti mismo. Esta Ley primera no fue comprendida ni practicada.

Tampoco se vivió el mandamiento: no cometerás adulterio y tampoco el de no matarás. Fue así que el Hijo de Dios se entregó como cordero para ser llevado al matadero y para que todas las Leyes no se precipitaran sobre el mundo. El Cordero fue llevado al más doloroso matadero y en silencio dio la vida por todos.

Por eso hoy, en gloria y espíritu Me encuentro en la cima del Monte Sinaí para recordarle al mundo y a todas las almas que las Leyes básicas no fueron cumplidas por la mayoría, a pesar de que el gran Cordero fue llevado al matadero y entregó Su Sangre por ustedes.

Vengo para darles la señal verdadera de su salvación. Vengo para demostrar que muchos de los que se dicen sabios están equivocados y no han hecho cumplir las Leyes de Mi Dios. Si las Leyes fueron entregadas por Adonai son para ser practicadas en la experiencia de la vida. Aún muchos creen tener victoria por encima de los otros pero están muertos.

Vengo a desvendar a los que se dicen inmortales y están dentro de Mi Iglesia.

Vengo a desmitificar a los que se dicen héroes de Mi Institución Divina, porque en verdad, le pedí a Pedro el Apóstol que solo hiciera fundar la verdadera iglesia del corazón, no la iglesia de la posesión.

Las obras se cumplen espontáneamente. Si las obras no son espontáneas, estas son falsas, no son verdaderas. La cabeza de Mi iglesia espiritual se da a través de los simples, de los verdaderos y de los humildes servidores que no son vistos por las multitudes. En ellos está el Poder multiplicador de Dios, en ellos está la obra única para estos tiempos. Es por eso que he venido a recordarle a los letrados y a los que se dicen sabios que la verdadera iglesia mora en el espíritu de cada corazón entregado a Mis designios. No existen dos iglesias, solo existe una, que es la morada de los puros, de los inocentes.

Por eso, desde lo alto del Monte Sinaí declaro amorosamente que no están cumpliendo con lo que he pedido, dar sus riquezas a los más pobres, dar sus banquetes a los hambrientos. La Iglesia Celestial está apoyada en los olvidados de siempre, en los más simples de corazón. Si los que dicen seguirme no cumplen las Leyes, ¿cómo los demás las cumplirán?

No vengo para acusar a nadie, sino para corregir lo que está torcido desde el principio.

Sepan que Mi nombre santo es de todos, Mi nombre no es posesión de nadie ni de ninguna autonomía. Vine al mundo por los desesperados y no por los fariseos vestidos ahora de tiempo actual.

Mi verdadera morada está en los corazones cristalinos. Está en los que hacen sonreír a un niño con simplicidad. Está en los que extienden sus manos a los enfermos y a los poseídos de espíritu. Mi Presencia está en el espíritu de las personas simples y no en las paredes de los templos. Busquen la iglesia que vive en su interior para que Yo pueda cenar con cada uno de ustedes.

Es de esa forma que desde lo alto del Monte Sinaí Mi mirada ya acompaña los pasos de los que verdaderamente se encaminarán a entregar sus vidas en esta próxima misión a Medio Oriente, así como otros seguidores Míos lo hacen. Porque los que dicen que hablan de Mí en el mundo entero, no están en donde existe el dolor del mundo, el hambre y la desesperación por tan largo exilio.

Un verdadero apóstol de Cristo no trabaja para Mi Padre desde su butaca, un apóstol de Cristo da un poco más de lo que puede dar, hasta que duela. La verdadera paz se alcanza en los desafíos extremos. No basta mirar con consuelo al que sufre, solo basta entregarle un lugar de alivio y de refugio.

Quisiera que en esta Maratón sus consciencias, después de veintinueve encuentros, ya estén en otro escalón de caridad y de servicio. Háganlo no solo por los que padecen el exilio por las guerras, sino también por aquellos que gobiernan y rompen las Leyes de Dios. Enfrenten a través de esta Maratón un Armagedón con fe y esperanza, sin bajar los brazos, sin dejar de sentir en el interior el pedido de misericordia. Este ya es el tiempo de las batallas, pero también el de las últimas Gracias. Declaren a Mi Corazón su confianza en Mi y dónense por entero sin miedos. Así el mundo, al menos una pequeña parte, será digno de estar en el Señor y de retornar a Su Plan infinito. Que esta Maratón los unifique todo el tiempo. Que esta Maratón los haga crecer en madurez asumiendo sus lugares en esta batalla final.

Que Mis soldados sostengan la antorcha de la victoria de Mi Misericordia hasta el final, aunque tengan que dar la vida por Mí para defender Mi Obra redentora.

Es así que desde el corazón del desierto de Egipto, de lo alto del Monte Sinaí, envío un saludo de paz. Que esta paz se haga eco en los corazones abiertos a escucharme.

Bajo la Misericordia de Dios sean bienaventurados y mansos.

Los alienta, los ama, los guía,

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE LA 29.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN  EL CENTRO MARIANO DE AURORA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Escuchen con atención en esta hora de Misericordia.

Mis caminos son sus caminos y si no están en Mi camino, nada concretarán. Dios desea instituir en el mundo la devoción a Mi Sagrado Corazón. Para que ese deseo se cumpla, necesito de testigos que hayan vivido a través de Mí, la experiencia de la redención y de la rehabilitación.

Desde el Cielo, deseo verlos a todos unidos todo el tiempo para que Mis Planes puedan descender y hacerse carne en la vida de los hombres a través de la experiencia del amor y del perdón.

El mundo está lejos de Dios porque quiso, porque se ha separado del Reino de Dios que una vez Nosotros trajimos para todos con la Buena Nueva. Por eso muchas almas desesperan y enloquecen en estos tiempos por haberse separado de Mi camino, del Camino de Dios, del Camino del Señor; por haber sustituido Mis Planes por los suyos, para cumplir la vaga voluntad humana. Sé que muchos no saben cómo hacer morir esa energía que corroe la esencia de las cosas y que los aparta de Mi Padre. Pero si sus corazones son humildes para pedir Mi ayuda, Yo se las daré, tanto de día como de noche y en los tiempos de tribulación cuando las cosas se volverán intensas dentro y fuera de los seres, así como se los dije en el día de ayer.

Hoy vengo a entregar Mis Palabras de otra forma y con otra energía, pues necesito disipar ciertos obstáculos que impiden que Mis Obras se realicen en este Planeta.

Muchos son parte de Mi iglesia, pero pocos son los verdaderos discípulos que cumplen los mandamientos de Moisés para no pecar. Pero como la esencia de la antigua instrucción se perdió a través de los tiempos, Yo le prometí a Mi Padre, antes del año 2013, que vendría aquí, a este perdido lugar, para dar Mi gran mensaje de salvación al mundo. Así como una vez lo hice en Kibeho, en donde muchos no creyeron y aún no creen, que el Hijo de Dios bendijo al corazón de Ruanda para impedir una catástrofe que fue el resultado de no haber escuchado al Corazón de Dios a través de Su Hijo Amado.

Yo no vengo aquí, en este tiempo, para profetizar esas cosas, pues la gran profecía de Juan, el apóstol, se está cumpliendo al pie de la letra. Dichosos serán aquellos que sepan leer entre líneas los símbolos y el mensaje.

He venido en todo este tiempo para prepararlos para algo desconocido que ni siquiera existe en sus memorias ni células. He venido a congregarlos en el nombre del amor y de la verdad para que, a pesar de las dificultades y de las pruebas no dejen de confiar en Mi Corazón. Conocerán cosas desconocidas dentro de ustedes, pero les vuelvo a decir que no teman. Para que el agua sucia sea pura, cristalina y limpia, ella debe purificarse. Yo les traigo esa Agua de Vida que proviene de Mi insondable Misericordia Espiritual para remediar todos sus males y los males del mundo, que deterioran a toda la humanidad.

He venido a traer esperanza a lo que parece no tenerla. He venido a traer la Paz para aquellos que no la tienen. Sin estos atributos no será posible cruzar el umbral hacia la nueva humanidad.

Las desgracias siguen sucediendo en este mundo y nadie las detiene. ¡Hay de aquellos que tienen el poder para esas cosas y no lo hacen porque están lejos de Dios y de Su Ley! Cuántas almas inocentes mueren día a día en esta balanza de desequilibrio, de injusticia y de falta de fraternidad.

Si Yo vengo aquí, a este país, como una vez fue profetizado en las cartas de madre Esmeralda, es porque Yo le revelé que aquí existía la semilla para dar nuevos frutos en almas congregadas para la redención y la transformación de la humanidad. No crean que viven la transformación por ustedes mismos, sino por este planeta que decae y decae.

Dios necesita nuevamente congregar a Sus antiguos pueblos, como fue en el desierto, para una vez más comenzar a realizar Su Proyecto con otro estado divino, con otra consciencia. Por eso deben estar limpios por dentro y por fuera para que Mis energías sutiles se puedan expresar en las consciencias que dijeron “sí” a la redención y al llamado por la paz.

Hoy no puedo prometer, compañeros, que todo el mundo se salvará, que toda la humanidad será rescatada por las corrientes poderosas de las Jerarquías. Lo intentaremos hasta el final, pero vuestra parte en este planeta, es importante. No solo para aquellos que hoy escuchan o que ya Me han escuchado, sino para aquellos que, aún dormidos, no tienen consciencia de su misión espiritual, la cual descubrirán de la noche a la mañana.

Si Me han ofendido, no se perturben. El Hijo de Dios conoció en este planeta la terrible condición humana, que lleva al deterioro del Propósito Divino, a la marginación de la vida, a la precariedad del espíritu. Por eso los ángeles Me enviaron aquí para encarnar entre ustedes y salvarlos. No por Mis Obras, sino por las Obras de Mi Padre, que descienden como luces sobre el mundo a través de los tiempos. Si el propio Dios, encarnado en Su Hijo, no hubiera sido martirizado, flagelado y crucificado el Proyecto se hubiera perdido. Pero ahora, en estos tiempos, el riesgo es mayor, y muchos no creen que eso sea así.

Cuando la Ley descienda, todos deberán estar seguros de lo que hacen y estar conscientes de sus obras. Porque cuando cese el tiempo de Mi Divina Misericordia, la última trompeta sonará y esparcirá la fuerza del viento sobre los cuatro puntos de la Tierra para que los mares se levanten y la Tierra trague a los injustos. No habrá nadie que lo pueda detener. El pecado es más grande que el propio pecador, y la sangre inocente tiene su valor, al igual que la Sangre del Cordero que murió por ustedes. Los mismos repiten los mismos pecados una y otra vez y aún no se redimen porque no lo aceptan.

Sus mentes no deberán emitir juicios, ni siquiera sentimientos de crítica. Cada cual vivirá su tiempo de purificación, pues así Dios lo necesita para cumplir Sus Obras en este Universo. La humanidad ya podría ser confederada, pero no lo quiso y se desvió de Dios y de Su Corazón.

Dejo para todos Mi sentimiento y un gran cambio en la consciencia antes de que todo suceda. Dejo para todos la bendición de los dones llamados Sacramentos, que infunden en las almas la renovación y la fe, y la unión con el Eterno, con Adonai.

No dejen de remar dentro de Mi barca. No dejen que ninguno de sus hermanos se ahogue por no poder remar. No pierdan de vista a sus semejantes que son parte de Mi Proyecto. Pero no insistan en aquellos que no quieren cambiar por propia voluntad, Yo Me encargaré, pues es parte de Mi responsabilidad que todo sea justo y misericordioso.

En verdad les digo, compañeros, que no todos tienen consciencia de lo que sucede en el planeta, pues no están sufriendo como otros sufren y padecen, día a día. Ofrezcan a Dios lo mejor de ustedes todo el tiempo. Agraden Su Corazón con pequeños esfuerzos para ir conquistando la entrega y así poder ingresar en el camino de la humildad y de la paz.

Vengo en estos tres meses a Aurora para anunciar nuevos tiempos que ya dejarán de ser preparatorios para ser tiempos definitivos. Tiempos de obras decisivas de parte de Mis congregados. Muchos se unirán a este trabajo cuando ustedes cambien de verdad. Al menos, no dejen de intentarlo para que las puertas a la redención estén abiertas para todos los que deban llegar a Mis Núcleos de Amor.

Comprendan, compañeros, que los tiempos ya cambiaron y que es hora de implorar al Creador. No solo sean bienaventurados, sino también constantes, mansos y pacificadores.

Vengo aquí para demostrarles que no los he abandonado. Aunque Mi Obra tiene un tiempo con ustedes, todo deberá continuar hasta que al menos uno alcance Mi Proyecto.

Adonai, Padre Eterno, Te imploro por este mundo extendiendo Mis Brazos sobre todos, entregando Mis Manos para que las tomen fuerte y caminen a Mi lado. No dejes de mirar con misericordia a Tus hijos más pequeños. Observa, Adonai, con esperanza, todo lo que has creado a Tu Santa Imagen y Voluntad.

Llévame, Adonai, hacia aquellos que no Me quieren, que no Me escuchan ni Me aceptan. Llévame, Adonai, a través de Tus hijos, como una chispa de esperanza para los corazones oscurecidos.

Muestra Tu Poder, Adonai, en la belleza de Tus Reinos de la Naturaleza. Haz que Tus almas y Tus criaturas vivan en la unión perfecta con la Creación. Perdónalos, Adonai, por sus pecados. Y resucítalos en espíritu todos los días de Tu Existencia, en el Corazón de Tu Universo y de Tu Paz.

Adonai, cree que es posible en Tu infinito Propósito, que los que Me escuchan lo conseguirán. Al menos para que la Tierra cumpla su promesa de redención.

Te ofrezco, Adonai, las súplicas que llegaron en estos días a Mi Corazón. Te ofrezco, Adonai, las humillaciones, las renuncias y las pruebas, como el testimonio de una gran conversión de la humanidad.

No llores, Padre Mío, por lo que ves de este mundo. Calma Tu Corazón con el Mío, para que brote del Tuyo la Piedad infinita que transforma la vida y las consciencias.

Adonai, nunca dejes de abrir en esta raza, en este planeta, Tu Manantial de Paz. Amén

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO DURANTE LA 29.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN  EL CENTRO MARIANO DE AURORA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Para que esta obra se cumpla necesito de todos, hasta que Yo retorne a este mundo infiel, para poder reparar los corazones y levantar del suelo a los que han caído a Mi derecha y a Mi izquierda.

Vendré a resucitar espiritualmente a las naciones que han sido aniquiladas por los hombres.

Vendré a resucitar a los que han muerto en vida y perdieron su espíritu de unión con Dios.

Vendré a resucitar lo más puro de ustedes para traerles Mi Paz y la renovación del espíritu para los tiempos que vendrán.

Por eso los necesito a todos en Mi Obra, en esta hora definitiva en que la mayor parte del mundo se condena sin poder volver a ver la luz, la Luz de Mi Corazón, la Luz de Dios.

Mientras todo sucede, mientras la taza de la injusticia se desborda por las ofensas de los hombres, Yo les vengo a entregar nuevamente el espíritu de Mi Misericordia salvadora, aquella que penetra los espacios y genera frutos en los hombres que viven en Mi Solemnidad.

Todos los días los hago enfrentarse a nuevas cosas que tal vez no quieran ver, pero para estar dentro de Mis caminos sus pies deben estar limpios de todo lo que han hecho en otros tiempos y así caminar libres a Mi lado, junto a Mí o en Mi Corazón para alcanzar el Propósito.

Conozco sus dudas, sus incertidumbres, su falta de paz y de sosiego. Conozco sus errores y sus fallas. Todo Yo lo conozco. Pero Mi visión divina no viene a centrarse en esas cosas, aunque sé que las tendrán que purificar ardua y duramente.

Mi mirada penetra sus almas y corazones, allí donde verdaderamente existe la esencia de todo lo creado, lo que fue diseñado por Mi Padre desde el principio de este proyecto para toda la humanidad.

Aun, la parte más aguda en el planeta no ha comenzado, el primer Armagedón será interior para después serlo exteriormente en toda la vida planetaria. ¿Qué harán, compañeros, cuando vean que las cosas se precipitan? ¿Se preocuparán más, perderán el control de sus destrezas, les faltará la paz o entrarán en pánico?

Mi Señor desea que a través de Mi Corazón, sus corazones estén firmes y seguros en el camino que Yo les ofrezco, enfrentando con valentía los cambios y sin temer a lo que encontrarán dentro y fuera de ustedes. Sé que la transformación de la raza humana es muy dura, Yo lo padecí durante la Pasión. Cada minuto que sufrí por ustedes fue por el pecado de algún hombre, fue por alguna falta de la humanidad que era irreversible ante los Ojos de Dios. Antes que su humanidad en aquel tiempo se perdiera Yo encarné, a pedido de Mi Padre que está en los Cielos, para traer ese mensaje de salvación y de redención para los corazones.

Lo que le aflige a Mi Corazón es que los hombres de la Tierra en estos tiempos se han acostumbrado a escuchar Mis palabras pero aún no han cambiado. Para que ingresen cosas nuevas en sus corazones y vidas deben estar transformados y hacer cosas nuevas. Como lo dije una vez, no podré poner vino nuevo en odres viejos; hasta los días de hoy esta Ley se cumple para quien en verdad la reconoce de corazón y de alma.

Llegaron los tiempos de las definiciones para todos, y no habrá nadie que se los pueda decir. Eso será entre ustedes, entre cada uno de ustedes y Dios. Pero Mi Corazón, que es Bondadoso y Compasivo se abre como un cofre de luz para que sus almas se depositen en Él. Allí, en el recinto de Mi Corazón no existirá ningún mal, ninguna tentación, ninguna adversidad.

Vengo para traer al mundo un mensaje de esperanza, de una esperanza que se desvanece poco a poco de la consciencia de la humanidad. Porque ahora lo que abraza es el miedo al fracaso. Muchos pensaron que en aquel tiempo, durante la Pasión Yo fracasé; que fracasé desde la vida pública hasta la muerte. Pero ¿qué es lo que llevó a la persistencia de Mi Corazón ante tantas ofensas e injusticias cometidas por Mis propios hermanos, por los hijos de Dios? El amor fue la fuerza inquebrantable que superó todas las pruebas. El amor que fue siendo generado dentro del amor abrió las puertas a la redención y a la vida de los que estaban muertos. Si en este tiempo no viven de ese mismo amor que Yo les ofrezco a través de Mi Espíritu y de Mi Corazón Sacerdotal, muchos perecerán, y no será por culpa de nadie, ni por la acción de alguien. Vuestros pasos podrán quedar indefinidos si no se arriesgan a vivir ese amor que todo lo transforma y lo redime.

Pero para alcanzar ese amor del cual Yo les hablo compañeros, deben primero morir para sí, para que de esa manera estén vacíos y nazca y brote el amor como una fuente en el mayor desierto de sus vidas. Muchos creen que en estos tiempos de purificación no conseguirán cruzar ese desierto, pero si hoy Yo estoy aquí para animarlos, para bendecirlos, para consolarlos y renovarlos, ¿por qué creen que no lo conseguirán? Si Yo Soy la Fuerza del Amor de Dios que mueve al Universo y a todas las formas ¿por qué temen que puedan temblar sus estructuras o sus seres?

Yo vengo a remover en ustedes lo que ya está viejo, lo que ya no Me sirve porque nunca lo he usado en Mi provecho. Pero ustedes, como humanidad, sacaron provecho de los propios hombres y de las propias voluntades. Será a través de ese amor que Yo promuevo en todo el Cosmos que alcanzarán a vivir mínimamente la Voluntad de Mi Señor. No tengan miedo compañeros, de desgarrarse por dentro y de pedir a los Cielos.

Yo vengo aquí, en este momento y en este tiempo, para esta parte de la raza que debe cumplir con el Proyecto que está escrito en el Corazón de Dios. Si ustedes fracasan muchos fracasarán.

Yo vengo a traerles la Luz que surge dentro de este gran abismo de la Tierra donde todos se han colocado y donde muchos han condenado a millones de almas a través de estos últimos tiempos.

Podrá existir una guerra peor que la que hoy sucede en el mundo, porque la guerra más cruel es la guerra espiritual, que el mundo y los seres humanos están enfrentando sin consciencia y sin perdón.

Nuestros Corazones desbordan de dolor al ver los hechos que cometen todos los hombres en estos tiempos. Así podrán comprender compañeros, que si ante tanta crueldad en aquellos tiempos Mi sacrificio fue grandioso, su transformación es pequeñísima ante tanta adversidad. Yo vengo a colocar sus consciencias en otro estado y en otro plano para que alcancen una visión más profunda y verdadera acerca de lo que está sucediendo.

Nuestro último intento como Sagrados Corazones, como Corazones del Padre Celestial, será que en este mes de diciembre demos el gran y último impulso para toda la humanidad. Será en este momento culminante en el que sus corazones, humillados ante el Creador recibirán nuevamente el Espíritu de Mi Gracia y de Mi Perdón, trayendo a la memoria el recuerdo de Mi sagrado nacimiento en Belén. Que este mes, para todos los hombres y mujeres del Planeta, sea una Buena Nueva proclamada por Vuestro Santísimo Redentor.

No se desesperen, no se desanimen, la barca podrá naufragar, pero ella no se hundirá si Yo estoy en ustedes y ustedes están humildemente en Mí.

Busquen desterrar prontamente todo aquello que los incomoda, pues los necesito como Mis instrumentos vacíos para que Mis Leyes desciendan y se infundan en toda la Tierra no redimida.

Vendrán tiempos mejores después de la purificación. Todo lo que sucede en estos tiempos ya fue profetizado y escrito por Juan el apóstol, Mi amado discípulo. Pero no fue profetizado que los tiempos de hoy serían tan difíciles. Hoy les entrego con Mi Mano la Gracia de poder salir de los abismos que la Tierra ha generado. Sean Mis apóstoles de la Luz en redención y anímense a seguirme hasta el final. Así el Plan podrá cumplirse y los más perdidos recibirán la oportunidad de retornar a la Casa de Mi Padre.

La paja está siendo separada del trigo y con ese trigo, por más imperfecto que sea, Yo haré el nuevo pan de vida que estará en la mesa para el fin de los tiempos, para cuando su Sacerdote llegue para comulgar con Sus redimidos.

Tengan fe y persistan. Mi Misericordia, a través de los tiempos todo lo puede.

Agradezco a aquellos que dicen que Me aman o que lo proclaman, pues en ello no hay vergüenza, sino la renovación del espíritu de los que buscan el Amor del Redentor.

Vayan en paz enfrentando el fin de los tiempos y en espíritu de transformación interior, Yo los ayudaré.

Les agradezco.

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 29.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cuando estábamos orando las 150 cuentas de la Coronilla de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano sucedía la procesión con el Santísimo. Entonces vi entre las personas, mientras los hermanos caminaban siguiendo al Santísimo Sacramento, un ser que era el Maestro, pero con un aspecto diferente a como Él es. Se veía más delgado, con barba y cabello cortos, y estaba caminando y cantando entre las personas. Más tarde, vi a los hermanos ingresando en el Hogar de la Adoración y, cuando pasaban por la puerta, Él tocaba con Su Mano la cabeza de cada uno, realizando una especie de sanación que iba curándolos internamente. A continuación, vi al grupo durante la adoración y a Cristo, en la misma persona que había visto durante la procesión, sentado en el fondo del salón.

Luego Él mostró la imagen de un campo, donde había un grupo de ovejas que caminaban hacia un determinado lugar. Aunque Él no estaba presente en la imagen, nos hacía comprender que Él guiaba a ese rebaño. En cierto momento, el rebaño se deparaba con un gran y oscuro abismo en cuyo fondo se veía bruma.

Cuando el Maestro apareció, tenía una gran estrella dorada de seis puntas en el pecho y en el centro estaba Su Corazón. Él estaba rodeado de muchas ovejas, con una pequeña oveja bebé en Sus Brazos y Él la acariciaba.

En base a esa imagen Cristo nos transmitió Su mensaje:

A la más espiritualmente enferma de Mis ovejas, la tengo entre Mis Brazos para que nunca pierda la confianza de que, a pesar del tiempo y del momento de su purificación, no la abandonaré. Aunque a través de los errores se haya alejado de Mí, Yo la hago regresar a Mis rebaños, porque por encima de toda justa o injusta causa vuestro Pastor sabe cuál es el Propósito divino de ese ser.

Ustedes, como ovejas, están ante el gran abismo de los tiempos y, seguras en Mi Corazón deberán aprender a caminar entre las tinieblas.

Primero, les digo que no teman porque el Señor, vuestro Dios, les mostrará a cada uno de ustedes lo más triste e injusto que guardan. Así serán conscientemente invitados a vivir la Ley de la purificación, aquella que está amparada totalmente por el amor misericordioso de Mi Corazón. Dios no los abandonará porque hayan fallado o se hayan equivocado. Pero vuestro Padre que está en los Cielos, ejercerá la Justicia Divina para que pronto estén libres de toda adversidad.

Segundo, verán en ese gran abismo, en el que se encuentra el mundo, la oportunidad de purificarse conscientemente de toda mancha y que, así como Yo les enseño a Mis discípulos, como hermanos se amen y se unan los unos a los otros. En esta hora en la que cientos de almas se pierden en las tinieblas, deberán estar muy unidos porque será esa unión interna que hará brotar de la nada, la fuente del amor, y será ese amor extraordinario que curará cosas imposibles en la consciencia.

Tercero, verán en ese abismo del mundo que las almas y los corazones se enfrentarán a su verdad, algo que nunca pensaron ni vieron. Las vendas les serán quitadas de los ojos y entonces todo temblará, pero nuevamente les digo que no teman. El Hijo de Dios los socorrerá así como el leñador socorre en un gran incendio. Mi Agua de Vida disolverá, en su perfecto complemento de amor, todas las desgracias.

Cuarto, verán en ese abismo la revelación de la humanidad y el momento que todos están atravesando. Tal como fue escrito, nada quedará oculto. Lo que está dentro del alma y del cuerpo será visible, así como las artimañas de los falsos, las que antes eran invisibles para muchos quedarán tan visibles como el amanecer.

No habrá gobernante, nación ni humanidad que no quede expuesta tal cual es ante el Universo de Dios. Toda mentira, engaño o poder humano quedará revelado, y todos lo sabrán. Será el momento en el que dentro de ustedes florezcan las semillas que Yo les entregué, principalmente la semilla de la compasión y del amor. En verdad les digo que si no ejercitaran desde ahora estos dos atributos, la transición de la Tierra será difícil y dura para muchos.

Ya no habrá resistencia que pueda permanecer, todas desaparecerán. Pero si frente a todo lo que se revele, buscasen la esencia de la transformación y de la honestidad, cosas inimaginables e inesperadas sucederán, algo que irá más allá de lo que ustedes llaman milagros.

En esa hora definitiva, Yo estaré contando con los dedos de Mis Manos todos los actos de Piedad y de Misericordia que sucederán y que animados por Mí deberán realizar superando la vergüenza, la evidencia ante otros o incluso la tristeza.

Dichosos serán aquellos que conscientemente coloquen a Mis Pies sus aberraciones espirituales porque prometo ayudarlos a salir de ese abismo.

Finalmente, Mi Corazón glorioso querrá ver en estos días a los que dicen ser Mis apóstoles preparándose, bajo el poder luminoso de la oración, para atravesar los tiempos con coraje y sin miedo.

Que esta Maratón de omnipresencia, que así hoy llamo porque estaré en varios lugares a la vez, represente para Mis seguidores la oportunidad única de superarse a sí mismos para que todas las crueldades humanas que hoy suceden en este planeta, en todos los Reinos de la Naturaleza y en la propia humanidad, reciban la Gracia y la amnistía de la Divina Misericordia.

Estaré a su lado, junto a sus voces, implorando al Padre Celestial que pronto Yo pueda retornar para volver a guiarlos hacia la Nueva Humanidad.

Agradezco la unión de todos en este momento. El Señor les derrama Su Piedad y Su Paz.

No pierdan fuerzas internas, vivan a través de la fe. Si están en este tiempo de Armagedón y de pruebas es porque están preparados para vivirlo, al menos por Mi glorioso Retorno. Transfórmense en paz, así todo el universo lo espera.

Bajo el Amor infinito de Adonai sean bienaventurados y mansos.

Unido a todos los orantes de la Misericordia,

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE MENSUAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Después de veintiséis años de preparación de las bases espirituales de Mi tan esperado Retorno, a través de la obra y la vida de las Comunidades-Luz de Mi Corazón; hoy vengo para anunciar una Gracia especial que en tiempos críticos intentará, por encima de todo, elevar espiritualmente la vida de la humanidad por medio de los valores sagrados que ella debe expresar hacia toda la Creación universal.

Es por esta causa que Mi misericordioso, glorioso y vivo Corazón, concede a la Fraternidad Humanitaria Internacional, en nombre de Mi vivo Corazón, el permiso divino y autónomo para difundir todas las obras de fraternidad, servicio, cura, instrucción y oración que realizan todos Mis abnegados voluntarios.

Eso significará para vuestro Maestro la oportunidad única de que, mediante un espacio dentro del canal de comunicación de Misericordia María TV, ustedes, compañeros, den a conocer al mundo la Obra de redención, de amor y de Misericordia que se realiza desde hace veintiséis años con los Reinos Mineral, Vegetal, Animal y Humano.

En nombre del Creador máximo que todo lo rige, deseo que alivien Mi Corazón ultrajado por los desastres y por los castigos que reciben los Reinos Menores y también el Reino Humano.

Si el mundo conociera la Obra de servicio y de rescate que se lleva adelante por intermedio de la unión de todas las Asociaciones de la Fraternidad, esto ayudaría ampliamente a que todos los seres humanos que no se interesan por los Reinos, descubran el valor, la reverencia y la compasión que los hermanos menores de la naturaleza merecen.

Después de Mi última visita al norte de Brasil para trabajar espiritualmente en la Amazonia, una puerta expiatoria se abrió para esta parte del mundo. Es por eso, que vuestro Maestro uniéndose a ustedes en esta misión de valorar la vida y la Creación, solicita amorosamente que dentro del calendario de encuentros con los Mensajeros Divinos, dentro de la programación de Misericordia María TV, se incluyan, a partir de hoy, varios espacios que estén dedicados a la difusión y al conocimiento de la vida y de la creación en el planeta, manifestadas en todos los Reinos.

Deseo que los hombres conozcan qué es un mineral y cómo vive espiritualmente. Deseo que todo ser humano de superficie sepa qué es una planta y qué misión tan importante ella cumple. Deseo que amen al Reino Animal como a sus propias vidas. Por eso, hay que saber por qué Dios los creó y para qué existen.

También deseo que el mundo sea motivado a servir al prójimo por medio del espíritu de la caridad, para que la mayoría salga de sí y ya no existan fronteras ni lenguas, solo el idioma profundo de sus corazones.

Si en poco tiempo Mi pedido fuera puesto en práctica, el mundo podría sufrir menos la purificación. Si millones de seres humanos colocaran el interés en los Reinos e hicieran obras de restauración de todo el mal que se les causa, no habrá tercera guerra mundial. Daré poderes internos y humildes a todo aquel que quiera ofrecer a Dios una gran reparación.

Compañeros, hoy, delante del Creador y de los coros celestiales, abro esta puerta para ustedes.

Deseo que la Federación Humanitaria Internacional y la vida de las Comunidades-Luz, como también la valoración de los Reinos y de la cura de todo ser, sean conocidas. Esto aplacará las acciones del mal en el mundo y Mi Sagrado Corazón concederá un tiempo más de paz.

Es para este fin que hoy queda instituida la unión espiritual y material entre Misericordia María TV, la Federación Humanitaria Internacional y todos los que amorosamente quieran ser parte de esta difusión de la vida creadora del planeta.

Desde el Cielo esperamos que la humanidad valore y ame profundamente lo que Dios le entregó desde el principio.

Bajo la gloria y la Gracia que conceden todas estas cosas, sean bienaventurados.

Los ama y los ampara siempre,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 28.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE BOA VISTA, BRASIL AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Compañeros Míos e hijos predilectos de Mi amado Padre:

Hoy estoy aquí con ustedes por una razón mayor y espiritual que les explicaré. Hoy estoy en esta ciudad y sobre esta región para ayudarla, pero especialmente he venido porque escuché en los Cielos la voz y la petición fiel de Mis hijos.

Queridos hermanos, hijos de Mi Padre, siervos de Mi Misericordia, esta nación perdió la consciencia sobre la verdadera existencia y el propósito de todo el Reino Vegetal.

A pedido de todo el Universo celestial, y por las súplicas de todos los ángeles que cuidan en este planeta de la consciencia del Reino Vegetal, es que decidí, juntamente con la autoridad divina, descender en Gloria y Piedad sobre toda esta región que conforma una de las más importantes creaciones de Mi Padre para el universo material: la Amazonia.

Allí existe, al igual que en otros lugares del mundo, el sustento espiritual para la vida de todos los seres del planeta. La Amazonia es la cuna para la Nueva Humanidad. Es el epicentro sagrado de todo el Reino Vegetal.

Es por el sufrimiento y la aniquilación que allí viven los Reinos Vegetal y Animal, que Mi Padre Me concedió la Gracia de venir a impedir, en toda esta área sagrada, un desastre con consecuencias mundiales, área que es sometida por los hombres de una forma perversa y materialista.

Esta realidad que sufre la Amazonia es un peso para la humanidad; realidad que genera, como consecuencia, las enfermedades, las guerras, la falta de paz y de armonía en los hombres de la Tierra.

Mi Corazón Misericordioso no quiso descender en una ciudad de la Amazonia para no comprometer ni generar opresión en aquellos que realizan tantas obras en contra del equilibrio de la Creación.

Si en verdad el planeta fuera amado y respetado, la humanidad nunca tendría que pasar por una gran purificación. Es por eso que el Hijo de Dios encarnó en la antigua humanidad para evitar la autodestrucción.

Aquí en Boa Vista encontré corazones dispuestos a ayudarme amorosamente y a orar Conmigo por la acción sublime de Mi Divina e Insondable Misericordia.

Es así compañeros que he pedido a la consciencia de todos los miembros de esta nación que vengan aquí, a Boa Vista, a trabajar con Cristo por la redención de la Amazonia. Espero que Me hayan comprendido.

Por eso agradezco la presencia de los que hoy están aquí para orar en unión con el Corazón de Jesús.

El sufrimiento de los Reinos de la Naturaleza es causado por la falta de amor y de cuidados hacia la Creación.

Dios creó los Reinos Menores para ayudar a la evolución del hombre de superficie y, después de tantas eras y siglos, la humanidad ha hecho todo incorrectamente, lo que siempre ha estado fuera de la Santa Ley.

Pero como Mi Misericordia es insondable, he venido a Boa Vista para implorar junto con ustedes que la Misericordia de Dios descienda sobre toda la humanidad.

Por eso esta próxima Maratón estará dedicada a todos los Reinos Menores; todos los orantes y devotos son llamados por Jesucristo para rezar por ellos.

Así permitirán que la humanidad cure y redima su principal enfermedad espiritual: la destrucción de la Creación manifestada en este planeta. Esa es la raíz de todo el caos de la humanidad y de los acontecimientos que cada día se precipitan más sobre el mundo.

Que esta Maratón represente el despertar de la consciencia de cada criatura que ha perdido el amor y la noción de lo que significan los Reinos Menores.

Si la mayoría de la humanidad cuidara y orara para revertir las causas que dañan los mares, los continentes y los Reinos de la Naturaleza, no existiría transición planetaria ni Apocalipsis.

Agradezco el interés de todos los orantes brasileños por la realidad de Mi amada Amazonia.

En el nombre de la Verdad y de la Divina Consciencia, sean bienaventurados.

Gracias por escuchar Mi Corazón,

Cristo Jesús Glorificado

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO PARA LA 27.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA  AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Compañeros Míos:

Yo Soy el Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús. Soy la Fuente Universal de prodigios y de verdad para las almas. En este día santo, de consagración y de gloria, desciendo de la Casa de Mi Padre hasta esta casa, hasta esta Sagrada Ermita de Redención y de mucha Paz para quien Me busque.

Mi primer agradecimiento espiritual y profundo lo envío a todos Mis hijos, a los que fervorosamente hicieron posible la manifestación de esta obra de la Sagrada Ermita de Mi Corazón Glorificado. Quisiera decirles que este lugar será el refugio para el mundo entero y especialmente para aquellos que están cansados de sí mismos y que vendrán en humildad a rendirse a Mis Pies.

Aquí, en este lugar, Yo no solo seré Vuestro Rey, sino que también seré Vuestro Espíritu Consolador, Vuestro Hermano. Aquí, en este Sagrado Cenáculo que hoy bendigo, Yo seré uno con cada uno de ustedes para que en reverencia puedan reencontrar el sentido verdadero de persistir.

Compañeros, pedí la construcción de este lugar sagrado para que cuando lo necesiten sepan que aquí, en el silencio, Yo estaré para escucharlos, orientarlos y guiarlos siempre hacia Mi Sacratísimo Corazón.

Bendigo este lugar para los que Me adoran siempre en el Santísimo y también Yo derramaré Mis Gracias internas sobre aquellos que se decidan a seguirme. Sí, Yo estoy aquí, en esta Sagrada Ermita para encontrarlos todos los días; no tendrán por qué temer, hijos de Mi Padre. Donde reside el Cristo no reside ni una gota del mal. Por eso a esta Sagrada Ermita también vendré en Espíritu Santo, para liberarlos de las amarras y de los obstáculos que impone Mi eterno rival. Sean valientes y siempre vengan aquí. Estaré para escucharlos en el silencio, en la palabra, en la confesión, como en la perpetua oración.

Este lugar es el fruto divino de la obra de Mi Madre Santísima a través de cada uno de ustedes. Mientras los tiempos son difíciles y oscuros, Mi Luz Divina se digna descender y se hace presente para reunirlos a todos en el nombre de la Paz. Aquí estará en Espíritu Mi Sagrado Corazón. Aquí encontrarán la Fuerza Invencible de Mi Corazón cuando lo necesiten.

No olviden que estoy presente aquí, para que en los momentos más cruciales no Me olviden ni duerman delante de Mí.

Compañeros, en esta Maratón les prometo una síntesis interna para sus vidas delante de las Gracias que han recibido, encuentro tras encuentro. Esta Maratón de la Misericordia será la última confirmación de sus caminos en Mis caminos de paz, de sacrificio por la humanidad y de redención.

Quisiera que en verdad pudieran comprender más allá de Mis Palabras. Deseo que todo lo que sucede sobre esta Colina de Luz sea el testimonio de que el Plan se cumplirá. Por eso, no miraré sus ofensas. Hoy espero que Me donen sus talentos por todos los que los pierden ante la crueldad humana.

En Espíritu de Gracia y de eterno regocijo, Yo los reúno y de nuevo los bendigo en el Nombre Santo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Gracias por ayudar en el Plan final de la redención.

Siempre y para siempre sean bienaventurados.

Cristo Jesús, Vuestro Hermano Mayor

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN SAN CARLOS, SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mi Corazón Sacratísimo se acongoja cuando las almas no quieren escuchar a Dios. Pero esto Yo ya lo sabía, sabía que iba a suceder en este siglo y en este tiempo. Me fue revelado durante la Agonía los ciento treinta y tres principales dolores que la humanidad le ocasionaría al Corazón del Creador.

Hoy, les digo, compañeros, que lo que sucede a los ojos de todo el mundo es el dolor más agudo que vive Mi Corazón. Por eso, hoy he venido para mostrarles Mi Agonía espiritual en el Huerto Getsemaní, Agonía que lastima Mi pobre Corazón por los pecados e injusticias del mundo.

Todo lo que hoy sucede es porque la mayoría de las almas, en este tiempo, no reconocieron la oferta de Mi Amor. Esto no es un castigo, es una consecuencia generada por los hombres que se apartan cada vez más de Dios.

Al igual que los inmigrantes en las barcas, Yo estoy en naufragio, pues, como un navegante, Me han perdido en alta mar. No Me han visto en los ojos de los más pequeños ni tampoco en el corazón de las madres que buscan consuelo. Me exiliaron de esta humanidad por ser extranjero.

Sepan que estoy presente en el corazón de los más desprotegidos, pues espero despertarlos algún día para que  den testimonio de vida al mundo.

Así, Yo Me presento a ustedes para que comprendan que todo no es lo que parece. La humanidad tapa sus ojos para no ver el resultado de una decadencia sin límites.

¿Quién consolará Mi Corazón que va rebasando la copa de la injusticia? 

¿Quién vivirá por Mí, para poder salvarse?

Es hora de crecer interiormente y de no dejar que la propia vida los haga perecer.

Síganme en este trayecto y no sigan en el que lleva al mundo a la inconsciencia y a la falta de fe.

Compañeros, sean Mis testigos, Mis verdaderos testimonios ante la crueldad del mundo.

Abran los brazos y sientan en sus corazones el dolor del Redentor.

He venido a San Carlos porque aquí hay ovejas que deben seguirme y, en este tiempo, deben profesar su verdadera fe, fe que ayudará al mundo y a toda la humanidad.

Que esta nueva Maratón sea dedicada a la reparación de las almas inocentes, pues ahora Yo Me encuentro entre esos corazones, sufriendo el horror del mundo. Sean buenos orantes y ayúdenme a seguir derramando Misericordia para el mundo.

Les dejo la sagrada visión de Mi agonía en el Huerto Getsemaní. ¿Quién beberá del amargo Cáliz Conmigo para salvar a la humanidad?

Bajo el Amor de Dios sean bienaventurados.

¡Gracias, hijos de San Carlos, por estar Conmigo!

Cristo Jesús Glorificado

Me voy en silencio, para que sientan Mi Corazón lastimado.

Yo los bendigo ahora y siempre, en nombre del Amor de Dios.

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, hoy el Maestro llegó de una forma especial aquí, a San Carlos, y quisiéramos compartir con ustedes un breve relato para que puedan entender mejor el Mensaje que Él nos trajo hoy, que es diferente a todos los Mensajes que Él ha dado hasta este momento.

Cuando el Maestro llegó aquí, Él vino revelándonos la escena de la agonía en el Huerto Getsemaní.

No vino como ha venido en otros momentos, con toda Su Presencia para hablarnos directamente, sino que Él estaba encima de una piedra, estaba con Su Mirada hacia el Cielo, hacia el universo y hablaba con Adonai. Él estuvo así por mucho, mucho tiempo, durante todo el tiempo que estuvimos aquí, esperando que Él comenzara a hablar.

Nos preguntábamos qué era lo que Él quería decir con eso. Y, entendimos al final que quería compartir un dolor que Él vive, en este momento, con nosotros; y Él necesitaba que nosotros fuéramos conscientes para poder colaborar.

Y después que Él mostró esa escena por un largo tiempo, Él mostró que llevaba una corona de espinas sobre Su Cabeza; y le preguntamos: ¿pero la Corona de espinas no fue después, durante la Pasión?; y Él decía que esta Corona es la que le coloca hoy la humanidad y que Él sufre muchas agonías causadas por este mundo, así como las sufre Su Madre, María.

Entonces, en ese momento, Él giró Su Rostro hacia nosotros, estaba llorando, con Sangre en Su Rostro y Su Corazón desbordaba de un dolor muy grande, que era desconocido. Él decía que era una agonía espiritual que estaba viviendo, algo que sería inexplicable de entender por parte de la humanidad, pero que Él intentaría en este momento explicarnos, a través de las palabras, lo que Él está sintiendo de la humanidad.

Él en este Mensaje puso algunos ejemplos muy simbólicos, que tenemos que prestar atención para entender a través de esos símbolos el Mensaje que Él nos quiere decir.

MENSAJE MENSUAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Compañeros Míos:

Que, como tantos otros que Me siguen silenciosamente, aprendan a caminar entre la tribulación y el mal.

Que el Escudo de Mi Corazón sea, para ustedes, la barrera que los separe de las maldades del mundo y de los enemigos.

Que la Luz de Mi Corazón sea vuestra guía en los momentos en los que solo la intuición dará la respuesta cuando Yo ya no esté más aquí.

Por eso, en el silencio como en la mansedumbre, Yo los preparo para que sigan firmes en el Propósito que está por encima de toda adversidad.

En verdad les digo, primero encontrarán vuestro propio infierno, pero Yo les prometo que no Me separaré de quien Me invoque de corazón y de palabra.

Yo podré, con un solo soplo, disolver de vuestras entrañas toda perturbación.

Entonces, ábranme la puerta e invoquen Mi Nombre Santo: 

"Jesús, Jesús, Jesucristo, Salvador mío, ayúdame, guárdame y protégeme".

Así, Yo seré vuestra perfecta alianza en el nombre del Amor de Dios Padre.

Después, más tarde, verán arder en llamas los infiernos de esta humanidad y verán cómo muchos se pierden, creyendo que Yo estoy presente en alguna persona encarnada.

Yo estoy presente en el sagrario de los corazones humildes de la Tierra. Mi Espíritu es Santo y aún no puede descender a los abismos de este mundo hasta que se cumplan las profecías.

¿Han leído los escritos de Juan, Mi amado discípulo?

Observen, entonces, que estos tiempos ya estaban escritos, vean las señales y no teman, el Señor los ayudará a caminar en la fe y en el amor.

En cuanto tienen tiempo, renuncien, aprovechen cada encuentro con los Mensajeros Celestes, pues el tiempo se está terminando, los frutos deben despertar por la oración y la devoción de los simples.

Hermanos Míos, no permitan que nadie los engañe. Yo estoy presente únicamente en la Eucaristía, en la confesión y en la oración de quien pronuncia sin arrogancia ni fanatismo Mi Nombre Bendito.

Búsquenme y no Me perderán de vista. Vengo, en este tiempo, para revelarles la sabia Misericordia del universo y para desenmascarar con Mis propias Manos a los falsos cristos.

El único Cristo Soy Yo, vuestro Maestro, que vivió hace dos mil años entre ustedes para enseñarles a caminar en la fe y en el perdón, el que fue humillado y martirizado por todos los hombres y resucitó y subió a los Cielos, desde donde vendrá por segunda vez.

¡Ay de aquellos que usen en vano y como mentira el Nombre del Hijo de Dios! En el día del Juicio conocerán el poder de Mi Santa Justicia.

Abran los ojos y vean la verdadera Luz del Cielo, la que los congrega para que algún día mueran por Mí y vivan en Mi Gloria eternamente.

Lean Mis Mensajes. Ahora, Yo les he enviado a San José, todos los días, para que Él los ayude a encontrarme verdaderamente en lo más simple y puro.

Bajo la misericordiosa Justicia que proviene del Cielo, sean bienaventurados y estén atentos,

Cristo Jesús Glorificado

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN , DURANTE LA 25.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Hoy he venido al mundo por segunda vez en Gloria para que la puedan conocer, para que puedan conocer el poder de Mi Gracia.

Ante vuestros corazones está el Trono de Dios, dichosos de aquellos que ingresan en él, con humildad en el corazón.

Ahora, escuchen Mis Palabras.

Hace dos años, en este simple lugar, les pedí que se reunieran en Mi Santo Nombre, para orar durante dos días la Coronilla a Mi Divina Misericordia.

Las almas que Me seguían y las que no Me seguían se fueron congregando como Mi nuevo rebaño para responder así a Mis Pedidos.

A lo largo de estos meses, vuestras vidas conocieron los poderes de la oración, encontraron en la fe el sentido verdadero de la vida y transmitieron esta invitación espiritual de hermandad a aquellos que no conocían a Jesús ni a Su insondable Misericordia.

Después, fueron llamados a participar de la unión perfecta y reparadora a través de Mi Sangre. Oraron a Mi lado cada una de las cuentas de la Coronilla y colocaron su esperanza en el océano misericordioso de Mi Corazón.

Más tarde, compañeros, abrieron las puertas de vuestros corazones y de vuestros hogares para darme a conocer, pero tal vez no encontraron grandes resultados ni profundos cambios. Pero sepan, Mis orantes, que por vuestra fidelidad Yo estuve entre los suyos, y así Mi Corazón comenzó a resplandecer en la consciencia de todos. Tomaron conocimiento de la verdadera vida del espíritu y más tarde tomaron consciencia de cada una de vuestras deudas.

En esos momentos, Mi Corazón estuvo entre ustedes para ayudarlos a caminar en la sagrada confirmación de Mi Camino Crístico. 

Ustedes cayeron y se levantaron, Me abandonaron y retornaron a buscarme una y otra vez. Murieron muchas veces a través de Mi redención y resucitaron de la tumba de este mundo infiel.

Ustedes pasaron a ser Mis discípulos, se consagraron y Me llevaron a vuestras familias, a vuestros trabajos y amigos; llamaron a todos para que regresaran a Mi Corazón. Y así, por vuestra oración misericordiosa Me glorificaron humildemente.

Ahora que hoy están de nuevo frente a vuestro Guía y Pastor del Amor, ¿han visto los sagrados resultados de esta fusión eterna con Mi Amor?  Sí, muchos los vieron y los seguirán viendo. Así, abandonarán vuestras raíces y saldrán de este eterno cautiverio que representa la vida material.

Entonces, hijos de Mi Padre, ya más despiertos, son invitados a meditar sobre vuestras vidas, son llamados por Mí para tornar vuestros corazones en templos dignos del Señor, porque la señal de Mi Retorno, para mañana, 5 de agosto de este año definitivo, estará presente ante vuestros ojos.

Yo Soy Cristo resucitado. Yo Soy Cristo ascendido. Yo Soy Cristo misericordioso y ahora Soy vuestro Rey glorificado, que viene antes de que todo suceda para recordarles que no deben olvidar a Dios en estos tiempos ni tampoco Sus Planes que cada uno deberá cumplir ante el Universo Divino.

Queridos compañeros, extiendan vuestros brazos hacia Mí y acojan a Mi Corazón manso y pacífico.

Vengo a través de esta Maratón de oración para revelarles el poder de Mi Gloria, que es el siguiente paso después de Mi Divina Misericordia.

Les dejo Mi Paz y les doy la Paz.

No miraré vuestras deudas, sino todo lo que Me podrán ofrecer durante estos próximos días.

Dichosos de aquellos que ingresarán al Reino de Dios, porque Él estará abierto para todos sobre este lugar santo.

Asuman vuestras misiones y así Me agradarán siempre.

Los convoco a la alegría y a la paz. 

Sean en Mí, en estos días.

Bajo la Gracia que proviene de Dios, sean bienaventurados.

Les agradezco por haber llegado aquí, al encuentro de Mi insondable Corazón.

Cristo Jesús Glorificado, ante ustedes y el mundo entero

MENSAJE MENSUAL DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Deseo, en este día santo, en el que las tinieblas de la Tierra son apartadas de los Míos, dictarles una aspiración de Mi Corazón.

Hoy he venido a hablarles de la gloriosa imagen de vuestro Señor Jesús Glorificado y de la poderosa imagen de Jesús Misericordioso.

Cuando Yo dicté, a la hermana Faustina, los poderes universales y celestiales de Mi océano de Misericordia, Yo, en una noche, le revelé Mi Faz misericordiosa para que el mundo conociera la infinita compasión de Mi Corazón piadoso.

Así, Yo le mostré la Sangre y el Agua que brotaban constantemente de Mi Costado, pero también le di a conocer la gran sed que, en aquel tiempo, Yo sentía ante una humanidad ciega y sorda, que nunca quería escuchar la Voz de Dios, a través de Su Hijo amado.

En aquel tiempo, la Sangre y el Agua serían la gran justificación entre la humanidad y Dios, a través de Cristo, para poder despertar en el mundo una forma de expiación universal.justificación entre la humanidad y Dios, a través de Cristo, para poder despertar en el mundo una forma de expiación universal.

Así, le pedí a la hermana Faustina, Mi hija, que hiciera pintar una imagen tal cual la había visto en una visión exterior. Vine durante la noche para demostrar a través de Mi Misericordia, que Yo Soy la Luz que vence e ilumina toda oscuridad. Así le revelé el océano de Mi Misericordia y pedí por escrito, que quien la venerase y contemplase en el final de los tiempos estaría protegido por el manto de Mi insondable Misericordia.

Después de diez años, cuando ya la guerra había terminado, fue conocida Mi Faz. Ningún pintor sería capaz de expresar Mi Presencia, solo lo podría hacer si amara la Misericordia de Mi Corazón.

Pedí en aquel tiempo que Mi Misericordia fuera conocida y venerada el domingo después de Pascua, porque en el pasado, después de Mi muerte los apóstoles conocieron el poder de Mi Resurrección a través de las Llagas de Mi Misericordia.

Así fue que Adonai concedió, por medio de la Faz de Mi Misericordia, que la humanidad conociera, a pesar de sus pecados, el camino de salida hacia el universo del Amor de Dios.

Pasaron los años y la humanidad no comprende lo que significa esta expiación que Yo le ofrezco a las almas del mundo. Y como lo prometí en el huerto Getsemaní, antes de elevarme al universo, Yo volveré aun con más poder y gloria. Por eso le dije, por locución interior, a la hermana Faustina, minutos antes de su muerte, que la humanidad tendría la Gracia de conocer Mi Gloria eterna a través de los poderes de Mi Misericordia.

Por eso le dije que antes de Mi retorno al mundo, antes de que se cumplieran los últimos ocho ciclos lunares, Yo volvería a aparecer con la Faz con la que Mi Padre Me vistió, para que así la humanidad contemplara no solo Mi Misericordia, sino también el misterio de Mi Gracia por medio de la esencia de Mi Glorificación.

Esa Faz es conocida por todo el universo. Por eso, en este día, he venido días antes de que todos conozcan Mi Faz, a revelarles las doce promesas a aquellos que contemplen y guarden la imagen del Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús.

Por eso he venido en esta noche santa, noche santa de cena, para que el mundo sepa conscientemente a Quién estará contemplando.

A aquellos que contemplen Mi imagen glorificada Yo les prometo:

1. Unificar la esencia del propósito familiar a través de una vida sagrada, libre de las influencias y de las tendencias de estos tiempos.

2. La concreción de la tarea espiritual a través de la consagración de la mente, del cuerpo y del espíritu al Sagrado Corazón de Jesús.

3. La protección divina de los viajantes y de los que trabajan diariamente por amor al Plan de Dios.

4. El conocimiento interno de una experiencia de amor espiritual que permita la madurez interior.

5. La liberación de los males que influyen en la vida de oración y que perturban los sueños.

6. La reconciliación con el Santo Padre Eterno, para reencontrar así la tarea espiritual.

7. Apartar del peligro a quien lleve y difunda la imagen con reverencia.

8. La unión espiritual con la Fuente Primordial durante el tiempo de la transición planetaria.

9. La guía por encima de las pruebas y de los miedos.

10. La expansión del canal del corazón para que more Cristo Dios.

11. La redención de los hábitos y de las acciones que llevan a una vida de condenación del alma y de la pérdida del espíritu.

12. La unión con la esencia de la Santísima Trinidad, es decir, la Comunión espiritual con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

 

Así, cuando estén frente a Mi Misericordia, estarán pidiendo por redención. Cuando estén frente a Mi Faz Glorificada, estarán rogando por la evolución de vuestras almas. De esa manera, tendrán dos formas de ingresar a Mi Reino, a través de Mi Misericordia y a través de Mi Gloria.

Bajo la Piedad que proviene de Dios, Quien ha permitido todo esto, sean bienaventurados.

Los une a la Creación Divina,

Vuestro Maestro, Cristo Jesús

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